El exquisito aroma del café recién hecho invadía sus fosas nasales, invitándola a disfrutar las primeras luces de la mañana, en el balcón de su habitación, donde a lo lejos, podía observar al muchacho que paseaba por los jardines en compañía de una de las mucamas, escogiendo cuidadosamente, las rosas del rosal privado de su fallecida madre.

El hermoso rostro de Si Yeon, formaba pronunciadas arrugas, conforme sus ojos continuaban siguiendo los pasos de su hijastro.

-maldito mocoso… - pronunció la modelo, sosteniendo con fuerza, la finísima taza de porcelana que llevaba en manos.

Finalmente HyeSung y la joven mucama, abandonaron el jardín, dando a la modelo, tiempo para respirar.

La rabia de Si Yeon hacia su hijastro, crecía cada día más, conforme sus recuerdos iban y venían.

Recuerdos de cómo su amigo y amor secreto por años, había caído hechizado, por la belleza de su joven hijastro. Recuerdos de cómo el muchacho, había robado la atención de todas sus amistades, en aquella fiesta que organizó para celebrar su viudez. Recuerdos de cómo con tan sólo colocarse de pie frente a Max durante unos minutos, HyeSung había robado la campaña publicitaria, por la que había estado esperando por mucho tiempo.

Los recuerdos de Si Yeon, no eran nada agradables para ella, trayendo cada vez más, un sabor amargo a sus labios.

Si Yeon estaba furiosa.

Y más furiosa se encontraba, sabiendo que no podía negarle nada a su hijastro.

-Sra. Si Yeon, puedo llevarme la bandeja? – ingresó Amy a la habitación, acercándose hacia donde se encontraba sentada la modelo.

-qué está haciendo el mocoso? – habló Si Yeon con voz seca

-está en su habitación… alistándose para salir – las últimas palabras, fueron pronunciadas casi en un susurro por la mucama.

Si Yeon apretó la mandíbula, remarcando aún más, la rabia en su rostro.

Amy quedó en silencio, tomando la bandeja de alimentos en la mesa al lado del pequeño mueble donde se encontraba sentada la modelo.

-llama al abogado… dile que necesito hablar urgentemente con él – ordenó Si Yeon con voz fría, antes que la mucama abandonara la habitación.

Con el cabello alborotado, la corbata colgando libremente sobre su pecho, el saco de su traje en una mano y el rostro visiblemente cansado; Eric Mun subió al auto donde se encontraba esperando su asistente y mejor amigo, para llevarlo a su departamento, luego de pasar la noche en una celda, en la estación de policía.

Eric y Jong Hyun, ingresaron silenciosamente y con calma al departamento del primero, dirigiéndose Eric, directamente a la ducha y por una muda de ropa fresca.

Jong Hyun esperó sentado en el sofá, los brazos cruzados y la expresión seria; mientras Eric terminaba de asearse. Afortunadamente para el asistente, su jefe no demoró más que veinte minutos en regresar a la sala, y tomar asiento en el sofá frente a él.

-el abogado Yang prometió ser discreto y no contar lo sucedido a tu padre – habló Jong Hyun, observando directamente a su jefe

-al menos no tendré que oír los regaños de ese viejo – suspiró Eric, tirando la cabeza para atrás en alivio

-es todo lo que te importa?... sabes lo que tuve qué pasar toda la noche para conseguirte un abogado? – increpó Jong Hyun, alzando el tono de voz

-te lo recompensaré, no te preocupes – respondió Eric, tratando de recostarse en el sofá

-tienes idea de lo que hiciste?! – Jong Hyun perdió la calma, colocándose de pie en porte amenazador.

-hey no fue mi culpa! No tenía idea que esa chica era una a! – se defendió Eric, sentándose nuevamente en el sofá

-te dije que no fueras a ese lugar!, te dije que me parecía extraño! – empezó a regañar el asistente, con evidente enojo en su tono de voz.

-pero ya pasó! El abogado no dirá nada y los cargos serán retirados, cierto?... al fin y al cabo no hice nada! – continuó hablando Eric, tratando de calmar a su furibundo amigo

-ya pasó?... acaso no oíste nada de lo que dijo el juez?!! – alzó aún más la voz Jong Hyun, asustando a su amigo por el repentino estallido.

La habitación quedó en silencio por breves minutos.

-q-que dijo el juez… - habló Eric con voz queda, temiendo otro arranque de ira de su amigo

-tendrás que hacer servicio social por cuatro meses – respondió Jong Hyun, dejándose caer sobre el sofá.

Los ojos de Eric se abrieron como platos, sobresaltándose más de lo debido

-QUEEEEEEEEEEEEEE!!!

El auto deportivo se detuvo frente a la puerta principal de la mansión, siendo bienvenido el hombre de apariencia extranjera, por los empleados que salieron a su encuentro, apenas abandonó su vehículo.

Uno de los primeros en recibir a Max, fue Junjin, quien lo escoltó hasta la sala, dejándolo sentado en el sofá, mientras subía escaleras arriba, en busca del bello muchacho que terminaba de vestirse para salir a lo que sería, su primera sesión fotográfica como modelo.

-HyeSung?... ya vinieron por ti – llamó Junjin a través de la puerta, dando ligeros toques

La puerta se abrió, revelando el rostro sonriente del muchacho que no podía ocultar su emoción.

-iré a despedirme de mamá – giró HyeSung sobre sus talones, dirigiéndose hacia la alcoba principal.

-la Sra. Si Yeon no se encuentra bien hoy… será mejor que no la molestes – detuvo Junjin los pasos del bello muchacho.

HyeSung hizo una mueca de decepción, dejando que Junjin lo llevara escaleras abajo, alejándolo de la habitación de Si Yeon.

-ahí estás! Listo para tu primera sesión de fotos? – saludó Max, dando un breve abrazo al muchacho.

-estoy nervioso – sonrió HyeSung, sonrojándose ligeramente ante la mirada perforante del hombre italiano.

Junjin a un lado, observaba a los dos hombres, siguiendo al pie de la letra, las indicaciones dadas por Si Yeon, el día anterior. Vigilar a HyeSung y mantenerlo alejado de Max.

Aunque la tarea no sería muy sencilla, ahora que ambos hombres trabajarían juntos.

-bien! Vámonos! – Max tomó a HyeSung por los hombros, dirigiéndolo hacia la puerta de salida

-si me disculpa, yo llevaré a HyeSung en el auto – se acercó Junjin, liberando al muchacho del agarre del hombre italiano.

Max solo atinó a sonreír, y dejarse ganar por esta única vez. Después de todo, tendría todo el día para acercarse a HyeSung.

Sobre su escritorio yacían innumerables papeles, esperando por ser revisados y darles solución a cada uno de los casos impresos en ellos. Del lado derecho, el molesto teléfono que no dejaba de timbrar cada cinco minutos. Su cabeza estaba a un paso de estallar y su paciencia alcanzaba sus límites máximos.

-ALO!! – tomó el teléfono finalmente, decidido a desechar a quien quiera que se encontrara de la otra línea.

-soy bonita? – se oyó la voz lamentable de mujer, entre sollozos.

-Si Yeon?... estás llorando? – interrogó Tae Hak, haciendo a un lado los documentos que sostenía en manos.

-soy bonita? – insistió la modelo, no respondiendo los interrogatorios de su mejor amigo

-claro que eres bonita, la mujer más bonita del universo! – respondió Tae Hak, sabiendo que nuevamente, su amiga estaba pasando por una crisis de confianza.

-entonces por qué ese mocoso va hacer mi sesión de fotos?!... – lloró abiertamente la modelo

-tu hijastro?...

-qué otro mocoso infeliz conoces!! – alzó la voz la modelo, completamente irritada

-hey! Ni siquiera lo conozco… - se defendió Tae Hak, recostándose de espaldas contra su silla, subiendo luego los pies sobre el escritorio

-le dieron mi campaña!... Max acaba de venir a llevárselo para la sesión de fotos! Puedes creerlo?... un mocoso que no sabe nada de nada!!... un maldito mocoso que no se puede comparar conmigo!! – estalló Si Yeon, obligando al detective a apartar ligeramente el teléfono de su oído.

-pero cómo es que aceptó?... – la curiosidad de Tae Hak, pudo más que su compasión por el dolor de la modelo. 

-ese estúpido de Max lo convenció con no sé que trucos!... lo odio! Odio a ese mocoso! – lloró Si Yeon

-pudiste haberte negado…

-crees que no lo intenté!! Crees que no traté que de desilusionar al mocoso!!... pero el infeliz ya estaba emocionado con la idea… y no pude negarme!... si me hubiera negado, habría quedado como la bruja del cuento… - continuaba llorando la modelo, con voz cada vez más trágica.

-bueno, entonces tendrás que aceptarlo…

-aceptarlo?!!... aceptar que ese mocoso está ahora mismo es mi sesión fotos!... con MAX!!!... y el desgraciado de Max va aprovechar la oportunidad para tratar de seducirlo!... estoy segura de eso! – se desesperaba Si Yeon cada vez más, a punto de parecer una loca paranoica a oídos del detective.

Aún en shock y con los ojos abiertos de par en par, Eric trataba de recordarse como respirar, bajo la mirada inquisitiva de su asistente y mejor amigo, que sabía que la noticia de hacer trabajo social, no le vendría nada bien a su jefe.

-t-tra-tra-trabajo… social? – se repitió Eric con tartamudeos.

Jong Hyun ofreció un vaso de agua a su amigo, mientras volvía a tomar asiento en el sofá, observando con cuidado sus expresiones.

-tampoco es como si fuera el fin del mundo – habló el asistente, cruzándose de brazos.

Eric dio una mirada aterradora a su amigo, recordándole mentalmente, que jamás en su vida, había trabajado en algo más que no sea mujeres y los eventuales trabajos de escritorio dados por su padre.

-te dije que algún día recibirías tu lección por ir de club en club – replicó Jong Hyun, girando la cabeza de lado

Eric suspiró pesado, desarmándose sobre el sofá

-pero trabajo social?... barrer calles, limpiar jardines… ayudar abuelitas a cruzar la pista… eso no es lo mío! – se quejó Eric, casi quebrando el vaso que llevaba en manos

-quién te dijo que harías el trabajo aquí? – regresó Jong Hyun la mirada a su amigo

Eric giró la cabeza, mostrando una mirada más impactada que la anterior

-tendrás que ayudar a unas abuelas en una de esas casas para campesinos…  fuera de la ciudad… en… aish no recuerdo el nombre del lugar! – Jong Hyun se golpeó la cabeza ligeramente, tratando de recordar el nombre del destino donde su jefe tendría que pasar los siguientes cuatro meses.

-y cómo le explicaré a mi padre que me voy por cuatro meses? – reaccionó Eric, tomando de un sorbo, todo el contenido del vaso en sus manos

-recuerdas que te dijo que buscaras nuevos talentos?... pues sólo dile que buscaras en las afueras de la ciudad – respondió Jong Hyun, con un simple movimiento de hombros.

-lo tenías planeado verdad? – acusó Eric, señalando con un dedo a su asistente

-crees que te lleve a ese club y te puse esa a en frente a propósito? – retó Jong Hyun, inclinándose ligeramente, dejando un golpe en la cabeza de su jefe.

Eric se dejó caer sobre el sofá, sobando su cabeza en el lugar donde había lo golpeado su asistente.

-más te vale que te tomes esto con seriedad… si no cumples a cabalidad tu sanción, las cosas se harán peores – advirtió Jong Hyun, notando la expresión disconforme de su jefe

-madre mía… yo no nací para servir a los demás… - se lamentó Eric sobre el sofá, tomando uno de los cojines entre sus brazos

-no hagas tanto drama, que tampoco es para tanto – replicó el asistente, lanzando otro cojín contra el rostro de su amigo

-y cuando tengo que ir para ese sitio? – se atrevió a preguntar Eric, con timidez

-mañana mismo… así que haz tus maletas, yo hablaré con tu padre – Jong Hyun se puso de pie, buscando su abrigo y las llaves de su auto.

Con la boca completamente abierta y los ojos saltándole a cada dirección que dirigía la mirada, HyeSung esperaba nerviosamente por la llegada del fotógrafo y lo que sería su primera reunión para su primera sesión fotográfica.

-no estés nervioso, verás que esto es más fácil de lo que piensas – sonrió Max, dándole confianza al muchacho

-me sentiría mejor si mamá hubiera venido con nosotros – respondió HyeSung, sentándose en una de las sillas disponibles.

Max giró los ojos sarcásticamente, tomando asiento al lado del bello muchacho.

-Si Yeon es una mujer ocupada – habló Max luego de unos segundos, pasando su brazo por detrás de los hombros del muchacho.

-aún así me gustaría que esté acá, ella es todo una profesional, podría serme de ayuda – HyeSung hizo un puchero con los labios, bajando la mirada hasta sus manos entrelazadas sobre sus rodillas.

Max sonrió, tratando de controlar sus instintos. HyeSung sólo tenía 18 años y aunque en otros países ya era considerado mayor de edad, para la sociedad Coreana, aún era un niño inocente.

-todo lo que necesites… estoy aquí para ayudarte – habló Max con voz baja, deslizando una de sus manos, sobre las manos de HyeSung.

-g-gracias – respondió el muchacho, retirando nerviosamente sus manos hasta cruzarlas sobre su pecho.

Los siguientes minutos de espera fueron más que incómodos. HyeSung no entendía a veces el comportamiento del hombre italiano. Cada mirada que éste le lanzaba, lo ponía más nervioso de lo que podía imaginarse. Había una extraña aura que rodeaba a Max y todos sus movimientos.

HyeSung contaba los minutos para que las personas por las que estaban esperando, aparecieran y lo sacaran de ese momento de incomodidad.

-lamento la espera – ingresó un hombre mayor, sujetando un portafolio en su mano derecha

HyeSung suspiró aliviado, observando al hombre tomar una de las sillas y colocarla frente a él y el hombre italiano.

-que tenemos acá – observó el hombre mayor a HyeSung intensamente, devolviéndole el ataque de nervios.

-no te parece que es perfecto para la campaña? – intervino Max, haciendo que HyeSung se relajara, cuando el hombre mayor giró la cabeza en dirección del hombre italiano.

-nada mal Max, nada mal… al menos mejor que colocar una modelo veterana como Si Yeon – respondió el hombre mayor, abriendo el portafolio en sus manos.

HyeSung arrugó la frente, sintiendo una ligera molestia por el comentario sobre su madre.

-Si Yeon es un poco mayor, pero su belleza es implacable – argumentó Max a favor de su amiga, ganando una sonrisa complacida por parte del muchacho sentado a su lado.

-me atrevería a decir que este niño tiene 10 veces más belleza que Si Yeon. Ya es hora que tu amiga deje su lugar a las nuevas generaciones – replicó el hombre, mostrando los bocetos contenidos en su portafolio.

HyeSung hizo otra mueca de molestia, distraído luego por el ligero golpe en su codo.

-aquí, este es el boceto de algunas de las cosas que quiero que hagas… - empezó a señalar el hombre a mayor, dirigiéndose a HyeSung.

Si Yeon paseaba de lado a lado dentro de su habitación, tratando de calmar su ansiedad y sus ganas de tomar sus cosas e ir en búsqueda de su hijastro y el hombre que se había convertido en víctima de sus deseos. La ansiedad y el no tener ningún tipo de noticias de los dos hombres, estaba a punto de causarle un ataque de nervios.

Cansada de seguir esperando, Si Yeon tomó su teléfono celular, marcando el número de su nuevo asistente personal.

-Sra. Si Yeon – contestó Junjin la llamada

-qué están haciendo? – la modelo no demoró un segundo para ir directamente al tema de su interés

-acaban de llevar a HyeSung al estudio donde le tomarán las fotos – respondió Junjin, sentado en el auto donde le habían ordenado que permaneciera

-y Max? está con él? – volvió a interrogar Si Yeon, saliendo al balcón de la habitación, en búsqueda de aire fresco que la ayudara a tranquilizarse

-sí, ha estado con él todo el tiempo – habló Junjin con cautela, sabiendo que esas no eran buenas noticias para su jefa.

Si Yeon sintió su sangre empezar a calentarse de la rabia. La sola idea de Max a solas con su hijastro, hacía que todo su interior cambiara completamente, a un ser oscuro capaz de cualquier cosa por defender lo que creía, era suyo por derecho.

Dirigida por sus crecientes celos, la modelo colgó el teléfono sin decir una palabra más, tomando su bolso y las llaves de su auto.

-estúpido mocoso! – gruñó la modelo, cerrando la puerta de su auto.

Veinte minutos después, la veterana modelo hizo su arribo al estudio donde se llevaba a cabo la sesión fotográfica.

Junjin no pudo evitar mantener la boca abierta, al notar la expresión furiosa en los ojos de su jefa. Algo que le daba los más grandes escalofríos.

-muy bien! Ahora mira para acá, sonríe… perfecto! – elogiaba el fotógrafo cada movimiento que HyeSung hacia para la cámara.

Si Yeon entró al estudio, quedándose de pie observando la sesión.

-muévete un poco más a la derecha… hermoso! – continuaba elogiando el fotógrafo, ante la mirada complaciente de Max, de pie al lado del staff que también observaba estupefacto al novato modelo.

Si Yeon sentía cada vez más, la rabia dentro de ella incrementarse.

-esta última y tomaremos un descanso! – anunció el fotógrafo, dirigiendo una vez más al muchacho en el set.

-perfecto!... – elogió por última vez el fotógrafo, dirigiéndose luego al hombre italiano

-Max, esta vez hiciste una excelente elección! Ese niño es el rostro perfecto para nuestra nueva marca! Si hubiéramos hecho la campaña con esa modelo vieja, hubiera sido un fracaso total! – rió el fotógrafo, abandonando el set.

Desde el rincón donde se encontraba, Si Yeon sintió que la tierra bajo sus pies se abría, tragándola por completo.

Y su rabia se incrementó, al punto de quedar completamente descontrolada.

-tienes todo listo? – habló JongHyun por segunda vez, dando una última revisada a las maletas que reposaban sobre la cama de su amigo y jefe.

-todo lo que podría necesitar – respondió Eric, abriendo la ventana de la habitación de par en par.

-recuerda que no es un viaje de placer, estás yendo a hacer trabajo comunitario – advirtió el asistente, observando a su jefe en la ventana

-malditas leyes – gruñó Eric, sacando un cigarro del paquete que llevaba en el bolsillo de su pantalón.

JongHyun se acercó a su amigo, antes que éste tuviera tiempo de encender el cigarrillo que colocó en sus labios.

-y tienes prohibido fumar mientras estés allí – regañó el asistente, observando a su jefe con mirada reprobatoria

-entonces deja que me despida – replicó Eric, tomando el cigarrillo de regreso a sus labios.

-ya deja de comportarte como un niñito! Tienes que madurar y ser más responsable! – regañó JongHyun, volviendo a tomar el cigarrillo en sus manos, lanzándolo contra el piso.

Eric dirigió una mirada letal a su amigo y asistente.

-que más responsable quieres que sea? Ya estoy yendo a ese sitio a hacer el dichoso servicio comunitario, no!? – argumentó Eric, recostándose con violencia sobre su cama.

-empieza a ser consecuente con tus actos! No puedes andar metiéndote en problemas toda la vida! – continuó JongHyun el regaño

Eric giró los ojos en molestia, colocando una almohada sobre su rostro.

-esto es sólo una advertencia de lo que podría ocurrir más adelante si no mides todo lo que haces – insistió JongHyun, retirando de un golpe la almohada del rostro de su jefe.

-si, ya sé… al menos no iré a prisión… - susurró Eric sus palabras, dando una mirada lamentable a su asistente.

-esta vez pudimos salvarte de un castigo mayor, pero no cuentes con tanta suerte para la próxima – finalizó JongHyun

La habitación quedó en silencio por varios minutos.

-por cierto, no me has dicho adonde iremos mañana… dónde se supone que haré el servicio comunitario? – interrumpió Eric el incómodo silencio

-Gyeonggido… Pocheon – respondió JongHyun, retirándose de la habitación.