Capitulo Cuatro

En territorio del Rey Dragón

 

 

 

Capitulo 4

 

Baekhyun le escribió un email a Yixing por la mañana. ¿Todavía estás pensando en venir en primavera?  Escribió al final del mismo, y ​​luego lo envió antes de poder convencerse de que sonaba demasiado necesitado.

Una cosa era fingir quejarse y exigir, y Baekhyun estaba bien jugando a eso, pero otra cosa era realmente ser así. Baekhyun era autosuficiente. Eso no iba a cambiar sólo porque su vida pareciera estar cambiando y realineándose a su alrededor.

Kyungsoo tenía trabajo que hacer, estaba sentado, escribiendo dolorosamente lento en su portátil, con dos dedos, usando el dedo índice de cada mano, de la misma forma que se rascaba el cuero cabelludo. Baekhyun encendió la televisión y planeaba pudrirse delante de ella durante todo el día, para intentar evitar distraer a Kyungsoo.

Jongdae apareció sin anunciarse después de las once, y se puso cómodo.

—¿Por qué estás ahora aquí todo el tiempo? —Baekhyun le preguntó a Jongdae, que estaba sentado a su lado en el suelo, con las piernas cruzadas mientras se comía las patatas de cebolla de la bolsa verde y retorcida. —No es que no quiera que estés, pero me sorprende.

Jongdae había ido cuatro veces esta semana, desde el lunes. No había venido en Año Nuevo, porque había estado en Seogwipo con Soojung, pero todos los días de la semana había pasado al menos una hora con Baekhyun. Casi se había sentido raro no ver a Jongdae el 31 de diciembre, pero Kyungsoo lo había besado tras la cuenta atrás de la radio cuando  habían anunciado la medianoche, asiéndole fuertemente de las caderas y Baekhyun no lo había echado de menos, no realmente.  Se había preguntado, con ironía, si eso era lo que significaba crecer.

—Quiero verte más — dijo Jongdae. —¿Eso es un crimen?

—Es un crimen que te comas toda mi comida basura.— Baekhyun le arrebató las patatas de cebolla. Jongdae se quejó, y Kyungsoo, que estaba escribiendo con diligencia en su portátil ("Sólo algunas cosas para el trabajo", había explicado antes, y Baekhyun había dejado de presionarlo para ver la televisión) hizo una pausa y miró hacia arriba.

—Como si alguna vez se te acabara — dijo Kyungsoo, y Jongdae se rió. Kyungsoo le ofreció una pequeña sonrisa a Baekhyun, y Baekhyun quiso besarlo de nuevo, así que miró hacia otro lado. Básicamente se sentía como si estuviera otra vez en el instituto.

—Exactamente — dijo Jongdae, volviendo a coger la bolsa —Tu adicción a alimentarte de basura asegura unos armarios siempre llenos.

La respuesta de Baekhyun se perdió por el camino al son de un coche que se acercaba por el camino de grava. Se levantó de su cojín y entró en el pasillo.

—Probablemente sea sólo Chanyeol — le gritó Jongdae, y Baekhyun entrecerró los ojos.

—Imposible, la camioneta de Chanyeol  haría mucho más ruido — respondió Baekhyun. Todo lo que podía oír era la grava crujiendo. Los petardeos de la camioneta de Chanyeol  siempre avisaban de su llegada.  —Esto suena más como el coche de Kyungsoo.

Abrió la puerta de entrada justo cuando un coche blanco se paró para aparcar junto al Lexus de Kyungsoo. Alguien se acercó por detrás de él, y era Kyungsoo, con los ojos entrecerrados. La puerta lateral del conductor se abrió, y un hombre con un abrigo de lana pesada salió, llevando gafas de sol y un brillante reloj de pulsera.

—Ese es Joonmyun hyung — dijo Kyungsoo, y la mandíbula de Baekhyun se abrió con sorpresa, ligeramente, antes de poder evitarlo. Kyungsoo se coló por delante de Baekhyun, saliendo por la puerta, deteniéndose en el escalón delantero para ponerse las zapatillas enganchando el talón con un dedo. Luego caminó hacia el coche.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

—Intentamos llamar — El hombre tenía una voz muy suave, casi cantarina, y él sonrió inmediatamente.

—¿Intentamos? — Kyungsoo preguntó, y la puerta del lado del pasajero se abrió para revelar a un hombre bastante alto y atlético, que parecía un par de años más joven que Kyungsoo. Tenía el pelo cayéndole sobre  los ojos y la boca ligeramente fruncida. Su chaqueta era de cuero.

—Ah, vosotros dos. Te dije que no recibía señal aquí — dijo Kyungsoo, y al que él había llamado Joonmyun hyung sonrió dulcemente.

—Pensaba que esa era tu manera de decirme que te dejara en paz — dijo, extendiendo la mano para apoyarla sobre el hombro de Kyungsoo.

—Si hubiera querido eso — dijo Kyungsoo, temblando, ya que no se había puesto el abrigo — te lo habría dicho directamente.

—Kyungsoo hyung realmente no se anda con rodeos — dijo el más alto. Su voz era más profunda de lo que Baekhyun había esperado, y le dirigió una sonrisa tímida que lo hacía parecer dulce y suave. Como un cachorrito. —Lo siento por haber llegado de repente hemos estado preocupados por ti. Joonmyun hyung me acorraló en la oficina para preguntarme si haría el viaje con él.

Kyungsoo los miró a los dos, con los brazos cruzados, pero luego sonrió, una pequeñita que hizo que el alto se relajara y a Joonmyun girarse hacia Baekhyun.

—Tú debes ser Byun-ssi — dijo — No tendrás dos habitaciones para la noche, ¿no? Sólo podemos quedarnos una.

—Claro — dijo Baekhyun, bajando del escalón y cogiendo la mano extendida de Joonmyun, mientras el hombre le daba un apretón de manos y hacía una reverencia al mismo tiempo, con la espalda perfectamente recta. Parecía una especie de heredero de los dramas, y ​​Baekhyun sintió la necesidad de devolverle la reverencia. —Pero, ah, es Baekhyun, sólo Baekhyun.

—Soy Jongin — dijo el otro, la dulce sonrisa reemplazada con una mirada indecisa. Se toqueteó nerviosamente la colección de pulseras de goma de la muñeca, de colores negro, púrpura y amarillo. Baekhyun no sabía que la gente todavía llevaba eso.

—Estos son un par de mis amigos — dijo Kyungsoo — Están aquí para rescatarme de las garras de unas vacaciones isleñas, aparentemente.

—No eres del tipo vacacional — dijo Joonmyun —Teníamos que venir a investigar.

Colocó un brazo alrededor de los hombros de Kyungsoo, y Kyungsoo se apoyó en él, fácil y casual. Baekhyun observó cuidadosamente la interacción, metiéndose las manos en los bolsillos y succionando su labio superior.

Jongdae finalmente salió, con las manos en las caderas. — ¿Más invitados de invierno, Baekhyunnie?

Baekhyun lo miró y se encogió de hombros. Luego se dirigió a Joonmyun y Jongin, con una sonrisa de bienvenida. — ¿Por qué no entráis?

Jongdae fue a calentar el agua para el té cuando Baekhyun le dirigió una mirada suplicante, y Baekhyun le dio a Joonmyun y Jongin un rápido tour por la pensión. Kyungsoo les seguía, todavía parecía inseguro sobre la visita de sus amigos, pero Joonmyun se rezagó invitándolo a una callada conversación, y pronto Kyungsoo estaba sonriendo ligeramente y asintiendo con la cabeza mientras Baekhyun le mostraba a Jongin cómo funcionaba la ducha.

Jongin parecía muy reacio a hablar con Baekhyun al principio, pero lentamente cogió confianza, diciéndole lo que necesitaban y soltando extrañas bromas de vez en cuando que hacían reír a Baekhyun. Su risa era realmente tonta y linda, y fuerte, y Baekhyun tenía que luchar contra el impulso de desordenarle el pelo...

—Esto es muy diferente — dijo Jongin — Pensaba, al principio, cuando Kyungsoo llamó desde Jeju de todos los lugares, que se habría registrado en un resort o algo así.

—En su mayoría conseguimos excursionistas— dijo Baekhyun — Mochileros, no arquitectos rebeldes.

Jongin le sonrió, finalmente quitándose las gafas de sol y colgándoselas  del cuello del suéter.  —Hyung me dijo que era la ciudad natal de su madre.

—Sí —  dijo Baekhyun. — La madre de mi mejor amigo dice que Kyungsoo se parece mucho a ella.

— Lo hace — dijo Jongin — Seungsoo, el hermano de Kyungsoo hyung, se parece más a su padre.

—Eras amigo de Kyungsoo en secundaria, ¿verdad? — preguntó Baekhyun, y Jongin asintió con la cabeza —Uno de sus amigos de la escuela internacional.

—Kyungsoo hyung solía ser aún más pequeño — dijo Jongin — Muy pequeño, como las taquillas de alto. Y llevaba el pelo a lo cazo.

—Tú no eras tan alto entonces tampoco — dijo Kyungsoo, interrumpiéndolos — No le digas cosas raras a Baekhyun.

—Me estoy imaginando a un Kyungsoo de catorce años— dijo Baekhyun, moviéndose para quedar detrás de Kyungsoo, en la posición perfecta para hincar la barbilla en el hombro de Kyungsoo. —Con el pelo a lo cazo y con comics del Príncipe del Tenis.

—Oigo un zumbido — dijo Kyungsoo — pero generalmente no hay abejas en invierno.

Baekhyun se carcajeó directamente en el oído de Kyungsoo, y este se encogió de hombros, mirándolo juguetonamente. Todavía riéndose, Baekhyun se alejó completamente de Kyungsoo, volviéndose para sonreír a Kyungsoo y a Jongin.

—No sé cuándo comisteis por última vez, durante el viaje, pero conozco un gran sitio de samgyeopsal para la cena.

Los llevó de vuelta a la cocina. Habían seis sillas alrededor de la mesa, pero Baekhyun no podía recordar la última vez que se habían usado más de cuatro.

Kyungsoo se dirigió inmediatamente al armario para bajar las tazas, alcanzándolas con una familiaridad que hacía que Baekhyun sintiera como si Kyungsoo viviera allí con él. Kyungsoo se puso de puntillas para alcanzar el estante superior, y Baekhyun automáticamente lo estabilizó, poniéndole ambas manos en la cadera a Kyungsoo, los dedos extendiéndose hacia el abdomen. La camiseta de Kyungsoo se había levantado, así que los dedos de Baekhyun tocaron la piel desnuda. Piel de gallina apareció bajo las palmas de Baekhyun.  —Cuidado — susurró Baekhyun, en el oído de Kyungsoo, y cogió una taza, alejándose antes de que alguien lo notara.

Jongdae y Joonmyun cayeron en una conversación fácil, los dos iban y venían sobre matemáticas, de todas las cosas, mientras Joonmyun explicaba algo sobre su trabajo a un Jongdae absolutamente cautivado.

Baekhyun atrajo a Jongin a la conversación, salpicándolo con preguntas minúsculas sobre el viaje en coche. —Hemos tenido buen tiempo para ser invierno, esta semana — dijo Baekhyun —Así que no ha tenido que ser demasiado malo.

— En Seúl estaba cayendo aguanieve cuando salimos — dijo Jongin —Este invierno está siendo muy moderado.

—Me estoy echando a perder — dijo Kyungsoo —Cuando vuelva a Seúl, voy a tener la calefacción puesta hasta abril.

—Una vez que llegamos al sur, sin embargo, fue muy agradable.

—Mi viaje también fue agradable — dijo Kyungsoo —Cuando podía pensar en eso.

 Baekhyun colocó una mano en el muslo de Kyungsoo bajo la mesa. Curvó los dedos, de modo que sus uñas pudieran arañar justo por encima de la rodilla de Kyungsoo, a través de la tela vaquera, y Kyungsoo se inclinó hacia él.  — Baekhyun y yo fuimos en coche por la isla la semana pasada. Incluso la nieve era bonita.

Baekhyun recordaba cuando se había acurrucado con Kyungsoo en la cama y había visto la nieve por la ventana, y miró a Jongdae para ocultar el calor que le encendía las mejillas. —Sí, fue un buen viaje.

—Nuestro viaje habría sido perfecto si Joonmyun no estuviera tratando de aprender japonés— dijo Jongin —Escuchamos las cintas del metodo Pimsleur todo el trayecto.

—Hyung lo mencionó en un email la semana pasada—  dijo Kyungsoo — Algo sobre un nuevo proyecto con un equipo de diseño de Japón.

—Ya tuve suficiente cuando tuve que tomar dos o tres clases de inmersión al día—  dijo Jongin —Se siente como volviera a estar en primer año otra vez.

—Creo que el recordatorio será útil — dijo Kyungsoo, envolviendo su mano alrededor de la muñeca de Baekhyun, su pulgar frotando círculos lentos sobre el hueso. Baekhyun apretó la rodilla de Kyungsoo —Estarás agradecido por el recuerdo de los formalismos.

—Yo ni siquiera puedo aprender chino — respondió Baekhyun, estudiando a Jongin con más cuidado. Le volvió a mirar, a las caras gafas de sol de Jongin, que colgaban inocentemente de su cuello, y al enorme y carísimo reloj. Parecía todo lo que Baekhyun no era, pulseras cursis o no, y Baekhyun pensó en el traje de Kyungsoo, cuando llegó por primera vez. Se sacudió esos pensamientos por ahora, y sonrió a Jongin —Estoy impresionado.

—¿Estás tratando de aprender chino? — Las manos de Jongin se retorcieron sin rumbo fijo—¿Por qué?

Baekhyun consideró decirle a Jongin que estudiar otro idioma le hacía sentir que estaba expandiéndose más allá de Jeolbyeog-ri, extendiendo los brazos hasta donde pudieran ir en dirección a otros lugares. Sin embargo parecía fuera de lugar. Era algo que Baekhyun solo le diría a Jongdae, tarde por la noche, con las luces apagadas.

—Bueno, una de mis personas favoritas en el mundo habla chino — respondió Baekhyun —Como lengua materna, así que he estado tratando de estudiarlo, pero no soy muy bueno aprendiendo de libros.

—La mejor manera de aprender un idioma es practicarlo — dijo Jongin, y Baekhyun se estremeció cuando la mano de Kyungsoo le acarició el antebrazo. —La inmersión fue más o menos la única forma en la que aprendí inglés haciendo IBbachillerato.internacional.

Kyungsoo bufó. —Tu madre te lanzó al agua sin una lección de natación cuando te envió solo a Yokohama, Jonginnie.

—Por eso tuve la suerte de tenerte — dijo Jongin, con seriedad, y Kyungsoo le sonrió. Baekhyun deslizó sus dedos hacia el interior del muslo de Kyungsoo.

— También fue así como Yixing hyung aprendió — dijo Baekhyun —Pero no puedo ir a China sólo para aprender chino.

—¿Por qué no? —preguntó Jongin. Sus manos se tragaban su taza, la de porcelana roja que Baekhyun no había usado desde hacía años se asomaba entre sus dedos.

—No lo sé — dijo Baekhyun, retorciéndose en su sitio mientras Kyungsoo le hacía cosquillas en el interior del codo. Golpeó accidentalmente a Jongdae, que le devolvió la patada sin ni siquiera interrumpir el flujo de su conversación con Joonmyun, y Baekhyun hizo un gesto de dolor por la punzada en la pantorrilla.  —Es más que no puedo dejar la pensión, soy la única persona que se queda para cuidar de ella, y a veces... — Baekhyun se giró hacia Kyungsoo y le guiñó un ojo —la gente aparece inesperadamente y necesitan un lugar para quedarse. — Cogió la mano de Kyungsoo, finalmente, y la enrolló con la suya, ambas manos en su regazo. —Aunque algún día iré a visitarlo.

—Deberías — dijo Kyungsoo, en voz baja —También deberías venir a Seúl. —Atrapó la mirada de Baekhyun y la sostuvo.

—¿Vas a llevarme a todas partes, chico de ciudad?— Baekhyun se lamió los labios, soltando la mano de Kyungsoo y apartando los ojos.

—A lo mejor, convenientemente te deje en una estación de metro —dijo Kyungsoo— Y veremos lo aventurero que eres en realidad.

—Mientras tenga un casco estaré bien, ¿verdad? — Baekhyun bromeó, y luego se levantó, colgándose las asas de las tazas vacías de los dedos para llevarlas al fregadero —Si nos vamos ahora, tendremos tiempo suficiente para que Jongdae y yo os enseñemos el pueblo antes de la cena.

—¿Cómo me metí en esto?— dijo Jongdae — Yo sólo estaba aquí por las patatas gratis.

—Ahora te estoy poniendo a trabajar — dijo Baekhyun — ¿Tenéis maletas? Puedo prepararos las habitaciones, si os queréis cambiar.

Jongin y Joonmyun fueron con Jongdae al coche mientras Baekhyun se dirigió al armarito frontal, abriéndolo y sacando el portátil y el registro de invitados, llevándolos apilados con ambas manos al escritorio de bienvenida.

Kyungsoo lo siguió, y arregló las pilas de papel sobre el escritorio mientras Baekhyun conectaba el cargador del portátil a la pared.

—No sabía que iban a venir — dijo Kyungsoo, cuando Baekhyun abrió el ordenador y presionó el botón de encendido —Te lo habría advertido.

—¿Advertirme? — preguntó  Baekhyun — Parecen agradables.

—Son agradables — dijo Kyungsoo, se le notaba la tensión alrededor de su boca y en las esquinas de los ojos — Más amable que yo

Arregló la última pila del correo Baekhyun-Realmente-Debe-Abrir, y rodeó la mesa, para estar junto a Baekhyun mirando el arranque del portátil.

 —Me siento como si hubiera estado viviendo dentro de un iglú, y hubieran venido y lo hubieran roto — apoyó la cabeza en el hombro de Baekhyun —O como si hubiera entrado en un mundo completamente nuevo, pero ahora el viejo estuviera desfilando trás de mí, siguiendo el camino que tomé.

—Querrías que te hubieran avisado a ti  entonces — dijo Baekhyun, volviéndose para mirar a Kyungsoo pasar los dedos por la suave línea del escritorio hecho a mano. — Este no es un mundo nuevo para mí, este es mi mundo cotidiano, son sólo más huéspedes. — envolvió un brazo alrededor de la cintura de Kyungsoo, manteniendo un ojo en la puerta. —La gente entra y sale mucho de mi iglú, realmente ya no necesito ningún aviso, lo espero. Check in, check out.

—Lo sé — dijo Kyungsoo —Casi esperaba...

Kyungsoo cortó la conversación cuando la puerta se abrió de repente y Jongdae entró por la puerta. Baekhyun rápidamente dejó caer el brazo y comenzó a buscar detrás de la mesa un bolígrafo, encontrando uno enseguida.

Joonmyun venía justo tras él, llevando una pequeña bolsa de viaje negra con detalles metálicos. Se acercó al escritorio de bienvenida y le dirigió a Baekhyun otra suave sonrisa.

— ¿Nos está registrando oficialmente?

—Tengo que ser exhaustivo— dijo Baekhyun —De lo contrario, los impuestos pueden ser complicados.

—Estuve leyendo sobre las leyes de propiedad de Jeju el otro día para el trabajo — dijo Joonmyun —Nuestra empresa estará haciendo un proyecto aquí abajo con una compañía japonesa a finales de año. Es muy complicado.

—Lo es — dijo Baekhyun — Yo realmente no lo entiendo, pero lo envío a otra persona cuando llega el momento de hacer impuestos. Mi tío conoce a un tipo que se especializa en ese tipo de cosas, así que sólo tengo que mantener unos buenos registros—  le entregó a Joonmyun el bolígrafo y Kyungsoo le dio un golpecito al libro de registros cuando Joonmyun miró de la pluma al portátil.

—¿Un libro de registros? — preguntó  Joonmyun.

—Eso es tradición — comentó Baekhyun.

—Baekhyun es un gran creyente de la tradición — agregó Kyungsoo, y empezó a subir la mano hacia la cara de Baekhyun, tal vez para suavizar con el pulgar la mueca en los labios de Baekhyun, pero entonces recordó y dejó caer la mano, y Baekhyun liberó todo el aire de sus pulmones con un fuerte soplido.

—Su abuela siempre lo hacía así— dijo Jongdae —Los registros del ordenador fueron cosa de Baekhyun, de vez en cuando tiene buenas ideas.

—Ocasionalmente —Kyungsoo estuvo de acuerdo, saliendo de detrás del mostrador y caminando hacia Jongin, que llevaba dos bolsas en lugar de sólo una. Una se parecía a un estuche de portátil. Kyungsoo se lo quitó, y Jongin sacó inmediatamente su teléfono. Frunció el ceño. — No hay señal — le recordó Kyungsoo, y Jongin se metió el teléfono en el bolsillo, pareciendo un poco perdido ante la idea de estar desconectado.  — Aunque hay wifi, sólo búscala.

—Estás en la habitación 5 — dijo Baekhyun, sacando la llave del anillo y entregándosela a Joonmyun —Voy a poner Jongin en la 6.

—Perfecto — dijo Joonmyun —Gracias por habernos alojado sin aviso, Baekhyun-ssi.

—No menos aviso que el de Kyungsoo — dijo Jongdae, cogiendo la bolsa de Joonmyun —Te enseñaré  cuál es la 5.

Después de que Jongin hubiera firmado en el libro de registros, dibujando una carita y signos de exclamación justo debajo de las oscuras letras estrechas de Joonmyun, y de dejar sus cosas, Baekhyun y Jongdae los llevaron de regreso al pueblo. Cogieron el camino largo, porque Baekhyun no quería que ninguno de los amigos de Kyungsoo se ensuciara los brillantes zapatos.

—Nos perdimos — le dijo Joonmyun a Baekhyun, mientras caminaban delante de Jongin, que había encendido un cigarrillo y fumaba mientras andaban  —tratando de encontrar tu pensión.

—¿Se perdió  la señal del GPS? — preguntó Baekhyun, y Joonmyun sonrió.

—¿Pasa mucho? —Joonmyun arrastraba los pies al caminar. Era muy lindo, y Baekhyun le sonrió al hombre.

—Bastante a menudo — dijo Baekhyun — Solía haber, bueno, un rumor supongo, de que la pensión estaba encantada. Antes de que mi hermano y yo nos mudáramos, mis abuelos eran los únicos que se quedaban allí, y mientras que todos los ancianos de la aldea los conocían, los niños solo sabían que el lugar siempre estaba lleno de extraños y que por la noche el viento hacía ruidos por las lamas de madera cerca del techo.

—Los niños siempre están más dispuestos a creer en cosas como esas— dijo Joonmyun —Cosas como fantasmas y apariciones.

—Creo que — Baekhyun respondió — verás que los adultos de aquí probablemente también están dispuestos a creer en esas cosas. — tirando del borde de su gorra de béisbol, le sonrió a Joonmyun, con los ojos arrugados. —Ya que es una zona muerta para los móviles, nunca serias capaz de pedir ayuda si realmente está encantada, ¿verdad?

Joonmyun se estremeció. —Las historias de fantasmas es una de las cosas que menos me gustan — dijo —Será mejor que estés bromeando con eso.

—Lo estoy — dijo Baekhyun, guiñando un ojo. —Probablemente.  Kyungsoo parece estar bien, ¿no?

—Sí —dijo Joonmyun — Parece más que bien.

Baekhyun se tomó su tiempo señalando diferentes lugares de la ciudad. Era hermoso en ese momento, la puesta de sol bañando todo el pueblo con un suave resplandor

 —Los edificios son todos muy bajos — dijo Jongin, cuando se detuvieron en la tienda de conveniencia para que Baekhyun pueda mostrarles el enorme cofre de helados en el frente, explicando cómo él y Jongdae se comían todo el contenido ellos solos una vez por semana en verano.

—Para protegerlos — dijo Baekhyun. Agarró la gorra por reflejo cuando sopló el viento, y sonrió —El viento puede ser muy fuerte, y ese tipo de golpes constantes destrozaría los edificios altos construidos al viejo estilo, así que la gente nativa de este pueblo construyó sus casas bajas, para que fueran más fuertes.

—La misma idea que las casas con cimientos de vigas de madera, ¿verdad? Construir alrededor del medio ambiente, en lugar de construir a pesar de ello. — Joonmyun pasó la mano por los muros de piedra. —Estos son para el viento, también, ¿no?

—Bueno... — Jongdae frunció el ceño. —No exactamente — Miró a Baekhyun, que felizmente retomó el hilo.

—Originalmente, las casas de Jeju necesitaban estos uldam para mantener las cosas dentro y fuera — dijo Baekhyun —Puesto que los caballos y las vacas eran en su mayoría salvajes, tenías que proteger a tus cerdos y tus jardines de ellos. — Se tocó la nariz — Estaba también la cuestión de la privacidad, teniendo en cuenta los antiguos diseños de estas casas. La sala principal solía extenderse a través de toda la casa, por la ventilación, y en verano, cuando hacía calor y humedad, se podía ver a través de toda la casa de alguien. Los uldam lo impedían, y por supuesto, sí, por el viento.

—Pareces una guía — dijo Jongin, con una gran sonrisa. Apoyó el brazo sobre los hombros de Joonmyun.

—Una muy accesible — dijo Joonmyun —Debes saber mucho sobre Jeju.

—Lo hago — dijo Baekhyun —Es mi hogar, así que debería, ¿no?

—¿ Haces de guía turístico para todos los que vienen por aquí? — preguntó Jongin, y Baekhyun le guiñó el ojo.

—No, lo reservo para mis invitados más especiales — respondió Baekhyun, batiendo las pestañas coquetamente, y Jongdae y Kyungsoo le golpearon los hombros opuestos al mismo tiempo. Baekhyun gritó, lanzando un brazo alrededor de cada uno de sus hombros y tirando de ellos en un abrazo. —Tenéis que encontrar una mejor manera de demostrar afecto.

— ¿Por qué, cuando esta manera eficazmente comunica la angustiosa mezcla de frustración y recelosa aceptación? —preguntó Jongdae, retorciéndose para liberarse y saltando hacia delante. —El restaurante de mi familia está justo al frente.

El otro brazo de Baekhyun permaneció alrededor de los estrechos hombros de Kyungsoo mientras caminaban. Kyungsoo se inclinó contra él, un poco, cálida y dócilmente, hasta que de nuevo, recordó, escapando cautelosamente del semi-abrazo y moviéndose y paseó sin prisa el resto del camino entre Joonmyun y Jongin. Baekhyun ignoró el impulso de coger obstinadamente la mano de Kyungsoo y sostenerla, en vez de eso alcanzó a Jongdae.

—¡Hola mamá!— gritó Baekhyun, cuando entraron al restaurante, y la madre de Jongdae se asomó desde la cocina con una sonrisa. —Baekhyunnie! ¿Más invitados?

—Deja de intentar robarme a mi madre — dijo Jongdae, sin entusiasmo, y Baekhyun se rió y pasó junto a Jongdeok en el mostrador de la entrada  para ir a la puerta de la cocina.

—Amigos de Kyungsoo — dijo Baekhyun —La entrada de la pensión parecía un catálogo de cuero italiano esta mañana. — le cogió la bandeja de los brazos. — ¿Qué mesa?

- Qué ayudante estas hoy — ella rió — La mesa de la tía Lee.

—Ok — dijo Baekhyun. Vio a Jongdae guiando a Jongin y Joonmyun a la mesa de siempre en la parte de atrás, donde podían hacer más ruido y molestar a la menor cantidad de personas, y sonrió por la forma en la que Kyungsoo se sentó a un asiento del final, dejando el espacio a su lado para Baekhyun.

La Tía Lee le pellizcó la mejilla a Baekhyun después de que ponerle delante su gaeranjjim. Baekhyun habló con ella durante unos minutos, respondiendo a algunas preguntas sobre dónde conseguía encontrar chicos tan guapos para traer al restaurante, y luego llevó la bandeja de vuelta a la cocina, besando la frente de la madre de Jongdae y cogiendo los aperitivos para su propia mesa.

Cuando por fin se sentó, golpeando accidentalmente las rodillas con Kyungsoo, Kyungsoo le dirigió una pequeña sonrisa. — ¿Tu harem de mujeres mayores?

—No es culpa mía que el gusto de la gente mejore a medida que envejecen — Baekhyun cogió los aperitivos de la bandeja, poniéndolos al alcance de Kyungsoo para que él pudiera asegurarse de que estuvieran en línea recta sobre la mesa.

—O están más dispuestas a conformarse — Jongdae se carcajeó, y Joonmyun se rió detrás de su mano mientras Baekhyun le arrojó una servilleta a la cara. Jongin hizo una mueca ante las anchoas en conserva, y Baekhyun recordó que no le gustaban los olores fuertes y cambió el plato con el de pepino. Ambos eran más felices de esa manera.

Comieron carne de cerdo a la parrilla mientras Jongdae contaba historias divertidas sobre la tendencia de Baekhyun a hacer que las viejas mujeres de buceo lo adoraran, y Baekhyun fingía que lo sacaba de quicio, pero realmente, también pensaba que era gracioso. Además Kyungsoo estaba más relajado conforme  la cena progresaba, tal vez finalmente aceptando que sus amigos estaban ahí y que no tenían que arruinar nada. A mitad de la segunda botella de soju, Kyungsoo dejó que Baekhyun jugara con sus dedos por debajo de la mesa.

Cuando la carne se hubo acabado y la parrilla se quedó fría, jugaron a un juego de beber que los puso a todos cambiando de sitio continuamente, riendo a trompicones y cayéndose sobre diferentes cojines al tropezar. Jongin era mucho más abierto ahora que había bebido, y Joonmyun parece pensar que todo era gracioso, con el color subido en las mejillas y el pelo revuelto. Todavía cubría su rosada boca con la mano cuando se reía.

Kyungsoo y Jongdae se peleaban juguetonamente sobre quién había ganado la última  ronda cuando se acabaron de la botella de soju y declinaron otra, la madre de Jongdae riéndose de ellos mientras cerraba el restaurante a su alrededor.

Baekhyun estaba enrollado  junto a Jongin, el hombre más joven se inclinó pacíficamente hacia adelante y miró a todos los demás en la mesa, con los brazos contra la madera.

—Así que conoces a Kyungsoo desde hace mucho tiempo — dijo Baekhyun, sorprendiendo a Jongin, que saltó y se volvió hacia Baekhyun soñoliento.

—La secundaria a la que fuimos estaba en Yokohama — dijo Jongin — Un internado. Casi todos los de nuestra edad vivían con sus padres, pero Kyungsoo y yo estábamos en el internado. Vivíamos en el campus, aunque sólo los estudiantes senior lo hacían.

—¿Senior? —Baekhyun intentó decir las palabras inglesas, y Jongin se rió.

—Los de último año — dijo Jongin —Como ser tercer año en Corea, o también en la escuela regular de Japón. Todos tenían que entrar en la residencia cuando estaban en su último año. Sin embargo los estudiantes internacionales estaban en el internado todo el tiempo. Kyungsoo y yo era los dos únicos coreanos de la misma edad, y nos pusieron juntos en la habitación.  — Jongin empezó  a jugar con sus pulseras. Llevaba como una docena de ellas, de todo tipo de colores.

—Menos mal que os caíais bien, entonces — dijo Baekhyun. Su labio inferior estaba un poco entumecido mientras lo mordía. — De lo contrario, hubieras estado realmente atascado.

—No creo que ninguno de los dos haya tenido realmente muchos amigos antes de eso — dijo Jongin. —La familia de Kyungsoo nunca se quedaba en un sitio, debido a su padre, así que él era un solitario serio, y yo soy... No soy muy bueno, con extraños. Lo hicimos bastante bien el uno con el otro, sin embargo, aunque no nos pareciéramos mucho.

—Has hecho  todo el camino hasta Jeju escuchando cintas japonesas sólo para ver si estaba bien — dijo Baekhyun — Suena como una verdadera amistad para mí.

Jongin suspira. —Kyungsoo hyung siempre ha sido un poco raro — dijo, removiendo el soju en el vaso. Parecía apenas lo suficientemente mayor como para beber. —Puede ser muy difícil de leer, siempre estaba muy atado en la secundaria, y en la universidad era incluso peor. — El pelo se le cayó sobre la frente, y él se lo retiró de la cara, finalmente tomando un sorbo de soju, haciendo muecas por el sabor. —Cuando llamó para decir que estaba aquí, pensé que era algo bueno, pero luego no volvió.

Baekhyun arrastró los dedos a través del pequeño charquito de agua derramada sobre la mesa frente a él, de cuando habían rellenado descuidadamente los vasos durante la cena. Dibujó una pequeña cara feliz con y entonces miró a Jongin. —¿Pensaba que Jejudo se lo había tragado?

—Es bueno ver que no es el caso — Jongin miró a Kyungsoo, y Baekhyun siguió su mirada. Kyungsoo se rió de algo que Joonmyun o Jongdae estaban diciendo, su boca se dividió en esa sonrisa. Baekhyun intentó memorizar la mirada de su cara en ese momento, ya que sabía que se está quedando sin tiempo. Jongin bajó la copa, arrancando la atención de Baekhyun de un Kyungsoo apartándose el pelo de la cara. —Está tan relajado, ahora mismo.  Espero que se pueda traer algo de esta paz con él, cuando regrese a Seúl.

—Yo también — dijo Baekhyun, empujando su propia copa de soju, todavía saboreando la amargura de su último trago en la lengua. Jongdae se rió en voz alta, y Baekhyun se sumergió de nuevo en la conversación principal con un insulto ("yah, Kim Jongdae, no hay necesidad de rugir como un dinosaurio sólo porque parezcas uno") y Kyungsoo se volvió hacia él con ojos oscuros y risas.

De vuelta en la pensión, todos se prepararon para ir la cama por turnos. Jongin se fue primero, la puerta de la ta habitación se cerró y se bloqueó, y Joonmyun se acostó poco después, bamboleándose y sonriendo.

Kyungsoo miró a Baekhyun lavarse la cara y cepillarse los dientes, y después de que Baekhyun se secara la cara, Kyungsoo le agarró de la camiseta y lo besó. Baekhyun usó el lavabo para estabilizarse, alentando a Kyungsoo al separar los labios, y Kyungsoo inclinó la cabeza para tener más acceso, acercando a Baekhyun mientras reclama su boca. Baekhyun empujó también, su mano libre apoyada en la parte baja de la espalda de Kyungsoo.

Eran todos los besos que Baekhyun había querido darle a Kyungsoo en todo el día. No se había dado cuenta de lo mucho que le podría gustar besar, antes de besar a Kyungsoo por primera vez. No se había dado cuenta de lo que consumía, querer tomar y tomar y tomar mientras la lengua de Kyungsoo se enrollaba alrededor de la suya.

Baekhyun gimió, suavemente, en la boca de Kyungsoo, y Baekhyun pudo sentir la sonrisa de Kyungsoo en el beso. Kyungsoo retrocedió, jadeando, y descansando su frente contra la de Baekhyun, con los ojos oscuros y los labios resbaladizos.

—Buenas noches, Baekhyun — susurró, luego le soltó y se fue, y Baekhyun tuvo que lavarse la cara otra vez con agua fría sólo para aliviar el abrasador calor que le hacía arder el cuello como si estuviera fuera del agua bajo el sol de verano .

 

 

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Por la mañana, después de un desayuno rápido, Baekhyun los condujo a una caminata fácil a lo largo del camino más llano detrás de la pensión. Fue capaz de enseñarles la pequeña visión de las flores de invierno, y tuvieron la suerte de encontrar algunos ciervos salvajes, a pesar de que parecían poner a Jongin algo nervioso.

Joonmyun parece especialmente interesado en la construcción de la pensión en sí, y era un buen oyente, como Kyungsoo, pero tenía muchas más preguntas, queriendo aclaraciones constantes. Baekhyun le dijo todo lo que sabía, comentándolo todo con el hecho de que las historias sobre esas tierras habían sido transmitidas oralmente, pero le dio a Joonmyun  toda la información basada en hechos históricos que pudo sobre cómo se construía en Jeju durante el 1800 y principios de 1900, extrayendo cosas de las que ni siquiera sabía que recordaba.

—Y estos muros son similares a las que rodean las casas en el pueblo y alrededor de la pensión, ¿no?

—Exactamente —  dijo Baekhyun — Muros de piedra multifuncionales.

—Protegiendo los campos de los caballos — Joonmyun asintió con la cabeza. No se había arreglado el pelo hoy, y estaba suave y flojo sobre su frente. Tenía frío: seguía ocultando sus manos dentro de las mangas de la camisa, y era lindo.

—Los ponis están más al interior, en estos días —  dijo Baekhyun  —Tenemos un montón por aquí, ya que los traen aquí cuando las tierras de arado se convierten en centros turísticos o cosas por el estilo. En algún otro momento, si alguna vez vuelves a Jeju, deberías traer zapato de montaña para que poder recorrer algunos de los Olle de Jeju.

—Realmente habrías sido un buen profesor — dijo Kyungsoo, en el camino de vuelta a la pensión, mientras iban justo por delante de Jongin y Joonmyun.

—Ah, bueno — dijo Baekhyun, mirando a Kyungsoo. Kyungsoo estaba mirando al cielo, hacia las nubes que se acumulan sobre sus cabezas, esponjosas y blancas, sin advertencia de lluvia o nieve. —Si yo fuera profesor, podría no haber sido capaz de dirigir la pensión, y entonces no te hubiera conocido — empujó a Kyungsoo con el hombro, y Kyungsoo tropezó y le devolvió el golpe con rapidez. Baekhyun sonrió. — Y créeme, estoy muy feliz de haberte conocido.

—Mis vacaciones habrían sido más tranquilas — dijo Kyungsoo, pero Baekhyun se deleitó en las enrojecidas orejas de Kyungsoo. Había algo tan maravilloso en Kyungsoo cuando no estaba tan compuesto, y Baekhyun pensó que la forma en la que Kyungsoo no podía evitar que su vergüenza apareciera en sus orejas era una de las cosas favoritas de Baekhyun sobre él.

— De todos modos no creo que el silencio fuera lo que realmente buscabas — dijo Baekhyun. Kyungsoo entrecerró los ojos en su dirección. — ¿Lo era?

—Menuda una molestia— dijo Kyungsoo, pero sus labios se contraían.

Kyungsoo y Joonmyun cocinaron el almuerzo.

—No soy bueno cocinando — comentó Joonmyun — pero soy excelente siguiendo indicaciones. — Baekhyun ayudaba cuando podía, cortando verduras de la manera que su abuela le había enseñado cuando era adolescente y tratando de no interponerse en el camino, y Jongin se sentó en la mesa de la cocina escribiendo frenéticos emails para el trabajo. Él escribía mucho, mucho más rápido que Kyungsoo, pero Baekhyun se reía  porque continuamente se saltaba letras y tenía que le darle al cursor para corregirlo.

Comieron rápidamente, pero se relajaron más con las bebidas calientes.

—¿Estás bebiendo chocolate caliente? —preguntó Joonmyun, mirando de su taza a la de Kyungsoo, y dándose cuenta de que no eran lo mismo.

—Baekhyun cree que bebo demasiado café — respondió Kyungsoo, con sequedad. Estaba sentado frente a Baekhyun, y con los dedos de los pies hizo cosquillas al tobillo de Baekhyun intencionadamente.

—Por un tiempo, pensé que te ibas a convertir en café — dijo Baekhyun —Sólo estaba tratando de salvarte de las inevitables úlceras —  tomó un sorbo de su propio chocolate —El chocolate caliente es dulce e inofensivo, como yo.

—¿Inofensivo?— Kyungsoo se rió — Difícilmente —  Sin embargo, estaba mirando a Baekhyun tan suavemente que el pecho de Baekhyun se apretó, y tuvo que mirar hacia otro lado o no sabía que haría. Los pies descalzos de Kyungsoo descansan encima de los suyos, y era tan extrañamente íntimo que Baekhyun se sentía desnudo, sentado a la mesa con Joonmyun y Jongin.

Joonmyun, cuando Baekhyun lo miró, estaba mirándolos de uno a otro, especulativo. Baekhyun se aclaró la garganta.

—Voy a empezar con los platos — dijo Baekhyun, poniéndose de pie.

—Yo voy a salir a fumarme un cigarro — dijo Jongin, revolviéndose el pelo.

—Deberías ir con él — le dijo Joonmyun a Kyungsoo — Ayudaré a Baekhyun con los platos.

Kyungsoo le dirigió a Joonmyun una mirada extraña, pero asintió con la cabeza. Sus cejas se juntaron en el medio. Baekhyun se preguntó en qué estaba pensando.

—No tienes que hacerlo — le dijo Baekhyun a Joonmyun —No hay muchas cosas que lavar, y estás de mini-vacaciones.

—Tengo algo que confesar — dijo Joonmyun, mientras Jongin y Kyungsoo fueron a buscar sus abrigos.  — Yo soy todo lo contrario a doméstico en casa. No he fregado los platos del  fregadero en dos semanas porque he estado demasiado ocupado, y estoy bastante seguro de mi novia va a tener un ataque al corazón la próxima vez que vaya. — se rió para sí mismo.  —Así que se podría decir que fregar los platos es una rutina de vacaciones para mí.

—Si insistes — dijo Baekhyun. —Sabes, no eres en absoluto lo que esperaba.

—¿Oh? —Joonmyun lo miró con curiosidad, enrollándose las mangas. El caro algodón blanco se quedó nítidamente por encima de los codos. No como las mangas super largas de las sudaderas de Kyungsoo, cuando Baekhyun las enrollaba para él. — ¿Cómo es eso?

—Por la forma en que Kyungsoo te describió, pensé que serías más...— Baekhyun se encogió de hombros. —No lo sé, supongo que todo lo que realmente sabía de ti fue que se te cayó un plato cuando él te dijo que era...

—¿Gay? — Joonmyun preguntó suavemente —Me sorprendió — Se pasó la mano por el pelo —Kyungsoo a veces es muy brusco.

—Sí — dijo Baekhyun —Aunque, ese es uno de sus encantos.

—Lo es  — dijo Joonmyun, cogiendo la pila de tazones y dejándolos en la cubeta dentro del fregadero. Se puso los guantes de goma y luego añadió jabón al agua. —Él nunca es lo que nadie espera que sea, tampoco.

Baekhyun se rió.  —Estoy seguro de que rápidamente se lo aclara — dijo. Sacó un paño seco y cogió el primer tazón limpio de Joonmyun. Habría demasiados platos para dejarlos secar al aire.

—Lo hace — dijo Joonmyun —Es un verdadero placer verlo tratar con la gente en el trabajo, cuando está en su juego.

Baekhyun podía imaginarlo. Kyungsoo, con la mitad de un carísimo traje, con la chaqueta abandonada mientras revisaba los planos, exigiendo silenciosamente la perfección de todos a su alrededor con una ceja arqueada. Podía ver algo de eso en el Kyungsoo de la isla de Jeju. Pequeños trozos de lo que debía ser, trabajando. El enfoque y la intensidad.

—Parece mucho mejor — dijo Joonmyun, pasándole a Baekhyun el último tazón para que secarlo —Parecía tan tenso, esas últimas semanas de octubre, estaba muy preocupado por él. Se sentía muy culpable, se lo notaba, incluso si conseguir que hablara de sus sentimientos lo hiciera ponerse… — Buscó la palabra.

—Como un erizo — dijo Baekhyun, y Joonmyun le dirigió una sonrisa complacida.

—Eso es perfecto — dijo Joonmyun.  —Sí, se ponía "como un erizo", así que no quería presionarlo. Sabía que iba a necesitar tiempo después de algo que sucediera en el trabajo, debido a sus tendencias perfeccionistas. — sus manos se quedaron quieta en el cuenco, como si de repente se diera cuenta de que podría haber hablado de más. Se aclaró la garganta incómodamente.

—Sabías que se iba a romper antes de que lo hiciera — murmuró Baekhyun, pero Joonmyun tenía una audición aguda, al parecer, y le dirigió una mirada interrogante. —Eso es lo que dijo Kyungsoo cuando me lo contó. Que todos sabíais que se iba a romper antes que él.

—¿Te dijo, sobre ...

—Sí — dijo Baekhyun — Lo hizo. Fuimos de excursión, de turismo y él... me lo contó.

—Kyungsoo no es alguien que se abra mucho — Joonmyun puso el último de los cuencos en el trapo de secado. — Debes tener superpoderes.

—¿ Molestarlo hasta la muerte es un superpoder?— bromeó Baekhyun  y Joonmyun se rió, secándose las manos con la suave toalla rosa que Baekhyun había dejado junto al fregadero.

—¿De qué estáis hablando? — preguntó Kyungsoo, y Baekhyun se giró para ver que había vuelto a la cocina. Su abrigo no tenía la cremallera subida y parecía tener frío.

—De ti, naturalmente. — Baekhyun sonrió cuando Kyungsoo lo fulminó con la mirada, no muy impresionado. — ¿No se supone que estabas haciéndole compañía a Jongin?

—He vuelto a buscar mi bufanda — dijo Kyungsoo — Quería ver que tal os iba.

—No estamos compartiendo secretos — dijo Baekhyun, caminando hacia Kyungsoo y alcanzando los extremos del abrigo. No impidió que Baekhyun encajara la cremallera en su sitio, y que luego tirara de la lengüeta hacia arriba hasta que el abrigo estuviera completamente cerrado hasta el cuello. —Así que no te preocupes.

—No estoy preocupado — dijo Kyungsoo, sonriendo a Baekhyun, que dejó caer sus manos mientras Kyungsoo ajustaba su bufanda. —Será mejor que vuelva a salir.

Baekhyun lo observó irse y escuchó la puerta trasera abrirse y cerrarse. Cuando se cerró, se volvió hacia Joonmyun, que miraba a Baekhyun con ojos penetrantes.

—Él está muy cómodo contigo — dijo Joonmyun — Yo tuve que trabajar mucho más.

—Soy como una bola de demolición — dijo Baekhyun, frotándose las manos nerviosamente, sonriendo lo más que podía a Joonmyun —No tuvo ninguna posibilidad contra mí.

—Ya lo veo— dijo Joonmyun — ¿Deberíamos salir con ellos?

Jongin tenía el cigarrillo entre los dientes mientras él y Kyungsoo hablaban, soltando pequeños anillos de humo cada cierto tiempo. Jongin estaba apoyado en la parte trasera de la casa, y Joonmyun se inclinó junto a él. Kyungsoo miraba desde su asiento al borde de los escalones, el lugar favorito de Chanyeol. Baekhyun se sentó al lado de Kyungsoo, inmediatamente soltando un quejido por el helado cemento del escalón bajo su trasero. Kyungsoo se inclinó hacia Baekhyun, su hombro apretado contra él. Aunque no dejó de hablar con Jongin, en inglés. El inglés de Kyungsoo era agudo y nítido. Sonaba como las cintas que el profesor de Baekhyun solía poner en el instituto, sólo que Baekhyun si quería  seguir escuchando esto.

Finalmente, Joonmyun revisó su reloj de nuevo y suspiró.

—Tenemos que irnos pronto para llegar a nuestro ferry — dijo Joonmyun, en una pausa natural de la conversación. —Gracias por ser un gran guía, Baekhyun-ssi.

—Sin problema — contestó Baekhyun — Deberíais volver a Jejudo otra vez, y ver algunos de los lugares más conocidos, no sólo mi pequeño pueblo.

—Lo tendré en mente — dijo Joonmyun — Dile a Jongdae que también ha sido un placer conocerlo, ¿vale?

—Claro — dijo Baekhyun — Por supuesto.

Jongin tardó diez minutos en revisar las maletas, recogiendo cosas desde todos los rincones de la habitación. Joonmyun ya estaba junto a la puerta, su maleta cerrada y lista.

—Ha sido realmente un placer conocerte  a ti también — dijo Joonmyun, más tarde, de pie delante de su coche. Abrió la puerta trasera y dejó su bolsa de noche al lado de las de  Jongin. —Tampoco eres para nada lo que yo esperaba.

—¿Eso es algo bueno o algo malo?

Jongin y Kyungsoo hablaban en voz más baja al otro lado del coche, cuando Baekhyun los miró. Jongin estaba despeinado y parecía poco entusiasmado con el viaje, pero su mano estaba sobre el brazo de Kyungsoo en un gesto reconfortante antes de tirar de él en un apretado abrazo, que Kyungsoo pareció aceptar como si fuera una muñeca de trapo en los brazos de Jongin.

—Es algo bueno — dijo Joonmyun —Kyungsoo está sonriendo mucho. Puedo decir que es cosa tuya.

—Es porque está distraído aquí — dijo Baekhyun —Más lejos de las cosas que lo ponen triste. — bajó la vista a sus zapatillas —No estoy tan seguro de que sea yo, o simplemente sea el paquete completo —alzó el brazo, para indicar la isla.

—Creo que eres tú — dijo Joonmyun, y luego se miró el reloj. Miró a Jongin, alzando la voz. —Tiempo de irse, Jonginnie.

Jongin saludó, agitando las dos manos, y Baekhyun le devolvió el gesto, bromeando, lo que hizo sonreír a Jongin.

Se alejaron, dejando a Kyungsoo y Baekhyun solos en la entrada. Kyungsoo desvió la mirada primero, regresando a la pensión, y Baekhyun lo siguió unos instantes después.

Kyungsoo estaba de pie en el pasillo. Apoyaba la palma de la mano contra la pared, y miraba alrededor, como si estuviera tratando de arreglar una imagen en la mente.

—¿Todo bien? — preguntó Baekhyun. Apoyó las manos en los hombros de Kyungsoo, apretándolos, y luego le soltó, sin estar seguro de que estar midiendo correctamente el estado de ánimo de Kyungsoo.

—Había echado de menos a mis amigos—  dijo Kyungsoo — No me había dado cuenta de eso hasta que han venido.

— ¿Estás triste de que se hayan ido? — preguntó Baekhyun — Joonmyun conduce lo suficientemente despacio como para poder correr y atraparlos.

—Jaja — Kyungsoo golpeteó el borde del armario cercano a la puerta. — Voy a darme una ducha — dijo — Estoy sudado por la caminata. Después de eso, ¿podríamos... —levantó la vista hacia Baekhyun, finalmente. — darnos un baño?

—Sí — dijo Baekhyun  — Sí, me enjuagaré y llenaré la bañera.

Kyungsoo se echó el pelo hacia atrás, y sonrió a Baekhyun. — Gracias.

Baekhyun dejó el agua correr en la habitación-sauna, y cuando volvió, desnudo y limpio, el vapor ya había llenado la habitación, olía reconfortantemente a ogalpi cuando Baekhyun probó el agua con la mano antes de entrar en la bañera. Se sentó, siseando mientras el agua caliente le picoteaba la piel, y luego inclinó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos.

No los abrió de nuevo hasta que Kyungsoo entró en el agua, causando una pequeña ondulación que subió hasta las clavículas de Baekhyun. Baekhyun esperaba que Kyungsoo se sentara frente a él, pero no lo hizo. En su lugar, se sentó con la espalda hacia Baekhyun, y luego le dio unos golpecitos a la pantorrilla a Baekhyun.  — Deja que me apoye — dijo, sin preguntar realmente, y Baekhyun abrió las piernas para dejar sitio a Kyungsoo entre ellas. Kyungsoo no se detuvo hasta que estuvieron presionados, su espalda contra su pecho, el agua caliente lamiendo ahora sus hombros. Kyungsoo inclinó la cabeza hacia atrás, en el hombro de Baekhyun. Así, Baekhyun no podía ver la cara de Kyungsoo, pero su columna presionaba el esternón de Baekhyun.

Se quedaron así durante algún tiempo. El vapor era relajante, y empezaba a disiparse ligeramente mientras el agua comenzaba a enfriarse. Sin la temperatura abrasadora del agua, Baekhyun se enfrentaba ante lo lisa y resbaladiza que era la piel de Kyungsoo contra la suya, y cuánto de Kyungsoo le estaba presionando, desnudo y mojado. Sabía que Kyungsoo también lo había notado, porque su corazón latía muy rápido, y Baekhyun podía sentirlo, y sabía que Kyungsoo  podía sentir el suyo también.

—Estás muy callado — dijo Kyungsoo, suavemente, y cortó el silencio de la habitación. Baekhyun tragó, e intentó no mover las caderas. Estaba empezando a sentirse mareado, y no estaba seguro de si era por el vapor y el calor, o porque toda su sangre corría hacia el sur. Se sentía como un puto adolescente, incapaz de controlar sus reacciones, y seria humillante si Kyungsoo no se estuviera saltando respiraciones.  — ¿En qué estás pensando? — Kyungsoo estaba deslizando los dedos a lo largo del borde de la bañera, del mismo modo que lo hizo ayer con el escritorio de la recepción, y le recordó a Baekhyun su interrumpida conversación.

— ¿Qué es lo que casi esperabas? — preguntó Baekhyun, y su miembro, parcialmente erecto, se encajo contra el culo de Kyungsoo. Era difícil para Baekhyun concentrarse de esa manera. Pasó las manos por los antebrazos de Kyungsoo para anclarse.  —Ayer, cuando estábamos detrás del mostrador, dijiste que casi esperabas algo — de perfil, podía ver la manzana de Adam de Kyungsoo subir y bajar. Su cuello también estaba rojo.

Kyungsoo giró las manos para que sus palmas estuvieran hacia arriba, y las manos de Baekhyun detuvieron su camino allí, uniendo los dedos de amos.

—Sí — dijo Kyungsoo — Casi esperaba que yo no te atrajera tanto como tú me atraes a mí.

Baekhyun besó el hombro de Kyungsoo. — ¿Por qué?

—Porque así sería más fácil irse — dijo Kyungsoo, desenredando sus manos. Baekhyun apenas tuvo tiempo de registrar la sacudida de su estómago antes de que Kyungsoo se girara en la bañera. El agua salpicó ruidosamente contra el suelo y el vapor se elevó — Pero no, Byun Baekhyun, tienes que complicar las cosas.

Baekhyun jadeó cuando Kyungsoo se reasentó sobre su regazo, frente a frente, sus pollas apretadas entre sus vientres y los labios de Kyungsoo besando suavemente justo por encima de su labio, donde Baekhyun sabía que tiene un lunar. —Siempre me tiro más o menos  de cabeza — dijo Baekhyun —incluso cuando sé que habrá consecuencias.

Kyungsoo se rió, y Baekhyun besó su sonrisa, agarrando los muslos de Kyungsoo — ¿Cómo montar scooters sin casco?

—Sí — dijo Baekhyun — exactamente así — Mordisqueó el labio inferior de Kyungsoo, y Kyungsoo gruñó, descontento, presionando por un beso más profundo.

Era familiar ahora, la forma en que Kyungsoo besaba, pero era igual de abrumador. Baekhyun se olvidaba de todo excepto de los labios y la lengua de Kyungsoo, y sus manos, sus pequeñas y cuadradas manos, que bajaban para jugar con los pezones de Baekhyun, con los pulgares frotándolos botones.

 —No se suponía que debías quererme de vuelta — murmuró Kyungsoo, palabras casi perdidas entre los besos, y Baekhyun, sintiéndose atrevido, deslizó sus manos hacia arriba por los muslos de Kyungsoo y rodeando sus caderas para apretarlas contra su culo, acercándolo aún más, el agua salpicó aún más fuera de la bañera cuando Kyungsoo se sacudió contra él.

De allí, subió las manos por la espalda de Kyungsoo hasta sus hombros y luego las bajó por sus brazos otra vez. La piel de Kyungsoo era tan suave y tan lisa, y Baekhyun quería tocarla toda. Extendió las palmas de las manos y las bajó por el pecho de Kyungsoo, a través del suave estómago, permaneciendo unos instantes en su ombligo, hasta llegar hasta donde la polla de Kyungsoo estaba presionándose contra su propio abdomen. La cogió cuidadosamente en la mano, sintiendo las diferencias mientras buscaba la boca de Kyungsoo con la suya, encontrando su mejilla y luego su nariz antes de que Kyungsoo lo empujara ligeramente para guiar sus labios.

Comenzó a explorar a Kyungsoo, sus dedos acunando los testículos de Kyungsoo brevemente antes de volver a subir por la longitud de su polla, tirando de la piel y sintiendo como se movía en su mano. Baekhyun tuvo un momento de pánico “esta no es mi polla, es la polla de otra persona”  pero pasó con el primer gemido de Kyungsoo, más alto que de costumbre cuando Baekhyun empezó a coger el ritmo.

—Más fuerte — dijo Kyungsoo — No la vas a romper

Puso la mano sobre la de Baekhyun y la apretó, hasta que el agarre de Baekhyun era mucho más fuerte que el que usaba en sí mismo. Por otra parte, a Baekhyun le gustaba jugar consigo mismo, cuando se tocaba. No debería sorprenderle que Kyungsoo fuera más eficiente.

—Dame algo de cancha — dijo Baekhyun, succionando la parte inferior de la mandíbula de Kyungsoo — Nunca antes se la había tocado a otra persona. — Los ojos de Kyungsoo se encendieron, y sus caderas empujaron hacia adelante contra el agarre de Baekhyun mientras su polla latía en la mano de Baekhyun. — ¿Te gusta eso? ¿Que nunca haya hecho esto antes?

—No lo sé — dijo Kyungsoo, y luego detuvo otras preguntas sellando su boca con la de Baekhyun. Con cada subida y bajada de la mano de Baekhyun, sus nudillos rozaban la parte inferior de su propia erección, el agua hacía que todo fuera resbaladizo, del tipo incorrecto. Ahora la piel de Kyungsoo estaba más caliente que el agua, y podía sentir la pesadez de él en su mano mientras Kyungsoo dejaba su boca para succionar marcas en su cuello y pecho, marcas que punzaban al mismo tiempo que ponían a Baekhyun aún más duro.

Baekhyun se golpeó el codo con el lado de la bañera mientras trataba de cambiar a una posición más cómoda, con su coxis clavándose en el suelo de la bañera. Soltó la erección de Kyungsoo y trató de enderezarse.  — Kyungsoo — dijo, su voz saliendo áspera y débil.

Kyungsoo lo miró, con la boca roja e hinchada, el cabello mojado y revuelto. — ¿Quieres que pare? — sus manos se congelaron sobre los hombros de Baekhyun, y Baekhyun se apresuró a tranquilizarlo.

—No — dijo Baekhyun — Quiero decir, ¿de momento?  Tenemos que salir de la bañera. —Se inclinó hacia delante y salpicó agua por todas partes para besar a Kyungsoo de nuevo, y Kyungsoo suspiró, la tensión abandonando su espalda.  —No quiero parar, es sólo que se me está empezando a dormir el culo, así, y también dejo a los huéspedes usar esta bañera para los músculos doloridos, así que realmente no quiero, ya sabes, venirme aquí…

—Hablas demasiado — dijo Kyungsoo, salpicando agua a Baekhyun, que escupió. Salieron de la bañera, y Baekhyun dio tres salpicados pasos antes de que Kyungsoo volviera a él, besándolo descuidadamente mientras Baekhyun inmediatamente se olvidaba de preocuparse por el suelo resbaladizo o de vaciar la bañera.

Tropezando al salir de la habitación, Baekhyun golpeó la puerta con el hombro y luego la pared del vestíbulo cuando Kyungsoo se negaba  a soltar su boca, y Baekhyun empujó a Kyungsoo contra  la pared opuesta, apretándose contra él con impaciencia mientras Kyungsoo gemía, cerrando una mano sobre el cabello de Baekhyun y tirando de él. Eso envía una corriente de excitación hasta el estómago de Baekhyun, y sus caderas se sacudieron, buscando más fricción para calmar la necesidad.

—¿Qué te tiren del pelo? — murmuró Kyungsoo, y Baekhyun se rió, raspando los dientes por el lateral del cuello de Kyungsoo. — ¿En serio? — Baekhyun introdujo una mano entre sus cuerpos para envolver la polla de Kyungsoo mientras Kyungsoo tiró del pelo de Baekhyun de nuevo, y la risa de Baekhyun se ahogó en un gemido. —Eso es muy…

Los ojos de Kyungsoo se cerraron temblorosos cuando Baekhyun empuñó torpemente la erección de Kyungsoo, tratando de acariciarla como a Kyungsoo le gustaba, más fuerte que él. Podía sentir los músculos apretarse y relajarse en los muslos de Kyungsoo, y la cabeza de la polla de Kyungsoo, cuando Baekhyun pasó el pulgar a lo largo de la hendidura, mojada.  Frotó la palma de la mano sobre la cabeza en círculos rápidos, hasta que las caderas de Kyungsoo fueron insistentes.

—Joder, Baekhyun  — dijo Kyungsoo, y luego se derramó entre los dedos de Baekhyun, pequeños chorros salpicando el estómago de Baekhyun donde se habían escapado de su mano. Kyungsoo apoyó la frente en el hombro de Baekhyun, respirando mientras Baekhyun continuaba frotando, evitando el glande y dejando que Kyungsoo se suavizara en su mano.

Entonces Kyungsoo levantó la cabeza para mirar a Baekhyun directamente a los ojos, y Baekhyun no pudo más que besarlo de nuevo. Kyungsoo envolvió una mano alrededor de Baekhyun, frotando rápidamente, llevó un tiempo risiblemente corto para que Baekhyun se corriera también, desordenadamente, por toda la mano y el brazo de Kyungsoo.

—Supongo que tenemos que darnos otra ducha — dijo Baekhyun, más o menos en la boca de Kyungsoo, pero Kyungsoo lo oyó de todas formas, y se rió.

—Supongo que sí — dijo.

Se enjuagaron el uno al otro en el baño de Baekhyun, con las manos vagando pero no demasiado lejos, y los dedos de Kyungsoo se entretuvieron sobre las marcas rojas que había dejado en el pecho de Baekhyun. —Siempre tan violento — dijo Baekhyun, y Kyungsoo sonrió, arrastrando su mano por la nuca de Baekhyun y tirándole ligeramente del pelo. Baekhyun siseó entre dientes.

—Pero te gusta — dijo Kyungsoo — ¿No es así?

Los ojos de Kyungsoo estaban brillantes, y sus labios hinchados eran rosados ​​y tentadores. Las gotitas de agua se acumulan en todos sus ángulos, en los huecos de sus clavículas y en el doblez de los codos, y Baekhyun quería trazar el mapa de cada una de esas gotas de agua con los labios y la lengua.

—Sí — dijo Baekhyun —Posiblemente — sonrió a Kyungsoo, sintiendo el tirón de sus maltratados labios cuando lo hizo, y Kyungsoo le devolvió la sonrisa.

A medida que Baekhyun se secaba el pelo, mirando en el espejo a las marcas que se destacaban y resplandecían contra su pálida piel de invierno, sintió una súbita oleada de miedo sofocante, sabiendo que desaparecerían en pocos días, y que tal vez Kyungsoo desaparecería con ellos. Lo había visto, en los ojos de Kyungsoo, después de todo, el recordatorio de que este invierno no podía y no duraría para siempre.

Kyungsoo se acercó por detrás de él y le besó en la nuca de Baekhyun, y el sentimiento se retiró , pero Baekhyun sabía que no se había ido.

Esa noche, durmieron juntos en la habitación de Baekhyun. El viento era especialmente fuerte sobre las vigas. — ¿Aún crees que suena como una canción? — susurró Baekhyun a Kyungsoo, que tenía a Baekhyun atrapado debajo de él con un pesado brazo sobre el estómago.

Kyungsoo suspiró, y su aliento movió el pelo de Baekhyun. — Sí. Como tu desafinando por la mañana cuando piensas que todavía estoy durmiendo.

— ¿Te despierto? — se burló Baekhyun, usando dos dedos para bailar a lo largo del brazo que lo sujetaba.

—No me importa despertar así — dijo Kyungsoo. Su voz era apenas inteligible, como si estuviera casi dormido y sólo respondiera para complacer a Baekhyun. —Se siente hogareño.

Baekhyun giró bruscamente la cabeza para mirar a Kyungsoo, pero en la oscuridad, no podía distinguirle la cara.  — ¿Lo hace? — preguntó, y esa vez no obtuvo respuesta.

Se quedó dormido con el sonido del viento, eventualmente, ayudado por el sonido de la respiración uniforme de Kyungsoo.

 

 

 

 

—¿Dónde está Kyungsoo? — preguntó Jongdae, y Baekhyun saltó con el sonido, casi dejando caer el mocho antes de darse la vuelta para encontrarse a Jongdae de pie en la puerta de la habitación- sauna con una camiseta de los KIA Tigers que tenía por lo menos seis años. Era demasiado pequeño para él, así que las mangas se le atascaban en los codos. — He mirado en su habitación y se ha ido.

—¿Has mirado en su habitación? — Baekhyun apoyó la fregona contra la pared. Casi había terminado de todos modos. Después de dos días, la mayor parte del agua ya se había secado, pero Baekhyun no quería moho o cualquier otra cosa, incluso si había menos peligro con eso en invierno.  — Acosador.

—Sólo tenía curiosidad — dijo Jongdae —-Además, la puerta estaba abierta. Es muy organizado. — Miró a Baekhyun de arriba a abajo, con la mirada fija en sus agujereados  vaqueros, como diciendo al contrario que tu, sinceramente, ByunBaek.

—Está durmiendo en mi habitación.

—¿Qué está haciendo allí?—  Jongdae entró en la habitación —¿Usasteis la bañera anoche?

—Nos quedamos hablando hasta tarde y se durmió — dijo Baekhyun. Le gustaría decirle a Jongdae la verdad, pero Kyungsoo no quería eso. Se lo diría cuando Kyungsoo se fuera, probablemente, y Jongdae le daría un coscorrón en la cabeza y lo llamaría un gran hipócrita. —No tenía sentido moverlo.

—¿Recuerdas cuando hacíamos eso?  — preguntó Jongdae, y Baekhyun sonrió.

—Claro —  dijo Baekhyun — Das patadas cuando duermes.

—No lo hago — dijo Jongdae — Doy patadas cuando estoy despierto. Tú haces esos ruidos raros, y patearte es mi manera de decir 'cállate'.

—Eres terrible — Baekhyun empujó a Jongdae hacia fuera al pasillo en cortos y  consecutivos empujones, hasta que Jongdae se rió y le dio un golpe en el brazo —  Juega conmigo a los videojuegos.

—En realidad, necesito hablar contigo sobre algo — La sonrisa se había desvanecido de la cara de Jongdae, y Baekhyun hizo un mmmm para sofocar la preocupación que la frase le provocaba.

—Tú y Soojung no os vais a casar ya, ¿verdad? — preguntó Baekhyun, ligeramente, pasando por delante de Jongdae para entrar en la cocina — No sé si estoy preparado para eso —  pudo sentir a Jongdae mirando cómo se vertía un vaso de agua.  Recordó, mientras llenaba el vaso, que Kyungsoo todavía estaba durmiendo. Todavía envuelto en las mantas de Baekhyun, con la cara hundida en la almohada de Baekhyun. — Vamos afuera.

Cogió su abrigo y el de Jongdae del gancho junto a la puerta principal, pero se dirigieron a la parte trasera, poniéndose las sandalias negras que usaba para la parte de atras. El cenicero de Baekbeom todavía estaba en el escalón, lleno de una mezcla de sus colillas de cigarrillos y de los de Jongin. Baekhyun lo movió para que hubiera suficiente espacio para sentarse cómodamente uno al lado del otro.

El viento era cómodo, hoy , refrescando a Baekhyun tras el esfuerzo de la limpieza. Jongdae, sin embargo, no había estado tan acalorado, así que se inclinó para robarle algo del calor de Baekhyun, y Baekhyun lo permitió, lanzando un brazo fácilmente sobre su espalda.

—¿Entonces qué pasa? — con su mano libre, Baekhyun empezó a tirar de los hilos blancos de sus vaqueros, haciendo los agujeros más grandes con pequeños tirones.

—Soojung va a graduarse en Estados Unidos — dijo Jongdae — Biología Marina.

—Sí, ya sabíamos que eso era lo que quería hace bastante tiempo.

—La han aceptado en una escuela en... — Jongdae frunció el ceño — Bueno, en una buena escuela, para su carrera.

—¿Te preocupa que te vaya a dejar por un americano o algo así? — bromeó Baekhyun  y Jongdae sacudió la cabeza.

—No — dijo Jongdae — En realidad no. Creo... — golpeteó los pies con un patrón irregular. —Creo que ella es bastante seria acerca de quedarse conmigo?

—¿Entonces, cuál es el problema? — El agujero se agrandó lo suficiente hasta el muslo de Baekhyun para que ahora el borde de un moretón que se estaba desvaneciendo, en donde accidentalmente se había golpeado la pierna en la bañera hacía un par de noches, se estaba empezando a ver. Dejó el hilo, y cambió a la otra rodilla.

—Ella sabe lo que quiere hacer con su vida — dijo Jongdae — Tiene un plan, y no tiene nada que ver con volver aquí para llevar un restaurante — el pelo le cayó sobre la frente, y sacudió la cabeza para apartárselo de los ojos. — Lo único que sé acerca de mi futuro es lo que no quiero.  — se inclinó hacia delante, metiéndose las manos en los bolsillos.

—¿Qué es lo que no quieres?

—Llevar un restaurante en Jeolbyeogri, no quiero eso, seguro. — Jongdae suspiró — Este es el último año en el que puedo aplazar mi inscripción en la universidad, Baekhyun. No creo que vaya a hacerlo.

—¿Qué?

Jongdae estaba mirando hacia abajo. Su cara estaba más seria que de costumbre, y las comisuras de su boca no tenían esa usual curva hacia arriba.

—Creo que voy a ir a la universidad, Baekhyunnie — suspiró de nuevo — Voy a graduarme en algo como negocios o contabilidad, algo útil, para poder conseguir un trabajo donde sea que Soojung termine trabajando.

Jongdae nunca había sido tan malo en la escuela como Baekhyun. Había tenido las máximas calificaciones en la mayor parte de sus trabajos, incluso cuando Baekhyun se esforzaba con notas bajas. Habían participado en las mismas travesuras, pero Jongdae siempre se las había arreglado para mantener sus notas altas.

—Si envío mi inscripción ahora —  dijo — puedo empezar el 2 de marzo con todos los demás de primer año —  sonrió — Sólo tengo veinticinco años, ¿sabes?

—Eso es... pronto — dijo Baekhyun. Apretó la mandíbula para evitar que salieran más palabras, ya que no sabía cuáles serían. Sus dedos se curvaron en la tela de la chaqueta de Jongdae, por donde lo estaba sujetando.

Jongdae había entrado en un programa realmente bueno en Seúl, recordó Baekhyun. Habían transcurrido unos meses desde que Baekhyun había recibido los tristes resultados de sus exámenes de suneungselectividad(SAT), poniendo el clavo en el ataúd de las esperanzas de Baekhyun de entrar en Cheju National. Jongdae había recibido una invitación por correo y se había reído.  “¿Más colegio?”  Había dicho, metiendo el sobre debajo del resto del correo del mostrador, junto a los grandes tarros de barro de los tés preferidos de su madre. "Ni de coña, todavía me estoy recuperando de la secundaria" Ambos se alistaron un poco después de eso, en la marina, y Jongdae nunca lo había mencionado de nuevo.

—Lo es — dijo Jongdae — Tendría que irme en las próximas semanas, averiguar los arreglos para vivir y hacer exámenes de idiomas.

—Suena como si ya lo tuvieras todo pensado — dijo Baekhyun, inexpresivamente, y Jongdae se rió, el sonido algo entrecortado y demasiado alto.

Hacía más frío ahora que Baekhyun ya no estaba fregando. Curvó los dedos de los pies dentro de los calcetines, para protegerlos, pero no ayudó mucho. Se acercó más a Jongdae, que se mantenía rígido en el medio abrazo de Baekhyun.

—En realidad no — dijo Jongdae — He estado tratando de pensarlo toda la semana, y supongo que necesitaba hablar contigo antes de que se sintiera real.

—¿Y se siente real ahora? — A Baekhyun le picaban los ojos. Jongdae soltó un soplido de aire.

Golpeó a Baekhyun, de repente, lo que eso significaba.

Jongdae era... Jongdae se suponía que siempre se quedaría. Porque quizás Kyungsoo nunca había sido de Baekhyun para quedárselo, pero Jongdae lo era, lo había sido, y ahora eso también se lo estaban quitando. Baekhyun quería gritar, porque no  valía, no estaba bien, y Baekhyun no sabía lo que se suponía que debía hacer con toda esa ira.

—No quiero dejarte — dijo Jongdae — Especialmente cuando sé que Kyungsoo también se irá pronto, y luego...

Y a Baekhyun no le gustaba pensar en cómo las  maletas de Kyungsoo ya estaban a medio hacer, y todos los planos de los apartamentos estaban en el maletero de su coche. No le gustaba notar que Kyungsoo había sacado sus zapatos de cuero italiano y los había puesto en la entrada del pasillo. La pensión estaría vacía de nuevo, dos meses enteros antes de que los mochileros empezaran a aparecer. No quería pensar en eso, y no quería pensar en Jongdae yéndose pisándole los talones, por quién sabía cuánto tiempo.

No podía pensar en eso, de verdad, porque entonces su corazón se sentiría vacío y hueco, y Baekhyun no sabía cómo sonreiría a través de eso, y les desearía a ambos lo mejor.

No quería pasar el resto de su vida diciendo adiós a la gente. Quería gritar y llorar y hacer que Jongdae se quedara, y joder, hacer que Kyungsoo se quedara también. Quería tener la isla y tener también todo lo demás, y quería que la felicidad dejara de sentirse como agua de manantial ahuecada en sus manos, resbalándose de entre sus dedos cada vez que pensaba que podría ser capaz de tomar un sorbo.

Jongdae llevaba el par extra de sandalias que Baekhyun le dejaba para él para la parte trasera. Solían ser de Baekbeom. Ahora probablemente ya no serían de nadie.

—No te preocupes por cosas estúpidas como esa — dijo Baekhyun, con una voz sorprendentemente estable. Interiormente, estaba lejos de ser estable, el agujero de su estomago donde la inevitable partida de Kyungsoo había estado royéndole, era ahora, inmensamente más grande.  —No puedes vivir tu vida por otra persona, tienes que vivirla por ti mismo, Jongdae.

—Pero…

—Estaré bien — dijo Baekhyun, con una ligereza forzada — En caso de que no lo sepas, soy muy fuerte — sonrió a Jongdae, y tenía suficiente práctica para que la sonrisa alcanzara sus ojos  — Chanyeol y yo tendremos que armar follón sin ti.

—Lo siento — dijo Jongdae, apartándose de Baekhyun para poder estar cara a cara. Baekhyun se puso ambas manos sobre las rodillas y miró a Jongdae. Podía ver la tensión en su amigo. — Esto simplemente no es suficiente para mí — Jongdae gesticuló alrededor, al  el mar de hierba delante de ellos, pero Baekhyun sabía lo que Jongdae quería decir. Hablaba del  pueblo, y de la cala, y de los senderos para caballos de las colinas. Se refería a  las mañanas perezosas y las tardes ocupadas y las noches sin objetivos. Baekhyun sabía exactamente lo que Jongdae quería decir , porque lo había sentido antes, lo había sentido constantemente, en realidad, desde que su abuela había fallecido y no había visto nada delante de él, excepto más de lo mismo. — Amo Jeolbyeogri, con todo mi corazón, pero…

—Lo sé — dijo Baekhyun — Lo entiendo — se rascó el cuello y se miró los agujeros en las rodillas de los vaqueros — Por supuesto que lo entiendo, tienes que hacer lo que sea mejor para ti. Yo mantendré a salvo el fuerte, vale?

—Sí — dijo Jongdae —Sí — entrelazó su brazo con el de Baekhyun y apoyó la cabeza en el hombro de Baekhyun. Baekhyun miró hacia arriba y hacia fuera, hacia los árboles, todavía verdes, con la corteza pelada esperando a que el empezara a recogerla. Lo haría, en primavera, sin Jongdae.  — ¿Todavía quieres jugar?

—Sólo si estás dispuesto a perder  — dijo Baekhyun, y Jongdae se rió — Ya puedo escuchar el tema de Wave Race sonando.

—En tus sueños — dijo Jongdae, y Baekhyun apoyó la mejilla contra el pelo de Jongdae. Su estómago aun todo anudado — Nunca me has ganado a Wave Race en tu vida, y lo hemos tenido como, diez años.

Jongdae empezó a moverse, pero Baekhyun le puso una mano en su muslo para detenerlo. —Dame solo un minuto — dijo Baekhyun, y fue un testamento a su amistad el que Jongdae no dijera nada acerca de lo cursi que eso sonaba.

Kyungsoo estaba despierto y en la cocina cuando entraron. Parecía cálido y desaliñado, y muy, muy cómodo descansando contra la encimera con la sudadera SNU, agitando el café metódicamente con el labio inferior atrapado entre los dientes.

—Buenos días — dijo, con la voz baja y áspera. El estómago de Baekhyun, que acaba de empezar a asentarse, y su pecho, se anudaron de nuevo.

—Hey — dijo Baekhyun, mirando a otro lado mientras se quitaba el abrigo — Suerte que estás despierto, ya que está a punto de haber una seria competición de Wave Racer.

—¿No te ha derrotado Jongdae lo suficiente como para que elijas otro juego?

—JA — soltó Jongdae triunfalmente — Incluso Kyungsoo sabe que no tienes ninguna posibilidad.

—Lo que sea — respondió  Baekhyun, cogiendo el abrigo de Jongdae mientras Kyungsoo le daba un divertido sorbo al café.  —La gente que deja de intentarlo nunca llega a ninguna parte de la vida.

—Esa es la cosa más inteligente que has dicho nunca, Baekhyunnie — Jongdae le gritó mientras entraba al pasillo.

Baekhyun y Jongdae pasaron tres horas jugando a Wave Racer. Chanyeol se acercó a unos treinta minutos de su maratón, y se unió a ellos, aplastando a Baekhyun y Jongdae fácilmente  antes de retirarse a la ventana para escribir en su cuaderno, letras de canciones o algo así, riendo mientras las palabrotas de Baekhyun se hacían más fuertes.

Kyungsoo no trabajaba con su portátil. Llevaba un libro, el mismo que había estado leyendo desde hacía meses, el marcador de página escondiéndose cerca del final, pero no lo abrió. En cambio, se sentó demasiado cerca de Baekhyun, sus rodillas golpeándose cada vez que Baekhyun se excitaba demasiado y emulaba el movimiento de su jet-ski de la pantalla, inclinándose hacia las flechas amarillas y rojas. Después de su quinta derrota consecutiva, Baekhyun entregó el control a Kyungsoo, quien lo miraba como si estuviera poseído.

—¿Para qué es esto? — preguntó Kyungsoo — Yo no juego a los videojuegos.

—Puedes jugar a este — dijo Baekhyun. Rodeó a Kyungsoo, de forma que estuviera sentado detrás de él. Le vino un flash de hacía un par de noches, en la bañera, pero parpadeó para que desapareciera, colocando las manos sobre Kyungsoo en el mando  —Te enseñaré.

—No sé si quiero que me enseñes tú — dijo Kyungsoo. Su voz había vuelto a bajar, y Baekhyun respiró hondo. Todo lo que olía era el aftershave de Kyungsoo. —Parece que hablas y protestas más que ganas.

Jongdae y Chanyeol se rieron, y Baekhyun sonrió.  —Por lo menos puedo mostrarte los controles — apretó el pulgar de Kyungsoo con el suyo — Dirección aquí — utilizó los dedos de su mano derecha para reposicionar el otro pulgar de Kyungsoo sobre la gran y verde A. —Así es como se acelera —  dijo, justo en el oído de Kyungsoo.

Kyungsoo dejó escapar el aire entrecortadamente  — ¿Algo más?

—Izquierda y derecha para inclinarte — sintiendo que el calor le empezaba a trepar traicioneramente por el cuello, Baekhyun se alejó, moviéndose para sentarse junto a Kyungsoo otra vez.  —Puedes usar el botón B para agacharte.

—De acuerdo — dijo Kyungsoo. Miró fijamente la pantalla, y Baekhyun desvió la mirada. Jongdae lo estaba mirando extrañamente cuando se volvió para preguntarle a Jongdae si estaba listo para jugar, pero le sonrió cuando Baekhyun levantó ambas cejas en su dirección.

Kyungsoo barrió el suelo con Jongdae tres veces. Jongdae gritaba en voz alta sobre la suerte del principiante, así que Chanyeol dejó su cuaderno y se apretujó entre Baekhyun y Jongdae, robándole el mando a  Jongdae y comenzando una partida nueva. Kyungsoo entrecerró los ojos a la pantalla, concentrándose intensamente, mientras que Jongdae animaba a Chanyeol y Baekhyun trataba de no ser golpeado por los codos.

Ese momento, Baekhyun decidió, mientras se inclinaba ligeramente hacia Kyungsoo, lejos de las flojas extremidades de Chanyeol, era algo maravilloso, y se aferraría al recuerdo más tarde, cuando estuviera solo o triste. Cuando pensara en todas las cosas que le han quitado, recordaría que las había tenido una vez.

Más tarde, cuando sólo Kyungsoo y Baekhyun estaban sentados uno frente al otro en la mesa de la cocina, un plato con cuatro rollos de kimbap entre ellos, y Baekhyun estaba divagando sobre otros juegos que a Kyungsoo le podrían gustar, se dio cuenta de que Kyungsoo lo estaba mirando.

—¿Qué? —extendió una mano para limpiarse la boca, sacando su lengua por las comisuras para ver tenia granos de arroz pegados de los bocados anteriores. — ¿Tengo algo en la cara?

—No puedo imaginar no querer besarte — dijo Kyungsoo — Eso me confunde.

Baekhyun se lamió los labios — ¿Qué es lo que te confunde? — se inclinó hacia delante insinuante, ignorando la manera en que su corazón le martilleaba las costillas — Soy muy besable.

—Yo no... — Kyungsoo se pasó una mano por el pelo, y luego miró a la mesa de la cocina. Enderezó los  platos delante de él, haciendo una 'L' con el índice y el pulgar para crear el ángulo.  — Por lo general, me resulta fácil evitar apegarme a personas, lugares o cosas — Echó un vistazo a Baekhyun, a través de la caída del pelo , y Baekhyun pensó: "No puedo imaginar  no querer besarte, tampoco."

—Eso es todo lo opuesto a mí — dijo Baekhyun — Soy un abulón, ¿recuerdas? — puso el pie encima del de Kyungsoo, buscando el contacto.  —Aunque supongo que somos muy diferentes en la mayoría de las cosas.

Baekhyun siempre había tenido amigos en los que podía encontrar similitudes. Amigos que habían crecido como él, criados con el olor del alcanfor y que habían tenido el viento como canción de cuna.

—La cosa es — dijo Kyungsoo —que cuando te miro, no estoy pensando en cómo de  diferentes somos.

—¿En qué piensas entonces? — preguntó Baekhyun, y Kyungsoo suspiró, ligeramente, y Baekhyun pensó que Kyungsoo se iba a volver a enroscar sobre sí mismo, y a sacar las espinas, pero no lo hizo. En cambio, extendió la mano por encima de la mesa y agarró la mano de Baekhyun, empujando las palmas de las manos juntas como Baekhyun había hecho, hacía tanto tiempo, la primera vez que había llevado a Kyungsoo al restaurante de Jongdae. Baekhyun curvó sus dedos hacia abajo.

—Que llenas mis huecos —  dijo Kyungsoo — Con todo tu ruido, tu movimiento y tu imprudencia. — retiró la mano — Voy a enviar algunos emails.

—De acuerdo  — dijo Baekhyun. Se podía oír el latido del corazón en los oídos, muy fuerte. Quiso agarrar a Kyungsoo. Aferrarse a él. Era un sueño tan imposible como el de enseñar, y Baekhyun sabía más que querer que Kyungsoo se quedara allí con él.

Solo en la cocina, metió el kimbap sobrante en un taper. Escuchó a Kyungsoo moverse, el lento golpe de sus dedos sobre el teclado. Había un envase casi vacío de una marca de café que  Baekhyun nunca elegiría para sus invitados en la encimera, y todo el contenido de la parte posterior de la encimera había sido reorganizado. Todas esas pequeñas cosas que indicaban que Kyungsoo estaba ahí, que vivía ahí, con Baekhyun, en esa pensión solitaria en las colinas.

Kyungsoo, que le dejaba a Baekhyun pensar en voz alta, cuyo propio sentido del humor desafiaba a Baekhyun a empujar un poco más, y que apreciaba las cosas que Baekhyun hacía bien y no le importaba las cosas que no. Kyungsoo, que miraba a Baekhyun y veía tanto de él, y quería seguir mirando.

También llenaba los huecos de Baekhyun.

Las manos de Baekhyun temblaron cuando puso una olla de agua al fuego para el chocolate caliente.

 

 

⚘❁⚘

 

 

El último día de Kyungsoo en la pensión fue el 12 de enero.

Dio un paseo por la mañana sin Baekhyun, sosteniendo su teléfono, y mientras estuvo fuera, Baekhyun robóticamente siguió sus propias rutinas matutinas, frotándose el  limpiador facial bajo los ojos como camuflaje mientras se cepillaba los dientes. Comió cereales para desayunar y escuchó música a través los auriculares mientras hacía inventario de los alimentos que necesitaba comprar.

No necesitaba comprar café, supuso. No ese mes.

Kyungsoo volvió cuando Baekhyun estaba lavando su tazón, y deslizó su mano a lo largo de la parte baja de la espalda de Baekhyun, justo por encima de la curva del trasero mientras abría la nevera para sacar un contenedor de jjigaeestofado que sólo necesitaba ser recalentado.

No hablaron de su partida, pero las maletas de Kyungsoo ya estaban llenas, y sólo quedaba  el pijama y la ropa de oficina, con el abrigo de lana colgando de la parte trasera de la silla del escritorio, pareciendo fuera de lugar en la pequeña habitación. Ambos escritorios estaban vacíos, despojados de papeles bien organizados. Baekhyun no tenía ganas de devolverlo a la polvorienta habitación de Baekbeom.

Salieron a dar un paseo, y por primera vez, Baekhyun lo llevó a la cala, mostrando a Kyungsoo cómo escoger el camino por las rocas como él, Jongdae y Soojung lo habían hecho durante años. Las rocas estaban frías y resbaladizas, y el océano estaba salvaje, chapoteando ferozmente con el fuerte viento. Baekhyun podía sentir las gotas de agua salpicándole la  cara, y las pestañas de Kyungsoo las recogían.

Baekhyun inspiró y saboreó la sal en la parte posterior de la boca.

—Este es mi lugar favorito — dijo Baekhyun — Porque tengo muchos recuerdos aquí.

—Este es tu sitio y el de Jongdae, ¿no? —  preguntó Kyungsoo, y Baekhyun asintió.

—Aunque originalmente era mío. — Baekhyun eligió una roca apenas fuera del alcance de las olas, y Kyungsoo se sentó lo suficientemente cerca como para coger la mano de Baekhyun con un casual toque posesivo que encendió la sangre de Baekhyun.  —Sólo por un corto tiempo, fue solo mío. — se mordió el labio —No veníamos mucho de visita, cuando vivía en Gapa, no sé por qué, no es que hubiera ninguna  pelea entre los miembros de la familia o algo así ... Creo que el tiempo simplemente se desvía a veces, y no te das cuenta de que lo has desperdiciado hasta que se ha ido.

Las olas rompían, y Baekhyun se perdió, por un momento, en el pasado, en la lluvia y en los sonidos de los barcos de pesca que se señalaban el uno al otro. Luego parpadeó, y estuvo de vuelta con Kyungsoo.

—Mi hermano y yo no vinimos aquí justo después de que mi madre muriera, vivimos con mi padre por un tiempo, y Baekbeom nos trajo a ambos aquí cuando eso no funcionó.

—Eso dijiste — La mano de Kyungsoo estaba fría contra la suya, por lo que Baekhyun la tiró hacia su regazo para poder sujetarla entre las suyas.

—El primer par de días aquí, exploré todo yo solo, Baekbeom no quería, y yo no había aprendido que no debería  vagabundear solo todavía. — Baekhyun sonrió — Encontré este lugar.  Justo un lugar apartado con una vista perfecta del océano, bloqueado del pueblo.

—¿Así que se lo mostraste a Jongdae?

—Pensé que podíamos jugar a los piratas, aquí —  dijo Baekhyun — Lo hicimos. Tuvimos muchas aventuras. — se rió, y usa una mano para tirar de su gorro — No necesitaba un lugar para estar solo, la verdad.

—Realmente es la vista perfecta del océano.

—Muy pocas cosas en la vida son perfectas —  dijo Baekhyun, mirando a Kyungsoo en lugar del mar — Pero esta es definitivamente uno de ellas.

Kyungsoo se volvió hacia él y le dirigió una sonrisa, una grande, y luego se levantó, moviéndose para poder estar entre las rodillas de Baekhyun. Baekhyun enganchó sus dedos en los bolsillos de la chaqueta de Kyungsoo e inclina la cabeza hacia atrás. Inclinándose hacia delante, Kyungsoo juntó sus bocas, besando a Baekhyun hasta que ya no le fue posible  sentir el frío. El viento soplaba, y las olas les salpican, y todo era secundario a la decidida presión de Kyungsoo. Cuando se apartó, con los labios resbaladizos, Baekhyun supo que mantendría ese momento de café y sal de mar escondido en el rincón del corazón que reservaba para sus cosas favoritas, como los videojuegos a primera hora de la tarde apretujado entre casi todas sus personas favoritas y las vistas nocturnas de la nieve que caía sobre el puerto en Jeju-si.

Dieron un último paseo por el pueblo, caminando el largo camino de vuelta a la pensión, y comieron pescado a la parrilla y arroz para cenar, y luego bebieron chocolate caliente mirando por la ventana de la sala principal, con el final de uno de los dramas de Baekhyun de fondo mientras Baekhyun le contaba a Kyungsoo sobre cómo él y Yixing solían ver dramas juntos, Baekhyun tratando de explicarle las palabras más complicadas de manera que Yixing pudiera entenderlas.

Se fueron a la cama temprano, poco después de las nueve, Kyungsoo ni siquiera se había molestado en mirar su propia habitación mientras se dirigían a la de Baekhyun.

—Hoy es mi cumpleaños — dijo Kyungsoo, mientras se acostaban sobre el futón de Baekhyun, la pierna de Kyungsoo atrapada bajo Baekhyun cuando  Baekhyun rodó sobre su lado para poder mirar hacia abajo, a la cara de Kyungsoo, desde arriba.

—Deberías habérmelo dicho — dijo Baekhyun, reprendiéndolo — Podríamos haberlo celebrado.  — Pasó la mano por la parte delantera de la camiseta de Kyungsoo, la tela suave bajo sus dedos. — Una fiesta. Pastel.

—Eso no es lo que yo quería — dijo Kyungsoo, la última palabra convertida en jadeo mientras Baekhyun deslizaba la mano bajo la camiseta de Kyungsoo y la dirigía hacia arriba de nuevo, esa vez tocando la piel.

Baekhyun se rió entre dientes, moviéndose para ir bajando por el cuerpo de Kyungsoo.      — ¿Qué querías?

—Lo que he conseguido — dijo Kyungsoo — Tú. La isla. El océano. — parecía extraño desde ese ángulo, con los ojos abiertos mirando hacia abajo, a Baekhyun, que ahora estaba a la altura de su ombligo desnudo.

—Me alegro de que fuera un cumpleaños ideal —  dijo Baekhyun, y luego besó la piel justo al lado del ombligo de Kyungsoo.  —Feliz cumpleaños, Do Kyungsoo.

Tarareó la canción de cumpleaños feliz, presionando su nariz en la suave carne del abdomen de Kyungsoo, Kyungsoo bufó, poniendo una mano en el pelo de Baekhyun y tirando ligeramente, apenas lo bastante para que Baekhyun sintiera la sacudida en la parte baja del vientre.

—¿Por qué rozas la nariz en mi estómago, friki? — dijo Kyungsoo. Baekhyun podía notar que estaba tratando de no reírse.

—No hay púas en el vientre de un erizo — dijo Baekhyun, asegurándose de que sus labios rozaran la piel, su nariz junto a la débil franja de vello que lleva que desaparecía en los pantalones de Kyungsoo.  — Es el único sitio donde estoy a salvo.

—¿Erizo? — La mano de Kyungsoo cayó del pelo de Baekhyun para cogerle la oreja. Tiró, con la suficiente suavidad como para no hacer daño, pero lo suficientemente fuerte como para que Baekhyun se arrastrara por el cuerpo de Kyungsoo hasta que estuvieron cara a cara.  — ¿Crees que soy un erizo? — la respiración de Kyungsoo era chocolate caliente y calidez. Tenía esa mirada en sus ojos otra vez, la que le decía a Baekhyun que nada más que él importaba en ese momento, y Baekhyun le besó la nariz.

—Sí — dijo Baekhyun —Pequeño y puntiagudo y siempre enroscado — Kyungsoo le frunció el ceño, así que Baekhyun le besó el ceño, una breve presión de labios.  —Tenía erizos cuando era pequeño y me ocupé de tres machos cuando les echaron del nido.

—¿Eso es a lo que te recuerdo? — Kyungsoo parecía que no estaba seguro de sí debería estar ofendido o no. Baekhyun se rió entre dientes, y rodó sobre Kyungsoo, volviendo a tumbarse a su lado, su cabeza descansando en el lugar blando justo por encima de la axila de Kyungsoo.  — ¿A un erizo?

—Sip — Baekhyun puso el brazo sobre Kyungsoo, justo por debajo de las costillas, de modo que se elevara y bajara con las respiraciones de Kyungsoo. —Realmente me gustan los erizos.

—Eres odioso — dijo Kyungsoo, pero Baekhyun podía oírle sonreír  — De Verdad.

—Me adoras  — respondió Baekhyun, cerrando los ojos. Amplió su enfoque, para poder  notarlo todo. La costura de la camiseta de Kyungsoo probablemente  estaba dejándole  marcas en la mejilla que serían más prominentes por la mañana.

—Soy un masoquista, está claro — dijo Kyungsoo, pero su mano encontró el camino de vuelta al pelo de Baekhyun.

Esa pequeña burbuja de felicidad era algo que Baekhyun apreciaría, más tarde. El perfecto corazón de la sonrisa de Kyungsoo y la reconfortante sensación del calor de Kyungsoo bajo él.

—Gracias, Baekhyun — dijo Kyungsoo, cuando apagaron las luces y Baekhyun estaba casi dormido.

—De nada — contestó Baekhyun, y si se dormía ahora, tal vez su anhelo se dormiría con él.

 

 

⚘❁⚘

 

 

Lo último que hizo Kyungsoo fue quitarse el abrigo. Bueno, el abrigo de Baekhyun, en realidad. Lo cambió por el suyo propio, elegante y a medida, y que parecía que le pesara, como si estuviera volviendo un poco al Kyungsoo que habían llegado en Noviembre.

—Gracias por prestármelo — dijo Kyungsoo, devolviéndoselo a Baekhyun. Baekhyun lo aceptó con manos vacilantes, notando la forma en que el abrigo de lana hacía a Kyungsoo parecer más áspero, mayor.

—No hay problema — dijo Baekhyun — Te está más mono a ti que a mí, de todas formas.

—No soy mono — dijo Kyungsoo, con aire de superioridad, y Baekhyun le regaló una pequeña sonrisa.

—Esa es tu opinión — Baekhyun dejó caer el abrigo al suelo, y agarró las dos solapas de Kyungsoo, acercándolo a él.  —Mi opinión es que no puedes evitar ser accidentalmente mono a veces.

Kyungsoo lo miró, y Baekhyun se rió, ajustándose contra Kyungsoo y besándolo, una última vez, la aterciopelada boca de Kyungsoo cálida y deseosa contra la suya.

Kyungsoo enmarcó la cara de Baekhyun con las manos, su apretón apenas ligeramente fuerte, y lo besó de nuevo. Baekhyun cerró los ojos mientras sus bocas se movían juntas, la lengua de Kyungsoo enrollándose en su boca, por detrás de sus dientes, acariciando su paladar mientras sus manos se convertían en puños agarrándose a las solapas del abrigo Kyungsoo.

Baekhyun quería que no terminara nunca, pero lo hizo, las manos de Kyungsoo soltando sus mejillas y las manos de Baekhyun despegándose de la lana. Baekhyun alisó el abrigo de Kyungsoo con manos nerviosas, subiendo los ojos  para encontrarse con los de Kyungsoo y atraparlos.

—Para el viaje  — dijo Baekhyun en voz baja, Kyungsoo se lamió los labios y le ofreció una de sus diminutas sonrisas, donde sólo levantaba una esquina de la boca.

La maleta de Kyungsoo entró en el maletero, y su mochila fue al asiento trasero, y ya estaba. El invierno desapareció en el coche de Kyungsoo, y pronto Kyungsoo desaparecería junto con él.

—Ya está — dijo Kyungsoo, y Baekhyun se metió la mano en el bolsillo y sacó un paquete blanco, todavía sellado, con una etiqueta verde. Lo empujó en la mano de Kyungsoo, y Kyungsoo se apoyó contra la puerta lateral del conductor y la examinó.  — ¿Qué... Ogalpi?

—Si alguna vez sientes que necesitas un poquito de magia para volver a recomponerte — dijo Baekhyun, con voz temblorosa — ahora tienes un poco de ogalpi propio.

—Baekhyun... — dijo Kyungsoo. Él mantuvo los ojos rectos, mirando justo por encima del hombro de Baekhyun, y su boca estaba apretada firmemente en una fina línea. Baekhyun quería besarlo tanto que no podía pensar, no podía respirar. — Lo usaré bien.

—Si se te acaba — dijo Baekhyun —siempre puedes volver y te daré más.

—Lo sé — dijo Kyungsoo. Todavía sin mirar a Baekhyun. El pecho de Baekhyun estaba muy  apretado.  — Lo sé.

—Conduce con cuidado — dijo Baekhyun — ¿Quieres llevarte el casco? — Intentó bromear, hizo su mejor intento, pero las palabras le salieron confusas y húmedas.

—Cállate, Byun Baekhyun — dijo Kyungsoo, con una ligera vacilación. Se apartó del coche y abrió la puerta, encontrando finalmente  los ojos de Baekhyun. —Tú idiota (You punk).

—Creo que te gustan los idiotas — dijo Baekhyun, con las manos en los bolsillos.

—Puede ser — dijo Kyungsoo, y entonces entró en el coche. El motor se encendió, y Baekhyun retrocedió: un paso, dos pasos, tres. Las luces de marcha atrás se iluminaron.

Baekhyun lo observó marcharse, por el camino de entrada, igual que él y Kyungsoo habían visto a Joonmyun y Jongin marcharse hacía dos semanas. Se agachó en donde se encontraba y se abrazó las rodillas, apoyando su frente contra ellas, y cogiendo respiraciones largas y lentas.

Había sabido que esto vendría, pero no había previsto cuánto iba a doler. No era un golpe en el estómago, más bien el moretón que se quedaba después, ardiendo con cada inhalación y exhalación, quemando incluso cuando no cogía aire en absoluto. Estaba el recuerdo de los labios de Kyungsoo y el eco de su risa y el remanente de los suaves susurros de Kyungsoo al anochecer,  y todo resonaba en la cabeza de Baekhyun como el viento nocturno  a través de los árboles de la pensión.

Un fantasma más, pensó Baekhyun. Un fantasma más.

No sabía cuánto tiempo estuvo allí agachado, frente a la pensión, con los ojos cerrados, temblando cuando el viento arreció, pero fue un buen rato.

Cuando volvió al interior, las puntas de sus dedos estaban entumecidas. Deseó que su interior estuviera entumecido también, pero no lo estaba.

 

 

⚘❁⚘

 

 

El cuerpo de Mocha se movía debajo de Baekhyun mientras cabalga, el sol brillando sobre sus cabezas mientras se abrían camino hacia una parte difícil del sendero. — Ha pasado tiempo desde que hemos montado, solos tú y yo — dijo Chanyeol. Llevaba el chaleco rojo reglamentario y no llevaba casco.

—No somos sólo tú y yo — dijo Baekhyun, mirando por encima del hombro. Soojung y Jongdae estaban a pocos metros detrás de ellos, sus ponis caminando juntos. El pelo de Soojung se ha desvanecido de un rojo fuego a un rosa, pero seguía pareciendo una diosa guerrera, según la opinión de Baekhyun. Jongdae estaba brillando al mirarla, y Baekhyun sonrió.  — Tenemos a los tortolitos ahí atrás.

—¿Celoso? — preguntó Chanyeol, dirigiendo a Makki hacia delante mientras atravesaban una estrecha abertura en un muro de piedra.

 —Sólo un poco — dijo Baekhyun, sonriéndole a Chanyeol — Aunque no lo suficientemente celoso como para montar entre ellos sólo para sacarlos de sus casillas.

Chanyeol se rió, sacudiendo la cabeza. Se había cortado el pelo de nuevo, y sus orejas sobresalían. Llevaba la gorra de los Nexan que le había dado Baekhyun. — Aún así  — dijo —  La última vez que te saqué a caballo fue cuando fuimos con Kyungsoo.

—Cierto — dijo Baekhyun — ¿Lo siento?

—Estamos aquí ahora.  Quería hablar contigo de todos modos.

—¿Sobre? —  Baekhyun tiró ligeramente de las riendas de Mocha para retrasarla, y ella sacude el trasero en protesta. — Una a la vez, chica. — le acarició el cuello suavemente antes de enderezarse de nuevo.

 —He estado algo preocupado por ti esta semana — dijo Chanyeol — No quería decir nada delante de Jongdae, en caso de que su partida fuera el por qué, y esta es la primera oportunidad que he tenido para preguntar.

—No pasa nada — dijo Baekhyun — Sólo... — Había pasado una semana, pero todavía podía saborear labios con sabor a café, y el dolor sordo en su pecho aún perduraba. — Sólo estoy siendo tonto.

—Nunca es tonto extrañar a alguien — dijo Chanyeol, cuando Baekhyun avanzó con Mocha para que caminara con Makki de nuevo. Soojung se rió detrás de ellos, y Baekhyun se dio la vuelta para ver a Jongdae esquivando uno de sus golpes juguetones. — No importa para cuánto tiempo se hayan ido. — Sonrió a Baekhyun — O cuánto tiempo los hayas conocido.

Baekhyun tragó, apartando los ojos de Chanyeol, cuya mirada era sólo un poco demasiado consciente como para que Baekhyun ignorara las implicaciones. — Es tonto extrañar algo que sabías que era temporal, ¿verdad? — Su voz alcanzó más de lo que le gustaría, porque hubo un momento de calma en el viento.

—No — dijo Chanyeol — Te equivocas. Eres todo corazón, Baekhyunnie, por eso la gente se siente tan cómoda a tu alrededor .Porque te miran y pueden ver que lo ofreces todo, tómalo o déjalo.

—No quiero lamentar nada — dijo Baekhyun — Quiero sacar el máximo partido del tiempo que la gente me da. — Jongdae dio un fuerte gruñido de protesta detrás de ellos, por algo que Soojung dijo que Baekhyun no había hecho, y era uno de los sonidos que sin duda estaría en la banda sonora de la infancia de Baekhyun si alguna vez hiciera alguna.  —Porque eventualmente... — Se irán, terminó en su cabeza.

Chanyeol sopló las mejillas y apartó la mirada de Baekhyun.  — La vida siempre está avanzando — dijo — Tuve que dejar mi viejo hogar para empezar una nueva aquí. La gente hace eso.

—Yo no — dijo Baekhyun — Otras personas hacen eso, pero no yo. — animó a Mocha a un trote más rápido, y Chanyeol mantuvo el ritmo. El viento soplaba, y la hierba ondulaba. Hoy era un día hermoso. Todos los días, en realidad, porque incluso en los días grises, Baekhyun podía mirar al océano y encontrar belleza en él.  —Me quedo aquí, esperando a que la vida de otras personas pase por la mía. Se alejen de la mía.

—No lo veas así — dijo Chanyeol — Piénsalo como las estaciones.

—¿Las estaciones?

—Al igual que la Tierra gira alrededor del Sol, también se inclina sobre su propio eje, y de repente, esta parte del mundo está recibiendo-

—Nadie se preocupa por la rotación de la Tierra — interrumpió Baekhyun, y Chanyeol se rió.

—De acuerdo, entonces, en resumen — dijo Chanyeol, todavía sonriendo, con las mejillas hundidas mientras se inclinaba para tirar de la gorra de Baekhyun — pronto el invierno va a terminar, y será primavera, ¿verdad?

—Verdad — dijo Baekhyun.

—Pero la Tierra sigue girando. No se detiene ahí, sólo porque el invierno se ha ido y, al final, el próximo año, otra vez será invierno — dijo Chanyeol — Y al año siguiente también. No te despides del invierno para siempre. Tienes toda una vida por delante, con muchísimos más inviernos. — se ajustó a Makki, y ella meneó las crines —¿Quién te dice que uno de esos inviernos, no os encontrareis otra vez? — Se rió tímidamente — O algo así.

Baekhyun miró hacia delante, al mar de hierba, a la escasa línea de árboles y a los ciervos que vagaban libres. El invierno en Jeju nunca era silencioso, nunca era demasiado frío como para que la vida no prosperara.

—Cursi, Park — dijo Baekhyun, mientras instaba a Mocha hacia adelante. Arrugó la nariz hacia Chanyeol, que se rió de él. — También, como de costumbre, innecesariamente lleno de ciencia.

—Todo lo que estoy diciendo es que tienes que dejar de pensar en las relaciones que tienes como temporales y las separaciones como permanentes — respondió Chanyeol — ¿No sabes que puede ser al revés?

Sería más fácil creer eso, pensó Baekhyun, si su tiempo con Kyungsoo no se hubiera sentido como algo robado a la vida real de Kyungsoo, muy lejos de Seúl. Si hubiera una fecha límite para el tiempo que Jongdae estuviera fuera, como cuando habían ido a servir, o si las visitas de Soojung no se sintieran tan cortas. Si las promesas de Yixing para visitarlo alguna vez llegaran a buen puerto. Si Baekbeom pudiera soportar pasar más de unos días en la isla al año, o tal vez si Baekhyun no viviera solo en la pensión que había heredado, con los fantasmas de tantas personas en cada rincón que mirara, viéndolos en habitaciones y en senderos y en tiendas de conveniencia, sombras de las cosas que solía tener, como alguien haciendo ruido en la cocina antes de que se despertara.

Una parte de Baekhyun todavía esperaba por estas cosas. Todavía anhelaba.

—Tal vez tienes razón — dijo Baekhyun — No es como si me fuera a ir a ninguna parte. Supongo que el tiempo lo dirá.

—Podrías ir a algún sitio — dijo Chanyeol.

—No podría vender la pensión, ni cerrarla... Mi familia está enterrada en esa tierra, Chanyeollie. — Mocha relinchó, y Baekhyun se dio cuenta de que estaba presionando las rodillas con demasiada fuerza.  — Los espíritus se ponen inquietos cuando se los deja solos.

—También lo hacen las personas — dijo Chanyeol. Baekhyun se estremeció. — De todos modos, nadie dijo nada sobre venderla. Ve a China y ve a Yixing, ve a visitar a Jongdae en Seúl, ve a algún lugar que no sea la base naval o Seogwipeo-si.

—¿Sinceramente? — dijo Baekhyun, mirando a Mocha. — Tengo miedo de hacerlo.

—¿Por qué? — Chanyeol se apoyó una mano en el muslo, su flojo agarre sobre las riendas se volvió aún más flojo.  — No te perderás. Las ciudades pueden ser ruidosas, pero tu encajarías muy bien. — se rió de su propia broma, pero se detuvo cuando Baekhyun no se unió a él como solía hacerlo. —¿Baekhyun?

—Tengo miedo de que no querer volver — dijo Baekhyun — Tengo miedo de que si voy y hago esas cosas, me dé cuenta de que... — Esto no es suficiente para mí, escuchó en su cabeza, con la voz de Jongdae. — Bueno, tal vez de que encajaría bien, en una ciudad.

Las cejas de Chanyeol se fruncieron y Baekhyun se rió entre dientes.

—Vale eso — Baekhyun añadió — es realmente tonto.

Tiró de Mocha con un giro, trotando de vuelta hacia donde Soojung y Jongdae estaban.

Sois lentos — dijo Baekhyun — Puede que ya sea Marzo cuando lleguemos al final del sendero a vuestra velocidad.

Jongdae le sonrió, el viento le había dejado un color rosa en sus altos pómulos.  —Sólo estamos disfrutando de la vista — dijo — Estoy tratando de pintarlo en mi cerebro, para después.

Miraron la puesta del sol desde el final del sendero y regresaron a los establos al crepúsculo. Jongdeok los había llevado, y Jongdae lo llamó mientras cepillaban a los caballos. Baekhyun le daba a Mocha demasiadas golosinas, y Chanyeol chasqueó la lengua contra la parte posterior de los dientes, pero no impidió que Baekhyun lo hiciera.

Jongdae saltó sobre la espalda de Baekhyun mientras salían del establo, y Baekhyun se esforzó por llevarlo a cuestas hasta el coche.  —Tienes suerte de que me gustes — dijo Baekhyun, cuando Jongdae se deslizó hacia abajo, Soojung siguiéndolos muy de cerca, probablemente sacudiendo la cabeza y murmurando "chicos" en voz baja.

Cenaron juntos, los tres, en la casa de los Jung. El viejo Jung cuestionó a Jongdae sobre la escuela, y Jongdae le daba respuestas impacientes y entusiasmadas. Soojung cogió la mano de Jongdae bajo la mesa, y eso hizo sonreír a Baekhyun, aunque de forma un poco triste. No se sentía como la tercera rueda: es sólo lo que desearía... Había sido agradable, cuando había podido unir su mano con la de Kyungsoo bajo la mesa, o sentir el roce del tobillo de Kyungsoo contra el suyo.

Baekhyun se sentía estúpido por estar tan triste. Los huéspedes iban y venían. Se suponía que debía estar acostumbrado.

Se pasó el resto de la noche tratando de fijar, en su mente, la forma en la que Jongdae se reía cuando se avergonzaba, y la forma en que sus cejas se elevaban cuando enviaba a Baekhyun una mirada conspiratoria.

Cuando llegó a casa, buscó a tientas la luz del pasillo. Parpadeó inmediatamente a la vida. Kyungsoo había supervisado que Chanyeol la cambiara. Baekhyun tuvo que hacer una pausa, presionándose el puño contra el estómago para deshacer algo de la inquietud. Después de arrojar su abrigo y zapatos, sacó su gran anillo de llaves y abrió la cerradura del armarito del vestíbulo y sacó su portátil por primera vez en una semana.

Se lo llevó a su habitación y lo conectó, desvistiéndose mientras se encendía. Cuando volvió, húmedo y limpio, el portátil estaba preparado y listo para él. Baekhyun entró en su correo electrónico, sorprendido al ver cuatro nuevos mensajes.

Había uno de Baekbeom, diciendo que su padre lo estaba haciendo bien. Baekbeom incluyó una foto de él sonriendo junto con la novia de Baekbeom. El pulgar de Baekbeom aparecía la esquina de la foto, y eso hizo reír a Baekhyun. Ven a visitarnos  era la postada, y Baekhyun todavía no podía creer que Baekbeom realmente lo estuviera intentando. Respondió a ese antes de pasar a los dos siguientes e-mails, que eran de Yixing.

El primero de ellos era acerca de música, Yixing reflexionando sobre una presentación que él y Lu Han habían tocado, y algunos nuevos amigos que habían hecho en un club nocturno en particular que Yixing "no podía esperar para mostrárselo a Baekhyun algún día". El segundo mensaje era más corto, más al grano, acerca de cómo Yixing había perdido la dirección de Jongdae de nuevo, y ¿te importaría volver a enviármela?

Baekhyun salió del mensaje con un clic y sus ojos se posaron en el último.

El último email era de Do Kyungsoo. Estaba fechado hacía tres días, y la línea del asunto era sólo un punto, no había palabras. Con temor, Baekhyun pinchó en él, inseguro de lo que podría estar dentro. Era una imagen: tardó unos segundos en cargar, apareciendo poco a poco a lo lento que era el Internet de Baekhyun, y la respiración de Baekhyun se le quedó atrapada en la garganta cuando reconoció lo que era.

Es su selfie, delante de Cheonjiyeon. No había mensaje, sólo la imagen, lo suficientemente grande como para llenar la pantalla completa del portátil. Kyungsoo estaba sonriendo, y la nariz de Baekhyun estaba muy roja. Las mejillas estaban presionadas juntas, y Baekhyun podía recordar exactamente ese momento. La mano se le acercó al pecho, porque de repente le quemaba, ácido derramándose fuera del corazón para inundarle el pecho, devorándole las costillas.

Miró la foto durante algún rato, y luego le dio a responder. ¿No soy lindo?  escribió, agregando dos emoticonos del sol, y luego lo envió. Cerró el portátil, levantándose lentamente del escritorio y cayendo en su futón.

Baekhyun se encogió en posición fetal entre las mantas que todavía olían al aftershave Kyungsoo, y casi se rió, porque ¿quién era el erizo ahora? Pero temía que si se reía, se convertiría en llanto, y Baekhyun se negaba a llorar.

Se quedó despierto la mayor parte de la noche. No había nada de viento, así que la pensión estaba en silencio.

⚘❁⚘

Por la mañana, volvió a revisar su correo electrónico. Había uno nuevo de Kyungsoo. Baekhyun se mordió el labio y lo abrió. Era otra foto, esta vez de Baekhyun dormido con su libro de Aprender chino! , la boca abierta y el pelo hecho un nudo.

Esa foto... era de casi al principio de la estancia de Kyungsoo en la pensión, cuando Baekhyun le había dejado acceso al router y Kyungsoo lo había tapado con la manta. Baekhyun no sabía que Kyungsoo le había hecho ninguna foto para nada.

Le dolió el estómago. Baekhyun se mordió el labio de nuevo, y parpadeó rápidamente, hasta que sus ojos dejaron de picar.

El texto de debajo decía "No eres lindo en absoluto", y lo único en lo que Baekhyun podía pensar era en todas las formas en que las que Kyungsoo lo había besado, y en cuánto quería besarlo de nuevo.

 

 

⚘❁⚘

 

 

Se encontró con Kim Taeyeon en su camino hacia el mercado de pescado en los muelles. Llevaba el pelo suelto hoy, rozándole la cara por el viento, y Baekhyun riéndose se lo apartó de ojos.

—Cuánto tiempo sin verte — dijo ella, y él le sonrió.

—No te preocupes —contestó —  Probablemente me presente en tu casa pronto, pidiéndote un corte de pelo.

—Supuse que lo harías — dijo — Aún así, no me he topado contigo en ningún sitio como lo solía hacer.

—He oído que estás más ocupada — dijo Baekhyun, con una sonrisa astuta y un guiño, y ella se rió y le golpeó el brazo suavemente.

—No pensaba que te burlarías de mi por eso, Baekhyunnie — Ella lo miró —Minseok y yo ya tenemos bastante de eso.

—Yo bromeo con todo el mundo, noona.  Nadie está a salvo. —Baekhyun se metió las manos en los bolsillos traseros de los pantalones vaqueros, y Taeyeon entrelazó su brazo con el suyo, ya que iban en la misma dirección.  — Además, tú y Minseok hyung sois como la pareja de un drama o algo así. Tengo que bromear contigo. Es la ley de los hermano pequeños.

—Ley, ¿eh?  — Ella rió — Bueno, si es ley...  — lo miró. Siempre hacía que Baekhyun se sintiera super alto. Lo mismo sucedía con Soojung, pero Taeyeon era especialmente pequeña.  — Supongo que me gusta tener un hermano pequeño lo suficiente como para dejar pasar la burla. — Baekhyun se rió, y Taeyeon le dirigió una mirada especulativa. —Sabes, solía pensar que estabas enamorado de mí.

—Tal vez, o tal vez no — dijo Baekhyun, indiferente, pero luego le guiñó un ojo, y esa vez golpeó su antebrazo con más fuerza.

—Era de mi o de Minseok — dijo ella — Porque nos mirabas a los dos de la misma forma.

—La verdad es que nunca había pensado en eso — dijo Baekhyun, mirando hacia donde Minseok se estaba acercando. — Bueno, noona, esta es tu parada.

—No te olvides de pasarte la semana que viene para poderte quitar el flequillo de tus lindos ojos — respondió, soltándole el brazo.

—No lo haré — dijo Baekhyun, observándola irse. El brazo de Minseok se ajustó perfectamente alrededor de su cintura.

Baekhyun compró suficiente pescado para los próximos días, lo suficiente para alimentarse a sí mismo y tal vez a un caprichoso Park Chanyeol, y coqueteó escandalosamente con la haenyeo en lugar de buscar a Taeyeon o Minseok en los muelles.

De camino a casa, sin embargo, pensó en Kyungsoo y en la sonrisa de Kyungsoo.

 

 

⚘❁⚘

 

 

La mochila llena de Jongdae lo hacía parecer un estudiante de primaria. Su otra bolsa también estaba llena hasta el borde, tan pesada los dedos se le ponían blancos.

—Mándame un mensaje cuando llegues a Jeju — dijo su madre, besándole en ambas mejillas. Sólo estaba los tres esperando en la parada del autobús. Habían tenido una fiesta de despedida ayer en el restaurante, y Jongdae había llorado discretamente. Baekhyun había utilizado el teléfono de Chanyeol para tomar imágenes en HD de él y se las había enviado a Soojung. This is ur man, había escrito en inglés como asunto. Ella había contestado con un mensaje de texto al propio móvil de Baekhyun, porque Chanyeol obviamente no lo había enviado, con el mensaje Tio Bueno!!  Y luego le envió otro que decía  cómprate un móvil de verdad para poder enviar tus propias imágenes, oppa.

—Lo haré, lo haré — dijo Jongdae. El autobús se acababa de volver visible, acercándose a la parada. Baekhyun le ajustó la gorra de los Kia a Jongdae.

—Te vas a perder la temporada de béisbol, ya sabes — le dijo a Jongdae, y Jongdae le sonrió.

—Ni de coña — dijo — Tal vez deberías aprender cómo usar videochat en tu viejo portátil para que la podamos ver juntos.

—Yeah — dijo Baekhyun, empujando a Jongdae — Subete al autobús antes de que me niegue a dejarte marchar.

—Te quiero, Baekhyunnie — dijo Jongdae.  — ¿Ok? — El autobús se detuvo, abriendo las puertas con un chirrido.

—Lo sé, perdedor — dijo Baekhyun, apartando los ojos. — ¿Qué no se podría querer?

—¿Qué hay de mí? — bromeó la madre de Jongdae  — ¿Puedo al menos conseguir el segundo puesto?

—No seas tonta — dijo Jongdae — tú eres mi madre. Las madres no se clasifican, están por encima y más allá de los rankins.

Baekhyun sonrió y se despidió con la mano hasta que Jongdae estuvo a salvo en el autobús, y sigue agitándola cuando las puertas se cerraron y empezó a moverse.

Siguió el autobús con la mirada hasta que desapareció. La madre de Jongdae le rodeó la cintura con un brazo.  — Eres el único niño que queda, Baekhyunnie — dijo, y Baekhyun se tiró del borde de la gorra de béisbol para ocultar los ojos húmedos.

—En realidad ya no soy un niño — respondió, roncamente, y ella le apretó la cintura una vez antes de soltarla.

—Supongo que no — dijo, su propia expresión húmeda — ¿Volvemos al restaurante para el almuerzo?

—Por supuesto — dijo Baekhyun, regalándole la mejor sonrisa que tenía en ese momento.  —Nunca puedo rechazar tu comida, mamá.

—¿Crees que todavía puedes engatusarme después de todos estos años, Baekhyun? — Ella sonreía como Jongdae, o Jongdae sonreía como ella, y de cualquier manera, Baekhyun deseaba que Jongdae no estuviera en ese autobús, alejándose del pueblo y alejándose de Baekhyun. Dolía de diferente forma que ver a Kyungsoo irse, porque Baekhyun nunca había esperado que Kyungsoo se quedara, pero ambas salidas habían dejado un gran vacío en su pecho.  — He estado tratando contigo desde que sólo me llegabas a la cadera.

—Por eso sé exactamente qué decir — le dijo Baekhyun, apoyándole un brazo sobre el hombro.  — ¿Almuerzo? —  no quería volver a la solitaria pensión todavía.

—Almuerzo — accedió ella, apoyándose en él.

Más tarde esa noche, Baekhyun se sentó con su portátil en la sala principal y escribió un largo y tortuoso e-mail a Yixing. Miró por la ventana, hacia los árboles, y sus dedos vacilaron sobre las teclas. De repente se había quedado sin palabras. Me siento muy solo, le gustaría escribir. Echo de menos a tanta gente, y no estoy seguro si ellos me extrañan ni siquiera la mitad. Yixing probablemente entendería. Asentiría solemnemente con la cabeza a Baekhyun y luego se quedaría levantado hasta tarde tocando la guitarra hasta que Baekhyun se quedara dormido acurrucado a sus pies. En su lugar, escribió sobre Taeyeon y Minseok, y sobre lo monos que se veían juntos, y luego lanzó una broma sobre tener que encontrar un nuevo enamoramiento. No había ninguna razón para hacer que Yixing se preocupara.

Había otro correo de Kyungsoo. Era una tercera foto, esa vez de Oedeolgae, solitaria en el agua, y sin ningún mensaje bajo ella.

Baekhyun se preguntó cuánto tiempo tardaría en dejar de buscar la tranquila respiración de Kyungsoo mientras se dormía.

 

 

⚘❁⚘

 

 

Los peces azulejos comenzaron a nadar hacia la isla a finales de febrero, mucho antes de que los océanos se calentaran, pero justo cuando el viento perdía parte de su mordida invernal.

La manzanilla comenzó a florecer en serio, cubriendo los campos más allá del santuario con flores de color amarillo pálido, y dando Baekhyun algo que hacer con los últimos días vacíos antes de que los excursionistas comenzaran a aparecer.

Cuando Yixing vivía aquí, Baekhyun lo llevaba consigo. Él y Yixing pasaban horas ayudando a Tia Lee en el campo. Yixing trabajaba con diligencia, con una solidez firme, mientras que Baekhyun le contaba historias, historias sobre la manzanilla, sobre su abuela o sobre la Tia  Lee y sobre cómo su familia había sido propietaria de la granja durante generaciones. Yixing le seguía el juego, dejando que Baekhyun hablara y hablara y hablara, ocasionalmente preguntando qué significaban las diferentes palabras, y Baekhyun daría explicaciones absurdas que usualmente involucraban más sonidos que el vocabulario que Yixing realmente sabría.

A veces, a pesar de que había pasado ya mucho tiempo desde que Yixing se había ido, Baekhyun se metía en los surco de la tierra, capturando las flores con los guantes mientras ordenaba los tallos, y empezaba a hablar como si estuviera a su lado. Por lo general se daba cuenta  justo en el remate de una broma, y entonces se mordía el labio inferior para mantener dentro el resto de las palabras.

Por la noche, Baekhyun trataba de mantenerse en contacto con Jongdae, intercambiando mensajes con él todas las noches antes de dormir.

También seguía recibiendo emails de Kyungsoo. Baekhyun intentaba contestarle con tanta ligereza como probablemente eran enviados, ya que a menudo los correos de Kyungsoo eran sólo dos frases cortas que decían "el trabajo muy ocupado. ¿Qué tal el tiempo?”  Pero de alguna manera el no podía dejar de divagar, incluso en los correos. Se preguntaba si Kyungsoo siquiera los leía hasta el final. Probablemente lo hacía, ya que Kyungsoo siempre le había escuchado hasta el final. Era una de las cosas que a Baekhyun le gustaba tanto de él.

El resto de su tiempo lo pasaba con Chanyeol, que era tan ruidoso como Baekhyun, y suficientemente saltarín y brillante como para empujar a los bordes la soledad de Baekhyun hasta que era una bola pequeña en el centro de su pecho que podía ignorar hasta la noche, cuando quería irse a la cama. Entonces se quedaba mirando al techo y escuchaba los árboles, y no había nada que lo distrajera.

Justo a principios de Marzo, Soojung vino a visitarlo. Bajaron a la cala, y se sentaron entre las rocas mientras ella le habla del curso, y ​​todo acerca de su nueva escuela de Texas. Baekhyun le hacía preguntas, sobre qué tipo de cosas estaba estudiando y de si iba a empezar a hablar como Chanyeol, y ella se reía de él, empujándolo ligeramente mientras las olas se elevaban con la marea.

—¿Tu todo bien por aquí?  — preguntó, en su camino de regreso al pueblo, con el brazo unido al suyo, como siempre. — Jongdae oppa está preocupada por ti. Supongo que yo también lo estoy.

—No necesitas estarlo—  dijo Baekhyun — Esta es mi casa. ¿Por qué no estaría bien?

Ella le sonrió, no su sonrisa sarcástica sino una real.  —Pasaré el mensaje — dijo, apartándose el pelo largo, ahora de un color rojo oscuro, como el color de las granadas, sobre su hombro.

Más tarde esa noche, Baekhyun pensó que realmente no había mentido. Esta era su casa. Nunca había esperado que tantas piezas de su casa se alejaran, como pedazos de roca rotos en los bordes del acantilado, pero todavía se despertaba con las vistas más bonitas en la ventana de su cocina, y con el viento, y el alcanfor. Todavía recogía ropa que olía a sal marina, y todavía cenaba con la madre de Jongdae cuando no podía soportar la idea de cocinar para sí mismo.

Tal vez, pensó, era como un telar con agujeros: un telar que había tenido durante años y años, que no podía reemplazar a medida que se volvía cada vez más raído, un telar que no estaba muy seguro de cómo reparar.

Abrió su portátil, y abrió la foto de Kyungsoo y él delante de esa cascada, y pensó que, quizás, por un tiempo, cuando había tenido a Kyungsoo allí, cuando tenía a Kyungsoo para mostrarle la isla, su telar se había sentido nuevo, a estrenar.

 

 

⚘❁⚘

 

 

Baekhyun recibió el mensaje para reportarse en el entrenamiento de servicio inactivo en algún momento durante el mes de marzo. Recibía esas convocatorias una vez al año, y solían ser poco menos que un fin de semana completo de recordatorio básico, con gritos de oficiales que le decían a Baekhyun “deja de sonreír tanto, mierdecilla sarcástica, esto no es un juego”  y hacer que todos los antiguos alistados se pusieran a formar, por los viejos tiempos, mientras cantaban Haegunga a todo pulmón.

Pero por primera vez, Baekhyun no fue convocado a Mokpo para hacer el ejercicio. En su lugar, estaba siendo enviado todo el camino hasta Incheon.

Incheon estaba muy cerca, pensó, de Seúl.

Pensó en ello durante varios días, mientras seguía con su rutina. Había empezado a mantener todas las puertas abiertas en la pensión de nuevo, cuando la temperatura empezó a subir, y no había llovido en días, por lo que Baekhyun aireó toda la pensión. Reclutó a Chanyeol para ayudarlo a mover el escritorio de Baekbeom de vuelta a su habitación, y finalmente limpió la habitación de Kyungsoo. Sinceramente, Kyungsoo no había dejado mucha evidencia de su presencia, pero eso hacía más difícil para Baekhyun borrar las pocas cosas que quedaron, como las mantas dobladas en cuadrados perfectos que tenía que lavar, o la forma en la que Kyungsoo había movido la imagen que Baekhyun tenía descentrada en la pared trasera, a la derecha de la central. Baekhyun estuvo casi tentado a dejar eso, pero era como arrancar una tirita, ¿verdad?

Sólo después de que todo estuvo hecho, y Baekhyun se quedara sin cosas que hacer para dejar lista la pensión para la primavera, que el vacío le carcomía, devorando partes de él que no se podía permitir perder.

Dio un paseo, con el teléfono en el bolsillo, bajó al pueblo y se compró un bollo de carne en la tienda de conveniencia. Se sentó en el muro de piedra frente a la casa de la familia de Jongdae y marcó su número de móvil de memoria en vez de escogerlo de la lista de contactos.

—¿Baekhyunnie? — preguntó Jongdae, sonando satisfecho. — Me has llamado.

—He recibido mi aviso de servicio inactivo — dijo Baekhyun —Parece que tengo que ir a Incheon, ¿no querrías por casualidad un huésped después, no?

Baekhyun estaba nervioso solo de pensarlo, pero la oportunidad de ver a Jongdae... Era la oportunidad perfecta, en realidad, y sería ridículo no aprovecharla.

—Me encantaría tenerte — respondió Jongdae, y Baekhyun sonrió ante la emoción en su voz.

 

 

 

⚘❁⚘

 

 

Baekhyun se perdió. No era sorprendente, probablemente. Era más como una comedia de errores, y sería gracioso cuando lo volviera a contar, pero ahora mismo, estaba exhausto y nervioso. Había salido de la base hacía tres horas, después de treinta y seis horas atroces, de las que había dormido menos de ocho, y tenía un calambre en la espalda y todo el cuerpo le dolía. Era un viernes por la tarde, así que las muchedumbres eran un lio, y Baekhyun estaba en una ciudad en la que nunca había estado sin ninguna idea de donde estaba.

Llamó a Jongdae entrando en pánico, y Jongdae, que lo estaba esperando en la parada de autobús en la que debería haber llegado, se rió de él, después de asegurarse de que Baekhyun estuviera bien. —Solo dale a un taxista mi dirección — dijo Jongdae, y Baekhyun suspiró.

—Como si conociera tu dirección — dijo Baekhyun con voz ronca, y Jongdae siguió riéndose.

—Coge un taxi y le diré al conductor a dónde tiene que ir.

Baekhyun logró encontrar a una persona más habladora que él. El conductor de su taxi era curioso, absorbiéndolo en la conversación mientras que intentaba tomar la nota de los puntos de referencia y de cosas tales que podía  ver por la ventana. Las colinas eran mucho más dramáticas allí: las colinas de Jeju eran sutiles, pareciendo olas como las del mar, pero Seúl era todo pendientes pronunciadas y esquinas afiladas.

—¿Así que nunca has estado en Seúl? — preguntó el locuaz conductor, y Baekhyun sacudió la cabeza.

—No — dijo, viendo pasar las calles por la ventana — Es mi primera visita.

El taxista siguió y siguió hablando de los lugares que Baekhyun tenía que visitar, y por lo general Baekhyun daba tanto como recibía, pero había un pesado cansancio sobre él con el que no podía luchar en ese momento.

Le dio las gracias al conductor cuando vio a Jongdae por la ventana, diciéndole que se detuviera en la esquina de la calle donde Jongdae esperaba con una mochila en bandolera y una enorme sonrisa.

—Por fin — dijo Jongdae — Pensé que iba a tener que ir a trabajar antes siquiera de que llegaras aquí.

—He venido hasta la otra punta del país para visitarte, ¿y tienes que trabajar?

—Sólo un turno de dos horas de las que no podía librarme — dijo Jongdae — Por el turno a tiempo parcial. — le pellizcó la piel de Baekhyun justo por encima del codo — Sobrevivirás sin mí. Tengo tele por cable.

—Viviendo la buena vida, ¿eh? — respondió Baekhyun, y Jongdae se rió. Se sentía un poco como despertar de un sueño largo, al oír la risa de Jongdae. Baekhyun se preguntó cuando, exactamente, se había quedado dormido.

Jongdae llevó a Baekhyun a su apartamento, uno pequeño estudio en un edificio alto.

 —Hay muchos estudiantes aquí — dijo Jongdae — Es aquí o en un hasukjib*. Los precios son muy altos en esta área, pero no es tan malo". (*Casas de estudiantes)

Tecleó un código para abrir la puerta cuando llegaron a la habitación en el noveno piso. Había una entrada pequeña. La habitación en sí era pequeña, sólo una cama grande y un televisor, y un escritorio donde Jongdae tenía lo que parecían ser deberes de matemáticas. La boca de Baekhyun se frunció de disgusto ante la idea misma de las matemáticas mientras se quitaba las zapatillas. Entrando, vio que Jongdae había puesto fotos de Baekhyun y Chanyeol y Soojung, en la pared, justo al lado de las fotos de su madre y su hermano, y sonrió, con el corazón apretado.

—Wow, soy el más guapo de la gente con la que sales, seguro — dijo, para ocultar la oleada de emoción, y Jongdae se acercó a la nevera y sacó una jarra de agua.

—¿Quieres un poco de agua para lavar tus delirios, Baekhyunnie?

Baekhyun se rió y se levantó la camisa para poder rascarse el estómago desnudo.  

— Ya. ¿Te importa si me doy una ducha?

Claro  — dijo Jongdae — El agua no es tan difícil de conseguir. Me doy duchas largisimas por la mañana, aunque infle las facturas.

Después de la ducha de Baekhyun, él y Jongdae salieron. Jongdae se rió mientras Baekhyun pasaba mal repetidamente su nueva tarjeta T-Money y atravesaba en el torniquete al entrar al metro.

Jongdae le enseño el palacio y señala la torre de Namsan.  — Realmente no tenemos tiempo para ir allí ahora — dijo — ¿A lo mejor esta noche?

—Suena bien —  Baekhyun se encasquetó la gorra de béisbol por encima del pelo mojado — Kyungsoo dijo que podías ver toda la ciudad desde allí.

—Puedes — respondió Jongdae — Es una vista impresionante, fui con Soojung cuando me visitó justo después de mudarme. Dejamos un candando en la valla.

—Qué romántico ~ — se burló Baekhyun, y Jongdae le palmeó.

—Oh, hablando de Kyungsoo — dijo Jongdae, y el estómago de Baekhyun dio un vuelco inesperadamente — pensé que podríamos encontrarnos con Joonmyun hyung para comer?

—Joonmyun... hyung? — Baekhyun alzó ambas cejas, y Jongdae sonrió.

—Sí. Lo he estado viendo muchos, la verdad. A veces incluso me ayuda con los deberes!  No es mucho mayor que nosotros, sabes, sólo un par de años. Bueno, le prometí que comería con el esta semana, y es casi el final de la semana. Además, cuando dije que estarías en la ciudad, mencionó que realmente le gustaría verte si teníamos tiempo.

—Por mi bien — dijo Baekhyun.

Se reunieron con Joonmyun en un sitio que estaba a quince minutos, tras cinco intensos minutos intensos de regateo por teléfono donde Jongdae se quejó mucho. Baekhyun se rió, aferrándose a la correa de la bolsa de Jongdae mientras guiaba distraídamente a Baekhyun a través de la multitud. Jongdae no parecía notar que la prensión fuera tan espesa, y Baekhyun no podía decir si la multitud sólo parecía tan grande porque estaba muy cansado o si era porque realmente había mucha gente.

Joonmyun era exactamente como Baekhyun lo recordaba. Iba más formal, su pelo bien peinado y su traje ajustado, y les sonrió mientras su reloj capturaba la luz del sol y brillaba.

Ordenó para todos, grandes tazones de fideos fríos con muchas verduras en la mezcla. Baekhyun frunció el ceño a los pepinos hasta que Jongdae los cogió, y luego se lo comió todo mientras Joonmyun y Jongdae charlaban sobre lo que habían hecho esa mañana, Baekhyun tomando el control después de que tragarse todos los fideos.

Mientras el almuerzo terminaba, Jongdae revisó su teléfono. — Se está haciendo tarde —  dijo — Tengo trabajo, así que tengo que poner a Baekhyunnie de nuevo en mi habitación frente al televisor para que este pueda hablar con él mientras estoy fuera.

—No soy una planta de interior — dijo Baekhyun, y Joonmyun se rió entre dientes.

—Deberías venir a la empresa conmigo, Baekhyun — dijo Joonmyun, y Baekhyun apoyó la mejilla en la mano.

—¿No estás ocupado? — preguntó Baekhyun, y Joonmyun se rió.

—Siempre estamos ocupados — dijo Joonmyun — pero hay mucho que ver? Además, creo que a Kyungsoo le gustaría mucho verte.

—¿Eso crees? — Baekhyun no estaba tan seguro de eso. Los emails de Kyungsoo eran siempre tan cortos, en comparación con los largos de Baekhyun, y a Baekhyun le preocupaba estar siendo molesto. No era que Kyungsoo le debiera nada. Había pagado antes de irse y nunca le había prometido nada a Baekhyun.

—En realidad, lo sé — dijo Joonmyun — A él le agradas mucho, ¿sabes?

— Definitivamente deberías ir — dijo Jongdae — Tengo trabajo toda la tarde, así que te llamaré cuando salga y te recogeré y te llevaré a mi casa para que no te pierdas otra vez.

—¿Otra vez? — Joonmyun se rió — Deberías contarme todo sobre tu aventura de camino a la oficina.

—Entonces estás diciendo que realmente no tengo elección sobre esta excursión —replicó Baekhyun, y Joonmyun sacudió la cabeza.

—Te gustará la firma — dijo Joonmyun —Sólo estás aquí durante el fin de semana, ¿no?

—Me voy mañana por la mañana — dijo Baekhyun — Sólo estaba aquí por el entrenamiento de servicio inactivo.

—Yo estoy exento hasta que termine la universidad — dijo Jongdae, lanzando un brazo alrededor de Baekhyun mientras se dirigían  al mostrador para pagar la comida. —Estarás  celoso.

—Sí — dijo Baekhyun — Pero yo he tenido que dejar que me  griten y hacer ejercicio durante cuarenta y ocho horas, y tú tienes que ir al colegio por años, ¿quién sale ganando?

—Yo — dijo Jongdae, apretando el hombro de Baekhyun, mientras metía la mano en la bolsa para coger la cartera con la otra mano.

—Yo invito —  dijo Joonmyun, y Jongdae sonrió — Gracias, hyung — dijo, y Baekhyun sonrió.

—Ahora ya sé por qué Jongdae es amigo tuyo— dijo Baekhyun — Estas forrado. La verdadera pregunta es: ¿por qué eres tú amigo de Jongdae, hyung?

—Oh, es un poco lindo — dijo Joonmyun — Él y Jongin compensan todas las monadas que Kyungsoo no hará, necesito unos dongsaengs transparentes.

—Ya — dijo Baekhyun.

Jongdae se despidió de ellos y se dirigió hacia la parada de autobús, mientras Joonmyun paró un taxi para sí mismo y Baekhyun. Le dio una dirección al conductor, quien asintió con la cabeza, pareciendo saber la ubicación, y luego se sentó y sonrió en Baekhyun. 

—Así que dime cómo te perdiste... — Se detuvo, e inclinó la cabeza hacia Baekhyun con preocupación.  — ¿Por qué la cara seria?

—¿Estás seguro de que esto está bien? — preguntó Baekhyun, y Joonmyun le palmeó suavemente el dorso de la mano.

—Kyungsoo realmente te echa de menos — dijo Joonmyun — De verdad. Sé que no es el mejor, a veces, en ser claro con cosas como esas, pero realmente lo hace.

—Eso no quiere decir que quiera que me presente en su trabajo — murmuró Baekhyun, y Joonmyun le dirigió una mirada penetrante — Especialmente sin previo aviso.  —Baekhyun no creía que Kyungsoo quisiera ser emboscado por alguien que se suponía que estaba en una isla lejana.

Joonmyun vaciló, volviendo la mirada hacia el taxista, que no parecía interesado en ellos, no como el taxista de Baekhyun.

— Todos los amigos de Kyungsoo saben sus preferencias — dijo Joonmyun en voz baja, y Baekhyun tragó, sus manos apretándose sobre las rodillas en shock mientras su corazón empezaba a latir más rápido —Y Jongin y yo pensamos que, tal vez... — Joonmyun hizo una pausa, y luego se acercó a la siguiente parte incluso con más delicadeza, no que eso hiciera mucho para evitar la ansiedad de Baekhyun.  —No estoy seguro si tienes ese tipo de relación o no, pero...

—No tenemos ningún tipo de relación — dijo Baekhyun, sin siquiera creer el tono de su propia voz. Demasiado alto, demasiado raro — Sólo necesitaba un amigo en Jeju, y yo estaba allí, e insistente. Sé que tiene amigos aquí, y no necesita...

—Si a Kyungsoo no le gustaras — dijo Joonmyun — no te hubiera dado ni la hora, a veces eso le hace parecer frío, pero es honesto con sus afectos.

Baekhyun lo sabía. Él sabía que Kyungsoo lo quería, lo había besado con sinceridad. Al final, sin embargo, había permanecido tácito entre ellos que eso era temporal. Por eso Kyungsoo no quería que Jongdae lo supiera, después de todo. No tenía sentido, sabiendo eso, emboscar a Kyungsoo así, cuando no estaba esperando a Baekhyun en absoluto.

—Ya  — dijo Baekhyun, y Joonmyun le palmeó la mano de nuevo.

—Así que no te preocupes — dijo Joonmyun — Es solo decir hola.

—Ok — dijo Baekhyun, mientras el taxi se detenía. Joonmyun le entregó un billete de 5000won al conductor, y empujó a Baekhyun a la acera, bajando detrás de él. Se enderezó la corbata, sus dedos alisando el nudo, y luego sacó un pase de empresa.

—Es justo por aquí — dijo — Sígueme.

El edificio en que se detuvieron era alto e impresionante, y Baekhyun miró a ambos lados, a la multitud de gente y los sonidos de claxon y a los estudiantes de secundaria que acababan de salir de clases con su mezcla de uniformes. No era tan abrumador como lo había sido antes, cuando Baekhyun había estado tratando de encontrar el autobús adecuado entre una horda de personas que sabían a dónde iban, pero todavía se sentía como adosado.

—Esta es nuestra firma — dijo Joonmyun, sacando a Baekhyun de sus pensamientos — ¿No suena oficial?

Guió a Baekhyun a través de las altas puertas de cristal, a un vestíbulo donde un guardia de seguridad asintió a Joonmyun y le dirigió a Baekhyun una mirada curiosa. Baekhyun se tiró de la cintura de la sudadera con nerviosismo y se lamió las comisuras de la boca en busca de restos de comida. Joonmyun le agarró su manga y lo metió en un ascensor, presionando el pase en el escáner de encima de los botones hasta que emitió un fuerte pitido, la luz roja se volvió verde y las puertas se abrieron. Entraron, y Baekhyun se dio cuenta de que estaba parado frente a los botones del ascensor. —Tercero — dijo Joonmyun, y Baekhyun asintió con la cabeza.

Las puertas se abrieron para revelar una bulliciosa sala llena de mesas de gran tamaño. Las dos más cercanas al ascensor estaban vacíos, pero detrás de eso, Baekhyun podía ver papeles extendidos encima de todas las demás, enormes como los planos que Kyungsoo había tenido con él, y que había extendido por encima de dos escritorios y la mesa de la cocina.  — Esto es... — Baekhyun gesticuló ampliamente, inseguro de las palabras que quería.

—¿Diferente de lo que esperabas?  — preguntó Joonmyun, y Baekhyun levantó la vista, hacia los altos techos. No era de extrañar que Joonmyun hubiera encontrado los edificios en Jeolbyeog-ri tan extraños, si todos los días miraba a estos.  —Los cubículos de los ordenadores están algunas plantas más arriba.

—No creo que esperara nada — dijo Baekhyun, sonriéndole — pero este sitio es genial.

—Normalmente no traemos visitantes aquí — dijo Joonmyun, navegando entre las mesas, detrás de Baekhyun — Esta es la sección de bocetos, Jonginnie está allí. — Señaló al fondo de la habitación, donde Jongin estaba inclinado sobre una mesa. Su camisa de vestir tenía las mangas subidas, y la corbata estaba suelta, anudada a medio camino. Llevaba sólo dos pulseras hoy, probablemente porque se arrastraban por el papel cuando anotaba sobre los planos de algún tipo, emborronando el lápiz.  —Jonginnie, mira lo que he encontrado.

Jongin miró hacia arriba, y parecía mayor hoy, con el pelo engominado hacia atrás —Oh — dijo, antes de sonreír — Hey hola

—Hey — dijo Baekhyun, mientras Jongin dejaba el lápiz y luego enlaza los dedos sobre la cabeza, estirándose.  — ¿Sorpresa?

—¿Hyung sabe que estás aquí? — preguntó Jongin, y Baekhyun sacudió la cabeza.

—Yo no he planeado esto — dijo — Ni siquiera sabía que no íbamos a ser sólo yo y Jongdae en la comida — se rió — Así que...

—¿Estabas en Seúl y no planeabas venir a visitarnos? — Jongin puso una mueca —¿Por qué no?

Baekhyun se rascó el estómago.  —No lo sé — dijo — No pensé... — No era como si hubiera esperado una invitación. Ni siquiera había planeado realmente venir.

—Kyungsoo hyung se pondrá muy contento de verte — dijo Jongin — Ojalá pudiera mostrártelo todo, pero Sehunnie y yo estamos en un plazo...

—Los internos trabajan tan duro en estos días — dijo Joonmyun y Jongin se rió.

—Es porque trabajamos menos horas — dijo Jongin — Gracias a las clases que se comen la mayor parte de nuestras vidas. Así que nos aprietan lo que pueden.

—¿Y trabajarás aquí después de graduarte? — preguntó Baekhyun, y Jongin asintió con la cabeza.

—Igual que Kyungsoo hyung — dijo Jongin — El programa de la SNU alimenta directamente a esta empresa, ya sabes cómo va eso.

—No sé cómo funcionan ninguna de esas cosas — dijo Baekhyun — Pero te tomo la palabra.

—Los programas de alimentación son bastante comunes — dijo Joonmyun —Casi todo el mundo aquí es un alumno de la universidad de ingeniería de la SNU, en esta oficina y en las otras dos.

—¿Tienes otras oficinas? — preguntó Baekhyun, y Joonmyun hizo un ruido entusiasmado.

—Sí — dijo — pero esta es la más grande.

—Debería volver a trabajar — dijo Jongin, con pesar, pero le dirigió una gran sonrisa a Baekhyun, sin rastro de la expresión sombría que había precipitado su primer encuentro, y Baekhyun se sintió un poco más cómodo.  — Disfruta la visita!

Joonmyun lo llevó a través de todo el tercer piso, mostrándole salas de pruebas técnicas y habitaciones de diseño, y Baekhyun no tenía idea de que tantas personas diferentes tuvieran tantos trabajos específicos. Sabía que un equipo de personas trabajaba en diferentes cosas, pero no se había dado cuenta del tamaño de ese equipo. También se olvidaba de todo lo que Joonmyun le explicaba unos cinco segundos después de que lo dijera, pero estaba bien. Había mucho que ver, y Baekhyun no estaba aburrido en absoluto.

Llegaron a una serie de puertas dobles, y Joonmyun empujó una para revelar unas escaleras. — Hay más para ver en el segundo piso — dijo — Te enseñaría los pisos superiores, pero todos los de arriba siempre andan faltos de sueño, así que son un poco... malhumorados.

—Hay tanto — dijo Baekhyun.

—Esta es una gran firma. Tenemos alrededor de novecientos empleados.

—¿Cómo no te pierdes en tu propio trabajo?

—Lo dice el hombre que puede navegar por todos esos senderos con los ojos cerrados.

—Eso sería peligroso — bromeó Baekhyun, y casi se le escapó que necesitaría un casco para eso, pero le recordó que Kyungsoo estaba en algún lugar de ese edificio. —También es muy diferente.

Joonmyun abrió la puerta del segundo piso.  — Por lo menos tenemos señales en las puertas — dijo, y entonces le sonó el teléfono. Sonrió en disculpa, pero Baekhyun agitó la mano alentándolo, así que la cogió la llamada.  Mientras Joonmyun hablaba con la persona del otro extremo de la línea, Baekhyun aprovechó la oportunidad para mirar a su alrededor, la tranquilidad que había ganado con la conversación con Joonmyun desapareciendo mientras miraba a su alrededor.

Nadie en ese piso se había aflojado las corbatas o se había subido las mangas. Todo el mundo estaba impecablemente vestido, andando en trajes muy caros (como el de  Kyungsoo) con la boca apretada y las cejas fruncidas. La postura de Joonmyun se enderezó al terminar su llamada con un "entendido", y habría sido imperceptible si Baekhyun no lo hubiera estado esperando.

—Me necesitan en una reunión — dijo Joonmyun — Así que voy a llevarte a la oficina de Kyungsoo — se metió el teléfono en el bolsillo — Ahora está en una reunión, he echado un vistazo a su horario esta mañana por casualidad, pero sale a las tres. Eso es en diez minutos.

—¿Simplemente vas a dejarme allí? —preguntó Baekhyun, y Joonmyun asiente.

 —Son sólo unos minutos — dijo Joonmyun — Kyungsoo tiene un sofá allí. Probablemente podrías tomar una siesta rápida.

Mientras Joonmyun lo guiaba por el pasillo, él era consciente de todas las personas que lo miraban. Baekhyun se sentía fuera de lugar ahí, con su ropa informal. Había agujeros en sus vaqueros, y su pelo era un desastre por haber estado bajo la gorra de béisbol. La secretaria al final del pasillo estaba mirando mientras pasaban por su escritorio central y hacia el otro lado del pasillo, pero a Joonmyun no parecía importarle, hablando de reuniones con los clientes e inversiones importantes, o algo así, mientras se dirigía con determinación a la tercera puerta.

Do Kyungsoo.  Tenía una placa en la puerta. Así que realmente es alguien importante, ¿no?

Joonmyun abrió la puerta despreocupadamente.

—No necesitas estar tan nervioso — dijo, después de que Baekhyun pasara por delante de él a la oficina. Baekhyun miró alrededor a las paredes, al diploma de Kyungsoo en un marco dorado detrás de su escritorio. Se acercó al escritorio. Había más fotos de las que habría esperado. Una de Kyungsoo y el que debería ser su hermano, y una de él y otro hombre con una sonrisa agradable. ¿Un novio tal vez? Baekhyun se preguntó, antes de cerrar ese pensamiento. Una imagen se destacaba, porque no era de una persona en absoluto. Era de un edificio. La cogió.

—Un poco morboso, ¿no?  — peguntó Joonmyun.

—Este es…

—Ese es el primer proyecto de Kyungsoo, sí — dijo Joonmyun —No sé si alguna vez lo superará, pero... — Sonrió a Baekhyun — Jeju realmente lo ayudó, tal vez porque nunca lo habló con ninguno de nosotros, porque todos lo sabíamos y no necesitaba explicarlo... Cualquiera que fuera la razón, Jeju realmente lo ayudó.

—Me alegro — dijo Baekhyun.

Joonmyun miró su reloj. — Debería ir yéndome — dijo, y Baekhyun puso el cuadro donde lo encontró.

—Gracias por el tour—  dijo Baekhyun, y Joonmyun sonrió.

—Sólo para mis invitados más especiales — dijo él, riéndose de su propia broma. Baekhyun se rió sólo porque Joonmyun parecía muy contento consigo mismo.

Luego se fue, cerrando la puerta tras él, y Baekhyun continuó mirando a su alrededor. La silla del escritorio era de un cuero bastante negro, brillante; brillante como los zapatos de cuero italianos de Kyungsoo. La mesa en sí era una rica madera de color rojo, y todas las plumas y lápices estaban organizados en recipientes perfectamente alineados.

Todo estaba ordenado, organizado y nuevo. Ordenador nuevo, un móvil nuevo sin tocar en el escritorio, más pequeño que el gran Galaxy de Kyungsoo. Era el Kyungsoo que Baekhyun siempre había sospechado que existía, pero que había olvidado en medio de todas las mandarinas y excursiones y los besos. Esa oficina nunca había visto a Kyungsoo en pantalones tan largo que tenía que remangar dos veces el dobladillo del tobillo. Esa no era la oficina de un hombre que parecía tan suave y lindo en el abrigo de Baekhyun y uno de sus gorros, con la nariz rosada y los labios agrietados. El Kyungsoo de Baekhyun, que necesitaba que le recogieran las mangas cuando estaba dándole la vuelta a la carne en la parrilla.

De pie allí solo, mirando el escritorio de Kyungsoo, Baekhyun podía sentir el calor subiéndole por el cuello. Esto era tonto. No debería estar ahí. Era obvio, de repente, que no encajaba en ninguna parte de la vida de Kyungsoo, con todos esos trajes de diseñador y cara electrónica. El móvil de Baekhyun ni siquiera tenía un navegador de Internet.

Y lo que era peor, no sabía si reconocería al Kyungsoo que pertenecía a esa oficina, o si vería a ese Kyungsoo con el pelo engominado y la chaqueta a medida y querría desordenarlo y arrastrarlo de regreso a casa con él.

Si todavía no podría ser capaz de no besar a Kyungsoo en cuanto lo viera. Si ver a Kyungsoo ahora sólo le haría más daño, Baekhyun no podría tenerlo.

Si Kyungsoo todavía le quería, de todos modos, cuando ambos habían sabido desde el momento en que Baekhyun le había besado que ambos tendrían un último beso bastante pronto.

Estaba saliendo por la puerta antes de poder pensarlo, se medio inclinó ante la secretaria mientras navegaba por reflejo hacia las escaleras porque no tenía ningún para hacer funcionar el ascensor. Salió al otro lado del vestíbulo y se inclinó hacia el guardia de seguridad también.

Recordó la dirección de Jongdae, esa vez, y sacó el teléfono del bolsillo cuando sus manos dejaron de temblar - ¿cuándo habían empezado a temblar? - para llamarle.

—¿Qué pasa? — dijo Jongdae. Había sonidos fuertes de fondo, de chicas adolescentes tal vez.  — ¿Necesitas algo?

—El código de la habitación — dijo Baekhyun —Voy a regresar temprano. — Su voz estaba temblando tanto como sus manos, y esperaba que Jongdae no lo notara, o que pensara que era cosa del viejo teléfono de Baekhyun.

—Necesitas una llave y el código — dijo Jongdae — ¿No te diste cuenta? Estaré allí en quince.

—Puedo esperar — dijo Baekhyun — Compraré... chocolate o algo así, y...

—He dicho en quince. Solo espérame fuera de casa si llegas antes que yo.

Baekhyun lo hizo, alrededor de cinco minutos. Se inclinó contra la pared y se preguntó por qué hacía tanto calor en marzo. Tal vez los edificios altos atrapaban el calor entre ellos. Estaba demasiado acostumbrado a la brisa marina de marzo.

—Te dije que podía ir a recogerte — dijo Jongdae — ¿Cuál es la prisa? — Estaba sin aliento, y Baekhyun esperaba que fuera de las escaleras y no porque Baekhyun lo había hecho correr o algo así.

—No te he metido prisa — dijo Baekhyun, con las manos en los bolsillos. Se sentía algo mareado. — Sólo te he pedido el código.

—Sonabas muy raro por teléfono, así que le dije a mi manager que necesitaba la última hora de mi turno libre, no le ha importado — dijo Jongdae, sacando un llavero del bolsillo. Había una segunda cerradura en la puerta. Baekhyun se había entretenido tanto con el teclado que se la había perdido. Jongdae introdujo el código de la puerta y dejó entrar a Baekhyun a la habitación.  —También pareces raro, ¿Cómo estaba Kyungsoo?

Baekhyun se quitó los zapatos y desabrochó la sudadera, mirando hacia abajo. No mareado, resultó, solo tan triste que su cabeza se sentís extraña, desconectada del resto de su cuerpo.

— No lo he visto. — Su voz sonaba muy débil. No era así como había querido decirlo.

—¿De Verdad? — Jongdae enderezó los zapatos de Baekhyun al lado de los suyos mientras Baekhyun cayó de frente en la cama de Jongdae.  — ¿Estaba demasiado ocupado?

—Probablemente no —  dijo Baekhyun —Dejé su oficina antes... antes de que él volviera.

 Las palabras eran pegajosas, y el silencio revelador significaba que Jongdae no lo entendía.

—Uh... — dijo Jongdae, entonces la cama rebotó cuando se acostó junto a Baekhyun, uno de sus brazos aterrizando sobre la espalda de Baekhyun, cálido y familiar. Baekhyun se giró hacia el toque. — ¿Por qué?

Baekhyun finalmente sintió como si pudiera volver a respirar, con Jongdae a su lado, aunque eso no fuera la cala. Sin embargo no era suficiente, porque no había suficiente aire. Todavía estaba luchando para llenar los pulmones.

—¿Recuerdas cuando no me contaste lo de Soojung, porque... porque estabas molesto conmigo?

—No — dijo Jongdae — Lo he olvidado por completo. —resopló, y Baekhyun acaricia su nariz más profundamente en la almohada de Jongdae. —Por supuesto que lo recuerdo, ¿qué tiene que ver con tu gran escape de la oficina de Kyungsoo?

—Pensaste que te había reemplazado con Kyungsoo, y te dije que era otra cosa. — Las palabras de Baekhyun salían amortiguadas, por la almohada y por lo difícil que era decirlas, pero Jongdae era un experto en descifrar a Baekhyun en sus momentos más incoherentes, e hizo un mmmmh.

—Sé que eres mi mejor amigo — dijo Jongdae, su brazo apretando alrededor de Baekhyun, y Baekhyun se giró para poder mirar a Jongdae a los ojos. Jongdae estaba esperando, y Baekhyun no sabía qué decir. No es que tuviera miedo de decírselo a Jongdae, más como que tenía miedo de decirlo en voz alta para sí mismo, lo que Kyungsoo era para él. Cuánto Kyungsoo había llegado a importarle.

—Kyungsoo es mi Soojung — dijo Baekhyun — ¿O lo era? No... no lo sé.

Jongdae frunció el ceño, luego exhaló, y su respiración le movió el pelo Baekhyun. Le hizo cosquillas en la frente.  — ¿Tu Soojung?

Baekhyun consideró el uso de los chimpancés pigmeos o algo así, para dejar su punto claro, pero él no era Chanyeol y probablemente lo mezclaría completamente, así que en lugar de eso sólo apostó por la honestidad y la franqueza y dijo:  —Sí, como, besarse? ¿ Y otras cosas?

El realmente me gusta estaba implícito, y Baekhyun lo escuchó en su propia cabeza fuerte y claro. Agarró la sabana de Jongdae en los puños e intentó superar la náusea que acompañaba el dejarse pensar en eso por primera vez en semanas.

A Jongdae se le cayó la mandíbula, brevemente, y Baekhyun lo vio organizando pensamientos como uno de esos robots de dibujos animados, con ojos vidriosos y todo, pero luego asintió, solemnemente, y dijo, — De hecho, eso tiene sentido. — Las comisuras de la boca se le curvaron, lo suficiente como para hacer que los pulmones de Baekhyun volvieran a funcionar normalmente. — Tiene mucho sentido.

—¿Lo tiene? — preguntó Baekhyun — ¿Te importa explicármelo?

—Esto no es la secundaria — dijo Jongdae — No voy a dejar que te copies mis deberes — Su mano frotaba tranquilizadores círculos en la espalda de Baekhyun mientras hablaba. —¿Qué necesitas que te expliquen?

—Quiero decir, él nunca fue mi... — Baekhyun no sabía qué palabra usar — Mío — decidió —Supongo, pero yo... — cerró los ojos —Kyungsoo pensó que sería mejor no decírtelo, en caso de que...

—¿Qué, en caso de que me importa? — La mano de Jongdae se arrastró hasta posarse entre los hombros de Baekhyun. — No me importa, por cierto — su mano se detuvo — Nunca lo haría.

—Lo sé — dijo Baekhyun, porque dudaba de muchas cosas, pero no de eso. No con Jongdae.  —De verdad.

Después de unos momentos, volvió a abrir los ojos. Jongdae seguía observándolo, preocupado y confundido.

—Entonces, ¿Cuál es el punto, de todos modos, en ir a verlo? — Baekhyun estaba volviendo a sentir esa ardiente sensación en los ojos, y sus palabras comenzaron a salir más claramente, más desesperadamente. — El vive aquí, y mierda, Jongdae, deberías haber visto su edificio. Su oficina y sus amigos y sus títulos y sus padres... — Se mordió el labio y luego lo deja escapar de entre sus dientes cuando empezó a dolerle. — Yo vivo en Jeju, y siempre lo haré. Asique cuál es el punto de tan siquiera…

Jongdae nunca había necesitado llenar los silencios como Baekhyun, así que esperó mientras Baekhyun organizaba sus pensamientos, juntándolos lenta y cuidadosamente en una idea más grande.

—Si lo hubiera visto — dijo Baekhyun, finalmente, — hubiera querido conservarlo. No puedo, sin embargo, no puedo conservarlo, al igual que no puedo conservar a nadie más...— Paró las palabras que le salían y respiró hondo — ¿Asique cuál es el punto?

—Baekhyunnie — fue todo lo que dijo Jongdae, y luego acunó a Baekhyun en sus brazos, a pesar de que Baekhyun era demasiado mayor para que alguien lo acunara así.  —Sabes que eres mi favorito, ¿verdad?

—Más te vale — dijo Baekhyun, ahogado — No hay nadie más lindo que yo en tu vida.

—Estás tan lleno de mierda —  respondió Jongdae, y entonces su expresión se puso más seria. — No tengo ningún consejo para ti.

—No hay ninguno realmente — dijo Baekhyun — Así es como son las cosas.

—Lo siento — dijo Jongdae, y Baekhyun acarició la cara en el cuello de Jongdae.

—Está bien. Sabía de en qué me estaba metiendo desde el principio.

—Eso no hace que apeste menos — dijo Jongdae, severamente, y Baekhyun se rió alrededor de la sensación hueca de su pecho.

—Eres el mejor — dijo Baekhyun — De verdad.

—Lo sé — dijo Jongdae — ¿Quieres pedir cerdo frito y jajangmyeon y ver películas de Won Bin?

—Joder sí — dijo Baekhyun, y Jongdae lo apretó una vez más antes de sentarse para sacar su teléfono del bolsillo.

Alrededor de las ocho, después de sólo una película de Won Bin, Jongdae sacó a Baekhyun de la casa. Fueron a Namsan, y como Baekhyun absorbía todo Seúl debajo de él, Jongdae puso un brazo alrededor de sus hombros y tiró de él hacia su lado.

Estuvieron fuera hasta las cuatro de la mañana en un noraebang, cantando todas sus canciones favoritas de la secundaria y bebiendo cerveza Cass hasta que Baekhyun se olvidó de estar triste, y cayeron en la cama de Jongdae borrachos y con sueño.

—¿Bien? — preguntó Jongdae, y Baekhyun no estaba seguro.

Sin embargo, estaba bien por ahora. Solo tenía que averiguar cómo dejar ir tantas cosas.

— Bien — dijo, y trató de dormir.

A la mañana siguiente, Baekhyun se subió al tren de regreso al sur en la estación de Seúl, y no sintió mucho mientras dejaba las luces de neón detrás, excepto la vuelta de ese vacío que lo perseguía desde hacía un tiempo.

 

 

⚘❁⚘

 

 

El padre de Baekhyun había perdido ese tinte verde en la piel cuando Baekhyun lo vio justo después del Año Nuevo Lunar, en los Ritos de Yeongdeung. Baekbeom lo llevó a la pensión, en un coche de alquiler de color rojo brillante esa vez, y mientras miraba a su alrededor, y los ojos se le nublaban, Baekhyun se dio cuenta de que su padre no había visto ese lugar en años.

—Lo has mantenido exactamente igual — dijo su padre — Está igual que antes.

—¿Que esperabas? — preguntó Baekhyun —¿Camisetas de béisbol clavadas en las paredes?

Baekbeom sonrió. — Esa no sería la peor apuesta — dijo, y Baekhyun le gruñó de manera juguetona, luego parpadeó, porque no lo había hecho desde hacía hace años.

Los tres asistieron a los Ritos en Gapa, como lo hacían cada año, deseando a Yeongdeung bien en sus viajes por el resto del mundo y pidiéndole una fuerte cosecha de peces. Minseok le había dicho a Baekhyun que ya estaban consiguiendo una buena captura, cuando Baekhyun se había puesto al día con él y Taeyeon la semana pasada, Taeyeon recortándole el pelo de la frente mientras Minseok ayudaba a la madre de Taeyeon a clasificar las algas.

Las viejas buzos que habían abrazado a Baekhyun en su regazo cuando era un niño estaban tan encantadas con él como de costumbre cuando charlaba con ellas, asegurándose de preguntar por todos en sus familias, incluso los que se habían mudado.

Cuando regresaron a Jeolbyeog-ri esa noche, Baekhyun pudo sentir sus raíces hundiéndose nuevamente en la isla, en la brisa, y deseó que no fuera tan difícil tener eso y tener todo lo demás. Poder tener ambas cosas. Mientras ponía el agua para hacerle a su padre un té de ogalpi, cogió una respiración profunda, e intenta dejar ir lo hogareño que Kyungsoo había parecido, de pie frente a los fuegos ,que de alguna manera había hecho funcionar, incluso cuando nadie excepto Baekhyun había sido capaz de persuadirlos desde que su abuela había muerto.

El partido había empezado, los Nexan contra los Doosan, y Baekhyun y su padre vieron un partido juntos por primera vez en años, Baekbeom ocasionalmente haciendo que Baekhyun le dijera sobre qué jugador era quien que porque no conseguía seguir el ritmo.

—Todavía nos debes un partido a mí y a papá — dijo Baekbeom, y Baekhyun sonrió.

—Lo sé — dijo. Era algo por lo que esperar, por lo menos. —¿Quizás al final de la temporada?

—Sí  — dijo Baekbeom — No querría negar el alojamiento a los excursionistas. — se mordió el labio, como Baekhyun, y luego suspiró. — Siempre has sido más idóneo que yo para esto.

—También lo sé — dijo Baekhyun — Me encanta esto. — Al final del día, eso tenía que ser suficiente.

—Me alegro — dijo Baekbeom — Me alegro.

Vieron el partido  hasta el final. Su padre se quedó dormido en la última entrada, pero los  Doosan ya habían sido aplastados, por lo que Baekhyun no lo despertó hasta que fue hora de acostarlo.

Baekhyun sacó su portátil después de que su hermano se cerrara su habitación, y revisó su correo electrónico. Había un email de Yixing y de Jongdae, por supuesto, pero también había uno de Kyungsoo sin asunto.

Consideró abrirlo, pero estaba asustado. No estaba acostumbrado a tener miedo. Él estaba acostumbrado a caminar hasta el borde de los acantilados y mirar hacia abajo a la gota que acaba de pasarle los dedos de los pies. Estaba acostumbrado a ir por la carretera sin casco.

Tal vez eso era porque esas eran situaciones que Baekhyun entendía. Cosas que conocía. Kyungsoo... Kyungsoo era algo completamente distinto, y Baekhyun tenía mucho miedo.

Salió y se tumbó en la hierba de espaldas, mirando al cielo nocturno. Las estrellas estaban más brillantes ahora. Alzó la mano, como había hecho con Kyungsoo, en la pensión de Changcheon-ri junto al mar, pero todavía no podía arrancar ninguna del cielo.

—Exactamente como la vida — dijo, dejando caer su mano, y cerró los ojos cuando el viento sopló, y los árboles comenzaron a cantar.

 

 

⚘❁⚘

 

 

Hubo una tormenta a finales de Marzo. Jejudo no era ajeno a las tormentas, pero ésa fue peor que de costumbre, aullando por las calles en un desastre de lluvia y viento, las olas golpeando audiblemente contra los lados del acantilado. La madre de Jongdae insistió en que él y Chanyeol pasasen la noche en la habitación de Jongdae.

—No quiero que vuelvas andando a la pensión con este tiempo — dijo, alisándose el pelo — O que tú conduzcas, Chanyeol. Todo estará allí por la mañana.

Baekhyun no protestó. Chanyeol si lo hizo, ya que había estado planeando conducir hasta los establos para revisar a los caballos y tal vez pasar la noche allí, pero Baekhyun lo distrajo de sus preocupaciones comparándolo desfavorablemente con un potrillo, y Chanyeol terminó demasiado ocupado peleándose con él como para seguir luchando mientras la madre de Jongdae sacaba la ropa de cama y la ponía al lado de la cama de la habitación de Jongdae. Chanyeol no se dio cuenta de que había perdido hasta que Baekhyun y la madre de Jongdae chocaron los cinco en la puerta, y para entonces ya tenía demasiado sueño para hacer otra cosa que envolverse como una oruga en las mantas prestadas y dormirse. La electricidad se fue poco después, y Baekhyun apenas pudo dormirse con lo ruidoso que era afuera.

Por la mañana, Baekhyun y Chanyeol caminaron juntos hasta la pensión, donde estaba aparcada la camioneta de Chanyeol. Muchos de los muros de piedra habían sido dañados. Baekhyun pasó los dedos por los huecos donde las piedras se habían desprendido, y Chanyeol frunció el ceño, su expresión arrugada de preocupación.

—Menudo tormenta anoche — dijo — Espero que la camioneta esté bien.

—Probablemente esté bien — dijo Baekhyun, y la capucha de Chanyeol salió disparada hacia atrás por la brisa — Tenemos vientos fuertes todo el tiempo.

—No como anoche — dijo Chanyeol —Me desperté a eso de las tres de la mañana esperando que la casa no estuviera a punto de caerse, y había un apagón.

—La luz se fue dos horas antes de eso — Baekhyun se agachó para recoger una piedra suelta — No es gran cosa.

—Te das cuenta de que la pensión está en lo alto de una colina, ¿verdad? En una tormenta como la de anoche, la distancia relativa del suelo...

—A nadie le importa — dijo Baekhyun, mientras tiraba la piedra arriba y abajo en su mano — Sabelotodo

Chanyeol tiró de la gorra de béisbol de Baekhyun hasta que cubrió toda la cara, y Baekhyun se rió, empujando a Chanyeol sin mirar y tratando de no resbalar en el barro de la misma fuerza.

Llegaron a la última curva antes de la pensión, Baekhyun silbando una de sus canciones de pesca favoritas, y cuando pasaron los arbustos, su corazón se detuvo.

Habían dos árboles en el patio trasero que Baekhyun utilizaba para enrollar las cuerdas para tender la ropa. Sólo que en ese momento, sólo había uno de los árboles de hoja perenne de pie. El otro árbol había caído, Baekhyun procesó con una sacudida enfermiza, y había aplastado la pensión, cayendo por el centro.

—Mierda — dijo Chanyeol — Baekhyunnie...

Baekhyun se quedó allí, helado, tan sólo mirando el desastre. No sabía cómo reaccionar, de modo que no lo hizo: sólo miraba las ramas que sobresalían en ángulos enfermizos, con las manos apretadas en puños en los bolsillos.

Baekhyun simplemente... sólo se quedó ahí, por sabía quién cuánto tiempo, hasta que Chanyeol le puso ambas manos sobre los hombros y comenzó a masajearlos con suavidad. — Baekhyun — dijo, y Baekhyun respiró profundamente.

—¿La camioneta está bien? — le preguntó a Chanyeol, y Chanyeol lo sacudió ligeramente.

—Sí, parece bien, pero...

—Voy a ver cómo de mal está por dentro — dijo Baekhyun, liberándose del agarre de Chanyeol — Tú deberías ir a revisar a los caballos.

Se acercó al escalón delantero. No podía abrir la puerta, porque estaba agrietada y doblada sobre sí misma, la pesada madera se arrugaba y le impedía entrar.

—No puedes entrar — dijo Chanyeol — No es seguro. Volvamos al pueblo y llamemos...

—Chanyeol —  dijo Baekhyun — ¿Que voy a hacer?

—Paso a paso. Vamos — Chanyeol colocó a Baekhyun en el asiento del pasajero de la camioneta, y le ajustó el cinturón de seguridad, palmeándole la rodilla y luego cerró la puerta. Baekhyun podía oír su propia respiración cada vez más rápida, demasiado rápida, y no podía hacer nada para parar. Chanyeol se lanzó al asiento del conductor y arrancó la camioneta.

 

 

⚘❁⚘

 

 

Los seguros eran muy complicados. Baekhyun dejó todo el asunto en manos de Baekbeom, que se había cogido el día siguiente libre para hacer las llamadas mientras Baekhyun se sentaba junto a su padre, viendo un partido de béisbol. Respondía sin emoción a las preguntas apresuradas y susurradas de Baekbeom sobre el valor de los objetos dentro de la pensión, sobre su portátil y los muebles y los aparatos electrónicos. Baekhyun no los sabía, de la mayor parte, ya que no los había comprado él, pero respondía lo mejor que podía, tratando de no pensar en los daños causados ​​por el agua y la forma en que la estatua de la  haenyeo de la ventana de la cocina había acabado en tres trozos.

Después de subir al santuario, rezado durante unos treinta minutos mientras vertía todas sus preocupaciones en una hoja de fino papel blanco, Baekhyun había rescatado las plantas de árbol casto, volviendo a plantarlas después de sacarlas del desorden. Era la última cosa que había hecho antes de que Baekbeom hubiera aparecido para recogerlo, dándole a Baekhyun muy poca opción sobre volver a Busan con él.

Ahora estaba acurrucado en la sala de Baekbeom, en un cómodo sofá de cuero, con uno de los finos suéteres de Baekbeom y sus propios vaqueros, preguntándose qué hacer a continuación.

No esperaba que Yixing hubiera respondido a su correo con tanta rapidez, pero cuando Baekhyun revisó sus mensajes, una hora después de que Baekbeom hubiera terminado con el teléfono, sentado con los pies subidos en una silla que había a su lado junto a la mesa del ordenador de Baekbeom, allí estaba, justo por encima del correo  sin abrir de Kyungsoo por el que Baekhyun pasaba el ratón por encima más de una vez y nunca hizo abría.

El correo de Yixing estaba ligeramente fragmentado, lleno de todo tipo de pensamientos, desde sorpresa hasta simpatía hasta su propia tristeza por la pérdida de la pensión donde había pasado algunos años de su vida. La postdata del mensaje, sin embargo, era una invitación. Ven a visitarme, decía, y aléjate un poco.

—Deberías ir — dijo Baekbeom, sorprendiendo a Baekhyun lo suficiente para que sus pies se bajaran de la silla, y se golpeara la rodilla sobre el escritorio — Podrías quedarte aquí, pero... creo que te haría bien ir a visitar a Yixing.

—No deberías leer el correo de otras personas por encima  del hombro — dijo Baekhyun, pero le faltaba fuerza en la mordida.

—Tú me lo hacías todo el tiempo cuando eras pequeño — dijo Baekbeom — Quien a hierro mata, a hierro muere — puso ligeramente las manos sobre los hombros de Baekhyun, como si no estuviera seguro de que se lo permitieran — Deberías ir, puedo pedirle a mi secretaria que te reserve un vuelo.

Bueno, pensó Baekhyun, no era como si tuviera que volver deprisa a casa. No había nada allí esperándolo. Se sentía a la deriva por primera vez en mucho tiempo, como una boya desatada en el mar.

 

 

⚘❁⚘

 

 

Yixing y Lu Han fueron juntos a recoger a Baekhyun al aeropuerto. Lu Han se veía exactamente como lo había visto en las pocas fotos que Yixing le había enviado, con el rostro en forma de corazón y largas pestañas. Yixing estaba más mayor, y cuando le dio un abrazo a Baekhyun, besándole el cuello ligeramente antes de apretarlo, Baekhyun notó que también era más fuerte, todo músculos esbeltos donde alguna vez había sido solo delgado.

—Baekhyunnie — dijo Yixing — te he echado mucho de menos.

Baekhyun asintió con la cabeza, sintiendo las primeras emociones positivas en una semana, y aunque estaba cansado del viaje en avión, se sentía... mejor, simplemente estando cerca de Yixing.  — Yo también te he echado de menos. —  Abrazó a Yixing de nuevo, sólo porque podía. Era agradable estar abrazando a alguien como saludo y no como despedida.

—Es un placer conocerte —  dijo Lu Han, en coreano, cuando Baekhyun se volvió hacia él, y Baekhyun parpadeó, sorprendido.

—¿Puedes hablar coreano?

—Así es como Yixing y yo nos conocimos —  dijo Lu Han — En un club de intercambio para gente que quería estar al día con la práctica de su coreano.

—Pero — dijo Yixing, moviendo el dedo y sus hoyuelo en dirección de ambos —Baekhyun está tratando de aprender chino, así que debemos ser duros con él — hizo una mueca después de eso, y Baekhyun había olvidado lo lindo que Yixing puede ser incluso cuando no lo estaba intentando.

—Vale — dijo Lu Han, dándole a Baekhyun una mirada valorativa — Entonces... — Sonrió, su cara bonita mucho más masculina en persona de lo que había visto en fotografías, o incluso que el primer vistazo de Baekhyun hacía un minuto. Había una sombra de vello en la mandíbula.  — Es un placer conocerte — repitió Lu Han en chino, y Baekhyun gimió.

—Buen trabajo — dijo Yixing, agarrando la pequeña bolsa de Baekhyun — Esto es de Baekbeom — dijo, apuntando a la camiseta de Baekhyun.

—¿Cómo…? — Había aprendido a hacer esa pregunta, se la sabía. Estaba en el segundo capítulo.

—No es demasiado grande para ti — dijo Yixing, y Baekhyun no sabía si le gustaba esta cosa de no ser capaz de pelear verbalmente. — ¿Como estas?

—Estoy... — Miró a Lu Han, que les dio a ambos la oportunidad de hablar entre sí yendo  un poco por delante. Se golpeó la barbilla con un dedo mientras leía los signos que los dirigían hacia el aparcamiento correcto del autobús. — Estoy bien.

—¿Estás seguro? — Yixing cambió al coreano — Me alegro de que no estuvieras en la casa —  dijo, y Baekhyun había estado tratando de no pensar en eso.

—Yo también — dijo en chino.

—Más tarde — respondió Yixing — podemos hablar de todo lo demás.

—¿Todo… lo demás?

Yixing asintió con la cabeza. — Jongdae — dijo, extendiendo un dedo. Luego añadió un segundo — Kyungsoo.

—No quiero hablar de Kyungsoo — dijo Baekhyun, y Yixing le sonrió.

—Baekhyunnie, tú quieres hablar de todo — Yixing lo abrazó de nuevo, y luego le cogió de la muñeca para que poder tirar de él, para alcanzar a Lu Han.

Todo el viaje de vuelta al apartamento de Yixing y de Lu Han, ambos hablaban con Baekhyun en simples frases chinas, haciendo todo lo posible para asegurarse de que entendiera a cada una, y Baekhyun se sorprendió ante lo mucho que recordaba, extrayendo palabras de su memoria que ni siquiera sabía que estaban allí.

Mientras viajaban, Baekhyun miraba por la ventana. Pekín no se parecía mucho a Seúl. Era diferente a cualquier cosa que hubiera imaginado. Estaba tan absorto en tratar de encontrar las diferencias que pudo dejar ir la pensión por un tiempo y relajarse en todas esas cosas nuevas para ver.

—¿Da miedo? — le preguntó  Yixing, mientras bajaban del autobús a la calle más concurrida que Baekhyun había visto en toda su vida. —Cuando volví por primera vez, fue un shock, después de Jeolbyeog-ri.

—Es... mucho — dijo Baekhyun, sin saber cómo expresar lo sofocante que era cada respiración con el aire caliente y espeso, o lo ruidoso que era. No sabe ni siquiera el suficiente chino para decir que se sentía completamente superado.

—Mucho — dijo Yixing, sus ojos se agudizaron mientras miraba a Baekhyun, curvando una mano alrededor del cuello de Baekhyun con esa capacidad asombrosa de no hacerle cosquillas cuando lo hacía. — Sí, puedo verlo.

Yixing y Lu Han tenían un bonito apartamento. Estaba bien iluminado y tenían una buena vista de la calle. El dormitorio de Yixing estaba cubierto de partituras, y su guitarra estaba fuera. — Quería limpiar — dijo, vocalizando cada palabra — pero se me olvidó.

—Por supuesto que se te olvidó — dijo Baekhyun, y ambos se rieron. Era increíble, pensó Baekhyun, cómo podía pasar el tiempo desde la última vez que habías visto a alguien, y te volvías a juntar como si hubierais hablado ayer.

Esa noche, Lu Han y Yixing tenían un concierto. Era en un club nocturno que Baekhyun ni siquiera podía pronunciar, pero les permitió que lo arrastraran, mostrándole el pasaporte al gorila de la entrada, y luego lo empujaron en un asiento al lado de un amigo suyo. Su nombre era Zitao, y era alto y guapo, con brazos torneados y ojos de gato y una voz mucho más suave de lo que Baekhyun había esperado.

Conversaron en un chino tipo tarzán hasta que el espectáculo empezó, y cuando terminó, siguieron otra vez.

—Yixing vivió contigo, ¿verdad? —Le preguntó Zitao — En Corea.

—Sí — dijo Baekhyun.

—Cuando él estaba... — Zitao estrechó los ojos, y Baekhyun estaba impresionado con lo guapo que era — Triste.

Baekhyun tragó — Correcto — dijo, y luego Zitao asintió, antes de pedir más bebidas. Cuando Yixing y Lu Han volvieron a encontrarlos, ambos estaban bastante borrachos e impacientes por salir a la pista de baile.

A Baekhyun le gustaban las discotecas, decidió, cuando que la música cambió a algo aún más rápido. Le gustaba perderse en el ambiente de la música, y dejarse bailar con extraños y comprar bebidas para chicas guapas. Yixing se reía de él y lo llamaba seductor, y Baekhyun intentó decir "por lo menos son de mi propia edad esta vez", pero supuso que lo dijo mal, porque Yixing empezó a reírse muy fuerte. A Baekhyun no le importó. En Corea, Yixing había hecho todo lo posible para salir adelante, y Baekhyun haría el mismo esfuerzo por Yixing.

Al final de la noche, se encontró bailando con Zitao, que tenía muslos fuertes y manos grandes, y Baekhyun no gastó ni el más mínimo pensamiento en eso mientras salían del club, Lu Han y Yixing medio llevándolo de vuelta al apartamento.

A mitad de camino, como ninguno de ellos estaba cansado, Yixing insistió en que fueran a un noraebang, tratando de explicar en coreano lo que quería hacer cuando Baekhyun los miró  a él a y Lu Han se quedó sin palabras durante varios minutos.

Era por la mañana cuando volvieron a casa por segunda vez, con las voces roncas y cansados hasta los huesos. Yixing se estaba riendo mientras Lu Han le hacía cosquillas en el sofá, y Baekhyun se dejo caer y su cabeza se apoyó en el regazo de Yixing. —No triste — dijo, señalando a Yixing esperando estar apuntándole a la cara.

—No — dijo Yixing, mientras Lu Han apoyaba la cabeza en el hombro de Yixing — No estoy triste.

—Ahora — dijo Baekhyun, cerrando los ojos porque la luz que entraba por la ventana comenzaba a doler — Ahora soy yo quien está triste.

—¿De verdad? — La voz de Yixing era tan calmante. Le recordaba a Baekhyun a quedarse dormido en la secundaria con su sonido. — ¿Por qué?

—Por todo — dijo Baekhyun — No quiero estar triste.

Yixing peinó una mano a través del pelo de Baekhyun. —Es por eso que estás aquí — dijo, y luego cambió al coreano — Así que puedo devolverte el favor.

Pasaron sus días juntos, sólo los dos. Lu Han tenía trabajo, en una librería o algo así, y una novia que Baekhyun ya había conocido una vez cuando se había pasado por el apartamento para dejar comida para Lu Han una noche.

Hablar con Yixing en persona mientras le enseñaba a Baekhyun los alrededores era como por fin entender sus emails. Los lugares se hicieron reales, para Baekhyun, y llenaba las líneas que habían sido previamente punteadas de modo que se volvieran de un negro sólido.

Todo eso hacía que Baekhyun se sintiera más sólido también, al menos por ahora. Yixing era un pedazo de la casa que se le había escapado, y tenerlo de vuelta era todo lo que Baekhyun podría haber querido.

La ciudad, también, era brillante. No era como cuando Baekhyun estuvo en Seúl, con demasiada prisa como para disfrutarlo. Ahora, tenía la oportunidad de realmente moverse por ahí  y experimentarla, y Yixing estaba feliz de llevarlo a sitios populares y a sitios escondidos.

Por la noche, salían. A veces Yixing tocaba, y otras veces, no. Se encontraban con sus amigos todo el tiempo. Se reunieron dos veces más con Zitao, una vez para tomar algo  y otra para bailar, y ambas veces, Baekhyun estuvo asombrado por su aspecto y por lo dulce que era.

En la quinta noche de Baekhyun en Beijing, salieron de nuevo. Habían salido todas las noches, pero se toparon con Zitao otra vez. Iba todo de negro esa noche, cuero y eyeline, y le estaba prestando mucha atención a Baekhyun. A Baekhyun le gustaba que la gente le prestara atención.

Se da cuenta de lo que significaba más tarde, cuando él y Zitao estaban solos en un apartado. El club estaba oscuro, pero había una luz en el centro de su mesa que iluminaba  la cara de Zitao. Se inclinó hacia Baekhyun, y Baekhyun parpadeó al darse cuenta de que el brazo de Zitao estaba serpenteando detrás de él.

Consideró pararlo, pero no sabía por qué debería. Había notado todas las cosas que le gustaban de Zitao, y tal vez, pensó, le ayudara...  Cortó el pensamiento, como si estuviera cortando una gamgyul del árbol, y devolvió su atención a Zitao.

Zitao acercó a Baekhyun más cerca, con una mano firme sobre la parte baja de su espalda y la otra inclinándole la barbilla hacia arriba, y lo besó. Zitao besaba muy bien, Baekhyun decidió. A fondo y con devoción, jugando lentamente con los labios de Baekhyun hasta que Baekhyun saboreó vodka y tabaco. Zitao también olía muy bien, a colonia y a laca, y  a Baekhyun le gustaba lo agresivo que era, agarrando a Baekhyun más cerca mientras Baekhyun inclinaba la cabeza para ajustar sus labios más firmemente.

La mano de Zitao se deslizó bajo la camisa de Baekhyun, sus ásperas palmas calientes contra la piel de la espalda de Baekhyun y Baekhyun...

De repente, Baekhyun sólo pudo pensar en cómo las manos de Kyungsoo habían sido suaves, y cómo la boca de Kyungsoo había sabido a café. Kyungsoo mordía el labio de Baekhyun y luego lo succionaba entre los suyos para calmarlo. Entonces tiraba del pelo de Baekhyun hasta que Baekhyun gemía en su boca... Baekhyun rompió el beso, jadeando por aire mientras miraba a Zitao directamente a los ojos.

—No puedo — dijo, en un tembloroso chino, y Zitao lo miró, confundido.

—¿Por qué? — preguntó Zitao, y Baekhyun se lamió los labios. La música no era lo suficientemente fuerte para tener que gritar, no allí atrás.

—Estoy pensando en... — Trató de pensar en las palabras — Alguien más — dijo, finalmente, y la comprensión llegó fácilmente a los ojos de Zitao.

—Ah —  dijo — Yo sé cómo es eso — se apartó de Baekhyun y sonrió, y Baekhyun le devolvió la sonrisa tentativamente, aunque por dentro quería enroscarse en una bola y llorar por lo mucho que eso apestaba. Cuánto quería besar a Zitao ahora y olvidarse de Kyungsoo, aunque sólo fuera por un rato.

No podía, sin embargo, porque la única persona a la que realmente quería besar era Kyungsoo. Baekhyun esperaba que, eventualmente, sentimientos como ese desaparecieran, porque no podía imaginar desear siempre así, y no ser capaz de desear nada más.

Rápidamente se excusó, su pecho derrumbándose sobre sí mismo, y localizó a Yixing junto a la barra, hablando dulcemente con una chica de pelo largo y ondulado y de voz suave. Yixing echó un vistazo a Baekhyun y se disculpó con la chica, deslizándole su número mientras arrastraba a Baekhyun afuera.

—Creía que estabas con Zitao — dijo Yixing, cuando estaba a mitad de camino de casa. Podrían haber cogido un taxi allí, pero Baekhyun se alegró de que volvieran andando, porque le permitía ordenar sus pensamientos.

—Lo estaba — dijo Baekhyun — Me besó.

Yixing parpadeó.  — ¿Eso es un problema? — hablaba coreano.

Baekhyun se abrazó a si mismo, preguntándose cómo podía sentirse tan frío cuando la noche era tan suave. Echaba de menos el clima de su isla. Mientras los coches pasaban junto a ellos, y las brillantes luces de los puestos de comida y tiendas les iluminaban, también echó de menos la calma de su isla. — Quiero besar a otra persona.

—Ah.  Me imagino que no hablas de Kim Taeyeon?

—Kyungsoo —  dijo Baekhyun —Sólo que se suponía que había renunciado a eso.

—¿Por qué? ¿No te quiere?

—No lo sé — dijo Baekhyun — Pero perder la pensión, y estar aquí... Siempre quise probar una ciudad, pero estaba preocupado de que me gustara demasiado y quisiera quedarme — había pasado treinta minutos arreglándose bien el pelo, pero lo arruinó con una suave pasada. — Me hace darme cuenta de que realmente amo Jeju, Yixing. Me encanta mi pequeño pueblo, y no puedo tener las dos cosas, ¿sabes?, no puedo tener a Jongdae, a Soojung y Jeolbyeogri, no puedo tener a Kyungsoo y a Jeolbyeogri. Tengo que elegir, y la verdad, nunca fue mi elección de todas formas, no?  Prometí cuidar de la pensión, y lo haré. Será reconstruida, eventualmente, y yo la llevaré.

Yixing cogió la muñeca de Baekhyun. — ¿Kyungsoo sabe que tú...?

—¿Qué pienso en él todo el tiempo? ¿Qué a veces me gustaría que aun estuviera en mi cocina, haciendo desagradable y asqueroso café y cantando en un susurro mientras reorganiza mi especiero?

—¿Que todavía lo quieres? — dijo Yixing — Cuando leía tus e-mails, parecía...

—Probablemente no lo sepa — dijo Baekhyun — Pero no creo que él...

—No des por perdida a la gente tan fácilmente — dijo Yixing — ¿Y si me hubieses dejado a mi por perdido? —Se rió, suavemente, no como si se estuviera riendo de Baekhyun, sino como si se riera de otra cosa. — No estarías aquí para que yo te dijera que no seas tan tonto.

—¿Cuándo he llegado al punto de que me estés llamando tonto a mi? — preguntó Baekhyun, y Yixing lo abrazó de nuevo.

—Sigo siendo tu hyung — dijo Yixing —Aunque estamos en China. Tal vez deberías llamarme 'ge' — empezaron a caminar de nuevo, y Baekhyun se dio cuenta con un sobresalto que ya estaban en casa — Sólo quiero que seas feliz, Baekhyun.

—Yo también quiero ser feliz — dijo Baekhyun —Creo que podría tener que conformarme con ser lo bastante feliz.

Durmió en la cama de Yixing con él, y Yixing le tocó una canción en la guitarra, como en los viejos tiempos. Baekhyun extrañaba cuando las cosas eran más simples. Cuando todavía pensaba que, algún día, podría... Suspiró, y dejó que el suave canto de Yixing lo arrullara hasta dormir.

 

 

⚘❁⚘

 

 

Baekbeom lo recogió en el aeropuerto. — Me he puesto en contacto con Minseok — dijo Baekbeom. — Ha estado manejando las cosas en la pensión. — Se aclaró la garganta — Vamos a poder conservar más de lo que pensábamos.

Baekhyun suspiró. — Eso está bien — dijo — ¿Sabemos a quién contratar para arreglarlo? No soy abuelo, y Minseok es genial arreglando los techos, pero...

—En realidad, ya he contratado a alguien — dijo Baekbeom.

—¿Oh? — Baekhyun pudo sentir el alivio sorprendiéndole, y cerró los ojos mientras el viento le azotaba la cara a través de la ventana abierta.

—Yo sé... Sé que puse mucho sobre ti, Baekhyun, con respecto a la pensión, así que por lo que al menos puedo hacer esto.

—Gracias — dijo Baekhyun —No sé si yo hubiera podido.

De vuelta en casa de Baekbeom, Baekhyun empacó su pequeña bolsa de ropa recién comprada, suficiente por ahora, y cogió prestado el ordenador de Baekbeom para revisar los horarios del ferry.

También revisó su correo para que poder enviar un mensaje a Yixing diciendo que había llegado bien a casa. El mensaje de Kyungsoo todavía estaba allí, en su bandeja de entrada, intacto.

No des por perdida a la gente tan fácilmente, había dicho Yixing, y Baekhyun hizo clic en el correo electrónico.

¿Por qué no te has quedado para verme, idiota?  Decía, y el corazón de Baekhyun se le atascó en la garganta y se quedó allí.

¿Realmente querías que lo hiciera?  contestó Baekhyun, dándole a enviar antes de poder borrarlo, y entonces descansó la frente en el fresco escritorio de Baekbeom, hasta que Baekbeom le dijo que necesitaba usar el ordenador y que Baekhyun debería irse a la cama.

Baekhyun permaneció despierto la mayor parte de la noche, sintiéndose atrapado en su propia piel. No podía dejar de pensar en el email de Kyungsoo, ni en Kyungsoo. No podía dejar de pensar en nada, y Jongdae, si estuviera allí, diría en broma "hay una primera vez para todo", pero él no estaba allí, estaba sólo Baekhyun y sus preocupaciones, atrapados juntos en esa habitación en medio de la ciudad de Baekbeom, lejos de todo lo que quedaba de la pensión de Baekhyun.

Echaba de menos sus árboles y su océano. Echaba de menos sus mantas y su hermosa vista de la cocina. Incluso extrañaba a sus fantasmas. Echaba de menos su hogar, supuso, porque Baekhyun tenía raíces tan profundas en Jeju como la de los arboles de alcanfor, y allí era a donde pertenecía, aunque hubiera deseado, por breves momentos, poder haber pertenecido a Kyungsoo.

Su ansiedad continúa aumentando hasta la mañana siguiente en el puerto del ferry, donde Baekbeom y su padre se despidieron y desearon a Baekhyun un seguro y buen viaje. Durante el viaje, Baekhyun descansó con los antebrazos en la barandilla, viendo a Jeju acercarse en el horizonte a medida que el amanecer se convertía en el azul más brillante del día.

Chanyeol lo recogió en el puerto, en su camioneta rojo. Sus orejas sobresalían más de lo usual hoy, por lo que Baekhyun las agarró y tiró.  — ¿Qué clase de saludo es ese? — dijo  Chanyeol, y Baekhyun se rió.

—Uno que dice que me alegro de verte— dijo, y Chanyeol sacudió la cabeza como un perro mojado cuando Baekhyun le soltó las orejas, antes de darle a Baekhyun un abrazo con un solo brazo.

Cuando se acercaron al pueblo, después de parar para poner gasolina, Chanyeol redujo la velocidad antes de la bifurcación que los llevaría al pueblo o la pensión. — ¿Debería dejarte en la casa de Jongdae? — preguntó — Sé que te vas a quedar allí.

—No — dijo Baekhyun — Tengo que revisarla.

—Nadie te culparía si no querías verla todavía — dijo, y Baekhyun se estremeció.

—Está bien

—Siempre está bien contigo, Baekhyunnie. — suspiró Chanyeol — Eso hace más difícil averiguar cuándo está realmente bien, así que tenemos que hacer más preguntas.

—Quiero ir a la pensión — dijo Baekhyun, y Chanyeol asintió con la cabeza.

—De acuerdo entonces.

Minseok estaba levantando ramas en el jardín delantero cuando Chanyeol lo dejó.         

    — Me quedaría — dijo Chanyeol — pero tengo trabajo. Volveré mañana a ayudar.

Era el árbol de hoja perenne el que Minseok llevaba a trozos. Ahora estaba cortado y fuera  de la pensión, y había materiales de construcción en el patio delantero. Minseok estaba sudoroso, con el pelo apartado de la cara con una cinta de pelo, y llevaba un serrucho. Claramente, había estado cortando el árbol para que fuera más deshacerse de él.

—No tienes que hacer esto — dijo Baekhyun mientras andaba hacia Minseok, y Minseok sonrió, limpiándose la frente sudorosa. —Creo que mi hermano contrató a alguien?

—Me quedaré con la madera — dijo — Me parece un intercambio justo.

—Yo no la quiero — dijo Baekhyun —Toda los tuya, hyung.

—Supusimos que no la querrías.

—¿Qué nosotros? — preguntó Baekhyun, y Minseok sonrió.

—Bueno, los contratistas para empezar — dijo — Gente maja, de Jeju. — Su sonrisa creció — Y el consultor, por supuesto.

—¿El consultor?

—Está dentro — dijo Minseok —Me voy yendo, y no creo que nadie vaya a venir hoy.

—Vale — dijo Baekhyun —Gracias por tu ayuda, Minseok hyung.

—No es nada, Baekhyunnie  — dijo Minseok, estirando los brazos por encima de la cabeza, los músculos ondulando. —Te veo mañana, probablemente, cuando venga a por el resto de la madera.

—Estupendo.

Baekhyun subió los escalones de la entrada de su pensión, agachándose para pasar por la puerta rota. La puerta había sido completamente removida, dejando sólo el hueco. Tenía suerte de que fuera primavera y era cálido. Al principio, no vio a nadie. — ¿Hola?

Entonces sus ojos se posaron en una pequeña figura hacia el final del pasillo parcialmente aplastado. Llevaba una sudadera de la SNU con capucha, y su pelo era suave y negro, cayéndole sobre los ojos mientras se estiraba con la cinta métrica, tratando tal vez de averiguar las dimensiones del pasillo.

—¿No necesitas un casco? — preguntó Baekhyun, y Kyungsoo se congeló, bajando luego lentamente los talones. — Aquí es peligroso.

—Tal vez he estado tomando lecciones de imprudencia de toda la gente equivocada — dijo Kyungsoo. Su voz era baja y uniforme, y Baekhyun la había extrañado, la forma en que sonaba cuando no había hablado durante un rato, ronca y áspera y suficiente para enviar un temblor a la columna vertebral de Baekhyun.

Kyungsoo metió la cinta métrica en la pequeña bolsa que tenía frente a él, y se giró para poder mirar a Baekhyun.

—Tal vez lo has hecho — dijo Baekhyun. Sus manos estaban temblando, así que se las metió en los bolsillos. —¿Qué haces aquí, Kyungsoo?

—¿Por qué no contestaste a mi email? — le preguntó Kyungsoo a modo de respuesta, y Baekhyun miró hacia otro lado mientras Kyungsoo se acercaba.

—Yo he preguntado primero.

Entonces Kyungsoo se rió, en voz baja. — Joonmyun hyung me habló de la pensión. Se lo había oído decir a Jongdae,  así que llamé a algunos contratistas con los que sé que trabaja mi empresa aquí y los puse en contacto con Baekbeom-ssi.

—Pero... — Baekhyun succionó su labio inferior, incapaz de pensar. — Pero ¿por qué estás aquí?

Ahora Kyungsoo estaba de pie frente a Baekhyun, y puso la mano en la mejilla de Baekhyun, guiándole la cara para que mirara directamente a Kyungsoo. Su pulgar acarició el labio superior de Baekhyun, y el corazón de Baekhyun latió tan fuerte, tan ferozmente, mientras se inclinaba instintivamente hacia el toque de Kyungsoo.

—Bueno, por una cosa, he terminado mi parte en nuestro último proyecto — dijo Kyungsoo. Su pulgar descansaba, ahora, en la comisura de la boca de Baekhyun, y Baekhyun agarró la sudadera de Kyungsoo porque quería asegurarse de que Kyungsoo estaba realmente allí. El material era el mismo en su agarre. — Así que tengo unas semanas para hacer lo que quiera.

—Y tú querías_ —Kyungsoo se inclinó y lo besó, y tanto como Jeju era su hogar, eso era su hogar también, la boca de Kyungsoo tan segura y confiada contra la suya, saboreando a Baekhyun como si Kyungsoo realmente hubiera echado jodidamente de menos a Baekhyun  tanto como Baekhyun había echado de menos a Kyungsoo.

La mano de Kyungsoo se deslizó hacia atrás para enterrarse en el pelo de Baekhyun, y Baekhyun gimió o sollozó, uno o lo otro, y devolvió el beso a Kyungsoo, inclinándose para acercarse más. Kyungsoo empujó a Baekhyun a una parte intacta de la pared, y Baekhyun envolvió sus brazos alrededor de Kyungsoo, con los dedos apretados en la espalda hasta que Kyungsoo terminó el beso, apartándose con los labios húmedos y esa expresión intensa que Baekhyun había sido incapaz de olvidar.

—Cuando oí que la pensión estaba dañada, quise venir a asegurarme de que la estaba arreglando correctamente — dijo Kyungsoo — Porque de alguna manera, este lugar se sentía un poco mío. — se inclinó hacia adelante y cogió el labio superior de Baekhyun entre sus dientes, tirando de él ligeramente mientras sus manos volvían a acunar la mandíbula de Baekhyun. — Tú también te sientes un poco mío.

—Ok — dijo Baekhyun, y se lanzó hacia delante para tomar de nuevo la boca de Kyungsoo, empujándolo hasta que la espalda de Kyungsoo golpeó la pared opuesta, y Kyungsoo gruñó, sus manos curvándose sobre las caderas de Baekhyun mientras Baekhyun le besaba la nariz y las mejillas y empezaba a lamerle la línea de la mandíbula, hasta el cuello. Kyungsoo deslizó sus manos por la parte de atrás de los pantalones vaqueros de Baekhyun, apretándole el culo, y Baekhyun jadeó incluso mientras dejaba marcas con la boca abierta por la garganta de Kyungsoo.

Kyungsoo empezó a deslizarse hacia abajo, y Baekhyun lo siguió, hasta que se encontró a horcajadas de Kyungsoo, la mayor parte de su peso sobre sus rodillas mientras Kyungsoo utilizaba sus manos para acercar más a Baekhyun contra él, frotándose juntos.

—¿Vas a responder a mi pregunta? — preguntó Kyungsoo, y Baekhyun le miró a la cara. Se le veía indecente, con las marcas de mordisco de Baekhyun cubriéndole la pálida piel y su boca hinchada, los labios entreabiertos mientras respiraba profundamente.

—¿Cuál era la pregunta?

—¿Por qué no contestaste mi correo? — Kyungsoo tiró de la camisa de Baekhyun, y Baekhyun se la quitó.

—Porque tenía miedo de abrirlo — dijo Baekhyun, mientras Kyungsoo le lamía el pezón, chupándolo mientras acariciaba el abdomen de Baekhyun con la otra mano.

—¿Por qué no te quedaste, cuando viniste a la firma?

—Porque no estaba seguro de quisieras verme— admitió Baekhyun— No estaba seguro de si…

—Baekhyun — dijo Kyungsoo —escucha atentamente, porque no sé con qué frecuencia voy a decir esto — abrió el botón de los vaqueros de Baekhyun con la mano izquierda, mientras su derecha seguía jugando con el pezón resbaladizo y húmedo de Baekhyun. — Me gustas, ¿vale? — se acercó y cogió el cuello de Baekhyun con firmeza, tirando de él hacia abajo y besándolo de nuevo, la lengua deslizándose a través de los dientes de Baekhyun mientras Baekhyun tiraba, frustrado, de la sudadera de Kyungsoo. — Más que gustarme.

—¿Y si me hubiera quedado en tu oficina? —preguntó Baekhyun, sin aliento, mientras Kyungsoo finalmente se quitó su sudadera, arrojándola a un lado e inmediatamente llevando las manos al cuerpo de Baekhyun, esta vez deslizándolas hasta desde sus muslos hasta llegar a la cintura abierta de los pantalones vaqueros de Baekhyun abriéndolos aun mas. Tocando a Baekhyun a través de la ropa interior.

—Te habría follado en ese caro sofá de cuero junto a la puerta — dijo Kyungsoo — ¿No te dije que no podía imaginar no querer besarte?

Minutos más tarde, cuando Baekhyun tenía a Kyungsoo atrapado bajo él, con una mano en la cadera de Kyungsoo y la otra envuelta alrededor de su polla, Baekhyun se lamió los labios y dijo: "No puedo imaginar no querer besarte, tampoco", y entonces tomó a Kyungsoo en su boca. No era algo que hubiera hecho antes, pero Kyungsoo le susurraba instrucciones, tirando del pelo de Baekhyun haciendo que Baekhyun gimiera alrededor de él, su garganta oprimiendo la cabeza de la polla de Kyungsoo mientras sostenía las caderas de Kyungsoo para evitar que empujara hacia arriba.

Kyungsoo se sentó antes de que Baekhyun pudiera hacer que se corriera, acercando a Baekhyun y besando el sabor de sí mismo de la boca de Baekhyun y envolviendo sus dos pollas juntas, la saliva de Baekhyun y el pre suficiente para poder frotarlas ambas hasta que se corrieron por toda la mano.

—¿Por qué nunca llegamos al dormitorio? — preguntó Baekhyun, y Kyungsoo le dirigió a Baekhyun una mirada traviesa.

—No hay ninguna habitación — respondió Kyungsoo, y haciendo que Baekhyun riera, fuertemente y con alivio y sintiéndose tan lejos del vacío que podría explotar con lo lleno que estaba, toda esa felicidad y optimismo pesado en su pecho.

—Entonces, ¿cuándo tienes que irte?— preguntó Baekhyun, porque aun siendo tan maravilloso como era, estar acostado ahí, pegajoso y cálido contra Kyungsoo, no deseaba mantener sus esperanzas muy altas. Kyungsoo le dirigió una mirada algo incomoda.

—Pues, tengo que volver a Seúl para revisar algunas cosas dentro de dos semanas — dijo — Pero debería estar de vuelta una semana después de eso.

—¿De vuelta?

—Bueno, ¿recuerdas ese proyecto con la compañía japonesa? — Kyungsoo suspiró —Me han asignado para dirigir el proyecto localmente desde la oficina de Jeju-si. — las orejas se le pusieron rojas, y Baekhyun besó la que tenía más cerca porque le encantaba eso. — Bueno, yo... me ofrecí voluntario.

El corazón de Baekhyun podría estallar en cualquier momento.  — ¿Así que... estarás en Jeju-si?

—Pensé que podría conseguir un apartamento para los días de entre semana — dijo Kyungsoo — Y vivir aquí los fines de semana. Si crees que puedas tener habitaciones libres.

—Estamos muy ocupados en verano — respondió Baekhyun —Puede que no tenga habitaciones vacías. —  Kyungsoo lo miró, y Baekhyun le besó la comisura de la boca. Tendrás que quedarte en la mía.

—Eso podría ser... — Kyungsoo tragó — ¿Eso está bien?

—Ya se lo he dicho a Jongdae, ¿sabes?, y estoy bastante seguro de que Minseok hyung me ha tendido una trampa. No creo que vaya a ser un problema.

Kyungsoo se rió entre dientes, incrédulo. — No pensé que en realidad... — cerró los ojos, y Baekhyun le miró a la cara, a la suave boca de Kyungsoo y a sus cortas pestañas — Sólo quería encontrar un lugar lo suficientemente cercano al hogar. No esperaba esto.

Baekhyun besó el hombro de Kyungsoo. Por unos instantes, estuvieron callados, pero Baekhyun se puso inquieto, y Kyungsoo se rió de él.  —¿Qué pasa?

—Se siente como si empezara de cero — dijo Baekhyun — Con este lugar.

—Podemos conservar la mayor parte de la estructura externa — dijo Kyungsoo —Todos los escritorios han sobrevivido, ¿de qué estaban hechos? ¿De titanio?

Baekhyun se rió, tratando de recuperar el aliento mientras su cuerpo se relajaba. Era ridículo, pensó, el que él y Kyungsoo estuvieran acostados desnudos en el pasillo de su casa medio destruida, hablando de reconstruirla juntos.

—Y encontré el libro de registros — dijo Kyungsoo — Algunas de las páginas están borrosas, pero la mayoría de ellas son legibles. Sin embargo, tu portátil está destrozado.

—Supongo que mi abuela tenía razón, después de todo — dijo Baekhyun — ¿Quién sabe cuándo necesitarás el escrito a mano?

—Por cierto, voy poniendo calefacción de suelo — dijo Kyungsoo — Y recibirás señal para el móvil. — Estirado así en el suelo desnudo junto a Kyungsoo, la calefacción de suelo sonaba como una gran idea.

—Si insistes — dijo Baekhyun, enterrando la cara en el cuello de Kyungsoo y sonriendo cuando Kyungsoo rodó sobre él, atrapando uno de los muslos de Baekhyun entre los suyos.

 

 

 

⚘❁⚘

 

 

Baekhyun ofreció su otro brazo al último hombre mayor, para ayudarlo a bajar del autobús.  —¿Se lo has pasado bien, señor? — preguntó Baekhyun, en su limitado chino. Hoy había estado ayudando con un grupo de turistas chinos. Era el nuevo, así que aun no tenía sus propios grupos, pero los tendría, eventualmente. Sólo trabajaba por mañanas, por lo que le llevaba  más tiempo conseguir antigüedad.

La cosa de guía turístico, trabajando para una empresa con sede en Seogwipeo-si, había sido un esfuerzo conjunto entre Chanyeol y Kyungsoo, de hacía unos dos meses, mientras habían estado luchado en una partida de Wave Racer. (Kyungsoo había estado ganando constantemente últimamente.) "Jongdae estaba en el ajo", había admitido Chanyeol más tarde, sobre su soju, cuando Kyungsoo cogía una llamada de trabajo en la cocina. “Cree que te aburres demasiado fácilmente”.

Kyungsoo también había sido directo, más tarde, mientras se bañaban en la reconstruida sauna, con el olor del ogalpi elevándose mientras Baekhyun jugaba con los dedos de Kyungsoo donde descansaban en el borde de la bañera. "Es como ser un profesor, ¿no?" Kyungsoo había dicho. "Solo que sin todas las cosas que no te interesan."

Después de asegurarse de que el último visitante hubiera entrado sano y salvo en el edificio de información, Baekhyun fue y fichó su salida, bajando por la calle para coger el autobús de Seogwipeo a Jeolbyeog-ri. Kyungsoo pensaba que debería conseguirse un coche, pero Baekhyun estaba más tentado en conseguir una moto sólo para ver a Kyungsoo tratar de contenerse  visiblemente de volverse loco.

Cuando llega a casa, a la pensión, con su nuevo techo y las paredes reconstruidas, Baekhyun se topó a Kyungsoo sentado en el frontal. Era sábado, así que no tiene que irse hasta mañana por la noche, lo que significaba que podían hacer lo que quisieran durante el resto del día si nadie se registraba.

—¿Algunos huésped? — preguntó Baekhyun, cuando se acercó lo suficiente a los escalones de la entrada para no tener que gritar.

—No. Nuestro último invitado se ha ido alrededor de las once. — Kyungsoo levantó la vista de en lo que estaba trabajando, una mirada superficial, pero luego volvió a mirar, y se lamió los labios de una manera que calentaba a Baekhyun más que el tiempo de otoño debería permitir. — Me gusta tu uniforme — dijo Kyungsoo.

—Siempre dices eso — Baekhyun se tiró del cuello del mismo y se mordió el labio — ¿Qué estás haciendo?

—Nada que no pueda esperar — dijo Kyungsoo. Cerró el cuaderno y lo colocó frente a él. Se movió ligeramente, una muda invitación, y Baekhyun se sentó a su lado. — Realmente, sólo estaba disfrutando del tiempo.

—Jeju tiene el mejor tiempo — Baekhyun acordó.

—Incluso has hecho que guste la nieve — dijo Kyungsoo — Y tengo que decirte, nunca he sido un gran fan.

—Sólo admítelo — dijo Baekhyun — Soy un gran guía turístico. Te has enamorado de Jeju.

—Lo he hecho— dijo Kyungsoo, y luego se inclinó hacia Baekhyun. — Me he enamorado de Jeju — sonrió y besó la esquina de la boca de Baekhyun. Baekhyun persiguió la de Kyungsoo, y cuando finalmente se alejó, los labios de Kyungsoo estaban hinchados y sus orejas brillaban con familiar rojo-avergonzado.

—Para mi siguiente truco — dijo Baekhyun  — Haré que te enamorares de mí.

Kyungsoo lo miró, entonces, con los ojos buscando los de Baekhyun. Luego sonrió.

 —¿Quién dice que no lo haya hecho ya? — Baekhyun tosió ante la inesperada admisión, y Kyungsoo se rió. — ¿Eso es lo que se necesita para callarte?

—Hay otras formas — respondió Baekhyun, recuperando el equilibrio. Su corazón latía muy rápido. Ahora, pensó, había cogido su estrella, y ardía en la palma de su mano.

—Ha llamado tu hermano, por cierto — dijo Kyungsoo, besando la barbilla de Baekhyun — Quiere ir a un partido de béisbol cuando Jongdae esté en la ciudad la semana que viene.

—No lo olvidaré—  dijo Baekhyun —Espero que estés listo para ser un fan de los Nexan.

—Creo que me gustarán los KIA — bromeó Kyungsoo — ¿Aun así me querrás?

Baekhyun fingió pensarlo, pero luego sonrió, besando a Kyungsoo descuidadamente, fallando en encontrar la boca y consiguiendo una mejilla. —Sí — dijo — Lo haré.

 

FIN

 

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Comments

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itchycrotch
#1
cool