Entré al salón y todos me observaban, tener 24 pares de ojos observándote a la vez no es nada cómodo, pero sobreviví. Caminé hacia el pizarrón junto con el maestro, cada paso que daba era como si cada uno de sus ojos estuviera viendo dentro de mí, lo que pienso y siento, ese temor y miedo a la vez.

Esto nunca me había pasado sin embargo había una mirada que simplemente era como si pudiera traspasar mi corazón, y sé que suena muy extraño, pero soy de esas personas que suelen verse muy alegres y sonrientes siempre, pero en realidad no confió casi en nadie y siempre estoy temerosa de lo que los demás piensen de mi, y eso era justo lo que sentía en ese momento. Intenté buscar quien era, y encontré esa vista penetrante detrás de unos bellos ojos café oscuro, dichos en medio de pestañas discretas y debajo de unas bien formadas cejas negras, era una chica con piel bronceada, cabello oscuro y lacio por debajo de los hombros, labios carnosos y pequeños, y una nariz delgada. Ella tenía presencia, con su mirada me hizo temblar desde el primer instante, se veía muy interesante y difícil a la vez tratar de ser cercana a ella.

Volví a observar a todos, eran muy diferentes entre ellos, unos delgados, otros no tanto, pero se veían amigables.

—Maestro: jóvenes ella es Jung Jessica, es nueva y desde ahora trabajará con nosotros, por favor sean amables con ella- Dijo señalando un lugar vacio para que me sentara.

El salón era grande, pero no tanto para los 25 alumnos que éramos, así que estábamos un poco apretados, pero el ambiente era bueno.

 El profesor daba una de las típicas clases en las que solo unos cuantos entienden y los demás parecen muertos. Cuando estaba a punto de quedarme dormida, sin exagerar, escuché un susurro junto de mí, giré la cabeza para ver quién era, una chica de poca estatura y mejillas regordetas fue la que llamo mi atención.

—Sunny: hola. -Dijo con una sonrisa muy tierna.

—Jessica: hola, soy Jessica - Dije devolviendo el saludo.

—Sunny: ah eso ya lo sé, jiji lo dijo el viejo hace 5 minutos, yo soy Sunny - Dijo de una forma muy juguetona.

—Jessica: mucho gusto Sunny, espero que seamos amigas - Dije tal vez de una manera muy formal.

—Sunny: no tienes que ser formal conmigo, podemos ser buenas amigas - Dijo cerrando los ojos de manera instantánea al reír, es tan dulce.

Tuvimos que dejar de platicar y continuar en la eterna clase para luego pasar a otras tres y por fin tener receso. En ese descanso, Sunny me llevó a un patio un poco solitario y alejado de nuestro salón, pero estaba muy limpio y lleno de pequeñas flores. Ahí ella me contó el panorama general de le escuela, del grupo y los maestros.

—Sunny: en la escuela te puedes encontrar de todas las especies, hay deportistas, cantantes, estudiosos, los que no hacen nada, góticos, guapos, feos y algunos son mezcla de varios, la verdad yo no estoy exactamente catalogada como algo, simplemente soy yo.

—Jessica: wow, entonces si conoces bien la escuela.

—Sunny: claro! Todo lo que quieras saber pregúntamelo a mí - Dijo amable como siempre había sido. Pensé en preguntarle acerca de la chica de la mirada extraña.

—Jessica: y...la que se sienta junto a ti de lado derecho, ¿Quién es? - Dije un poco apenada pero esperando con ansias una clara respuesta.

Continuará...