Una rubia se hallaba caminando un poco distraída por aquellas calles hermosas de uno de sus países favoritos, tenía un papel con algo escrito en mano y una maleta que cargaba en su hombro. Miraba los edificios y personas que caminaban a su alrededor. Abultó sus labios y rascaba de vez en cuando su cabeza ya que aún no se ubicaba bien.

-“Disculpe”- Detuvo a un chico al parecer Universitario –“¿Sabes dónde se encuentra esta Empresa?”-

-“Uh… Claro, a unas dos cuadras más, verás allí un edificio más grande que los demás, ese es”- Le sonrió cálidamente y movió ligeramente su cabeza.

-“Muchas gracias”- Le devolvió el gesto y continuó su camino –“Bien, sigamos”- Se dijo así misma, y prosiguió.

-“Uno más~”- Pidió con una voz un tanto chillona.

-“Ash, no, ya no… Te voy a malacostumbrar”- La mayor hizo un puchero hacia la respuesta de su compañía.

-“Por favor~”- La menor gruñó un poco y se estiró un poco para que así depositase un casto beso en los labios de su mayor.

-“No vale, eso no es un beso”-

-“No me especificaste como es que lo querías”- Respondió audaz y con una sonrisa.

-“… Eso no vale”-

-“¡JÁ!”-

-“¡TIFFANY!”- Cruzó sus brazos de una forma infantil.

-“Lo siento, hermosa”- Le volvió a dar un casto beso –“Me tengo que ir, tengo una maldita reunión”- Bufó y la mayor asintió.

-“Entiendo, apúrate”- Y antes de que la menor saliera entró una pelinegra.

-“¿Acabaron con sus estúpidas escenas diabéticas?”- Preguntó con una sonrisa de lado.

-“¿Acabaste de follar a aquellas mocosas?”- Le devolvió la mayor.

-“No, las pobrecitas no aguantaban tanto”- Dijo mientras entraba, Tiffany suspiró.

-“Cállate idiota, me da asco de tan sólo imaginarlo”- Su novia le empujó por detrás.

-“No te detengas por la negra, ve y apúrate”-

-“¡HEY! ¿A quién le dices ‘negra’, enana?”- Tiffany volvió a suspirar antes de salir rápidamente de allí.

La rubia ya feliz y satisfecha de haber logrado llegar a aquel gran edificio, entró luego de arreglarse un poco. Venía vestida con un pantalón deportivo de color gris con franjas negras a los lados del aquella prenda junto con una polera diseñada y una chaqueta de cuero, algo que le quedaba perfectamente, unas gafas de color de su misma chaqueta los cuales aún los tenía puestos.

Llegó a recepción y dejó la maleta en el suelo, se ganó la mirada de la recepcionista quien le sonrió cálida.

-“¿Sí?”-

-“El Señor Max, por favor”-

-“¿Tiene alguna cita ya previamente apartada con él?”- Miraba de reojo la pantalla de su computadora.

-“Así es, ya desde hace unos años”- La chica la miró confundida –“Dígale que llegó Jung”-

-“¿Jung? ¿Nada más?”-

-“Por el momento, si no me recuerda, le diré mi nombre completo”-

-“Usted es rara”- Le dijo a la rubia quien rió.

-“Por favor, hágalo ya”-

Un hombre de unos 60 y picos, se encontraba revisando algunos papeles que se hallaban dispersas en su gran escritorio. Este se hallaba revisando algunas pequeñas cosas para lo que en unas horas presentaría en la reunión de su empresa. Estaba memorizándose algunas cosas cuando de repente su teléfono comenzó a sonar escandalosamente, este gruñó y apretó un botón antes de levantar el auricular.

-“Hwang”-

-“Sr. Hwang, una muchacha lo busca”-

-“¿Cómo se llama?”- Preguntó no tan interesado.

-“Jung, sólo me dijo eso”-

-“…”- Este no sabía muy bien de quien se trataba pero la imagen de alguien ya conocida para él, se le hizo presente –“¿Cómo es?”-

-“Rubia… no tan alta…”-

-“¡Hey!”- Escuchó un grito no tan lejos pero si un poco chillón.

-“… ¿Rubia?”-

-“Así es”-

-“… Hazla pasar”-

-“Cómo usted diga”- Fue lo último que escuchó antes de colgar.

-“¿Cómo te va con Luna?”-

-“Más o menos, hay veces no coincidimos en muchas cosas”-

-“Eso sucede cuando dos negras se juntan”-

-“… ¡MALDITA ENANA!”-

-“Jajajaja, vamos Yuri, es solamente una broma”-

-“¿Sabes? Me están aburriendo tus bromitas”-

-“Lamentablemente, tienes que soportarme porque somos las mejores amigas desde niñas”-

-“Ash…”-

-“Somos Bestfriends forever”- Taeyeon no pudo pronunciar del todo bien aquellas palabras.

-“Calla, me da risa cuando lo dices”- Dijo con una pequeña risa.

-“Jajaja, siquiera te hice reír”-

-“Ay enana, si no te tuviera a ti”-

-“Lo sé, soy un amor”-

-“Más que eso”- Masajeó sus sienes.

-“¿Enserio no te va bien con ella?”-

-“No, para nada, todo estaba tan bien cuando solo eran unos acostones… Aun no entiendo cómo es que quise algo serio con alguien”-

-“Quien te entiende, antes rogabas por una relación seria y ahora que la tienes, quieres volver a las andadas”-

-“De seguro, tú también lo qui