Capitulo Tres

En territorio del Rey Dragón

 

 

Capitulo 3

 

 

 

La habitación de Kyungsoo estaba vacía. La puerta estaba entreabierta, y no estaba en ningún otro sitio de la pensión. Sin embargo, su coche todavía seguía ahí, así que Baekhyun asumió que Kyungsoo había salido a dar un paseo.

Sólo que Kyungsoo no volvió. No después de tres horas, y no después de cuatro. Cuando empezó a oscurecer, Baekhyun bajó al pueblo, acercándose a sus sitios favoritos y preguntando si alguien había visto a Kyungsoo.

Cuando se detuvo en el restaurante de la madre de Jongdae, estaban sólo ella y Jongdeok trabajando. —¿Dónde está Jongdae?

—Oh, ha salido — dijo ella —¿En qué te puedo ayudar, Baekhyunnie?

—No puedo encontrar a Kyungsoo — contestó Baekhyun — No ha cogido el coche, pero ya lleva fuera casi seis horas, y estoy preocupado por él.

—No ha estado por aquí — dijo —Hemos estado abiertos desde mediodía y no se ha pasado. — Ella inclinó la cabeza —No como si me fuera a olvidar una cara como la suya.

—¿Has conseguido averiguar por qué te parecía familiar? —preguntó Baekhyun, y la madre de Jongdae sonrió.

—Lo hice — dijo ella —No hay nada de qué preocuparse.— apiló algunos platos vacíos uno encima del otro. —¿Tienes tu teléfono? Te avisaré si lo veo.

Sacando el teléfono del bolsillo, lo enseñó.  —Lo tengo, gracias — dijo Baekhyun. Se detuvo en la mayoría de las tiendas abiertas, pero nadie había visto a Kyungsoo en absoluto. Casi todos en esta parte del pueblo lo conocían de cara, y la mayoría de la gente, a estas alturas, también lo conocían por su nombre.

Eso había sorprendido a Kyungsoo, y Baekhyun se había reído de él. “Tal vez no estés acostumbrado” había dicho Baekhyun, “pero así es como funcionan las cosas por aquí, chico de ciudad. No puedes ser forastero por mucho tiempo si te quedas más de un par de semanas.”

—Deberías conseguir un teléfono nuevo, Baekhyunnie — dijo la madre de Jongdae. —Eso es una reliquia.

—Ni siquiera tengo señal, la mitad del tiempo — dijo Baekhyun —¿De qué me iba a valer? — Era sólo un teléfono de prepago. Baekhyun no hablaba con mucha gente por teléfono, de todos modos. Él veía a la mayoría de sus amigos todos los días, y no era como si Baekbeom fuera a llamarlo una vez por semana para saber que tal todo. Los emails mensuales eran mucho más su estilo. (Baekhyun, ¿necesitas algo de Busan? No digas que zapatillas.)

No fue hasta Baekhyun estaba caminando de regreso a la pensión, al atardecer, después de una infructuosa búsqueda, que se dio cuenta de que era Nochebuena.

Kyungsoo había estado muy triste, sobre la  Navidad. El estómago de Baekhyun se retorció, como si hubiera bebido leche en mal estado. —¿Dónde estás, Do Kyungsoo?

Volvió a comprobar el coche, y no se había movido de donde Kyungsoo lo había aparcado después de su viaje a la oficina de correos. Kyungsoo tampoco le había dicho entonces a dónde se dirigía. Kyungsoo probablemente no sabía lo inseguro que era, a vagar solo en la isla, donde se podía romper fácilmente una pierna en las rutas de senderismo engañosamente desiguales, especialmente en invierno, y nadie sabría dónde buscarte. Baekhyun había aprendido eso antes de aprender a caminar, pero realmente lo había aprendido cuando había tenido trece años, cuando Jongdae había salido solo después de tener una pelea con su hermano. Se había caído y se había hecho daño en el tobillo, y le habían necesitado veinte horas y a toda la aldea encontrarlo, ya que había abandonado los senderos y salido ido hasta la hierba alta, más allá de los campos de manzanilla. Jongdae había tenido mucho miedo cuando lo encontraron. Joven o viejo, cuando te ibas así, era mejor que alguien supiera a dónde te habías ido.

Tal vez en Seúl, en la ciudad, no era así. Baekhyun sabía que era el caso, pero no le preocupaba menos. Simplemente le recordaba que tan fácilmente como Kyungsoo había entrado en su vida ahí en la pensión, haciéndola mejor incluso, él no era de Jeolbyeog-ri, y él no se sabía todos los senderos como la palma de la mano.

A Kyungsoo no le gusta trepar. Eso hacía que fuera más fácil para Baekhyun recorres todos los senderos cercanos a la parte trasera de la casa, los que Kyungsoo había recorrido durante las primeras semanas cuando había querido pensar. Pero esos eran senderos cortos, media hora de camino a través de tierra llana, y él ya habría vuelto para entonces.  Baekhyun los comprobó de todas formas, y realmente, no había absolutamente ninguna señal de que Kyungsoo podría haber caminado por ellos hoy.

Empezó a nevar alrededor de las ocho. Baekhyun trató de distraerse, con un drama de la televisión, pero no funcionó. Se metió en la cocina y se hizo un chocolate caliente, y luego se sentó en la mesa, donde enrolló los planos de Kyungsoo y los dejó al final, cerca de la pared, apartados del habitual de tráfico a través de la habitación.

Si no había oído nada de Kyungsoo a las nueve, Baekhyun pensó, volvería a ir al pueblo hasta que recibiera señal y llamaría a Chanyeol. Con los dos, sería más fácil buscar en el pueblo, y entonces tal vez pudiera conseguir que Minseok, Jongdeok y Jongdae ayudaran a buscar en el bosque.

Con suerte, Baekhyun pensó, Kyungsoo estaría bien. Habría perdido  la noción del tiempo pensando en los acantilados o algo así. Baekhyun se habría sentido mejor si Kyungsoo hubiera cogido su teléfono, pero estaba encima de su escritorio. Ni siquiera estaba encendido.

Baekhyun acababa de terminarse el chocolate cuando se abrió la puerta trasera. Baekhyun se levantó de su silla y corrió hacia ella, y cuando vio a Kyungsoo, con el pelo mojado, temblando, con los pantalones llenos de barro y la nieve pegada a la cara y en las suave arrugas del abrigo prestado, Baekhyun quiso dejar caerse de rodillas de alivio.

—¿Dónde has estado?— Soltó bruscamente, y Kyungsoo se estremeció, antes de mirarle con ojos vacíos. Estaban hinchados, como si hubiera estado llorando. —Kyungsoo, ¿dónde has estado? Te he buscado por todas partes en el pueblo y ...

Recordó a su abuela, mirándolo solemnemente, unas semanas después de que Yixing hubiera llegado a la pensión. “No lo dejes solo durante demasiado tiempo” le había dicho a Baekhyun, cuidadosamente. Había habido tanto que ella no había dicho. "Él no ..." y ella titubeó, " se cuida, cuando se queda solo".

Baekhyun respiró profundamente, y Kyungsoo todavía lo miraba fijamente. Sus labios estaban teñidos de azul.

 —¿Has estado afuera todo el tiempo? ¡Joder, Kyungsoo, hace mucho frío! —Cogió el brazo de Kyungsoo y lo arrastró hacia su cuarto de baño, quitándole el abrigo y tirándole de la ropa.  — Desnúdate — dijo, y Kyungsoo estaba tan fuera de sí mismo que ni siquiera protestó, se pasó la sudadera por encima de la cabeza y comenzó a desabotonarse los pantalones. Baekhyun encendió el agua caliente de la ducha.  —Voy a llenar la bañera.— Baekhyun agarró la cara de Kyungsoo con ambas manos. —Volveré en tres minutos, métete debajo del agua caliente, y volveré enseguida.

Baekhyun nunca había llenado la bañera de madera más rápido en su vida. La habitación comenzó a llenarse de vapor, el olor fuerte de las hierbas trituradas subía, y mientras el nivel del agua se elevaba, Baekhyun regresó al baño. Kyungsoo estaba de pie bajo el agua, de espaldas a la puerta. El relieve de la columna era más obvia cuando tenía los brazos envueltos alrededor de sí mismo de esa manera, y Baekhyun no perdió más tiempo mirándolo cuando notó que loa temblores de Kyungsoo era cada vez más exagerados.

 —¿En qué pensabas siquiera? — Baekhyun murmuró, y Kyungsoo miró por encima del hombro al oír la voz de Baekhyun —Venga, vamos.

A Baekhyun no le importaba que Kyungsoo estuviera dejando huellas mojadas en el suelo del pasillo mientras caminaban hasta la última habitación. El vapor salió  cuando Baekhyun abrió la puerta, y Kyungsoo siguió dejándose arrastrar. Eso preocupaba mucho a Baekhyun, pero él no lo señaló. Simplemente guió a Kyungsoo hacia la bañera, observando cómo su pálida piel enrojecía al primer contacto del agua ferozmente caliente. Baekhyun dejó a Kyungsoo una vez que este se hubo sentado, y planeó ir a buscar las toallas, pero Kyungsoo agarró su camiseta en un puño, lo que le impidió moverse. No decía nada, pero Baekhyun leía lo que quería en sus ojos.

Se metió en la bañera con él, todavía vestido y se sentó al lado de Kyungsoo en lugar de enfrente. Así, estaban muy apretados, porque la bañera no era lo suficientemente amplia para que dos hombres se sentaran hombro con hombro, y la ropa de Baekhyun, empapada y pegajosa, se aferraba a la piel desnuda de Kyungsoo.

—¿En qué estabas pensando? —La voz de Baekhyun era más suave esa vez, pero Kyungsoo seguía reculando, sólo el brazo de Baekhyun a su alrededor le impedía darse con el borde de madera de la bañera. El agua se deslizaba por el suelo, sin embargo, y el olor del seom ogalpi se alzaba.

—No lo estaba — dijo Kyungsoo. —Sólo quería ... necesitaba dar un paseo.

—¿Durante seis horas? —El barro en los pantalones de Kyungsoo y la nieve en el pelo. El frío que parece hundirse hasta el fondo. Había subido al santuario, pensó Baekhyun, pasada la casa del alfarero y subiendo a través de los árboles. Con ese tiempo. —¿Has ido al halmang-dang? —La piel de Kyungsoo estaba resbaladiza y aún más suave cuando estaba húmeda, y Baekhyun lo acercó aún más a su lado, moviendo el brazo detrás de la espalda de Kyungsoo, hasta que este enterró la cara en el cuello de Baekhyun. Kyungsoo seguía temblando. Inconscientemente, Baekhyun deslizaba la mano arriba y abajo, en un movimiento calmante, como lo haría con Jongdae. —Ni siquiera te gusta el senderismo.

—Sí — dijo Kyungsoo. Sus labios le rozaban la clavícula a Baekhyun, y la mano de Baekhyun apretó el brazo de Kyungsoo. Podía oír el no puedo hablar de ello en el tono de voz de Kyungsoo.

Baekhyun había pasado horas en el santuario , después de que su abuela había muerto, deseando que la presión en su pecho se aliviara.

—Deberías llevarme contigo la próxima vez —dijo Baekhyun, suavemente. —Podrías haberte perdido.

—No soy un niño — dijo Kyungsoo — Tú todavía puedes dejar que te traten como uno, pero yo no puedo hacer eso.— Las palabras eran duras, pero la mano de Kyungsoo apretaba la camisa empapada de Baekhyun en n puño, sin dejarlo ir. Es como si estuviera demasiado cansado para hacer la cosa del erizo, y se hubiera decidido por palabras agudas, incluso mientras se consolaba en el abrazo de Baekhyun.

—La gente muere así — dijo Baekhyun.  —¿Tienes prisa de ser uno de esos árboles que gritan?

—La gente muere de muchas formas — dijo Kyungsoo, dejando caer su mano y sentándose. Baekhyun no había pensado que era posible sentir frío en una bañera de agua caliente, pero sin la boca de Kyungsoo en el cuello, lo sintió.

—Por lo menos llévate el teléfono la próxima vez.— Él mantuvo una voz ligera, y eso ayudó. Los temblores de Kyungsoo finalmente se detuvieron, el castañeo de sus dientes se calmó. La cadera de Baekhyun estaba clavándose en la pared trasera de la bañera, así que cambio de cadera. La tela vaquera mojada le rozaba los muslos, y probablemente a Kyungsoo también. Era muy incómodo, pero no podía hacer nada al respecto en ese momento. —Nunca sabes cuándo podrías recibir señal por ahí.

Kyungsoo se alejó más de Baekhyun, entonces, y cerró los ojos. Baekhyun se movió, hasta que su espalda estuvo contra la pared opuesta, imitando la forma en la que se sentaron la última vez que habían estado en la bañera. El vapor estaba aumentando de nuevo, pero Baekhyun aun podía ver la cara de Kyungsoo.

—Yo estaba ...— Kyungsoo dijo, y esa mirada aterradora y vacía había desaparecido de sus ojos, al menos parcialmente. La vida le había vuelto junto con el color de la cara. —Dejé mi teléfono porque sabía que llamarían esta noche.

—¿Quien?— preguntó  Baekhyun.

—Amigos — dijo Kyungsoo. —Mi madre y mi hermano. Se preocupan por mí.

—¿Te molesta que la gente se preocupe por ti?— Kyungsoo levantó las piernas, raspando la pantorrilla a lo largo de los vaqueros de Baekhyun. El vapor estaba subiendo otra vez.

—No — contestó Kyungsoo —Me molesta pensar en la razón por la que están preocupados.

Estaba en la punta de la lengua de Baekhyun, el preguntar. Preguntar por qué Kyungsoo había venido aquí, de qué estaba huyendo de Seúl, que lo había llevado hasta un pequeño y moribundo pueblo en la costa sur de Jeju.

Pero frente a él, Kyungsoo apenas estaba empezando a sonar como él mismo de nuevo, y eso le hizo pensar en cómo lo había mirado Kyungsoo, cuando había entrado por la puerta trasera esa noche.

—¿Quieres un poco de chocolate caliente?— Baekhyun preguntó, y Kyungsoo produjo un ruido extraño, con la parte posterior de su garganta, un sonido estrangulado.

—No vas a... — Kyungsoo se detuvo a mitad de frase.

Baekhyun se levantó, provocando un desastre y salpicando agua por todas partes mientras salía de la bañera. A su ropa le iba a llevar días y días secarse, pensó, e iba a oler como ogalpi hasta que hiciera la colada.  —Estoy pensando en instituir una regla de no café después de las diez de la noche —dijo Baekhyun. Fuera del agua, hacía demasiado frío. —¿Qué piensas de eso?

—Te dejaré salirte con la tuya esta noche — dijo Kyungsoo —Sólo esta noche.

—Chocolate caliente entonces— dijo Baekhyun, envolviéndose en una toalla.

Kyungsoo entró en la cocina veinte minutos más tarde, vestido todo de negro con el pelo peinado perfectamente. La capucha de la sudadera estaba arrugada, los cordones demasiado estirados. Organizaba las latas y tarros de la encimera mientras Baekhyun mezclaba el chocolate caliente con cuidado, para deshacer los grumos.

—¿Delicioso? —preguntó, cuando Kyungsoo dio un sorbo al chocolate y cerró los ojos. Sus manos eran completamente firmes, pero se parecía a Kyungsoo otra vez, en lugar del hombre de ojos salvajes que Baekhyun había metido bajo la ducha. —En realidad es muy difícil encontrar del tipo bueno, mi hermano me lo envía desde Busan. —una de las pocas maneras en la que Baekbeom todavía se comunicaba. Baekhyun no debía de ser tan amargo. Baekbeom nunca había sido muy bueno con la gente, ni siquiera con Baekhyun.   —Creo que lo obtiene de una tienda de importación de allí: recibo grandes paquetes en el correo junto con cartas que dicen cosas como "Esto era caro" o "Espero que no te importen los malvaviscos deshidratados “ No puedo con el café y el té me hacen pensar en medicina, así que bebo esto.

Kyungsoo abrió los ojos de nuevo, fijando a Baekhyun con una mirada intensa. Baekhyun se sentía como un insecto bajo el cristal, pero también como si Kyungsoo estuviera midiéndolo. La boca de Kyungsoo fue de un poco fruncida a suave, y luego tomó otro sorbo. —Es delicioso.

—¿Estas ...?— Baekhyun raspó la parte superior del chocolate en polvo, y lo vertió desordenadamente en la taza antes de remover descuidadamente. Kyungsoo lo miró, y luego miró de la taza de Baekhyun a la suya, con la que Baekhyun había usado tiempo y cuidado para mezclarla. —¿Te sientes mejor?

Kyungsoo bajó la mirada. —Lo estoy — dijo, algo incrédulo, y Baekhyun no pudo evitarlo. Dejó su chocolate en la encimera y extendió las manos hacia ambos lados del cuello de Kyungsoo, tirando de la tela de la capucha para moverla a lo largo de los cordones. Cuando la capucha estuvo retirada y bien colocada, se dio cuenta de que había desordenado el pelo de Kyungsoo, así que le peina  de nuevo el pelo de la nuca para arreglarlo, porque Kyungsoo lo odiaría, si pudiera verlo.

—Por supuesto que sí — dijo Baekhyun. —¿No te dije que el seom ogalpi era mágico?— Se apartó.

Las orejas de Kyungsoo estaban maravillosamente rojas. Baekhyun podía sentir la ansiedad del día que se desenrollaba de sus extremidades, retirándose como vides de hiedra que le ahogan.

Las manos de Kyungsoo eran más firmes. Las puntas de los dedos seguían pareciendo pasas, por el agua. Dejó la taza con una mano y alzo la otra para cubrirse la nuca, donde Baekhyun le había tocado.

—No estoy seguro de que la magia venga del seom ogalpi en absoluto— dijo, mirando hacia abajo, y Baekhyun cogió su chocolate para tomar un sorbo.

 

 

 

 

 

Baekhyun abrió la nevera a la mañana siguiente y maldijo. Se había quedado sin el kimchi que la madre de Jongdae le había enviado.

Ya que estaba bastante seguro de que Kyungsoo todavía estaba dormido, Baekhyun calculó que tenía tiempo suficiente para correr hasta la casa de Jongdae y recoger más. La madre de Jongdae siempre tenía un paquete listo para él. Estaba llena de pequeñas bondades como esas, como Jongdae.

La caminata al pueblo fue mucho más fácil esa mañana que el día anterior, sobre todo porque Baekhyun no estaba tratando de localizar a un huésped rebelde.

Llegó a la casa de Jongdae y abrió la puerta. Nadie cerraba nada por aquí, y Baekhyun había  sido bienvenido en esa casa durante tanto tiempo que nunca pensaba en llamar a la puerta.

Sólo que quizás debería haberlo hecho, porque en la sala principal, en lugar de la madre de Jongdae, que pasaba las mañanas temprano como esas limpiando marisco del mercado para desayunar, encontró a Jongdae y a Soojung preparándose para irse.

Ambos estaban bien vestidos. Jongdae llevaba un par de vaqueros ajustados y un suéter. Tenía el abrigo a mitad de poner, colgándole de los codos. Soojung lleva calcetines finos, bonitos e inútiles, del tipo que usaba con tacones.

Jongdae tenía una mano en el pelo de Soojung, y ella tenía las suyas en su pecho. Ella se estaba riendo, y mirando a Jongdae con esa extraña ... dulzura que Baekhyun realmente no asociaba con Soojung en absoluto. Jongdae la besó, en la mejilla, pero casi, en la comisura de la boca.

—¿Desde cuándo pasa esto? — preguntó Baekhyun, su voz saliendo mal. No quería sonar tan enfadado, pero tal vez era demasiado difícil de ocultar, o tal vez la ira y la traición sonaban igual en la voz de Baekhyun: áspera, ronca y demasiado fuerte.

—Baekhyun — dijo Jongdae, levantando la mirada rápidamente. —¿Qué estás haciendo aquí?

Soojung dejó caer sus manos, y Jongdae tiró de su abrigo hasta que estuvo en su sitio. Estaban intercambiando esa mirada, y Baekhyun no podía descifrarla, pero podía adivinar lo que significaba.

Cuando Jongdae lo miró de nuevo, también había pánico, la misma mirada en la cara de Jongdae como la de aquella vez que había llenado el termo de agua de su profesor de segundo con renacuajos y esperando que gritara, pero en vez de eso había mirado al profesor bebérselos sin notar nada  hasta el último sorbo.

Baekhyun conocía la mayoría de las caras de Jongdae, pero no la que llevaba puesta cuando sus labios habían estado al borde de la boca de Soojung.

—Lo siento — dijo Baekhyun— No quise interrumpir vuestra cita.— Se metió bruscamente las manos en los bolsillos del abrigo y retrocedió un paso hacia la puerta.

—Baekhyunnie oppa, no ...— El largo pelo rojo de Soojung era muy vibrante contra el abrigo blanco. Baekhyun nunca antes había visto ese abrigo. Debía estar yéndose de regreso hoy a la ciudad y llevando a Jongdae con ella. Jongdae, que la había besado sólo porque no sabía que Baekhyun había estado ahí.

—¿No es lo que parece? —Baekhyun preguntó. —¿Es lo que vas a decir?

Deseaba estar más sorprendido.

—Lo es — dijo Jongdae. Su mano se deslizó en las de Soojung, sus dedos se entrelazaron, y es Navidad, pensó Baekhyun, “un día de amantes.”  —Soojung y yo hemos llevamos saliendo un tiempo.

—Es curioso — dijo Baekhyun, rígidamente — porque eso parece como el tipo de cosas que le dirías a tu amigo. —su cabeza estaba algo nublada, y su estómago estaba revuelto, el ácido removiéndose y saltando. —Pero supongo que la cortesía básica era demasiado pedir.

Se marchó, ignorando el grito de Jongdae a su espalda. No había llegado a pedir el kimchi, pensó, entumecido, mientras regresaba a la pensión. Ni siquiera había visto a la madre de Jongdae. Se habría reído, si Baekhyun le hubiera deseado una feliz Navidad y le hubiera besado la mejilla.

Besado su mejilla de manera diferente de como Jongdae había besado a Soojung.

Ni Jongdae ni Soojung trataron de seguirlo. Entonces Baekhyun supuso que realmente no les importaba, que estuviera enfadado. ¿Por qué deberían, realmente? Ellos se tenían el uno al otro, y Baekhyun tenía ...

Baekhyun tenía la pensión. La pensión y el santuario y los emails de Yixing y todos los susurros de los arboles de alcanfor.

Kyungsoo estaba en la cocina cuando Baekhyun regresó, tomando café y leyendo algo en su portátil. De repente, la pensión parecía muy pequeña.

—¿Quieres ir de viaje? — preguntó Baekhyun, antes de pensarlo dos veces.

—Estoy de viaje — dijo Kyungsoo, levantando la vista del portátil. Sus cejas estaban juntas, y estaba tenso de nuevo. —¿Recuerdas?

—Podríamos explorar la 1132 —dijo Baekhyun. —La Autopista Costera. Recorre todo el borde de la isla. — cuanto más pensaba en ello, más le gustaba. —Dos o tres días para mostrarte muchos de los puntos turísticos más importantes. Es un viaje bonito, incluso en invierno.— Podían coger prestado el coche de Minseok, estaba seguro, si Kyungsoo no quería conducir. Minseok ni siquiera le preguntaría para qué era, solo le daría las llaves a Baekhyun y diría que volviera él y el coche de una sola pieza.  —¿Qué te parece?

—¿Por qué ahora?— preguntó Kyungsoo. Sin embargo, parecía interesado, Baekhyun lo sabía. Había aprendido la forma en la que Kyungsoo escuchaba con más atención cuando quería saber algo, la forma de sus dedos quietos sobre las teclas del portátil y su cabeza inclinada ligeramente hacia la izquierda.

—Porque es Navidad — dijo Baekhyun —y pensé que te vendría bien una distracción.

Pensó en las manos de Jongdae y de Soojung entrelazadas, dos hilos de cuerda formando una línea más gruesa. —Y honestamente, ahora mismo, a mi me vendría bien una también.

La mirada de Kyungsoo se afiló, y Baekhyun se preguntó qué era lo que Kyungsoo veía, cuando hacía eso. Cuando miraba así a Baekhyun.  — Yo conduzco — dijo.

—Por mi vale — dijo Baekhyun —Coge una mochila y tres cambios de ropa, y vamos.

 

 

 

 

 

—¿Estás listo?— preguntó Kyungsoo. Apenas eran las diez de la mañana, y Baekhyun no había tardado mucho en hacer la mochila y cerrar toda la pensión. Rara vez usaba las llaves para la puerta principal y los edificios laterales. Había guardado su portátil en el armarito del vestíbulo, mientras Kyungsoo se había apoyado contra la pared, con los brazos cruzados, observándolo con esa pesada y escrutadora mirada.

Y cuando su mochila estuvo en el asiento trasero del coche jodidamente caro de Kyungsoo, y su abrigo estuvo desabrochado mientras jugaba con la calefacción de los asientos, Baekhyun había empujado con fuerza a Jongdae y Soojung al fondo de su mente, junto con todo lo demás.

Kyungsoo parece notablemente menos tenso. A lo mejor le gustaba conducir. Baekhyun no se sorprendería si Kyungsoo fuera exactamente el tipo de persona que nunca le dejaría conducir a nadie más. Cuando Kyungsoo introdujo el primer destino en el GPS, Baekhyun volvió a notar la forma en la que su pelo no parecía absorber ninguna luz. —¿Así que, podemos irnos?

—Bueno... — Baekhyun dijo, asegurándose de arrastrar el sonido, y Kyungsoo golpeteó con la mano el borde del volante.

—¿Qué pasa? —preguntó, y Baekhyun lo mira con una evidente falsa solemnidad.

—No hay manera de que podamos ir a ninguna parte así — dijo Baekhyun.

Kyungsoo le echó una mirada fulminante. —¿Tienes miedo a los coches o algo así? —Paró con la mano, pero su pulgar todavía tamborileaba con impaciencia.

Baekhyun se sentó recto en su asiento. —Por supuesto que no —dijo — Aunque esto es imprudente.

—Ni siquiera he empezado a conducir — dijo Kyungsoo, entrecerrando los ojos hacía Baekhyun peligrosamente. —No sabes si conduzco imprudentemente o no.— Baekhyun hizo todo lo posible para no reírse, dándole a Kyungsoo su mejor disparo con una mirada seria. —Ponte el cinturón de seguridad.

—Me niego a ir a ninguna parte sin un casco— dijo Baekhyun, y Kyungsoo lo miró fijamente por un momento antes de golpear con fuerza el muslo de Baekhyun con su mano más cercana que picó, y Baekhyun se echó a reír.

—Eres un gilipollas — dijo Kyungsoo —Espero que te abras la cabeza como un huevo algún día.

—Me echarías terriblemente de menos — respondió Baekhyun, todavía riendo.  Aseguró su cinturón de seguridad con un click cuando terminó, mientras Kyungsoo comprobaba los espejos. Era como si un pequeño globo lleno de alivio hubiera aparecido dentro de su pecho. —Estoy listo, Kyungsoo.

Kyungsoo gira la llave de ignición. El coche ronroneó de vuelta a la vida. Baekhyun se sentía como si estuviera en una película de acción o algo así. Poniendo su mano en la palanca de cambios, Kyungsoo vaciló antes de empezar a conducir.

 —Si estás molesto, no tienes que fingir que no lo estas, por mí.

—No lo estoy — respondió Baekhyun, volviéndose para mirar por la ventana.

—Estabas molesto antes.

—Sí, lo estaba, pero no tengo que preocuparme por eso en tres días.

—Si tú lo dices — dijo Kyungsoo. Encendió la radio. No sonaba nada más que estática. —Puedes elegir la música.

Se dirigieron  a la 1132, y empezaron. Baekhyun enchufó su reproductor de mp3 y lo reprodujo a través de los altavoces del coche, una extraña mezcla de música pop y rock alternativo estadounidense. A Kyungsoo no parecía importarle. Cantaba con algunas de las canciones. El camino estaba casi vacío, pero él miraba con cuidado de todos modos, ralentizando antes de pasar los autobuses. El GPS ocasionalmente emitía un pitido, diciéndoles que continuaran recto.

—Esto es ecléctico.

Baekhyun había hecho esta lista de reproducción para Chanyeol, la última vez que había salido en un viaje en coche como este.

—No he hecho esto en varios años — dijo Baekhyun, hablando por encima de la música. — Conduciendo una larga distancia.  Esta fue la música que escuchamos cuando Jongdae, Chanyeol y yo fuimos hasta Jeju-si.

—Tú eres el pop, así que Chanyeol debe ser lo otro.

—Nirvana — dijo Baekhyun — Él toca estas cosas en la guitarra, también. Soojung siempre corrige su inglés.

—Todos vosotros habéis sido amigos durante mucho tiempo." Kyungsoo estaba mirando hacia adelante. Baekhyun esperaba que eso significara que no vio a Baekhyun saltar.

—Bueno, Chanyeol es más reciente — dijo Baekhyun. —Sólo se mudó aquí hace unos años, por los ponis.

—Pero tú , Jongdae y Soojung — dijo Kyungsoo —Habéis sido amigos durante la mayor parte de vuestras vidas, ¿verdad?

—Sí, parece una eternidad, sobre todo yo y Jongdae. — Baekhyun podía recordar cada cumpleaños que habían celebrado, y cada broma que habían gastado. Podía recordar tanto, sobre sus vidas, y sobre todos los secretos e historias que habían compartido.

Eso es probablemente la parte que más dolía, sobre lo que había sucedido esa mañana. Jongdae le había guardado un secreto a Baekhyun, y Baekhyun debería haber sabido sobre ese.

—Jongdae y Soojung están saliendo — dijo Baekhyun, y Kyungsoo rápidamente desvió su  mirada para mirar a Baekhyun antes de enfocarse de nuevo en la carretera.

—Pero eso ya lo sabías — dijo Kyungsoo, después de una pausa. —¿Verdad?

Había sido difícil no verlo, el que algo había cambiado.

— Lo sospechaba — admitió Baekhyun. —Pero como no dijeron nada, asumí que estaba leyéndolo mal, o tal vez que no había ocurrido todavía.— inclinó la cabeza hacia atrás contra el reposacabezas. —Pero me los he topado esta mañana, muy acaramelados. Yo sólo quería kimchi.

—¿Os habéis peleado? —Kyungsoo pulsó algo a la derecha del volante, y el volumen de la música bajó. Baekhyun ahora  podía oírse pensar, y deseó no poder.

—Pelearse implica que esperé a escucharlos intentar decir alguna excusa por mentirme — respondió Baekhyun.  —Jongdae ni siquiera ... — si lo hubieran intentado con más fuerza, Baekhyun probablemente los habría escuchado. Pero no lo hicieron. Simplemente… lo dejaron ir.

—Estás más enfadado con Jongdae que con Soojung. —Kyungsoo no preguntó, más bien afirmó, y Baekhyun se volvió para mirar por la ventana, a la hermosa línea de costa que estaban pasando mientras  Kyungsoo conducía por la escasamente poblada Autopista Costera.

—Soojung ... — Baekhyun presionó la temperatura de su asiento un punto más caliente. ——Soojung siempre ha tenido sus secretos, y eso está bien. Y ella tiene a Jinri. Creo que ella y Jinri se cuentan todo. Por lo menos eso es lo que dice Chanyeol. Pero Jongdae y yo ... nos contamos todo. Las cosas embarazosas, las felices, y las cosas terribles, también, las cosas que nunca le diríamos a nadie más.— Se mordió el labio inferior. —Eso es ... eso es lo que hacen los mejores amigos.

—¿Lo es? — Kyungsoo reflexionó, entonces el GPS les indicó que tenían que salir de la carretera. Él giró, y Baekhyun se dobló en el asiento tanto como el cinturón lo permitía. —Podría haber tenido una buena razón. — Kyungsoo le dijo ligeramente, pero sus manos sujetaban con fuerza el volante.  —A veces la gente no dice algunas cosas porque piensan que es mejor dejarlas sin decir. Más fácil.

—Yo prefiero saberlo — dijo Baekhyun. —Prefiero saberlo incluso si no me gusta.

Cuando Kyungsoo se detuvo en el aparcamiento, frente a la gran señal azul que señalaba la dirección a la cascada, Baekhyun desabrochó el cinturón de seguridad antes de que Kyungsoo apagara el coche.  —Yo ... ni siquiera me importa que estén juntos, sea lo que sea, ¿sabes? Sólo me importa que ellos ...

—No te lo dijeran — dijo Kyungsoo.

—Sí — dijo Baekhyun —Eso — Era más que eso, pero Baekhyun no sabía cómo ponerlo en palabras para Kyungsoo. La soledad era un sentimiento muy grande. Era mucho más grande que la palabra que se le había asignado para expresarla.

Todo el mundo siempre está dejando a Baekhyun atrás, de muchas diferentes maneras.

Kyungsoo lo miró por un minuto, y se acercó y apoyó  la mano en el muslo de Baekhyun. No dijo nada, pero no lo necesitaba. Sólo dejó que la mano permaneciera ahí, por un momento, cálida y reconfortante, y luego se fue, saliendo del coche, y Baekhyun se apresura a seguirlo.

Baekhyun abrió la puerta trasera y sacó los gorros de punto de su mochila antes de cerrarla. Corrió alrededor del coche, cerrándose la chaqueta, y Kyungsoo siguiendo su ejemplo. Cuando sostuvo el sombrero en alto, Kyungsoo suspiró, pero no hizo ningún movimiento para cogerlo.

—¿Vas a dejar que te ponga el gorro? — preguntó  Baekhyun, y Kyungsoo se encogió de hombros.

—No me importa—  dijo, y miró hacia otro lado, casi como si estuviera avergonzado. —Supongo que me he acostumbrado a ti.— Baekhyun se rió de él, poniéndole el gorro desordenadamente. Con el pelo de Kyungsoo más corto, Baekhyun echó de menos los mechones que habían cosquilleado las mejillas de Kyungsoo por un tiempo, mucho más allá del borde doblado del gorro. Baekhyun usó ambos pulgares para alisar las cejas de Kyungsoo cuando hubo terminado de ajustar el sombrero.

—Hemos recorrido un largo camino desde las amenazas de rotura de dedos — dijo Baekhyun, y Kyungsoo le dirigió una mirada, diciéndole que no tentara su suerte, lo que sólo hizo reír a Baekhyun de nuevo. —Eres tan lindo, mi Kyungsoo.

—Voy a empujarte por la cascada — dijo Kyungsoo, mientras Baekhyun ajustaba su propio gorro, sin molestarse en bajarlo sobre las orejas.

Había un camino hacia la cascada. No había mucha gente alrededor, gracias al viento fuerte y la temperatura fría, pero todavía había un montón de follaje a lo largo del borde del camino que conducía a Cheonjiyeon. Los arboles castos eran altos, y Kyungsoo se paró para mirar. —¿ Llegan a ser tan grandes?

—Más grandes—  dijo Baekhyun —Lo hacen mejor siendo salvajes, sin nadie que restrinja como de lejos se esparzan las semillas.

—Parecen diferentes en la cocina.

—Todo parece un poco más pequeño, allí. Debe ser la valla imaginaria.

—Creo que todo lo que allí parece un poco más claro. —Kyungsoo sonrió a Baekhyun. —Creía que me ibas a enseñar una cascada.

Cruzaron una vieja balsa hasta la siguiente parte del camino. A medida que caminaban por el sendero ajardinado, a través de un jardín con todo tipo de flores raras, muchas de ellos latentes en invierno, Kyungsoo andaba más cerca de Baekhyun.

 —Mi hermano y yo vinimos aquí con Jongdae y Jongdeok una vez — dice Baekhyun —Fue justo después de que Jongdeok consiguiera el carnet — se rió — Todo eran parejas.

—No hay parejas en este momento — dijo Kyungsoo —Solo nosotros.

—Sólo nosotros — Baekhyun estaba de acuerdo.— Aunque eso podría cambiar si el día se hace más cálido.

Bajo del puente de hormigón que cruzaron, los carpas nadaban justo debajo de la superficie del agua, parpadeos de naranja y crema en el estanque gris verdoso.

—Bonito — dijo Kyungsoo. Se acuclilló y Baekhyun se detuvo a esperarlo. Sostuvo los dedos hacia fuera, y algunos de la carpa salieron del agua y le rozaban con boca los dedos.

—También hay anguilas en el agua — dijo Baekhyun — Así que tal vez no quieras acercarte más que eso.

Cruzaron otro puente, esa vez uno alto con barandillas de madera, y había más gente allí, con caras cámaras alrededor de sus cuellos.

La cascada era la más pequeña de las tres de la isla, pero Baekhyun siempre había pensado que era bonita. Con la nublada iluminación, se podía ver los patrones de basalto, brillantes líneas metálicas en la gruesa piedra.

Kyungsoo sacó su móvil del bolsillo del abrigo e hizo una foto de la cascada. —Para mi hermano —dijo, cuando Baekhyun miró por encima del hombro.  —Siempre quiso venir a Jeju, nunca vivimos en Corea lo suficiente antes de entrar en el ejército, entonces yo también entré en el ejército.

—¿Así que solo has trabajado para tu empresa por un año?

—Empezando el segundo — dijo Kyungsoo — Y también hice las practicas allí durante la universidad. —Giró el teléfono hacia Baekhyun, y el teléfono hizo un sonido de captura mientras Baekhyun le dirigió a Kyungsoo un signo "V" triunfante.

Baekhyun cogió el teléfono de Kyungsoo. La cámara era fácil de usar, el gran botón en la parte inferior de la pantalla táctil le permitió hacerle una foto a Kyungsoo frente al paisaje. — Vamos a hacernos una juntos — dijo Baekhyun. Lanzó un brazo alrededor del cuello de Kyungsoo, acercándolo, hasta que sus mejillas se tocaban, y Kyungsoo dio un gritito. Con la otra mano, fue a sostener el teléfono, pero Kyungsoo lo detuvo, cogiéndole de la chaqueta.

—Puedes cambiarlo — dijo, y presiono algunas cosas en la pantalla que hicieron que sus caras aparecieran en lugar del paisaje.  —¿Cuántos años tiene tu móvil, si no tiene una cámara delantera?

—2007 — dijo Baekhyun. — Y todavía funciona. — alzó el brazo otra vez, y después encontró sus caras. Estaban descentradas, y Baekhyun gruñó. Kyungsoo se rió de él, y en el momento en que los ojos de Kyungsoo se arrugaron hacia arriba, Baekhyun hizo la fotografía.

—Me has hecho reír — dijo Kyungsoo.  —Tenemos que hacerla otra vez.

—Tienes la mejor sonrisa — dijo Baekhyun, mientras Kyungsoo levantaba el brazo de Baekhyun de su hombro y salió de debajo de él. —¿Puedes enviarme esto por email?

Kyungsoo cogió el teléfono y bajo la mirada hacia la foto. La miró fijamente y luego se lamió los labios. —Claro — dijo  —Sólo dame tu dirección más tarde.

Dejaron la cascada, y Kyungsoo insistió en conducir hasta el próximo aparcamiento, sólo a unos cuatro minutos en coche, en lugar de caminar.  —Incluso odias las caminatas pequeñas — Baekhyun se burló, y Kyungsoo frunció el ceño.

—Si vamos andando a todas partes, luego tenemos que regresar al coche — dijo —Así, ni siquiera esperas por algo.

—Eso es muy mórbido — dijo Baekhyun. —Quién sabe lo que verías en ese viaje de regreso.— puso las manos en los bolsillos de sus vaqueros.

Caminaron a través del puente Saeyeongyo a la isla de Saseom. Kyungsoo le hizo parar en la parte superior de las escaleras del puente para poder hacer una foto de la forma en que los escalones formaban una espiral hacia abajo ellos, recubiertos de blanca pintura fresca.

—Este fue construido muy recientemente — dijo Baekhyun. — Puede que en ¿2008 o 2009? fue para hacer la isla más accesible. —  se rió —La isla era famosa por sus pájaros, lo decían por la radio, cuando empezó la construcción, mi abuela solía escuchar la radio con mucha religiosidad, y recuerdo ese día claramente porque Jinri dijo que" deberían amurallarla “ cuando oyó que estaban construyendo el puente . — sonrió ante la expresión perpleja de Kyungsoo. —Jinri le tiene miedo a los pájaros, le encanta hasta el más salvaje de los caballos, pero un pajarito y te la encontrarás gritando y corriendo colina arriba.

Las nubes empezaron a desplazarse a medida que avanzaban, dejando asomar parches de luz del sol. La madera del puente contrastaba intensamente con el blanco brillante de la barandilla, ahora que había más luz.

—Cuando este lugar fue construido — dijo Baekhyun — Jongdae insistió en que habían reemplazado a los ferris que solían cruzar a la gente con un puente que se parecía a un barco.

—Hay muchas islas pequeñas como esta, ¿no?

— Yo soy de una — dijo Baekhyun — Soy originario de la isla de Gapa. Ahí es donde vive la familia de mi padre, y mi padre también, supongo.

—¿Está cerca de la isla, como esta? — preguntó Kyungsoo, y Baekhyun negó con la cabeza.

—No tan cerca. Es un viaje de veinte minutos en barco cuando hace buen tiempo.— con mal tiempo, era imposible. Baekhyun todavía lo recordaba.

—¿Así que tu madre siguió siendo buceadora después de casarse con tu padre?

—Mi padre es pescador — dijo Baekhyun. —Mi madre era una buzo. Ambos tenían carreras bastante peligrosas. — Jugueteó con la cremallera del abrigo, tirando arriba y abajo y dejando que el movimiento repetitivo lo distrajera. —Mi madre solía poner los zapatos al revés todas las mañanas en la puerta, es lo que hacen los haenyeo, porque no saben si volverán o no. Cuando llegaba a casa, los ponía bien y yo iba y me aseguraba de que estuvieran junto a los míos. —Kyungsoo escuchaba atentamente, cuando Baekhyun se vuelve para mirarlo.  —¿Qué?

—Siempre hablas mucho — dijo Kyungsoo —pero cuando hablas de ti mismo como ahora, quiero escuchar.

—No soy ni de cerca tan interesante como tú — dijo Baekhyun, golpeando a Kyungsoo con el hombro.

—Pero lo eres — dijo Kyungsoo —Yo...  —se fue apagando, y se enroscó, simplemente así, y Baekhyun se quedo atónito con eso. Estaba seguro de que no había dijo nada esta vez. Tal vez los propios pensamientos de Kyungsoo se habían desviado en una dirección que no le gustaba.

Estaba bien, sin embargo. Baekhyun podía ser paciente. Los erizos siempre se olvidaban de que estaban a salvo contigo, y tenias que ganártelos una y otra vez. Baekhyun era bueno en eso.

No llegaron a la isla. Kyungsoo afirmó que podía ver lo suficiente desde el puente, y Baekhyun estaba tan contento de ver a Kyungsoo sonreír que estuvo de acuerdo.

Mientras él y Kyungsoo regresaban al coche, los problemas de Baekhyun en Jeolbyeog-ri, los que le estarían esperando tan seguramente como la pensión, parecían muy lejanos. Se preguntaba si era lo mismo para Kyungsoo.

El último sitio al que fueron ese día fue a la roca Oedalgae. En ese aparcamiento habían ya tiene tres autobuses estacionados en él, a pesar del tiempo. Uno de ellos estaba a punto de marcharse, la gente llenándolo rápidamente, revisando las fotos de las cámaras y desabrochándose los abrigos mientras subían los escalones del autobús.

—Hay varios hermosos senderos que salen o llegan por aquí —dijo Baekhyun, mientras avanzaban por el camino de madera hacia el punto de referencia. —Aunque están en la costa. — señaló hacia abajo, donde turistas y excursionistas por igual caminaban por el amplio camino Olle.

—Hay mucha gente aquí para ver este lugar.— Kyungsoo usó un dedo para rascarse la líneas del pelo.

—Aquí fue donde rodaron Daejanggeum— dijo Baekhyun. -Ya sabes, el drama.

Cuando se subieron a la barandilla, se les presentó una vista bastante extensa de la piedra sobresaliendo del océano como un pilar, los pinos creciendo inesperadamente desde la cima, pero Baekhyun sabía que podían hacerlo mejor. Se subió al primer peldaño de la valla y luego osciló una pierna, pisando sobre los acantilados del otro lado de la valla.

—¿Qué estás haciendo?

—Obtener una mejor vista — dijo Baekhyun. —¿Vienes?

—La valla está aquí por una razón — dijo Kyungsoo, y Baekhyun arrugó la nariz, señalando a las otras personas que ya habían pasado por encima de la cerca para conseguir mejores fotos.

—Vive un poco — dijo Baekhyun, y le sonrió a Kyungsoo, quien suspiró, y copia los movimientos previos de Baekhyun. Sus piernas no eran tan largas, y Baekhyun lo estabilizó rápidamente con una mano en el hombro de Kyungsoo y una en la cadera, soltándolo tan pronto como Kyungsoo hubo recuperado el equilibrio. —Mira, todavía estás vivo.

—Calla — dijo Kyungsoo, y Baekhyun se rió, arrastrándolo a lo largo de los acantilados pasando a una pareja haciéndose una selfie y a dos adolescentes sentados en el borde mirando el agua.

El océano, hoy, estaba espumoso, las olas lamían y se encrespan en la costa. Oedalgae se erguía alta y solitaria, y el fuerte viento inclinaba los pinos hacia ellos.

—Había una vez un marinero — dijo Baekhyun —que salió al mar y nunca volvió. Su esposa se internaba en el agua, cada vez más, esperando a que volviera. Esperó y se convirtió lentamente en la piedra que sale del océano .

—Y se convirtió en Oedolgae — dijo Kyungsoo — La Roca Solitaria.

—Sí — dijo Baekhyun, el viento le ardía en las mejillas. Kyungsoo tenía los ojos entrecerrados mientras miraba hacia el mar con las mejillas rosadas por el frío. —Ella todavía está esperando.

—¿Eso es romántico? — preguntó Kyungsoo, y Baekhyun sacudió la cabeza.

—Nunca lo he considerado romántico — respondió Baekhyun —Siempre he pensado en ello como en otro ejemplo de lo resistentes que son los habitantes de Jejudo.— se encogió de hombros —Después de todo, ¿no es eso por lo que somos famosos?

—¿Pensaba que era por el  viento, las rocas y las mujeres? — dijo Kyungsoo, y Baekhyun se rió de él.

—Eso también, naturalmente.

Kyungsoo miró hacia atrás a la piedra. —Es hermoso, de todos modos—  dijo — La forma en que se levanta tan orgullosamente contra el cielo.

Kyungsoo hizo una foto con el teléfono, y luego regresaron a la barandilla. Baekhyun la subió primero y luego le echó una mano a Kyungsoo.

Abajo, por la línea de costa, siguieron la marea de gente hacia las cuevas donde los isleños locales se habían escondió durante la guerra. Las cuevas habían sido parcialmente acordonadas durante los meses de invierno, pero Kyungsoo no parecía querer fotos, de todas formas.

—Tenías razón— le dijo a Baekhyun —Ni un solo oso.

— Aunque llenas de cangrejos— respondió Baekhyun, y Kyungsoo se rió. Sus cejas siempre se inclinaban hacia abajo en los bordes, cuando se reía. Era una expresión extraña, como si Kyungsoo no pudiera creerse que se estuviera riendo. A Baekhyun también le gustaba la forma de los ojos de Kyungsoo, cuando se reía, la línea de agua se curvaba hacia arriba por el centro hasta que sus ojos tenían la misma pendiente que las colinas.

Cenaron en un pequeño restaurante local en Changcheon-ri, un pueblo pesquero a tiro de piedra de Seogwipeo-si, pidiendo avena de abalón porque Baekhyun insistió. —Es una exquisitez —dijo —Es esto o ramen con mezcla de mariscos— y Kyungsoo le consintió.

Comieron en una mesa cercana a la ventana, mirando al sol ponerse en el puerto.

Estaban lo suficientemente cerca de Jeolbyeog-ri para poder conducir de vuelta, pero ninguno de ellos realmente quería. Kyungsoo no se quejó cuando Baekhyun cogió su móvil y buscó pensiones locales en la zona mientras terminaban de comer, encontrando unas pocos online y luego usó su propio teléfono para llamar y ver si había habitaciones disponibles.

Se registraron en una pensión de Changcheon-ri junto al mar. El camino de entrada hasta la puerta principal estaba lindamente adoquinado, iluminado por pequeñas luces de patio. Había cestos amarillos apilados, quizás para clasificar la pesca, sobre la plataforma delantera. No se perecía en nada a la pensión de Baekhyun, con sus habitaciones estilo hotel y camas occidentales, tableros de madera, cojines mullidos, y cara calefacción de suelo. Una pareja europea se estaba registrando al mismo tiempo que ellos, y la habitación frente a ellos estaba ocupada por tres hombres chinos, que Baekhyun se enteró estaban allí en Corea con visas de estudiante, estudiando en Seúl. Baekhyun intentó algunas frases en chino, y mientras se reían, lo corregían amablemente, arreglando su tonos hasta que dijo "mi nombre es Baekhyun, y ¿cómo estás?"  en un perfecto acento de Pekín.

En la planta baja, dos músicos de Gwangju estaban tocando la guitarra. —Yixing toca la guitarra — comentó Baekhyun, mientras él y Kyungsoo dejaban las mochilas en la habitación. Debido a que no habían reservado con antelación, sólo quedaba una habitación individual con una cama doble, si no querían dormir en un dormitorio común. Baekhyun le había dicho riendo al dueño que compartir una cama no era gran cosa cuando Kyungsoo se había quedado en silencio con respecto al tema.

Había una bonita vista desde la parte trasera de la habitación, donde más de la mitad de la pared era un ventanal de cristal con persianas blancas, y después de una ducha rápida, Baekhyun se encontró vagando por el patio que le había llamado la atención durante todo el camino desde la entrada a la habitación. Habían ganchos para las hamacas, pero las retiraban en invierno. Desde el borde del patio, Baekhyun podía ver las casas de la costa y el puerto.

Se sentó en la hierba. El suelo estaba frío, pero no lo suficientemente como para disuadirlo. Aunque sí se cerró el abrigo cuando el viento sopló desde el océano. Baekhyun inspiró y olió la sal. También podía oler la nieve en el aire. Tal vez esa noche, pensó, mientras durmieran, habría una tormenta.

—La cama está calentada — dijo Kyungsoo, y Baekhyun gira el torso —¿Así qué, por qué pareces a punto de dormir en el césped?

—No lo estoy— contestó Baekhyun. Su pelo todavía estaba húmedo, metido bajo la capucha de la sudadera, y una ráfaga de viento particularmente violenta le envió un aire frio que lo atravesó. —Sólo apreciaba las vistas.

No había esperado que Kyungsoo se sentara a su lado y le diera una nueva botella de soju Mt. Halla. — Me la ha dado el dueño.

La abrieron con un crack, bebiendo directamente de la botella. Kyungsoo, al beber el primer sorbo, inclinó la cabeza hacia atrás, y el movimiento de la garganta al tragar acaparó toda la atención de Baekhyun. Kyungsoo se lamió los labios de nuevo después del sorbo, la lengua asomándose para capturar el líquido en las comisuras, y sus dedos rozaron los de Baekhyun cuando le pasó la botella.

Bebiendo su primer sorbo, Baekhyun notó que la boca de la botella estaba tibia por los labios de Kyungsoo.

Mientras bebían, Baekhyun habla de nada, y Kyungsoo fingía no escuchar. Baekhyun se dejó caer de nuevo en la hierba. Miró hacia el cielo en vez de mirar a Kyungsoo, porque mirar a Kyungsoo, con sus ojos serios y su boca llena, le hacía sentirse extraño en este momento. Había pensado que Kyungsoo se volvería menos fascinante con el tiempo, pero Baekhyun no podía dejar de querer conocer todas sus expresiones, y todas las formas en la que su voz subía y bajaba cuando hablaba.

—A Yixing le encantaría este sitio — dijo Baekhyun, cuando los músicos de la primera planta empezaron a tocar otra vez. Alguien se les había unido, tocando uno de los tambores que Baekhyun había visto alineados a lo largo de la pared de la cocina.

—Hablas mucho de él— la cara de Kyungsoo ya había cogido un rubor feroz, cuando Baekhyun le devolvió la mirada. El soju le estaba pegando más rápido, probablemente, debido a todo lo que habían andado hoy. Kyungsoo se recostó con él en la hierba, lo suficientemente cerca como para que Baekhyun lo tocara, si quería.

—Vivió conmigo y mi abuela durante mucho tiempo — dijo Baekhyun —Es parte de la familia ahora.

—¿Viene alguna vez de visita?

—Es caro — dijo Baekhyun —Y yo creo ... — hipó —Creo que tal vez a pesar de que Yixing tiene muchos recuerdos felices de Jeju, dejó a sus fantasmas aquí, no creo que él realmente quiera regresar por ellos — tomó otro sorbo de la botella, y se dio cuenta de que estaba casi vacía. — Aunque dijo que podría venir esta primavera, eso sería bueno. Podremos ver el principio de la temporada de béisbol en la tele.

—El alcohol ha desaparecido— dijo Kyungsoo, sacudiendo la botella. — Mi tolerancia suele ser mejor.

—La mía no lo es —dijo Baekhyun, estirando los brazos por encima de la cabeza —Pero eso ya lo sabías.

—Maravilla de un solo chupito — dijo Kyungsoo, y Baekhyun se acordó de la forma en que Soojung había entretejido sus dedos en el pelo de Jongdae aquella noche.

—Cualquiera pensaría que tendría ya suficiente práctica como para no ponerme rojo después del primer sorbo— dijo Baekhyun, inclinando la cabeza hacia un lado. Kyungsoo estaba de perfil, con los ojos en el cielo. Las luces del puerto y de la pensión por detrás hacían que su piel pareciera brillar. Era difícil para Baekhyun mirar hacia otro lado.  —Con todo lo que Jongdae  y yo hemos nos hemos bebido desde que tuvimos edad para hacerlo.

—En Seúl — dijo Kyungsoo —bebo con mis compañeros de trabajo en bares ruidosos y clubes de jazz.

—¿Cómo es?¿ vivir allí? — Baekhyun podía notar que las palabras se le enredaban.

—No puedes ver las estrellas en Seúl, hay demasiada luz en la ciudad.

—¿Para qué necesitas las estrellas cuando tienes todas esas luces de neón?

—No lo sé — dijo Kyungsoo. Suspiró. —Me recuerdan lo grande que es el universo?. Que hay cosas mucho más grandes que yo.— Baekhyun empezó a hablar, y Kyungsoo lo cortó con un  —Si haces una broma de estatura, que Dios ayude, Baekhyun. No eres mucho más alto que yo.

Baekhyun se rió y siguió mirando al cielo. La risa lo abandonó, y en su lugar se instaló el letargo almibarado de estar bien encaminado a la borrachera.

—A veces las estrellas son hermosas — dijo Baekhyun, después de algún tiempo —y a veces me ponen triste.

—¿Por qué?— El pie de Kyungsoo golpeó el de Baekhyun, los tobillos de ambos frotándose.

—Porque a veces, cuando las miro — dijo Baekhyun, extendiendo el brazo hacia arriba y extendiendo una mano con la palma abierta, —parece que están lo suficientemente cerca como para poder coger una.— entonces cerró la palma. La hierba le hacía cosquillas en la oreja, y todo estaba borroso, por el soju, la somnolencia y por el tobillo de Kyungsoo presionando contra el suyo. Hacía demasiado frío para estar acostado afuera de esa manera, pero el alcohol lo hacía sentir cálido, y a Kyungsoo tampoco parecía importarle el viento, cuando Baekhyun se volvió para mirarlo de nuevo.

Los labios de Kyungsoo estaban separados y Baekhyun podía ver su aliento cuando exhalaba, pequeñas bocanadas de vaho blanco en la oscuridad.

Giró el puño cerrado para que su pulgar y sus dedos estuvieran frente a él. —Pero entonces abro la mano, y nunca habían estado realmente al alcance después de todo.— Se rió, y era una pesada sensación en el pecho en lugar de una de alivio. —Y pienso, que la vida es mas o menos así, ¿no?

—Sí — dijo Kyungsoo. — Lo es — rió —Eso es tan mórbido, Baekhyun.— Su voz tenía cierto deje, como si estuviera imitando a Baekhyun, y Baekhyun se rió, esa extraña melancolía desapareciendo.

—Entonces otra vez ...— Baekhyun bajó el brazo. Su mano se cayó cerca de la de Kyungsoo, sus nudillos se rozaron — Chanyeol me dijo una vez que las estrellas son muy, muy caliente, así que tal vez no querría coger una de todas formas. Quizá esté más seguro con las luces de neón.

—¿De verdad quieres dejar Jeju? — preguntó Kyungsoo. Empezó a jugar con los dedos de Baekhyun, y el pulso de este se aceleró cuando las puntas de los dedos de Kyungsoo exploraron la tela de piel entre cada dedo. Podía oírlo en sus oídos, sobre el sonido de las olas en el puerto, y sobre el viento en los árboles.

—Sí — dijo Baekhyun —pero no, al mismo tiempo. Es complicado pero ...— Cerró los ojos. —Siempre he estado aquí y tal vez quiera estar en otro lugar, experimentar algo más. — se rió entre dientes. —Estoy atado a esta isla, sin embargo, mis raíces están excavadas tan profundamente como las raíces de los árboles, tan profundas que ni siquiera la diosa del viento en su peor momento podría arrancarlas. Es mi hogar, para bien o para mal .

—Un hogar— dijo Kyungsoo —debe ser algo agradable de tener.

—Debe ser agradable tener el mundo, también — contestó Baekhyun, mientras los dedos de Kyungsoo dibujaban un camino por el interior de su muñeca.  —Haber vivido todos esos sitios.

Por un momento, estuvieron callados. La palma de Kyungsoo se deslizó para alinearse con la de Baekhyun, pero no hizo ningún movimiento para coger la mano de Baekhyun. Su mano era muy pequeña.

—Fue interesante — dijo Kyungsoo. —Pero es como ir a la deriva, es fácil seguir adelante, de la gente y de los lugares.

—Un barco sin ancla — dijo Baekhyun, y Kyungsoo tragó.

—Mi madre nació en Jeolbyeogri — dijo, y Baekhyun levantó la mirada de sus manos para mirar a Kyungsoo con sorpresa. —Familia de buceadoras, tenía dieciséis años cuando fue a Jeju-si a estudiar danza y conoció a mi padre cuando estaba aquí en la isla investigando para la tesis doctoral. — miró a Baekhyun, y por un momento, sólo se miraron el uno al otro. —Hace un tiempo me preguntaste por qué elegí Jeolbyeog-ri, lo elegí porque ... — se lamió los labios. —Porque necesitaba escaparme, recomponerme, y no tengo ningún lugar que considere realmente mi hogar. Pero pensé que Jeolbyeog-ri podría ser la elección correcta.

—¿Lo ha sido? — preguntó Baekhyun, y Kyungsoo miró a Baekhyun, solo lo miró, y luego sonrió, completa y abiertamente y en forma de corazón, y Baekhyun se estaba derritiendo, a pesar del frío que se le filtraba a la piel través de la ropa.

—Sí — dijo Kyungsoo, finalmente enrollando sus dedos juntos. —Lo ha sido.

Regresaron dentro veinte minutos más tarde, cuando los dientes de Baekhyun habían empezado a castañear. Había un montón de espacio en la cama doble, y Kyungsoo giró de espaldas a Baekhyun, de cara a la pared.

Baekhyun se quedó dormido al son de la respiración uniforme de Kyungsoo, calentito bajo el espeso edredón blanco, y sintiéndose extrañamente en paz.

 

 

 

—Esta es la Costa de la Cabeza del Dragón— dijo Baekhyun, después de que Kyungsoo aparcara el coche en el aparcamiento.  —Hendrick Hamel naufragó aquí por el 1600. Era un explorador de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.— Kyungsoo le dirigió esa mirada, y Baekhyun se pasó una mano por el pelo antes de ponerse el gorro. —¿Qué?

—Estoy intentando comprender — dijo Kyungsoo, —por qué te iba tan mal en el colegio.— Había comprado una bufanda esa mañana, cuando habían dejado la pensión alrededor de las diez, porque estaba nevando. Ahora, mientras caminaban entre las vallas de madera por un sendero de piedra y hierba, bajando hacia la costa, una fresca y fina capa de nieve atrapaba sus huellas.

—Porque el colegio es aburrido. Hay que estarse quieto y escuchar durante horas al mismo profesor hablar de casi todas las asignaturas, y no puedes hablar ni moverte  ni hacer preguntas hasta el final de la clase— Baekhyun pasó la mano por uno de los troncos de la valla, enviando una gran cantidad de nieve al suelo. —Mi clase no habría sido así, si me hubiera convertido en profesor.

—¿Enseñarías solo historia, entonces? — preguntó Kyungsoo. Estaba mirando el barco que había sido construido en tierra para recrear al holandés que había atracado allí. Justo detrás estaba la estatua conmemorativa, y el camino hasta una real costa formada de lava.

—Sólo la historia de Jeju — dijo Baekhyun. —El resto es soporífero —se rió— Quizás llevaría a Chanyeol como mi invitado diario, él podría explicar a mis estudiantes todo sobre el calentamiento global y las formaciones de nubes de lluvia y todo eso. A él le gustan esas  cosas, las que a la gente normal no le importan.

Kyungsoo se rió en voz baja. —Eres ridículo — dijo, y Baekhyun sonrió.

—Tengo razón — respondió Baekhyun, pateando un poco la nieve frente a él.

Cuando llegaron a la costa irregular, Kyungsoo seguía parándose para tocar las rugosas paredes de roca. —¿Todo esto está hecho de lava?

—Toda esta isla está hecha de lava—  dijo Baekhyun. -A menos que creas que la Abuela Seolmundae creó Jeju, por supuesto.

—¿Tú en qué crees?

—Creo que Seolmundae creó el Monte Halla — dijo Baekhyun con un guiño — y que el Monte Halla hizo el resto.

—¿Lo mejor de ambos mundos?— Kyungsoo pasó la mano por un pedazo de roca.

—¿Por qué no?— dijo Baekhyun — Los viejos mitos y tradiciones ... Es posible que no sean explicables con la ciencia o lo que sea, pero son un tipo diferente de verdad. ¿Eso tiene sentido?

—¿Tienes tú algún sentido? —Kyungsoo respondió, y Baekhyun los hizo caminar de nuevo.

Se detuvieron a comprar abalones frescos a un par de haenyeo. Tenían una manta blanca y rosa extendida a lo largo del acantilado, con tazones llenos de mariscos recién limpiados, directos del mar y todavía crudos.

—¿Quieres probarlo?— preguntó  Baekhyun, después de entregarle a una de las mujeres unos billetes, y cogiéndole el paquete de papel que ella le tendió. Lo desenvolvió y apartó  un pedazo pequeño de los otros y se lo ofreció a Kyungsoo, quien de inmediato abrió la boca. Dejándolo caer dentro, Baekhyun dejó las yemas de los dedos presionando los labios de Kyungsoo mientras este masticaba. —¿Delicioso?

—Delicioso— dijo Kyungsoo, mirando hacia otro lado. Subió sus propios dedos a la boca después de que Baekhyun hubiera apartado los suyos. —¿No deberíamos seguir andando?

Mientras andaban, Baekhyun le contó a Kyungsoo la primera vez que había ido allí, con su hermano, cuando aún era un niño. “Fue incluso antes de conocer a Jongdae ", dijo. "Nuestros padres me trajeron a mí y a Baekbeom aquí, yo sostuve la mano de mi padre, y Baekbeom estaba sosteniendo la de mi madre, creo que estaba emocionado porque estaba esperando a ver al dragón". Se rió entre dientes. "Supongo que no sabía que sólo se podía ver la forma del dragón desde arriba, en helicóptero o algo así".

Baekhyun los condujo ligeramente fuera del camino principal, a una laguna llena de cristalina agua azul, parcialmente helada por el frio. La nieve invadía los bordes, y Kyungsoo inmediatamente sacó el teléfono, haciendo varios fotos. Baekhyun miró por encima del hombro de Kyungsoo mientras este enviaba un mensaje a su hermano. Empujó hacia arriba la imagen de ambos frente a la cascada, para que ya no estuviera en la pantalla principal.

—¿Le has enviado a tu hermano nuestra selfie?— preguntó Baekhyun, y Kyungsoo cerró la ventana de mensajes.

—Te había mencionado en un email — dijo Kyungsoo —Quería saber cómo eras.— su boca se inclinó hacia abajo en los bordes, con su cara no tengo nada más que decir acerca de esto , y Baekhyun asintió, dejando que su barbilla se clavara en el hombro de Kyungsoo. También metió las manos en los bolsillos de Kyungsoo, y la espalda de este se tensó. —¿Qué estás haciendo?

- Tengo las manos frías — dijo Baekhyun.

—¿No tienes tus propios bolsillos? — sin embargo no se apartó, solo hizo otra foto del agua nevada.

—Los tuyos son más calentitos— dijo Baekhyun, y Kyungsoo se relajó, apoyándose en él.— ¿Te importa?

—¿No deberíamos seguir andando?— dijo Kyungsoo, sin rodeos, y Baekhyun estaba seguro de que si Kyungsoo fuera un verdadero erizo, acabaría de haber sido apuñalado en el pecho por todas esas espinas.

—¿Crees que podemos andar así? — Baekhyun bromeó, incluso mientras sacaba las manos de los bolsillos de Kyungsoo y retrocedió, metiéndolas en los suyos. —Tendríamos que sincronizar nuestros pasos. Tal vez podríamos usar esa canción de After School — empezó a tararear, recordando cómo Kyungsoo había conocido la melodía, y se había unido a él cuando habían colgado los calcetines en las cuerdas uno por uno de puntillas. —¿A la de tres?— Baekhyun meneó el trasero, asegurándose de que su cadera golpeara la de Kyungsoo.

—¿Dónde te gustaría que te pegara?— preguntó Kyungsoo, cerrando la mano en un puño suelto, y Baekhyun se rió, demasiado alto, llamando la atención de unos cuantos otros que estaban paseando por allí.

—Donde duela menos— contestó Baekhyun, antes de precipitarse fuera del alcance  de la mano de Kyungsoo, que se había aplanado para darle una bofetada en el brazo a Baekhyun. 

Condujeron toda la tarde. Se detuvieron y pasaron unos minutos en Hyeopjae, a medio camino de Jeju-si, pero la nieve hacía la playa menos atractiva, y pronto regresaron al coche.

—En verano,— dijo Baekhyun — puedes conducir por toda la costa con las ventanas abiertas, y entonces el coche entero huele como la isla.— encendió la música y siguió hablando por encima de ella. — Sólo te sale el tiro por la culata cuando estas por las granjas.

No pararon otra vez hasta llegar a Yeongduam. Compraron té caliente de un vendedor, y Kyungsoo también compró fruta, mordisqueándola mientras salían a ver Yeongduam, la Roca de la Cabeza del Dragón.

- Bueno, cuentame — dijo Kyungsoo, mientras la miraba.

—Que te diga ¿ qué? — Baekhyun se rió cuando Kyungsoo lo golpeó. —De acuerdo, está bien, bueno, esta roca son los restos petrificados de Yimugi, la serpiente mensajera  del Rey Dragón. —Kyungsoo se comió un trozo de fruta seca, y luego le ofreció uno a Baekhyun, quien lo cogió y lo empujó en su boca mientras seguía hablando. —Fue enviada en una peligrosa misión para conseguir una joya preciosa del Monte Halla, tan pronto como salió volando del territorio del Rey Dragón, fue disparada directamente en el corazón por el dios que protegía al Monte Halla. Cayó en el océano, y sólo la cabeza y algunas otras partes de su cuerpo de serpiente  —Baekhyun apuntó a las otras formaciones rocosas circundantes — permanecieron sobre el agua, convirtiéndose en la misma dura lava que Hallasan.

—Así que bajo el agua ...

—Ahí es donde vive el Rey Dragón — dijo Baekhyun. —En el acuático Reino del Dragón, si le rezamos y cuidamos de él, protege a los pescadores y a todos los que viven del agua.— el gorro de Kyungsoo estaba torcido, y Baekhyun lo ajustó, mientras Kyungsoo seguía masticando fruta seca, observándolo con ojos ilegibles. —Su esposa es la diosa guerrera que protege a la gente de Jeju de los enemigos en el norte y al sur.

—Tantos dioses para proteger la isla — comentó Kyungsoo.

—Los hemos necesitado— respondió Baekhyun. —Confiamos en nosotros mismos y en nuestros propios guardianes, en Jeju.—  miró hacia arriba cuando un cayó un copo de nieve, aterrizando en su abrigo y derritiéndose antes de tener la oportunidad de pegarse.

—Realmente amas esta isla — dijo Kyungsoo, y Baekhyun le sonrió.

—Lo hago—  Baekhyun sacó la lengua hacia fuera, y atrapó algunos copos de nieve. Eran insípidos y fríos, pero era más la idea lo que contaba. —Es el hogar.

—Yo también podría amarla —dijo Kyungsoo, arrugando la taza de papel vacía que tenía en la mano y Baekhyun le pasó un brazo alrededor de los hombros, girándolo hacia el sendero para que pudieran volver al coche.

Pasaron la noche en la ciudad de Jeju, viendo la nieve caer por la ventana. Se acumulaba en una capa delgada, y la césped se asomaba, rompiendo la superficie lisa con sus persistentes cuchillas.

—Odio la nieve — dijo Kyungsoo. Esa noche tenían dos camitas una junto a la otra, pero Baekhyun estaba sentado en la cama de Kyungsoo de todas formas, la suya propia echa ya un lío de sabanas enredadas y una sudadera y la toalla mojada. —En Seúl, cuando nieva, se convierte hace gris bajo los coches y los autobuses, medio derretida, y hace los escalones del metro resbaladizos.

—Las flores de camelia crecen incluso cuando está nevando— dijo Baekhyun. —Quizás pasemos por delante de algunas, cuando mañana salgamos de la ciudad. —cogió la almohada de Kyungsoo y la abrazó —Ninguna escalera de metro de la que preocuparse en absoluto.— miró a Kyungsoo y batió las pestañas — Además, todo es más divertido conmigo, ¿verdad?

Kyungsoo lo miró fijamente, Baekhyun no podía leerle en absoluto y de repente, la cara de Kyungsoo se puso pálida —Vete a la cama, Baekhyun.

—Pero tu cama es mejor que la mía — dijo Baekhyun, y Kyungsoo suspiró, tirando de su almohada hasta que Baekhyun la soltó.

—¿Y de quién es la culpa? — preguntó Kyungsoo, acertadamente. Riéndose, Baekhyun se estiró para llenar el espacio —Ve a soñar a tu propia cama.

—Déjame dormir contigo — se quejó Baekhyun. —Hace frío.

Kyungsoo se levantó de la cama y se acercó a su mochila, sacando el cargador. Lo enchufó a la corriente y luego al teléfono, y el este hizo un suave zumbido, iluminándose al detectar electricidad.

—Tienes mantas en tu propia cama — dijo. No estaba enfadado, aún, pero algo le estaba haciendo volver a enroscarse.

—Puedes pretender que soy una tía buena otra vez — dijo Baekhyun —como cuando dormimos juntos la siesta esa vez.— agarró la muñeca de Kyungsoo y tiró, Kyungsoo se dejó arrastrar a la cama, quedándose tumbado junto a Baekhyun, encima del edredón. Baekhyun le soltó la muñeca, pero le cogió su mano en su lugar, estirándola con las suyas.

Kyungsoo lo estudió. —Dijiste que preferirías que te dijeran las cosas, aunque no te gustaran.

—Definitivamente — dijo Baekhyun. Miró directamente a Kyungsoo. —¿Por qué?

—Yo no sueño con tías buenas — dijo Kyungsoo, lentamente, y Baekhyun frunció el ceño. Las pestañas de Kyungsoo era especialmente espesas, pero ahora, con esa expresión en el rostro, eran demasiado para añadirlas a la mirada de parpados pesados.

—Eso es lo que dijiste antes — dijo Baekhyun —Sólo te estoy tomando el pelo, ¿sabes?

—Si tengo ese tipo de sueño, sueño con tíos buenos — dijo Kyungsoo, con cuidado, y luego esperó, como si anticipase algún tipo de reacción de Baekhyun.

A Baekhyun le tomó un minuto comprender, su pulgar todavía dibujando distraídamente patrones en el dorso de la mano de Kyungsoo. Cuando lo consiguió, pudo sentir su boca caer en un "oh" de sorpresa, y parpadeó rápidamente hacia Kyungsoo. —¿Como Minseok hyung?

Baekhyun también había tenido sueños sobre Minseok a veces. Sobre la forma de sus ojos y la forma en la que su sonrisa le recordaba a Baekhyun a los conejos de verano en Gapa, que se escondían bajo los muelles construidos en tierra. Últimamente, sin embargo, la única boca en la que pensaba era en la de Kyungsoo, y eso, finalmente, le clavó las garras en las costillas y a la garganta.

Kyungsoo parecía inseguro, como si eso no fuera lo que había esperado que Baekhyun fuera a decir. Rápidamente se recompuso, sin embargo, y se desenrolló de nuevo. Un erizo mostrándole el vientre a Baekhyun.  —Claro — dijo  —Como Minseok-ssi.

—Ok — dijo Baekhyun —¿Algo más?

—¿Eso es todo?— preguntó Kyungsoo — A mi amigo Joonmyun se le cayó un plato en mi cocina cuando se lo dije, y luego me preguntó si estaba viendo a alguien mientras barría los trozos

—¿Lo estás?— con los pies fríos, Baekhyun curvó los dedos de los pies. Fuera, la nieve seguía cayendo. Más rápido ahora. Esperaba que mañana fuera lo suficientemente cálido como para derretirla.

—¿Si estoy qué?

—¿Viendo a alguien? —Baekhyun miró hacia abajo, al blanco de las sábanas, y deseó que fueran lo suficientemente interesantes como para excusar la forma en que las estaba mirando.  Escuchó la respuesta de Kyungsoo, y su corazón latía con fuerza.

—No — dijo Kyungsoo —¿De verdad no es un problema?

—¿Se supone que lo sea? — preguntó Baekhyun, dejando caer la mano de Kyungsoo. —Me gustas porque eres gracioso, inteligente, y porque nunca he conocido a nadie que hable o actúe como tú. Me gustas porque te gusta bromear y que te hagan bromas, y sigues la corriente de forma diferente a como lo hacen todos los demás. Y porque me dejas soltar todas mis ideas sin interrumpirme.— tiró de la colcha de Kyungsoo, hasta que la soltó lo bastante como para poder meter sus pies debajo.— El hecho de que no seas un competidor por el corazón de Kim Taeyeon es sólo un plus, según mi punto de vista.

—Un plus — Kyungsoo se rió. —Eres algo más.

—Aunque algo bueno, ¿no? — Baekhyun sonrió. —¿Entonces tengo que volver a mi propia cama?

Kyungsoo dobló las piernas, lo suficiente para llegar por encima de la colcha, y luego deslizó las piernas bajo ella.  —Haz lo que quieras — dijo, pero miró a Baekhyun con cautela mientras este se unía a él bajo la sábana, sus pantorrillas se frotaban mientras Baekhyun descansaba la mejilla contra el borde de la almohada de Kyungsoo.

—¿Yo soy un tío bueno? — preguntó Baekhyun, después ponerse cómodo.

Kyungsoo se giró en la cama, quedándose cara a cara con Baekhyun. Sus rodillas se golpearon, y Baekhyun se movió de forma que su muslo se deslizó entre los de Kyungsoo, de modo que pudieran encajar más fácilmente en la pequeña cama. La piel de Kyungsoo era siempre tan suave. Su respiración no era tan constante como de costumbre, y sus hombros estrechos se elevaban un poco con cada respiración.

—Ve a dormir, Baekhyun — respondió Kyungsoo, y Baekhyun pensó, mientras cerraba los ojos, con la cálida respiración de Kyungsoo contra sus párpados, que Kyungsoo no había dicho que no. El pensamiento se perdió cuando se durmió.

⚘❁⚘

 

 

 

Se perdieron el amanecer en la playa de Gwangchigi, gracias a la nieve. Kyungsoo condujo despacio, ya que las carreteras no habían sido despejadas. A Baekhyun no le importaba: todavía tenía sueño, sus ojos pegajosos e hinchados.

Sin embargo estaba completamente despierto para cuando llegaron, parloteando con Kyungsoo mientras cambiaba de canción a canción en el reproductor de mp3, incapaz de dejar que terminara una del todo antes de aburrirse. De vez en cuando, Kyungsoo miraba a Baekhyun con una mirada extraña, como si esperara que Baekhyun cambiara repentinamente de opinión sobre todo lo de la cosa gay y de cómo había respondido.

La verdad era que Baekhyun todavía estaba tratando de averiguar lo que pensaba. Cuando Kyungsoo se lo había dicho, Baekhyun había sentido que su pecho ardía. Incluso ahora, mientras andaban uno al lado del otro a lo largo de la playa, serpenteando entre grupos de niños pequeños con abrigos de plástico de colores brillantes, Baekhyun podía sentir el suave calor en el fondo del vientre.

Aun así, no era exactamente una mala sensación. Baekhyun tiró de la manga de la chaqueta de Kyungsoo para llamarle la atención, y Kyungsoo levantó la vista del móvil. ¿Estaba mandándole mensajes a su hermano?

Baekhyun sintió un destello de envidia, por la frecuencia con que Kyungsoo enviaba mensajes a su hermano, con la que se comunicaba con él, pero al final, Baekhyun sabía que era inútil querer lo que otros tenían. Apartó en pensamiento.

—Mi abrigo era naranja — dijo Baekhyun, señalando a un niño pequeño lanzando piedras a su hermana.

—¿Cuando ibas por la playa poco después del amanecer para derribar peatones mayores?— preguntó  Kyungsoo, y Baekhyun asintió con la cabeza.

—Sí —  rió — Pensaba que estaba saliendo a ver el mundo, entonces. Venir aquí era una gran aventura, y siempre he tenido demasiada energía como para quedarme quieto. Ese es el tipo de niño que era.

—Yo no sé qué tipo de niño era — dijo Kyungsoo —Pero estoy bastante seguro de que era más tranquilo que tú.

—Imagínatelo— dijo Baekhyun. Se agachó y recogió una piedra. Esa playa no tenía arena, sólo rocas y césped y musgo hasta llegar al borde del agua. —Creo que cualquier niño lo era. — rió -Bueno, tal vez no Jongdae, el siempre ha sido ruidoso.— Baekhyun arrojó la piedra tan lejos como pudo en el océano, y desapareció bajo la superficie del agua. —También hacía esto. Baekbeom y yo competíamos para ver quién podría lanzarlo más lejos. En realidad, creo que en ese entonces todavía pensaba que iba a crecer y convertirme en una estrella de béisbol.

—Y jugar para los Héroes Nexan, no los Tigres KIA, ¿verdad?

—Realmente no sabes nada de béisbol, ¿verdad?

Kyungsoo no llevaba gorro hoy, y el viento estaba desordenándole el pelo, enviándolo en todas direcciones.  —Ni siquiera vivía en Corea, la mayor parte del tiempo — dijo, y Baekhyun se agachó para recoger otra piedra, girándola en la mano, sopesándola.

Los Héroes de Nexan ni siquiera existían cuando yo era pequeño— dijo Baekhyun — Ni siquiera se convirtieron en los Nexan hasta 2010. Ellos eran los Woori antes de eso —lanzó su segunda piedra, que llegó más lejos que la primera — A mi padre y a mí, nos gustaban el Chongbo Pintos, entonces. Yo quería ser el lanzador estrella.

—¿Y tu hermano? —La mano de Kyungsoo estaba en su pelo, sosteniéndolo apartado de los ojos. Baekhyun recogió dos rocas esa vez, y le dio la más pesada a Kyungsoo.

—Nunca le gustó el béisbol — dijo Baekhyun. Baekhyun lo había intentado, durante mucho tiempo después de que se trasladaran a la pensión, el interesar a Baekbeom, pero él lo había apartado. "Baekhyunnie, para, tengo que estudiar." Al final Baekhyun había dejado de intentarlo. —Simplemente no quería perder contra su hermano pequeño — pasó el pulgar por el borde áspero de la piedra —Fue algo que mi padre y yo hacíamos juntos, ver partidos de béisbol, quiero decir.

—¿Vínculo padre-hijo?

Baekhyun y Kyungsoo tiraron sus piedras al mismo tiempo. Kyungsoo ganó por mucho a Baekhyun, y Baekhyun le dio un codazo a Kyungsoo en  venganza. Kyungsoo le sonrió, y Baekhyun apartó la vista rápidamente cuando su corazón dio un salto.

— Fue extraño — dijo Baekhyun —pero cuando mi madre murió ... esa temporada, los Chongbo Pintos dejaron de existir, los compraron y se convirtieron en los Delfines Taepyungyang —  se encogió de hombros —Así que el último partido de béisbol que mi padre y yo vimos juntos, fue el último de los Chongbo Pintos.

—¿Y por qué los Nexan? — preguntó Kyungsoo, mientras Baekhyun caminaba más cerca del agua, pisando largas y gruesas piedras grises que estaban cortadas saliendo del agua como placas. Los niños se habían ido, estaban al final de la playa ahora, y Baekhyun podía pretender que él y Kyungsoo estaban solos en la playa, si quería. La nieve estaba empezando a derretirse, con el sol en su punto más alto.

—Los Delfines de Taepyungyang se convirtieron en los Unicornios de Hyundai y se trasladaron a Suwon — Baekhyun sostuvo sus brazos hacia fuera para mantener el equilibrio mientras las piedras bajo de sus pies se bamboleaban.  —Y entonces los Hyundai se disolvieron.—  saltó, aterrizando en un montoncito de nieve que crujió bajo su peso. —Los Heroes de  Woori fueron el equipo creado para reemplazarlos, así que de alguna manera, los Nexan era nuestro equipo, o lo más cercano, estos días.— se rió entre dientes. — Supongo que es algo tonto.

—No lo es — dijo Kyungsoo —No es más tonto que el que yo haya venido a Jeolbyeog-ri sólo porque era la ciudad natal de mi madre.— sonrió, levantando sólo la esquina izquierda de la boca. —¿Has ido a ver alguna vez en un partido profesional?

—Los Nexan y  los KIA jugaron una serie de exhibiciones en el Estadio Ora hace un par de años, — dice Baekhyun —pero las entradas se agotaron muy rápido y eran caras, así que ...

—Deberías venir a Seúl alguna vez, — dijo Kyungsoo —Podríamos ir. Es barato, y fácil de conseguir asientos, creo. Aunque tendrás que enseñarme las reglas.

—¿Ni siquiera conoces las reglas? —dijo Baekhyun. No quería pensar en Kyungsoo marchándose, así que dejó pasar la invitación y que se la llevara la marea.

Kyungsoo se rió, una risa llena desde el fondo de la garganta que hacía que la playa pareciera mucho menos sombría, y Baekhyun se lanzó a una explicación de las tácticas de béisbol cuando salieron de la playa.

Baekhyun insistió en escalar el Seongsan Ilchulbong. Pagaron la entrada de 6000Won(6€), y luego siguieron las flechas blancas de la carretera, pasando cafés y tiendas de recuerdos turísticos.

—La caminata es lo más importante y la vista desde arriba es increíble — dijo Baekhyun —Hay tiras antideslizantes en los escalones, y la mayoría de la nieve se ha derretido de todos modos.

Se tardaba una hora y media en llegar a la cima. Kyungsoo mantenía la mano en la barandilla, y Baekhyun caminaba un poco por delante de él. Hoy en día, sólo habían unos pocos que subían hasta el borde superior del cráter, por lo que en vez de seguir a la multitud, Baekhyun usó las señales para asegurarse de que iban por el camino correcto. A medio camino de la subida, cuando alcanzaron una rotura plana en la caminata, un observatorio, él para Kyungsoo delante de una zona llana, un mirador, paró a Kyungsoo frente a una gran roca que sobresalía de la tierra, alta y orgullosa.

—Tienes que hacer una reverencia — le dijo a Kyungsoo — Dos veces. En honor a Seolmundae.

—La diosa de la creación de Jeju, ¿verdad?— preguntó Kyungsoo y Baekhyun asintió con la cabeza.

—Esta era la lámpara que usaba cuando trabajaba por la noche. Cuando estaba poniendo los cimientos de la isla.

—¿Y si no creo en Seolmundae? — dijo Kyungsoo. Estaba bromeando, Baekhyun lo sabía, pero le puso una mano en el hombro y empujó de todas formas. Kyungsoo empujó hacia atrás, inmediatamente, y Baekhyun se agarró a la barandilla para evitar resbalarse. Las escaleras de piedra eran amplias, pero el día era más cálido que ayer, por lo que el aguanieve era más agua que hielo. Baekhyun en realidad no tenía miedo de que se fuera a caer.

—Tan pequeño y peligroso — dijo Baekhyun. Kyungsoo levantó una ceja. —También podrías inclinarte dos veces por el general Kim Tongjeong. —Baekhyun miró hacia la roca, una extraña formación de lava que tenía una especie de cara donde se elevaba por encima de los árboles. —Él es el general que trató de defender a Jeju de los continentales, por el  1200. Construyó una fortaleza debajo de Seongsan Ilchulbong y puso un fuego aquí para encender esta roca. —Baekhyun guiñó un ojo. —El ejército Goryeo y el ejército mongol de Yuan tuvieron que unirse para derrotar a sus tropas.

Kyungsoo se lamió los labios. —La resistencia de Jejudo—  dijo, y se inclinó dos veces hacia la roca.

Kyungsoo hizo una foto de la Roca Chongwan cuando la pasaron.  —He estado enviando mensajes a mi hermano — dijo—  Dice que se siente como si estuviera aquí.

—No es lo mismo en imágenes — Baekhyun bufó, y Kyungsoo se rascó la cabeza.

—No — dijo —realmente no lo es.

Finalmente llegaron a la cima del cráter. Kyungsoo estaba ruborizado y sudoroso, y Baekhyun se rió de él mientras se desabrochaba el abrigo. Allí arriba, el viento soplaba aún más fuerte. Los extremos de la bufanda de Kyungsoo escapaban y se agitaban, golpeando a Baekhyun en la cara. Baekhyun escupió, y agarró la tela, tirando de ella lo suficientemente fuerte como para que Kyungsoo tuviera que dar un paso hacia el. Cuando lo hizo, Baekhyun se puso detrás de él para poder protegerse. Apoyó las manos en los hombros de Kyungsoo.

Desde allí, el final de la caminata, podían mirar dentro del mismo cráter, donde la nieve de anoche se ha convertido en una masa gris. Pero Baekhyun apretó los hombros de Kyungsoo y le dio la vuelta, para que Kyungsoo pudiera ver todos los pueblos y aldeas que rodeaban el pico. Kyungsoo se inclinó hacia atrás, ligeramente, con la espalda contra el pecho de Baekhyun, y entonces, sus mejillas se rozaron.

—Tenías razón de nuevo — dijo Kyungsoo —Sobre la vista.

—¿No la tengo siempre?— preguntó Baekhyun. La cara de Kyungsoo estaba muy cálida debido a la caminata, y Baekhyun se inclinó un poco más cerca.

—Que no se te suba a la cabeza — dijo Kyungsoo. No había dureza en su voz. —Es la isla la que está haciendo todo el trabajo duro.

 Se lamió el labio inferior mientras Baekhyun bajaba las manos y se puso junto a Kyungsoo en lugar de detrás de él. —¿Hay alguna parte de este lugar que no sea increíble? Parece que espero encontrar un ... —Kyungsoo se apartó el pelo de la cara de nuevo — un borde de la joya sin pulir, pero cada faceta es brillante.

—Pero bueno Kyungsoo — dijo Baekhyun — eso ha sido positivamente poético.— se inclinó hacia él, hasta que pudo fácilmente descansar su mejilla en el hombro de Kyungsoo.—Creía que no te iba la poesía.

—Cállate — dijo Kyungsoo —Eres un imbécil.

—Crees que soy adorable — dijo Baekhyun, empujando el hombro de Kyungsoo —Admítelo ahora, y guárdate la energía de la negación.

El camino de vuelta era empinado. Escaleras de piedra y barandillas de madera significaba que tenían que tomarse su tiempo. Baekhyun empezó a cantar mientras descendían. Era la que su abuela cantaba siempre, cuando iban juntos hasta el halmang-dang. Incluso cuando su artritis se había vuelto muy mala, había insistido en hacer la caminata, y Baekhyun le sujetaba el brazo en el último tramo.

—¿Que canción es esa?

Baekhyun se detuvo en la escalera, lanzándole una sonrisa por encima del hombro. —Es una vieja canción popular — dijo—  Para dar fuerzas.

Kyungsoo se rió entre dientes, ligeramente, sin aliento otra vez. —Conozco esa canción — dijo.

Se unió a Baekhyun, cantándola, y Baekhyun necesitaba la mayor parte de su concentración para no estar mirando hacia atrás, o para no tropezarse mientras escuchaba la voz de Kyungsoo. Tenía una voz hermosa. Baekhyun deseaba poder escucharlo para siempre.

—¿Como la sabes? — le preguntó  Baekhyun cuando terminaron, y Kyungsoo tarareó pensativamente.

—Supongo que recuerdo mis nanas — dijo.

En la parte inferior del Seongsan Ilchulbong, Kyungsoo tomó una fotografía de nuevo a las escaleras. —Mis compañeros nunca se van a creer que haya hecho esto — dijo, a modo de explicación —Yo cojo el ascensor hasta mi oficina en el segundo piso.

—Bueno, ya sabes — dijo Baekhyun —esas escaleras de oficinas pueden parecer engañosamente fáciles.

Bailó fuera del alcance de Kyungsoo, anticipando una especie de represalia, y no lo dejó alcanzarlo de nuevo hasta que estuvieron casi en el coche.

—Tienes suerte de que me gustes — dijo Kyungsoo, cuando Baekhyun se detuvo y compró una taza de té — De lo contrario me iría sin ti.

—No, no lo harías — dijo, entregándole a Kyungsoo la taza caliente. Kyungsoo la cogió con ambas manos, y lo sujetó cerca de la cara, de modo que el vapor le calentara la nariz. —Eres todo amenazas.

—Puede ser — dijo Kyungsoo, y luego sonrió.

Baekhyun no pudo apartar la vista.

⚘❁⚘

La música fuerte no podía ocultar la tensión en ascenso en el coche después de que Kyungsoo introdujera el muelle de Jeolbyeog-ri en el GPS. —No se puede introducir la pensión — dijo Kyungsoo — El GPS nunca la encuentra.

—¿Has disfrutado del viaje relámpago? — preguntó Baekhyun, después de haber estado en marcha un rato. Estaban en un tramo solitario de la carretera. Había un autobús, delante de ellos, pero después de unos diez minutos salió de la carretera por gasolina, y no habían otros coches que bloquearan la vista.

—Gracias — dijo Kyungsoo — Por esto.

—¿Por qué?— preguntó Baekhyun,  pulsando el botón del volumen de su mp3 para bajar el sonido del pop ácido que estaba sonando. — Tú estás haciendo todo el trabajo conduciendo, yo solo soy tu gratuito guía turístico.

—No sabía cómo, exactamente, iba a pasar la Navidad este año. — Las manos de Kyungsoo apretaron el volante. —Pero ahí estabas tú, todo brillante y saltando y queriendo hacer un viaje — respiró hondo — De verdad ... necesitaba distraerme.

—Lo sé —  dijo Baekhyun.

—El año pasado, por Septiembre, terminamos un proyecto bastante grande en el trabajo — dijo Kyungsoo —Yo estaba trabajando bajo otra persona, en ese momento, no era el líder del proyecto, pero aun así lo revisaba, era mi primer proyecto desde que había salido del  ejército. — Las líneas alrededor de la boca de Kyungsoo hacían que Baekhyun quisiera suavizarlas con los dedos hasta que Kyungsoo golpeara sus manos. — Terminamos pronto. Había una fiesta, en Octubre. Teníamos mucho champán. Todo el mundo estaba felicitando a mi jefe, y uno de mis amigos se emborrachó y vomitó en una maceta del restaurante.

—Suena como una buena fiesta — dijo Baekhyun. Su teléfono vibró. Era el número de Baekbeom. Baekhyun deslizó el teléfono en el bolsillo, para más tarde.

—El edificio de apartamentos era precioso — dijo Kyungsoo. Baekhyun pensó que sonaba melancólico. —Muchas ventanas, una gran vista de uno de los afluentes del Han. Justo fuera de la parte más concurrida de la ciudad, también, un buen sitio para los niños.

Baekhyun pasaba canciones en su mp3, una tras otra, sin prestar atención a los títulos. El volumen estaba demasiado bajo para oírlas, de todos modos, sólo necesitaba algo que hacer con las manos.

La mandíbula de Kyungsoo estaba tensa, la vena en su cuello sobresalía cuando apretaba los dientes. —La gente empezó a aparecer enferma en una clínica local el día de Navidad. Primero fueron los ancianos, luego los niños. Finalmente los adultos sanos comenzaron a enfermarse también. Después de la muerte de dos pacientes mayores, alrededor de las cuatro de la tarde, se dieron cuenta de que todos los pacientes eran del mismo edificio de apartamentos. — Kyungsoo se estremeció, aunque el calentador de asientos estaba al máximo. —Nuestro edificio de apartamentos.

—Kyungsoo…

—Era el sistema de calefacción — dijo Kyungsoo, bajando la voz —Esa Navidad fue el día más frío del año hasta el momento, y todos encendieron la calefacción al mismo tiempo, fue una intoxicación por monóxido de carbono. — tragó — Había un fallo en la forma en que el edificio había sido diseñado. La forma en que el aislamiento de los conductos habían sido establecidos, entre los pisos, para conectarse a la HVAC ... No minimizaron la longitud del conducto, y no había suficientes salidas de escape . —Kyungsoo sacudió la cabeza, y levantó el pie del acelerador —Lo siento, eso probablemente no tiene ningún sentido para ti.

—No sé qué significa nada de eso—  admitió Baekhyun. —Pero no es ... No podrías haber sabido que el sistema fallaría, ¿verdad?

—Comprobé esos planos — dijo Kyungsoo.  —No se suponía que debía dar la luz verde, pero los revisé. —tomó una respiración temblorosa. —Los miré más de una vez, pasé horas re-midiendo y editando, y nunca me di cuenta.

" Me he enseñado a mí mismo a preocuparme por los detalles ", le había dicho Kyungsoo una vez. Baekhyun recordaba la forma en que Kyungsoo había observado detenidamente esos viejos planos, se había quedado dormido mirándolos.

"Las consecuencias de estar equivocado son mucho mayores".

—Es imposible pensar en todo — dijo Baekhyun.

—Estuve bien durante un tiempo, me concentré en un nuevo proyecto, sabía que esa vez sería mi responsabilidad, que yo sería el que firmaría los planos finales y podría asegurarme de que serían perfectos Pero entonces, en otoño, empecé a tener problemas para dormir. Cuanto más se acercaba, a cuando tuvimos esa gran fiesta, más café bebía para compensar el sueño que no estaba obteniendo. Cerraría los ojos y pensaría en cómo esos dos ancianos murieron en su salón—  dijo Kyungsoo — Pensaría en los niños enfermos que podrían haber muerto, si hubiera ocurrido más tarde por la noche, cuando sus familias estuvieran dormidas. — se pasó la lengua por los labios —Y entonces…

—Entonces viniste a Jejudo — dijo Baekhyun, y Kyungsoo asintió con la cabeza.

—Mi madre había mencionado que debería coger unas vacaciones, tal vez ir a un complejo vacacional aquí abajo —  dijo — Creo que todo el mundo sabía que me iba a romper antes que yo mismo, Joonmyun hyung, cuando lo llamé al día siguiente de llegar aquí, me dijo que se encargaría de arreglar mi permiso por mí.

—Debes de ser muy importante — dijo Baekhyun — si puede conseguir tanto tiempo.

—Mi mentor de la universidad es alguien bastante grande en la empresa, me entrenó personalmente cuando era interno, específicamente para poder contratarme más tarde ... —Kyungsoo frunció el ceño — se está haciendo mayor.

Baekhyun se acercó y le puso la mano en el muslo, igual que Kyungsoo había hecho hacía tres días. Había silencio en el coche, la música de Baekhyun poco más que un susurro. La respiración de Kyungsoo era rápida, pero sus manos se habían relajado en el volante.

—Bueno  — dijo Baekhyun — has venido al lugar correcto, Jeju es una isla que se ha vuelto muy buena en reparar cosas que se han roto. — palmeó el muslo de Kyungsoo antes de retirar la mano —¿Qué es solo un arquitecto desilusionado después de todo eso?

Kyungsoo se rió entre dientes, ese sonido ahogado que de alguna manera sonaba a la vez  triste y aliviado.  — Creo que eres tú, el que es bueno para reparar a arquitectos desilusionar. — el GPS emitió un pitido —Así que gracias.

—Tú también me has ayudado — dijo Baekhyun, pensando en lo diferente que se estaba haciendo ese invierno. Cuánto menos se encontraba anhelando algo más. —No es una calle de un solo sentido.

—De acuerdo — dijo Kyungsoo, y entonces Baekhyun subió la música, para que Kyungsoo supiera que no necesitaba decir nada más.

Llegaron a casa tarde. Kyungsoo se metió en la entrada y Baekhyun cogió su mochila del asiento trasero para buscar las llaves.

Kyungsoo lo siguió hasta la puerta, y Baekhyun abrió con la llave la puerta principal. Palpó buscando el interruptor y lo encontró. Rezó sus plegarias habituales, pero no se encendió.

—Supongo que la bombilla finalmente se ha roto — dijo riéndose, y se quitaron los zapatos en la oscuridad, Kyungsoo esperó en la entrada del pasillo hasta que Baekhyun encendiera la luz detrás del escritorio de bienvenida en la pequeña habitación a la derecha de la puerta principal.

— Tenías pasta de dientes en las comisuras de los labios — dijo Kyungsoo-, la noche que me registré.

Baekhyun se rió.  — Estaba a punto de irme a la cama —dijo —Estaba haciendo mi rutina de antes de dormir.

—Pensé que era ...— Kyungsoo vaciló — Lindo.

—Yo pensé que eras un misterioso hombre de negocios en la treintena — dijo Baekhyun — Esta luz no es muy buena. Ahora sé más. — retrocedió por detrás del escritorio y se apoyó en el frente. —¿Y tú? ¿ tú también sabes más?

—Todavía eres lindo — dijo Kyungsoo, atrapando y sosteniendo la mirada de Baekhyun. La garganta de Baekhyun estaba muy seca. Kyungsoo estaba tan cerca: Baekhyun podría contar sus pestañas, si así lo deseaba, incluso en esa luz tenue. La mano de Kyungsoo descansó sobre el escritorio, justo a la derecha de la de Baekhyun. Se mordió el labio cuando Kyungsoo se inclinó hacia delante. —Pero ahora también soy consciente de que eres molesto.

Baekhyun respiró de nuevo cuando Kyungsoo retrocedió.  — ¿Te vas a la cama? — le salió tembloroso.

—Si — dijo Kyungsoo — He conducido mucho estos dos días.

Cuando se tumbó sobre sus propias mantas, más tarde, Baekhyun echó de menos la respiración constante de Kyungsoo, y le llevó un tiempo olvidar lo bien que olía el pelo de Kyungsoo, aunque no importara, ya que había estado usando la marca de champú de Baekhyun.

⚘❁⚘

 

 

 

 

 

Baekhyun hizo chocolate caliente para ambos la mañana siguiente. Los ojos de Kyungsoo estaban rojos, aunque Baekhyun estaba bastante seguro de que había dormido, y Baekhyun no quería darle café en caso de que no lo hubiera hecho.

—Háblame de tus amigos — dijo Baekhyun —Hábleme de Joonmyun, o algo.

—¿Por qué? — le preguntó Kyungsoo, sentándose en la mesa de la cocina. Baekhyun se le unió une cuando terminó de remover su taza.

—Porque soy avaricioso— dijo Baekhyun, y luego se estiró sobre la mesa y puso su mano en la de Kyungsoo. Adoraba las manos de Kyungsoo. Adoraba...  —Y te he dado un tour gratis por la isla, lo menos que puedes hacer es entretenerme durante el desayuno.

—Siempre puedes hablar — dijo Kyungsoo — Eres bueno en eso.

Baekhyun retiró la mano y la usó para apoyar la cara en ella, envolviéndose la mejilla. —Tú ya lo sabes todo sobre mí, tú, por otra parte, sigue siendo un misterio.

—No me gusta hablar de mí. — Kyungsoo se lamió los labios —No sé cómo hablar de mí.

—Solo cuéntame sobre tus amigos — dijo Baekhyun —O tu hermano. Cualquier cosa, en serio.

Los mirada de Kyungsoo a través de la mesa era intensa, pero a Baekhyun no le disgustaba la forma en que Kyungsoo se estaba centrando en él.

—Me paso el mayor tiempo con Joonmyun hyung y Jongin.

—Joonmyun hyung, el que dejó caer el plato cuando le dijiste que eras gay — dijo Baekhyun, y las cejas de Kyungsoo se arquearon.

—Sí — dijo — Ese. Es mayor que los dos, en realidad, y es uno de nuestros abogados de personal ... Jonginnie es ... Nos conocimos en la secundaria, la última a la que fui, en Yokohama,  Japón. Tiene 23 años y acaba de salir de la marina, todavía le quedan un par de años en la universidad y le conseguí una interinidad en mi empresa para diseño. —Kyungsoo bebió de su taza. — Jongin preferiría dibujar personajes de cómic diminutos en el borde de los planos de dibujar los planos reales.— sonrió suavemente, su gesto se hizo más amable, y Baekhyun sonrió.

—¿A quién no le gustan los olores fuertes? — preguntó Baekhyun, y los ojos de Kyungsoo se estrecharon.

—Tu memoria es mejor de lo que pretendes — dijo, y Baekhyun se dio ligueros toquecitos en los labios con el dedo índice.

—Sólo recuerdo las cosas interesantes — dijo Baekhyun —Ya te lo dije.

—¿Así que lo de que a un amigo mío le guste oler o no es interesante?

—Todo lo que dices es interesante — respondió Baekhyun, agitando las pestañas. Kyungsoo parpadeó, y las puntas de las orejas se pusieron rojas. —Eres realmente lindo, cuando estás avergonzado. Solo tus orejas se sonrojan, como si lo hicieran porque el resto de ti se negara a hacerlo.

La mirada de Kyungsoo se apartó, hacia las plantas de árbol casto en la esquina.  —Ese es Jongin.

—¿Qué?

—El amigo al que no le gustan los olores fuerte es Jonginnie — Kyungsoo arrastró el pulgar sobre de los bordes romos de sus uñas — En realidad, es exigente con todo tipo de cosas.

—Jongin — dijo Baekhyun —Suena adorable.

—No es tan alto como Chanyeol — dijo Kyungsoo — Pero es más alto que cualquiera de nosotros, aunque sabe más que hacer bromas de estatura.

—¿Siempre lo ha sabido?  — dijo Baekhyun, sonriendo, y Kyungsoo le devolvió una sonrisa picara.

—No, tuve que ...

La voz de Kyungsoo se apagó, y Baekhyun se giró para ver por qué se había detenido, sólo para ver a Jongdae de pie en la puerta, sin ir lo suficientemente abrigado para el tiempo y jugueteando ansiosamente con los broches del abrigo.

—Hey — dijo Jongdae, levantando la mano en un saludo algo rígido —¿Podemos hablar?

Baekhyun miró su chocolate caliente.

—Voy a dar un paseo — dijo Kyungsoo, cuidadosamente — Debería llamar y ver que tal van algunas personas.

Pasó al lado de Jongdae y entró en su habitación, probablemente para ver si su teléfono estaba cargado.

Suspirando, Baekhyun abandonó su taza sobre la mesa y se levantó de la silla.

—Deberíamos dar un paseo también — dijo  —¿Bajamos a la cala?

—Eso estaría bien — dijo Jongdae.

Baekhyun cogió uno de los dos abrigos que colgaban de la puerta, era el suyo. No lo había usado en absoluto durante el invierno, ya que Kyungsoo lo había estado utilizando. Los dos caminaron tranquilamente desde la pensión y alrededor del borde exterior del pueblo.

Baekhyun entró en la tienda de conveniencia y volvió a salir dos minutos después con una botella de soju. Jongdae lo estaba esperando, pequeño y callado, y Baekhyun no lo reconoció de verdad hasta que sincronizaron sus pasos, andando con el mismo ritmo, por costumbre.

—Vine a verte — dijo Jongdae, rompiendo el silencio —Unas horas después ... Bueno, después de que dejara a Soojung en la estación de autobuses.

—¿Si?— Baekhyun mantenía su mirada recta — Salimos muy temprano.

—No sabía que te ibas a ninguna parte — dijo Jongdae.

—Ni yo tampoco — respondió Baekhyun —Fue una decisión de última hora.

—Ya — dijo Jongdae —Lo entiendo.

Escogieron el camino a través de las rocas. La nieve ya casi había desaparecido, pero Baekhyun se sentó sobre rocas húmedas y ni siquiera se preocupó cuando la humedad le empapó los vaqueros. Jongdae se sentó a su lado. Sus zapatillas estaban desatadas, y Baekhyun advirtió que tenia ojeras bajo los ojos, como si no hubiera dormido. Las comisuras de su boca, la diminuta curva en ellas, hacían que su expresión pareciera pensativa.

Baekhyun abrió el soju y tomó un trago largo. Jongdae lo cogió, tomando un sorbo igual de largo. Luego sostuvo la botella entre sus rodillas.

—¿No vas a decir nada? — dijo Jongdae finalmente, con la voz quebrándose con un lamento, y normalmente, Baekhyun lo golpearía inmediatamente haciéndole una broma sobre la pubertad extendida, pero sentado ahí al lado de Jongdae, se dio cuenta de que todavía estaba enfadado. Ese viaje, con Kyungsoo, le había dado la oportunidad de empujar esos sentimientos burbujeantes hacia el fondo, fuera de la vista y fuera de la mente, pero ahora todos estaban volviendo a la superficie, rompiéndose y estrellándose como las olas sobre las rocas a pocos metros de ellos.

—¿Que se supone que debo decir?— contestó Baekhyun, hundiendo el dedo en el musgo medio helado de la roca frente a él —¿Que me hiciste sentir como si no fuera nada?

Jongdae dio un respingo, y sintió una satisfacción sombría, pero fue fugaz. En realidad, a Baekhyun no le gustaba estar enfadado con Jongdae. Sólo había ocurrido una o dos veces antes, y Baekhyun nunca había sido bueno tratando con eso. — Baekhyunnie ...

—Sólo pensaba, bueno, que me lo estaba imaginando. Que estaba montándome una película de la nada, porque si mi mejor amigo salía con otro de mis amigos más cercanos, seguramente me lo habría contado.

— Iba a decírtelo — dijo Jongdae —Soojung realmente quería, especialmente el sábado pasado, antes de la noche de películas.

—Y sin embargo — dijo Baekhyun. Se inclinó y agarró el soju. Su sabor era peor que de costumbre, más amargo — No lo hiciste.

— Pasó después de que llegara Kyungsoo — dijo Jongdae —Habíamos estado ... bueno, cflirteando, antes de eso, pero nada serio.

—¿Qué tiene eso que ver? — la cabeza de Baekhyun se sentía ligera, pero su cuerpo se sentía pesado.

—No hemos estado pasando mucho tiempo juntos — dijo Jongdae. Estaba mirando hacia el agua, con las manos curvadas alrededor de las rodillas y sujetándolas fuertemente. —Me sentí…

—¿Qué?

—Una parte de mí tenía miedo de que te molestara — dijo Jongdae  — Pero supongo que el resto de mí quería castigarte.

—¿Castigarme por qué? — preguntó Baekhyun. Le devolvió a Jongdae el soju, y Jongdae no bebió, sólo lo sostuvo en su mano derecha mientras giraba la tapa , cerrándola y abriéndola  y cerrándola otra vez con la izquierda.

—Por reemplazarme — dijo Jongdae, y Baekhyun se giró bruscamente para mirarlo fijamente —Con Kyungsoo. Últimamente parecía como si él fuera tu mejor amigo, no yo, así que pensé, bueno, esperaría y vería a ver si ,sí quiera, me prestabas atención, con tu brillante nuevo mejor amigo.

—¿Reemplazarte con Kyungsoo? — era incomprensible, para Baekhyun. Kyungsoo y Jongdae eran como el día y la noche, y Baekhyun no sentía ni remotamente lo mismo por  cualquiera de ellos.  — No, Jongdae, Kyungsoo no es ... No es eso.

—Pues pasas bastante tiempo con él, — dijo Jongdae —Mucho más tiempo del que has pasado conmigo últimamente.

—¿Te refieres a como tú y Soojung? —  soltó Baekhyun, y Jongdae le dirigió a Baekhyun una mirada desconcertada.

—Soojung es mi novia —  dijo Jongdae —Por supuesto, cuando está cerca quiero pasar tiempo con ella, pero eso no significa que vaya a ignorarte. Sabes que es diferente de encontrar un nuevo mejor amigo.

—Kyungsoo no es mi mejor amigo — dijo Baekhyun — Es ... —  quería decir, más o menos, que era justo como Jongdae y Soojung, sólo Kyungsoo no era la novia de Baekhyun.

Algo de eso golpeó a Baekhyun en el estómago, y tendría que pensarlo más tarde, cuando Jongdae no pareciera como un cachorro herido, o tal vez como uno de esos potros de ojos salvajes que Chanyeol ponía bajo una silla de montar por primera vez. Sin embargo, dedos más helados que el viento estaban envolviéndole el corazón, y era difícil de ignorar.

—Kyungsoo es ... — comenzó de nuevo, pero nada aceptable le venía a la mente. Sus pensamientos estaban corriendo, y más tarde, se dijo a sí mismo. Averígualo más tarde. —Me gusta —dijo Baekhyun, y Jongdae lo miró — Pero no eres tú, Jongdae. No es mi mejor amigo que bien podría ser mi hermano. — cruzó los brazos y miró hacia otro lado — El nunca habría sido tan cabeza hueca.

—Ya, probablemente no — dijo Jongdae — No parece de ese tipo.

—No lo es — dijo Baekhyun. Volvió a mirar a Jongdae, y por supuesto, Jongdae era mayor ahora, pero Baekhyun todavía podía ver los restos de la forma en que había sido de niño, y de adolescente, también, usando el viejo uniforme de secundaria de su hermano y encorvado sobre su pupitre compartido en su clase de primer año, porque los profesores no habían sabido separarlos aún. Veía a Jongdae en su gorra militar, quejándose a  Baekhyun sobre la comida y diciéndole sobre todas las cosas que no podía esperar a que su madre le cocinara durante el permiso.  —Pero ya lo sabes, te quiero de todas formas.

—¿Más que a tu huésped? — Jongdae se burló, sólo que su voz estaba húmeda y empapada. El aire se precipitó de los pulmones de Baekhyun mientras contemplaba cómo explicarle las cosas a Jongdae sin tocar las cosas que todavía tenía que averiguar.

—Yo no reemplazo a la gente — dijo Baekhyun, después de un largo silencio —Otras personas me reemplazan a mí. Sólo hago amigos rápidamente para no tener que estar solo cuando lo hacen.

Con la respuesta de Baekhyun, Jongdae dejó caer la botella de soju entre las rocas. Algo del líquido salpicó, y se atascó al alcance de Baekhyun —¿Así que todavía soy tu mejor amigo?

Baekhyun se mordió el labio. —Por supuesto que lo eres — dijo. Estaba avergonzado, porque los ojos le picaban y apenas podía oír el océano sobre lo fuerte que le estaba latiendo el corazón. No podía soportar mirar la cara de Jongdae, tampoco, porque se sentía como si tuviera nueve años otra vez, y Jongdae estuviera sentado a su lado, ofreciéndose a ser amigos de nuevo por primera vez.

—Kyungsoo es... él es importante para mí —  Baekhyun inspiró profundamente —pero ... no es como ... — se secó furiosamente los ojos con el dorso de la mano. —No es como si fuera la persona que me ha guardado la espalda la mayor parte de mi vida, no eres tú, Jongdae, es otra cosa,

—Baekhyunnie ...

Baekhyun pescó a ciegas la botella de soju y la encontró, bebiendo un largo trago. Sus ojos seguían llorosos, y era molesto y frustrante.

Jongdae casi lo aplastó contra las rocas. El soju le salpicó sobre los pantalones vaqueros, y Baekhyun maldijo mientras los brazos de Jongdae lo envolvían.

 — Eres un idiota — dijo Jongdae —Me tenías pensando que era simplemente la persona con la que salías porque no había nadie más, tal vez, o ... — suspiró  — Eres diferente, con Kyungsoo, que con Chanyeol cuando llegó. Con Chanyeol, hiciste un amigo nuevo, pero nunca me sentí como si prefirieses pasar tiempo con él que conmigo, pero con Kyungsoo...

—Fingí no darme cuenta de lo tuyo ni de lo de Soojung desde hace décadas, gilipollas — respondió Baekhyun. Jongdae lo miró, sorprendido. —Lo sabía, y no quería saberlo, porque significaba ... — tragó. Significaba que , otra vez, iba a quedarse atrás. — Al prestarle más atención a Kyungsoo estaba prestándoos menos atención a ti y a Soojung y a lo que no me decíais.

—No estuvo bien no decírtelo — dijo Jongdae —Tenía sentido en mi cabeza en ese momento ...

—Eso debería haber sido la primera señal de advertencia — bromeó Baekhyun, débilmente, pero fue suficiente para hacer reír a Jongdae, y luego Baekhyun también se rió —La segunda señal de advertencia era que Soojung pensó que no era una buena idea.

La ira y la frustración de Baekhyun habían desaparecido, en su mayoría, e incluso si aún quedaba algún resquemor, sabía que se desvanecería al final.

—No estoy tan dominado, aún — dijo Jongdae, y luego estrechó los ojos —¿Estás seguro de que no te ha gustado, como, en secreto todo este tiempo?

—¿No te dije que había superado a Soojung en secundaria? — dijo Baekhyun. Su voz se sentía espesa, y Jongdae probablemente podía escuchar lo cerca que estaba Baekhyun de llorar —Es como una hermana para mí, te lo dije.

—¿No te dije yo lo mismo? — replicó Jongdae — Te mentí. Nunca superé a Soojung.— se rió, un poco espesamente también. —Y definitivamente no es como una hermana para mí.

Asqueroso — dijo Baekhyun, poniéndole una mano en el pecho a Jongdae para poder empujarlo, y Jongdae escupió mientras caía hacia atrás, su huesudo trasero deslizándose hasta quedar atrapado por las caderas entre dos rocas.

—¡Oye!

—Le dije a Soojung que pegaría a cualquier novio que trajera a casa — dijo Baekhyun, sonriendo a Jongdae mientras su pecho se contraía. —Debo ser un hombre de palabra.

El camino a casa fue mejor. Hicieron una carrera por la carretera principal, como en los viejos tiempos, y Baekhyun tiró la botella vacía de soju en el cubo de reciclaje mientras pasaban por el cine.

Jongdae tenía que trabajar, así que Baekhyun volvió solo a la pensión. Cuando se al final del camino, con barro cuarteándose en las zapatillas, había un coche de alquiler en el camino de entrada.

Rápidamente recorrió los últimos pasos hasta la pensión, y luego corrió a través de la puerta principal después de dejar la zapatillas embarradas fuera, en vez de en la entrada. Las limpiaría más tarde. Había un par de zapatos de cuero perfectamente alineados con el primer escalón, justo al lado de los de Kyungsoo.

En la cocina había un hombre casi de la misma estatura que Baekhyun, llevando unos planchados pantalones marrones.  Estaba de pie de la misma forma que Baekhyun solía hacerlo, con una mano en el bolsillo y todo su peso en los talones. Estaba sacudiendo el teléfono, frustrado, como si se le hubiera olvidado que no funcionaría allí.

—¿Hyung? — preguntó Baekhyun, y Baekbeom se dio media vuelta.

—Baekhyunnie — dijo, sonriendo, como de costumbre, pero con una chispa de reprimenda en los ojos. —Te he llamado seis veces en los últimos dos días, tienes que revisar tu teléfono.

—No tengo señal aquí — dijo Baekhyun, quitándose el abrigo —Ya lo sabes —recordó, de repente, la llamada de ayer. — Pero lo siento. ¿Qué estás haciendo aquí? No es fiesta.

—Es papá — dijo Baekbeom —Está ... enfermo, estoy como su primer contacto y recibí la llamada telefónica ayer del Centro Médico de Seogwipo.

—Oh — dijo Baekhyun —¿El está bien?

—¡Baekhyun! — Kyungsoo entró en la cocina, con una bolsa en la mano —Pensé que podíamos hacer fideos para la cena ...— se detuvo, y los miró a ambos. Baekhyun sabía que estaba catalogando las diferencias de sus caras, porque todo el mundo lo hacía. —¿Debería ir a la habitación y dejaros hablar?

—Este es mi hermano mayor — dijo Baekhyun — Baekbeom, este es Do Kyungsoo.

—Es un placer conocerte, Do-ssi — dijo Baekbeom —Y sí, por favor, unos minutos serán más que suficientes.

—Sin problema — dijo Kyungsoo, poniendo la bolsa en la encimera. Se fué, y Baekbeom lo siguió con la mirada.

—¿Un huésped en invierno?

Baekhyun se encogió de hombros. —Es un caso especial —se sentó en el borde de la mesa de la cocina. Baekbeom todavía parecía que pertenecía allí, en la cocina de la pensión, incluso con su ropa de abogado de clase alta. —Entonces, ¿qué pasa con papá?

—Por fin ha tenido suficiente alcohol que su cuerpo está dándose por vencido con él — dijo Baekbeom, con un tono fuerte. —Iremos a verlo mañana, lo vi hace unas horas, pero tenemos que decidir qué hacer con él ahora. Ya no podrá vivir por su cuenta.

—Dices eso como si no lo hubieras decidido ya —dijo Baekhyun. Estaba emocionalmente demasiado agotado ahora mismo como para lidiar con eso.  —Lo vas a dejar en mis manos, como la pensión, como la abuela, cuando se enfermó, como todo lo demás, estarás de vuelta a Busan para el final de la semana.

—A ti te gusta esto— dijo Baekbeom —Siempre te ha gustado más que a mí.

—¿Cómo puedo saberlo? — le preguntó Baekhyun —Nunca he tenido la oportunidad de probar si me gusta nada más. —Se bajó deslizándose de la mesa. —Tu habitación está más o menos como la dejaste, he cogido el escritorio. No lo estabas usando.

Baekhyun dejó a Baekbeom en la cocina, retirándose a su habitación. Se sentó encima de las mantas y de la ropa de cama, todavía se desenrollar para la anoche, y cogió su libro de Aprende chino!.

Las palabras nadaban por la página mientras trataba, una vez más, de pasar el tercer capítulo.

⚘❁⚘

 

 

 

 

—Supongo que no quieres fideos— dijo Kyungsoo, media hora después. Estaba parado, inseguro, en la puerta de la habitación de Baekhyun, y Baekhyun apartó el libro a un lado, incorporándose hasta sentarse.

—No tengo mucha hambre por el momento — dijo Baekhyun. Kyungsoo todavía estaba dubitativo, así que Baekhyun frotó el espacio a su lado. Kyungsoo entró y se sentó, ambos con la espalda contra la pared.

—¿No esperabas a tu hermano? — preguntó Kyungsoo. Sus piernas estaban estiradas frente a él como las de Baekhyun, sus vaqueros reemplazados por los pantalones de chándal negros.

—Nunca viene aquí — dijo Baekhyun —Se graduó de la secundaria y salió echando chispas de Jeolbyeog-ri antes de que nadie pudiera pensar en él heredando esto. — suspiró y golpeó la cabeza contra la pared. Dolió.  —Año Nuevo Lunar y Chuseok. Dos veces al año, viene aquí y vamos juntos a Gapa.

El viaje era frío, en invierno. Baekhyun lo odiaba más a principios de Febrero.

—Donde vive tu padre — dijo Kyungsoo, y Baekhyun giró la cabeza para mirar a Kyungsoo. -¿Así que sólo ves a tu padre dos veces al año?

—Si — dijo Baekhyun. Trió de la manta hasta que Kyungsoo se movió sutilmente más cerca, lo suficiente como para que cada vez que pinzaba la tela, sus nudillos rozaban la rodilla de Kyungsoo. Kyungsoo atrapó su mano contra la manta después del tercer roce. —¿Te hace cosquillas?

—Sí — dijo Kyungsoo. Presionó hacia abajo, y luego deslizó los dedos entre los de  Baekhyun, su palma caliente en el dorso de la de Baekhyun. —Así que para, idiota.

—Mi padre fue siempre muy guay, cuando yo era niño — dijo Baekhyun, después de un breve silencio. —Como, de muy pequeño, pero eso fue cuando mi madre aun vivía. — cerró los ojos. — Pero entonces ella murió, y mi padre ... ya no era tan buen padre.

Baekhyun recordaba la forma en que su pequeña casa de Gapa empezó a oler a cerveza y a sudor todo el tiempo. La forma en que la comida se ponía mala en la nevera hasta que Baekbeom lo tiraba. La forma en que Baekbeom le había dicho a Baekhyun una mañana, en un susurro urgente, que se llevara algunas de sus cosas favoritas, porque su vecino iba a llevarlos a la isla principal en su barco, y que el abuelo iba a recogerlos en el muelle .

—Baekbeom probablemente tuvo que lidiar con mucho, entonces— dijo Baekhyun —Pero todavía no entiendo cómo fue tan fácil para él dejarlo. — apenas se detuvo de decir me al final. — Yo no habría podido hacer eso, supongo que no nos parecemos tanto, al final. Sólo de cara.

Kyungsoo soltó la mano de Baekhyun y se movió. Baekhyun miró como Kyungsoo pasó una pierna sobre las de Baekhyun, de modo que miraba a Baekhyun directamente en la cara, sus muslos a ambos lados de las rodillas de Baekhyun. —Tenéis las mismos orejas — dijo, tirando de los lóbulos de las orejas de Baekhyun. — Pero vuestra boca es totalmente diferente.

Baekhyun miró a Kyungsoo con los ojos muy abiertos mientras Kyungsoo le soltó los lóbulos de las orejas y envolvió su mejilla. Su pulgar se hundió en la curva de encima del labio superior de Baekhyun. —La mía es mejor, ¿verdad? — dijo Baekhyun, en voz baja, y sus labios rozaron el pulgar de Kyungsoo.

—No lo sé — dijo Kyungsoo —¿La usa para hablar tanto y tan constantemente como tú?

—No — dijo Baekhyun, apoyando las manos sobre los muslos de Kyungsoo. —¿Eso significa que pierdo la competición?

Los ojos de Kyungsoo eran oscuros. Todos los pensamientos que Baekhyun había tenido miedo de enfrentar, antes, cuando había estado hablando con Jongdae, llegaron corriendo como las olas de la tarde en la playa. El pulso de Baekhyun estaba acelerado. Su corazón latía con fuerza, como si hubiera estado corriendo. Las piernas de Kyungsoo eran muy  cálidas a ambos lados de sus rodillas, y los músculos de sus muslos saltaban bajo las manos extendidas de Baekhyun. Sus labios estaban resbaladizos, donde se los ha lamido, y la mirada de Baekhyun seguía dirigiéndose a ellos.

Parecía obvio, ahora que miraba a Kyungsoo, por qué había querido decirle a Jongdae que lo que sentía por Kyungsoo era igual que lo que Jongdae sentía por Soojung. Tan obvio. Tan sencillo.

Kyungsoo cogió una bocanada de aire temblorosa, y se inclinó hacia atrás. El momento se rompió, y Baekhyun apartó rápidamente las manos de los muslos de Kyungsoo. Las orejas de Kyungsoo estaban más brillantemente rojas de lo que Baekhyun jamás había visto.

—Necesito darme una ducha — dijo Kyungsoo, apresuradamente. Sus manos se alejaron, y se levantó y se fue antes de que Baekhyun pudiera decir algo.

—Oh joder — dijo Baekhyun, cuando estuvo solo en la habitación. Parecía que no podía recuperar el aliento — Joder.

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Baekhyun salió de la pensión antes del desayuno.

Cuando se despertó, sudoroso y ansioso con el estómago hecho un nudo, su primer instinto había sido ver que tal Kyungsoo. Sólo que eso le había recordado lo que había sucedido con Kyungsoo, la noche anterior, con sus manos en la cara de Baekhyun y la revelación de ese momento, lo que le hacía difícil salir de debajo de las mantas, y más difícil aún pasar por su rutina matinal con manos inestables.

La puerta de Baekbeom estaba firmemente cerrada, por lo que Baekhyun cogió un huevo duro de la nevera y lo peló sobre el fregadero, antes de morderlo mientras se dirigía a la entrada. Se puso el abrigo, luego salió a la calle, donde sus zapatillas todavía se encontraban en los escalones de la entrada.

Estuvo un rato de pie en el porche delantero, viendo el sol alzarse, y respirando el olor invernal del alcanfor, que era más suave que el olor pesado del verano. Comprobó la gasolina de la scooter antes de arrancarla para conducir hacia los establos donde Chanyeol trabajaba. Se puso el casco, porque ya estaba fuera, y procedió a conducir demasiado rápido por la carretera vacía, e incluso más rápido todavía por el camino lateral de los establos.

Dudaba que el tiempo fuera lo suficientemente bueno para paseos, pero salir con Chanyeol probablemente le ayudará a despejar la cabeza, al menos sobre Kyungsoo. Anoche no había podido dormir demasiado bien.

Chanyeol estaba cepillando a Mocha cuando Baekhyun abrió la puerta. Su cara estaba roja y brillante por el viento, y le ofreció a Baekhyun una gran sonrisa cuando se giró para ver quién había entrado.  —¿Y si no hubiera estado trabajando hoy?

—Habría pasado algún tiempo con Jinri — dijo Baekhyun —y ella es mucho más bonita que tú, así que no habría sido una gran pérdida.

—Sé la verdad, Baekhyunnie — dijo Chanyeol —Piensas que yo soy el más guapo. Has venido a verme después de todo.

—A lo mejor he venido a ver a Mocha — replicó Baekhyun.

—Un día, no voy a estar aquí, y entonces aprenderás a usar el teléfono y a llamar a la gente.

—Trabajas todos los días — dijo Baekhyun —Apuesto a que eres el tipo de estudiante que iba a la clase incluso cuando estabas super enfermo, para no decepcionarías a tus profesores.

—Mal — dijo Chanyeol — Iba porque no puedes ponerte al día de un día entero de clases tan fácilmente, y una vez que te retrasas, te quedas atrás.

Baekhyun se acercó a la valla donde Chanyeol estaba preparando el poni favorito de Baekhyun, y se sentó en el borde de la cerca alrededor del área abierta, donde normalmente habían unos pocos potros vagando libre para calentar.

—Yo me saltaba las clases porque no quería ir — dijo Baekhyun —y nunca me ponía al día después.

—¿Qué tal tu viaje? —preguntó Chanyeol. Se había cortado el pelo, muy corto, y la mayor parte se escondía bajo la gorra de béisbol, una gris de algún equipo americano de baloncesto.

—Llevé a Kyungsoo a un tour por la costa — dijo Baekhyun —Ha estado bien.

—Jongdae vino aquí hace unos días diciendo que te habías ido, y que Kyungsoo se había ido, y que él era una persona horrible, así que espero que hayáis solucionado eso.

—Lo hemos hecho — dijo Baekhyun —Está saliendo con Soojung.

—Lo sé — dijo Chanyeol —Jongdae mencionó eso también, justo después de la parte de ser una persona horrible.

—Ah. ¿Hoy no hay ponis fuera aparte de Mocha?

—No hay ningún paseo hoy. Demasiado barro y los caminos son demasiado resbaladizos para los principiantes, pero Mocha no había salido en varios días, así que la llevé a dar un paseo corto.— Chanyeol sonrió y le acarició el flanco a Mocha —Pero ahora tengo que limpiarla. — Mocha se estremecía con impaciencia, y Chanyeol le canturreó. — Inquieta como Baekhyun, ¿no es así, pequeña?

Baekhyun fulminó la espalda de Chanyeol con la mirada.

—Así que — dijo Chanyeol, moviendo el cepillo hasta el último trozo del pelaje de Mocha, —ahora que Jongdae y Soojung están saliendo, tendrás que hacer tu movimiento en Kim Taeyeon pronto, ¿no?

—¿No lo has oído? — Baekhyun pateó el suelo, y lo arañó la punta de la zapatilla, despegándose parte del barro endurecido — Está saliendo con Minseok hyung.— Baekhyun los había visto, después de todo, y sólo era cuestión de tiempo antes de que alguien más lo hiciera también.

Chanyeol bajó el cepillo y se giró para mirar a Baekhyun. —No, no había oído hablar de ello.— Caminó hacia Baekhyun y le dio unas palmaditas en el hombro, demasiado fuerte, porque no controlaba su propia fuerza. —¿Cómo lo llevas? ¿Tienes el corazón roto en un millón de diminutos pedacitos?

—No — dijo Baekhyun —Lo superé hace ya mucho tiempo. —Chanyeol se sentó frente a él, en una escalera, y se inclinó hacia delante.

—Es la primera vez que escucho eso — dijo Chanyeol, y Baekhyun se frotó las manos en los vaqueros — ¿Has pasado pagina con alguien nuevo?

Baekhyun pensó en Kyungsoo, sus pulgares en la boca de Baekhyun y sus cálidas piernas a horcajadas sobre las de Baekhyun.

—Tal vez me he dado cuenta de que ella no es mi tipo—  agitó una mano, airadamente, y luego le sonrió a Chanyeol, esperando que pareciera más real de lo que lo sentía—Tal vez Minseok hyung es mi tipo.

Chanyeol se rió. —Bueno, hay peores tipos en el mundo — dijo —Minseok hyung es cool.

—También es un hombre — dijo Baekhyun, y Chanyeol se levantó, regresando al lado de Mocha, quien relinchó suavemente hasta que Chanyeol se metió la mano en el bolsillo para darle una golosina. —Así que…

—Bueno, sí — dijo Chanyeol —pero hey, los delfines nariz de botella se aparean con otros machos en la naturaleza. — Utilizó sus dedos para desenredar la crin de Mocha. —En realidad, los investigadores identificaron un par de delfines machos que mantuvieron una relación de pareja durante diecisiete años. — miró por encima del hombro a Baekhyun —Y no nos olvidemos de los carneros, de los pingüinos y de los chimpancés pigmeos …¿sabías que los encuentros uales entre chimpancés pigmeos del mismo o pueden aumentar la posición social?

—Chanyeol, a nadie le importan los hábitos de apareamiento de los chimpancés. — Baekhyun se pasó una mano por el pelo y se acercó a Chanyeol, dejando a Mocha mordisquear sus dedos mientras Chanyeol desenredaba el último nudo.  —¿Tienes que sonar como el audiolibro de mi libro de ciencias de secundaria todo el tiempo?

—Todo lo que estoy diciendo es, que si Minseok hyung fuera tu tipo, no sería una anomalía estadística completa, en lo que respecta a la Madre Naturaleza — dijo Chanyeol. Echó un vistazo a Baekhyun por el rabillo del ojo, y Baekhyun levantó ambas manos en protesta visual.

—No estoy secretamente detrás de Minseok hyung, era sólo hipotético. —Baekhyun tragó.

Chanyeol asintió con la cabeza y luego sonrió. —Bueno, me alegro de que no estés todo roto por lo de Taeyeon nuna. Hay alguien ahí fuera para ti, Baekhyunnie.

—Sí, tal vez —dijo Baekhyun, mordiéndose el labio. Pensó en lo mucho que le gustaba la forma en que la mano de Kyungsoo encajaba con la suya. —Pero, ¿qué posibilidades hay de que, aunque encuentre a esa persona, quiera quedarse aquí, en Jeolbyeog-ri?

Entonces Chanyeol se volvió para mirar completamente a Baekhyun, con una extraña expresión en la cara. —Baekhyun, tu…

—Todavía es hipotético — dijo Baekhyun.

—Entonces, hipotéticamente —dijo Chanyeol — la persona para ti entendería lo que Jeolbyeog-ri significa para ti, y lo resolveríais.— palmeó el flanco de Mocha. —Estoy por terminar aquí. ¿Estás libre esta tarde? Obviamente no estoy de turno.

—No — dijo Baekhyun — Mi hermano está en el pueblo.

—¿Es el apocalipsis? —preguntó Chanyeol, y Baekhyun se rió, seco y sin humor.

—No, mi padre ... no se encuentra muy bien, vamos a visitarlo al hospital.

—Dile que se mejore de mi parte, vale? —Chanyeol se frotó las manos en su chaleco de excursión rojo. —Quizá me pase por la pensión y vea si tu Kyungsoo quiere cenar conmigo.

—¿Mi Kyungsoo? —El corazón de Baekhyun se le subió a la garganta y se quedó allí.

—Él es tu huésped, ¿no? Sólo estaba pensando que a lo mejor le gustaría tener compañía mientras tú no estuvieras.

—Es una buena idea — dijo Baekhyun —Gracias.

—¿Por qué? —Chanyeol le sonrió, las orejas sobresaliéndole obscenamente con su nuevo corte de pelo.

—Por preocuparte por los hábitos de apareamiento de los chimpancés pigmeos, supongo — murmuró Baekhyun, y los ojos de Chanyeol se entrecerraron pensativamente antes de que su sonrisa regresara a su máxima potencia.

—No hay problema, colega — dijo Chanyeol, con otra abrumadora palmada en el hombro que le hizo tambalearse —¿Para qué están los amigos?

⚘❁⚘

 

 

 

De hecho se sentía mejor cuando volvió a la pensión, después de hablar con Chanyeol. Chanyeol tenía algo, a veces, cuando no estaba soltando trivialidades raras de Wikipedia, como si supiera que era lo que Baekhyun necesitaba oír, incluso antes de que Baekhyun supiera sí quiera que necesitaba oír algo en absoluto. Baekhyun pensó que era el mismo instinto que les hacía reírse de las chistes malos del otro.

Entrando a la pensión, Baekhyun frunció el ceño ante el polvo de invierno que había de nuevo en el pasillo. Se estaba acumulando bajo el radiador del pasillo, también. Se remangaría la sudadera y lo limpiaría todo mañana.

Baekbeom estaba despierto, bebiendo café en la cocina. Baekhyun le hizo una mueca y el le frunció el ceño en respuesta. 

—¿Estás listo para salir? —preguntó Baekbeom.

—¿Está Kyungsoo despierto? — Baekhyun se retorció la gorra de los Nexan para que quedara de lado, y Baekbeom lo miró con curiosidad. — Mi huésped, Kyungsoo.

—No creo.  No esperaba que tuvieras un invitado en invierno.

—Sí, a mí también me sorprendió cuando apareció — dijo Baekhyun. Kyungsoo, con el pelo engominado hacia atrás y su Lexus y su expresión sombría. Baekhyun se frotó un punto apretado en el centro del pecho.

—Los dos parecéis ... No sé, creía que era un amigo, al principio, no un huésped.

—Ahora es un amigo — dijo Baekhyun —Ha estado aquí desde principios de Noviembre.

—Siempre has sido bueno en hacer amigos — dijo Baekbeom —Mucho mejor de lo que nunca lo he sido yo.

—Kyungsoo es ... — Baekhyun sonrió, luego sacudió la cabeza — Déjame dejarle una nota, y luego podemos irnos.

Baekhyun deslizó un trozo de papel bajo la puerta de Kyungsoo, diciéndole que él y Baekbeom se habían ido y advirtiéndole de que Chanyeol podría aparecer, y Kyungsoo abrió la puerta. Parecía cansado, y Baekhyun le apartó el pelo a Kyungsoo de la cara. 

—Hey — dijo Baekhyun — Buenos días.

—¿Te vas? — preguntó Kyungsoo, y Baekhyun asintió.

—Volveré por la noche — dijo, entonces sacó los labios indeciso, antes de añadir:  —¿Crees que podríamos hablar?

La sorpresa destelló en los ojos de Kyungsoo.  —¿Sobre qué? — Sus labios estaban algo hinchados por el sueño, y se llevó una mano a la mejilla y la rascó, apoyándose en el marco de la puerta. Su camiseta se movió, revelando una porción mayor de piel pálida de la clavícula.

Baekhyun se lamió los labios.  —Estoy tratando de averiguarlo — dijo — Espero tener algún tipo de respuesta esta noche.

Eso hizo que Kyungsoo le sonriera. —No te hagas daño — dijo, y Baekhyun soltó una risa aliviada, porque incluso abrumado por esos sentimientos, las cosas entre ellos todavía se sentían ... cómodas.

—No te prometo nada — dijo Baekhyun — Te lo dije, me gusta vivir peligrosamente.

—Cierto — dijo Kyungsoo — Lo recuerdo — Un divertido giro en sus labios, y Baekhyun miró a otro lado.

Después de un rápido trago de agua de la jarra de la nevera, Baekhyun se estaba subiendo al coche de alquiler de Baekbeom para ir hasta Seogwipo-si.

Ir en coche con Baekbeom no era como con Kyungsoo. Baekbeom y Baekhyun con  todas sus diferencias, compartían la incapacidad de estarse quietos, y la necesidad de Baekhyun de elegir la música.

Cuando todavía eran pequeños, Baekhyun lanzaba pataletas sobre qué canal poner en la radio, mientras su madre lavaba el arroz en el fregadero. Baekhyun se subía  laboriosamente sobre una silla y luego se equilibraría para poder alcanzar la encimera. Su madre mantenía la radio a su alcance, porque sabía cuánto odiaba Baekhyun escuchar las noticias.

Baekbeom era lo suficientemente alto como para alcanzar la radio sin subirse a nada, y entraba  en la cocina y la cambiaba fácilmente, y luego se echaba a reír cuando Baekhyun le hacía pucheros, desordenándole el pelo si se quejaba demasiado.

Mayor ahora, Baekhyun simplemente desconectaba de las cosas aburridas que Baekbeom escuchaba y  se centraba en el paisaje.

—Bueno, dime qué tal te va — dijo Baekbeom, después de diez minutos de silencio. El clima era bueno, y Baekhyun tenía una gran vista de los árboles por la ventana. —¿Cómo están Jongdae y Jongdeok?

—Bueno, bien. Ambos están bien.

—¿Y qué hay de ti? — preguntó Baekbeom — ¿Necesitas algo?

 Baekhyun miró a su hermano, y pensó en cientos de respuestas: Ojalá aún fuera temporada de gamgyul  o todos mis amigos están creciendo sin mí y no creo que vaya a poder ponerme al día pronto  o estoy tratando de averiguar por qué quiero besar a un hombre y eso me impide dormir por la noche  o incluso siento que voy a estar siempre en Jeolbyeog-ri, sin nada por lo que esperar, durante el resto de mi vida.

Se recostó en el asiento, con el cinturón de seguridad clavándosele en la garganta.

—No necesito nada — dijo Baekhyun —Yo también estoy bien.

—Podrías decírmelo, si no lo estuvieras — dijo Baekbeom —Sé que te gusta jugar siempre a ser feliz, pero sigo siendo tu hermano mayor — echó una ojeada a Baekhyun, y Baekhyun fingió no darse cuenta —Así que, si ... necesitabas a alguien con quien hablar ... estoy aquí.

Y tal vez Baekhyun estaba al borde, aún, acerca de todo: sobre Jongdae, sobre Kyungsoo, y sobre cómo Baekbeom estaba actuando como si estuviera siempre cerca para escuchar los problemas de Baekhyun, pero algo en él saltó.

—Como cuando estabas aquí cuando no tenía amigos cuando me trajiste, o como cuando estaba suspendiendo  en secundaria, o tal vez quieres decir como cuando la abuela murió, y tuve que planear el funeral y llevar a cabo los servicios durante los primeros cuatro días yo solo porque tú estaba demasiado ocupado con el trabajo para venir a casa y ayudarme. ¿Ese aquí, Hyung?

—Tenía mis propias cosas de las que ocuparme, Baekhyunnie — dijo Baekbeom —Tú no eras lo suficiente mayor para darte cuenta de lo mal que era, justo después de que mamá muriera. — Se pasó pasó la mano izquierda por el pelo, la derecha todavía en el volante. —Tú llegaste a Jeolbyeog-ri y te enamoraste de esto. Y en todo lo que yo podía pensar era en cuánto quería salir de la isla y hacer algo más con mi vida.

Baekbeom se había ido tres días después de su ceremonia de graduación de secundaria. Baekhyun aún no había terminado la primaria.  —Sí, lo sé. Igual que tú sabías lo que significaría para mí tu partida.

—Podrías vender la pensión — dijo Baekbeom — Si realmente quisieras.

—Sabes que no puedo — dijo Baekhyun — nuestros antepasados ​​están enterrados en esa propiedad. Y si lo vendemos, los primeros compradores interesados ​​serán los promotores de complejos turísticos o del gobierno. — se cruzó de brazos — No quiero venderla, de todas formas — añadió, después de unos momentos —Ha estado en la familia de mamá desde siempre.

No volvieron a hablan hasta que Baekbeom aparcó el coche en una plaza libre del garaje. Metió el freno de mano.

—Sólo porque dejes a alguien, no significa que no los quieras — dijo con firmeza.

—¿No significa que no los quieres lo suficiente? — Baekhyun respondió, y luego salió del coche, dando un portazo. No se sintió bien decirlo, no como había pensado. En vez de eso, se sentía culpable y egoísta.  —Lo siento — dijo, cuando Baekbeom salió por el lado del conductor —Por gritarte.

—Pero eso era lo que querías decir, ¿no? — dijo Baekbeom calladamente, y Baekhyun no le contestó. En lugar de eso, se miró fijamente los pies. Los cordones estaban casi rotos.

Baekbeom hizo un ruido frustrado con la parte posterior de la garganta, y los ojos de Baekhyun volaron en su dirección.

—Baekhyunnie, mi partida no tuvo nada que ver contigo —  dijo Baekbeom — Era sólo que había cosas que quería. Y a ti siempre te encantó esto, lo quisiste más de lo que yo nunca lo hice.

—No sabes lo que es — dijo Baekhyun — ver a la gente irse, uno por uno, hacia algo más grande — se ajustó la gorra, tirando del borde — y saber que tu no vas a ir a ninguna parte. —se rascó la nariz —Todo el mundo se va. Y yo ... yo me quedo, porque uno de nosotros tiene que hacerlo. Tú tomaste esa decisión por mí . Y ...

—¿Y qué? — preguntó Baekbeom. Se apoyó el coche, y Baekhyun pensó que ésta podría ser la primera vez en años que Baekbeom realmente parecía estar escuchándolo cuando hablaba.

—¿Te acuerdas de cómo solíamos competir, sobre quién podía lanzar la roca más lejos? Yo siempre perdía.

—Eso era porque tus brazos no eran tan largos ni tan fuertes — dijo Baekbeom —Probablemente ahora sería una competición justa.

—Sólo que ya no trato de lanzar las piedras más lejos que nadie — dijo Baekhyun —Porque no quiero ser un jugador de béisbol, ni  tampoco estoy ya tratando de que mi hermano mayor me preste atención. — Baekbeom le frunció el ceño, y Baekhyun le impidió responder con un: -Deberíamos ir a ver a papá, ¿no?

El padre de Baekhyun había perdido mucho peso desde la última vez que lo había visto, en Septiembre. Se veía apático, acostado en la cama, con el blancos de los ojos teñidos de amarillo y las muñecas y los tobillos hinchados. “Es cirrosis “ le había dicho Baekbeom, subiendo en el ascensor. "Su hígado finalmente está sintiendo la tensión de su estilo de vida."

—Hey, papá — dijo Baekhyun, y su padre lo miró y sonrió —¿Cómo te encuentras?

—No muy bien —  respondió su padre. Sonrió a Baekhyun, y los ojos de Baekhyun se ensancharon. La mirada de su padre era clara, y Baekhyun se dio cuenta de que estar en el hospital significaba que a su padre no se le permitía beber. Su padre no le había sonreído así en mucho tiempo. En Chuseok, ese año, Baekhyun y Baekhyun habían acabado cenando solos la primera noche, porque él se había desmayado alrededor de las tres y media de la tarde. —Bonita gorra.

—Los Nexan va a ganar este año — dijo Baekhyun —No es demasiado tarde para entrar en el mejor equipo de la KBO.

—No he visto el béisbol en mucho tiempo — dijo su padre —Tal vez debería empezar otra vez.

Estaba casi irreconocible, ese hombre hablando con Baekhyun desde la cama del hospital. —Sí — dijo Baekhyun, mirando hacia otro lado — bueno, ya he escogido al mejor equipo.

—Te tomaré la palabra — La voz de su padre ... le recordaba a Baekhyun el ser pequeño y pensar que su padre era la persona más guay que jamás hubiera conocido. Miró a Baekbeom, que miraba a su padre solemnemente, y se preguntó qué pensaba Baekbeom de todo eso — Cuéntame sobre sus estadísticas, hijo.

Baekbeom se excusó para hablar con la enfermera, y Baekhyun, lentamente al principio, pero luego con creciente entusiasmo, le explicó las perspectivas actuales de los Nexan a su padre, comenzando con la rotación de lanzamiento y luego ahondando en los extremos. Su padre se metió de lleno en la conversación, y algo dentro de Baekhyun se alivió cuando él se metió también.

—Baekhyunnie — dijo su padre, más tarde, cuando Baekhyun terminó —sabes que te quiero, ¿verdad?

—Sí — dijo Baekhyun —Lo sé — le sonrió a su padre, y le ajustó las mantas.

Él y Baekbeom se quedaron hasta que su padre se durmió. Entonces Baekhyun siguió a Baekbeom hasta el pasillo, ambos callados. Subieron al ascensor y bajaron. Baekhyun iba a coger el autobús de vuelta a la pensión. Baekbeom se quedaría en la ciudad esta noche.

—La enfermera dice a papá le pueden dar de alta mañana. —Baekhyun se volvió para mirar a Baekbeom, que estaba sacando el tabaco antes incluso de salir del vestíbulo.

—Le prepararé una habitación en la pensión—  dijo Baekhyun —No me llevará mucho tiempo. He mantenido el lugar realmente limpio desde que Kyungsoo está por aquí.

—De hecho— dijo Baekbeom —  me llevaré a mi papá a Busan conmigo.

Los labios de Baekhyun se abrieron por la sorpresa. — ¿Qué? — Eso no tenía sentido, para Baekhyun. Él era el que tenía tiempo para cuidar de su padre, y el que tenía habitaciones libres.

—Su médico ha recomendado un centro de tratamiento, que no está lejos de la casa del tío — dijo Baekbeom — y la pensión está lejos del hospital, así que si papá está dispuesto, se vendrá  conmigo — Baekbeom se rascó el cuello, de la misma manera que Baekhyun sabía que él lo hacía — Creo que ... podría ser bueno para él también, salir de la isla, sé que a mí me ayudó.

—Tal vez — dijo Baekhyun — Papá parece ...

—Ha pasado tanto tiempo — dijo Baekbeom — que se me había olvidado cómo era. —tragó —Antes, quiero decir. Como era antes.

—¿Estás seguro que está bien? — dijo Baekhyun. Baekbeom era el que tenía una vida, después de todo. El que tenía una carrera de abogado y una prometida y gente que a la que visitar el fin de semana. Baekhyun era simplemente el custodio de la propiedad de su familia, sacando el dinero suficiente para pagar las facturas. —¿Estás haciendo esto por lo que te dije antes?

—Está bien mientras vengas y nos visites — dijo Baekbeom — Sé que piensas que soy lo peor, por no querer volver tanto aquí, pero no es porque no quiera verte — sonrió a Baekhyun con ironía. Kyungsoo tenía razón, pensó Baekhyun. Baekbeom tenía la boca de su madre, y Baekhyun siempre sonreía más como su padre. —Siempre has podido venir a verme, siempre has sido bienvenido, Baekhyunnie.

—¿Lo he sido? — Baekhyun siempre había creído que él había sido una de las cosas de las cuales su hermano había querido escapar saliendo de Jeju. Su hermano pequeño, demasiado lapa, demasiado ruidoso, demasiado ... —Nunca me lo pareció realmente.

—No soy ... Bueno con la gente, como tú — dijo Baekbeom — Ya lo sabes. —miró hacia otro lado.  — Tú y papá podéis ver los partidos de béisbol, si vienes a vernos en primavera. Podría ... salir del trabajo temprano, y podríamos ir al estadio.

—Eso suena ... — Baekhyun se frotó el estómago para calmar el nudo, mirando a Baekbeom cuidadosamente — bastante bien, la verdad.

—¿Verdad? — Baekbeom respondió y Baekhyun asintió con la cabeza.  —Voy a ... intentaré enviarte más mensajes. Si contestas.

Baekhyun se encogió de hombros. —Supongo que podría hacer eso — dijo. Pensó en Jongdae y Jongdeok, que se peleaban constantemente pero hacías viajes de mochila juntos una vez al mes. Acerca de Soojung y Sooyeon, que se pasaban horas viendo revistas juntas y siempre queriendo estar juntas. Acerca de Minseok, que siempre estaba mirando por encima del hombro de su hermana pequeña para asegurarse de que nadie se aprovechara de ella, y acerca de Kyungsoo, mandándole mensajes con imágenes al azar a su hermano, y se preguntó si él podría tener algo así con Baekbeom. No quería contar con eso.  —Será mejor que me vaya, antes de perder el último autobús.

—Te enviaré un email mañana — dijo Baekbeom —Cuando salgamos y cuando lleve a papá a casa.

—Ok — dijo Baekhyun, despidiéndose de Baekbeom y cogiendo un taxi para que le llevara a la parada de autobús.

El viaje en autobús a casa era largo. Baekhyun se sentó en la parte de atrás del autobús, y escuchó su música lo suficientemente alto como para ahogar el parloteo de los otros pasajeros. Al caer la noche, Baekhyun observaba el mundo pasar por la ventana. Se quedó dormido, durante un rato, y se despertó sólo a dos paradas de la suya. Cuando el autobús paró,  al borde de Jeolbyeog-ri, Baekhyun tuvo que sacudir la pierna dormida antes de poder bajar del autobús, saludando con la cabeza al conductor.

Era tarde. Las estrellas brillaban allí arriba y las luces salían de las ventanas de las casas que Baekhyun pasaba, rozando las manos a lo largo de los muros de piedra que protegían  las casas bajas contra el viento.

El paseo hasta la pensión  lo despertó, y cuando llegó a la puerta principal y la abrió, las luces estaban encendidas.

Kyungsoo estaba en la sala principal. Estaba con el portátil, pero cuando vio a Baekhyun, lo cerró, colocándolo sobre la mesa y le dio la vuelta a su cojín.

—Estás en casa —  dijo, y sonrió.

Era agradable, pensó Baekhyun, llegar a casa y que hubiera alguien. Era aún mejor, pensó, regresar a casa con Kyungsoo así, con el pelo algo desaliñado y con las clavículas asomándosele por el cuello de la camiseta, con las piernas metidas bajo él en el cojín. Sonriéndole a Baekhyun.

La sonrisa de Kyungsoo nunca dejaba de atrapar la atención de Baekhyun, no desde la primera vez que la había visto, al final de esa caminata, cuando la cara de Kyungsoo se había estado enrojecido por el esfuerzo e irritada por el viento del invierno.

—Sí — dijo Baekhyun, después de un latido demasiado largo — Aquí estoy. El autobús tarda más o menos una eternidad — le devolvió la sonrisa a Kyungsoo.

—¿Tu hermano no ha vuelto contigo? — Kyungsoo preguntó, y Baekhyun sacudió la cabeza.

—Nop, sólo somos nosotros esta noche — Baekhyun intentó dejar ir la tarde y centrarse en el ahora. Se sentó al lado de Kyungsoo, quitándose  el abrigo mientras lo hacía, y luego lanzó el abrigo en el suelo junto a él. Kyungsoo lo miró fijamente, observándolo. Baekhyun deliberadamente se sentó lo suficientemente cerca como para que sus rodillas se rozaran. — ¿Decepcionado? Sé que crees que su boca es mejor que la mía.

 —Nunca he dicho eso — contestó Kyungsoo, lentamente. Se pasó una mano por el pelo. —No ponga palabras en mi boca. — bajó la mano del pelo y la apoyó en el muslo de Baekhyun.  —¿Cómo está tu padre?

—Está ... — Baekhyun suspiró — Es raro, pero ... — se mordió el labio, y la mirada de Kyungsoo se desvió. —Parecía enfermo, pero actuó ... Era como ver a su verdadero yo de nuevo por primera vez en años.

Los ojos de Kyungsoo volvieron a mirar los suyos, y tal vez Baekhyun se había imaginado la forma en la que Kyungsoo le había mirado los labios. Entonces la mano de Kyungsoo se movió, un poco más arriba en el muslo, y todo el aire en los pulmones de Baekhyun salió disparado,  dejándolo sin aliento.

—Eso está bien — dijo Kyungsoo — ¿No?

—Baekbeom se llevará a mi padre a Busan — dijo Baekhyun. Los ojos de Kyungsoo estaban muy serios mientras le miraba, y Baekhyun se estremeció ante su intensidad.  — Hay un centro de tratamiento bastante bueno cerca de donde vive mi tío, y ... —olvidó el resto de la frase cuando Kyungsoo empezó a retirar su mano, los dedos cosquilleándole a Baekhyun a través de la tela vaquera.

—¿Y?

Baekhyun puso su propia mano encima de la de Kyungsoo para detenerlo.

—No lo recuerdo — dijo.

De repente, todo lo de ayer le volvió corriendo a la mente: todos los sentimientos que Baekhyun había pasado la noche tratando de descifrar. La confusión y la necesidad eran abrumadoras, y Baekhyun no podía organizarlo para nada: no podía darle sentido a la forma en la que sus latidos estaban fuera de control o la forma en que la sangre le subía al cuello o la forma en que el calor de los dedos de Kyungsoo le robaban la concentración tan fácilmente.

Kyungsoo miró fijamente la mano de Baekhyun sobre la suya, con el ceño arrugado. Su boca estaba fruncida, sus gruesos labios pálidos, y los lamió antes de mirar hacia arriba para encontrarse con la mirada de Baekhyun.  —¿Dijiste que querías hablar de algo?

—Kyungsoo…

Kyungsoo no se quedaría para siempre. Baekhyun sabía que eventualmente, se iría, porque eso era lo que hacían los huéspedes. Kyungsoo se había quedado más tiempo que la mayoría, pero tenía una vida en Seúl. Familia, amigos, trabajo, toda una existencia de la que Baekhyun no formaba parte. Él no era de Baekhyun.

Pero Baekhyun nunca se había sentido así antes, como si fuera a explotar si Kyungsoo no lo tocaba, y como si fuera a explotar si lo hacía. Lo que Kyungsoo desencadenaba dentro de Baekhyun no eran los suaves vientos primaverales, sino los vientos más feroces del invierno, poderosos e inflexibles. Baekhyun siempre había estado dispuesto a correr riesgos. Imprudente, como diría Kyungsoo, y luego le dirigió a Baekhyun una de esas medias sonrisas que hacían que las entrañas de Baekhyun se calentaran.

—¿Sí, Baekhyun? — preguntó Kyungsoo, con la voz quebraba. Baekhyun extendió la mano y la curvó sobre la mandíbula de Kyungsoo, mordiéndose brevemente el labio cuando Kyungsoo se inclinó en el toque.

Todo el cuerpo de Baekhyun le estaba diciendo que se acercara a Kyungsoo, para tocar más de Kyungsoo.

—Oye — dijo Baekhyun, reuniendo todo su valor e internándose en el espacio personal de Kyungsoo  — No me pegues, ¿vale?

—No lo haré — susurró Kyungsoo, con el aliento caliente contra los labios de Baekhyun, y Baekhyun lo besó. Kyungsoo hizo ese pequeño sonido de hipo que hizo que el estomago de Baekhyun se sacudiera, pero entonces su otra mano, la que no estaba en el muslo de Baekhyun, subió para agarrarle la camiseta, acercándolo más a él.

La boca de Kyungsoo era suave, moldeable. Cuando Baekhyun inclinó la cabeza, Kyungsoo suspiró, su boca se abrió ligeramente contra la de Baekhyun, y sus nudillos se clavaron en el pecho de Baekhyun. Baekhyun tiró del labio inferior de Kyungsoo entre los dientes mientras sus ojos se cerraban, y cuando Kyungsoo tomó el control del beso, succionando el labio superior de Baekhyun antes de lamer su entrada en su boca, este gimió, la tensión de los últimos días desapareciendo, dejándolo dócil en el abrazo de Kyungsoo.

Utilizando su mano libre para equilibrarse, Baekhyun tiró de Kyungsoo hasta que lo tuvo en su regazo. Kyungsoo gruñó antes de meter ambas manos en el pelo de Baekhyun, su lengua deslizándose por el paladar de Baekhyun. La boca de Kyungsoo estaba amarga por el café, pero a Baekhyun ni siquiera le importaba, inclinando la cabeza hacia atrás para conseguir más de los labios de Kyungsoo. Con un tirón en el pelo de Baekhyun, Kyungsoo le sacó un largo gemido, y dejó caer su mano de la mejilla de Kyungsoo para sujetarle la cintura.

Durante el primer beso de Baekhyun, había estado pensando todo el tiempo. Acerca de su aliento, sobre dónde poner las manos, sobre si había demasiada saliva o demasiado poca. Kyungsoo no le daba a Baekhyun la oportunidad de pensar. Una de las manos de Kyungsoo  le cubrió la nuca mientras la otra le apretaba más fuertemente el pelo, y su boca exigía todo la concentración de Baekhyun.

Incesante, Kyungsoo reclamaba a conciencia cada centímetro de la boca de Baekhyun. Baekhyun hacía todo lo posible para mantener el ritmo. Se sentó mejor, de modo que sus manos estuvieran libres para vagar por la espalda de Kyungsoo, y Kyungsoo se estremeció cuando las manos de Baekhyun se deslizaron dentro de su camiseta para acariciar sus costados, la piel muy suave bajo las palmas de Baekhyun.

El corazón de Baekhyun se sentía como si fuera a estallar cuando Kyungsoo gimió suavemente en su boca, un suave sonido de satisfacción que hizo que Baekhyun tratara desesperadamente de acercarse más.

Kyungsoo se calmó un poco, y ​​Baekhyun recordó que se suponía que debía respirar. Separando sus labios de los de Baekhyun, Kyungsoo le daba pequeños besos en la barbilla, las mejillas y la nariz, mientras Baekhyun respiraba entrecortadamente. Le dio un último beso justo por encima de los labios de Baekhyun. Gimiendo, Baekhyun mordisqueó el labio inferior de Kyungsoo, hasta que Kyungsoo se rió entre dientes y capturó sus labios de nuevo.

—¿Esto era de lo que querías hablar? — murmuró Kyungsoo contra la mejilla de Baekhyun, y Baekhyun se rió, incrédulo, retrocediendo para poder mirar a Kyungsoo.

Sus labios estaban hinchados y rosados, y sus ojos brillantes. El pelo desordenado le caía sobre la frente, y sus mejillas estaban ruborizadas. Baekhyun se inclinó hacia adelante y lo besó de nuevo, rápidamente, con un ruido fuerte y exagerado.  —Sí, — dijo Baekhyun — Creo que sí.

—¿Crees? — preguntó Kyungsoo. Le dio un besito en la comisura de la boca de Baekhyun, y luego por la mejilla, arrastrando su boca a través de su piel hasta llegar a la mandíbula de Baekhyun, succionado la piel de allí, y Baekhyun gimió, temblando mientras Kyungsoo mordisqueaba un camino por el cuello de Baekhyun. —¿No estás seguro?

—Mi cerebro es como mermelada ahora mismo — admitió Baekhyun, tembloroso, mientras Kyungsoo le lamía en la piel que unía el cuello con el hombro. —Todo lo que puedo pensar es en cuánto quiero besarte otra vez.

Fue Kyungsoo quien rió, esta vez, contra la fina piel de la garganta de Baekhyun. —¿Que te detiene?

—No lo sé — respondió Baekhyun, antes de acariciar ligeramente con las uñas la columna vertebral de Kyungsoo.

—No soy yo — dijo Kyungsoo, sellando sus labios de nuevo.

 

 

 

⚘❁⚘

 

 

 

 

La luz entraba por la ventana de la cocina mientras Baekhyun le quitaba la piel al pescado con dedos inestables.

Se había despertado esa mañana frente a la cara de Kyungsoo. Había estado pensativo en su sueño, con la boca bien cerrada y las cejas fruncidas, y durante unos pocos y desorientados momentos , Baekhyun había pensado que todo lo de la noche anterior había sido un extraño sueño: que había regresado del hospital y se había quedado dormido fuera, en la sala principal y había soñado con todos los besos que él y Kyungsoo habían compartido. Pero había un ligero dolor en su mandíbula y una sensación tierna en su boca que le decía que no había sido un sueño, así que Baekhyun había extendido la mano y alisado la arruga en la frente de Kyungsoo, dándole un suave beso justo al lado de la oreja y  se había levantado.

Después de lavarse la cara y de cepillarse los dientes, había entrado en la cocina y había puesto el japgokbap a cocer. Luego había empezado a preparar el resto del desayuno, mezclando tres huevos para la tortilla y sacando el pescado y algo de la salsa de la madre de Jongdae de la nevera.

No agregó tanta sal como de costumbre, porque a Kyungsoo no le gustaba. Estaba empezando a acostumbrarse a la comida que sabía un poco menos como el mar, pero cuando Kyungsoo se fuera, probablemente volviera a su dieta rica en sodio.

Cuando Kyungsoo se fuera. Reventó la feliz burbuja del pecho de Baekhyun, y no debería, ya que siempre había sabido que al final pasaría. Que su huésped de invierno se iría,  y Baekhyun se quedaría con otros lazos cortados. Solo que ... dolía más de lo que había pensado.

Podía preocuparse por eso más tarde, cuando tuviera que hacerlo.

No escuchó entrar a Kyungsoo, pero lo sintió acercarse, girándose para mirarlo.

Estaba limpio, la cara recién lavado, con la piel rosada por el agua fría y el pelo peinado pero no domado. Sus ojos todavía estaban un poco pesados, y su boca parecía preciosamente picada por una abeja.

—Buenos días — dijo Baekhyun, apartando los pensamientos más tristes y concentrándose en lo agradable que era tener toda la atención de Kyungsoo, mientras este apoyaba las manos a cada lado de Baekhyun, con los dedos al borde de la encimera. No había ninguna razón para obsesionarse por el tic tac del reloj cuando Kyungsoo estaba justo ahí, frente a él, suave y cálido.

Besó a Baekhyun, lentamente, sin chispa de urgencia, deslizando la lengua entre los labios de Baekhyun. Cuando se apartó, los pensamientos de Baekhyun están tan revueltos como los huevos que había en un plato tras él.

—Buenos días — dijo Kyungsoo, y las manos de Baekhyun subieron para acomodarse en las caderas de Kyungsoo. Los huesos de sus caderas encajaban perfectamente en las palmas de Baekhyun.

—Yo ...— Baekhyun parpadeó rápidamente. Inclinándose hacia atrás ligeramente, buscó la cara de Kyungsoo y suspiró.

—¿Estás seguro de que esto está bien? — preguntó Kyungsoo, y Baekhyun se lamió la comisura de la boca, saboreando pasta de dientes. Kyungsoo lo tenía atrapado contra la encimera, y Baekhyun se había sentido frío, solo en la cocina, pero ahora tenía calor, el calor del cuerpo de Kyungsoo filtrándose en él y la excitación hirviéndole en el vientre. — El besarte.

Estaba más que bien. Baekhyun no podía pensar en nada que prefiriera hacer, ahora mismo, más que besar a Kyungsoo. Arrastró una mano desde la cadera de Kyungsoo hasta su estómago, y continuó hacia arriba, a través del pecho y las clavículas de Kyungsoo hasta que pudo curvar los dedos en la nuca de Kyungsoo. La piel de Kyungsoo aún estaba un poco pegajosa por el sueño, y su pelo le hacía cosquillas en los dedos. —¿Por qué no iba a estarlo?

Los ojos de Kyungsoo bajaron, antes de alzarse de nuevo para atrapar a Baekhyun intencionadamente. —¿Alguna vez te has sentido atraído por un hombre antes, Baekhyun?

Mordiéndose el labio, Baekhyun deslizó los dedos por el pelo de Kyungsoo.

— La verdad es que nunca lo había pensado — respondió — Pero sí, creo que si lo he estado. Solo que no era el tipo de cosa que hubiera necesitado entender antes. — le sonrió a Kyungsoo, enredando mechones de suave pelo negro alrededor de los dedos. —Nunca tuve ningún motivo para hacerlo, ¿no?

—¿No te molesta? — preguntó Kyungsoo — ¿El hecho de que yo sea un hombre? —Enfatizó la palabra hombre, como si eso fuera a cambiar la mente de Baekhyun. No lo haría. Después de todo, no era como si los sentimientos de Baekhyun valieran menos porque Kyungsoo fuera un hombre.

Atrapado en sus pensamientos, casi se perdió  el ansioso cambio de expresión de Kyungsoo. Pero usó la mano todavía estaba en la cadera de Kyungsoo para acercarlo más, hasta que la entrepierna de Kyungsoo estuvo empujando la suya, los vaqueros de Baekhyun frotándose contra el nylon de los pantalones de Kyungsoo.

—Honestamente — dijo Baekhyun, resueltamente manteniendo un tono ligero — Chanyeol parece pensar que los Chimpancés pigmeos ven el tirarse a otros tíos-chimpancés como un símbolo de estatus.

Kyungsoo miró a Baekhyun intensamente, y Baekhyun le sonrió, esperando que el corazón entero no estuviera en sus ojos, antes de lanzarse hacia adelante y besar a Kyungsoo profundamente, hasta que la tensión se derritiera de la espalda y los hombros de Kyungsoo. Acercó a Kyungsoo más cerca tirándole de la nuca, y Kyungsoo lo dejó, gimiendo en el beso antes de usar ambas manos para empujar ligeramente Baekhyun hacía atrás.

—Eres tan ...— Kyungsoo soltó un sonido irritado, y Baekhyun se rió, sintiéndose ligero. — Deberías pensar estas cosas más detenidamente.

—Estoy bastante seguro de que las he estado pensando con las tripas durante los últimos dos meses — dijo Baekhyun —Sólo que mi cerebro ha tardado un poco en ponerse al día.

—No me sorprende — dijo Kyungsoo, con una sonrisa burlona, el bromear haciéndole brillar los ojos como estrellas.

—¿Que se supone que significa eso?— preguntó Baekhyun, y se movió para besar a Kyungsoo otra vez, porque podía, pero la puerta principal crujió, y Kyungsoo se apartó lejos, fuera del abrazo de Baekhyun, cuando esta se cerró de nuevo. Sus brazos se sentían vacíos, y la parte delantera del cuerpo, fría.

—Baekhyunnie! — gritó Jongdae, antes de aparecer en la cocina.  —Oh que bien, no me he perdido el desayuno.— se acercó a Baekhyun y miró por encima de su hombro. —¿Huevos?

—Sí — dijo Baekhyun —Huevos y pescado — tragó, y luego le sonrió a Jongdae en bienvenida. Su boca sabía a Kyungsoo, pero Kyungsoo estaba ahora incuso más lejos, fuera de su alcance.

Jongdae pasó la mirada de uno a otro. —¿He Interrumpido una conversación o algo así?

Baekhyun se rascó el estómago. —Bueno — empezó, pero Kyungsoo se pasó la mano por el pelo, sujetando los mechones más largos apartados de la cara. El negro descolorido de la camiseta estirada era más obvio en esta luz.  — Más o men…

—De hecho, — dijo Kyungsoo — Tengo que hacer algunas llamadas, así que deberíais comer sin mí.

—¿Qué?

Kyungsoo miró a Baekhyun y luego sonrió suavemente. — Ayer recibí unos cuantos e-mails de Joonmyun hyung  — dijo — Le dije que lo llamaría esta mañana, hoy es lunes, por lo que podría tratarse de trabajo, no quiero dejarlo para demasiado tarde o estará ocupado.

—Oh, sí, vale — dijo Baekhyun, mientras Jongdae iba a la nevera, sacaba la jarra de agua y luego abría el armario para coger una taza. —¿Te veré esta tarde?

—Sí — dijo Kyungsoo — ¿Podríamos dar un paseo?

—Si el tiempo es suficientemente bueno — dijo Baekhyun  — Te llevaré a los acantilados.

—Hoy hace buen día — dijo Jongdae, bebiéndose el agua y tratando de encender el fuego. No lo haría. Baekhyun golpea a Jongdae fuera de su camino con la cadera y usó la cantidad justa de presión para conseguir que se encendiera. — Hasta hace sol.

—Entonces los acantilados será — dijo Baekhyun, girándose hacia Kyungsoo. Kyungsoo se lamió los labios, y Baekhyun se centró en el movimiento, siguiendo la lengua de Kyungsoo con los ojos hasta que volvió a la boca.  —Podemos ir a los realmente peligrosos y resbaladizos —su voz era desigual, y Baekhyun esperaba que Jongdae no lo notara.

—No pienso salta desde ahí — Kyungsoo le advirtió, y Jongdae se rió. —Así que no te hagas ideas.

—Nunca lo haría — dijo Baekhyun, mientras Jongdae echó un brazo sobre el hombro de Baekhyun, acercándolo a él. —Jongdae es el malvado.

—Sí, ya — dijo Jongdae —Creo recordar que fuiste el que hizo que nuestro profesor de to pensara que el armario de la limpieza estaba embrujad — y Baekhyun finalmente rompió el contacto visual con Kyungsoo para golpearlo en el hombro.

—Tú hiciste que Gu-ssaem bebiera renacuajos — Baekhyun replicó, y Jongdae gritó “¡Eso fue un accidente! ¡No se suponía que debía beberlos! “ mientras Baekhyun comenzaba a pincharlo sin piedad mientras la sartén se calentaba detrás de ellos.

Cuando la conmoción se apagó, Baekhyun levantó la vista para encontrar que Kyungsoo ya había salido de la cocina. —Podría haber desayunado primero — dijo Baekhyun.

—El ambiente era algo extraño esta mañana — dijo Jongdae, vertiendo aceite en la sartén — cuando he entrado. ¿Estabais discutiendo?

—No creo que Kyungsoo discuta — respondió Baekhyun —Creo que levanta la ceja hasta que lo veas a su manera — se ríe para sí mismo, y Jongdae lo miró con aspereza.

—No deberías encariñarte con él.

—¿De qué estás hablando? — Baekhyun se rió, curvando la mano alrededor del mango de la sartén mientras Jongdae vertía en los huevos — Yo me encariño con todo el mundo.

—Hay una razón por la que me puse celoso por él, Byun Baekhyun — dijo Jongdae, cogiendo del friegaplatos. —¿Así que qué pasa?

—¿Es por eso que estás aquí esta mañana? — dijo Baekhyun, ignorando la pregunta de Jongdae.  —Nunca vienes aquí a desayunar, las únicas veces que te he visto antes del mediodía son cuando pasas la noche aquí los días de juego.

—¿No puedo simplemente querer pasar el día con mi mejor amigo? — preguntó Jongdae, apoyando la cabeza en el hombro de Baekhyun. Baekhyun rió entre dientes, dejando descansar la mejilla en el pelo de Jongdae.

—Claro que puedes — dijo Baekhyun —De hecho, creo que él estará muy contento de pasar el día contigo también.

—Todavía no hemos escrito nuestras predicciones para los cambios de pretemporada. Creo que los KIA han conseguido a algunos de tus extremos.

—Imposible. ¿De dónde sacas la información?

—De internet — dijo Jongdae — Ya sabes, esa cosa que la gente normal usa en sus móviles. — sacó el pescado sin piel de la salsa y lo puso en un bol, llevándolo a la mesa de la cocina.  —No podrías saber eso, considerando que tu móvil fue hecho cuando los dinosaurios todavía recorrían la tierra.

—Eres un gilipollas — dijo Baekhyun, riendo y tirándole el trapo de los platos a Jongdae, que consiguió cogerlo.

—Por eso pertenecemos juntos — dijo Jongdae —Somos del mismo tipo.

—Sí — dijo Baekhyun, probando el japgokbap — Del mismo tipo.

Él y Jongdae pasaron la mañana encorvados sobre el portátil de Baekhyun, investigando selecciones preliminares para la próxima temporada de KBO, jugando a videojuegos en la antigua GameCube de Baekhyun y empujándose el uno al otro. Baekhyun no recordaba la última vez que habían estado así, sólo los dos, desordenando la habitación sin ni siquiera moverse y enredándose en los cables de los mandos jugando al segundo juego de Timesplitters.

Jongdae tuvo que marcharse a la hora del almuerzo, para trabajar en el restaurante, y Baekhyun lo abordó en la puerta, abrazándolo por detrás.

—Más tiempo como este — dijo en el cuello de Jongdae, y Jongdae le dio unas palmaditas en el brazo.

—Yo también me he divertido — dijo, encogiéndose para ponerse el abrigo —¿Te veré pronto?

—Sí, me pasaré por el restaurante mañana — prometió Baekhyun, observando a Jongdae andar por el camino lateral hacia el pueblo, pisoteando las ramas secas que habían caído de los arbustos.

Kyungsoo regresó media hora más tarde, su teléfono sujeto con las dos manos y las mejillas rojas.

Baekhyun acababa de terminar de apilar los cojines en la esquina, de organizar las revistas y de guardar la GameCube hasta la próxima vez. Ahora estaba regando las plantas, asegurándose de que la frágil planta de árbol casto tuviera las raíces hundidas en suelo húmedo.

 —¿Te has puesto en contacto con tus amigos? — le preguntó, limpiándose las manos en el borde de la camisa.

—Lo hice — dijo Kyungsoo —Bueno, con Joonmyun hyung, durante una hora, y luego llamé a mi madre, me ha tenido al teléfono durante mucho tiempo, hablando de lo feliz que estaba de oír mi voz.

—Tienes una voz muy bonita — dijo Baekhyun — Podría escucharte hablar por siempre.

Kyungsoo colocó el móvil sobre la mesa —¿De Verdad?

—Sí — dijo Baekhyun — Haces esa cosa, a veces, cuando tu voz se pone profunda. — se movió inquieto, jugueteando con las mangas de la camiseta. —Es muy…

—A veces — dijo Kyungsoo- tu voz me pone de los nervios — dijo con ligereza, y Baekhyun sabía que sólo estaba bromeando. — Otras veces, sin embargo ...

—A veces estoy diciendo cosas interesantes, ¿y puedes pasarlo por alto? — Baekhyun se frotó el cuello.  — O a veces también te gusta mi voz?

—¿Tu qué crees?  — preguntó Kyungsoo, en su registro más bajo, y por la mirada en sus ojos, lo estaba haciendo a propósito.

—Creo — dijo Baekhyun —que debemos ir a nuestro paseo.

—Voy a cargar el teléfono —dijo Kyungsoo, y luego vaciló. Baekhyun se sorprendió al verlo acurrucarse, en cierto modo, en su maniobra de erizo.  — Entonces podemos irnos.

Baekhyun llevó a Kyungsoo al acantilado que le había ahorrado, esa primera semana. Se sentía como si hiciera una eternidad, incluso si sólo habían pasado dos meses. Mucho había cambiado, desde que Kyungsoo había apareció tarde por la noche en el umbral de la puerta de Baekhyun, con aspecto cansado y viejo.

Kyungsoo se mantuvo alejado del borde, sonriéndole a Baekhyun mientras este le tomaba el pelo, invitándola a acercarse más.

—Desde allá atrás — dijo Baekhyun —no se puede ver la espuma. — extendió la mano y cogió la de Kyungsoo, uniendo los dedos. Había luz afuera, no oscuridad, pero estaban solos, y Kyungsoo no se alejó. Con sus brazos balanceándose entre ellos, caminaron entre las rocas, Kyungsoo medio paso por detrás.

—En verano — dijo Baekhyun —me gusta pasear por aquí, puedes ver todos los barcos de pesca en el agua, y a las haenyeo buceando.

—Estoy seguro de que es increíble. La vista.

—Lo es. Puedes venir aquí y sentarte en las rocas y ver el agua. El viento es más suave, en verano, sólo lo suficientemente fuerte como para desordenarte el pelo y evitar que la ropa se te pegue a la piel, en los días más calurosos.

—Nunca pensé que me gustaría tanto esto — dijo Kyungsoo mirando las olas. — Siempre me ha gustado la ciudad, me gusta que todo el mundo se preocupe de sus propio asuntos y que todo esté siempre abierto. Me gusta ver gente en las cafeterías por la mañana, de camino al trabajo. Me gusta lo ruidoso que es, porque aunque cuando estás solo, no parece que lo estés.

Baekhyun dejó caer la mano de Kyungsoo y empezó a jugar con la bufanda de Kyungsoo, la que había comprado en la Costa de la Cabeza del Dragón, una suave lana azul marino que se quedaba atrapada en los labios de Kyungsoo. Kyungsoo lo miró fijamente, mientras desenrollaba la lana, cubriéndole más el cuello a Kyungsoo cuando el viento empezó a soplar con más fuerza. — ¿Hay un "pero"?

—Pero de verdad me gusta esto — dijo Kyungsoo —Me gusta dormir oyendo el viento en los árboles y despertarme con el océano. Me gusta la sal en el aire. Me gusta la nieve que se mantiene blanca. — sonrió a Baekhyun, ampliamente, con forma de corazón, sincero. —Esto es hermoso. — bajó los párpados, hasta que miraba a Baekhyun por entre las pestañas. —La empresa deja algo que desear, pero ...

Baekhyun le cogió ambas mejillas y lo besó. El ruido sorprendido de Kyungsoo fue absorbido por la boca inquisitiva de Baekhyun. Arriba, las gaviotas hacían ruido, y la sirena de un crucero sonaba como advertencia a otro barco. Todo a lo que Baekhyun realmente presta atención era al suspiro que Kyungsoo dio en la boca de Baekhyun, y a las manos de Kyungsoo agarrando el abrigo de Baekhyun mientras Baekhyun hacía que los labios de Kyungsoo se separasen para él.

—¿Y esto por qué? — preguntó Kyungsoo. Sus ojos brillaban, y una de sus manos soltó el abrigo de Baekhyun para tocarse boca, rozando sus labios como para compensar la ausencia de Baekhyun.

—Cuando te acuerdes de Jejudo — dijo Baekhyun-, quiero que también recuerdes esto, junto con las olas, el viento y las rocas.

Kyungsoo no dijo nada. Él, sin embargo, cogió la mano de Baekhyun otra vez, y entrelazó sus dedos. Le soltó cuando llegaron al borde del pueblo.

Comieron ramen para cenar, cocinando los fideos en una olla grande que Baekhyun no había usado en siglos, y se los comieron en la sala de estar. Era casi Año Nuevo, 1 de enero, y todos los canales estaban por poner sus especiales musicales de fin de año. Sonaba uno de fondo mientras Kyungsoo trataba de enseñar a Baekhyun sobre las escalas, con un conjunto de planos desenrollados en el suelo de la sala lejos de la olla vacía de ramen.

Baekhyun estaba más interesado en la curva de concentración en las comisuras de la boca de Kyungsoo que en cómo interpretar los planos, pero le seguía la corriente a Kyungsoo de todos modos, porque le gustaba la forma en que la voz de Kyungsoo se hacía más fuerte, más apasionada, cuando hablaba de construir pisos más seguro.

Después de lavar la olla, Kyungsoo habiéndosela confiscado a Baekhyun a mitad del proceso porque Baekhyun seguía salpicando agua por todas partes, Baekhyun fue a darse una ducha. Se limpió a fondo, restregándose la parte de atrás de los brazos y tratando de eliminar el sudor y la suciedad de hoy.

Cuando salió de la ducha, cruzó el pasillo a su habitación. Se puso la ropa interior y comenzó a secarse el pelo.

—¿Siempre vas simplemente desnudo por los pasillos? — preguntó Kyungsoo, y Baekhyun deja caer la toalla sorprendido.

Estaba parado en la puerta de la habitación de Baekhyun con un vaso de agua en la mano. —¿Qué es lo peor que podría pasar?— contestó Baekhyun. No era la primera vez que estaba menos que completamente vestido con Kyungsoo, pero ahora era diferente. Ignorando el rubor que le sofocaba el pecho y le subía a las mejillas, Baekhyun se agachó para recoger la toalla. Cuando se enderezó de nuevo, Kyungsoo había recorrido todo el camino hasta la habitación. También se acababa de duchar, notó Baekhyun. Su pelo estaba húmedo y le había goteado en la camiseta, dejando húmedo el tejido gris claro. Sus pies estaban descalzos sobre el frio suelo. —No sabía que tuvieras ropa que no fuera negra.

—Yo también puedo ser aventurero — respondió Kyungsoo, y Baekhyun se rió entre dientes, algo de su vergüenza desvaneciéndose mientras Kyungsoo cogía el libro de 'Aprende chino!' de Baekhyun del escritorio. —¿Cómo vas con esto?

—No muy bien, supongo que no soy un tío de lenguas.

—Creía que querrías poder hablar en tantos idiomas como fuera posible — dijo Kyungsoo, mientras Baekhyun se frotaba el pecho con la toalla. —Alcanzar a una audiencia más amplia.— miró hacia Baekhyun, y su voz se alzo en la última palabra.

—Simplemente no tiene sentido en mi cabeza — respondió Baekhyun, cuando Kyungsoo volvió a colocar el libro, alineándolo con borde del escritorio. Sus ojos bajaron de la cara de Baekhyun, tal vez hasta donde la mano de Baekhyun sostenía la toalla, y luego más bajo, y Baekhyun tragó.— ¿Kyungsoo?

—¿Puedo ...? — Kyungsoo extendió la mano y cogió el brazo de Baekhyun, tirando de él. Se inclinó y lamió la piel justo por encima de la clavícula de Baekhyun, atrapando una gota de agua, y Baekhyun se estremeció. — ¿Es esto pasarse de la raya? — susurró Kyungsoo en el cuello de Baekhyun, y Baekhyun dejó caer la toalla de nuevo, esta vez a propósito. Las manos de Kyungsoo se mantenían firmes en la cintura de Baekhyun, y Baekhyun no sabía qué hacer con las suyas, una gravitando automáticamente al pelo de Kyungsoo para hundirse en él. Notándolo espeso entre los dedos.

—No — dijo Baekhyun, con el aliento atrapado en el pecho —está bien.

—Bien — dijo Kyungsoo, con los labios cosquilleándole por donde se deslizaban a través de su clavícula, y besando el camino hasta que finalmente llegó a la boca de Baekhyun.

Siempre que Kyungsoo besaba a Baekhyun, Baekhyun sentía que era la única cosa en el mundo que Kyungsoo notaba. Aplicaba la misma intensidad y concentración en robarle a Baekhyun el sentido común que la que aplicaba al examinar sus planos. Era adictiva, la forma en que convertía a Baekhyun en lo único que importaba cuando sus bocas estaban conectadas, su lengua trazando la boca de Baekhyun a fondo y con precisión, sus dedos clavándose en la cintura de Baekhyun.

Apoyó a Baekhyun en la pared, y Baekhyun gruñó cuando sus omóplatos se golpearon, pero luego tropezaron con las colchas de Baekhyun y deslizándose hacia ellas, Kyungsoo se negó a soltar la boca de Baekhyun incluso para moverlo. Baekhyun agarró los brazos de Kyungsoo, cualquier cosa a lo que anclarse mientras Kyungsoo lo besaba con más fuerza.

—¿Bien? — preguntó Kyungsoo, separándose, y  esperando por el "sí" de Baekhyun antes de que empujarlo sobre el futón, todavía sin hacer desde hacía dos días. La cabeza de Baekhyun cayó sobre la almohada. Kyungsoo estaba encima de él, pesado, con el trasero presionando contra la entrepierna de Baekhyun. Baekhyun miró a Kyungsoo con los ojos muy abiertos, y Kyungsoo le dirigió su media sonrisa.

Inclinándose hacia delante, Kyungsoo frotó los labios por donde latía el pulso de Baekhyun. Baekhyun gimió, agarrándose a la camiseta de Kyungsoo. —Esa es mi favorita — dijo Kyungsoo, rodando las caderas hacia abajo, y Baekhyun estaba en llamas.

—¿Qué? — se lamió los labios, y Kyungsoo los besó, como si Baekhyun le hubiera enviado una invitación.

—Así es cuando me gusta más tu voz — dijo Kyungsoo, cuando rompió el beso. Sus palabras soplaban aire caliente en la barbilla de Baekhyun. — También haces esos sonidos cuando duermes.

Baekhyun encontró la mirada de Kyungsoo y se mordió el labio. Kyungsoo tragó, y sus caderas se movieron. Hacía que Baekhyun se mareara, el hecho de que Kyungsoo reaccionara a él de la misma manera que Baekhyun reaccionaba a Kyungsoo. Que Kyungsoo pudiera estar sintiendo una fracción del deseo que Baekhyun sentía ahora mismo, con el peso de Kyungsoo sobre él.

No tenía un montón de experiencia en ese tipo de cosas. Oh claro, había besado a chicas, antes. Había besado a Jinri en tercero, cuando ambos habían tenido demasiada curiosidad sobre cómo funcionaba todo el asunto. Baekhyun había pensado, en aquel entonces, que todo lo de los besos estaba sobrevalorado, tan sólo dos pares de labios mojados moviéndose juntos, viscosos y torpes. Había aprendido lo contrario en la secundaria, por supuesto, pero a Baekhyun nunca le había gustado realmente nadie lo suficiente para acercarse así. A lo mejor él no le había gustado a  nadie lo suficiente tampoco.

Pero Kyungsoo lo hacía. Kyungsoo estaba duro, su polla contra la de Baekhyun, mientras el cuerpo de Baekhyun hormigueaba, como si se hubiera caído en el mar en invierno y ahora estuviera empezando a entrar en calor de nuevo, la sangre corriéndole por todo el cuerpo, tan caliente y feroz que era casi doloroso.

—Gimes tanto al dormir — dijo Kyungsoo, después de besar a Baekhyun otra vez, su lengua deslizándose por el bordes de los dientes de Baekhyun — y te pegas, joder, Baekhyun.

—¿Eso te pone? — preguntó Baekhyun, con el objetivo de coquetear, pero acabó sonando entrecortado por la falta de aliento mientras Kyungsoo le lamía la oreja. Ahora sus caderas se mecían insistentemente hacía delante y atrás sobre Baekhyun, y Baekhyun respondía, pequeños gemidos que normalmente serían vergonzosos escapando de su boca mientras Kyungsoo succionaba insistentemente ese punto sensible justo detrás de su oreja.

La fricción de los pantalones de Kyungsoo contra el algodón de la ropa interior de Baekhyun. Los profundos gemidos de Kyungsoo, amortiguados por Kyungsoo al hundir sus dientes en el hombro de Baekhyun. La humedad de su piel, por la ducha y el esfuerzo mientras sus testículos se tensaban, todo eso se enroscaba justo bajo su ombligo y disparaba sus muslos hacía arriba. —Kyungsoo, voy a ...

Fue más que suficiente para enviar a Baekhyun al el borde, el nudo finalmente estallando mientras Kyungsoo le murmuraba algo ininteligible en una voz ronca y baja sobre la comisura de la boca de Baekhyun. Kyungsoo besó a Baekhyun mientras duró, mordiendo y lamiéndole los labios a Baekhyun hasta que sus propias caderas se ralentizaron, su propio pico pasando más silenciosamente que el de Baekhyun. De besos frenéticos a  unos prolongados, y Baekhyun podía sentir el dolor en la mandíbula y el adormecimiento de sus labios.

Kyungsoo rodó hacia un lado, ajustándose a su lado fácilmente en el lío de ropa de cama. —Ah — dijo Baekhyun, y Kyungsoo se rió, lanzando un brazo alrededor de la cintura de Baekhyun y manteniéndole allí rápidamente, como si Baekhyun se fuera a levantar cuando sus rodillas eran pura agua.

—¿Todavía bien?

—Más que bien — el era pegajoso y se enfriaba en su ropa interior, pero Baekhyun estaba demasiado aletargado como para moverse, dejando a Kyungsoo que se aferrarse a él. Realmente, realmente le gustaba que Kyungsoo quisiera aferrarse a él.

—Nunca pensé que serias de los que abrazan — dijo Baekhyun, y Kyungsoo lo fulminó con la mirada, dándole ligeramente con la rodilla en la espinilla a Baekhyun.

—Cállate — dijo Kyungsoo, con las orejas enrojecidas —Estás calentito.

—Así que solo me estás usando por mi cuerpo — bromeó Baekhyun, girándose de lado para poder verle la cara a Kyungsoo con más facilidad. Kyungsoo le sonreía y hundió sus dedos en el hueco de las clavículas de Baekhyun.

—Algo así — respondió Kyungsoo. Su tono era ... era tan suave.

—Antes —dijo Baekhyun, soñoliento, cubriendo con una pierna las de Kyungsoo, curvándose contra él —¿por qué te alejaste cuando oíste la puerta?

Kyungsoo se puso rígido, y Baekhyun pasó la mano por la espalda de Kyungsoo, su mano arrastrando la tela de su camiseta con él en cada movimiento hacia arriba y luego empujándola  hacia abajo con cada caricia descendente. Kyungsoo se tranquilizó con el contacto de Baekhyun.

—Porque ibas a besarme — dijo Kyungsoo, al final —Yo no ... quería que Jongdae lo viera.

Baekhyun, con los ojos medio cerrados, miró como Kyungsoo se chupaba el rosado labio inferior —  ¿Por qué?

—Tú vives aquí — dijo Kyungsoo — Si la gente lo tomara mal, yo puedo irme, pero tú ... vives aquí.

—Oh — dijo Baekhyun.

—Es difícil —  dijo Kyungsoo — que te gusten los hombres. — su mano se deslizaba por el costado de Baekhyun, a lo largo de sus costillas. — No te quiero poner las cosas difíciles.

—Ya veo — respondió Baekhyun, cerrando los ojos. "No deberías encariñarte", le dijo la voz de Jongdae en su cabeza, y Baekhyun giró la cara para que su nariz se enterrara en el pelo de Kyungsoo.

 

 

 

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Comments

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itchycrotch
#1
cool