“Los rebeldes sin causa son como quejarse de un triángulo con tres lados, nunca hay que ser como ellos”

Siempre he sabido que mi manera de pensar es muy brusca, nunca me ha gustado decorar las cosas, por ende sé que si digo la verdad el efecto dirigido a mi va a ser correspondido de la misma forma o eso siempre espero, nunca entendía porque los personajes de mis libros eran tan estúpidos y cobardes en decirle que le gustaba a esa otra persona por miedo a arruinar su amistad, era algo estúpido porque era obvio que esa otra persona le correspondía, claro, se conocían y se sentían cómodos mutuamente…

Mi problema con Yoona es que no éramos amigas, no había nada que dañar, por un lado era eso: Somos casi que totales desconocidas de alguna manera, mi otro problema es que Yoona y yo… bien, hemos hablado algunas veces después de esa silenciosa ruptura de amistad ¿Qué esperaba yo de esa confesión si obviamente yo no la conocía ni yo a ella? Era obvio el rechazo pero tenía un yo que sé por culpa de ella que me lo quería sacar rápido ya sabía que se acumulaba como una bola de nieve en una colina del mismo material, quería que me dijera en la cara que no, que me detuviera y que simplemente me hiciera odiarla, no querer verla como muchos otros a quienes tampoco les dio una posibilidad… Eso es lo malo de dejarse llevar por los "sentimientos".

Pero, obviamente no tenía a nadie para que me lo dijera o me lo aconsejara… Eso es un punto malo de estar solo… pero es mejor que en vez de mi decisión te den una opción peor, aquí encaja lo de "mejor solo que mal acompañado"

El caso es que me decidí a quitarme aquel virus amorfo e inexperimentado que sentía en mi corazón y decidí quitarlo de raíz con la persona que lo provocó sin querer… Todo esto resultaría así: hablar con ella a solas y decirle lo que pienso, me rechazará y fin de la historia, dolerá pero es necesario acabar con aquel martirio… son como las vacunas: a veces duelen pero son necesarias para la salud.

Aún no había llegado el profesor, vi hacia la otra esquina en la que estaba ubicada Yoona y algunos de sus amigos, no está tan poblado como lo está en matemáticas, eran como dos o tres chicas hablando con ella, y, como una escena cliché ella sintió mi mirada acosadora e hicimos contacto visual por unos segundos, admito que me dieron ganas de vomitar en mi interior pero en cambio una sonrisa leve se hizo en mis labios.

Esto es grave, debe ser ahora o nunca.

Sin pensarlo, sin planearlo, sin preverlo, me levanté de mi asiento y me dirigí hacia ella, no temblaba, realmente no había que temer, no iba a hacer algo malo, más bien lo contrario respecto a mí. Las tres chicas cuyos apellidos son lo único que sé me miraron extrañadas y esto obviamente hizo que mi objetivo alzara su rostro y se dignara en verme.

―Im Yoo―Seo Joo―

Demonios, hablamos a la vez… eso no puede ser peor, siento que mi cara arde un poco ―Yo… Quería saber si puedo hablar a solas contigo el día de hoy― ella miró a sus amigas y estas tampoco sabían que decir ―Se-seguro… pero hoy no puedo ¿puede ser el lunes de la semana que viene Joo hyun? Es que voy a estar ocupada…― chasqueé mis dedos, rayos ―Demonios― suspiré y seguí ―listo, el lunes a primera hora, por favor― ella asintió sorprendida, era la primera vez que me veía maldecir, volví a mi puesto a paso relajado ignorando sus miradas sobre mí.

¿Ven? Eso fue fácil…

Fácil... Si... Ya me di sentencia de muerte a mi dignidad.

Me estaba muriendo lentamente sin que nadie se diera cuenta, tenía una hora seguida con este tipo de inglés y mi cabeza los pensamientos golpeaban mi cerebro con ella, aunque, viéndolo por parte de Yoona debe ser normal para ella, digo, un día como hoy debe recibir como un promedio de... ¿cuatro a cinco confesiones? Y ni hablar de sus regalos, de sus miles de regalos en días como San Valentín y yo que diablos sé.

Aquel suceso se irá lejos cuando empiece mis clases con Taeyeon y será como si nunca hubiese sucedido en mi vida.

Bella soledad~

Y así el tiempo se fue en un abrir y cerrar de ojos.

w―――w

Me fui corriendo a dónde acordé con Taeyeon, incluso pasé rápido por el lado de Yoona, eran las 4:57, obviamente iba tarde, mientras bajaba las escaleras me choqué con todo tipo de personas que rondaban por ahí… cuando llegué no había nadie, pueden haber dos opciones: Ella se cansó de esperar y se fue o de pronto ella también le cogió tarde para llegar al punto de encuentro, desesperada, saco mi celular, eran las 5:09p.m y sin alguna llamada perdida, la segunda opción sería lo más probable ―Hey, Joo hyun ¿Esperas a Taeyeon?― volteé a la voz masculina que se dirigía a mí, era Cho Kyunhyun, no sé quién le ha dicho y dado permiso de llamarme de esa forma tan confianzuda, muy escazas veces hemos hablado en sí ―¡Oh! Sí… ¿Sa-sabe algo de ella?― estaba un poco nerviosa por su presencia.

Aquel chico era un genio lo conozco también desde la secundaria, estudiaba con Yoona y conmigo, su actitud siempre ha sido malévola; otro chico millonario consentido cuya verdadera personalidad es ser literalmente un demonio sacado desde el mismísimo infierno frente a lo que no le gusta, siendo casi que abusivo al respecto…

Indirectamente somos competencia…

Me acaba de pasar un escalofrío, esto no es bueno.

―Por supuesto, ella es amiga mía ¿Qué tal si damos un pequeño paseo mientras la esperas?… ¡ShinDong! ¡KangIn!― el tipo chasqueó sus dedos como quien llama a sus perros, había llamado a sus guarda espaldas eran dos chicos; uno me agarró por los hombros y el otro cogió me las piernas, Santo cielo, ¿¡Esto es un secuestro!? ―¡Ehh! ¡Ayuda! ¿¡Qué demonios les pasa?! ¡Ayuda!― trataba de moverme de manera brusca, ¿Dónde carajos se encuentra las personas con las que me choqué, policía y personas de los alrededores? ¡Dios! Ya quiero que se acabe este día, estoy a punto de llorar de miedo en este momento, KyuHyun sonreía y adelantó el pasó ―¡KyuHyun! ¡Por Dios, déjenme! ¡TaeYeon me espera!― él abrió lo que al parecer sería la puerta de un auto, fui lanzada en el medio de risas de KangIn y ShinDong, la puerta se cerró de golpe ―¡No! ¡No! No, no, no, no, ¡No!... No…― golpeaba la puerta con la poca fuerza que siempre he tenido ―SeoHyun…― había una voz proveniente detrás de mí, lo cual hizo que me volteara enseguida.

¡Era Taeyeon!

Y se estaba cagando de la risa…

¡Esto no es chistoso, me pude haber muerto de un infarto o algo del estilo! Pero me alegro que ella esté…

―Ya, deja de llorar, Joo Hyun, era una broma, lo siento… por si te lo preguntas si nos dirigimos a mi casa para estudiar como acordamos, mi motocicleta se le pinchó la llanta supongo que fue alguna una maldad de alguien por ahí y KyuHyun se ofreció a darme una mano… bueno, su auto… ¡Seo Joo hyun! ¡ya estas grande, deja de llorar que era una broma inocente!... ¿Me podrías disculpas?― su brazo me atrajo y me ofreció su hombro para descargarme ―Eres una idiota…― dije en un hilo de voz ―Me dejé influenciar por KyuHyun, lo siento, fue imposible ignorar esa idea― Kyuhyun estaba sentado al frente mío, el auto tenía más asientos porque KangIn conducía y ShinDong estaba en el copiloto ―Eso es cierto, SeoHyun, eres alguien qu― ―Cállate, te odio KyuHyun― se volvió a quedar en silencio, aunque sé que por dentro es un gas de la risa, en serio, estoy enojada ―Oye, no me trates así a mi diablillo solo estábamos jugando… los amigos se hacen bromas― me había calmado en el brazo de TaeYeon, su mano es muy suave con mi cabello… lo último que dijo me dejó pensando fue su acción al pensar que es porque eramos… “amigos”…

El vehículo freno al cabo de unos minutos, ShinDong salió del auto abrió la puerta, no saben la alegría tan inmensa de volver a estar en la tierra…

TaeYeon se despedía y daba las gracias a sus amigos, yo solo esperaba de brazos cruzados ―SeoHyun-ah― KyuHyun me llamó asomado en la ventana del vehículo ―¿Qué necesitas?― le dije desde mi lugar ―Ven, te quiero dar algo― me acerqué, curiosidad es curiosidad… y mata gatos, él sacó la mano del auto y tenía un dulce ―Lo siento mucho, solo estaba jugando, ten― estiré mi mano y lo agarré ―No soy una niña pequeña― inflé mis mejillas ―Pero eres menor que yo, tenlo, no quiero sentirme mal― dijo con un puchero también ―Te sigo odiando de igual manera― ―Solo ten el dulce― ―bien…― era una desgraciada menta… que dulce tan… ¿Saben qué? Este “dulce” es tan conmovedor que ya ni tengo ganas de describir lo que siento en este momento. La auto se fue y quedamos TaeYeon y yo, ella sonrió una vez más con aires de optimista ―Bien, sígueme, ya estamos perdiendo veinte minutos― saqué mi celular y eran las 5:30pm, en realidad lo sentí como unas diez horas, sí, así de eterno.

Adelantando un poco las cosas…

Terminamos subiendo las escaleras mientras me contaba su dificultad en la materia, que debía explicarle para las próximas sesiones y cosas de ese tipo, TaeYeon vive en un edificio residencial para universitarios ―Oye, ¿sería incomodo si estudiamos en mi habitación? Es que tengo una compañera de apartamento y no me gustaría que te sintieras incomoda si hay más personas― dijo mientras nos deteníamos en una puerta rosada y ella soltaba un suspiro con un leve susurro de “como odio este color”, metió su mano en un bolso que cargaba y comenzaba a buscar sus llaves, yo estaba bien con su decisión, recuerdo las últimas veces que le di tutorías a unas personas y cada vez que me decían “me traje un amigo ñé, ñé, ñé” era sinónimo de estrés: la otra persona se distraía mucho y el otro se la pasaba molestando… ―No me parece mala idea― ella sonrió ante mi respuesta e insertó la llave, desbloqueó el seguro, al abrir la puerta asomó su cabeza

―Fany-ah, ya llegué y con una amiga―

Ella entró, escuché la voz de alguien en la habitación, supongo que sería la de su compañera ―Por favor, sigue SeoHyun― Taeyeon abrió más la puerta y se apartó de la entrada para dejarme acceder a su habitación ―Con permiso, buenas tardes― dije al dar mi primer paso dentro del lugar, era como cualquier otro, un televisor, una mesa, una chica linda en un mueble, piso con un color similar al de la madera, paredes limpias de algún poster o decorativo a excepción de un reloj y un teléfono… un lugar ordenado y limpio generalmente ―Tiffany, ella es Seo Joo Hyun, será mi tutora y Joo Hyun ella es Tiffany Hwang… mi... compañera de apartamento― dijo eso un poco nerviosa ―Buenas tardes señorita, gracias por tomarse el tiempo que yo no tomé en explicarle a Tae― dijo Tiffany en una sonrisa de ojos pero no llegaba a completarse… aquello parecía una señal de peligro, sentí la mano de TaeYeon agarrar mi muñeca y comenzar a desplazarme a lo que supongo sería su habitación… para estudiar… ella abrió la puerta ―Entra y ponte cómoda ¿Tienes sed? Yo tomaré algo― dijo nerviosa, yo también lo estaría si mi compañera de cuarto parece querer asesinar a alguna de nosotras ―Sí por favor, si no es mucha molestia― dije con una sonrisa nerviosa ―Okay, dame unos minutos, no demoro profesora Joo Hyun― y salió casi que volando, "profesora Joo Hyun", eso me hizo reír, volteé y vi su habitación, esto era como estar en un lugar totalmente distinto; era más lleno de cosas, una cama medio arreglada para una sola persona mirando al frente, unas almohadas y sabanas negras, un armario café oscuro al lado de la cama separados por una mesita de noche y pegado a la pared con algunas gavetas abiertas con ropa por ahí que se asomaban, una mesita de noche al lado de la cama repleta de cosas; una lámpara, bolsitas blancas, un… ¿Ponquesito a medio comer?, frascos de gotas… en fin, las paredes conservaban varios afiches, algunos de idols, otros de información para las materias que ve, el piso era lo único que conservaba su color, había una mesa aparte con una par de cuadernos y libros con una lámpara, este tenía dos taburetes de madera… me senté en el suelo, tampoco es que muera por sentarme… en realidad sí, sí muero por sentarme.

―Joo Hyun disculpa la demora, emm… Tiffany no está de humor hoy, lo siento en serio― dijo mientras entraba con una lata de gaseosa, me vio en el suelo ―¡Dios! ¡Por favor, levántate! Te pudiste sentar en mi cama si querías mientras tanto― ella me dio la gaseosa y se acercó a la mesa que tenía libros y lámpara, la arrastró por los rodachines que tenía y la colocó en la mitad del lugar, luego arrastró los taburetes ―Siéntate aquí, por favor― le hice caso, estaba roja por la vergüenza, aunque la verdad es que realmente no hice nada malo, ella se sentó a mi lado con su sonrisa deslumbrante…

―Bien, empecemos―

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Ay, dos hermosos bebés <3 siempre me han gustado las interacciones Leader - Maknae, y las de ellas son... SAVAGES. Gracias por apoyar la historia!