Dicen  que crecer es una de las cosas necesarias en esta vida pero me cuestiono a que se refiere exactamente con crecer, ¿si ser un adulto en apariencia con corazón de niño o ser también de corazón un adulto que solo piensa en objetivos y no en sueños y deseos? Existen personas que su apariencia es la de un adulto ya muy viejo pero aún tienen sueños y esperanzas, esas personas son las que fueron felices y todavía lo son, así es como me gustaría ser, una persona mayor llena de vida y deseos, aunque creo que eso ahora es algo difícil.

 

-No has dicho nada desde que regresamos, ¿todo bien?-

-Claro.-

-No te creo, vamos Tae dime que sucede.-

-¿Te casaras conmigo? Aun no tengo tu respuesta.-

-Tae, yo no lo sé, aun no puedo contestarte.-

-Entiendo.- digo soltando algo de aire creyendo que eso amortiguaría el dolor. –Tiff mañana acompáñame a firmar los papales de la casa.-

-Claro Tae.-

-Bien me voy a descansar puedes quedarte en la habitación de Hayeon.-

 

No quise seguir hablando con ella, solo necesitaba poder descansar y terminar de arreglar las cosas antes de que me quede sin dinero, también tengo que empezar a buscar un trabajo parcial cerca de la escuela. Al llegar a mi habitación comencé a temblar, debido a que la ventana se quedó abierta.

 

-Demonios, que frio se siente.- me acerque para cerrarla y después busque el interruptor del aire acondicionado.

 

En cuanto el cuarto comenzó a sentirse un poco más cálido me cambie de ropa y me recosté, mientras veía caer la nieve, el pensar en que será una blanca Navidad me alegra un poco el corazón, antes de caer completamente dormida le mande un mensaje al señor Cho, al recibir respuesta deje llevarme por el cansancio. Al día siguiente me levante muy temprano para poder arreglarme y llevar a Tiff a desayunar a algún restaurante, antes de ir a firmar los papeles de la casa. Paso una hora y ya me encontraba en el cuarto donde Fanny se quedó, al entrar la vi aun dormida lo cual ocasiono que me sintiera mal por interrumpir su tranquilidad.

 

-Tiff despierta, tenemos que ir a firmar los papeles de compra venta de la casa.- le digo mientras la muevo.

-Cinco minutos más, por favor.-

-Lo siento pero no se puede, tienes que levantarte, te llevare a un restaurante a desayunar.-

-Espero y la comida valga la pena.- dice mientras sale de las cobijas. –Me duchare y estaré lista en veinte minutos, ¿esperas aquí o abajo?-

-Aquí, no quiero ver a nadie.-

-Bien, no tardo.-

 

Durante diez minutos se bañó, aunque no tardo lo sentí como eternidad, ya que deseaba poder verla, mis pensamientos se desviaban a que tan hermosa se ve, incluso estuve a punto de abrir la puerta del baño para poder ver aunque sea un poco. Y tal cual dijo termino de arreglarse en veinte minutos, quizás un poco más pero al menos ya nos encontrábamos en el auto rumbo al restaurante.

 

-Pide lo que quieras, yo pago.- Le digo mientras pienso que este será el último día que podre decir eso.

-Lo hare.-

 

El desayuno fue algo tranquilo, no tuvimos plática pero tampoco momentos incomodos como si supiéramos que las cosas cambiarían a partir de hoy, aun así tratamos que todo fuera muy cómodo y divertido, al término del desayuno fuimos directamente a firmar los papeles de la casa.

 

-Tae, la casa ¿realmente la quieres para…-

-¿Nosotras? Sí, nunca he dejado de pensar que la vida pudo ser diferente si mi padre no hubiera hecho todo eso, como un error de diciembre, pero también me pongo a pensar en cuales eras las cosas que él pudo haber cambiado, y eso me ha dado a entender que solo quiero ser feliz, no recuerdo algo que me haga muy feliz, bueno los únicos recuerdos que tengo muy presentes de momentos felices, son las salidas en familia, mamá, Tae Hee, Hayeon y yo, incluso cuando Han Sung nos llevaba a comer son momento perfectos.-

-¿En verdad has tenido dificultades con tu familia?-

-Mi deseo más grande desde que soy una niña fue el divertirme con mi hermano y hermana, recibir regaños y abrazos por parte de mi padre y madre, la idea de que muchas de mis amigos y de mis amigos, incluso mis primos han tenido a un padre o madre que se vuelve muy sobreprotector  cuando le gusta alguien a su hija o hijo, detalles que muchos han tenido y yo solo he escuchado.-

-¿Crees que tu padre es alguien que solo se fue y los abandono?-

-No, realmente pienso que tuvo sus razones para irse y aunque las conozco aun no las entiendo, sé que engaño a mi madre y tuvo dos hijas fuera del matrimonio, pero eso no justifica lo que nos hizo, entiendo que su hermano gemelo fuera un peligro, que incluso tuviera un hijo con una de mis tías pero ¿Por qué nos hace pasar por esto? ¿Qué hemos hecho nosotros para tener un padre como él? Irene y SeulGi fueron abandonadas por su madres por el simple hecho de que les recordaban a él, Jung Mo vivió como hijo de mi tío y cuando se enteró de la verdad quiso matarlo y de paso a mí, Hayeon creció sin conocer una figura paterna que no fuera uno de mis tíos o mi abuelo.- Sentía como mi cuerpo se volvía ligero con cada palabra que decía pero también sentía como mi corazón dolía y mi garganta se secaba, las lágrimas caer y un par de brazos reconfortándome. –Sé que existen personas con una mayor des fortuna que la mía incluso que he sido muy afortunada de tener una madre amorosa que nunca necesito de las acciones de la familia Kim y trabajo para sacarnos adelante, que tuvo que arreglárselas para sacar de una enfermedad a su hija mientras que su hijo sentía el peso de ser el primogénito y que la menor no conocía a su hermana.-

-¿Por qué piensas todo eso?- pregunta regresando a su lugar.

-Es lo que siento y lo que desearía dejar de tener dentro, cuando te conocí sentí como si todo lo que más anhelaba en mi familia simplemente desapareciera y me dejo ver que he tenido una gran fortuna de poder vivir con ellos y de ver que tenía una gran cantidad de amigos que darían incluso la vida por mí y yo por ellos, Fanny sé que soy una de las personas que más ha cometido errores contigo y sé que te he lastimado de diferentes maneras por no ser la amiga, hermana y novia que te mereces pero te agradezco.-

 

Ella no dijo nada ni mostro algún gesto solo se dedicó q terminar su comida, al igual que yo, sinceramente no esperaba alguna reacción ya que si lo hubiera hecho no sabría cómo reaccionar. Una vez que terminamos de comer fuimos directamente a la agencia.

 

-Buen día y gracias por venir.- nos dice la misma señorita que nos mostró las casas.

-Al contrario, gracias a usted por tener los papeles listos.-

-Bien, la casa queda a nombre de la señorita Kim Taeyeon y en caso de contraer matrimonio quedara a nombre de su pareja.-

-¿Cómo que de su pareja?- pregunta Fanny.

-Perfecto entonces firmare.-

-Tae explica lo que ella dijo.-

-Como el representante y abogado de la señorita Kim pidió, los papeles dice que el día que ella contraiga matrimonio la casa quedara a nombre de su pareja.-

-¿El señor Cho lo pidió?-

-Sí, fue una orden mía.-

-¿Por qué?-

-Seguridad eso es todo ahora no me cuestiones con eso por favor.-

 

En cuanto los papeles estuvieron en orden y firmados nos retiramos de ahí para regresar a la mansión ya que hoy me llevaría las cosas a la nueva y no regresare hasta la fiesta, ya que el viaje sería algo largo y que debo ir arreglando mis cosas, debido a que en la casa viviré sola, Han Sung y mi madre viven aquí en Seúl, mi hermano tiene un departamento cerca del rio Han, así que será el lugar ideal para vivir como una persona normal.

 

-Señorita los camiones de mudanza ya llego y las cosas ya están dentro.-

-Gracias señora Han.- Ambos camiones se colocaron en la entrada trasera en cuanto a nosotras llegamos por el frente. –Los detalles e imprevistos sobre la fiesta envíelos a el señor Cho, mi habitación quiero que esté disponible para que se usada por algún invitado, el señor Cho le informara para quien será.-

-Entendido señorita Kim.-

-¿Camiones de mudanza y tu habitación para alguien más? ¿Qué sucede, Taeyeon?-

-Nada.- Sin decir algo más fui directamente a donde se encontraba el camión, al llegar vi a un señor con el uniforme de la empresa de mudanzas. –Buenas tardes ¿usted es el señor Kim Yul?-

-Así es, usted debe ser la señorita Taeyeon ¿cierto?-

-Efectivamente, me han dicho que las cosas ya están dentro del camión ¿creí que eran dos?-

-Sí una ya se ha ido, de hecho solo la estábamos esperando.-

-¿Esperando? ¿Quiénes?-

-Mi hija y yo, señorita.- decía mientras hacia un gesto indicando a alguien dentro del camión para que saliera. –Señorita le presento a mi hija Kim HyunA.- al verla me sorprendí una de las chicas con las que iba en el CAC, trabajaba para ese servicio.-

-Hola Taengo, mucho tiempo sin vernos.-

-Hola HyunA lo mismo digo.- ante un reencuentro inesperado me sentía algo nerviosa. –Ya que está listo ¿nos vamos? Me gustaría llegar hoy.-

-Por supuesto señorita Taeyeon.-

 

En cuanto subimos pude ver a Fanny salir y ver un semblante algo extraño, a lo cual solo le sonreí e hice un gesto con la mano indicando un “adiós”. Durante el viaje recibí muchas llamadas y mensajes de parte de Tiffany, Jessica, Tae Hee e incluso de Sunny y Baek, todos preguntando ¿Por qué me voy? ¿Qué hago con HyunA? Incluso ¿Sí la compra de la casa tenía algo que ver con mi ida tan repentina? Ante todo ello no hice nada, no deseaba dar explicaciones, las mismas que he dado desde que regrese.

 

-Escuche que tuviste un accidente y estuviste un tiempo en Paris.- comenta HyunA al notar que el teléfono suena una vez más.

-Así es, hace unos días regrese, y bueno no pienso regresar o salir del país por más de un mes.-

-¿Y eso a que se debe?-

-Terminare mis estudios y me dedicare a mí.-

-Eso es algo bueno, Tae me gustaría preguntarte algo.-

-Hija deja de cuestionar la.- regaña a HyunA.

 

Ante esas palabras la conversación termino y el silencio reino, así fue durante el resto del viaje hasta que finalmente llegamos, después de tres horas y treinta minutos, podía ver mi antigua casa intacta, el ver como mi abuelo y el señor Cho han mantenido este lugar en un perfecto estado me hizo sentir increíblemente feliz. En la entrada veía a tres hombres llevando cajas.

 

-Jefe Kim, los muebles ya están dentro así como el resto de lo que hemos traído.- dice uno de ellos.

-Gracias Young, ahora hay que llevar dentro los de este camión.-

-Entendido jefe Kim.-

 

Entre los cinco metieron lo que faltaba de las cosas, mis cosas eran pocas pero los muebles que le pedí al señor Cho consiguiera para la casa, los de la mudanza serían los encargados de recoger las cosas y traerlas, así que ahora la casa ya estaba amueblada y lista para que pudiera vivir. Los camiones vacíos y un grupo de uniformados listos para irse que buena e interesante imagen.

 

-Señorita Taeyeon las cosas ya se encuentras dentro, los muebles ya está en sus lugares y las cajas en cada una de las habitaciones dependiente de cómo fueron etiquetadas.-

-Muchas gracias señor Kim Yul.-

 

Vi como subían a los transportes y se iban, al entrar a la casa vi el lugar lleno de cajas de diversos tamaños, todas con diversas palabras puestas en ellas. Me sentía feliz de ver este lugar, lo sentía muy cómodo, me sentía muy feliz.

 

-Bueno esto es lo más cercano a un hogar, mi propio hogar y el inicio de mi felicidad y mi vida.-

 

El ver este lugar muy desordenado me provoco fastidio, me dirigí a la mi habitación la misma que tuve desde niña e inicie por acomodar el lugar donde dormiría. Pasaron cuatro horas y al fin termine con mi labor, la noche hizo su presencia así como el cansancio. Mi cuerpo y mente pedían dormir pero un sonido los detuvo.

 

-¿Quién rayos es? Increíble que recién me mudo y ahora tengo que recibir visitas.- fastidio y enojo eran liberados mientras me dirigía a la puerta. – ¿Quién es?- no escuche respuesta, así que me asome por la ventana cerca de la puerta para quedar sorprendida. –Tiffany ¿Qué haces aquí?- Verla enfrente de mí en Jeonju es algo que no imagine, más aun con el clima frio.

-¿Por qué demonios no respondes?- escuchaba su enojo mientras ella entraba. –Así que todas tus cosas ya están aquí, al igual que estos muebles nuevos.-

-Fanny ¿Qué haces aquí?-

 

No dijo nada solo camino por la sala, paso por el comer y la cocina, recorrió cada uno de los rincones de la casa sin decir nada, mientras que yo después de haberle preguntado seis vece más me rendí, al llegar a mi habitación se sentó en la cama así que hice lo mismo.

 

-Sí quiero.-

-¿Qué? ¿Qué quieres?-

-Sí me casare contigo, no volveré a Francia.- fue lo único que dijo antes de atrapar mi boca con la suya.