El día más largo de mi vida comenzó tardíamente. Me desperté tarde, duré demasiado tiempo en la ducha, y terminé teniendo que disfrutar de mi desayuno en el asiento del copiloto de la minivan de mamá a las 7:17 ese miércoles por la mañana.

Por lo general consigo un aventón a la escuela con mi mejor amigo, Oh Sehun, pero Sehun se había ido a la escuela a tiempo, haciéndolo inútil para mí. “A Tiempo” para nosotros era treinta minutos antes de que la escuela comenzara realmente, porque la media hora antes del primer timbre era lo más destacado de nuestros calendarios sociales: pararse afuera de la puerta lateral que conducía al salón de la banda y simplemente hablar. La mayoría de mis amigos estaban en la banda, y la mayor parte de mi tiempo libre en la escuela lo pasaba dentro de los seis metros del salón de la banda. Pero yo no estaba en la banda, ya que sufro de la clase de sordera musical que generalmente se asocia con la sordera real. Iba a llegar veinte minutos tarde, lo que técnicamente significaba que todavía llegaría diez minutos antes de la escuela en sí.

Mientras conducía, mamá me estaba preguntando acerca de las clases y los finales, y el baile de graduación.

—No creo en el baile de graduación —le recordé mientras rodeaba una esquina. Expertamente incliné mi cereal integral con pasas para ajustar la fuerza de gravedad. Yo había hecho esto antes.

—Bueno, no hay nada de malo en simplemente ir con una amiga. Estoy segura de que podrías pedírselo a Choi SooYoung. —Y yo podría habérselo pedido a Choi SooYoung, que en realidad era perfectamente agradable, simpática y bonita, a pesar de tener un apellido increíblemente desafortunado.

—No es sólo que no me gusta el baile de graduación. Tampoco me gustan las personas a las que les gusta el baile de graduación —expliqué, aunque esto era, de hecho, falso. Sehun estaba absolutamente encaprichado con la idea de ir.

Mamá giró en la escuela, y yo sostuve el tazón casi vacío con las dos manos mientras pasábamos sobre un reductor de velocidad. Miré hacia el estacionamiento de los estudiantes de último año. El Honda plateado de Tiffany Hwang estaba estacionado en su lugar habitual. Mamá detuvo la minivan en un callejón sin salida fuera del salón de la banda y me besó en la mejilla. Podía ver a Sehun y mis otros amigos de pie en un semicírculo.

Me acerqué a ellos, y el semicírculo se amplió sin ningún esfuerzo para incluirme. Estaban hablando de mi ex-novia Im Yoona, quien tocaba el violonchelo y al parecer estaba creando un gran revuelo por salir con un jugador de béisbol llamado Seung Gi. Si este era su nombre de pila, no lo sabía. Pero en todo caso, Yoona había decidido ir al baile con Seung Gi. Otra víctima.

—Taeyeon —dijo Sehun, parado frente a mí. Gesticuló con la cabeza y se dio la vuelta. Lo seguí fuera del círculo y a través de la puerta. Como una pequeña criatura de piel aceitunada que había llegado a la pubertad de antes de tiempo pero que no le servía mucho por lo freak, Sehun había sido mi mejor amigo desde quinto grado, cuando ambos finalmente admitimos el hecho de que era probable que ninguno de nosotros atrajera a nadie más como un mejor amigo. Además, él se esforzaba, y eso me gustaba… la mayor parte del tiempo.

—¿Cómo te va? —pregunté. Estábamos a salvo adentro, ya que todas las demás conversaciones hacían inaudible la nuestra.

—Yuri alias Radar va al baile —dijo malhumoradamente. Yuri, o Radar era nuestra otra mejor amiga. Lo llamábamos Radar porque se parecía a un pequeño individuo con gafas llamado Radar en este viejo programa de televisión M*A*S*H , excepto que: 1. La Radar de la televisión no era… negra y 2. En algún momento después de ponerle el apodo, nuestra Radar creció cerca de quince centímetros y comenzó a usar lentes de contacto, por lo que supongo que 3. En realidad no se parecía en absoluto al sujeto de M*A*S*H , pero 4. Con tres semanas y media que quedan de la escuela secundaria, no estábamos muy bien con volverle a poner un apodo.

—¿Esa chica Jessica? —pregunté. Yuri nunca nos decía nada acerca de su vida amorosa, pero eso no nos disuadía de la especulación frecuente.

Sehun asintió, y luego dijo:

—¿Sabes de mi gran plan para pedirle a una nena de primer año ir al baile porque son las únicas chicas que no conocen la historia del Sangriento Sehun? 

Asentí.

—Bueno —dijo Sehun—, esta mañana alguna pequeña conejita de miel encantadora de noveno grado se acercó a mí y me preguntó si yo era el Sangriento Sehun, y empecé a explicarle que se trataba de una infección en los riñones y ella se rió y salió corriendo. Así que está descartado.

En el décimo grado, Sehun fue hospitalizado por una infección renal, pero Yoon Bora, la mejor amiga de Tiffany, comenzó el rumor de que la verdadera razón por la que él tenía sangre en su orina era debido a la masturbación crónica. A pesar de su inverosimilitud médica, esta historia había perseguido a Sehun desde entonces.

—Eso apesta —dije.

Sehun empezó a esbozar planes para encontrar una cita, pero yo sólo escuchaba a medias, porque a través de la espesa masa de humanidad atestando el pasillo, pude ver a Tiffany Hwang. Ella estaba junto a su casillero, parada al lado de su novio, Nichkhun. Llevaba una falda blanca hasta las rodillas y un top azul estampado. Podía ver su clavícula. 

Ella se estaba riendo de algo histéricamente: hombros doblados hacia adelante, sus ojos arrugándose en las esquinas, su boca bien abierta. Pero no parecía haber sido nada que Nichkhun hubiese dicho, porque ella estaba apartando la mirada de él, hacia el otro lado del pasillo a un conjunto de casilleros. Seguí sus ojos y vi a Yoon Bora toda envuelta alrededor de algún jugador de béisbol como si ella fuese un adorno y él un árbol de Navidad. Le sonreí a Tiffany, aunque sabía que ella no podía verme.

—Taeyeon, deberías simplemente hacerlo. Olvídate de Tiffany.—Mientras caminábamos, yo seguía dándole vistazos a ella a través de la multitud, fotos instantáneas: una serie fotográfica titulada La P e r f e c c i ó n P e r m a n e c e I n m ó v il. Mientras Los Mortales Pasan Caminando. A medida que me acercaba, pensé que tal vez ella no se estaba riendo después de todo. Tal vez había recibido una sorpresa o un regalo o algo así. No parecía capaz de cerrar la boca.

—Sí —le dije a Sehun, todavía sin escuchar, todavía tratando de ver tanto de ella como podía sin ser demasiado obvia. Ni siquiera era que ella fuese tan bonita. Simplemente era tan impresionante, y en el sentido literal. Y entonces estábamos demasiado lejos por delante de ella, muchas personas caminando entre ella y yo, y ni siquiera estaba lo suficientemente cerca para escucharla hablar o entender cuál había sido la divertidísima sorpresa. Sehun negó con la cabeza, porque me había visto mirarla una y mil veces, y estaba acostumbrado a eso.

 —Honestamente, ella está buena, pero no está tan buena. ¿Sabes quién de verdad está de puta madre?

—¿Quién? —pregunté.

—Baekhyun —dijo él, que era un amigo del novio de Tiffany. ¿Olvide mencionar que en esta historia Sehun no está enamorado de mí y no lo friendzoneo? No, porque él es jodidamente gay. Claro, después de darse cuenta de lo que dijo parpadeó, soltando vomito verbal para intentar salvar su nula heteroualidad.—. También tu mamá. Vi a tu mamá besarte en la mejilla esta mañana, y perdóname, pero juro por Dios que estaba así como: hombre, desearía ser T. Y también, desearía que mis mejillas tuvieran penes. ¿Sabes algo? Olvídalo, lo que dije primero me deja mejor parado que eso. —Le di un codazo en las costillas, pero todavía estaba pensando en Tiffany, porque ella era la única leyenda que vivía al lado de mi casa. Tiffany Hwang, cuyo nombre de seis sílabas a menudo se decía en su totalidad con una especie de reverencia silenciosa. Tiffany Hwang, cuyas historias de aventuras épicas pasarían por la escuela como una tormenta de verano: un sujeto mayor viviendo en una casa destartalada en el Hot Coffee, Mississippi , le enseñó a Tiffany a tocar la guitarra.

Tiffany Hwang, que pasó tres días viajando con el circo: pensaban que ella tenía potencial en el trapecio. Tiffany Hwang, que bebió una taza de té de hierbas con los Mallionaires tras bastidores después de un concierto en St. Louis mientras ellos bebían whisky. 

Tiffany Hwang, que se metió en ese concierto diciéndole a los porteros que era la novia del bajista, y ellos no la reconocieron, y vamos chicos en serio, mi nombre es Tiffany Hwang y si van allí y le piden al bajista que me eche un vistazo, él les dirá que o soy su novia o quisiera que lo fuese, y luego el portero lo hizo, y luego el bajista dijo: “sí esa es mi novia déjala entrar al show” , y más tarde el bajista quiso conectar con ella y ella rechazó al bajista de los Mallionaires.

Las historias, cuando eran compartidas, inevitablemente terminaban con: quiero decir, ¿puedes creerlo? A menudo no podíamos, pero siempre resultaban ciertas.

Y entonces estábamos en nuestros casilleros. Yuri estaba apoyada en el casillero de Sehun, escribiendo en un dispositivo portátil.

—Así que vas al baile de graduación —le dije. Ella miró hacia arriba y, a continuación, miró hacia abajo.

—Estoy des-vandalizando el artículo de Omnictionary sobre un ex primer ministro de Francia. Anoche alguien borró toda la entrada y luego lo sustituyó por la frase “Jacques Chirac es un gay” , la cual como ocurre es incorrecta tanto objetivamente como gramaticalmente. —Yuri es editora en apogeo de esta fuente de referencia en línea creada por usuarios llamada Omnictionary. Toda su vida está dedicada al mantenimiento y el bienestar de Omnictionary. Esta no era más que una de las diversas razones por las que el hecho de que ella tuviera una cita para el baile era algo so