Sus brazos rodean mi cuerpo de una manera posesiva y firme, sus labios muy cerca de mi oído.

“Eres mía, Gaya…”, siento escalofríos recorrer mi cuerpo, es repugnante. Estaba totalmente helada y… lloraba, solo… lloraba.

Quería estar con Yuto, abrazarlo, sentir sus cálidos brazos protegiéndome, pero él yace en el piso, sin vida. Mis manos llenas de sangre. Quiero ir con él.

“Yuto…”, su nombre es un sollozo.

“Estas son las consecuencias por no obedecerme, Gaya…”.

Niego con mi cabeza. 

Kay suelta una carcajada.

“Es tu culpa…”

“¡Gaya!”

“Tu culpa…”

“¡Gaya!”

~Yuto~

“¡Gaya!”

Abre sus ojos gracias al cielo, su respiración es agitada, tiembla y su rostro está húmedo por las lágrimas. Sus ojos me encuentran y su mirada se suaviza al verme.

Oh Gaya…

La abrazo y ella llora en mi pecho, sus manos aferrándose a mi playera. Estos sueños, siguen atormentándola, van varios días así desde su encuentro con ese bastardo. No sé de qué tratan aquellas pesadillas y no quiero atormentarla haciendo que me cuente, pero puedo imaginarlo.

Después de que ese bastardo tratara de llevarse a Gaya, la traje a otro de mis deptos. el más privado. Yuya, me ha estado informando que ha visto varias personas sospechosas vigilando nuestro anterior depto.

Kay… está buscándonos.

Sin importar qué, protegeré a Gaya…

“Lo siento”, dice apenas audible.

La abrazo más fuerte y beso su frente, mi frágil chica.

“Pensé… yo… tú habías muerto…y...”, se le quiebra la voz, es la primera vez que me dice de que trata su sueño. “… por mi culpa…”, tomo su rostro entre mis manos y beso sus suaves y húmedos labios gentilmente.

Todo está bien... no llores...

“Estoy aquí…”, digo en sus labios, “… a tu lado”, ella asiente, sus ojos rojos y llorosos, mi corazón se encoge.

~Gaya~

Nos quedamos en silencio varios minutos, mi cabeza recargada en su pecho, su dulce aroma... ha dejado de fumar... pero aun así su colonia, su aroma muy particular y exquisito, me tranquiliza... Sus brazos acunando mi cuerpo, protegiéndome. Esto... Esto es lo que amo. Estoy recibiendo afecto de una manera que con Kay no lo había sentido.

Mis sentimientos por él son intensos. ¿Amor? Quizá...

Yuto, mi alma gemela.

Puedo sentirlo así.

Lo sé.

Apostar de nuevo todo en una relación cuando vengo saliendo de una... rota... Pero al fin me siento en el lugar correcto. Lo que él me hace sentir y lo que yo siento por él es diferente pero a la vez algo muy profundo. Me hace feliz.

"¿Gaya...?"

"¿Hmm?", miro a Yuto, quien me mira intensamente.

Silencio.

"No, no es nada", dice al fin, pero puedo ver que quiere decirme algo, algo realmente serio, lo veo en sus ojos. Pero no insisto.

“Lo siento”, hablo después de varios minutos, él me mira sin entender. “Estoy causando muchos problemas y…”

“Shhh”, me acuna en su pecho, sus labios besan mi frente haciéndome saber que todo estará bien.

"Vuelve a dormir"

…

~Yuto~

“¿Qué es lo que te preocupa?”

“Ella… la han lastimado demasiado, no quiero que experimente ese dolor de nuevo. Quiero tenerla a salvo”, digo seriamente y puedo escuchar a Yuya suspirar a través del teléfono, si en alguien puedo hablar y confiar es en él. El mayor.

“Suenas realmente preocupado y temeroso, jamás te había escuchado hablar así de nadie”

Miro a Gaya en la cama, aun dormida, tranquilamente y a salvo.

Sería un mentiroso si dijera que no supe cuando fue que me empezó a gustar ella. Probablemente desde que chocamos en el elevador, o cuando tuvo problemas con las llaves de su puerta, algo en ella me intereso, y antes de que me diera cuenta, ambos estábamos escapando de lo que nos podría separar.

Yuya tiene razón, jamás me había preocupado y cuidado tanto a alguien ajeno a mi familia.

“Ella es muy especial para ti”, continua Yuya.

“Ella es especial… algo en ella…”, mi mirada se dirige a la mujer hermosamente durmiendo en frente de mí, “… ella es hermosamente brillante, tiene la fuerza de luchar y no rendirse, es cálida y amorosa…”, sonrío ante el recuerdo cuando llegamos aquí y hablamos de varias cosas, conociéndonos más y más, “… es abierta pero a la vez guarda misterio, aprendo de ella cada día…”, me quedo callado, probablemente Yuya cree que estoy loco.

“Vaya, nuestro Yuto ha crecido…”, dice animadamente.

“La amas, Yuto”, concluye Yuya.

La amo…

He tenido varias novias, nada serio, siempre van y vienen. Pero esta relación, me ha asustado que tanto ha avanzado y que tan seria se ha vuelto. Pero entonces me he dado cuenta, mi atención e interés es completamente para Gaya, solo a ella.

Tiene la personalidad y el aura para que yo me sienta calmado y relajado, poder ser yo mismo, sin tener que ser ponerme siquiera alguna mascara o ser genial enfrente de ella.

Cuando la vi aquella noche en plena calle en la lluvia, llorando, supe que esa era una señal. La señal de luchar y saber si este amor era mutuo. Cuando nos besamos, olvide completamente la fría lluvia que golpeaba nuestros cuerpos, ni siquiera me importo ver que su esposo estaba a escasos pasos detrás de ella, eso solo me hizo profundizar el beso. Cuando ella me toca, es algo indescriptible, un peligroso sentimiento que se apodera completamente de mi cuerpo.

"¿Gaya...?"

"¿Hmm?"

"No, no es nada"

Sonrío. Tuve miedo de admitir mis sentimientos en frente de ella la noche anterior.

“Sí. La amo”