Llegó el fin de semana y todos los chicos decidieron ir al parque de diversiones. Yul y Taeng iban de camino a recoger a Tiffany y Jessica, después de haber pasado por Yoong, gracias a que Taeng ofreció a Yul como conductor para las chicas.

—Lo que aún no entiendo es, ¿por qué tengo que pasar yo por todos si tú eras el que se ofreció y quería ir por Tiffany?

—Vamos Yul apoyame esta vez, sabes que hubiera ido yo por ellas, pero no tengo licencia aún para conducir autos solo la moto; aunque no era como que pudiera llevar a todos en ella —se rió—. Y aún si pudiera mamá me la quitó después de que rompí uno de sus jarrones antiguos.

—No me sorprende.

—Oye fue accidental lo juro, además solo será por esta ocasión.

—¿Enserio?, siempre te estoy cubriendo Taeng, ya hasta perdí la cuenta de cuantas me debes.

—Bueno borrón y cuenta nueva.

—Ni lo pienses, ten por seguro que algún día haré uso de esos favores; además tienes suerte de que mi mamá me prestara su camioneta.

—Está bien te lo debo, por cierto, qué curioso que Tiffany y Jessica vivan tan cerca de Hyomin, ¿no crees?

—A decir verdad, sí.

—Por cierto, Yul ¿ustedes como saben dónde viven?

—No pienses mal Yoong, no las espiamos o algo por el estilo, el otro día teníamos un proyecto que hacer en equipo y Hyomin ofreció su casa para reunirnos y cuando estábamos a punto de irnos las vimos llegar con Donghae y Nichkhun; además, Sunny nos dijo -Yoong solo se rio ante la respuesta de su amigo.

—Odio a esos dos, ¿los viste en clase?, ahora resulta que son muy amables con todas, además, no lo sé, siento que tienen otras intenciones.

—Lo dices porque Nichkhun le habla más a Tiffany que tú.

—Eso fue bajo Yul, además no es competencia para mí.

—Seguro -dijo irónico.

—Vaya, nunca te vi tan interesado en ninguna chica Taeng.

—Tienes razón Yoong, yo también pensé lo mismo, creí que este enano nunca caería por alguien.

—¡Oye! tampoco es para tanto mono, además es solo algo de momento ya sabes.

—Hyung, no creo que debas meterte en esto si piensas hacerlo así, ya sabes, no quiero que Tiffany salga lastimada realmente me agrada y sabes que a ti te precio mucho, pero no es correcto.

Yul solo se quedó callado y miró de reojo la reacción del chico a su lado, para luego centrar su mirada en el camino. Taeng mantuvo el silencio unos segundos con una cara seria, pero después solo sonrió y volteó a ver a Yoong.

—No te preocupes Yoong, sé lo que hago.

Todo quedó en silencio, veinte minutos después estaban frente al edificio de Jessica y Tiffany, una edificación de 12 pisos, muy elegante y se necesitaba una clave o que alguien del edificio te abriera; ya que era una puerta eléctrica. Yul tenía el número de Tiffany y la clave de acceso, pues la noche anterior Sunny le había mandado todos los datos, pero aun así quiso jugar un poco con su amigo. El auto se había detenido, pero nadie hizo intención de bajarse.

—Bien Taeng, es tu oportunidad de comenzar a hablarle mejor a Tiffany, sal y ve por ellas.

—¡¿Qué?! ¡¿Yo?!

—¿No dijiste que ibas a empezar a hablarle más y que por algo se empezaba?, bueno por aquí se empieza.

—¿Por qué no solo les llamamos y les decimos que ya estamos aquí? —dijo nervioso.

—¿Tienes su número? —preguntó con obviedad, sin obtener respuesta.

Yul sonrió, se desabrochó el cinturón de seguridad y se estiró a un lado hacia donde estaba Taeng para abrir su puerta y le hizo una seña de que saliera, Taeng quien tenía una cara de duda y miedo, bajó del auto y se quedó parado frente a este mirando hacia donde estaba la entrada.

—Vamos Hyung que se hace tarde.

—Por cierto, es el 505.

Taeng aún dudoso comenzó a caminar hacia la puerta, llegó enfrente y con la mano temblorosa tocó el timbre del departamento que su amigo le indicó, la puerta se abrió de repente y a pesar de sus miedos entró al edificio, tomó el ascensor mirando sus manos que sudaban de los nervios. Subió hasta el quinto piso, buscó el 505 y tocó la puerta después de minutos de dudarlo, la cuál segundos después se abrió revelando a la chica con sonrisa de ojos.

—Taeng, adelante pasa, iré a apurar a Jessica para que podamos irnos, puedes sentarte.

—Ah…N-no e-estoy bien, esperaré aquí.

—De acuerdo.

Tiffany entró a una de las habitaciones dejando a Taeng parado junto a la puerta sintiendo un poco de sudor correr por su frente. Miró el interior del departamento; era como se imaginaba que sería, muy grande y elegante, con buen gusto en la decoración, todo perfectamente ordenado y en su lugar; no le sorprendía después de conocer a las chicas. Su teléfono sonó, era Yul, le había mandado un mensaje de ánimo, a lo que solo negó con la cabeza. Pasaron unos minutos y por fin vio a dos figuras salir de la habitación.

—Lo siento por la espera, es que Jess es muy quisquillosa cuando se arregla.

—¡Tiffany!

—¿Qué?, es la verdad.

—N-no te preocupes, está bien, ¿vamos?

—Sí claro.

Los tres salieron del edificio y comenzaron a caminar hacia el auto, Yul que estaba esperando pacientemente junto a Yoong, no pudo evitar mirar por unos segundos a Jessica, quien caminaba un poco cabizbaja detrás de Tiffany, para después regresar su mirada hacia enfrente. Cuando estuvieron frente al auto Yul le hizo una seña con los ojos a su amigo diciéndole que les abriera la puerta, a lo que Taeng inmediatamente reaccionó.

—Adelante.

—Gracias Taeng que lindo.

Taeng se sonrojó de la respuesta de Tiffany, por lo que se agacho para que no se diera cuenta, pero no pasó desapercibido a los ojos de Yul.

—Hola Yoong.

—Hola Fanny Noona.

Mientras Jessica y Tiffany saludaban a Yoong, Taeng entró al auto sentándose en el lado del copiloto, con Yul burlándose de su anterior reacción.

—Cállate.

—Gracias por pasar por nosotras Yul, espero no fuera una molestia.

—Ah, no para nada, es un placer.

—Gracias —dijo Jessica en un susurro casi inaudible, pero que llegó a oídos del chico, quien solo sonrió.

Yul se colocó de nuevo el cinturón de seguridad y arrancó el auto. Durante todo el camino solo se podían escuchar las voces de Yoong y Tiffany, de momento también hablaba con Jessica y ocasionalmente le preguntaba algo a Taeng, quien siempre respondía nervioso, lo que no dejaba de hacer reír a Yul.

Al llegar al parque se estacionaron y Yul le marcó a Soo quien debía llegar con Hyo y el resto de las chicas.

—Soo ¿Dónde estás?

—Estamos llegando.

—De acuerdo nos vemos aquí, te mandaré la ubicación de donde estamos estacionamos.

Al llegar todos, comenzaron a saludarse, para después caminar hacia la entrada. Compraron las entradas y comenzaron a subirse a los juegos, había pasado un rato y solo habían entrado en juegos tranquilos ya que algunos de ellos no eran muy afanes a los juegos más fuertes. Llegaron a un juego en el cual durante el trayecto terminas mojado, a lo que todos entraron menos Yul y Taeng quienes prefirieron quedarse secos, y a pesar de que Jessica tampoco quería entrar, se vio obligada por las peticiones de Tiffany. Yul y Taeng se sentaron frente a la salida para esperarlos, y en ese momento Yul notó que Taeng estaba muy distraído y cabizbajo, pues durante todo el día buscó la manera de hablar con Tiffany, pero no logró nada. Por lo que Yul decidió romper el silencio y bromear con él.

—No inventes Taeng, hasta Yoong le habla más a Tiffany que tú.

—Ya ni me digas, no sé por qué se me hace tan difícil, no suelo ser así.

—Eso solo quiere decir que, te importa demasiado ella y lo que pueda llegar a pensar de ti, el cómo te perciba, así que no quieres equivocarte.

—Vamos Yul, no empieces tú también.

—Taeng, para ser sincero, creo que Yoong tiene razón, no te metas en esto si no vas a dejar claras tus intenciones o hasta donde quieres llegar desde un principio, porque puedes terminar perdiendo más de lo buscas ganar.

—Yul, tú sabes que… yo no soy hombre de cosas serias.

—Entonces díselo.

—¿Qué? ¿Qué solo quiero algo de un rato y después adiós? Sabes que alguien como ella no va a aceptar eso.

—Tal vez o tal vez sí, pero es mejor que se lo digas, y si ella acepta algo sin compromisos, perfecto y si no, mejor aléjate. Sabes que nuestra regla es siempre ser honestos, es mejor decir las cosas de frente y no solo llegar y hablar bonito al principio y después solo irte como si nada, nunca fuimos así —dijo serio— Y con