― Kai.

❝ seven things ❞ [HIATUS].
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❝ Kai ❞  
Era verano, y el astro rey caía sobre la ciudad sin compasión. Era uno de los veranos más calurosos y húmedos de la historia, llovía continuamente, y cuando paraba, el sol castigaba con sus potentes rayos. Al menos, así lo recuerdo yo.   Me acababan de transferir de colegio, pues en el anterior habían tenido problemas administrativos y ahora estaba cerrado. D.O., como solía llamarlo a veces, y yo habíamos corrido con la suerte de quedar en el mismo lugar, aunque como era natural, seguíamos en diferentes aulas. La diferencia de edades nos hacía distanciarnos un nivel escolar. Él era mi oppa, y además, era mi sunbae, aunque nunca lo traté como tal.   Fue nuestro primer día de clases, mientras entrábamos ansiosos por la enorme puerta principal, cuando le vi recorrer el ancho pasillo, rodeado de un escuadrón de rudos chicos.   Alto, esbelto, de piel morena y ojos grandes. Caminaba con una confianza de dios griego, irradiaba seguridad en sí mismo por cada poro de su piel, miraba a todos con desdén y se sabía uno de los chicos más atractivos del colegio entero. La socarronería en su mirada era casi ofensiva, pero seguía siendo atractiva. Casi todas las chicas que lo vieron en aquella ocasión, se detuvieron en seco, cubriéndose los rostros enrojecidos, murmurando entre sí, chillando y observándolo como si fuera un ídolo.   Yo no fui la excepción, pero supe disimular más mi asombro –En realidad, me escondí detrás de la espalda de KyungSoo y empecé a ahogar mis chillidos mordiéndome el dorso de la mano-. No había podido evitarlo, me había bastado una sola mirada para enamorarme de él, aunque no quisiera admitirlo.    Cuando entré a mi aula, separándome de mi divertido amigo –quien aún se regocijaba con mi escenita anterior-, descubrí que me había tocado en la misma aula que aquél inquietante joven de piel canela que había visto en la entrada; y a diferencia de antes, el séquito de enigmáticos jóvenes que le rodeaban ya no estaba ahí. Se encontraba solo, derrochando arrogancia como ya había notado.    Su descaro incluso dentro del aula era tal que tenía los pies apoyados en la mesita de la mesa banco, y dejaba que su espalda descansara lánguidamente contra el respaldo de su silla, balanceándose ágilmente sobre las dos patas traseras de él. No se preocupaba por el alboroto a su alrededor, estaba concentrado en su móvil, y sus oídos estaban bloqueados por los auriculares. Sentado hasta el fondo del lugar, encerrado en su propia burbuja.   Tratando de no verle, recuerdo que me dirigí casi a hurtadillas hasta el único sitio vacío, y para mí tortura, éste estaba junto de él. Me senté tímidamente, temiendo incomodarle, y ocupé mi mochila como muro entre ambos, dejando que mi cabello lacio cayera como una densa cortina oscura entre mi rostro y su visión, aunque ni siquiera me prestaba atención.   Me sentía nerviosa, inquieta. “¿Me estará viendo?” pensaba en aquél momento, aunque ahora sé que ni siquiera había notado mi presencia. Alrededor de nosotros se realizaba un barullo entre los demás alumnos, y de repente todo quedó en silencio cuando entró el profesor. Intentaba concentrarme en la clase, en anotar en mi cuaderno todo lo que el profesor decía acerca de su clase. No lograba comprender nada en absoluto, mis ojos se iban escabullendo hasta mi lado izquierdo, intentando ver a través de los mechones de mi cabello a aquél chico que ni siquiera prestaba atención a la clase. Seguía inmerso en aquél aparato entre sus manos, con los audífonos en sus orejas. Al profesor tampoco parecía interesarle lo que el muchacho estaba haciendo. Fue entonces cuando él me atrapó intentando mirarle. Mis ojos se habían cruzado por un segundo con los de él, más grandes, más oscuros, más intensos. Mi respiración se fue a los cielos, y solté una pequeña exhalación, con los labios entreabiertos por la sorpresa.   Y de repente, por algún movimiento que hice, mi cuaderno terminó estrepitándose contra el suelo entre nuestros mesa bancos. Me apresuré a asirla con una de mis manos pero esta chocó contra unos dedos largos, esbeltos y morenos dedos, suaves como el satén y cálidos como brasas. Mis ojos volaron a su rostro por el desconcierto, abiertos de par en par, y cuando volvió a mirarme, me estaba ofreciendo el cuaderno, extendiendo su mano hasta mí. Lo tomé rápidamente, musitando un tembloroso y escueto “Gracias”, desviando mi mirada de la suya, tan intensa y penetrante que helaba. Me sentí indefensa con sólo toparme con ella.    Él volvió a su posición inicial, ignorándome completamente, y yo procuré calmar mi enloquecido corazón cuando me hube acomodado mirando al frente como antes. Pude sentir su mirada clavándose en mí como un puñal un par de veces más, pero en ese momento, no estaba segura de si eran puras alucinaciones mías.   El resto de la clase me enfoqué en el pizarrón y en lo que el profesor escribía en él, por más difícil que me fuera. Trataba de convencerme a mí misma de que aquél chico no era ni siquiera guapo, que no tenía los modales suficientes para contestar con un “De nada”, y que parecía no querer interesarse por la vida. Pero me resultaba tan enigmático, que mi mirada no dejaba de escabullirse hasta su figura oscura.      Cuando el primer receso de la mañana llegó, salí corriendo del salón, en medio de una búsqueda desesperada por KyungSoo. Tenía que contarle aquello, como solía hacerlo, y soltar imprecaciones porque aquella situación me ponía los pelos de punta. Iba dando vuelta en uno de los pasillos, cuando choqué en seco con un pecho fuerte y cálido. Di un paso hacia atrás por el golpe, y sentí como unos dedos me tomaban por los hombros rápidamente, evitando que cayera. Estaba parpadeando, y cuando dejé de hacerlo, me encontré con un cuerpo sin fin; tuve que inclinar hacia atrás mi cabeza para verle mejor.   Aquél chico era altísimo, esbelto, y apuesto. Su cabello rubio le cubría la frente, y sus ojos oscuros parecían tan profundos como el mar. Sus pequeños labios se apretaron un poco, y yo sólo pude reaccionar rápidamente, inclinando mi cuerpo hacia adelante, pidiéndole disculpas en tantos idiomas conociera –considerando que se trataba de un colegio que acogía estudiantes internacionales-.    ―¡Lo siento mucho! Gomen’nasai; Duìbùqǐ; I’m so… ―Empecé a recitar como una pequeña grabadora, inclinándome en cada ocasión.   “Nǐ huì shuō zhōngguó huà?” Fue todo lo que escuché cuando él me interrumpió, y sólo pude comprender la palabra “Mandarín” de entre todo lo que el joven dijo con aquella arrastrante voz gruesa. «Gracias Dios, por obligarme a tomar Mandarín básico el semestre pasado…» recé interiormente, sin embargo, el resto de lo que había aprendido en esa clase se fue al retrete cuando me olvidé de cómo contestar a esa pregunta, que yo suponía era “¿Hablas mandarín?”.    ―Ah… sólo… Lo que aprendí el semestre pasado ―Contesté en mi idioma, tartamudeando, mirándolo desconcertada. El chico frunció el ceño y sus labios se entreabrieron un poco, dejando ver un rastro de la blancura de sus dientes. Nunca antes en mi vida sentí que daba una respuesta tan sosa.    ― ¿Eres nueva? ―Tenía una voz profunda y suave y acento bonito, pero su mirada era tan dura como el acero.    ―A-acaban de transferirme ―Y de nuevo tartamudeaba. “¡KyungSoo, dónde diablos estás!”, gritaba en mi fuero interno, presintiendo que se trataba de un superior. El chico sonrió repentinamente, y todo dio un giro inesperado. Sus rasgos se suavizaron tanto como su voz, y respiré calmadamente cuando me dijo que no me preocupara, que siguiera conociendo la escuela y que podía consultarlo si tenía alguna duda.   ―Sólo pregunta por “Kris” y sabrán quien soy ―Me dijo antes de despedirse, con una ligera inclinación de cabeza y marcharse con la cabeza muy en alto, con un porte y elegancia que yo pocas veces había visto.    ―Cierra la boca, te entrarán moscas ―Una suave y conocida voz me susurró al oído un par de minutos después. “De repente, un D.O. salvaje aparece…”.   ― ¡KyungSoo! ―Chillé ligeramente, dando un saltito, sorprendida por su repentina aparición, que me había sacado de mi estado de asombro. Me sentía como si acabara de ver un angel, y pronto sabría que Kris iba a ser mi angel privado.    KyungSoo iba un año más adelantado que yo, por nuestras diferencias de edades, y aunque en nuestro antiguo colegio estábamos cerca, en éste instituto nos separaba un piso y decenas de aulas más. Era más grande, tenía más alumnos, y yo aún me sentía perdida en ese interminable laberinto y el tumulto de gente que iba corriendo y causando barullo.   KyungSoo y yo platicamos acerca de lo que iba de nuestro primer día en aquél lugar, y se mostró ligeramente sorprendido cuando le comenté acerca de mi misterioso compañero de clase. Cuando tuvimos oportunidad de volver a hablar tranquilamente, una vez estuvimos sentados en una de las últimas mesitas de la abarrotada cafetería principal, me miró con sus grandes ojos negros abiertos de par en par.    ―De él… Me han dicho muchísimas cosas―. Los chismes volaban, sobretodo en boca de mi amigo. Sólo pude reírme ante la situación. KyungSoo solía entablar conversaciones con todo el mundo, y solía creer cualquier cosa que le dijeran―. ¡No te rías! Lo digo en serio. ¡Oh, Kiyomi! ―Giré mi cabeza para poder ver detrás de mí a quién se dirigía mi amigo tan súbitamente, olvidando nuestra charla tan rápido. Una chica, de largos cabellos lacios que le llegaban a la cintura, se iba acercando hacia la mesa donde estábamos con una sonrisa en su bonito rostro redondo y una bandeja entre sus manos. Cuando giré a ver a mi amigo, éste sonreía estúpidamente, y sólo pude contener una risita antes de concentrarme en mi propia comida.    ―KyungSoo, ¿Estás aquí? ―Dijo la chica al llegar, y sin que nadie le dijera nada, se sentó junto de mí, quedando exactamente frente a él. La miré, lo miré y me perdí en ese intercambio de sonrisitas tontas que entablaban.   ― ¡Oh, ella es mi amiga! De quien te hablé antes… ―Dijo KyungSoo con una voz de idiota que pocas veces le había oído –cada que creía que se había enamorado a primera vista, para ser específica-. Y aquí íbamos de nuevo…    ―Oh, es un gusto conocerte. Ya eres muy famosa en la clase ―Dijo la chica mirándome por primera vez, sonriéndome cálidamente. Sus rasgos parecían extranjeros, incluso su nombre lo era, pero su acento era perfecto.    ―Kiyomi es coreana-japonesa ―Anunció KyungSoo con admiración, adivinando mi confusión interior y entonces lo vi sonreír cual niño chiquito ―. Es como tú, una mezcla de mundos.   ― ¡Oh! ¿Tú también eres mitad japonesa? ―Inquirió la chica asombrada, abriendo el sobrecito de plástico donde venían sus cubiertos. Yo negué con la cabeza después de llevarme un bocado de kimchi fresco a la boca.    ―No, no lo soy. Mis bisabuelos maternos eran chinos ―Aclaré. Sí, por mi sangre fluye sangre de los altos de China, y sangre coreana, por mi padre. Yo nací en Seúl, ¿LuHan? Ese atolondrado nació por accidente en Beijín, durante un viaje turístico que hacían mis padres. Es mayor que yo, pero a veces dudo de su grado de madurez.    Pronto descubrí que la chica hablaba casi tanto como KyungSoo, que apilaba las verduras en la orilla de su plato para no comerlas, y que conocía todo lo que debía conocerse sobre todos en esa escuela.    ― ¡Oh, él va en mi grupo, es quien te dije! ―Salté de repente al desviar la vista y encontrarme con aquél chico moreno de mi clase, estaba parado en la puerta de la cafetería, junto al tumulto de chicos altísimos que ya había visto antes. Parecían sacados de un libro de thriller, mirando al resto con impaciencia, sobresaliendo de todo aquél que se encontrara en aquella cafetería, acaparando miradas rápidamente.    ― ¡Estás con Kai! ―Chilló la chica de repente, atrapando mi atención finalmente, como un imán atraía un clip de aluminio.   ― ¿Le conoces? ―Inquirí quedamente, alternando mi mirada entre el grupo de chicos y ella. Kiyomi soltó una risita socarrona, murmurando algo en japonés –supongo-, y luego me miró de forma condescendiente.    ―«Todos» le conocen, querida, ¿Tú no?   ―Soy nueva ―Le recordé con un poco de impaciencia. Por alguna razón, quería que me explicara todo acerca de él; y así lo hizo.   ―Vale, mejor ponerte sobre aviso de una vez. Tu compañerito… Es Kai, ¿Y ves a esa bola de gánsteres? Son sus secuaces. No deberías aparecerte en su camino, aquí ellos son más temidos que Satán ―Fue cuando mencionó la palabra “Kai” que empezó a susurrar, escondiendo su rostro, como si no quisiera que nadie más que yo la escuchara porque su vida podría correr peligro. Esa medida de seguridad me
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Comments

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MichaBrocoli #1
....
ChoiSeoRii
#2
Chapter 7: Eres increible' AME el capitulo!! <3 ~
Gracias por publicar, esperare por el
siguiente capituloo!! :D
haerihs #3
Chapter 6: Antes que nada quiero pedir una disculpa por tenerlas en ascuas, me perdí en este fic, pero quiero volver a tomar las riendas, así que trabajaré en ello <3
MajoKim13
#4
Chapter 6: Básicamente, la perfección en un fic ♥
mariposalolita #5
Chapter 6: por favooooooor sigue me muero de ganas de seguir leyendo, esperare, y es que mi amiga tambien lo leyo y quiere seguir pero no puede, somos muchass y gracias por crear este fanfic tan bueno.
LeeEnyu
#6
Ayer me leí esto D: y también te empecé a seguir en LJ, espero que puedas dar una continuación pronto. Entiendo que la universidad absorbe y es estresante, así que suerte :3
GirlxLove #7
Unni espero ansiosa que actualices, me muero por saber qque sigue
Waaaaa unni no me deja asi please.
ChoiSeoRii
#8
Chapter 6: Wow' enserio que me enamore de tu forma de escribir, eres increible. Muchas gracias por darnos el regalo de mostrar tu talento, me gusta! Pareces una escritora profesional, como describes y demas, love it. Fighting! Esperare hasta el final del Fanfic ~ :)
AsCherries
#9
Chapter 6: Me gusta como progresa la historia y tiene un hilo argumental muy sólido. No se que ideas tenés pero me parece que es ir introduciendo los personajes a cuentagotas lo mismo con sus relaciones. Lo de Luhan es un poco apático y como que le falta un poco de interacción familiar para darle un poquito más de drama. Pero en general lo amo jeje. Ella es bastante no-yanqui (perdón por el término) y me siento como en casa.
Hasta la próxima actualización. Nos leemos ^^.
GaeBin
#10
Chapter 4: Esta historia está tan y tan y TAN SUPER MEGA EXTRA AWESOME!!!!!! Morí con lo q llevas hasty ahora *O* I really love it! <3 please update soon :3333.............. De verdad! Está -hjtdfksgj@€;€- ahhh brutal <3 ^O^