Capítulo II: Te amo

Un Te amo no es suficiente

 

Hola a todos n.n

Ha sido un tiempo largo desde la última actualización, les pido mil disculpas u.u

La verdad que todavía espero que estén interesados en esta historia.

Disclaimer: Los personajes y la historia de Boys Over Flowers no me pertenecen.

Lo que está en cursiva y negrilla es un recuerdo.

 

 

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

 

 

 

CAPÍTULO II

 

TE AMO

 

 

 

La habitación se volvía cada vez más estrecha y el tiempo desaceleraba la marcha, mientras recortes de viejas imágenes se proyectaron en sus mentes. Imágenes de un pasado que supo unirlos, sin embargo, el presente se encargaba de crear un abismo. Las preguntas – duendes traviesos – de lo que pudo ser iniciaron un frenético y malvado juego ¡Imposible detenerlas! Habían estado demasiado tiempo ocultas, querían huir hacia la luz. La oscuridad no era lugar para ellas…

Y ahí estaba mirándola – enfundada en aquel blanco vestido – con miles de interrogantes y ninguna respuesta ¿Qué habría pasado si la detenía esa fría tarde en Namsan? ¿O si prometía regresar por ella? ¿Lo hubiera esperado? Conociéndola, era lo más lógico. Pero nunca juro tal cosa y estas eran las consecuencias de su indecisión ¿Era demasiado tarde para retroceder el tiempo? ¿Sólo quedaba aceptar la realidad y verla casarse con otro?

El destino siempre lo castigaba arrebatándole lo más preciado. Pensándolo bien, no debía culpar a nadie, la responsabilidad absoluta era suya. Fue un ingenuo al suponer que podría esperarlo, si jamás le dio un mínimo indicio de esperanza…Ahora de nada valía quejarse de su infortunio.

Sus miradas se cruzaron por breves segundos; desesperadamente intentó descubrir un resabio del amor que supo tenerle. Estaba falto de una pequeña señal, algo que le asegurara que ella todavía lo amaba, empero…no lo encontró. En el pasado le resultaba posible desnudar su alma a través de sus ojos, esta vez no fue así, solo reflejaban sorpresa mezclada con tintes de tristeza.

Ga Eul, percibiendo la penetrante mirada, apartó la suya. Se sentía incómoda, la asustaba el modo en que la observaba y lo que menos deseaba era que su presencia la abrumase. En medio de todo aquello, se dijo: ¿Por qué estaba allí?

Yi Jeong, incapaz de soportar la imagen de Ga Eul – vestida de novia – salió impetuosamente del lugar. Incluso tuvo la descortesía de no despedirse, en esos instantes las formalidades le parecían meras trivialidades. Le urgía alejarse y estar solo para descargar el dolor que bullía en su interior. El resto del F4, desconcertado por sus acciones, corrió tras él. Lo llamaron repetidamente. Pero fue inútil, ignoró los llamados.

En cuanto Yi Jeong subió al vehículo, insertó la llave girándola con fuerza. Pisó el acelerador con tanta bronca que las ruedas rechinaron dejando una estela negra en el pavimento. El F4 alcanzó a ver como el auto del Casanova se perdía en la distancia.

¿Qué sucede con él? ¿Acaso se ha vuelto loco? chilló enojado Jun Pyo.

Al parecer el silencio le está cobrando factura. —dijo Ji Hoo.

Jun Pyo lo miró confundido, en tanto Woo Bin se mantuvo callado. De cierta manera comprendió claramente las palabras de Ji Hoo.

— Por ahora dejémoslo solo. Les pediré a mis hombres que lo vigilen. — Woo Bin pensó que en estos momentos Yi Jeong se pondría peor si ellos estaban encima indagándole.

Enseguida, extrajo del bolsillo interior de la chaqueta el celular y le marcó al jefe de seguridad de los Song’s, ordenándole que rastrearan a Yi Jeong por medio del GPS instalado en el automóvil. Para un hombre con sus contactos, era fácil conseguir el paradero de sus amigos.

No entiendo que pasa por tu cabeza, Woo Bin ah. No podemos permitir que esté solo, ya sabes cómo…— sin embargo, Jun Pyo fue interrumpido por Ji Hoo.

Gu Jun Pyo, sabemos cómo te sientes, pero creo que Woo Bin tiene razón.

El líder F4 miró un tanto molesto a sus amigos, sobre todo a Song, este siempre había sido el más unido a Yi Jeong desde que eran niños. A tal punto que, cuando el alfarero entraba en alguna de sus crisis autodestructivas, Woo Bin no dudaba en recorrer todos los bares de Seúl hasta hallarlo, como lo hizo cuatro años atrás.

Lo sé. — admitió Jun Pyo bastante desanimado, mostrando una serenidad inusual. Generalmente actuaba de modo impulsivo sin escuchar las opiniones ajenas.

— Te prometo que si no se comunica con nosotros en un par de horas, iremos a verlo y hablaremos con él, aun si tenemos que sacarle la verdad a golpes. —propuso Woo Bin, tranquilizando a Gu Jun Pyo y a sí mismo.

En el fondo de tanta entereza, Song estaba angustiado por el bienestar del alfarero. Para los F4 si había algo innegable y real era el afecto que albergaban entre ellos. Finalmente, el líder F4 consintió resignadamente ante la decisión de dejar solo al Casanova.

—Volvamos a la tienda, Jan Di y Ga Eul tienen que estar preocupadas. — Ji Hoo necesitaba hablar con Jan Di, siendo la mejor amiga de la futura novia conocería los sentimientos de esta a la perfección.

—No quiero regresar allí. Mejor vamos a un bar a tomar un trago. Lo necesito. —se negó Woo Bin. Le resultaba irritante la idea de ver como la mujer que amaba su amigo se probaba vestidos de novia. Además, la culpa lo estaba matando…

Ji Hoo fijó la vista en la tienda. Se le escapaba la oportunidad perfecta para aclarar ciertas dudas, suspiró sintiéndose frustrado.

— ¡Ji Hoo, apresurate! —gritó Jun Pyo, estaba a punto de subir en su coche.

El médico le dio una última mirada al negocio para luego seguir a sus amigos.

—Jun Pyo, ¿no se enfadará Jan Di si te marchas sin avisarle? —le preguntó Ji Hoo, sabiendo el tremendo carácter que poseía la chica.

¿Tú lo crees?expresó temeroso. Le enviaré un mensaje explicándole que me iré con ustedes. Con gran rapidez, Jun Pyo tecleó el texto y se lo mandó.

Minutos después, se alejaron de allí

 

 

 

. _._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.

 

 

Mientras tanto, en la tienda, Ga Eul descendió de la tarima y caminó hacia la silla más cercana. Parecía un zombie. Se sentó y apretó con fuerza la delicada tela produciendo unas cuantas arrugas. Definitivamente el reencuentro con So Yi Jeong – después de tantos años – había trastornado sus emociones. Rogaba que todo fuese producto de la imaginación…Una mala jugada del destino.

—Ga Eul ah, ¿te encuentras bien? Estás pálida. — Al instante, Jan Di reparó en el desasosiego que presentaba el rostro de su amiga.

—Estoy bien, Jan Di ah. —respondió débilmente.

Se puso de pie yendo tras bastidores a cambiarse y, recobrar la compostura inicial.

Jan Di no quitaba la vista de las cortinas, preguntándose: “¿Ga Eul, todavía sientes algo por Yi Jeong sunbae?”.

De pronto, el sonido del teléfono la alertó; era Jun Pyo. Leyó el mensaje.

 

“Me iré con los chicos. Luego nos veremos, piensa en mí mientras tanto”.

 

Jan Di descargó el malhumor que comenzaba a padecer en un sonoro resoplido. Gu Jun Pyo era el colmo del descaro. Primero se empecinó en ir a la tienda de novias con ella y Ga Eul, aun cuando le repitió mil veces que se fuera; y para rematarla contactó al F4 porque seguramente estaba aburrido. Si pudiera lo golpearía hasta cansarse y así aplacar sus ánimos.

Después de casi diez minutos, Ga Eul reapareció y le devolvió a la vendedora el vestido, diciendo:

—Me lo llevaré, por favor envuélvalo. — Abrió la cartera y sacó la tarjeta de crédito, que su novio le había dado, extendiéndosela a la agradecida empleada.

—Espere unos minutos y le traeré sus cosas. —le pidió la vendedora, en tanto corría a guardar el vestido en la caja.

Cuando estuvieron a solas…

—Ga Eul ah…—la llamó Jan Di.

— ¿Por qué no me dijiste que él había regresado? —preguntó Ga Eul, intentando sonar serena.

—Lo siento, ignoraba esa noticia. Jun Pyo no me…

Ga Eul la interrumpió.

—Igual no importa, mis sentimientos por So Yi Jeong son algo del pasado.

— ¿En verdad, lo son? ¿O sólo buscas engañarte a ti misma?

La vendedora regresó – sin darle tiempo a Ga Eul de justificarse –, haciéndole entrega de una enorme caja y de la tarjeta. Las dos jóvenes agradecieron a la dependienta y se retiraron del negocio.

Tanto Ga Eul como Jan Di estaban bastantes taciturnas. El resto de la mañana ninguna mencionó de nuevo a Yi Jeong y continuaron con las compras – esta vez – solas como lo habían planificado desde el principio.

 

 

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

 

 

Esa tarde, Ga Eul retornó al departamento. Se había mudado recientemente y si bien era chico, le parecía acogedor. Estaba compuesto por una amplia habitación dividida: sala, comedor y cocina. También tenía otros dos cuartos – dormitorio y el baño –; era lo máximo que podía costearse con el sueldo de maestra de kindergarden. Sin embargo, resultaba suficiente para una persona. Había añadido ciertos detalles en la decoración que le otorgaban calidez hogareña.

Entró a su hogar y se quitó los zapatos para ponerse las pantuflas; en el perchero colgó la cartera. Llevó la caja y las bolsas que traía hasta la mesa ratona y las colocó junto con las llaves.

Luego fue al baño y abrió la canilla. Mientras la bañera se llenaba se desvistió. Estuvo una hora en el agua, necesitaba relajarse y olvidar lo sucedido.

Cuando salió se puso una remera blanca y unos vaqueros, además se dejó el cabello suelto. Desde el dormitorio oyó sonar el teléfono, sin embargo, el contestador atendió por ella.

 

“Ga Eul ah, hija ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en la búsqueda de tu vestido? Sabes que me habría encantado ir contigo. Pronto estaremos de regreso en Seúl. Cuídate...Tu padre y tu abuela te envían sus saludos. Te amo…”

 

Sonrió ante el mensaje de su madre. De repente, el retrato junto al teléfono captó su interés. En la fotografía estaban ella y su prometido. Dicha imagen había sido tomada el día de su primera cita, dos años atrás.

 

 

<< Durante algún rato, las memorias la transportaron a esa mañana de domingo, cuando Han Seung Yoo se apostó frente a su puerta.

Una sonrisa gentil resplandecía en el juvenil rostro, al mismo tiempo que alzaba las manos enseñándole un bello ramo de rosas rojas. Ga Eul rio al encontrarse con semejante panorama.

Seung Yoo le obsequió las flores, las cuales recibió encantada.

— Son muy hermosas. Gracias, Seung Yoo ssi. dijo Ga Eul, aspirando la dulce fragancia que desprendían.

Me hace feliz saber que te gustaron. —le confesó—¿Lista para nuestra cita? — Ella asintió animadamente.

Seung Yoo tenía días planeando la salida, desde el mismo momento en que se la había pedido.

Se trasladaron al gran parque de Seúl. Quince minutos más tarde, Seung Yoo aparcaba el auto frente al campus médico de la Universidad Nacional de Seúl. Ga Eul lo miró sin comprender que hacían allí. Él se bajó primero y le abrió la puerta para que lo acompañara.

—Seung Yoo ssi, ¿qué hacemos en un hospital? —le interrogó Ga Eul confundida.

— Nuestra cita es en aquel lugar. —dijo señalando el Palacio Changgyeonggung.

Este palacio era uno de los más especiales durante la Dinastía Joseon y su origen proviene del Rey Sejong, quien mandara a construirlo luego de su asunción. Las flores de cerezo estaban en plena floración lo que embellecía aún más el paisaje exterior del palacio.

Cogió la mano de Ga Eul y se dirigieron hasta la impresionante entrada, el portal Honghwamun. Seung Yoo le entregó al guardia las entradas anticipadas que había adquirido.

Al pasar por la entrada principal vieron el puente Okcheongyo extenderse ante su vista. Todos los palacios de la Dinastía Joseon se caracterizaban por tener estanques con puentes encima en forma de arcos.

— ¡Es realmente increíble! —exclamó maravillada Ga Eul.

—Sabía que te gustaría. —aseveró Han.

—Es la primera vez que vengo y me sorprende la cantidad de personas que hay aquí. —comentó Ga Eul, observando los alrededores y percatándose de lo concurrido que lucía.

Por ser fin de semana, estaba atestado de visitantes coreanos y extranjeros que aprovecharon el hermoso día para conocer Changgyeonggung en los tours que se organizaban. Este era el único modo de ingresar al palacio.

— ¿Te hubiera gustado que lo alquilara solo para nosotros, Ga Eul ssi? —le preguntó Seung Yoo traviesamente.

— ¡De ninguna manera! —refutó sonrojada y añadió—: Si algún día lo haces, no volveré a salir contigo. Sería espantoso que te parecieras a Jun Pyo sunbae.

—De acuerdo—aceptó Han, estirando su mano para cerrar el trato—, porque deseo que continuemos teniendo muchas citas.

Recorrieron los jardines donde el verde predominaba dándole un encanto natural e irreal. De cuando en cuando conversaban sobre sus vidas. Ella se enteró que Seung Yoo era el segundo hijo del empresario Han Myung Soo, y aunque proviniera de una buena familia relacionada con el negocio de la hotelería, poseía una personalidad amable. Él vivó – desde adolescente – en Estados Unidos y se había mudado recientemente a Corea para hacerse cargo del proyecto hotelero que su compañía mantenía con el Grupo Shin Hwa y Construcciones Li Shin, estos últimos se encontraban a cargo de la edificación del nuevo hotel que se emplazaría en la Isla Jeju.

En cierto momento, Seung Yoo asió la mano de Ga Eul alejándose del grupo. Se suponía que era un tour, pero ansiaba estar a solas con ella.

— ¡Espera, Seung Yoo ssi, no podemos alejarnos del resto! — A pesar de las advertencias el chico hizo caso omiso de la solicitud, además había descubierto lo bien que se sentía estar sujeto a su pequeña mano. Si pudiese podría pasar toda la vida así…

Llegaron hasta un lago. Sus aguas cubiertas de múltiples hojas simulaban ser los nenúfares que durante la época de verano lo engalanan con su presencia. Inclusive el clima era perfecto. La estación primaveral se caracteriza por vientos de polvo, no obstante, aquel día el cielo lucía despejado y más azul que otras veces.

— ¿No crees que este lugar es el paraíso? —dijo observando el espléndido paisaje que se desplegaba ante ellos. Ciertamente Changgyeonggung había capturado su interés. Ga Eul esbozó una brillante sonrisa que sacudió violentamente el corazón de Seung Yoo.

Estaba tan ensimismada en sus pensamientos, cuando…

Ga Eul yang… — La mención de esa palabra la trajo a la realidad bruscamente y su semblante se ensombreció. De inmediato, él se percató del cambio —Lo siento, no quise incomodarte.

No estoy molesta negó, alzando sus manos—, solo que me recodaste a…hizo una pausa. Seung Yoo la contemplaba atentamente – Olvídalo, no me hagas caso.

“Ga Eul, hasta cuando dejaras de soñar con el pasado”, se amonestó a sí misma.

Para avivar el ambiente, Seung Yoo dijo:

Deberíamos sacarnos una foto para recordar este día.

Ga Eul aceptó y por primera vez en mucho tiempo – después de So Yi Jeong – su corazón volvió a palpitar ante una simple propuesta. Entonces, Seung Yoo sacó su teléfono celular y se paró junto a ella. La atrajo hacia sí. Ella sonrió tímidamente.

Uno…dos…tres –contó.

Y antes de que presionara el botón, depositó un tierno en las mejillas de Ga Eul, haciendo que se sonrojara profusamente. Seung Yoo, al notar su sonrojo, se sintió feliz.

“Ella…era definitivamente hermosa”, pensó.

Desde el mismo instante en que la vio quedó prendado de su sencillez. Todo era gracias a Woo Bin, quien – después de una reunión – lo había invitado a la tienda de avena donde trabajaba Ga Eul. El interés fue tal, que con frecuencia visitaba el negocio como cliente y así tenía la excusa perfecta para verla, principalmente, cuando se le antojaba un gran tazón de gachas de avena. >>

 

 

A partir de aquella cita, su amistad fue creciendo paulatinamente y seis meses más tarde, le pidió que fuera su novia.

El tiempo transcurrió y ahora estaban por casarse – precisamente dentro de un mes. Se inclinó y agarró el retrato, llevándolo cerca de su pecho, mientras lo sostenía fuerte. Luego, contempló una vez más la fotografía, rozando con las yemas de los dedos el cristal para finalmente devolverlo a su sitio.

Fue a la nevera y se sirvió un vaso de agua – mientras lo bebía – tomó asiento y se dedicó a revisar las planillas de evaluaciones. Estas contenían la información de rendimiento de sus alumnos durante los dos últimos meses. Enseñar era gratificante para Ga Eul. La convivencia con esos ángeles – claro que en ocasiones podían ser unos diablillos – le fascinaba. Se quedaba anonada con el modo en que percibían el mundo. Además, cada día un nuevo avance se generaba en los pequeños a través de los conocimientos que les impartía, y especialmente, los lazos de cariño que forjaba con sus estudiantes.

De repente, el timbre sonó. Se paró, diciendo:

¡Un momento, ya voy!

Al abrir, se encontró al sonriente Seung Yoo. Su llegada fue inesperada, por lo general, le avisaba de sus visitas. Al ver la cara de confusión de Ga Eul inquirió, simulando sentirse ofendido:

¿Acaso no soy bienvenido en la casa de mi “futura esposa”? – Acompañó lo dicho con una mueca de tristeza, sólo para conmoverla. Y lo consiguió porque Ga Eul se tiró a sus brazos y lo besó.

A continuación, lo invitó a tomar asiento en el sofá, mientras iba por unas bebidas a la cocina. Minutos después regresó con dos vasos de jugo de naranja, los que depositó en la mesa. Sin previo aviso, Seung Yoo la tiró de la muñeca, quedando sobre sus piernas. Pudo sentir una corriente eléctrica cuando envolvió los brazos alrededor de su cintura, acercándola todavía más.

Mañana debo irme de viaje a Japón. –le informó.

Ga Eul se apartó ligeramente.

¿Irte? ¿Por cuánto tiempo? ¿Es necesario que vayas? –cuestionó alarmada.

No le hacía gracia este viaje repentino y menos con la llegada de cierto alfarero.

Oye, no será por mucho tiempo. Te prometo que dentro de una semana estaré de regreso. contestó entretenido, ante el gesto de disconformidad de su novia.

Acarició con delicadeza el rostro de Ga Eul, descendiendo lentamente. Tan pronto como sus labios entraron en contacto comenzaron a moverse de forma suave; pero enseguida el beso se tornó más profundo y apasionado. Seung Yoo recostó a Ga Eul en el sillón quedando sobre ella. Sus manos se deslizaron bajo la remera rozando el vientre plano. Aquel ligero toque hizo que respondiera a las caricias con un audible gemido, en su interior sabía que su prometido le gustaba demasiado.

A medida que la pasión parecía incontrolable, la imagen de So Yi Jeong apareció en la mente de Ga Eul ¿Qué había sido eso? ¿Por qué ese estúpido Casanova se colaba nuevamente en sus pensamientos? De seguro se debía al encuentro que tuvieron. Confundida, se apartó bruscamente y – con las mejillas encendidas – se arregló la remera.

Aún apenada, cogió el vaso y se tomó todo el contenido sin respirar, desviando la mirada de un sorprendido Seung Yoo, el cual sintiéndose arrepentido, dijo:

Discúlpame Ga Eul ah, yo no debí permitir que las cosas se fueran a este extremo. Estaba al tanto que las mujeres coreanas eran muy recatadas, sin embargo deseaba tenerla entre sus brazos. Ella le brindó un gesto comprensivo.

Si bien, les costó olvidar lo sucedido, optaron por divertirse preparando la cena. Así entre bromas y algún que otro mimo pasaron un buen rato juntos hasta que Seung Yoo abandonó el departamento de Ga Eul, no sin antes olvidar decirle…“te amo”.

 

 

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

 

 

La escasa iluminación opacaba la elegancia del remodelado estudio. Los estantes de roble plagados de costosas piezas de arte parecían incitar a la destrucción. Le hubiera gustado golpearlas – como solía hacer con las piezas defectuosas – y hacerlas añicos. Dejar desparramados los trozos de cerámica, de la misma manera en que su corazón estaba en ese momento. Pero enseguida, desechó la idea y prefirió tomar la botella sobre la mesa. El sonido de hielo precipitándose en el vaso de cristal, seguido por el líquido ocre del alcohol calmaba en algo el dolor.

Yi Jeong bebió el to o séptimo trago de whisky escocés, ya casi había perdido la cuenta. La edición especial del Chivas Reagal – creada exclusivamente para conmemorar el 50° aniversario de la reina Isabel de Inglaterra y de las cuales se habían fabricado 255 botellas, valoradas en diez mil dólares cada una – poco le importaba la cara bebida, sólo quería borrar de su cabeza lo sucedido. Volvió a servirse un nuevo vaso y lo sorbió sin siquiera saborearlo; el alcohol traspasaba su garganta quemándola. Esta era una excelente manera de prolongar la tortura.

Bajó el cristal y lo colocó en la mesa, esbozando una amarga sonrisa. La imagen de Ga Eul vestida de novia había sido sumamente impactante para el Casanova, incluso más que cuando descubrió el mensaje de Eun Jae. Dicho sea de paso, fue Ga Eul la encargada de iluminar su entendedera.

Esa mañana, le mostró lo idiota que había sido al renunciar al amor de Eun Jae, todo por considerarse indigno de amarla… ¿Las causas?...Su familia, por supuesto. Creció en un hogar – si es que podría otorgársele semejante sustantivo – donde la palabra “amor y fidelidad” no formaban parte del vocabulario cotidiano de su padre. So Hyun Sub únicamente practicaba el desprecio y las infidelidades que su esposa debía tolerar. Aun así, ella lo amaba de forma enfermiza y soportaba todo en pos de ese amor. Estas razones, condujeron a Yi Jeong a ser un hombre incrédulo y distante. Por eso jamás le ofreció a Eun Jae una relación seria. Al final, ella se alejó de su vida reapareciendo tres años después…enamorada de su hermano Li Hyun.

Estúpidamente repitió la historia, escondiéndose en la fachada de playboy. Y cuando tuvo la oportunidad de amar otra vez, huyó. Era como la marea. Avanzaba ganando el amor de la chica y luego retrocedía cobardemente. Pero algo tenía claro…amaba a Ga Eul y la certeza de nada le valía, sí dejó escapar la oportunidad de estar con ella.

De pronto, sus párpados empezaron a sentirse pesados. Lentamente se acostó en la dura madera del banco, quedándose dormido. Quizás en sueños, podría tener el valor de confesarle ese tan anhelado…“te amo”, y así sentirse menos miserable…

 

 

._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.

 

Nota de autora:

Espero que este capítulo haya sido de su agrado ^^

Como en cada capítulo les digo, un review alegra mi dia n.n

¡No olviden suscribirse!

Gracias

Soeul83 ^_^

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Jacqueline30
#1
hola <33 me he suscrito
awesome-raji #2
Chapter 2: Gaeul is going to marry? To whom? ? Plz update soon!!!!!
Love this fic!!!!!!! Thank u for the update
ilovesa #3
Chapter 1: I love this couple, but I don't understand with the languange you use, hehe