Lista de deseos

Beso de murciélago (taeny)

Cuando llegaron a casa, taeyeon estaba a punto de sufrir un infarto. Solo habían hecho dos descansos durante todo el trayecto, tenía un hambre voraz, puesto que habían olvidado coger los bocadillos que leo llevaba en su mochila, y el esfuerzo de las horas de caminata había sido mortal para ella, que no estaba acostumbrada a caminar a ese ritmo.
 

Mientras Tiffany abría la puerta, taeyeon se llevó una mano al cuello para tomarse las pulsaciones.
—Francamente, no sé si me quedan fuerzas siquiera para escribir mí lista.
Tras entrar, encontraron a la señora Hwang en la cocina preparando la comida.
—Pensé que llegaríais por la noche o mañana. —Le sacudió el pelo a taeyeon con cariño—. Qué alegría teneros aquí de vuelta; a propósito, ¿dónde está leo?
—El se ha quedado con los demás en el lago, nosotros hemos decidido volver antes.
—Ah, ¿os ha pasado algo?, ¿habéis vuelto a discutir?
—Mamá, será mejor que no hagas más preguntas. —Tiffany sonrió y le dio un beso en la mejilla.
— ¿Os preparo algo de comer entonces?
—Sí.
—No —le contradijo taeyeon—, tenemos planes, comeremos fuera.
Taeyeon cogió a Tiffany del brazo y la guio hasta el piso de arriba.
— ¿Qué pasa?
—Nada. Nos vamos a comer a un buen restaurante, es mi primer deseo de la lista —dijo—, cámbiate de ropa y coge papel y lápiz. Tienes cinco minutos —añadió antes de entrar en su habitación y cerrar la puerta.

Tiffany se sentó sobre la cama y después se dejó caer hacia atrás. Iban a ser dos días intensos. Había muchísimas cosas que quería hacer con taeyeon, y su mente comenzaba a divagar pensando en los futuros deseos que escribiría en su lista.
 

Tiffany cerró la puerta de su habitación con cuidado, abrió el armario y comenzó a pensar en qué ropa ponerse; al fondo, bajo una sudadera, vio el regalo de taeyeon y recordó que tras la discusión ocurrida durante el día de Navidad no habían llegado a intercambiar sus regalos.
Comenzó a dar pequeños saltitos por la habitación intentando subirse los vaqueros, que parecían haber encogido después del último lavado. Cuando estuvo completamente lista respiró hondo intentando no pensar demasiado en los rápidos acontecimientos de aquellos días, que habían dado un giro inesperado a su vida rutinaria.

 

Finalmente salió de la habitación; taeyeon estaba esperándola apoyado en la barandilla de la escalera con una pose elegante que le caracterizaba a la perfección.
— ¿Dónde quieres ir a comer?
—Ya lo verás. —Sonrió—. He llamado a un taxi, nos está esperando en la puerta.

 

Media hora más tarde, cuando bajaron del taxi, Tiffany reconoció la fachada del lugar; era un carísimo restaurante japonés, el más famoso de la zona. Taeyeon la cogió de la mano con firmeza y entró en el establecimiento. Tras el mostrador de recepción había dos mujeres que vestían elegantes túnicas de seda con dibujos florales de estilo tradicional. Sin pensárselo ni un segundo taeyeon dejó caer su chaqueta sobre las manos de una de las mujeres, y esta le sonrió como si estuviera agradecida por el hecho de poder servirles.
—Tiffany, vamos, dale tu abrigo.
—Ah, sí, sí, claro…

 

Sintiéndose sumamente extraña logró quitarse el abrigo y entregárselo a la señora sonriente, después esta se inclinó ligeramente a modo de reverencia y se dirigió hacia el guardarropa. La otra mujer abandonó el mostrador y les condujo lentamente por el restaurante hasta una de las mesas e incluso apartó ella misma las sillas donde debían sentarse, por si taeyeon estaba demasiado cansado para realizar una hazaña de tal calibre.
 

Sonaba una melodía suave de fondo y se oía agua caer, como si en algún rincón del restaurante hubiese una fuente. Tiffany se sentía fuera de lugar, contrariamente a taeyeon, que se mostraba entusiasmada mientras observaba la curiosa decoración del establecimiento y poco después hojeaba la carta.
— ¿Conocías este lugar? —preguntó ella.
—No, lo busqué por internet con el móvil. —Cruzó las manos sobre la mesa con elegancia—. ¿Has cogido papel y lápiz?

 

Tiffany asintió y buscó en su bolso mientras taeyeon le explicaba lo que harían a continuación.
—Cada uno hará una lista de cinco cosas —dijo—, pero ninguna mirará la lista de la otra; así, cuando se decida el siguiente plan, será una sorpresa.
—Me parece bien.

 

La camarera les interrumpió preguntándoles si ya habían decidido qué querían pedir. Ambas estuvieron de acuerdo en escoger un menú variado para dos. Cuando la mujer les retiró las cartas y se alejó de la mesa, Tiffany le dio a taeyeon uno de los papeles que había llevado y ambas se centraron en redactar sus respectivas listas.
 

Tiffany quería que taeyeon probase cosas nuevas (y rutinarias para el resto de los mortales), que abriese su mente ante el mundo real y dejase de cerrarse puertas. Estaba segura de que disfrutaría todos esos momentos simples que habitualmente despreciaba sin siquiera molestarse en saber cómo eran. Por el contrario, taeyeon deseaba que Tiffany escapase de su monótono mundo y descubriese detalles del suyo.
 

Ella fue la primera en terminar la lista, a pesar de que taeyeon tenía menos que escribir, puesto que ya había gastado uno de sus deseos al llevarla a ese lujoso restaurante.
 

—Esto va a ser interesante… —comentó él tras acabar y comenzar a doblar el papel por la mitad.
— ¡Ya lo creo! —Tiffany le miró traviesa.
Los ojos de taeyeon se convirtieron en dos pequeñas rendijas.
—No eres de fiar —sentenció—, eres consciente de que ya no nos odiamos, ¿verdad? Espero que hayas tenido en cuenta ese detalle mientras escribías la lista.
—Lo mismo digo —concluyó ella.
Poco después les sirvieron el menú para dos y ambos comieron en silencio, retándose con la mirada. Taeyeon sabía que Tiffany no se lo pondría nada fácil.
— ¿Y cuál será tu primer deseo?
—Hum… va a ser muy refrescante —contestó Tiffany esbozando una leve sonrisa.


Tiffany le había pedido que esperara apoyado en uno de los árboles que se encontraban tras la casa de los Graham, en el jardín. Llevaba más de diez minutos en silencio, sola, ansiosa por descubrir el primer deseo de Tiffany. Eran las cuatro de la tarde, y taeyeon no cesaba de mirar su reloj y advertir lo rápido que pasaba el tiempo.
 

Estaba concentrada en los perfectos movimientos de las agujas del reloj cuando de pronto algo voló a lo lejos, terminó chocando contra el tronco del árbol donde estaba apoyada y una lluvia suave pareció caer sobre su cabeza, mojándole el pelo. Acababan de atacarle lanzándole un globo de agua.
 

Taeyeon se contuvo para no gritar. Tiffany apareció portando en la mano un cubo repleto de globos que se balanceaban de un lado a otro al compás de sus pasos. Aquello sí era una venganza, y una prueba en toda regla para taeyeon.
— ¿Qué haces?
— ¡Una guerra de agua!
—No, no puedes hacer eso. —Taeyeon intentó esconderse tras un árbol—. Eso no es un deseo, es un plan maquiavélico y despiadado. Muy propio de ti, por cierto.
—Vamos, taeyeon, ¡no pasa nada, solo es agua! Me apetecía hacer algo divertido contigo.
— ¿Intentas decirme que habitualmente soy aburrida? —preguntó ella.
—No es eso. —Tiffany rio—. Solo quiero que te olvides de que te vas a mojar tu preciosa ropa y te vas a despeinar… y disfrutes el momento.

 

Aprovechó el silencio de taeyeon para lanzarle otro globo, aunque falló el tiro.
 

—Está bien. —Ella suspiró y salió de su escondite a campo abierto—. Pero si esto es la guerra, que sea en igualdad de condiciones. Dame globos —exigió tendiéndole una mano.
Taeyeon nunca había participado en una guerra de agua, pero tras superar el susto inicial, cuando los primeros globos chocaron contra ella, admitió que realmente era una actividad divertida. Dejó de importarle el frío, el hecho de estar completamente empapada… y se dedicó a correr tras ella entre risas. Cuando gastaron todos los globos que Tiffany había llevado, ella se tumbó en el suelo y taeyeon la miró.

 

—Ha sido una buena idea lo de los globos de agua. —Le dirigió una mirada traviesa—. Se te transparenta la camiseta, y eso me gusta.
— ¡taeyeon! —gritó Tiffany con fingida indignación; no obstante, dejó caer los brazos cruzados sobre el pecho.

 

Ella se tumbó a su lado, sobre el césped del jardín de la familia Hwang y lentamente le cogió de la mano, entrelazando sus dedos con los de Tiffany. Se quedaron en silencio, con la vista fija en un cielo azul completamente despejado.
 

—Últimamente he estado pensando y he llegado a una conclusión —dijo taeyeon.
— ¿A qué te refieres?
—Tras analizar estos últimos días aquí me he dado cuenta de que no solo me gustas tú, sino que tu familia tampoco está tan mal. —Suspiró, como si pronunciar aquellas palabras fuese sumamente complicado—. Tus padres siempre están en casa, con vosotros, y leo… Bueno, leo es simplemente leo.
— ¿Acaso tus padres no están nunca en casa?
—No demasiado, tienen cosas que hacer a todas horas —meditó—; y además viajan mucho, puesto que son importantes, no como los tuyos —puntualizó, con lo que arruinaba todo lo anteriormente dicho.
— ¡Mis padres también son importantes! Lo son para mí, que es lo que finalmente cuenta.
—Lo que tú digas.
Taeyeon bufó y se giró hacia Tiffany, sonriente y dando por acabada la conversación. Le tocó la punta de la nariz con el dedo índice y después fue descendiendo, dibujando el perfil de su rostro hasta acariciar sus labios.
— ¿No crees que es hora de cumplir mi siguiente deseo?

 

Tiffany asintió en silencio; ambas se levantaron y fueron a cambiarse de ropa, pues la que llevaban no solo estaba empapada, sino también sucia de tierra y hierba.
Taeyeon tenía muy claro que debía acostumbrarse a ciertas actividades habituales de las que Tiffany disfrutaba, pero esperaba a cambio que ella también intentara valorar su modo de vida. Así pues, el siguiente deseo de taeyeon consistía en acudir al centro comercial y hacerle sombra a la película Pretty Woman con Tiffany de protagonista principal.
—taeyeon, de verdad, no necesito comprarme ropa.
—Te aseguro que lo que acabas de decir es una mentira como una catedral. —La miró de arriba abajo descaradamente—. ¡Algún día tendrás que venir a Londres y visitar mi hogar!
— ¿Y…?
—Pues que no podrás ir vestida como una liberal cualquiera. —Suspiró—. No te estoy pidiendo que cambies tu forma de vestir, te pido que amplíes tu armario y no te cierres ante nuevos horizontes —matizó, haciendo un gran esfuerzo por contenerse y no gritarle de golpe que sencillamente cuando fuese a Londres debería seguir un protocolo y tirar todos los trapos que solía llevar.

 

A Tiffany le costó ceder, pero lo hizo. Al fin y al cabo, era el deseo de taeyeon y, si ella había soportado acabar empapado de los pies a la cabeza tras la guerra de globos, ella soportaría probarse tres o cuatro vestidos.
 

La tienda que taeyeon eligió para llevar a cabo su plan no era cualquier tienda, más bien era como un pequeño palacio repleto de prendas sofisticadas y elegantes dependientas. Cuando entraron, ella se dirigió hacia el mostrador para hablar con una de las encargadas y Tiffany aprovechó el momento para ver la etiqueta de un pañuelo naranja que podría haber comprado en un mercadillo cualquiera y descubrir que su precio rondaba los doscientos dólares; alarmada, soltó el pequeño trozo de tela temiendo haberlo ensuciado o haber causado algún desperfecto.
 

— ¿Tiffany? —taeyeon dio una vuelta sobre sí mismo buscándola y cuando la encontró al otro lado de la tienda, tras una columna trenzada, se dirigió hacia ella—. Les he pedido que llamen a la jefa de la tienda y que la cierren al público durante una hora, así podrás comprar tranquila.
— ¿Que has hecho qué?
—Soy taeyeon Kim—le recordó encogiéndose de hombros y mostrándole una sonrisa de orgullo.
Tiffany se sentía incómoda; le molestaba que taeyeon fuese a pagar todo aquello y todavía más que se tomasen tantas molestias por su presencia. Así que permaneció anclada en mitad del lugar mientras ella y las dos dependientas iban seleccionando vestidos y otras prendas y colocándolos sobre los cómodos sofás donde habitualmente esperaban los acompañantes de los clientes.
— ¿A qué esperas? —taeyeon dejó caer un montón de ropa en sus manos y la empujó hasta el probador más cercano.

 

Tiffany respiró hondo. Lo único bueno de todo aquello era que normalmente solía agobiarle el reducido espacio de los probadores, pero aquel era aproximadamente del tamaño de su comedor, así que no tendría problemas en ese aspecto.
Cogió un vestido de color rosa pálido e intentó averiguar cómo colocar la cantidad de tirantes que cruzaban la espalda del modelito. Poco a poco, consiguió enfundarse aquella prenda y, cuando lo hizo, se sorprendió ante la
imagen que encontró en el enorme espejo. La chica de su reflejo no se parecía demasiado a ella, pero estaba guapa y sonreía.

 

— ¿Te falta mucho? —preguntó taeyeon tras golpear la puerta del probador con los nudillos.
Tiffany no contestó y abrió como toda respuesta. Taeyeon se quedó de piedra; estaba preciosa a pesar de que llevaba el pelo sin peinar, pero ese detalle le daba un toque natural y personal. Taeyeon la cogió de la mano y le dio una vuelta. Las dependientas sonreían tras ellos, y Tiffany tuvo que contener la risa.

 

— ¡Deja ya de mirarme! —explotó ella finalmente—. Voy a seguir probándome cosas —añadió guiñándole un ojo.
La tarde transcurrió entre suspiros de emoción por parte de taeyeon, aplausos de las dependientas de la tienda y carcajadas de Tiffany. Ella no iba a cambiar su forma de vestir, aunque le gustaron algunas prendas y decidió comprarlas; sentirse como una pequeña princesa durante una hora había sido divertido.

 

Cuando salieron de la tienda dieron un pequeño paseo por las calles del centro antes de irse a casa, cediendo ante la insistencia de taeyeon en no subir al autobús.
 

— ¿Quieres que sea como una de esas señoritas?
—Claro que sí. —taeyeon sonrió tontamente.
—Vale. —Tiffany le dirigió una mirada malévola—. Entonces, ya sabes, te toca llevar las bolsas, es lo que siempre ocurre en las películas.

 

A taeyeon no le entusiasmó la idea de cargar con las compras de Tiffany, pero decidió no discutir y aprovechar el poco tiempo que les quedaba. Le tocaba a Tiffany elegir el siguiente deseo y debía prepararse para enfrentarse a lo desconocido.

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 31: Que como que así termina? Awwww quiero más!
De todos modos fue una hermosa historia *-* <3
LlamaAmerica #2
Chapter 29: Ayyy :(
LlamaAmerica #3
Chapter 28: No quiero que se vaya :(
LlamaAmerica #4
Chapter 27: Que bien Tae por fin! Jajaja
LlamaAmerica #5
Chapter 26: Jajajajaja esto están matado xD
LlamaAmerica #6
Chapter 25: Jajajaja que buen hermano el leo xD
LlamaAmerica #7
Chapter 24: Que desastre este!!! /:
LlamaAmerica #8
Chapter 23: Jajajajaja el papa? Wtf!! xD
LlamaAmerica #9
Chapter 22: Pero Tiff porque te pones así :(
LlamaAmerica #10
Chapter 21: Jajajajaja
Es que son una pareja tan dispareja xD