Llegó el momento de desayunar. Como eramos 5 personas y la mesa era para 6, una silla tenía que sobrar... Top y yo decidimos sentarnos en los extremos de la mesa, ya que eramos el sustento de la familia. Daesung y Kyung Hee se sentaron quedando frente a frente, dejando así 2 sillas vacías, cada uno teniendo uno a su lado... la abuela fue la última en sentarse. Miró ambas sillas y decidió sentarse al lado de Daesung. No debía sorprenderme, la abuela era muy fría con Kyung Hee.

“¡Oh, que frío!” Se quejó Young Ja, acomodándose el suéter que tenia puesta. “¿Esta encendida la calefacción?” Le preguntó a Top que en ese momento servia el desayuno.

“Tu siempre estas encendida, ¿verdad?” Murmuró sarcásticamente mientras ponía un plato enfrente de la abuela.

Y aquí van de nuevo...

La abuela se sorprendió. “¿Que?”

“¡Nada!” Se apuró en decir Top y se fue a la cocina.

Me mantuve al margen de la conversación, sabía como acabaría... Puse algunos cuadernos sobre la mesa, tenía que estudiar antes de ir a la facultad. Hasta ahora todo iba bien, hasta que Daesung tuvo que interrumpirme...

“¿Apuestas?” Me murmuró mirando a Top y a la abuela. Lo miré enojado y frustrado.

“Callate” Le dije simplemente y puse de nuevo mi atención en mis cuadernos.

“¿Apuestas?” Me volvió a repetir. Algo que no me gustaba para nada era que me repitieran las cosas.

“No me molestes” Le dirigí una mirada asesina. Si seguía fastidiandome lo iba a golpear.

“Gallina, solo es un dólar” Se quejó haciendo un ademan de dinero con las manos.

Lo ignoré y seguí estudiando, este chico era muy fastidioso, si no era porque tenia mucho que estudiar, seguro que le daba algunos golpes para que aprenda a respetar a los mayores.

Top de nuevo se acercó con otro dos platos y se los extendió a Daesung y su abuela. La abuela miró los platos con curiosidad.

“¿Que hay para desayunar?”

“Frutas y cereales” Dijo apenas mirándola y dándole el plato a Daesung para irse de nuevo a la cocina.

Si se preguntan porque Top es el encargado en la cocina... es porque es el único autorizado en entrar en ella. Dae Sung, yo e incluso Kyung Hee intentamos cocinar algo para ayudar a Top en los deberes cuando él no estaba, pero supongamos que no salió tan bien que digamos. Aparte de quemar casi toda la cocina, hacer explotar el horno, romper casi toda la vajilla y malgastar todos los alimentos en sabe Dios en qué, la pintura había tornado un color gris y muy aparte nosotros acabamos con la ropa toda quemada. Cuando Top llegó no estaba muy feliz que digamos, recibimos una buena regañada de 2 horas y además teníamos que tranquilizar a la abuela, le había dado una crisis nerviosa y pensaba que todos nos iríamos al infierno totalmente calcinados. Mi abuela tenia unas ideas...
 

“¿Que?” Preguntó de nuevo la abuela, no había escuchado.

“Cereal” Repitió Dae sung mas fuerte.

“Oh, ¿Ha empezado? ¿La serial de Oprah?” Dijo emocionada.

Kyung Hee trató de no reírse mientras pasaba una cucharada de cereal.

Dae Sung sonrió. “No la serie de TV... el cereal que comemos” Señaló el cereal que estaba sobre la mesa. La expresión de la abuela cambió a decepción.

“Menuda novedad, es lo que comemos cada día” Dijo mirando aburrida el cereal. Daesung la miró con desaprobación a su abuela pero ésta apenas lo notó. “¡Pobre nieto! No sabe cocinar comida oriental.”

Alcé la mirada para ver a Top, tenía la expresión de estarse conteniendo una gran cantidad de enojo. A pesar de ser el mayor de los hermanos, tenía muy poca paciencia. Me resigné y seguí estudiando.

Top se dirigió hacia su abuela, puso con fuerza un vaso de jugo en la mesa y regresó a la cocina. La abuela se sorprendió un poco.

“Mi querido nieto, Top” Añadió aún sabiendo que enojaría mas a Top.

Top detuvo su paso y la miró. Daesung y yo alzamos la mirada incrédulos. La abuela sonreía con malicia.

“Sabes, Jiyong...” Me dijo sonriéndome. “He tenido un maravilloso sueño anoche... en el sueño, comía un delicioso Kimchi recién preparado.”

Dae Sung bajó la mirada y siguió comiendo. Miré de reojo a Top, no hacia falta verlo, podía sentir que estaba molesto.

“Un rico Kimchi de nabo con salsa picante...” Siguió diciendo la abuela. “Oh, como echo de menos Corea...” Puso una mirada triste fingida.

Acomodé mis lentes y suspiré. Sentí a Top acercarse.

“Si tanto echas de menos Corea, deberías marcharte allí” Propuso Top poniéndose al lado mio. “¿Tu que crees, Jiyong?” Top me preguntó mirándome.

“Hey!” Exclamó Young Ja lo suficientemente alto para que llamara la atención de Top. “Yo no iré a ninguna parte. Si me voy, ¿Que serán de estos niños?” La abuela miró a Daesung. “Me preocupo por ellos.” Dijo desordenandole el cabello a su nieto favorito recibiendo una falsa sonrisa de su parte.

Top miró duramente a su abuela y se dirigió donde Kyung Hee para abrazarla de manera protectora. “Y yo me preocupo mucho por ellos también, son mis hermanos.” Escupió Top con rencor.

“Si, si, por supuesto...” Dijo sarcásticamente la abuela. “¿Porque te preocuparías por mi? …. ¿Quien soy yo para ti? Si solamente mi hijo estuviera vivo hoy...“ Iba a seguir con sus reclamos pero Top la calló.

“Solamente si estuviera vivo hoy....” Top soltó esas palabras con neutralidad.

Y es entonces cuando no pude aguantar mas...

“¡¡Basta, basta!!” Grité totalmente enojado.

Todos quedaron callados. La abuela iba a reclamar, pero la callé golpeando la mesa.

“Aquí esta tu dólar. Tu ganaste...como de costumbre.” Le extendí un dólar enojado a Daesung y se lo solté en la mesa. “¿¡Estas feliz ahora!?” Daesung bajó la mirada asustado y un poco avergonzado, tal vez no debería hacer esa apuesta más. “Y ustedes dos....” Miré a Top y a la abuela. “Bah, ¡Olvidenlo....!”

Tomé mis cosas rápidamente, las puse en mi mochila y sin despedirme, me fui a la facultad.

Mis mañanas comienzan así todos los días. Con Top y mi abuela peleando, marchándome enfadado de casa... a decir verdad, nunca desayunaba en casa debido a esas discusiones...

Entré a la cafetería a paso apurado y encontré a mi mejor amigo y vecino, Taeyang. Me puse en la fila, justo detrás de él para comprarme un café cuando él notó mi presencia y volteó.

“¡Hola Jiyong!” Me saludó amablemente y yo solo le dediqué una débil sonrisa. “Esperame un momento.” Volteó de nuevo para hablar con la vendedora. “Humm, me da por favor un café latte con mucha azucar y espuma, tres sandwichs de queso y jamón, un pedazo de queque de naranja, un flan y tu número telefónico.” Taeyang sonrió de manera lasciva y la vendedora se sonrojó.

Lo miré sorprendido, no recuerdo cuando se había vuelto tan... coqueto. ¿Y desde cuando él comía esa cantidad de comida en la mañana? Si tiene un cuerpo que todos los hombres, y me incluyo, envidian. Que maldito.... Tosí fuertemente para que Taeyang recuerde que seguía ahí.

“Oh, es verdad. ¿Y tu que tomas?”

Oh , él puede ser mi mejor amigo y todo lo que ustedes quieran... pero tiene dos problemas, el peso que nunca gana a pesar de que coma toda la comida chatarra de la ciudad... aunque no sé si ese sea un problema... bueno, como sea, y el segundo; el hecho de que coquetea con las chicas creyendo que son su chica ideal.

“¡Jiyong!” Me llamó Taeyang sacándome de mi pensamientos.

“Un expresso doble, por favor.” Dije rápidamente a la vendedora.

Una vez pagado nuestros desayunos, salimos en rumbo a la estación de tren. Cuando entramos todavía en la entrada, recordé que tenía una carta para Taeyang.

“Toma.” Le dije, dándole la carta mientras tomaba un sorbo de mi café.

Taeyang lo tomó. “¿Que es esto?”

“¿No ves que es una carta? La mandaron a mi casa accidentalmente... aunque no sé si eso sea accidental, ya que siempre tu correo lo encuentro en el mío.” Tomé otro sorbo del café mientras esquivaba a las personas.

“Ohh...” Taeyang apenas pronunció, hasta que leyó la carta. “¡Jiyong! Es la petición para un blind date” Me dijo alegre golpeándome apenas el hombro para llamar mi atención.

“¿Que es eso?”

“Es un servicio muy bueno, muy popular en New York... Solo tienes que completar sencillamente un formulario describiendo el tipo de chicas con la que quieres salir, escribes algo sobre ti mismo... Comparas los detalles, y ¡Bingo! ¡Tienes una chica!“ Me contaba mientras seguíamos caminando.

“¡Guau! ¿Y que has escrito sobre ti?” Le pregunté curioso.

“Pues Jiyong, he escrito la verdad... que... que...” Empezó a tartamudear, eso significaba una cosa, estaba mintiendo.

“¿Que escribiste?” Le volví a preguntar.

“Que de lejos, luzco igual que Brad Pitt.” Susurró rápidamente, pero logré escucharlo.

Paré el paso y le pregunté irónicamente, “¿Y que de cerca luces como el mayordomo de Brad Pitt?” Justo cuando acababa de decirle eso, alguien me empujó haciéndome derramar todo mi café sobre mi ropa.

Me quedé completamente paralizado, el café iba a malograr la ropa tan cara que tenía. ¿Acaso todo tiene que salirme mal?

Taeyang me miró sorprendido y se apuró en tratar de limpiarme con un pañuelo que tenía. “Oh, santo cielos.” Exclamó preocupado.

“¡Mirame!” Chillé al borde de hacer un berrinche, tratando de limpiarme como podía.

Taeyang miró molesto en d