-Luna gracias por confiar en mí para esta tarea, te prometo que daré lo mejor de mí-

-No tienes nada que agradecer Mio, estoy segura que harás un increíble trabajo como la compañera de Hongbin-

-Y hablando de eso, me pidió que lo acompañe a la fiesta de la empresa esta noche, ¿tú con quién vas a ir?-

Diablos, he estado pensando en tantas cosas que olvidé que esta noche tenemos la fiesta de cumpleaños de CEO Lee. –Pues, con los demás chicos supongo-

-¿Ninguno de ellos te ha invitado aún?-

-Pues yo estaba planeando hacerlo en este momento- Donghae aparece detrás de mí con una enorme caja blanca, una más pequeña del mismo color y su adorable sonrisa. –Luna ¿me harías el honor de ser mi cita en la fiesta de esta noche?-

-¿Qué es todo esto?-

-Debes responder a mi pregunta si quieres saber que hay aquí-

No puedo evitar sonrojarme, pero casi de inmediato siento una especie de viento frío en la espalda y cuando veo por el reflejo del espejo Jiro nos está viendo con su rostro inexpresivo, como si le fuera indiferente esto, y estoy segura de que así es. Ya es momento de dejar de suspirar por algo tan inalcanzable como ese sol y ver las oportunidades que me está dando la vida, además Donghae es el tipo de chico con el que todas soñamos, probablemente no tarde mucho en comenzar a tener sentimientos por él. –Claro, me encantaría ir contigo a la fiesta-

-En ese caso esto es para ti- Me entregó las cajas y en cuanto las recibí escuché la voz de Jiro

-¿Qué tal si seguimos con el ensayo? Así podremos irnos antes- Todos obedecieron y mientras yo colocaba los regalos de Donghae con mis cosas no pude evitar sentir como si me apretaran el corazón, en serio no le importo.

Una vez terminamos el ensayo corrí al vestidor de chicas para cambiarme la ropa y poder ir a casa a buscar que ponerme para la fiesta.

-Déjame ver que te dio Donghae-

-Está bien, veamos que hay en las cajas-

-¡No puede ser! ¡Es hermoso!-

Mio está en lo cierto, es un hermoso vestido rojo con detalles en el cuello. Es simplemente perfecto.

-Y mira estos zapatos, en serio que son totalmente tu estilo-

-Sí que lo son, él siempre tiene detalles muy lindos conmigo, quizá debería tener yo uno con él, pero no estoy segura de que hacer-

-Sería una buena idea –

Un mensaje de Donghae entró en mi teléfono “¿Puedo llevarte a casa?”  no pude evitar sonreír al ver el mensaje, podría acostumbrarme a esto “Claro, te veo en el sótano en 10 minutos”

-¿Siempre tardas tanto cambiándote?-

-Me asustaste- Jiro estaba esperándome fuera del vestidor, casi me da un infarto cuando lo vi.

-¿Necesitas algo?-

-Sí, no he tenido la oportunidad de… bueno… ya sabes, felicitarte por estar en el grupo-

-¿Felicitarme? – Conozco un poco mejor a Jiro en este punto y estoy segura de que es su forma de decir “Lo siento” pero es demasiado orgulloso como para admitirlo

-Creo que no he sido un buen líder para ti-

-¡No digas eso! Yo soy una chica problema ¿recuerdas?-

-Es verdad, digamos que estamos a mano- por primera vez en mucho tiempo veo que me sonríe y se ve incluso mucho más guapo así. Se acerca a mí y por un momento creo que quiere acariciar mi rostro pero se detiene en el último segundo y señala mi bolso –tu teléfono está sonando-

-¿hola?... sí, ya voy camino al elevador… no me tardo-

-Deberías ir, no dejes esperando a Hae- Se dio la vuelta y comenzó a caminar en la dirección opuesta al elevador.

En serio que no le importa nada que yo salga con Donghae, pero eso era de esperarse, alguien como él jamás se fijaría en mí.

***

Realmente me veo linda y eso no me extraña, Donghae eligió un vestido y unos zapatos perfectos, envió a una maquillista y al estilista de la empresa para que pudieran arreglarme en casa. Me veo como una de esas estrellas de cine desfilando por la alfombra roja pero…

-¿Otra vez pensando en él?- Lea me sacó de mis pensamientos, ella también luce preciosa. Resulta que Mir le dijo que la acompañara a la fiesta esta mañana y como es costumbre después de discutir un rato sobre avisarle con tan poco tiempo, ella dijo que sí.

-No, no estaba pensando en él-

-claro que lo hacías. Llevas más de 5 minutos parada frente el espejo con la mirada pérdida-

-No te preocupes, no volveré a pensar en él-

-Eso espero. No quiero que pierdas el tiempo suspirando por alguien que no te quiere cuando claramente hay a alguien que muere por estar contigo-

-Tienes razón y será mejor que baje ya, no sea que se aburra de esperarme-

Al salir de mi habitación encontré a Jiro dirigiéndose a la suya. Aún no se había cambiado y parecía algo distraído

-¿vas a ir así la fiesta de CEO Lee?- me vio de pies a cabeza mientras pronunciaba estas palabras y hacía una mueca de disgusto.

-¿Te parece demasiado?- comienzo a preocuparme, tal vez no me vea tan bien como yo pensaba

-Estás perfecta- La voz de Donghae suena a mis espaldas y me vuelvo para verlo -¿no te parece Jiro?-

-He visto mejores- Pude sentir como las lágrimas subían por mi garganta al escucharlo decir eso.

-Te equivocas, no hay ninguna que se le compare a Luna- Donghae caminó hacia mí y tomó mis manos entre las suyas –ninguna otra podría verse jamás tan hermosa como ella-

-gracias- esas palabras hicieron que en lugar de lágrimas saliera una sonrisa de mí.

-Si tú lo dices- Después de decir eso en tono indiferente Jiro se encerró en su habitación y Donghae me condujo a su auto y a la fiesta.

Sí que estaba nerviosa, hay muchas estrellas famosas aquí, desde cantantes y estrellas de cine hasta directores y diseñadores. Al principio estaba muy nerviosa pero Donghae se encargó de hacerme sentir cómoda y después de eso me di cuenta de lo increíble que estaba la fiesta. CEO Lee está tan de buen humor que incluso me dijo que Lea podía vivir con nosotros hasta que terminara su beca de estudios.

Hae me presentó a todas las celebridades que conocía y me la estaba pasando increíblemente bien hasta que Jiro hizo su entrada a la fiesta con 3 chicas despampanantes usando unos vestidos que apenas cubrían las grandes curvas de sus cuerpos.

Decidí ignorarlo, pero se me hacía difícil con todo el alboroto que causaba, no es de extrañarse ya que es el alma de la fiesta a donde quiera que vaya.

Bailé con Hae unas cuantas canciones, bebimos una copa, nos tomamos unas fotografías y subimos al segundo piso del club por otra copa.

Unas personas se acercaron a hablarle y yo me perdí un momento viendo como Jiro bailaba y festejaba con las muchas modelos que lo rodeaban ahora.

-Demasiado escandaloso incluso para mí- Me volví para ver quién me hablaba desde atrás y mi sorpresa fue tal que casi suelto la bebida que tenía en la mano -¿no te parece?- continuó diciendo mientras dibujaba esa sonrisa pícara que siempre me ha encantado. No podía creer con quién estaba hablando y después de estar con los ojos como platos y la boca abierta por más tiempo de lo que me hubiera gustado por fin pude contestar

-aaamm.. sí, creo que si es demasiado-

-¿Ya te olvidaste de mí?-

-¡Claro que no! ¿Cómo podría olvidarme de usted? Es solo que me sorprende que me recuerde-

-Te dije que recordaría esos ojos tan especiales. Te llamas Luna ¿verdad?-

No podía creerlo, G-Dragon aún me recuerda y está hablando conmigo nuevamente –Sí así es- Debo estar roja como tomate

-No deberías ser tan formal conmigo. Puedes llamarme oppa-

-JiYong, tiempo sin verte-

-Hola Hae ¿Cómo ha ido todo?-

-muy bien, déjame presentarte a…-

-¿Luna? No te molestes, ya tuve el placer de conocerla antes.- Tomó mi mano y la besó como la ultima vez y yo aún no podía salir de mi asombro.

-¿En serio?- Hae pasó su brazo por mi cintura y me acercó a él

-¿Ustedes están juntos?-

-¡No! Digo, sí pero Hae y yo solo somos amigos- Tal vez me apresuré en decirlo pero no es ninguna mentira

-Entonces no te molesta que invite a la señorita a un trago- tomó mi mano y me apartó del lado de Hae.

Esto es muy incomodo, me muero por pasar un rato con GD ya que lo he admirado desde su debut en 2006, pero no quiero molestar a Hae ni nada parecido.

-Donghae, el diseñador de Milán está aquí y quiere hablar contigo- La señorita Satozuki, asistente del CEO Lee ha llegado al rescate. Aún en las fiestas hay que trabajar.

-Enseguida voy-

-Ve tranquilo y cuando termines nos buscas ¿te parece?-

-Está bien. No tardaré mucho-

GD me llevó a la barra y pidió un extraño trago de color azul para mí. Pasamos un agradable rato hablando de todo, desde música y películas hasta libros y mascotas. Pude desconectarme completamente del resto del mundo con él, bailamos un rato hasta que lo llamaron para decirle que era hora de tomar su vuelo a Japón para dar un concierto. Antes de irse tomó mi teléfono y marcó al suyo –Ahora tú tienes mi número y yo tengo el tuyo así que estaremos en contacto-

-claro, ten buen viaje JiYong-

-¿JiYong? Vamos deja las formalidades, repite conmigo Oppa-

Debo haberme sonrojado tanto que ya no hay diferencia entre mi vestido y mi piel –Buen viaje Oppa-

-Eso está mejor- Besó mi mano y se retiró.

Aún me encontraba en las nubes cuando sentí la mano de Jiro tomarme por el brazo y me arrastraba hasta una de las salas privadas del club.

-¿Qué hacías con él?-

-¿Cuánto has bebido? Hueles demasiado a alcohol-

-¿Qué hacías con él? ¿A caso no venías con Hae?-

-Sí, pero él fue a atender asuntos con…-

-No tenías nada que hacer con JiYong-  se acercó más a mi

-Estás borracho y muy alterado-

-¿estás saliendo con él? ¿Qué pasa entre ustedes?-

-¡¿Qué pasa contigo?! ¡No tengo por qué darte explicaciones-

-¡Sí tienes! Soy tu líder y debes explicarme que pasa entre JiYong y tú-

-Pues hasta donde recuerdo CEO Lee me dijo que mi vida privada seguiría siéndolo hasta que yo  decidiera compartirla-

-¿y decides no compartirla conmigo?-

-No pasa nada, es un amigo y nada más- las palabras salieron como un resoplo molesto de mi boca.

Jiro me tomó entre sus brazos y me apretó contra su pecho -¿Y Donghae? ¿Él también es solo un amigo?- Su voz sonó como si fuera a quebrarse y por un momento pensé que así sería –Dime que él no es más que un amigo-

-bebiste demasiado, déjame llamar un taxi para que te lleve a casa y…-

No pude continuar la frase porque me apartó de él y tomó mi rostro entre sus manos, parece un niño perdido en este momento -¿Lo es?-

-Creo que has bebido demasiado, tal vez deberías…- comenzó a acercarse lentamente hacia mi rostro y puedo sentir como se acelera mi corazón. Justo en el momento en que creí que iba a darme un beso dejó caer todo su cuerpo inconsciente sobre mí y el peso me hizo caer sobre uno de los sillones del salón. Se ha quedado dormido por beber tanto así que logré salir de debajo de él, acomodé su cuerpo como pude en el sofá y fue entonces cuando vi las llaves de su auto en el suelo, reconozco el llavero porque tiene el símbolo del grupo. Bueno, no puedo enviarlo solo en un taxi y mucho menos dejar su auto aquí ya que Jiro me mataría al enterarse.

Salí del salón sin alejarme mucho para poder buscar a alguno de los chicos para pedirles su ayuda pero Mir y Lea se ven muy felices bailando, Hongbin disfruta de la compañía de Mio y Hae y Kiseop están en una de las salas privadas de cristal con el diseñador italiano, así que no voy a arruinarles la fiesta y me haré cargo de esto yo sola.

No puedo sacarlo por la puerta frontal, todos los reporteros harían un escándalo con esto y definitivamente CEO Lee le llamaría la atención si lo viera, así que pregunté al hombre de la barra por la salida de servicio y una vez la he ubicado vuelvo por Jiro. Estoy tratando de levantar a Jiro pero pesa demasiado para hacerlo sola así que tomé la jarra con agua que está la mesa de centro del salón y la vertí sobre él.

-¡¿Qué te pasa?! ¿Quieres morir?- Estoy muerta del miedo, pero no puedo demostrárselo, he lidiado con ebrios antes y si muestro una actitud de mando las cosas serán más fácil.

-Necesito que me ayudes ya que no puedo cargarte sola hasta el auto-

-No necesito tu ayuda para caminar-

-Bien, no te ayudaré- coloqué su brazo sobre mi hombro y lo ayudé a levantarse –ayúdame tu a caminar a mí entonces-

-Pero que torpe eres-

Trato de llevarlo lo mejor que puedo y tratando de aparentar normalidad, pero es difícil con él gritándole a todos que soy “su chica tonta”. Me muero de la vergüenza pero muy en el fondo me gusta.

He logrado llevarlo al elevador así que solo debemos llegar al sótano y todo estará bien y creo que CEO Lee no se ha percatado del estado de Jiro, se me hace de muy mala educación irme sin despedirme pero creo que entenderá si le digo que me sentía enferma o algo así. Incluso tal vez pueda volver después de meter a Jiro a la cama.

-No encuentro mis llaves-

-Estás loco si piensas que voy a dejarte conducir en este estado-

-No vas a conducir mi auto-

-Claro que lo haré- Las jóvenes que están a mi lado comienzan a murmurar mientras tratan de ver el rostro de Jiro y eso me preocupa, puede que lo reconozcan si no hago algo pronto.

-¡Te dije que no!-

-¿Qué te dije sobre gritarme?- He comenzado a golpearlo con mi bolso y las manos lo lanzo al suelo y sigo golpeándolo tratando de cubrirle la cara. Las chicas se han asustado tanto que han bajado corriendo en cuanto se abrió la puerta y las personas que esperaban fuera se han alejado de inmediato.

-¡¿Estás loca o que te pasa?! ¿Por qué me golpeas?-

-Esas chicas iban a reconocerte y no se me ocurrió hacer nada más- Me levanté y lo ayudé a hacer lo mismo lo más rápido que pude para poder ir a su auto.

Al abrir la puerta del copiloto lo empujé tan fuerte como pude, cerré la puerta y corrí al lado del piloto.

-¡No vas a conducir mi auto!- Trata de tomar el volante y después de forcejear un poco logro enviarlo de vuelta a su lugar.

-¡Claro que voy a hacerlo y tu vas a ir sentado tranquilamente mientras lo hago! ¿Entendido?- Sueno muy autoritaria cuando lo digo pero la verdad estoy muy asustada por como pueda reaccionar después de todo lo que he hecho hoy.

-Está bien, si lo dices así-

–ponte el cinturón- Después de unos intentos bastante torpes de colocarse el cinturón de seguridad decidí mejor hacerlo yo. Levanté mi rostro y me di cuenta de lo cerca que estaba el de él. Me permito disfrutar de ese silencio que existe entre nosotros un instante hasta que escucho unos gritos fuera del auto y veo venir una ola de personas y cámaras hacia nosotros. Enciendo el motor del auto y me pongo en marcha directo a casa.