Seúl, una cuidada llena de luces, movimientos y colores. A pesar del frío del invierno, en tres partes diferentes caminan tres hombres diferentes, cada uno a su ritmo, cada uno con sus vidas, pero con un pensamiento en común y quizás lo único que los estaba separando. Mientras tanto ese pensamiento se materializaba en otra parte, se encontraba tranquilamente durmiendo en su cama, sin saber que sentimientos desataba con su presencia en estos tres hombres, que con su inocencia estaba desatando la enemistad entre ellos.

Frente al río, en medio de la noche JiHoo suspiro con sus manos en los bolsillos estaba tan… consternado consigo mismo, hace unos años atrás estaba en este mismo sitio… pero no solo, entonces estaba con JanDi… miro hacia el lado esperando que estuviera ella pero en vez de ver a su amor, solo pudo ver la radiante sonrisa de GaEul… eso estaba mal, no debía pensar en ella… ella estaba prohibida.

En otro lado el auto amarillo se detenía abruptamente, un portazo dejo saber que WooBin se había bajado del auto y sin estar conforme con eso pateo la llanta apoyando sus dos manos en el metal frio, sus músculos estaban completamente tensos, no estaba bien… no debía sentirse así… tenía que dejar de pensar en ella, pero no podía… cerraba sus ojos y lo único que veía entre era la risa sinceras de ese hermoso rostro.

YiJeong se paseaba en su estudio, nunca antes sintió ese miedo… nunca antes se había sentido amenazado, mucho menos contra quienes veía como sus hermanos, más ahora… de un solo golpe voto todos sus trabajos, todos los que había inspirado ella… no era correcto, no podía ser que dos de sus amigos simplemente se enamoraran de la nada… ella debió hacer algo para provocarlo, al final… todas las mujeres eran iguales y sin embargo no quería dejarla, no iba a perderla…

-Yo…- JiHoo suspiro tocando su pecho.-

-La…- WooBin sujetaba su cabeza a dos manos.-

-Amo…- YiJeong se dejo caer en el suelo soltando un par de lagrimas.-