Tzuyu

La Guerra por el Trono

Después de todo lo ocurrido durante la comida, todo el mundo que no trabajaba en palacio estaba pendiente de la salud de la reina. Ya había llegado el doctor real y recetado el elixir que debía tomarse una vez despertada. Todos comentaban lo mismo:

“Bueno, ya despertará. Siempre lo hace”

“Tenemos suerte de tener médicos tan competentes”.

“Seguro dentro de poco ya estará como siempre”.

Pero no sabían nada. Simplemente reaccionaban con memorias de momentos anteriores a aquel y situaciones parecidas, pues solo dos personas sabían que estaba pasando en realidad.

Tzuyu, ajena a la llegada del médico se dirigió a la cocina con la intención de comer algo, pues le había entrado hambre y suponía que nadie estaría allí pero… no fue así. Dos personas habían allí dentro, afamadas en su tarea de amasar el pan mientras hablaban.

—¿Sabes de qué se enteró Heo? —preguntó una. El tono con el que lo dijo hizo que le entrara curiosidad a la menor y se quedara escondida sin hacer nada, solo escuchando.

—Ni idea —contestó la otra.

—Se ve que ya sabe porqué esa noble tan despistada de quedó a vivir en palacio.

—¿A sí? —al ver el cabeceo afirmando a aquella pregunta, emocionada y cuidando más su tono de voz siguió hablando—. No seas así y cuéntame qué te dijo.

—Al parecer… —hizo una pausa— es la amante de alguien de la estirpe real.

Los ojos de aquella miembro real se abrieron rápidamente de manera brusca al escuchar aquello. ¿Amante de alguien de su familia? Tendría lógica, pero… ¿de quién?

Desconcertada, pues las tres opciones viables se le hacían imposibles, siguió escuchando.

—¿De verdad? —dijo la receptora principal del mensaje igual de sorprendida que la que allí se encontraba a escondidas— ¿De quién? —preguntó inmediatamente después.

—No lo sé, pero dudo que se trate de las princesas, eso sería arriesgarse demasiado… ¿Tú crees que será de la reina?

—¿De ella? —repitió—, lo dudo… es la primera que no acepta esas cosas.

—Entonces…

—Es hasta lógico, si lo piensas. La reina y su hermana son polos opuestos.

—Caray… esto si que es una novedad.

Con aquellas últimas frases Tzuyu ya se había ido de allí.

No quería seguir escuchando. No quería aceptar lo que acababa de descubrir. A demás, eran rumores, chismes de las doncellas y los malditos plebeyos que trabajaban ahí. No tenía por qué creérselo.

Pero igualmente la duda reconcomia su interior.

Tenía que ir a preguntárselo a su madre ya.

Por ello fue directa por los pasillos hasta llegar a los aposentos de la mayor y tras tocar a la puerta entró.

—Buenas tardes, mamá —dijo mecánicamente.

—Tzuyu, ¿qué haces por aquí? —contestó ella sin apartar la mirada del tocador.

—Oí rumores de las sirvientas —comenzó a formular—, y dicen cosas sobre ti y Sana.

Aquello consiguió llamar la atención de la mayor, que bastante seria se giró hacia su descendiente. Esta reacción hizo que Tzuyu se pusiera en alerta y tras tragar saliva y recolocarse el cabello a su gusto enfrentar miradas con su madre.

—¿Y qué es lo que dicen? —preguntó Nayeon cortante.

—Que sois amantes.

El silencio reinó en la sala. La mayor dirigió su atención nuevamente al espejo notablemente tranquila.

—Ni que fuera algo de qué preocuparse. Me pensaba que sería algo más serio, o algún chisme falso.

—¡Pero mamá! ¿Cómo puedes compartir cama con ella? No es dig-

—¡TZUYU! —cortó la mayor levantándose bruscamente— ¿Quién te ha enseñado a dirigirte a mí así?

—L-lo siento…

—¡Unas disculpas no son suficientes! Yo sé quién es o no digna de estar conmigo y compartir noches conmigo. Cuando tú seas mayor también lo sabrás. Ahora, fuera de mi vista. ¡Harás que me salgan arrugas!

Aquellas últimas palabras fueron acompañadas por gestos de desgana invitándola a salir de la habitación. Y eso hizo la menor. Abrí la puerta y se quedó observando de mala gana a quien se encontraba justo tras la puerta, solo esperaba ajeno hubiera escuchado nada.

—Con permiso, Mina.

Dijo a regañadientes mientras pasaba sin ningún miramiento afuera de allí.
 

✨⚔✨
 

Quizás pasó una hora desde que Tzuyu se encerró en sus aposentos. Se sentía traicionada de alguna manera. No por el trato de su madre, sino por Sana. Supuestamente eran amigas de confianza, ¿Por qué no le contó aquello?

Aunque lo que sabía ahora mismo era que no quería hablar con nadie. Ni siquiera se planteó hablar con su íntima y aclarar la situación.

Cuando el enfado pasó a ser decepción decidió salir a los jardines de palacio para dar un paseo con la soledad en la que había crecido, oculta tras la sombra de su familiar más cercano y por el de su propia prima.

—No es justo —repetía una y otra vez—. Yo merezco ser quien es ella… tengo más razones para serlo… ¿por qué no puedo?

Finalmente, acabó por sentarse en uno de los muchos bancos de marfil que habían esculpido precisamente para dejar un sitio donde descansar tras haber recorrido los edenes de aquel hogar.

El brillante sol se posaba tranquilamente sobre el rostro de aquella joven princesa, como si suavemente dejara caer un cálido manto sobre ella, como si estuviera siendo abrazada con todos los mejores sentimientos del mundo.

Paz… aquello era lo que sentía en ese instante y quería prolongar lo máximo posible.

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Thank you!
StudientNightmare
Lo siento por tardar, pero por problemas del WiFi no pude subir los capítulos antes. Preparaos para el to porque algo totalmente importante relacionado con los acontecimientos de la historia aparecerá <3

Comments

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AniDarckSugaR
#1
Chapter 1: Ay dios mi jihyooo ;-; Aquí hay un liiiio que no veas omg.Me encanta cómo está escrito y cómo se está desarrollando n.n