Tiffany: Y la vida sigue o por lo menos así tiene que ser. Debo ser fuerte, por mi bien y por el de Seohyun.

-Bienvenida niña Tiffany. –Saludaba la empleada de la mansión Hwang

-La niña soy yo. –Dijo Seohyun bajando de la camioneta.

-Exacto Seororo tu eres la niña.

-Puedes bajar mis maletas por favor. –Pidio Tiffany a la empleada.

-Enseguida. ¿Se van a quedar aquí?

-Si Chansung me lo permite.

-¿Permitir que? –Pregunto él.

-Tío. –Seohyun abraso a su Tío.

-Seo.

-Quedarnos aquí. –Dijo Tiffany.

-Dile que no, yo quiero regresar a casa. –Decía Seohyun

-Seo ya lo hablamos, mejor ve a buscar a Sunny se pondrá feliz de verte.

Esperaron a que Seohyun se marchara.

-Esta casa también es tuya, puedes quedarte, solo explícame porque. –Decía Chansung.

-Estar en mi casa me trae recuerdos.

-¿No la perdonas?

-Digamos que no olvido, se me vienen buenos recuerdos, luego sus infidelidades, sé que son varias y al final caigo en que está muerta.

-¿Qué tal les fue en Inglaterra?

-Bien sabes que me encanta ese país, pero Seo quería volver. De hecho llegamos ayer, solo que aproveche para empacar mis cosas.

-¿Qué vas a hacer con la casa?

-Venderla

-¿Así de fácil?

-Descubrí más cosas de Yuri.

-Entremos y cuéntame. –Los dos entraron a la mansión.

-Se supone que había un fideicomiso para los estudios de Seohyun. No hay nada.

-¿Cómo que no hay nada?

-Nunca existió, otra mentira o quizás se lo gasto. Tiene diferentes cuentas bancarias que seguramente usaba para gastar con ya sabes quienes.

-Desamparo a Seo

-Exacto, yo no voy a poder pagar las colegiaturas de la escuela, por eso venderé la casa y el coche de Yuri.

-Pero y las cuentas de ahorros.

-Serán para vivir día a día. Creo que tendré que buscar trabajo pronto.

-Puedes vivir aquí y yo puedo

-No, tengo que buscar trabajo ya lo decidí. ¿Te encargo a Seo?

-Claro ¿A dónde vas?

-Al bufete a desocupar la oficina de Yuri, seguramente la necesitaran para otra cosa.

-¿Por qué no te quedas con el trabajo de Yuri? también eres abogada.

-No quiero implicarme con cosas que me la recuerden. Aun no lo supero.

-La estas olvidando.

-Digamos que me quedo con las buenas cosas.

-Pero piénsalo ese bufete ahora te pertenece, trabajar allí estaría bien.

-No lo creo.

Bufete Kwon&Jung

Jessica estaba en una junta con los demás abogados del bufete.

-Sin Yuri la única dueña eres tú.

-En realidad la mitad del bufete paso a la esposa de Yuri.

-Escuche que Yuri dejo todo en orden, la heredera universal es su esposa.

-Señoras y Señores  Stephanie Kwon no volverá de Inglaterra. –Soltó Jessica.

-¿Como estas tan segura?

-Le encanta ese país ademas no perdonara a Yuri, dedusco que va querer alejarse de todo lo que le recuerde.

-¿Le compraras la parte del bufete?

-Exacto ya prepare una oferta jugoza, se la enviare próximamente.

-Entonces vamos preparando el festejo, del renombrado bufete Jung.

-En letras mayúsculas. Ahora solo será JUNG. –Decía Jessica

-Permiso. –Jia interrumpía en la sala de juntas-Licenciada Jung su exesposa está en su oficina.

-Gracias.

-¿No te habías divorciado ya?

-Si pero ya saben que donde hay dinero nadie quiere irse. Permiso

Jessica entro a su oficina con su cinismo característico.

 -Tae Tae.

-Jamas me vuelvas a decir Tae Tae.

-Señora Kim.

-Mejor.

-Maravilloso. ¿Ya desocupaste mi casa o tendre que sacar tus cosas a la calle?

-La deje vacía.

-Lo dirás en broma porque sino estarás en problemas.

-Ya se, la abogada me acusara de robo.

-Has aprendido.

-Espero que estés contenta.

-Mucho, te vas como llegaste, con las manos vacías.

-Eres tan desgraciada.

-Sí, mejor dime que te trae por aquí.

-Debes de saberlo.

-No lo sé sino me lo dices.

-Hyuna.

-Ah. . . la bebe sí ya te pasare dinero y esas cosas.

-¿Esas cosas? ¿Cuando piensas verla?

-¿Quieres un café?

-No.

-Si vamos, seamos amigas.

-Déjate de estupideces.

-Jia, tráeme un capuchino frio para la señora Kim. –Pidió por su teléfono.

-No puedo creer lo poco que te importa tu hija.

-Ya te dije, los domingos paso por ella a las 12.

-Crees que es así de fácil? ¿Que la veras dos miserables horas?

-¿Y que? Es una bebe, ni entiende.

-Para esto si conseguiré abogado.

-Mejor no le muevas.

-¿O qué?

-Ya te dije que te daré dinero.

-No es el dinero, necesito que asumas tu responsabilidad.

-Con permiso. –Jia dejaba el café y salía tan rápido como entro.

-La asumo.

-Te quedaras con Hyuna por lo menos dos días a la semana.

-Claro que no, tu no pones condiciones.

-Es lo justo. Crees que todo se resuelve con dinero, puedes pagar una puta pero no el amor.

-Esto no es sobre putas, estamos hablando de la bebe la cual no me la quedare dos días es más ni se parece a mí, seguro ni es mi hija.

-¿Cómo puedes....

Afuera

-Hola Jia ¿La licenciada Jessica está en su oficina? –Preguntaba Tiffany.

-Señora Kwon, bienvenida, sí está con

-¡Eres de lo peor! –Taeyeon salía de la oficina de Jessica.

-¿Taeyeon? –Pregunto Tiffany cuando la nombra paso de liso a su lado.

-Mi traje sastre, ¡Me lo vas a pagar!

-¿Que paso? –Pregunto Jia.

-¿Tiffany? Que haces aquí? Estabas en Inglaterra. –Pregunto Jessica ignorando a Jia.

-Ya volví.

-Se supone que... Jia consígueme un traje nuevo. Muévete.

-Sí.

-¿Te vacío el café? –Pregunto Tiffany.

-Vamos a mi oficina. Si y menos mal era frio.

-Debiste decirle algo fuera de lugar.

-Ni tanto. –Las dos entraron a la oficina de Jessica- Solo le dije que la bebe no es mia.

-¡Estás loca!

-Fue estúpido lo se, me hizo enojar.

-Pídele perdón ve con ella y diselo.

-Nos divorciamos.

-Haberlo dicho antes ya no pude felicitarla.

Jessica le lanzo una mirada de hielo.

-No pongas esa cara. ¿Te descubrió verdad? Infiel. –Recalco lo último con desprecio.

-Se puso loca, le soy un poquito infiel.

-Oh My gosh no sabía que la infidelidad se podía medir, poca, mucha, bastante.

-Ahora lo sabes.

-Vas a hacer que está vez yo te tire un café y será caliente.

-Cambiemos de tema. ¿Que te trae por aquí?

-Sólo quiero la llave de la oficina de Yuri, tengo entendido que tú la tienes.

-No yo no.

-Gracias por nada. –Tiffany salió de la oficina de Jessica y fue con Jia.

-Jia llamale a un cerrajero por favor.

-Enseguida.

-Y lo que te pedí. –Apareció Jessica presionando a la chica.

-Ya lo traen

-¿Ya lo traen que?

-Ya lo traen licenciada Jessica.

-No olvides mis honores. Tiff –Volteo a verla.

-. . .

-Tiff no te enojes, sí tuviera la llave te la daba.

-Lo se, te encanta ayudarme.

-Siempre desde el instituto ¿recuerdas? –Le sonrió pícaramente.

-Yo no me acuerdo.

-Oh pero que lastima.

-Mucha.

-Buenas soy el cerrajero. –Un señor mayor llegaba.

-Por aquí por favor.

-Que rápido. –Dijo Jessica

Tiffany le indico la puerta al cerrajero y al cabo de unos minutos la abrió.

-¿Cuánto le debo? –Pregunto Tiffany.

-150. –Le dijo y ella buscaba dinero efectivo en su bolsa.

-Señora de tarjetas. –Se burló Jessica y saco dos billetes de 100 de su bolsillo.  -Tenga quédese con el cambio. –Le dijo al cerrajero, este se marchó sin más.

-Te lo depositare a tú cuenta. –Anuncio Tiffany mientras entraba a la oficina.

-Nunca te cobre.

-No pienso deberte cosas. Sera mejor que vayas a tú ofic