― JongIn.

❝ seven things ❞ [HIATUS].
Please Subscribe to read the full chapter
❝ JongIn ❞  
Yendo y viniendo para estudiar, viéndole todos los días sin descanso, quisiera o no. Así pasaron los días, hasta que se convirtieron en semanas. Todos los días en horas de tutoría y después de clases nos encontrábamos en aquél pasadizo olvidado. A veces sin hablar, simplemente leyendo o escuchando música… Aunque realmente quien leía era yo, y quien escuchaba música era él. No había palabras aparte de secas interacciones. “Hola”, “¿Entiendes?”, “¿Qué más falta?”. Hasta ese martes, dos semanas después de aquél primer día.   Yo llegué con normalidad, él ya estaba ahí, sentado en aquél rincón recibiendo la luz del sol. Arrojé mi mochila en el rincón contrario, y me senté con las rodillas flexionadas descansando en el piso marmoleado. Me apresuré a sacar mis cuadernos, sabiéndome totalmente ignorada por él. Miraba por aquella rendija que tanto amaba, y tenía ambos auriculares en los oídos.
Sin esperar nada nuevo, empecé a repasar los temas que habíamos visto en clases. Aunque pareciera una nerd –bueno, en realidad lo soy-, no intentaba ser el mejor promedio de la escuela.   “La derivada de una función potencial es igual al exponente por la variable de―”   ― ¿Por qué lo haces? ―Una súbita voz me sacó por completo de concentración, alejando números, fórmulas y cálculos de mi cabeza como si soplara a un diente de león. Detuve mis dedos apuntando en el cuaderno, y parpadeé unos segundos, tratando de asimilar sus palabras, como si me hubiera hecho una pregunta en francés o algo así.   ― ¿Perdón? ―Y de repente no estuve segura de haberlo escuchado, quizás era una ilusión mía. Kai miraba por la rendija nuevamente y cuando iba a volver a concentrarme en mis estudios, volví a escuchar su profunda y grave voz por lo bajo.   ― ¿Por qué lo haces? ―Repitió. Era una pregunta vaga, tan vaga que me dejó tan absorta en algo que no supe describir, y alejé mis cuadernos de mí, ladeando mi cabeza sin comprender absolutamente nada.   ― ¿Hacer qué? ―Inquirí confundida, levantando la comisura de mis labios con hostilidad.   ―Estudiar tanto. ¿De qué demonios te sirve? ―Reclamó apretando los labios, sin mirarme. Contestarle con un simple “Porque sí”, o “Porque me gusta” habría sido más sencillo. Pero por alguna razón, eché un algo suspiro y hablé:   ―Me sirve para no quedarme en una casa donde, prácticamente, no existo ―Fue un susurro que apenas yo escuché. Siempre me dolía hablar sobre esto, incluso sólo KyungSoo sabía acerca de mis problemas familiares. Y un poco, nada más. No me gustaba hacerme la víctima, y andar hablando sobre mis asuntos… Al menos sobre los más personales. Y sin embargo, cuando él no preguntó, aunque ni siquiera hubiera sido su intención el obtener una respuesta así, se la di. Tan fácil como darle un caramelo a un niño. Y algo muy dentro de mí, aunque casi inaudible, gritaba que sería igual de difícil el quitárselo.   Él guardó silencio, y yo me sentí incómoda. Eché mi espalda hacia atrás, y volví a buscar mis libros para regresar al sitio de donde nunca debí haber sabido. « ¿Qué puede interesarle a él esto? ¿El qué puede entender? » Me sentí estúpida en ese momento.   ―Incluso alguien como tú… ―Murmuró, y casi pude reconocer en su voz la amargura―. Creí que seríamos más diferentes… ―Y me miró. Sus oscuros orbes profundos como el mar se fijaron en mi rostro. Me percaté entonces de la tristeza en su mirada. Una que no había visto por miedo a encararle, por confundirla con furia. Quizás sí, esa furia ahí estaba, pero no por mí, o por algo que yo había hecho.   ―Caras vemos, corazones no sabemos ―Recité, dándome cuenta de lo que le había prejuzgado. Y, quizás, él también me había prejuzgado a mí. Todas esas leyendas escolares que tan estúpidas me habían parecido en primer lugar, las había creído al fin de cuentas. Y ahora que me enfrentaba a ellas, empezaban a desvanecerse con sólo una frase. Si Kai fuera todo aquello de lo que le acusaban, ¿En dónde estaría yo? Si fuera tan peligroso, ¿Qué habría sido de mí? Entonces, empecé a hilar de forma rápida, y en sólo segundos, llegué a la conclusión de que Kai sólo estaba interpretando el papel que le habían impuesto. Mi pregunta ahora era “¿Por qué?”.   No me di cuenta cuando esbocé una pequeña sonrisa, mientras miraba y analizaba su apuesto rostro. Él, que había despejado la mirada nuevamente hacia la ventana, volvió a mirar furtivamente en mi dirección, y lo siguiente que ocurrió, no supe si era un sueño, una ilusión o quizás, estaba drogada.   Él sonrió.   Sus labios gruesos se habían curveado ligeramente, torciéndose. Más que una sonrisa, era una mueca que intentaba serlo.   Mi corazón se había detenido por completo, y aunque en ese momento no supe por qué, sólo le respondí la sonrisa, sintiendo mi rostro caliente, y me apresuré abochornada a continuar con mis asuntos, dejándole en paz.   Así inició. Al día siguiente, cruzamos una palabra más que el anterior; y justo al otro, me preguntaba si tenía todos los apuntes de la clase de historia en limpio. Más y más, a un ritmo lento y cómodo, hablábamos más a menudo en aquél rincón olvidado de la mano de Dios. De a poco, muy de a poco, la confianza fue tejiéndose con la comodidad entre nosotros. No, no hablo de que fuera rápido. Omito partes, pues fue tan lento el proceso que habría de aburrirlos.   Pero el cambio fue notorio cuando llegué algo tarde a la hora de estudio. Ese día había discutido con mi hermano mayor. LuHan podía ser un niño con rostro bonito, pero casi todo el tiempo discutíamos. Él tenía sus gustos, yo los míos. Él sus proyectos y planes, yo tenía los míos, muy diferentes a los de él.   Me molestaba y me hacía rabiar que siempre se quejara de ellos, o que me diese sus críticas de por qué no eran importantes. Porque todo lo que él hacía era perfecto, y todo lo que yo hacía no era necesario. Y si le pedía ayuda, él me la negaba. ¡Estúpidos hermanos mayores, no sirven para nada! Aunque yo sabía un par de cosillas que no eran perfectas en él… Decirles eso ahora no servirá de nada, pero pueden imaginarse lo que un atolondrado “hormonaíco” puede hacer.   Ese día seguía lloviendo, llevaba casi una semana así. Llegué echando fuego por los ojos, aventando mi mochila al suelo. Él ya estaba ahí, con un pequeño libro de poesía en sus manos, llevaba un par de días leyéndolo mientras escuchaba música. Yo se lo había recomendado, y me había sorprendido en demasía que hubiese hecho caso a mis palabras, yendo por él a la biblioteca al día siguiente. “Aunque no lo creas, me gusta leer” Me había dicho secamente cuando notó mi asombrado escrutinio. Sí, su trato seguía siendo hosco… Pero al menos sonreía después de hablar. Sus rasgos ya no se notaban tan severos, y a veces, aunque sus labios se mantuvieran quietos, sus ojos parecían sonreír…   La verdad era que nunca podía sacarme esa sonrisa de mi cabeza, y menos sus ojos profundos y ahora casi soñadores. Desde el primer día, su rostro me había dejado con la baba en los pies, pero ahora que lo veía todos los días, ya no era simplemente el chico guapo con expresión adusta. Había algo especial en sus ojos; había una luz nueva en su mirada… Aunque no sabía si eran puras alucinaciones mías. A mí me agradaba más ahora… ¿Y por qué no? En el fondo, ya me gustaba. Pero admitirlo en ese momento era algo que no estaba dispuesta a dejar que sucediera. Ni siquiera para mí misma, aunque me engañara sola.   En aquél momento, cuando llegué sulfurando, Kai levantó la mirada hacia mí, con el ceño fruncido y mordiéndose los labios, como de costumbre.   ―Pareces un panda encabronado ―Dijo con voz seria, pero yo sabía que hacía burla de mis ojeras. No había dormido gracias a los exámenes parciales, en cambio él, parecía siempre tan fresco como una lechuga, pues no le importaban ni un comino.   ―Métete al libro ―Gruñí, diciéndole quedamente con la mirada que se preocupara por sus propios asuntos. Estaba muy enojada, y aunque no lo quisiera así, mi enojo se iba en contra de quien se pusiera en frente mío. Él simplemente pasó de mi hosca respuesta, y continuó leyendo tranquilamente, sin molestarse más en mí, y se lo agradecí secretamente.   Decidí enfocarme rápidamente en mis tareas, eso siempre había logrado calmar mis nervios y enojos. Me alejaba discretamente de los problemas y me relajaba, por más tonto que pareciese. Yo era demasiado rara para ser de mi edad.   Pero debí recordar que era una debilucha cuando peleaba con mi hermano, y tengo que admitirlo, soy una sensible de lo peor. Llorar es el hábito más asqueroso de mí, y no puedo evitarlo cuando estoy enojada. Las lágrimas sólo aparecen cuando pensamientos depresivos cruzan mi mente, y en ese momento pensaba en lo poco que me comprendían en casa, en lo poco que parecía quererme mi hermano, y en lo egoísta que podía ser él. “Sólo eres un bulto más” fue la frase que cruzó mi cabeza, y las lágrimas que hasta ese momento se mantenían quemándome los ojos, empezaron a rodar por mis mejillas a una velocidad inhumana, terminando en mi cuaderno donde escribía bruscamente. Las hojas se mancharon debido a la mezcla de la tinta y las gotas saladas, y aspiré lentamente. Mi rostro se mantenía oculto, estaba cabizbaja y esto provocaba que mi cabello lacio y largo formara una densa cortina oscura. Por eso me sentí confiada al no secar mis lágrimas. “Ni siquiera se dará cuenta”, era algo que afirmaba con vehemencia.   Pero supe de mi error cuando sentí un par de golpecillos secos en la coronilla. Kai me estaba llamando. Me quedé de una pieza ahí, sin saber qué hacer. Así que rápidamente sequé mis lágrimas con un manotazo y alcé la cabeza para verle.   Lo que vi me dejó anonadada. Kai miraba de nuevo por le rendija, la luz blanquecina le perfilaba el rostro. “Es tan guapo…” pensé por un momento, y mi mente se sacudió al bajar la mirada y encontrarme con que me extendía una de sus manos, ofreciéndome uno de los auriculares entre los dedos.   Lo miré a él, y luego al audífono. Así alterné mí mirada un par de veces, totalmente desconcertada, y me atreví lentamente a tomar el aparatillo para ponerlo en mis oídos, tirando un poco de él, tensando el cablecito.   ―Lo romperás, siéntate aquí o tendrás que comprarme unos nuevos ―Reclamó Kai, con su profunda voz convertida en hielo y cuando miré en su dirección, fue su mirada la que me guió en silencio hasta el lugar junto a él, y me senté sin decir nada, colocándome el audífono en la oreja mientras él volvía a acomodarse el otro. La música empezó quedamente a sonar, y yo pegué mi espalda a la fría pared, sintiendo el roce de su hombro contra el mío… O bueno, de su brazo contra mi hombro. Él era alto incluso estando sentado.   “Ayer morí, el mañana está sangrando; caigo en la luz de tu sol…”, decía la melodía, y mis sentidos se enfocaron en la dulce voz del cantante, sonando tan trágica y triste. Era una canción en inglés, y me sorprendí un poco; Kai había suspendido inglés hacía unos días, “Y encontrar respuestas es olvidar todas esas preguntas a las que llamamos hogar, dejando atrás las tumbas de los desconocidos…” Mi corazón palpitó y me sentí pesada por un momento. La lenta melodía continuó un poco más, la letra era simplemente demasiado insoportable, y las lágrimas volvían a querer apoderarse de mis ojos.   ― ¿Eres buena en inglés o necesito traducírtelo? ―Interrumpió Kai, distrayéndome. Lo miré ofuscada y murmuré por lo bajo:   ―Entiendo perfectamente, gracias.   Él no dijo nada, simplemente noté como sonreía de medio lado con sorna, y subía el volumen de su MP3, haciendo más clara la voz del cantante en mi cabeza.   “Y este día que termina es la prueba de que el tiempo mata toda la fe que conozco, sabiendo que la fe es lo único que tengo”. A este punto, las lágrimas ya escocían mis ojos, y dejé caer mis párpados.   Me sentía tan bien y tan mal. Me sentía bien porque… Lo tenía cerca. Me sentía mal al recordar la discusión con mi hermano, y esta canción sólo me ayudaba a llorar. Me sentía mal porque no quería hacerlo delante de él. Me sentía bien porque él no decía nada, dándome permiso para hacerlo. Me sentía bien porque él estaba ahí.   “Y perdí lo que soy, y no puedo entender por qué mi corazón está tan herido rechazando tu amor. Sin amor erré, cargo con palabras sin vida, pero sé que todo lo que sé es que el final está por empezar. ¿Quién fui desde el principio? Llévame a casa, a mi corazón. Déjame ir y correré, no guardaré silencio. Todo este tiempo pasó en vano, años desperdiciados, ganancias gastadas. Todo está perdido, pero la esperanza sigue. Y esta guerra no ha terminado…”  Ya mis lágrimas  viajaban libremente por mi rostro, descaradas y gordas. Humedeciendo mi piel. No me sentí avergonzada. Muy en el fondo se lo agradecía. Intuí que Kai no era del tipo que te abrazaba y te mimaba, repitiéndote mil y un veces que todo iba a estar bien, pero que sabía cuando algo iba mal y buscaba maneras sutiles de hacerte saber que él comprendía.   Él me comprendía.   Y sólo lloré más, en silencio, sin permitirme hipar o sollozar. Sólo dejé que las gotas dejaran rastros en mis mejillas y murieran en mis labios o mentón.   ―JongIn ―Murmuró él de la nada, tan bajo que apenas lo logré escuchar. Parpadeé un par de veces, sin saber si estaba soñando o a qué se refería.   ―¿Perdón? ―Musité confusa.   ―JongIn ―Repitió sin mirarme, chasqueando los labios después―. Mi verdadero nombre es JongIn.   Me quedé en silencio, tratando de digerir y asimilar lo que acababa de decir. ¿Me había dicho su nombre? Aquél que nadie conocía y se mantenía en un secreto que sólo los profesores sabían…   ―LuNa-yah… Juro que si se lo dices a alguien te arrancaré la lengua… ―Amenazó él mirándome de repente e hizo una pausa, tomándome de la barbilla para hacerme mirarle. Qué mala costumbre tenía al hacer eso; sólo pude temblar― Con mis propios dientes―. Finalizó mirándome los labios, y yo los apreté avergonzada al percatarme de ello. Sus ojos volvieron a los míos y su penetrante mirada escudriñó el rasgo que las lágrimas habían dejado en mi piel―. Queda en ti ser una cotilla o no, ya sabes a lo que te atienes.   Y justo después de eso, cuando mi expresión asustada se acentuó, una sardónica sonrisa de lado apareció en sus gruesos y angostos labios, quitándome el aliento. Sí, yo había caído por aquella estúpida sonrisa. Y no debí, Dios lo sabe.   Era simplemente perfecta. Sus labios aún unidos se curveaban de una forma tan bonita que me dejaban en algún sitio del universo. Le miré a los labios varios segundos… Era
Please Subscribe to read the full chapter
Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
MichaBrocoli #1
....
ChoiSeoRii
#2
Chapter 7: Eres increible' AME el capitulo!! <3 ~
Gracias por publicar, esperare por el
siguiente capituloo!! :D
haerihs #3
Chapter 6: Antes que nada quiero pedir una disculpa por tenerlas en ascuas, me perdí en este fic, pero quiero volver a tomar las riendas, así que trabajaré en ello <3
MajoKim13
#4
Chapter 6: Básicamente, la perfección en un fic ♥
mariposalolita #5
Chapter 6: por favooooooor sigue me muero de ganas de seguir leyendo, esperare, y es que mi amiga tambien lo leyo y quiere seguir pero no puede, somos muchass y gracias por crear este fanfic tan bueno.
LeeEnyu
#6
Ayer me leí esto D: y también te empecé a seguir en LJ, espero que puedas dar una continuación pronto. Entiendo que la universidad absorbe y es estresante, así que suerte :3
GirlxLove #7
Unni espero ansiosa que actualices, me muero por saber qque sigue
Waaaaa unni no me deja asi please.
ChoiSeoRii
#8
Chapter 6: Wow' enserio que me enamore de tu forma de escribir, eres increible. Muchas gracias por darnos el regalo de mostrar tu talento, me gusta! Pareces una escritora profesional, como describes y demas, love it. Fighting! Esperare hasta el final del Fanfic ~ :)
AsCherries
#9
Chapter 6: Me gusta como progresa la historia y tiene un hilo argumental muy sólido. No se que ideas tenés pero me parece que es ir introduciendo los personajes a cuentagotas lo mismo con sus relaciones. Lo de Luhan es un poco apático y como que le falta un poco de interacción familiar para darle un poquito más de drama. Pero en general lo amo jeje. Ella es bastante no-yanqui (perdón por el término) y me siento como en casa.
Hasta la próxima actualización. Nos leemos ^^.
GaeBin
#10
Chapter 4: Esta historia está tan y tan y TAN SUPER MEGA EXTRA AWESOME!!!!!! Morí con lo q llevas hasty ahora *O* I really love it! <3 please update soon :3333.............. De verdad! Está -hjtdfksgj@€;€- ahhh brutal <3 ^O^