Primavera.

Taeyeon iba hacia su departamento después de salir a correr. Nada más entrar fue directo a la nevera por algo que le refrescara. La rubia estaba entretenida con el surtido hasta que escuchó unos sonidos detrás de ella.

-Hola.- Le saludó la mujer recién levantada.

-Hola.- Taeyeon le saludó de vuelta con absoluta indiferencia.

-¿Vas a desayunar conmigo?

Taeyeon se acercó a la mujer que seguía desnuda en la cama.

-No puedo. Tengo ensayo en una hora. Tomaré una ducha.

La mujer arrastró a Taeyeon hacia la cama y la besó, poco después la bajita se alejó.

-¿Estás segura?- Preguntó, con la esperanza de haberle hecho cambiar de opinión.

-Sí.- Y Taeyeon bajó de la cama yendo hacia el baño.- Oh, hay café y las tazas están en el armario.- Dijo sin volverse y entrando al baño.

La mujer no apartó su mirada de la rubia hasta que desapareció detrás de la puerta, y ella se echó hacia atrás en la cama, suspirando al recordar la noche de ensueño que aquella mujer le había hecho pasar.

Postres por aquí, postres por allá; galletas aquí, galletas allá. Tiffany no podía dejar de sonreír mientras acomodaba todo en el mostrador. La pastelería estaba llena a pesar de ser las 8:00am.

Boa le había dado a probar su última creación: Galletas de chocolate. Sus favoritas.

-¿Qué piensas?

-Mmmhhh.- Exclamó encantada.- ¡Están deliciosas!

-¿Segura? Creo que debí ponerles más canela.

-¿Estás loca? ¡Así están perfectas! Eres una genia. Un poco rara, pero una genia. Juro que comería estas galletas hasta de la basura.

-Qué asco, Tiffany. ¿Por qué no simplemente...?

Lo que la pelinegra estaba diciendo quedó olvidado al momento en que un chico entró al lugar.

Tiffany se apresuró a llegar a la caja registradora. Boa le siguió detrás.

-Oh, por Dios, ¿de nuevo, Tiffany?

La castaña se soltó el cabello y lo arregló, queriendo verse mejor de lo que ya se veía.

-¿Qué? Solo estoy siendo responsable.

-Sabes que sé que te gusta ese tipo. Está bien, es atractivo, pero ni siquiera sabes su nombre y estás obsesionada con él.

El chico se fue acercando a la caja y Tiffany le hizo señales a Boa para que se alejara.

-Hola.- Le saludó con más entusiasmo del que quería.

-Hola.- El chico le sonrió y Tiffany sintió que se derretía. Le pasó su elección del día y la castaña lo empaquetó. Él la miró por unos segundos hasta que se atrevió a hablar.- ¿Cómo es que no tienes una de esas tarjetas con tu nombre?

Tiffany intentó no ruborizarse.

-Soy Tiffany.

-Soy Siwon.- Siwon extendió su mano y Tiffany la estrechó más que feliz.

-Es un gusto conocerte, Siwon.- Cuando el chico le volvió a sonreír, Tiffany casi suspiró.- ¿Por qué no dejas tu tarjeta? Puedes ganar descuentos muy buenos.

-¿Y qué te parece mejor una cena conmigo? ¿No suena tentador?

Tiffany creyó que se desmayaría en cualquier momento. Siwon le entregó su tarjeta y le guiñó el ojo antes de salir.

Taeyeon arrastraba unas cajas con cables junto a Heechul, quien no hacía más que quejarse de su jefe.

-Odio a ese hombre.

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