La señora Hwang estrecho a Taeyeon en un fuerte abrazo que por poco y la deja sin respiración. Se limpió una lágrima que rodaba por la mejilla izquierda y volvió a abrazarla

-¡Oh, Taeyeon, eres un regalo caído del cielo!- Dijo con mucho afecto- Pero ¿Cómo se te ocurre pagar la compra?

Taeyeon logró escapar de los brazos de la señora Hwang cuando esta se distrajo por el pito del microondas. Se sacudió la ropa. Tiffany resoplo a su espalda, asustada por el comportamiento de su madre. Pensó que tal vez no tenía idea de con quien estaba hablando pues esa chica parecía el mismísimo demonio

-He decidido encargarme de la compra durante el mes que pase aquí- Informo Taeyeon- Creo que es lo menos que puedo hacer Y como usted sabe que mi alimentación es algo compleja será mejor que me haga responsable de ella, además el supermercado me ha encantado

Aquello fue suficiente para que la señora Hwang estuviera a punto de explotar de alegría. Ella prometió darle más presupuesto para la compra semanal y añadió que Tiffany la acompañaría cada vez que tuviera que salir, sin siquiera preguntarle a la chica

-¿Sabes? Serias la persona perfecta para mi hija- La señora Hwang señalo a la chica que estaba apoyada en el marco de la puerta- Es tan desorganizada..... Tú equilibrarías su desorden

Taeyeon tosió. Tiffany también. Se dirigieron una mirada penetrante que se traducía a "Ni en tus mejores sueños seriamos pareja". La madre no pareció arreglar la tensión de ambas jóvenes

-Yo guardare todo esto- Se ofreció Taeyeon- He comprado 100 Tuperwares para organizar la comida

-Oh, Taeyeon, eres increíble.....

Tiffany cerró los ojos con fuerza y se fue de la cocina. Si su madre continuaba halagándole de ese modo, solo conseguiría que el ego de Taeyeon aumentara más y más (Si es que eso era posible) Tenía que encontrar algún modo de fijar un límite, unas reglas de comportamiento para que la situación se equilibrara. Aprovecho el resto de la tarde para darse un baño relajante, ya que supuso que Taeyeon se encontraría ocupada ordenando la comida

Sumergió la cabeza en el agua y la saco al rato a la superficie, respiro con fuerza. Tenía ganas de ver a sus amigos. Echaba de menos pasar las tardes sentada en el parque charlando. Llevarse a Taeyeon con ella y presentársela a sus amigos no le daba gracia. Temía que terminaran golpeándola. Aunque Jessica, una chica que llevaba tras ella desde que tenían 14 años y que incluso había escrito un libro autobiográfico, se parecía a Taeyeon en ciertos aspectos. Cavia la posibilidad que se llevaran bien. Por otro lado también era probable que, tras conocerse surgiera entre ambas una especie de competitividad: La lucha por el poder de la estupidez

Se vistió rápidamente antes de dirigirse de nuevo hacia la cocina. Se puso su vestido favorito de puntos, su tenis blanco, su abrigo rojo y prefirió soltarse el pelo.

La nevera estaba repleta de Tuperwares transparentes, amontonadas unas sobre otras como si fuera una exposición de arte. En todas ellas estaba escrito el nombre de Taeyeon seguido de una fecha. Tiffany supuso que había organizado que comería cada día de la siguiente semana y se preguntó cómo alguien podría tener tanta paciencia para administrar al detalle todo eso

Cerró la nevera bruscamente

-¿Te gusta como ha quedado?- Pregunto Taeyeon, al tiempo que se sentaba en una de las sillas

-Ha quedado ridículo- Dijo Tiffany sirviéndose un poco de café

-Pero ¿Qué dices? Tu mama me ha felicitado varias veces por eso- Sonrió orgullosa de su trabajo- Por cierto, me he tomado la molestia de organizar también tu comida. Esta noche te toca ensalada ya va siendo hora que dejes de comer fritos a toda hora- Agrego

Tiffany se atraganto con el café

-Espero que no estés hablando enserio porque tú no eres nadie para decidir cómo debo alimentarme

-¡Todavía me preocupo por ti! Deberías arrodillarte y besar mi tenis en forma de agradecimiento

-¿Quién te crees? ¿La princesa de Corea?

-No, pero tráteme como si lo fuera. Así marcamos nuestras diferencias sociales

Tiffany arrugo la nariz furiosa

-Esta tarde he quedado con mis amigos

-¿Crees que me importa? Vete con tus amigos

-Debería importarte Taeyeon, porque vendrás conmigo- Le informo Tiffany entusiasmada al percibir el sufrimiento en la cara de Taeyeon

-Tú sí que no sabes contar chistes

-Tienes 2 opciones- Le explico Tiffany- Puedes venir conmigo o quedarte en la casa con Leo. A solas

Taeyeon abrió los ojos

-Soy una joven para morir- Dijo- Ni en broma me quedaría a solas con ese loco. Si hubiera sabido que conviviría con alguien como Leo habría pedido a mis guardaespaldas que me acompañaran

Tiffany la miro fijamente, asombrada negó con la cabeza, intentando convencerse que lo que había dicho no era cierto

-¿Tenias guardaespaldas en Londres?

-Pues claro ¿Cómo no me iba a proteger?- Se limpia las uñas distraída, observado la perfección de sus manos- Ellos siempre iban detrás de mí y en casa se quedaban quietos como estatuas a la espera de mis ordenes

-Empiezo a comprender de donde viene tu estupidez- Dijo Tiffany. Creo que tus padres te han malcriado

-¿Mis padres?- Taeyeon la miro sin comprender- Casi nunca están en casa, así que no han tenido la oportunidad de malcriarme. Pero no importa, tengo a todo un equipo profesional bajo mi supervisión. Son realmente eficientes. Tendrías que verlos algún día

-No sabes cuánto anhelo ese momento- Dijo Tiffany con ironía

-Tranquila, era un decir, por pura cortesía- Sonrió- Tu jamás pondrías un pie en mi mansión. Antes de que entres, soltaría los perros y saldrías corriendo calle abajo

Tiffany resoplo, se terminó el café y dejo la taza en el fregadero. Taeyeon la señalo

-¿No piensas lavarla?

-No, lo hare más tarde- Respondo Tiffany mientras se abrochaba el abrigo

-Pero si la dejas ahí demasiado tiempo las hormigas aparecerán

-¡Límpiala tu si tanto te importa!

-Lo siento, yo jamás he hecho eso- Sonrió Taeyeon y se levantó- Mis manos no están preparadas para enfrentarse a cualquier jabón. Tengo la piel sensible

Tiffany se llevó una mano a la frente

-¡Ya me lo has dicho un millón de veces- Grito cansada- Y no me importa si tu piel es sensible o no. ¡Dios Mío! Seguro que utilizas toallitas de bebe para limpiarte la cola. Si es que no se encarga de eso alguna de tus criadas

Taeyeon asintió

-Sí, has acertado. Es curioso. Me limpio con toallitas de bebe con olor a Vainilla pues es mi preferido- Detallo-Deberías probarlas. He traído unos 20 paquetes, seguro sobrara alguna. Ya verás que bien huelen

-Pero ¿De dónde has salido? ¿Me puedes decir quien ha sido esa persona malvada que te ha metido tantas tonterías en la cabeza?

-Nadie. Yo solita

-Imposible. Esas cosas no son de uno mismo- Dijo Tiffany y sintió un poco de pena por Taeyeon

-¿Qué tiene de malo?

-¡Todo! No se puede vivir así

-Tiffany, tu cara queda mal frente a la sociedad y no es ningún problema incluso diría que te ves muy feliz y......

-Basta de verdad no me interesa seguir escuchando tus tonterías. Es hora de irnos

Taeyeon la siguió hasta la calle. Se preguntaba si los amigos de Tiffany serían peor que ella. No estaba segura de cómo comportarse. Hasta el momento jamás había conocido a nadie fuera de su colegio, donde todos eran igual a ella. Temía encontrarse con personas como Leo rodeándola sin piedad. Se froto las manos, de tener que enfrentarse ante lo desconocido. No le gustaba no tener el control de la situación. Mientras que en su casa había sido toda una reina, allí el nivel había bajado al de una patética princesa.