TIFFANY POV

-“Eres mía Panyy… déjame mostrarte como olvidarlo”

-“…..”

Cuando sentí su mano en mi cintura inmediatamente algo dentro de mí decía que debíamos parar, sus caricias iban aumentando de intensidad pero mi mente y mi cuerpo parecían no sincronizarse por lo que cada vez sentía su cuerpo mucho más cerca presionándome contra la pared. Instintivamente posicione mis manos en su cuello pero el sin dejar que lo tomara, las junto arriba de mi cabeza haciendo que el beso mucho más necesitado –“Tranquila”- susurró separando sus labios de los míos. Levante mi mirada y me pude dar cuenta que sus pupilas estaban dilatadas y claramente no era por la oscuridad de la habitación había deseo y algo más que no podía identificar. Cuando separo su mirada de la mía empezó a dejar cortos besos por toda mi cara, mejilla, ojos, mandíbula hasta llegar al cuello para finalmente ir subiendo con suaves mordiscos hasta mi boca -” ¿Él también te hacía desear esto?”- susurro en mi oído y yo me quede en blanco. Diablos nada se comparaba a esto. A estas alturas mis piernas ya no eran capaces de sostenerme por lo que sin ningún tapujo las enrede en su cintura haciendo que la presión entre su cuerpo y la pared se hiciera mucho más corta – “Dii-dioos”- un gemido involuntario salió de mi boca por lo que Tae sin perderse de ningún movimiento introdujo su lengua para juntarla con la mía iniciando una danza que parecía no tener fin. Afortunadamente. Su mano fue serpenteando por dentro de mi polera y por fin pude bajar mis manos enredándola alrededor de su cuello, sentía sus frías manos tocándome por lo que mi piel no tardo en erizarse. Mis ojos seguían cerrados pero estaba plenamente consciente de que era llevada hacia algún lugar de la habitación pero mi mente solo se concentraba en lo placenteros y subes que eran los labios de Tae.

Sin saber cuánto tiempo paso, sentí como mis piernas chocaban con la cama y mi cuerpo caía fuertemente en ella. Con el cuerpo de Tae sobre mí, sentí que ya no tenía salida, mis sentidos volvieron, pero su mano seguía descendiendo por mi cuerpo tomando el dobladillo de la polera intentando quitarla.

-“Ta-Taeee...”- no hubo respuesta- “Taaae detente” - lo único que podía escuchar era nuestras respiraciones aceleradas y el tic tac del reloj del velador. Sus manos seguían paseándose por mi cuerpo y la sensación era complicada. Por un lado no puedo negar que estar así con Tae era algo que pasaba por mi mente desde que comencé tener sentimientos por él, pero por otro lado algo me dice que “eso” no debe pasar de esta forma.

Ya con mi cabeza más clara necesitábamos hablar, por lo que lo tome de los hombros separándolo de mí, con la esperanza de que me mirara. No lo hizo.

-“Tae… Tae, mírame…. Esto no tiene que ser así. Dios estás sentido, enojado, muy enojado en realidad y siento que todo es porque te sentiste amenazado”

-“No estoy haciendo esto por ese idiota Pany, enserio quiero demostrarte cuanto te quiero” nuevamente ataco mi boca, pero con todo el esfuerzo que puede sacar lo aparte.

-“Y-- yo ta-ambién lo hago Tae, pero no creo que ahora sea el momento adecuado” apenas pude terminar la frase. Cuando mencione eso, sus ojos se tornaron cristalinos y  deje de sentir su frio cuerpo sobre mí. De la nada desapareció traspasando la pared de la habitación dirigiéndose hacia algún lugar de la casa.

Sin dudarlo me levante de la cama y comencé a buscarlo. Empecé con el balcón, living, cocina y baño pero no había rastro de él en ningún lado. Diablos como se puede esconder en mi propia casa, pensé cuando me di cuenta que no tenía donde más buscar. Intente tranquilizarme y una idea vino a mi cabeza - “La azotea”-, casi grite y rápidamente salí del departamento en dirección a las escaleras.

El viento golpeo mi cara pero no me importo haber salido sin nada para abrigarme por la sola razón de ver a tae hecho un ovillo en el suelo. Su cara estaba tapada con sus manos por lo que no logro verme parada frente a él. Sin que lo notara lo abrace y su cuerpo entero se estremeció con el contacto.

-“Shhhh… tranquilo, soy yo”

-“Tiffany, vete...”- aún seguía con su cabeza agachada.

-“Me iré solo si vas conmigo… vamos Tae no has hecho nada malo”

-“Como que noo… yo ..yo casi ..yo” - se veía muy mal y sus ojos nuevamente estaban cristalinos

-“Tu nada, aquí no hay culpables. Lo que paso fue algo no pudimos controlar y créeme que no será la primera vez que pase. De verdad deseo estar contigo”

-“Lo siento, de verdad no sé qué me paso”

-“Esta bien cariño, te dejaste llevar por el momento” - las lágrimas caían por sus mejillas y yo estaba impactada por ser la primera vez en verlo llorar, sin separarlo de mis brazos susurraba palabras de aliento para que tranquilizarlo –“Shhhh está bien amor, estoy aquí”- sorprendida por mi nueva faceta cursi dejé que se tranquilizara. Luego de unos minutos solo se escuchaba el sonido de la ciudad, y la ya más tranquila respiración de Tae, ambos seguíamos acurrucados en el medio de la azotea pero sin decir ninguna palabra hasta que nuevamente habló.

-“Lo siento” - nuevamente pedía perdón.

-“No tienes nada por lo que disculparte” - afirme. Se veía tranquilo y su cuerpo mas relajado.

-“Pany…”

-“Hmmm?”

­-“Vamos a casa” – susurro suplicante.

Y eso fue lo que hicimos. Nuestra casa ya parecía un hogar.

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La luz se colaba por entremedio de las cortinas de la habitación y mis piernas e