Sana

La Guerra por el Trono

Habían pasado varias horas desde el incidente y ya todos los invitados se fueron del castillo hacia sus respectivas edificaciones. Excepto dos nobles.

Momo y Sana vivían allí, aunque no se hacían ver mucho por los pasillos, ya que la mayoría del tiempo estaban haciendo cualquier cosa en los jardines, se quedaban en sus dormitorios o paseaban por las calles de las villas, visitando a sus amigos. De hecho, de vez en cuando se iban a dormir a sus propios hogares. Pero aquel día fue la excepción para la menor de las amigas.

Sana, había recibido una carta proveniente del mismo palacio en donde decía que se quedará allí aquella noche, y eso hizo. Obedeció sin problemas y sin malas muecas.

Pero le parecía algo extraño debido a las circunstancias.

La noble miró por el ventanal de su habitación, ya había anochecido y pronto sería la hora de cenar, por lo cual, pronto se reunirían todos nuevamente en la mesa.

Y así fue. A los pocos minutos un sirviente ya se encontraba avisándole de que la cena estaba lista y preparada para servir.

La joven salió de su habitación y al poco ya estaba sentada y lista para comenzar a cenar, mas aún tenía que esperar a la familia real. No había tenido noticias, así que supuso que la reina seguía inconsciente, mientras que al ver la aparición de Nayeon y su hija, se levantó mostrando respeto hacia ambas, mirando a la primera mencionada algo apenada por lo que le ocurrió a su hermana. Cuándo la mayor ahí presente indicó que podía volver a sentarse, así lo hizo.

Hubo un silencio. Nadie se atrevía a hablar o al menos eso parecía. Se notaba que Jihyo siempre era la que tomaba la iniciativa al hablar. Y en aquello mismo estaba pensando Sana comenzando a toquetear los cubiertos.

¿Por qué no comían? Porque faltaba alguien. Faltaba la princesa heredera al trono. Nayeon, al ver la demora tan impropia de Mina, decidió romper el silencio dando un carraspeo captando así la atención de los presentes.

—Tzuyu –dijo

—Si, madre.

—¿Sabes dónde está tu prima? —la menor de todas ahí reunidas negó con la cabeza.

—Conociendo a la princesa —se atrevió la noble a hablar—, lo más seguro es que esté en los aposentos de su majestad esperando a que despierte.

Hubo un pequeño silencio en la sala. Tenía razón.

—Cierto —murmuró Tzuyu de mala gana por darle la aprobación de aquella hipótesis.

—Dudo que venga a cenar —comenzó a decir Nayeon tras mirar de reojo a su hija—, empecemos nosotras.

Y nuevamente el silencio se hizo en la sala. Todos empezaron a comer.

Personalmente, Sana miró de vez en cuando el sitio vacío de aquellas dos integrantes principales que faltaban. No lo diría en voz alta, porque sabía perfectamente que incomodaría a la integrante más mayor de la alta cuna, pero echaba de menos la alegría de la reina en la mesa y la pequeña inocencia de su sucesora.

Cuando iban por la mitad de la cena, un sirviente se dirigió hacia ella y le entregó una carta. « Te espero después de cenar en donde siempre. N. ». Eso es lo que ponía. Su mirada a penas llegó a los cubiertos ajenos cuando la redirigió nuevamente al papiro y rompió aquel mensaje, devolviéndolo al sirviente para que esta lo tirase.

Así pues, en seguida terminó de cenar y se levantó.

—Con permiso —mencionó con aquel típico dulce tono de voz que le caracterizaba—, me iré a descansar. Como siempre, agradezco la comida y estuvo deliciosa.

Sin más, hizo una reverencia y comenzó salir del lugar dirigiéndose a sus aposentos. Bueno, "sus". Los aposentos de aquella mujer a la que amaba completamente. Algo que estaba mal visto por muchas personas, pero que para ella era lo más natural del mundo.

Al llegar entró y se sentó en la cama, esperando pacientemente con la puerta cerrada. Llevó sus manos a su propio regazo y las juntó de forma en la que entrelazó delicadamente sus dedos. Lo siguiente, fue esperar pensando en mil y una cosa.

No tuvo que esperar mucho más hasta que la puerta de madera pulida se abrió y entró aquella persona tan especial en su vida, cerrando está después.

—Ven —indicó la recién aparecida y la noble obedeció.

Levantándose de la cama se acercó con una ligera sonrisa hacia Nayeon, la cual, en cuanto le tuvo a un paso de distancia, cogió a la menor del rostro y depositó sus labios sobre los de ella, formando un apasionado beso.

Sinceramente, aquello le pilló desprevenida. Aún estaba conmocionada por la repentina bajada de salud de la reina y esperaba que su hermana estuviera igual. O quizás, necesitaba de eso para despejarse y al día siguiente pensar con claridad la situación. Sí, lo más seguro es que sería aquello. Por lo mismo, correspondió al beso con su característica dulzura, dejando que la mayor fuera empujándola suavemente hacia la cama.

Una vez tumbadas allí, la mayor sobre la menor, comenzaron las caricias y besos más atrevidos. Mordeduras excitantes y el desprendimiento de la ropa. Juntando ambos cuerpos el uno con el otro, a escasos milímetros del roce en cada piel.

Ambas disfrutaron de cada detalle de la contraria en un sentimiento prohibido, mal visto por la sociedad del momento.

Después del acto carnal, la noble miraba medio adormilada a su compañera, mientras recibía sus preciados mimos bajo los edredones y sábanas de seda que componían aquel lecho. Inconscientemente formó una sonrisa mientras era acurrucada y abrazada.

A los minutos, ya se había acabado por dormir.

 

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StudientNightmare
Lo siento por tardar, pero por problemas del WiFi no pude subir los capítulos antes. Preparaos para el to porque algo totalmente importante relacionado con los acontecimientos de la historia aparecerá <3

Comments

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AniDarckSugaR
#1
Chapter 1: Ay dios mi jihyooo ;-; Aquí hay un liiiio que no veas omg.Me encanta cómo está escrito y cómo se está desarrollando n.n