“Se solicita amante de jueves a domingo, que no haga preguntas, que no quiera hablar. Se solicita amante que le guste cantar, que no ronque, que respire bajito. Se solicita amante… Que no tenga prisa, que no hable de amor, que su trabajo sea follar y después guardar silencio. Se solicita amante, uno que no me conozca, que no le importe el pasado, que no sepa de futuro. Un amante sin amor pues revolver amor con o es una mala inversión, un amante que no me guiñe el ojo y que no quiera mi poesía, al cabo solo será mi amante. Que no pregunte mi nombre, que yo no sepa el suyo, que no diga ‘hasta mañana o hasta pronto’ para fines prácticos, que no me rompa el corazón… Se solicita amante” MRA

Desperté al sentir un peso sobre mí, baje la mirada y me encontré con una melena pelinegra escondida entre mi cuello, mi cuerpo dolía al parecer habíamos tenido o toda la noche. Pase mis manos por su espalda desnuda notando la suave piel que esta poseía, ella libero una risita y comenzó a dejar pequeños besos sobre mi cuello haciéndome cosquillas, no debíamos compartir estos momentos, eran prohibidos pero al parecer ella aun no lo sabía, se separó con suavidad quedando su cara a pocos centímetros de la mía me sonrió de una manera tan encantadora que sentí un vuelco en el corazón, joder no esto no puede pasar. Acaricio mi mejilla sin dejar de verme era la mirada más noble que jamás había visto, no podía enamorarme de mi amante no podía, a pesar que llevábamos varios meses encon