Pride
Seven Deadly Sins
Por la ventana del auto pasaban las luces de la calle, su Mirada estaba perdida, aun no sabía como habían pasado las cosas o como es que ella estaba sentada en el auto y con sus mejillas rojas, no había sido un sueño... tampoco un error, paso sus dedos sobre sus labios… todavía sentía la mezcla de sabores, un poco a fresa y licor. Una lagrima silenciosa bajo por la mejilla, no estaba preparada para enfrentar esos sentimientos, estaba confundida… solo pensaba en que no debió responderle, tendría que haberlo empujado, quizás una bofetada… pero responderle. Limpio esa lagrima negra, no podía cerrar los ojos… cada vez que lo hacía recordaba ese momento con WooBin.
Cuando el auto se detuvo, una el chofer abrió la puerta y ella salió pálida como un fantasma. Se quedo parada frente a la puerta de su casa, desde que conoció a WooBin ella empezó a vivir sola, quería probar lo que era la independencia, gracia a él había conseguido un lugar bueno, en un barrio seguro, gracias a él había experimentado muchas cosas divertidas y gracias a él había conoció lo que era la traición. Cubrió sus labios para callar el llanto, nuevamente las lagrimas negras hicieron una línea recta en su rostros, estaba tan perdida, la noche había sido tan linda, con WooBin y cuando llego YiJeong... ¿Por qué había pasado de esta forma?, su teléfono sonaba y sonaba, el nombre en la pantalla era el mismo de hace una hora atrás… YiJeong.
La despertaron los golpes en la puerta, le había costado mucho dormirse, incluso seguía con el maquillaje y el peinado, sin embargo se levanto de la cama para ir a ver qué pasaba. Del otro lado de la puerta la esperaba él, no sabía cómo había tomado las cosas en la noche, pero necesitaba verla. Cuando abrió la puerta intento cerrarla de inmediato, pero la mano de él la detuvo y contra su fuerza no podía.
-no quiero verte…- le dijo ella poniendo su espalda en la puerta.-
-GaEul… no me hagas esto…- le pidió intentando entrar, ella era una mujer fuerte a pesar de esa apariencia suave y delicada.- ¡GaEul!-
Se quito detrás de la puerta, no tenia como detenerlo, era imposible intentarlo por la fuerza. Se giro enfrentando sus ojos llenos de fuego, ¿Qué pretendía?.
-¿Qué quieres?...- le pregunto enojada, ahora se sentía tan estúpida.-
-hablar…- le dijo suavemente, mientras cerraba la puerta, no era la primera vez que estaba en su nueva casa pero era la primera vez que ella lo miraba así, le dolía ver como sus ojos mostraban lo decepcionada que estaba ella de él.-
-WooBin… pensé que eras mi amigo…- le dijo dolida.-
-lo soy… pero no quiero seguir siéndolo.- la mirada casi llorando, las cosas no debieron salir así… YiJeong nunca debió aparecer antes, eso arruino todo, necesitaba tiempo para ver si tenía oportunidad con ella, pero ahora… no sabía nada, estaba en el aire.- yo…-
-no… no lo digas.- le pidió, si lo decia ya no habría vuelta atrás, debían mantener su amistad, esto… se podía olvidar, lo podía pasar por alto.-
-por favor… solo escúchame…- le rogo, necesitaba decirle la verdad, no quería seguir engañándola… eso lo mataba.-
-WooBin…- le llamo, necesitaba hacerlo entrar en razón.-
-te amo…- le dijo antes de que ella pudiera detenerlo. La miraba y sonreía incluso en una situación como esta no podía evitarlo, ella era un sol, era lo único que necesitaba para levantarse cada mañana, para sentir que podía ser mejor persona.- no lo planee, no me di cuenta cuando te metiste en mi corazón… incluso cuando empecé a darme cuenta no lo acepte, eres… lo mejor que me ha dado la vida pero también sabía que no eras para mi.- hizo una pausa bajando la mirada. JiHoo tenía razón, debió ser sincero, quizás así ella no estaría pasando por este problema.- tú estás enamorada de YiJeong… mi mejor amigo…- llevo su mano a la cabeza… no podía creerlo, de todas las cosas horribles que había hecho en su vida esta era la número uno.- solo quería tenerte un poco más conmigo, quería ver… quería saber si tú… podrías amarme.-
GaEul temblaba, ¿Cómo no se dio cuenta?, como no pudo prevenir esto… todo era su culpa, ella era tan confiada, tan tonta. Sus ojos iban de un lado a otro, ¿Qué debía hacer?, WooBin no tenía la culpa, él… nadie tenía la culpa de los sentimientos, ellos simplemente nacen.
-me engañaste…- le dijo mirándolo.- me hiciste creer que éramos amigos… todo ese tiempo tú…- negó con la cabeza, no tenía la culpa de lo que sentía pero si había hecho algo mal, la había tomado como una niña pequeña que no sabe del mundo.- ¿Qué esperabas?...-
-no, nunca…- levanto sus manos, intentaba buscar las palabras correctas… era difícil hacer esta confesión, no quería que ella se alejara.- al principio solo quería cuidarte, ver que estuvieras bien… solo eso lo juro…- ¿Cómo podía hacerle entender?, como le muestras sinceridad a la persona que has traicionado…- luego… no pude alejarme.-
-¿Por qué ahora?, porque no lo dijiste antes…-
-tenía miedo… de no ser correspondido.- anoche habían pasado muchas cosas, pero entre las más importantes estaba el beso. Ella lo respondió, sintió como su boca se movió junto a la suya, como su respiración se corto y también como su piel se erizo, no podía fingir tales cosas… ella sentía algo.- pero anoche…-
-no…- le corto, era cierto que sus motivos eran sinceros pero la había engañado, no había dudas de eso… no podía perdonarlo así como así, necesitaba tiempo… no quería perderlo como amigo.- lo de anoche fue un error. Yo estaba confundida… temerosa… no sabía que hacia.- asintió con su cabeza.- lo siento… pero no puedo corresponderte…- lo decia… ¿pero lo sentía?, le dolía más decir aquellas palabras que pensar dejarlo.-
-¿estás segura?...- le cuestiono, tenía la esperanza… sabia que algo le pasaba, que no le era indiferente, tantos años conociendo mujeres y la única que necesitaba conocer era un enigma.-
-vete…- le pidió amablemente pero sin mirarlo-
La puerta hizo un sonido suave cuando salió, quería romperlo todo… quería quemar el mundo y dejarla solo a ella, pero no tenía sentido… no importaba lo que hiciera, lo que necesitaba era que ella lo viera con los mismo ojos que antes, sin esa mirada… podía hacer que el mundo temblara pero nunca conseguiría su corazón.
JiHoo salía de sus clases, algunos le preguntaron porque llevaba su labio partido, no dijo nada y se aisló como siempre, no quería repasar las cosas de la noche anterior. Estaba caminando tranquilamente cuando unos zapatos negros se pararon en frente, fue levantando la vista hasta dar con el abrigo rojo y la cara de ella. GaEul lo estaba esperando, como muchas veces lo hizo él, aunque ella no causaba tanta conmoción, si llamaba la atención de los chicos por ser una chica hermosa. Sin esperar a las palabras hizo una sentida reverencia, era su forma de disculparse, JiHoo es una buena persona que se vio envuelto en todo un mal entendido y que incluso llevaba el labio partido por YiJeong.
-lo siento mucho…- le dijo sin levantar su rostro, era responsable de todos sus problemas de todas las cosas malas que le había pasado.-
-…- se sonrió alegre, no esperaba menos de ella… tan dulce como siempre.-
-todo…- le dijo manteniendo su cabeza con la mirada al suelo.- es mi culpa.-
-no…- le dijo él acercando su mano al hombro de ella.- no es tu culpa…-
-JiHoo sunbae…- sentía un dolor tan grande, WooBin la había engañado, la había utilizado… él le advirtió que las cosas no era como parecían, pero fue tan tonta que no supo interpretar sus palabras.-
-ven… vamos por un café.- le dijo antes de que siguiera disculpándose, no necesitaba hacerlo, ella era más victima que nadie.-
Caminaban juntos de regreso a casa, un café en sus manos y unas caras largas hacían de la linda escena algo triste. Habían hablado de WooBin, de su confesión de lo triste que fue darse cuenta que él la engaño, JiHoo sabía que esto iba a pasar, sabía que si su amigo no tenia cuidado podía perderla… y al parecer estaba a puno de hacerlo, pero esta cuota de sinceridad lo estaba salvando del total desprecio de la ella. Luego de los temas serios se burlaron un poco de la herida de su labio, jamás lo había visto bromear, nunca había visto una ligera en su personalidad, fu revelador ver que el sentido del humor no le era ajeno. Una vez que llegaron a la casa, ella se detuvo a observarlo, siempre lo tuvo en alta estima, ahora lo veía con los mismos ojos que JanDi, era un salvador, casi como un ángel que venía al llamado de alerta.
-gracias…- no tenía nada más que decirle, con algo de timidez se acerco a él y lo rodeo con sus manos, temblaba un poco, no eran tan cercanos para ese tipo de afectos, pero necesitaba decirle lo mucho que significaba su amistad y sinceridad.-
JiHoo dejo que ella lo abrazara y solo puso su mano en la espalda de ella, era tan pequeña… se sonrió suavemente disfrutando esta nueva cercanía con ella. GaEul demoro ese abrazo porque se sentía tan cálido que calentaba hasta su alma.
-¿vas a seguir negándolo?...-
La vos los separo, el tono era desagradable, estaba mezclado con rabia y prepotencia, incluso los ojos de YiJeong parecían otros, cargados de rabia, lo único que podía ver en ellos dos era traición.
-los encuentro juntos… una y otra vez… ¿puedes seguir negándolo?...- le pregunto a JiHoo.-
-YiJeong.- le dijo poniendo a GaEul detrás de él.- no es lugar…-
-nunca es lugar para ti…- se sonrió sarcásticamente y señalo a GaEul, le molestaba verla tras de él.- vámonos…- le dijo extendiendo su mano hacia ella. Al ver que ella no se movía, el mismo intento tomarla, pero la mano de JiHoo lo detuvo.- ¿Qué?...- le dijo soltándose del agarre.-
-cálmate…- le dijo seriamente.-
-¿tienes cara de hablarme?... no eres más que un traidor, sigues intentando confundir a GaEul aun sabiendo que ella nunca podría fijarse en ti…- se burlo con una sonrisa, ella no era culpable, solo era muy tonta para darse cuenta de eso.-
-¡BASTA!- el grito lo hizo callar, ella apareció detrás de él. No lucia como la tímida chica, la frágil GaEul, aquella que se puede desmoronar su la tocas demasiado fuerte. Se había dado cuenta que YiJeong no la miraba como ella quería, no quería ser el juguete, el puerto seguro que él tenía, la sumisa niña que podías manejar a tu antojo.- ¿Quién eres?...- aparto con delicadeza a JiHoo, no tenía derecho de venir a gritarle en su casa, gritarle a su amigo y tratarla como un objeto.-
-GaEul… él…- apunto con su dedo a JiHoo, todo era su culpa, ella era no era así.- no te das cuenta… mi amigo, mi propio amigo intenta robarm…-
-¡¿Qué?!- le grito.- ¿intenta qué?... – giro su cabeza hacia JiHoo y tomo su mano, entrelazando sus dedos con los de él, solo para darle una mirada a YiJeong.- nunca fuimos novios… nunca me has dicho que me quieres, nunca me has tratado como deseo…- negó con la cabeza, todas esas eran sus pensamientos, esos que la atormentaban tanto por las noches, que él nunca la había tratado como a una verdadera novia.- solo soy… un cosa para ti, algo que reclamas como tuyo… pero no es así.- le aclaro apretando más la mano de JiHoo, si hubiera estado sola jamás le habría dicho todas esas cosas.-
-GaEul… no es así.- subió un escalón pero fue ella misma quien lo detuvo.-
-no… no tienes ningún derecho a golpear a JiHoo, a venir aquí luego de meses de ausencia… y tratarme como si hubiera hecho algo malo.- no lloro, aunque sentía que sus ojos estaban a punto de traicionarla.- si hay alguien que culpable eres tú… nunca me has dicho nada claramente, solo confías en que estaré esperando como siempre, dispuesta a perdonarte todo… solo porque te quiero, pero no es así… no tengo que soportarlo, no si ya no te quiero…-
-tú no lo entiendes, yo…- ¿Cómo responderle a eso?, cierto… él nunca la trato como se merecía, pero ella… era lo más importante para él, era la persona que más amaba y eso no tenía que decirlo para sentirlo.- estoy intentando.-
-siempre es así… siempre estas intentando… siempre hay algo que debes hacer antes… siempre…- se cayó al pensar en ello.- soy la segunda…-
-no…-
Las palabras se cortaron, al ver lo que aconteció, su dulce chica estaba besando a otro hombre enfrente de él y no cualquier otro, sino que a su amigo. JiHoo se había quedado al margen de esa conversación y solo se quedo porque ella sostenía su mano, pero no pretendía causar más líos entre ellos dos. Pero GaEul había ido un poco más lejos, guiada por el dolor y para salvar un poco su orgullo de aquel soberbio y despreciativo YiJeong, estaba besando a JiHoo, aunque no en su mejilla… era un beso directo en sus labios.
El mundo de YiJeong se abría, se destrozaba todo recuerdo de su adorable GaEul, de aquella tímida conejita que venía a buscarlo con ojos de enamorada, ella se había convertido en otra persona, besándose sin descaro con otro sujeto… ¿Qué habían hecho con ella?.
El único que no estaba directamente involucrado y que ahora era el centro de atención. No pudo detenerla a tiempo, no pudo mover un solo musculo de su cuerpo, solo aceptar que ella estaba besándolo delante de YiJeong y por mucho que entendía su enfado, esta no era la manera correcta de llevar las cosas. Aunque se sentía bien… ser besado.
Ninguno de los tres dijo nada, el beso de GaEul fue corto pero eterno para los dos chicos. YiJeong se marcho enojado, subió a su auto y el sonido de las llantas marco el pavimento. JiHoo se quedo sin habla, nunca pensó que ella pudiera hacer algo así… al verla se di cuenta que ese ángel no era un demonio disfrazado, esos ojos negros estaban llenos de lagrimas, pobre… la chica debió reunir todo su valor para hacer eso.
-sunbae…- le dijo sentada en el sofá, ya había dejado de llorar y la vergüenza era lo que primaba en su interior, había usado a su amigo, tal como lo hizo WooBin con ella. Ahora que estaba del otro lado veía que no todo era blanco y negro.-
-está caliente…- le dijo entregándole una taza de café, la que llevaban se había enfriado con la discusión en la calle.-
-gracias…- tomo la taza pero no quería eso, necesitaba…- yo…- lo miro con pena, era una tonta… pero la actitud y palabras de YiJeong le hicieron perder la cabeza.-
-¿estás arrepentida?...- le pregunto bebiendo un poco de café.- quieres que le diga la verdad a Yijeong, que en realidad tú y yo no somos nada más que amigos…-
-…- se quedo en silencio, esa era la opción más sensata, decirle la verdad para que ambos se perdonaran, pero no quería… no quería volver al mismo circulo vicioso de siempre, donde ella siempre estaba al final de la botella, y que él solo recordaba cuando tocaba el fondo.- no…- dijo finalmente con un susurro.- no quiero…-
-¿estás segura de ello?...- le cuestiono, ella no era del tipo malvado, no hacia las cosas para hacer daño y si seguía con esta mentira ella podía lastimarse más.-
-si… YiJeong no tenia porque golpearte, porque tratarme así…- se cubrió los labios con la mano derecha.- ¿en qué me estoy convirtiendo?...- se pregunto a punto de llorar.-
-ya no llores…- le pidió tomando sus manos. No quería verla sufrir más.-
-JiHoo…- bajo su rostros para ocultarlo.-
-escucha…- le dijo apretando sus manos.- sigues siendo la misma de siempre, solo que ya no vas a dejar que nadie pase sobre ti…- puso su mano en el mentón de ella levantándolo suavemente, otra vez esos ojos estaban llenos de lagrimas.- ahora eres más que antes, no lo olvidaras.-
GaEul se dejo consolar por él, necesitaba escuchar esas palabras, no quería volver una mala persona y sentía que estaba en ese camino, pero escuchar que JiHoo dijera que era la misma la tranquilizaba, ¿Por qué tenía que ser tan bueno con ella?, si no fuera por él… que habría pasado.
YiJeong condujo como un loco hasta su estudio, apenas estuvo dentro destapo una botella de licor, eso jamás faltaba… sin detenerse a respirar bebió todo lo que sus pulmones resistieron, un tragó que quemo su garganta. Solo para dar paso a la destrucción, rompió todo, los jarrones, los platos, todo lo que estaba a su paso, quería destrozar la cara de JiHoo, eso no quedaría así, ahora que estaba seguro de lo que ocurría iba a poner toda su fuerza en recuperarla y a JiHoo… a él le esperaba un castigo ejemplar para un amigo traidor.
Cuando el auto se detuvo, una el chofer abrió la puerta y ella salió pálida como un fantasma. Se quedo parada frente a la puerta de su casa, desde que conoció a WooBin ella empezó a vivir sola, quería probar lo que era la independencia, gracia a él había conseguido un lugar bueno, en un barrio seguro, gracias a él había experimentado muchas cosas divertidas y gracias a él había conoció lo que era la traición. Cubrió sus labios para callar el llanto, nuevamente las lagrimas negras hicieron una línea recta en su rostros, estaba tan perdida, la noche había sido tan linda, con WooBin y cuando llego YiJeong... ¿Por qué había pasado de esta forma?, su teléfono sonaba y sonaba, el nombre en la pantalla era el mismo de hace una hora atrás… YiJeong.
La despertaron los golpes en la puerta, le había costado mucho dormirse, incluso seguía con el maquillaje y el peinado, sin embargo se levanto de la cama para ir a ver qué pasaba. Del otro lado de la puerta la esperaba él, no sabía cómo había tomado las cosas en la noche, pero necesitaba verla. Cuando abrió la puerta intento cerrarla de inmediato, pero la mano de él la detuvo y contra su fuerza no podía.
-no quiero verte…- le dijo ella poniendo su espalda en la puerta.-
-GaEul… no me hagas esto…- le pidió intentando entrar, ella era una mujer fuerte a pesar de esa apariencia suave y delicada.- ¡GaEul!-
Se quito detrás de la puerta, no tenia como detenerlo, era imposible intentarlo por la fuerza. Se giro enfrentando sus ojos llenos de fuego, ¿Qué pretendía?.
-¿Qué quieres?...- le pregunto enojada, ahora se sentía tan estúpida.-
-hablar…- le dijo suavemente, mientras cerraba la puerta, no era la primera vez que estaba en su nueva casa pero era la primera vez que ella lo miraba así, le dolía ver como sus ojos mostraban lo decepcionada que estaba ella de él.-
-WooBin… pensé que eras mi amigo…- le dijo dolida.-
-lo soy… pero no quiero seguir siéndolo.- la mirada casi llorando, las cosas no debieron salir así… YiJeong nunca debió aparecer antes, eso arruino todo, necesitaba tiempo para ver si tenía oportunidad con ella, pero ahora… no sabía nada, estaba en el aire.- yo…-
-no… no lo digas.- le pidió, si lo decia ya no habría vuelta atrás, debían mantener su amistad, esto… se podía olvidar, lo podía pasar por alto.-
-por favor… solo escúchame…- le rogo, necesitaba decirle la verdad, no quería seguir engañándola… eso lo mataba.-
-WooBin…- le llamo, necesitaba hacerlo entrar en razón.-
-te amo…- le dijo antes de que ella pudiera detenerlo. La miraba y sonreía incluso en una situación como esta no podía evitarlo, ella era un sol, era lo único que necesitaba para levantarse cada mañana, para sentir que podía ser mejor persona.- no lo planee, no me di cuenta cuando te metiste en mi corazón… incluso cuando empecé a darme cuenta no lo acepte, eres… lo mejor que me ha dado la vida pero también sabía que no eras para mi.- hizo una pausa bajando la mirada. JiHoo tenía razón, debió ser sincero, quizás así ella no estaría pasando por este problema.- tú estás enamorada de YiJeong… mi mejor amigo…- llevo su mano a la cabeza… no podía creerlo, de todas las cosas horribles que había hecho en su vida esta era la número uno.- solo quería tenerte un poco más conmigo, quería ver… quería saber si tú… podrías amarme.-
GaEul temblaba, ¿Cómo no se dio cuenta?, como no pudo prevenir esto… todo era su culpa, ella era tan confiada, tan tonta. Sus ojos iban de un lado a otro, ¿Qué debía hacer?, WooBin no tenía la culpa, él… nadie tenía la culpa de los sentimientos, ellos simplemente nacen.
-me engañaste…- le dijo mirándolo.- me hiciste creer que éramos amigos… todo ese tiempo tú…- negó con la cabeza, no tenía la culpa de lo que sentía pero si había hecho algo mal, la había tomado como una niña pequeña que no sabe del mundo.- ¿Qué esperabas?...-
-no, nunca…- levanto sus manos, intentaba buscar las palabras correctas… era difícil hacer esta confesión, no quería que ella se alejara.- al principio solo quería cuidarte, ver que estuvieras bien… solo eso lo juro…- ¿Cómo podía hacerle entender?, como le muestras sinceridad a la persona que has traicionado…- luego… no pude alejarme.-
-¿Por qué ahora?, porque no lo dijiste antes…-
-tenía miedo… de no ser correspondido.- anoche habían pasado muchas cosas, pero entre las más importantes estaba el beso. Ella lo respondió, sintió como su boca se movió junto a la suya, como su respiración se corto y también como su piel se erizo, no podía fingir tales cosas… ella sentía algo.- pero anoche…-
-no…- le corto, era cierto que sus motivos eran sinceros pero la había engañado, no había dudas de eso… no podía perdonarlo así como así, necesitaba tiempo… no quería perderlo como amigo.- lo de anoche fue un error. Yo estaba confundida… temerosa… no sabía que hacia.- asintió con su cabeza.- lo siento… pero no puedo corresponderte…- lo decia… ¿pero lo sentía?, le dolía más decir aquellas palabras que pensar dejarlo.-
-¿estás segura?...- le cuestiono, tenía la esperanza… sabia que algo le pasaba, que no le era indiferente, tantos años conociendo mujeres y la única que necesitaba conocer era un enigma.-
-vete…- le pidió amablemente pero sin mirarlo-
La puerta hizo un sonido suave cuando salió, quería romperlo todo… quería quemar el mundo y dejarla solo a ella, pero no tenía sentido… no importaba lo que hiciera, lo que necesitaba era que ella lo viera con los mismo ojos que antes, sin esa mirada… podía hacer que el mundo temblara pero nunca conseguiría su corazón.
JiHoo salía de sus clases, algunos le preguntaron porque llevaba su labio partido, no dijo nada y se aisló como siempre, no quería repasar las cosas de la noche anterior. Estaba caminando tranquilamente cuando unos zapatos negros se pararon en frente, fue levantando la vista hasta dar con el abrigo rojo y la cara de ella. GaEul lo estaba esperando, como muchas veces lo hizo él, aunque ella no causaba tanta conmoción, si llamaba la atención de los chicos por ser una chica hermosa. Sin esperar a las palabras hizo una sentida reverencia, era su forma de disculparse, JiHoo es una buena persona que se vio envuelto en todo un mal entendido y que incluso llevaba el labio partido por YiJeong.
-lo siento mucho…- le dijo sin levantar su rostro, era responsable de todos sus problemas de todas las cosas malas que le había pasado.-
-…- se sonrió alegre, no esperaba menos de ella… tan dulce como siempre.-
-todo…- le dijo manteniendo su cabeza con la mirada al suelo.- es mi culpa.-
-no…- le dijo él acercando su mano al hombro de ella.- no es tu culpa…-
-JiHoo sunbae…- sentía un dolor tan grande, WooBin la había engañado, la había utilizado… él le advirtió que las cosas no era como parecían, pero fue tan tonta que no supo interpretar sus palabras.-
-ven… vamos por un café.- le dijo antes de que siguiera disculpándose, no necesitaba hacerlo, ella era más victima que nadie.-
Caminaban juntos de regreso a casa, un café en sus manos y unas caras largas hacían de la linda escena algo triste. Habían hablado de WooBin, de su confesión de lo triste que fue darse cuenta que él la engaño, JiHoo sabía que esto iba a pasar, sabía que si su amigo no tenia cuidado podía perderla… y al parecer estaba a puno de hacerlo, pero esta cuota de sinceridad lo estaba salvando del total desprecio de la ella. Luego de los temas serios se burlaron un poco de la herida de su labio, jamás lo había visto bromear, nunca había visto una ligera en su personalidad, fu revelador ver que el sentido del humor no le era ajeno. Una vez que llegaron a la casa, ella se detuvo a observarlo, siempre lo tuvo en alta estima, ahora lo veía con los mismos ojos que JanDi, era un salvador, casi como un ángel que venía al llamado de alerta.
-gracias…- no tenía nada más que decirle, con algo de timidez se acerco a él y lo rodeo con sus manos, temblaba un poco, no eran tan cercanos para ese tipo de afectos, pero necesitaba decirle lo mucho que significaba su amistad y sinceridad.-
JiHoo dejo que ella lo abrazara y solo puso su mano en la espalda de ella, era tan pequeña… se sonrió suavemente disfrutando esta nueva cercanía con ella. GaEul demoro ese abrazo porque se sentía tan cálido que calentaba hasta su alma.
-¿vas a seguir negándolo?...-
La vos los separo, el tono era desagradable, estaba mezclado con rabia y prepotencia, incluso los ojos de YiJeong parecían otros, cargados de rabia, lo único que podía ver en ellos dos era traición.
-los encuentro juntos… una y otra vez… ¿puedes seguir negándolo?...- le pregunto a JiHoo.-
-YiJeong.- le dijo poniendo a GaEul detrás de él.- no es lugar…-
-nunca es lugar para ti…- se sonrió sarcásticamente y señalo a GaEul, le molestaba verla tras de él.- vámonos…- le dijo extendiendo su mano hacia ella. Al ver que ella no se movía, el mismo intento tomarla, pero la mano de JiHoo lo detuvo.- ¿Qué?...- le dijo soltándose del agarre.-
-cálmate…- le dijo seriamente.-
-¿tienes cara de hablarme?... no eres más que un traidor, sigues intentando confundir a GaEul aun sabiendo que ella nunca podría fijarse en ti…- se burlo con una sonrisa, ella no era culpable, solo era muy tonta para darse cuenta de eso.-
-¡BASTA!- el grito lo hizo callar, ella apareció detrás de él. No lucia como la tímida chica, la frágil GaEul, aquella que se puede desmoronar su la tocas demasiado fuerte. Se había dado cuenta que YiJeong no la miraba como ella quería, no quería ser el juguete, el puerto seguro que él tenía, la sumisa niña que podías manejar a tu antojo.- ¿Quién eres?...- aparto con delicadeza a JiHoo, no tenía derecho de venir a gritarle en su casa, gritarle a su amigo y tratarla como un objeto.-
-GaEul… él…- apunto con su dedo a JiHoo, todo era su culpa, ella era no era así.- no te das cuenta… mi amigo, mi propio amigo intenta robarm…-
-¡¿Qué?!- le grito.- ¿intenta qué?... – giro su cabeza hacia JiHoo y tomo su mano, entrelazando sus dedos con los de él, solo para darle una mirada a YiJeong.- nunca fuimos novios… nunca me has dicho que me quieres, nunca me has tratado como deseo…- negó con la cabeza, todas esas eran sus pensamientos, esos que la atormentaban tanto por las noches, que él nunca la había tratado como a una verdadera novia.- solo soy… un cosa para ti, algo que reclamas como tuyo… pero no es así.- le aclaro apretando más la mano de JiHoo, si hubiera estado sola jamás le habría dicho todas esas cosas.-
-GaEul… no es así.- subió un escalón pero fue ella misma quien lo detuvo.-
-no… no tienes ningún derecho a golpear a JiHoo, a venir aquí luego de meses de ausencia… y tratarme como si hubiera hecho algo malo.- no lloro, aunque sentía que sus ojos estaban a punto de traicionarla.- si hay alguien que culpable eres tú… nunca me has dicho nada claramente, solo confías en que estaré esperando como siempre, dispuesta a perdonarte todo… solo porque te quiero, pero no es así… no tengo que soportarlo, no si ya no te quiero…-
-tú no lo entiendes, yo…- ¿Cómo responderle a eso?, cierto… él nunca la trato como se merecía, pero ella… era lo más importante para él, era la persona que más amaba y eso no tenía que decirlo para sentirlo.- estoy intentando.-
-siempre es así… siempre estas intentando… siempre hay algo que debes hacer antes… siempre…- se cayó al pensar en ello.- soy la segunda…-
-no…-
Las palabras se cortaron, al ver lo que aconteció, su dulce chica estaba besando a otro hombre enfrente de él y no cualquier otro, sino que a su amigo. JiHoo se había quedado al margen de esa conversación y solo se quedo porque ella sostenía su mano, pero no pretendía causar más líos entre ellos dos. Pero GaEul había ido un poco más lejos, guiada por el dolor y para salvar un poco su orgullo de aquel soberbio y despreciativo YiJeong, estaba besando a JiHoo, aunque no en su mejilla… era un beso directo en sus labios.
El mundo de YiJeong se abría, se destrozaba todo recuerdo de su adorable GaEul, de aquella tímida conejita que venía a buscarlo con ojos de enamorada, ella se había convertido en otra persona, besándose sin descaro con otro sujeto… ¿Qué habían hecho con ella?.
El único que no estaba directamente involucrado y que ahora era el centro de atención. No pudo detenerla a tiempo, no pudo mover un solo musculo de su cuerpo, solo aceptar que ella estaba besándolo delante de YiJeong y por mucho que entendía su enfado, esta no era la manera correcta de llevar las cosas. Aunque se sentía bien… ser besado.
Ninguno de los tres dijo nada, el beso de GaEul fue corto pero eterno para los dos chicos. YiJeong se marcho enojado, subió a su auto y el sonido de las llantas marco el pavimento. JiHoo se quedo sin habla, nunca pensó que ella pudiera hacer algo así… al verla se di cuenta que ese ángel no era un demonio disfrazado, esos ojos negros estaban llenos de lagrimas, pobre… la chica debió reunir todo su valor para hacer eso.
-sunbae…- le dijo sentada en el sofá, ya había dejado de llorar y la vergüenza era lo que primaba en su interior, había usado a su amigo, tal como lo hizo WooBin con ella. Ahora que estaba del otro lado veía que no todo era blanco y negro.-
-está caliente…- le dijo entregándole una taza de café, la que llevaban se había enfriado con la discusión en la calle.-
-gracias…- tomo la taza pero no quería eso, necesitaba…- yo…- lo miro con pena, era una tonta… pero la actitud y palabras de YiJeong le hicieron perder la cabeza.-
-¿estás arrepentida?...- le pregunto bebiendo un poco de café.- quieres que le diga la verdad a Yijeong, que en realidad tú y yo no somos nada más que amigos…-
-…- se quedo en silencio, esa era la opción más sensata, decirle la verdad para que ambos se perdonaran, pero no quería… no quería volver al mismo circulo vicioso de siempre, donde ella siempre estaba al final de la botella, y que él solo recordaba cuando tocaba el fondo.- no…- dijo finalmente con un susurro.- no quiero…-
-¿estás segura de ello?...- le cuestiono, ella no era del tipo malvado, no hacia las cosas para hacer daño y si seguía con esta mentira ella podía lastimarse más.-
-si… YiJeong no tenia porque golpearte, porque tratarme así…- se cubrió los labios con la mano derecha.- ¿en qué me estoy convirtiendo?...- se pregunto a punto de llorar.-
-ya no llores…- le pidió tomando sus manos. No quería verla sufrir más.-
-JiHoo…- bajo su rostros para ocultarlo.-
-escucha…- le dijo apretando sus manos.- sigues siendo la misma de siempre, solo que ya no vas a dejar que nadie pase sobre ti…- puso su mano en el mentón de ella levantándolo suavemente, otra vez esos ojos estaban llenos de lagrimas.- ahora eres más que antes, no lo olvidaras.-
GaEul se dejo consolar por él, necesitaba escuchar esas palabras, no quería volver una mala persona y sentía que estaba en ese camino, pero escuchar que JiHoo dijera que era la misma la tranquilizaba, ¿Por qué tenía que ser tan bueno con ella?, si no fuera por él… que habría pasado.
YiJeong condujo como un loco hasta su estudio, apenas estuvo dentro destapo una botella de licor, eso jamás faltaba… sin detenerse a respirar bebió todo lo que sus pulmones resistieron, un tragó que quemo su garganta. Solo para dar paso a la destrucción, rompió todo, los jarrones, los platos, todo lo que estaba a su paso, quería destrozar la cara de JiHoo, eso no quedaría así, ahora que estaba seguro de lo que ocurría iba a poner toda su fuerza en recuperarla y a JiHoo… a él le esperaba un castigo ejemplar para un amigo traidor.
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