Nota: Jessica es la hija menor, Soojung es mayor que ella, así que, no se confundan.

Nota: Capitulo editado, he añadido algunas líneas en la última parte, pásense a leer.

La manada Jung se diferenciaba con las otras en que era muy tradicional, y muy apegada a sus leyes, el mínimo error era castigado severamente, no importaba quien lo había cometido, tenía que pagar su error. Lo que nadie sabía era que una de las hijas del Alfa se había enamorado, pero este amor se vería mal, ya que, no están en las leyes este tipo de amor, es decir, solo podían estar dos lobos de la misma manada, tampoco estaba permitido enamorarse de otro hombre lobo o mujer lobo de otra manada. Pero, este amor estaba más allá de esto, pues, Eunwoo, una de la menores hijas del Alfa de había enamorado, pero no de cualquiera, se había enamorado de la hija de un humano, pero tampoco de cualquier humano, se había enamorado de la hija del líder cazador, esta chica era Xiyeon.

Eunwoo siempre fue la chica soñadora, esas de que, quiere ser feliz, la quiera y buscaba una relación para compartir toda su vida, en donde quería brindar su amor y también recibirlo, y lo encontró, solo que, en la persona menos indicada, sobre todo, en una humana.

Por otra parte, Xiyeon era la típica chica que no creía en el amor, que pensaba en que el romance era una mentira más, hasta que lo encontró, solo que en la persona o en este caso, en una chica lobo, algo prohibida en la comunidad cazadora.

Este amor era prohibido... como se sabe, el amor prohibido tiene el sabor del deseo imposible de una felicidad perfecta, que se pretende permanezca oculta en la intimidad de una habitación o lugar, hasta que ambos descubran su mutuo aburrimiento. Porque todo lo que se edifica sobre una base movediza y endeble a costa del sufrimiento de otros, en el momento menos pensado se derrumba, dejando como secuela un mayor vacío interior y una nueva desilusión.

En este caso, no una salió más lastimada, sino, las dos fueron lastimadas e incluyendo toda la manada de Eunwoo, la manada exterminada por los grandes cazadores de la ciudad.

El día en que el Alfa, las hijas de este y el resto de la manada se enteró de este prohibido amorío, fue demasiado tarde, ya que, fueron atacados cruelmente, aunque lo único bueno y rescatable de esta masacre fue que, Eunwoo y Xiyeon murieron juntas, salvándose entre ellas mismas, así que, se podría decir, que se amaron hasta la muerte.

Aunque, lo que nadie se dio cuenta fue que, una de las hijas de la manada Jung, se salvó.

Jessica veía como los cazadores empezaban a matar a cada integrante de su manada, sin importar que fueran bebés, niños o adolescentes. Las lágrimas caían en todo su blanquecino y hermoso rostro, ya que, sentía impotencia de no poder hacer nada, pues que, estaba escondida en una de las casas de las manadas. No era que ella fuera un cobarde y no era capaz de defender a los suyos, sino, era que su padre o en este caso el Alfa había dado una orden y, era que todas sus hijas debían de protegerse entre ellas, pero como Jessica era la hija menor, habían hecho que esta se escondiera, sus hermanas saldrían a combatir contra los cazadores.

- ¡¡Jessica!! ¡¡Jessica!! – fue cuando la menor de las hijas Jung veía como su hermana entraba en su escondite.

- Soojung...- susurró Jessica con tristeza - ¿Qué pasa? ¿Dónde está papá y mamá? ¡¡Dime!! – gritó al ver que esta solo esquivaba su mirada.

- ¡¡Cállate!! Nos van a escuchar...- apretó sus puños y miró a su hermana menor. - Sica, tienes que escapar, Sulli ha encontrado un camino en donde no están los cazadores, tienes que salir por ahí y correr lo más rápido que puedas, tienes que correr y no mirar atrás, ¿Está bien? – preguntó al ver que Jessica empezaba a llorar.

- No...- susurró Jessica – No puedo dejarte, por favor, Soojung... ¿Dónde están nuestros padres?

- Ellos... ellos fueron asesinados por el líder cazador...- después que Soojung dijo esto, se limitó a abrazar a Jessica, ya que, esta última se puso a llorar cada vez más, haciendo que su corazón se rompiera, el Alfa y la Luna de la manada Jung fueron asesinados, entonces... no había nadie más quien salvara al casi extinta manada Jung.

- ¿Quiénes más...? ¿Quiénes más fueron asesinados? – dijo al ver el rostro triste y con lágrimas de Soojung.

- Sica....- susurró Soojung – Por favor...

- Dime Soojung y te juro que me voy a donde me indiques, por favor...- volvió a rogar.

- Bien, a parte de nuestros padres...- Soojung se quedó en silencio y después de suspirar pesadamente, estaba preparada para decirle toda la verdad a Jessica.- Sowon... Eunha... Seohyun... Hyoyeon... Amber... Victoria y... Nana...- dijo lentamente y volvió a soltar lágrimas al ver como Jessica cerraba sus ojos para aguantar las lágrimas que quería soltar.

- Eso... eso es casi toda la manada Soojung, ¿Y Eunwoo? – volvió a decir.

- No te preocupes, ella... ella está con Sulli, por eso mismo, yo vine por ti para irnos juntas, Sulli, Eunwoo, tu y yo, ¿Te parece? Así que, salgamos de aquí – tomó la mano de su hermana menor y la llevó consigo, escondiéndose del resto de la pelea.

Mientras que la hermana mayor, Soojung, llevaba a Jessica hacia el escondite donde estaban Sulli quien era la Mate de Soojung, y por último, Eunwoo Jung. Mientras que caminaban, Soojung oyó unos sonidos entre los arbustos, así que, esto tomó por alerta a Krystal haciendo que empezara a correr junto con Jessica quien tomaba su mano.

Soojung estaba preocupada, pero no por su vida, no, ella estaba preocupada por Jessica, ya que, Jessica era muy frágil en el sentido de pérdida, es decir, sabía cuán afectada estaba por la pérdida de casi todo el clan, además, sabía que Jessica era muy amiga de casi todos los que habían muerto. Sacando eso de lado, Soojung iba a ser la futura Alfa, así que, debía proteger a los suyos y sobre todo, debía proteger a su hermana menor.

Aunque su mayor miedo era no poder hacer nada por Jessica, Sulli y Eunwoo, bueno, al menos eran hasta ahora los que ella había visto que estaban vivas. Jessica y Soojung siguieron corriendo hacia el escondite en donde estaban Sulli y Eunwoo.

- Sica...- dijo lentamente