Amiga mía

Coleccionista de canciones
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-Tiffany…-murmuró mi nombre contra la piel de mi cuello antes de besarlo, antes de marcarme suya con sus labios y dientes. Me tenía atrapada entre la pared y su cálido cuerpo.

Tomé su rostro entre mis manos para obligarle a verme. El deseo incontenible que había en sus ojos hacía que me derritiese, despertaba lo peor en mí.

-Te amo-pronunció con la voz ligeramente ronca antes de unir nuestros labios, asaltando mi boca en un ataque que yo no quería evitar. Mis manos que jamás podían estarse quietas buscaban la manera de quitarle la ropa, en verdad necesitaba su cuerpo junto al mío.

Estábamos en ropa interior y nuestras caricias eran cada vez más profundas.-Necesitamos un sitio más cómodo-le dije sonriendo con malicia.

Ella sonrió con picardía y fácilmente me cargó entre sus brazos, yo envolví sus caderas con mis muslos. Nos dirigíamos hacia mi habitación. Ahora era yo quien besaba su cuello pero con suavidad, yo no tenía permitido dejar marcas en su tersa piel.

Me colocó en la cama con cuidado y apartó el cabello de mi rostro, le sonreí y ella me regresó la sonrisa. Tomé su mano derecha y la besé con pasión en repetidas ocasiones, sé que mis acciones la encendieron de cierta manera porque su mirada de ternura se tornó en una llena de deseo.

Y con un beso apasionado comenzó nuestra noche de amor…

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Desperté y, al sentir sus brazos rodeando mi cintura con firmeza, suspiré de alivio. Por algunas horas todavía me pertenecía, era mía y de nadie más. Levanté mi rostro que tenía acomodado entre sus pechos y miré sus bellas facciones mientras dormía.

-Taeyeon…-susurré su nombre-No tienes idea alguna de cuanto te amo…-entonces desvié la mirada hacia su mano derecha y lo vi. El símbolo de su compromiso…su argolla matrimonial. Un anillo que minuto a minuto me recuerda que Taeyeon no es mía, que es de otra y; que esa otra es nada más y nada menos que Jessica Jung, mi mejor amiga.

Así es, la mujer que le está robando a Jessica el amor de su esposa no es otra que su traicionera mejor amiga. Soy lo peor, lo sé.

Pero el amor no es algo que se pueda evitar. Yo sé que lo que sentimos es más fuerte que todo. Intentamos evitarlo infinitas veces pero fallamos, la atracción nos ganó.

Y ahora esa desbordante atracción y ese innegable amor me están cobrando caro. Porque cada vez soporto menos el verla a escondidas, besarla con temor a que nos descubran cuando estamos en su casa. Ya me cansé de lanzarnos miradas furtivas cargadas de sentimientos que no podemos expresar con palabras. Estoy harta de que Jessica pueda llamarla su esposa y presumirlo ante el mundo. Es desesperante poder disfrutar de sus caricias algunas pocas veces por mes gracias a los “viajes de negocios” que Taeyeon inventa.

Quizá estoy pecando de egoísta, pero necesito a mi amada las 24 horas del día…

-Tiffany…-la voz de Taeyeon aún adormilada hizo que abandonara mis pensamientos-Deberías dormir-comenzó a acariciar mi espalda desnuda con sus suaves manos y besó mi cabeza, estaba más dormida que despierta.

-Tenemos que decírselo-dije sin gritos ni reclamos, pero esa simple oración bastó para que ella perdiese todo el sueño que tenía.

-¿Ya estás cansada de esto, verdad?-preguntó mirándome a los ojos. Leí su mirada, ella también estaba agotada de esta situación.

-Pude aguantarlo el primer mes quizá hasta el segundo pero, ya llevamos 5 meses así…-le respondí sentándome en la cama. Taeyeon suspiró al meditar mi respuesta.

-De acuerdo, será como tú quieras-al cabo de algunos minutos me dio su decisión-Merecemos algo mejor que esto-tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. Sonreí, sentir su apoyo me brindaba una fortaleza tan grande que me motivaba a hacer lo que tanto deseaba aunque no fuese lo correcto.

-En ese caso, seré yo quien se lo diga-sus ojos de abrieron demasiado por mis palabras.

-¿Estás segura?-preguntó incrédula.

-Completamente…-afirmé apretando más fuerte su mano-después de todo, la mala amiga soy yo…

 

Óyeme, por favor,
no digas nada,
perdóname,
anoche entre sus brazos
me sentí, realmente una mujer.

 

-¡Tía Tiffany!-gritaron dos hermosas niñas que bajaban las escaleras y corrieron a mis brazos.

-Hola, mis amores-me agaché lo necesario para quedar a su altura y darle un beso a cada una en la frente.

-Tía, queremos mostrarte el rompecabezas que armamos-dijo Yuri con orgullo. Su melliza, Yoona, sonrió.

Reto que se proponían, desafío que lograban. Poseen el espíritu emprendedor de Taeyeon y la terquedad de Jessica para lograrlo.

-Entonces vamos a verlo-le di la mano derecha a Yoona, la izquierda a Yuri. Me guiaron al cuarto de juegos.

Allí me mostraron sus últimos proyectos. Estas pequeñas de 5 años eran como dos torbellinos, siempre en movimiento.

-¿Y su mamá?-les pregunté tras un rato de haber jugado con ellas.

-Taeyeon-mamá está descansando de su viaje-respondió Yoona con una sonrisa-Nos trajo regalos. ¿Verdad, Yuri?

-Sí, por cierto aún no usamos los juguetes nuevos-agregó la pelinegra sonriendo también, sentándose al lado de su hermana.

-¿Y Jessica?-tras mi pregunta la sonrisa en el rostro de las mellizas se esfumó.

-Trabajando, como siempre-Yuri fue quien habló. Tomó la mano de su hermana menor y la apretó.

A ambas les afecta demasiado crecer sin la atención de una de sus madres. Pero, mi amiga no lo entiende.

-¿Qué les parece si vemos una película?-les propuse tratando de hacer que olvidaran la tristeza que se apoderaba de ellas cada vez que sufrían por la ausencia de su madre-Creo que me toca elegirla.

-No, tía, yo quiero escogerla-pidió Yoona con un puchero.

-De acuerdo, elígela tú-accedí con una sonrisa. Las cargué y las llevé a la estancia. Nos sentamos y comenzamos con la película.

Jessica y Taeyeon les han dado de todo en cuanto material y económico se refiere a estas niñas. Pero a diferencia de Taeyeon quien sabe cómo manejar su tiempo con la familia y el trabajo, Jessica es una adicta a él.

Jessica Jung es envidiada por el mundo, ya sea por su belleza, su éxito profesional o su hermosa familia. Pero solo pocos sabemos que no se ha dedicado lo suficiente a su esposa o a sus hijas. Yoona y Yuri han sido criadas por Taeyeon y por mí.

En muchas ocasiones he discutido ese tema con ella, dice que va a cambiar pero simplemente no lo hace.

-Hay que acostarlas en su cama-escuché la dulce voz de Taeyeon y abandoné mis pensamientos. Miré a las niñas y descubrí que estaban dormidas.

-Sí-cargué a Yuri con mucho cuidado mientras ella levantaba a Yoona. Caminamos en silencio hasta la grandísima habitación de las mellizas y las recostamos.

Taeyeon le dio un beso a cada una en la frente antes de salir de la habitación. Sé lo mucho que le duele pensar en lo que sentirán sus hijas al enterarse de lo nuestro.

-Vamos al estudio-me pidió mirando directamente a mi boca. Sabía muy bien lo que deseaba. Ella quería compartir unos besos rápidos tanto como yo.

Tomé su mano. Estábamos a punto de entrar al estudio cuando escuchamos como la servidumbre recibía a Jessica quien de seguro acababa de llegar. Suspiré con enojo. Taeyeon rió al comprenderlo. Me escondió tras una columna y me besó con demasiada pasión. Yo correspondí con urgencia. ¡Dios, que excitantes me resultaban estos besos! Mordí su labio inferior en un arrebato y nos separamos.

-Perdóname-sonreí apenada y le acaricié el labio.

-No es nada, Tiffany-susurró y después me guiñó un ojo-Hora de actuar.

Abandonamos nuestro escondite y nos mantuvimos a la distancia apropiada al dirigirnos a donde estaría Jessica. Mi rubia amiga bebía un refresco en la sala.

-Amor, regresaste-dijo felizmente al abrazar a Taeyeon-¿Por qué no me hablaste para decirme que habías llegado de tu viaje?-preguntó antes de besarla en los labios. Un beso que mi amada no profundizó, podría decir que ni siquiera le correspondió.

-Pensé que estarías muy ocupada con tu trabajo-respondió con tranquilidad.

-Oh-Jessica tomó asiento de nuevo, jalando a la castaña a su lado-¿Y cómo te fue?

-De maravilla-respondió Taeyeon con una sonrisa y me miró. “¿Segura que quieres decírselo tú sola?” Preguntó a través de sus ojos color chocolate claro. Cabeceé de arriba hacia abajo para darle una respuesta. “Suerte” envió otro mensaje a través de la mirada.-Iré a ver cómo están nuestras hijas-antes de retirarse Jessica volvió a besarla.

-¿Te das cuenta de que es muy fría conmigo?-preguntó mi amiga con dolor-Ya no me besa…

-Debe ser el cansancio-respondí sentándome a su lado. El momento de decirle toda la verdad había llegado al fin.

-Los últimos meses se ha comportado igual. No me toca. No hemos hecho el amor desde hace medio año, Tiffany-me contó tom

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#1
Chapter 6: Esta es una buena miedo.