EPILOGO

♥La Promesa♥

Camino por el aeropuerto jalando la pesada maleta, las busco con la mirada y todavía no doy con ellas, eso me impacienta al punto del desespero, no entiendo donde se metieron ya deberían estar aquí, no comprendo tanto retraso, todas las personas a mi alrededor parecen encontrasen con sus seres queridos menos yo, me siento abandonada la verdad, bajo la vista mientras busco mi celular en el bolso con total desgano, cuando está en mis manos timbra fuertemente logrando que de un pequeño brinco mientras paso mi mano por el pecho, ruedo los ojos al ver en la pantalla quien es.

 

-¿Dónde estás?... Yoogeun bájate de ahí, no deberías estar jugando con mi estetoscopio favorito, no entiendo como tu abuelo le pareció buena idea decirte que lo heredarías algún día. -El pequeño refunfuña al fondo, no es de su agrado que su madre no le permita hacer de las suyas.

-En el aeropuerto, no sé la razón por la cual mi esposa no ha venido a recogerme aun. -Contesto con un deje de impaciencia, sé que para ella es difícil venir con las niñas o tal vez mi impaciencia es porque en el fondo extraño a Seohyun, hace unos meses que volvió a Paris con Kyungsan y Yonghwa, simplemente esa es su ciudad, su gente, y bueno… a pesar de que sabía que la extrañaría muchísimo decidí apoyarla en su decisión, la que no se cambia es Hyoyeon que ya tiene de nuevo a Seohyun en el estudio… pero no puedo dejar de sentirme nostálgica, cuando ella era la encargada de venir por mí jamás llegaba tarde a recogerme.

-Mmm supongo que no demora, ten paciencia, el tráfico ha estado terrible por las obras de remodelación. -Trato de calmarle, admito que es esa es una gran posibilidad.

-Supongo que es eso… -Deslizo mis manos por la nuca, vuelvo a buscarla con la esperanza de que esté por ahí buscándome, nada, reviso el reloj y me cercioro que ya van más de 30 minutos aquí, demonios!!! Sigo siendo impaciente. -¿Por qué estás con Yoogeun? ¿Acaso no estás en el trabajo? -Trato de alejar mi mente un momento de la insoportable espera.

-Sí… pero Sooyoung está en el pediatra con Mason, ya sabes… no puede con los dos a la vez. -Mason es su segundo hijo de ocho meses, Sooyoung junto a Sunny decidieron que ya era hora de que Yoogeun tuviera un hermanito así que esta vez fue Sooyoung la que se embarazó, debo reconocer que a pesar de su corta edad ya es compañero de juegos de mi pequeña Eun seol y para nuestra sorpresa es el único que se aguanta su mal humor.

-Entiendo. -Doy la vuelta completa en busca de ella, nada, demonios!!! Decido tomar asiento en la sala de espera estirando perezosamente las piernas.

-¿Ya lo hiciste? -Sunny me regresa con esa pregunta, una sonrisa tonta se dibuja en mi rostro.

-Sí… no lo he confirmado pero algo me dice que todo salió bien. -Mi humor logra cambiar de inmediato recordando la razón detrás mi viaje a New York.

-No sabes lo emocionada que estoy con eso, Phany se va a morir cuando lo sepa. -De solo imaginarlo…

-Lo sé… -Suspiro como tonta mientras mi mano derecha delinea mis cejas, sí, existe manías difíciles de dejar.

-Ya tranquila, no demora en llegar con tus hijas a recogerte, Yoogeun! no pienso repetirlo!!! -Se ve que mi sobrino sabe como desestabilizarla rápido. -Te dejo, no sabes lo inquieto que está, ¿me llamas cuando confirmes?

-Sí enana, cuenta con eso. -La escucho resoplar fastidiada, podrán pasar años y no se acostumbra a que esa sea mi forma cariñosa de tratarla.

-¿Cuándo dejarás de llamarme así? -Ya la imagino haciendo un tenue puchero mientras mueve impaciente sus dedos encima de su escritorio.

-Nunca, acostúmbrate. -Mi risa empieza, tantos años y siempre tenemos la misma discusión tonta.

-Te odio, adiós. -La llamada ha terminado, suspiro pesadamente mientras vuelvo a revisar la hora, decido calmarme y esperar un poco más siguiendo el consejo de Sunny, instintivamente empiezo a mover mis dedos sobre la pantalla táctil de mi celular viendo las fotos que mejor resumen estos años de vida, tantos buenos recuerdos, no sé que tiene las fotos familiares para conservar los instantes buenos, supongo que reservas tus mejores sonrisas para guardarlas en el tiempo y recordarte que la vida puede ser jodidamente buena, una de ellas me hace sonreír como tonta, nuestra boda no fue nada convencional, pero fue la imagen de lo que sentíamos debía ser, estaba tan jodidamente impaciente por casarme con esa mujer…

 

-¿Qué sabes? ¿Te ha llamado? Demonios ya deberían estar aquí. -Camino tres pasos hacia adelante y tres hacia atrás, no tengo mucho espacio la verdad y este vestido no está diseñado para actividad física extenuante, pero no puedo negar el gran trabajo de Heechul, sí, no quiso dejar que otro fuera el encargado, sé que me veo hermosa, espero que ella piense lo mismo.

-Tuvieron un pequeño incidente con el carro, nada para preocuparse, Kwang ya llamó y vienen en camino. -Me detengo cuando mi madre termina de hablar, toma mi mano y me brinda una tenue sonrisa, respiro profundo mientras alzo la vista, todos están a la expectativa, muchos rostros conocidos me sonríen, mi hermano y Leeteuk levanta sus pulgares alegremente, ¿y si no viene? Ay no!!! Trago saliva de mala manera y vuelvo a empezar mi corto recorrido.

-Te puedes calmar. -Hayeon me habla fastidiada, ¿es que nadie entiende? No lo hago de graciosa, cruzo mis cejas.

-Eso lo dices tú porque no eres la que se casa. -Ella rueda los ojos como si hubiera dicho una calamidad.

-Y si sigues así no me das ánimo para volver hacerlo. -Pobre Nichkhun, creo que ella me gana en tener mal humor.

-Por favor solo respira… ella no puede verte así. -Mi madre besa mi frente en un rápido movimiento, asiento dándole la razón, vuelvo a mi posición original, el sacerdote habla amenamente con el juez, supongo que de mis nervios quebrados, solo debo respirar, lentamente empiezo ese movimiento natural llenando de aire mis pulmones, todo está listo, el sitio se ve hermoso con las flores blancas y amarillas, sabía que le iba a gustar hacerlo en medio de la naturaleza,  mi madre se encargó que todo se viera maravilloso, mis sobrinas andan por el lugar con sus hermosos vestidos listas a la orden de entregar los anillos, todo es perfecto… sí, respirar hace que mi mente me dé un poco de tregua, la suave música hace que mi vista se fije en el camino de flores, se ve preciosa en su vestido, su cabello recogido mostrando la medalla de mi nana, su tierna sonrisa junto a ese eyesmile logra hacer que por un momento todo se vuelva lento, mi hermosa princesa de cuentos de hadas…

-Respira. -La voz de mi madre a mi izquierda hace que regrese, tiene razón, dejé de hacerlo en el momento en que sus ojos se encontraron con los míos, alguna vez escuché que la vida no se trataba de respirar si no de los momentos en los que te roban en el aliento, ahora entiendo la verdad que se esconde detrás de esas palabras.

-Es lo más hermoso que he visto alguna vez. -Mi corazón se agita al tenerla tan cerca, su mamá toma firmemente su brazo para entregarla, soy tan jodidamente feliz.

 

Sí, casi no podía respirar, ella tiene esa bendita habilidad de dejarme sin aliento… ese recuerdo en particular lo llevo grabado en mi mente, cada paso hasta llegar a mi lado, nuestros votos, las dos desde el comienzo decidimos hacerlos propios jajaja se nos quebró la voz más de una vez por la ansiedad...

 

-Te prometo besos robados, seguir tomando tu mano sin importar nada, ser tu cómplice en todo, la amiga que escucha pacientemente como ha sido tu día, ser el hombro en el que apoyes tu cabeza cuando todo se vea gris… Dios… prometo abrigar tus noches, te prometo mis risas, mis lágrimas, mi último aliento, yo, Tiffany Hwang te prometo mi vida. -La argolla se desliza suavemente por su dedo, su mano tiembla al igual que la mía, trato de aguantar las lágrimas, ella se ve que no lo lleva mejor que yo, esto nos sobrepasa.

-¿Por qué tenías que dejármela tan difícil? -Algunos ríen por nuestros nervios. -Aunque admito que siempre lo has hecho, ahora entiendo que no fue casualidad que un día bajo un árbol te hiciera prometer que siempre estrecharas mi mano, mi corazón ya entendía que eras tú, por eso yo te prometo Kim Taeyeon estar siempre… siempre tuya, ser la razón de tus sonrisas, la causante de tus alegrías, nunca dejar de ser tu mejor amiga, te prometo mi eternidad. -El anillo lentamente termina de apropiarse del lugar al que siempre va a pertenecer, todos parecen estar conmovidos por la escena.

 

Después del típico ahora las uno en sagrado matrimonio, del suave beso que nos terminó de unir, de las firmas ante el notario para hacerlo legal, de caminar bajo una lluvia de pétalos de rosas, llegó nuestro primer baile, Dios!!! Cuando anunciaron nuestra canción y estreche su mano para bailar, en ese momento entendí que  ese solo era el comienzo de todo…  el sonido de los altavoces me hace volver a la realidad, reviso el reloj, ashhh!!! ¿Qué habrá pasado?, cuando estoy a punto de marcar las veo, todo mi ser sucumbe a lo que mis ojos perciben, mi esposa anda con la pequeña Eun seol en brazos mientras mi madre y mi suegra tratan de seguirle el paso a Min seol y a Nam seol que las halan por el lugar, deciden dejarlas correr a gusto, ellas ya saben que sigue… mi corazón se agita con la visión, Phany me señala y los ojos de Eun seol se iluminan, sus manitas se alzan en el aire a la espera de que la tome en brazos, y sí, sigo viéndola en cámara lenta, mi estomago se contrae y salta alegremente, deslizo mis manos por mi vientre… sé que me espera muchas explicaciones de porqué me demoré más de la cuenta en New York, suspiro profundamente mientras me pongo en pie y solo atino a no caer aparatosamente cuando siento como mis piernas son aprisionadas por las gemelas, cada una me tiene de una pierna haciendo que me detenga, siempre le gusta hacer eso, supongo que les parece divertido, mis manos se deslizan por sus largas cabelleras negras, ellas solo sonríen entrecerrando sus hermosos ojos, las amo tanto, decido seguirles el juego, en realidad siempre se los sigo, que no daría por verlas felices, después de luchar caminando como un zombi y que más de uno en esa sala de espera sonría viendo mi particular caminata por fin logro llegar hasta mi esposa, nos vemos un momento antes de besarnos tiernamente, un “Te amo” de parte de las dos queda en el aire, tomo en brazos a la pequeña Eun que me abraza con sus manitas mientras me ve fijamente, puede ser tan solo una bebe de diez meses, pero ella ya es una personita muy compleja, supongo que también me reclama a su manera que me haya demorado en mi viaje.

-Te extrañamos mucho, no entiendo si era un viaje de tan solo una semana cómo terminó siendo de dos. -Phany se queja apaciblemente, sí, no me puedo escapar a sus reclamos, las niñas siguen agarradas firmemente de mis piernas, no sé cómo me sostengo.

-Lo siento, luego te explico… también te extrañé y a las niñas. -Las gemelas hablan un extraño lenguaje entre ellas, es algo que todavía nadie ha podido descifrar, mientras Eun mmm a ella no le gusta mucho hablar.

-Eun ha estado muy irritada estos días, sé que es porque no estabas en casa. -Phany me hace salir de mis cavilaciones, desliza su mano por la espalda de Eun seol mientras sus ojos me ven a la espera de que diga algo.

-Sí lo sé, pero también es porque le duelen sus dientecitos, ¿cierto chiquita? -Ella solo me ve fijamente con sus pequeños ojos onice, sí, nos parecemos tanto, mi madre a veces se sorprende del gran parecido.

 -¿Cómo lo sabes? -Phany sonríe con el ceño fruncido, no sabría explicarle la verdad, supongo que con solo verla puedo saberlo.

-Solo lo sé… -Levanto holgadamente los hombros, Phany recibe de nuevo en brazos a Eun mientras le revisa los dientecitos cuidadosamente.

-¿Por qué se demoraron tanto? Ya pensaba que tenía que buscar un taxi para llegar a casa. -Mi esposa voltea a ver abajo seriamente, ya presiento que pudo haber sido.

-¿Tú qué crees? A estas niñas les pareció que era gracioso esconderse en el baño… -Las señala repetidamente mientras ellas solo sonríen.

-Qué tiene eso que ver… -La interrumpo, no veo como eso pudo demorarlas tanto.

-De hombres, estaban escondidas en el baño de hombres… no sospechábamos que estaban en el último cubículo de ese feo lugar, faltó poco para que nos diera a todas un infarto, ni que decirte de la policía que ya iban a emitir alerta máxima por menores extraviados en un aeropuerto internacional.  -Así que eso era, las niñas halan de mi jean mientras empiezan a balbucear palabras extrañas, ya hemos consultado a varios especialistas y según ellos eso es normal en gemelos, es su forma particular de comunicarse cuando no quieren que los demás se enteren de sus cosas, bajo la vista y ellas no parecen aludidas por el regaño de su madre.

-¿Cuándo dejarán las travesuras? A veces no es gracioso. -Me hinco para besar sus tiernas mejillas, ellas me ven sin decir nada, no me gusta llamarles la atención, pero me preocupa su manía de esconderse. -Cuando llegue a casa hablamos señoritas y sí… les traje muchos regalos. -Las niñas levantan sus caritas al tiempo sonriendo, las dos parecen dos gotas de agua, a veces es difícil diferenciarlas, pero he aprendido a leer todos sus gestos para no caer en sus travesuras, deslizo mis dedos por sus mejillas antes de besar sus frentes, las amo con todo y locura.

-Estás juntas son un terremoto… -Mi madre llega a nuestro lado, supongo que sabe de lo que habla, debo aceptar que sus abuelas son sus víctimas favoritas, y pensar que muy pronto solo cumplirán tres años, no quiero imaginar las travesuras más elaboradas a las que tendremos que enfrentarnos más adelante, me pongo en pie mientras les sacudo su cabello con mis manos.

-Hola mamá… -La saludo con un beso en la mejilla y un gran abrazo, me separo y veo a la mama de Phany que ve entretenida a Eun seol, supongo que Phany le está mostrando los dientes mientras recibe consejos de como aliviarle el dolor. -Hola suegra.-Ella tuerce los labios levemente, no les gusta que la llame de esa forma, no se ha dado a la idea y pensar que la primera vez se lo dije con los nervios quebrados por la ansiedad cuando me entregó a su hija en el altar, me parece todavía verla completamente seria diciéndome “Cuídala como tu mayor tesoro” y de todas las posibles respuestas que pudieron salir de mi boca en ese preciso instante solo una mi torpe cabeza pudo hilar, “Siempre suegra” ya sé, eso fue estúpido, pero entiendan que eso pasó en medio de mi estado de enamoramiento al ver a Phany en su vestido de bodas, estaba preciosa, menos mal que Kwang sonrió tenuemente aquella vez, supongo pensó que solo sería ese día, pero para mi propia sorpresa es algo que quedó en mí y creo que después de tanto tiempo se me es permitido ciertos privilegios, ¿acaso no soy la única que puede llamarla así?

-Que no me digas así. -Me recrimina mientras nos saludamos de beso en la mejilla, a veces no me acostumbro a que nos llevemos tan bien, pero bueno… la vida te puede hacer dar muchas vueltas hasta llegar al lugar al que siempre perteneciste. -No entiendo tu fascinación por llevarme la contraria, sabes que puedes llamarme Kwang a secas. -Termina de hablar elevando su ceja derecha y con sus manos en la cintura.

-Jajaja ya sabe que no lo haré. -Le doy mi mejor sonrisa a lo que ella responde igual, sí, ya sabe que es una lucha perdida conmigo.

-Ella Siempre ha sido así, le gusta llevar la contraria, créeme es mejor que te rindas. -Mi madre le habla colocando su mano sobre su hombro, ellas se han convertido en grandes amigas, creo que las dos lo necesitaban después de perder el amor de su vida.

-Mejor ya vamos a casa… mi esposa debe estar agotada por el largo viaje. -Phany las interrumpe regalándome una tierna sonrisa seguida de un suave beso, el cosquilleo en mis labios no se hace esperar, después de cuatro años de matrimonio la magia sigue ahí, las abuelas se hacen cargo de las gemelas estrechando sus manos con firmeza, imagino que ya no quieren más sorpresas por el día de hoy.

-No te das una idea, solo deseo mi cama en estos momentos. -Contesto con simpleza mientras arrastro la maleta, pronto empezamos la marcha hacía el parqueadero, es inevitable que un gran bostezo salga de mi boca, todavía tengo desfasado la rutina de sueño por la diferencia horaria, las niñas se acomodan en la camioneta con ayuda de sus abuelas y mi esposa me acompaña a subir la maleta en la parte posterior, mis manos se deslizan por el vehículo familiar, pensar que años atrás solo manejaba mis carros y motos de colección que eran mi adoración y ahora… he dejado todo eso atrás, ahora soy una mujer de familia que no puede darse ese lujo, espero que algún día ellas entiendan que ese ha sido un sacrificio que solo por ellas podía haberlo hecho.

 -Por cierto… mañana las abuelas cuidan a las niñas por un par de días. -Volteo a verla rápidamente, sí, tiene ese gesto que me fascina, mañana tendremos unos días solo para nosotras, de solo pensarlo siento mariposas en el estomago, sí, no pude dejar de ser tan cursi, termino de acomodar la maleta y la acerco a mi cuerpo enredando mis brazos en su cintura, nos besamos levemente viéndonos a los ojos fijamente, como tratando de recuperar esas dos semanas sin vernos… sin sentirnos.

-Sabes que te amo Tiffany de Kim. -Sí, ella decidió tomar mi apellido, Phany nunca dejará de sorprenderme, en el momento de planear nuestro futuro esa noche en la que le propuse matrimonio ella decidió que así sería.

-Mmm creo que ya lo sospechaba. -Las dos reímos al tiempo como bobas hasta que el claxon del carro empieza a sonar sin cesar, gruño mientras ella estrecha  su mano con la mía, su calorcito me hace volver a sonreír.

 

 

  • ··············

 

-”She was more than beautiful, closer to ethereal, with a kind of down to earth flavor.” -Estamos en la bañera de mi antiguo apartamento, sí, ahora es nuestro lugar cuando queremos escapar un poco de la rutina, es tan fascinante tenerla así, recostada a mi pecho mientras le canto al oído, disfrutando de la espuma como niñas pequeñas.-“Anybody seen my baby, anybody seen her around, love has gone and made me blind, I've looked but I just can't find, she has gotten lost in the crowd” -Termino aferrando mis dientes al lóbulo de su oreja a lo que ella responde estirando su cuello, estos momentos así son los que vale la pena vivir.

-Me fascina que cantes, especialmente esa canción… simplemente logras dejarme sin aliento todas las veces. -Desliza su mano por mi nuca, no puedo creer que me diga eso cuando es ella la de increíble voz.

-Sí querías sonrojarme lo has logrado. -Ella gira su cabeza tratando de ver mi rostro.

-¿En serio? -Pregunta entre divertida y confundida, pero es cierto, asiento antes de recostar mi cabeza en su hombro con un tierno puchero.

-Sí… te amo tanto, amo mis hijas, amo la vida que estamos construyendo, amo todos los momentos en los que todavía tienes la habilidad de hacer que mi mundo se detenga cuando me ves. -Nos besamos tenuemente antes de seguir en nuestras posiciones originales, es bueno un poco de calma después del remolino de emociones con la que entramos aquí, sí, las ganas siguen ahí, así que después de una cena maravillosa prácticamente llegamos arrancándonos la ropa y dejándonos llevar, repito, creo que tener este deseo intacto a pesar del tiempo es una dicha con la que pocos cuentan.

-Lo sé, me pasa igual, tú y las niñas son mi vida… no te das una idea de cuánto te extrañamos, poco o nada pude dormir sin tenerte a mi lado con todo y ronquidos. -Suspira pesadamente, no puedo creer que siga insistiendo en que ronco, pero sé de qué habla, a mí me pasa igual, no sé cómo fue que desarrollamos esta necesidad de dormir juntas, pero eso es, una necesidad con la cual no hemos podido luchar. –Nam y Min no dejaban de llamar la atención escondiéndose y Eun seol… ella es una versión tuya, no pudimos quitarle su mal humor, incluso intenté hacerles cosquillas con besos en su barriguita y eso le molestó, creo que eso es en lo único en lo que no se parecen. -Ellas también me hicieron mucha falta, pero sé que esa semana de más era algo necesario.

-Jajaja no debiste hacerlo. -Phany vuelve a girar su rostro confundida por mi risa, ya imagino a la pequeña Eun seol con las cejas cruzadas y completamente molesta.

-¿Por qué? a ti te gusta que te haga cosquillas…

-No amor, no me gustna las cosquillas, me gusta que solo tú lo hagas, ya Eun tendrá ese alguien con quien le gustará también. -De solo pensar que en unos años debemos dejarlas ir me inquieta, no quiero pensar que seré de esas madres sobreprotectoras. -Voy a tomarme un tiempo de la fotografía, no quiero viajar tan seguido y extrañarlas hasta el cansancio, eso no es sano para mí, ni para ti, ni para ellas. -Solo algo tan importante podía haberme retenido de más, trato que mis viajes sean cortos y no tan seguidos.

-¿Estás segura? Sé que amas la fotografía, es tu pasión, tu vocación, estás en el mejor momento de tu carrera… -Ella y sus preocupaciones, me encanta pensar que Phany es mi mayor admiradora, mis manos se deslizan por su vientre no dejando espacio entre nuestros cuerpos, puedo entender la razón de sus dudas.

-Amo más a mi familia, amo los momentos con las niñas, jugar con ellas como si fuera una chiquilla construyendo castillos en la sala, los paseos interminables al zoológico en donde nos hacen leer sobre cada animal a pesar de que nos quedemos casi sin voz al final del día… pero especialmente amo como Nam y Min llegan saltando y riendo a despertarnos los domingos en la mañanas a nuestra cama y yo voy por Eun seol y vemos todas en familia televisión… además la fotografía seguirá ahí cuando regrese. -Su cuerpo se relaja con mi respuesta, besa mi mejilla mientras respira pausadamente.

-Dios… sabes que te apoyo en todas tus decisiones, y las niñas serían muy felices teniéndote más tiempo en casa. -Su cuerpo está rígido, algo no está del todo bien con ella.

-¿Qué te inquieta? -Phany se mueve tratando de acomodar mejor su cuerpo.

-Amo a mi familia, lo sabes, pero…

-¿Pero? -La insto a que continúe mientras mis manos se mueven delicadamente por su cuello haciéndole un leve masaje, solo deseo que se relaje y le sea más fácil hablar.

-Tú sabes que quiero una familia grande, prometimos que así sería… -Ya sospecho para donde va todo esto, sonrío de medio lado.

-Y lo hemos venido cumpliendo, tres hijas en menos de cuatro años está por encima del promedio, ¿no  crees?

-Sí… pero quiero otro hijo y antes de que me digas que eso se puede arreglar deseo que esta vez seas tú la encargada.-Suspiro pesadamente mientras mis manos se detienen, no sé que responder en este momento, debía tener una respuesta preparada, esto era algo que tarde que temprano iba a salir, demonios!!!

-Yo…

-No sabes la ilusión que me embarga imaginándote así… solo te pido que lo pienses. -Ella no me deja terminar de hablar, la punta de sus dedos se mueven por la extensión de mis brazos.

-Está bien… pero mejor salgamos, ya nos estamos arrugando como viejitas, no quiero quedarme así para siempre. -Una pequeña risa sale de su ser, les hemos hecho creer a las niñas la loca teoría de que si se quedan mucho tiempo en el agua se quedaran arrugaditas como viejitas para siempre, tonto lo sé, pero son pequeñas y es la única forma en las que no escuchamos tantas protestas de su parte.

 

Estamos en la cama terminando de disfrutar estos momentos de paz, la verdad es que a pesar que adoramos con locura a nuestras hijas a veces es necesario un momento de intimidad en donde el tiempo no importa o si estamos haciendo mucho ruido como para despertarlas. -Todavía no me has explicado la razón de quedarte una semana más en New York. -Mis labios se mueven por su cuello dejando besos perezosos, levanto la vista y ella está ahí con sus ojos clavados en los míos a la espera de que responda, mi rostro delinea una sonrisa traviesa, llevo todo este tiempo tratando de evadir esa pregunta.

-Jajaja ya estaba esperando que volvieras a preguntarme. -Me bajo de su cuerpo y me acomodo a su lado colocando mis manos como soporte de mi cabeza.

-¿Y entonces? -Da media vuelta para verme, giro el rostro y se ve que ella ya está cansada de tantos rodeos de mi parte, pasa su cabello suelto a un lado delicadamente y mis ojos no pueden despegarse de ella, se ve preciosa.

-Bueno… como sabrás Leeteuk no se cambia por nadie desde que Jessica quedó en embarazo y si a eso le sumamos que los trámites de adopción de Hyun woo están avanzados y en próximos días estará el pequeño en casa, así que como comprenderás el tiempo de Leeteuk es limitado y pidió mi ayuda para varios proyectos. -Esa es la mitad de lo que realmente pasó, la verdad espero muy pronto decirle todo, quiero creer que fue lo mejor. -Ni que decir de los innumerables preparativos para los nuevos integrantes de la familia, Jessica me hizo acompañarla a escoger cosas para el bebe, terminaba siempre agotada. -Jessica tiene una hermosa barriguita que pensó nunca tendría, según sus médicos ella padecía infertilidad desconocida, es decir que por alguna extraña razón no podía concebir, así que ella junto a Leeteuk no se amilanaron por la noticia y decidieron adoptar, al fin y al cabo Jessica sabe el bien que se le hace algún pequeño al llegar a un hogar donde le espera con mucho amor, tenían todo listo para la llegada de Hyun woo, un pequeño que los había cautivado con sus grandes ojos oscuros, la vida iba según lo planeado para ellos hasta que un pequeño retraso sumado a los constantes mareos matutinos de Jessica la hicieron hacerse un chequeo rutinario confirmando que una personita venía al mundo contra toda las predicciones de los médicos, y bueno… la decisión de adoptar no era contraria a la noticia, adoptar es un acto de amor y no por llenar un vacío en una casa.

-Entiendo. -Sus dedos se mueven lentamente por mi vientre haciéndome contraer constantemente, pensar que con un solo toque se puede sentir tanto.

-Se ve hermosa… nunca la había visto tan ilusionada. -Sus dedos se detienen, giro mi rostro y la veo con su ceja enarcada.

-Ah sí…  -Bajo saliva.

-Phany… ya sabes a que me refiero. -Mi suave tono de voz la hace bajar las defensas, sí, ella no dejará de ser celosa, pero la entiendo, puede pasar el tiempo pero Jessica seguirá siendo mi primera novia y eso a ella no se le olvidará nunca, es igual que cuando apreció un buen día Siwon en la puerta de nuestra casa, al comienzo dudamos que fuera él, verán… después de años de no tener ninguna noticia suya él llega con su cabeza rapada y vestido con una llamativa túnica, resulta que en el viaje que decidió emprender después del divorcio terminó en el Templo de Hanshan en China y allí en medio de una epifanía resolvió convertirse en monje budista, hacía pocos días había regresado al país para ver a sus hermanas y decidió buscar a Phany para hablar, sí me preguntan no estuve muy contenta con eso, pero decidí no intervenir, ella parecía deslumbrada con su cambio y su recién adquirida “sabiduría”, así que sí, puedo entender la prevención de Phany.

-Lo sé. -Su vista se fija en el techo mientras respira pausadamente, un suave suspiro me hace entender que alguna idea se ha establecido en su cabeza.

-Mmm tal parece que debo demostrarte una vez más que solo tú eres la mujer de mi vida. -Me incorporo encima, ella me ve divertida por el movimiento.

-No lo estoy dudando. -Beso su cuello dulcemente.

-De todas formas me encanta hacerlo. -Una sonrisa cómplice se forma en nuestros rostros, sin afanes empezamos de nuevo, las caricias se mueven deliciosamente mientras el deseo en cada poro surge como una avalancha de emociones, adoro los gemidos de esta mujer rogando por más, eso siempre es un espectáculo.

 

Mis dedos siguen entrando y saliendo, su pierna está enredada en mi cintura ejerciendo presión, sí, después de todo este tiempo sigo pensando que estar dentro de ella es una vuelta al cielo, Phany se aferra más fuerte logrando agitarme. -Hazlo. -Escasamente tengo aire para esa petición, no sé como todavía somos capaces de enfrascarnos en esta lucha que por momentos parece interminable, perlas de sudor se forman en nuestros rostros, todo se siente tan… caliente, sí, esa es la mejor palabra para expresarlo, es como un fuego que arden con prisa por nuestros cuerpos, ella sonríe, le encanta hacerme esto, ella sabe que lo necesito.  -Por favor. -Me regala una última sonrisa antes de que sus dientes se aferren a mi piel hundiéndose firmemente, esa sensación que empieza en mi hombro rápidamente se replica por toda mi espina dorsal, el clímax hace que la punta de los dedos de los pies se adormezcan, disfruto de los rastros de esa sensación, reímos como tontas, nos besamos sin prisa hasta que el aire caliente nos hace tomar distancia, me incorporo sin prisa a su lado percibiendo los latidos de mi corazón en mis oídos.

-Te amo. -Me dice estrechando mi mano, estoy como ida, como si no pudiera tomar consciencia de mi cuerpo.

-Yo más. -Exhalo sonoramente mientras estiro mis músculos torpemente, ya el sueño quiere vencerme, mis parpados parecen pesar más de la cuenta.

-¿Es por qué tienes miedo? -De pronto me sale con esa pregunta, sí, el sueño parece que se ha ido con tan solo eso.

-¿Qué cosa? -Regreso la pregunta, ella no me ve en ningún momento, parece que su conversación fuera con ella misma y no conmigo.

-Aunque debí sospechar que tu miedo a los hospitales no estaba del todo superado… pero sabes que eso podemos superarlo juntas. -Ya sabía yo que ella nunca me creyó cuando le dije que ya no le temía a los hospitales ese episodio simplemente me perseguirá por siempre…

 FLASHBACK..

Estamos nerviosas y ansiosas por el primer ultrasonido del bebe, según la doctora Moon lo más probable es que logre encontrar el lugar exacto para escuchar los latidos del bebe, Phany se ve preciosa con su vientre ligeramente prominente, ella se acomoda en la camilla según las indicaciones de la doctora, yo mientras me muevo nerviosamente, el temor a los hospitales no se ha ido, sé que puede sonar irracional pero siento que me falta el aire, trato de no ver los utensilios médicos, ese color cromado me inquieta, mis manos sudan y trato de limpiarlas con mi jean, cuando visitaba mi padre trataba de no pensar que estaba en un hospital y a decir verdad esa habitación daba la impresión de ser de un hotel, esa es la razón de que no saliera de allí una vez entraba, las enfermeras prácticamente me sacaban cuando era necesario, suspiro pesadamente tratando de relajarme, la doctora coloca el gel en el vientre de Phany, las dos voltean a verme y yo solo trato de sonreír, supongo que no se verá muy bien con el estrés que me gasto en estos momentos, pero debo ser fuerte, mi esposa estira su mano indicándome que la estreche, camino lentamente y la tomo entre la mías antes de besarla con ternura.

-Mmm este bebe es un poco escurridizo. -La amable doctora trata de mover el doppler en busca de nuestra pequeñita, sí, Phany está segura que es una niña, ya le he dicho que eso no puede saberlo pero anda de mal humor, supongo que gracias a sus locas hormonas, así que decidí no contradecirla, cuando todo parece ser silencio un sonido como si se tratara del galope de un caballo desbocado retumba por el lugar, nos vemos con los ojos rojos y cristalinos, ese sonido hace que mi propio corazón trate de imitarlo en velocidad, beso su frente mientras mis ojos se clavan en ella, la doctora sonríe alegremente mientras ve su reloj, supongo que midiendo los latidos por minuto, todo marcha bien hasta que el sonido se replica y ahora son dos, supongo que Phany también está nerviosa.

-¿Es lo que estoy pensando? -Phany me aparta con sus manos aparatosamente para ver a la doctora, no entiendo su comportamiento.

-Sí, eso parece, creo que sus planes acaban de cambiar un poco. -Ella le sonríe y sigo sin entender.

-¿Están bien los dos? -Pregunto tímidamente tratando de calmar la ansiedad.

-Sí, nada de qué preocuparse por el momento. -Su respuesta hace que la intensidad de mi ritmo cardíaco baje un poco.

-Todo está dentro del plan, tranquila preciosa. -Vuelvo a besar su frente, me despego un momento para verla mejor pero ella está con la boca entreabierta y con un inusual gesto en su rostro.

-Creo que no has entendido. -Me dice descolgando ligeramente su cabeza a un lado.

-Claro que sí he entendido, tú estás bien, el bebe también, todo está dentro del plan. -Después de huir de la idea de pensar a futuro ahora es lo único que hago, la habitación ya está asignada, ya compramos ropita y accesorios en medio de largas charlas planeando sus primeros años de vida.

-Señora Kim creo que se equivoca. -La doctora me interrumpe con el ceño ligeramente fruncido.

-No, el corazón del bebe suena bien al igual que el de mi esposa. -¿Acaso eso no fue lo que me dijo? de nuevo mi corazón se dispara y siento las fuertes oleadas de adrenalina recorrer mi sangre.

-No…  ese sonido no es el de su bebe y el de su esposa, es solo de los bebes. -Siento como si un gran peso se abalanzara sobre mí, trato de ponerme en pie y mis piernas tiemblan.

-¿B..bebes? -Eso no estaba dentro del plan, trago saliva de mala manera, deslizo mi mano por mi frente, solo esperamos uno, y ahora me dicen que son dos, trato de coordinar todo lo que debemos hacer y eso solo logra que termine de marearme.

-Sí, felicitaciones, son gemelos. -Solo doy dos pasos y todo se vuelve oscuro.

Mis ojos se abren lentamente tomando conciencia, el dolor de cabeza no se hace esperar, estoy recostada en la camilla de la doctora Moon, Phany está colocando una compresa fría en el lugar de dolor con una sonrisita, ¿se está burlando de mí?

-No me gustan los hospitales. -Phany besa mi barbilla, me siento como niña pequeña que acaba de sufrir el susto de su vida.

-¿Todavía le temes? -Me pregunta tratando de contener la risa.

-No dije eso, solo que no me gustan. -Retiro la vista a un lado, ya quiero irme de este lugar, despertar en un hospital es de lo peor.

-No vuelvas a darme un susto de esos. -Me dice de forma socarrona, frunzo el ceño, no me gusta que se burle, ella parece darle gracia mi estado tan patético, pero  me relajo con sus besos tiernos, ella sabe que eso logra calmarme sobremanera.

 

Solo percibo sus palabras a lo lejos, sacudo la cabeza torpemente regresando. -Para un momento…  -Ella me ve fijamente, muerdo mi labio inferior antes de girar mi rostro y verla con mis ojos de cachorrito, he tratado de apartar mi miedo a los hospitales. -No le temo a los hospitales o bueno… ya no tanto…

-Sé que sería un niño precioso. -Me interrumpe con una gran sonrisa.

-¿Niño? -Pregunto dudando de si escuché bien.

-Sí, un precioso niño. -Es como si pudiera verlo en su mente, sus ojos se pierden con la imagen que logra crear.

-¿Pero cómo puedes saberlo? -Se dibuja una sonrisita tonta, ya debería estar acostumbrada a sus predicciones que debo aceptar siempre han sido acertadas.

-¿Cuándo me he equivocado? -Me dice orgullosa sacando levemente el pecho.

-Jajaja acuérdate que según tú esperábamos solo a Nam. -Sí ese era el nombre escogido antes de saber que eran dos, nuestra pequeña valiente.

-Solo me equivoqué en cuantas eran. -Me contesta burlonamente mientras empieza hacerme cosquillas, me sacudo torpemente debajo de su cuerpo, ella siempre tiene control de mí cuando hace eso.

-Ya… me rindo… jajaja por favor no más. -Se sienta en mi cadera moviendo sus labios graciosamente, sabe que ha triunfado cuando suplico por piedad.

 -¿Entonces? -Vuelve a preguntarme mientras sus dedos se mueven por mi vientre con una sonrisita en sus labios.

-Mejor llamemos a las niñas antes de seguir, no quiero imaginar lo que estarán haciéndole a sus abuelas. -En un solo movimiento me escabullo ágilmente a la puerta, ella se incorpora siguiendo mis pasos.

-Tae!!! -Solo soy capaz de reír antes de marcar el numero de mi mamá, me acomodo en el sofá colocando mi cabeza en el cómodo soporte, Phany llega recogiendo su cabello, me encanta la forma delicada con las que hace esa tarea tan rutinaria, sus ojos me ven fijamente, ella sabe que hui como cobarde para no seguir hablando, pero decide dejarme un momento para hablar tranquilamente, supongo que ella también las extraña, no podemos negar que son nuestro mayor tesoro, Phany pide el teléfono para hablar acerca del dolor de dientes de Eun. -Gracias mamá… sí nosotras estamos bien, no… no es lo que estás pensando… mañana volvemos temprano, no, nada de dulces después de las tres de la tarde, que sí mamá, ya lo estamos discutiendo, adiós. -Phany termina la llamada, sus hermosos ojos me ven con una ligera mueca de reproche.  -¿Más tranquila?

-Mmm sí. -Le extiendo los brazos y pronto su cabeza descansa en mi pecho, aspiro ese olor a vainilla que me fascina al igual que el movimiento de sus dedos por mi costado, es tan… relajante. -Esas dos parecen llevarlo bien. -Confiamos solo en ellas para cuidarlas, lo sé, somos un poco protectoras pero difícil no serlo cuando amas tanto a tus hijas.

-Sí, son muy buenas amigas hasta puedo afirmar que se han vuelto muy cercanas. -Phany arrastra la última palabra dejándome un poco confundida con lo que quiere decir.

-¿A dónde quieres llegar? -Me separo un momento para verla a los ojos, ella muestra serenidad.

-No sé… a veces parecen muy cercanas. -Hace el signo de comillas en el aire, sé que mi rostro ha perdido colores con eso.

-No…eso no puede ser, ashhh ya no juegues conmigo. -Su risa contagiosa empieza separándose un momento producto de los espasmos de tanto reír. -Sabes que no es nada gracioso. -Cruzo los brazos fingiendo molestia, resoplo moviendo la cabeza de un lado a otro, eso solo hace que ella incremente su risa, después de unos minutos Phany retira unas pequeñas lágrimas de su rostro.

-Sí lo es… hubieras visto tu cara, de antología. -Me señala repetidamente y finalmente me rindo, ella es la única que me hace esas bromas.

-Ya deja, por poco y me lo creo.

-Como vas a creer eso, ellas nunca serian capaces. -Mmm hora de mi pequeña venganza, mi mente rápidamente máquina las palabras.

-Ah no… mmm lo dirás por tu madre, porque la mía no teme a experimentar. -Su rostro cambia abruptamente con lo último.

-Ya déjalo, no voy a caer. -Sé que aunque lo niegue ha picado en mi trampa.

-¿No me crees? Ve mis ojos.  -Phany se reincorpora viéndome fijamente. -Mi madre ya ha besado a una mujer. -Hablo lentamente, alargando cada palabra, ella niega con la cabeza y vuelve a verme detenidamente a ver si hay mentira en mis palabras, lamentablemente para ella yo no miento. -Tu madre no está tan mal.

-No… pero…

-Jajaja ya, te estoy jodiendo. -No aguanto su palidez, imagino que ella si se hizo una imagen mental de la situación, jajaja épico.

-Debí saberlo, no puedo imaginarme a tu madre besando a una mujer. -Ni yo tampoco, pero así fue según sus palabras, una fase de locura en la universidad antes de conocer a mi padre.

-Pues eso si es cierto, pero creo que su relación es de solo amistad, ya sabes que nuestros padres no están, eso es difícil de sobrellevar y que mejor que una persona que te hace compañía y sabe por lo que pasas.  -Sí, las dos han pasado por lo mismo y además ya somos familia, así que su amistad es algo que las termina de unir. -Ven aquí. -Ella vuelve a recostar su cabeza en mi pecho, mis brazos la rodean percibiendo ese calorcito que me matael cansancio no demora en pasarnos factura de cobro y las dos lentamente caemos en un profundo sueño.

 

Mis dedos se mueven sin tocarla solo percibiendo el calor de su cuerpo desnudo, ella parece inocente a mis inexistentes caricias, mi vientre se mueve alegremente, verla dormir es un placer que he ido adquiriendo.

-Te amo cada día más, de formas diferentes, inimaginables, algunas un poco tontas debo aceptar… por ejemplo amo la forma en que mueves tu nariz cuando respiras profundo, pareces un tierno conejito, Dios, eres mi dulce ensueño… eso eres tú, mi eterno descubrir. -Ella pasa su mano por la nariz producto de las ligeras cosquillas. -Cuando te darás cuenta que no puedo decirte que no, que sé lo quieres incluso antes de pedirlo, que al igual que tú descubrí que puedo ver a través de ti, que no es nada sobrenatural, que es solo el resultado de ver con mi corazón hasta el más pequeño detalle. -Sí, ya sabía que deseaba tener un bebé, así que solo seguí mi corazón y esa promesa de dar hasta mi último aliento solo por verla sonreír, viajé a New York para cumplir con mi trabajo pero también fui a visitar la clínica donde siempre hemos hecho el procedimiento, así lo decidimos cuando Leeteuk cumplió con la apuesta, menos mal tenía a esos dos a mi lado dándome apoyo y no permitiendo que palideciera estando en ese lugar y bueno… debía quedarme unos días para descansar y recibir todos los consejos de Jessica acerca de cómo lidiar con los mareos matutinos… Phany respira profundamente, su cabello suelto roza ligeramente su pecho, mi vientre se contrae, aunque no he hecho la prueba puedo saberlo. -Mi pequeño Bong man, sí, ya sé que estás ahí, lo sé por la forma en la que me haces estremecer cada vez que la veo, ella simplemente es adorable… sí, cuando la veas la vas amar igual que yo, sabrás que es sentir calidez cuando te abrace con firmeza, ella es tu mami. -Phany se sacude con el sonido de mi voz, mis dedos se deslizan por su rostro. -Sabes que te vamos a esperar con mucha ilusión, pronto estarás en una familia que desborda amor, tendrás tres hermanas que aunque un poco particulares serán tu soporte en momentos difíciles, solo trata de no sacarlas de quicio, son un poco… temperamentales, sí, debo confesar que eso lo han sacado de mí, pero también saben sonreír y abrazar en el momento justo, eso lo han sacado de tu madre. -Phany abre lentamente los ojos un poco desubicada del lugar, después de cerciorase que seguimos en el sofá voltea a verme.

-Mmm ¿Con quién hablas? -Su voz adormilada me dice que sigue con sueño, sonrío al aire, es hora de decirle todo.

-Con Bong man. -Sé que es el nombre perfecto, un pequeño homenaje a su padre que tanto amó.

-Espera ¿con quién?... -Sus ojos se abren entendiendo todo. -¿Por eso te demoraste en New York? -Baja saliva mientras sus manos se mueven por mi vientre.

-Debía comprobarlo antes de decirte y ese extraño estremecimiento en mi vientre es nuestro pequeño Bong man que se alegra cada vez que escucha tu voz. -Es imposible no sentir como la vista se nubla con las lágrimas de felicidad.

-Te amo. -Antes de responder sus labios atrapan los míos, nos besamos lentamente, ella se mueve delicadamente tratando de no ejercer presión.

-Sí enloquezco al igual que tú y no permito que te acerques vas a tener paciencia, y espero que cumplas con todos nuestros antojos. -En los dos embarazos no permitía que me le arrimara, según ella mi olor le fastidiaba, tomaba duchas más de tres veces en el día solo para permitir que me acercara, sí, tuve que ser paciente, aunque admito que todo valió la pena, ella siempre se veía hermosa, no cambiaría nada de lo que hemos vivido juntas.

-Lo que tú quieras princesa. -Sus dedos se entrelazan con los míos, la vida no es fácil, jamás lo será, no te prometo felicidad sin lucha y sacrificio, pero te prometo que vale la pena vivirla mi pequeño, todo se trata de encontrar esa persona con la que deseas superar todos los retos, esa que con una sola sonrisa logra iluminar tu día.

-------------------------------------------------------------------------Ahora si....♥Fin♥-----------------------------------------------------------------------

Fue un gusto haberles presentado La Promesa en su versión Taeny, sin duda uno de los mejores fics que he leído en mi vida.  Esta historia se basa en un sinnúmero de emociones como buenas, malas, alegres, tristes, etc. Pero principalmente se basa en el amor, ese único sentimiento que no tiene límites ante nada, no importa la raza, color o incluso o. Si algo aprendí en esta historia es que amor es amor, no importa de quien o que venga. 

 

Espero que a muchos les haya gustado esta historia y tal vez ayudado en sus vidas....sé que es así!, debo admitir que al menos en la mía si ayudo y mucho :) me refiero a los valores (momentos ert NO! jajaja) que nos muestran cada personaje, en especial el de las protagonistas.

 

Les agradezco a todos por su inmenso apoyo, principalmente a Victoriatkdreamer por permitir la adaptación de su historia original La Promesa, también quiero agradecer a TaeNyYoonsic porque sé que ayudo a promocionar este fic jaja aparte de su gran apoyo....a TaeNyHeart que siempre me dejaba sus súper comentarios que me daban mucha gracia y luego se disculpaba por escribir mucho jaja…Millón gracias a todos esos lectores locksmiths que siempre me sacaron una sonrisa con cada comentario y ocurrencias jaja además de siempre terminar convenciéndome de hacer los episodios de maratón jaja…..en fin  no me gustan las despedidas..... Así que lo dejaremos con un hasta pronto, tal vez mas adelante nos volvamos a leer en otro historia taeny ;) les prometo que si regreso….regresare con una buena historia. Hasta aquí….me despido y una vez más gracias por todo: D

 

Att: soshi_taeny

PD: sorry por escribir mucho ajaja y disfruten de las imagenes de taeny y sus babies! :D

 

las gemelas Nam y Min y la pequeña Eun seol ♥babies taeny♥

 

 

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Comments

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Karen-14213
#1
Chapter 16: A pesar de que está historia no es navideña, desde hace años, la leo en diciembre.
Marlen_vegaa123
#2
Bueno, aquí vamos de nuevo a leerla. ♥️
pazitag9 #3
Chapter 50: Vuelvo a leer una y otra vez
SONElau #4
Me encanta... Vamos por una ronda mas de lectura por acá 🤭
Taetae__ss #5
Chapter 50: Good story
sasisone #6
Chapter 3: De nuevo leyendola
Eriika
#7
Chapter 50: O2w
Taeny_080318 #8
Me encanta ya llevo varias veces que la leo y no me canso
KazKaz18 #9
VUELVO AQUÍ OTRA VEZ A LEERLA :)
bunnystyle_ #10
Chapter 2: Me leería esta historia una y otra vez y nunca me cansaria! Es mi favorito!!!