Taeyeon despertó a la mañana siguiente debido al ruido proviniente de la cocina. Bostezó y se dirigió a ver lo que pasaba, encontrando a una Tiffany que iba y venía por toda la cocina.

-¿Ha llamado alguien?- Preguntó Taeyeon, con el fin de distraer un poco a la castaña.

-Solo su abogado. Viene para acá.- Contestó Tiffany mientras terminaba de secar el último plato.- Quiere hablar con nosotras.

-¿Sobre qué?

-¡No lo sé, Taeyeon! ¡No soy adivina!

Quiso pasar por un lado de Taeyeon para dirigirse a la habitación donde había dormido la noche anterior, pero la rubia la detuvo, poniéndose frente a ella.

-No estoy de humor para juegos, Kim. Quítate de mi camino.

Taeyeon sabía que no lo estaba, pero Tiffany tenía que calmarse.

-¿Quién ha dicho que estoy jugando?- Le preguntó, retadora.

Tiffany le dedicó una mirada de muerte, a la que Taeyeon respondió con una sonrisa.

-Tienes dos segundos para moverte, si no, voy a patearte.

-Inténtalo.

La castaña le sonrió burlona. Estaba por tomar el brazo de Taeyeon para derribarla, pero la bajita fue más rápida y tomó a Tiffany por la cintura. Antes de que la castaña pudiera reaccionar, hizo que diera media vuelta y la empujó hasta uno de las sillas del comedor.

-Siéntate, gruñona, te prepararé un café. Si estás así cuando venga el abogado, lo asustarás y saldrá corriendo.

-¡Yo no soy gruñona!- Protestó Tiffany, intentando levantarse.

Taeyeon le tomó por los hombros e hizo que se sentara de nuevo.

-Por supuesto que no lo eres, Tiffany. Solo me encanta exagerar. Ya lo sabes.

Tiffany bufó al notar el sarcasmo.

-Solo dame ese maldito café.

-A la orden, Hwang.

-Sé que son momentos difíciles para ustedes, y que tienen muchas preguntas.

-Sí, Halla. Es lo que más nos preocupa a las dos. Queremos saber qué es lo que pasará con ella.- Dijo Tiffany, después de mirar a Taeyeon para asegurarse que estaba en lo cierto.

-Bueno, ya he organizado su traslado. La familia de acogida con la que ha pasado la noche, la llevará a Recursos Humanos. Entonces, hay que ir a recogerla... y traerla a aquí.

-Muy bien.- Habló Taeyeon, confundida.- Y... ¿quién la cuidará?

El señor Park ladeó la cabeza, también confudido.

-Disculpen, ¿Jessica y Yuri no les comentaron sus planes de custodia?

-No.- Contestaron al mismo tiempo.

-Verán, al redactar el testamento, hablamos de quienes querían que se hicieran cargo de Halla si por algún caso ambas llegaran a morir. Decidieron que fueran... ustedes. Las dos.

Hubo un momento de silencio en el que Taeyeon y Tiffany procesaron la información.

-¿Está hablando de nosotras dos?- Tiffany preguntó.

-¿Podría acalarar eso?- Taeyeon preguntó al mismo tiempo.

-Miren, sé que no es lo ideal para formar una familia...

-Tiene que haber un malentendido. Ella y yo no estamos casadas.- Interrumpió Tiffany, de repente asustada.

-No.- Taeyeon estuvo de acuerdo.- Nos organizaron una cita y ni siquiera llegamos al restaurante.

-Sé que sienten abrumadas, y créanme, yo intenté presuadirles, pero hay otras opciones. Pueden negarse, porque esto es algo muy serio. Se trata, de un niño. Una responsabilidad enorme.

¿Qué voy a hacer con un bebé? ¿Cómo voy a cuidar de un bebé? Dios, apenas puedo cuidarme yo sola. 

Taeyeon puso las manos sobre la mesa.

-Opciones. Usted mencionó que había otras opciones.

-Sí. Está la hermana de Jessica, o los primos de Yuri.

-Oh, no creo que sea buena idea lo de los primos. Pero Krystal estaría muy bien.

Tiffany le miró como si se hubiera vuelto loca.

-¿Qué pasaría si una de nosotras, por su cuenta, desearía cumplir los deseos de Jessica Y Yuri?

-O las dos. Hipotéticamente.

-Tendríamos que concederles temporalmente la custodia, y ya está. Sugiero que las dos se muden aquí mientras tanto. Por Halla.

Tiffany soltó una carcajada mientras Taeyeon dejaba caer la cabeza en la mesa.

-¿Está diciendo que debemos vivir aquí... juntas?

-Sí, por Halla. Por ahora. Hasta que decidan qué quieren h