“Nada te debe hacer un mal, tú causas el mal”

―¿Joo Hyun… ya le has dicho tus sentimientos a Yoona?― llevábamos una hora y algo estudiando, estábamos en un pequeño descanso para procesar la información, TaeYeon aprendía rápido así fuera lo básico ―No, pero el lunes lo haré― sus ojos se ampliaron un poco por la sorpresa ―¿Tienes miedo? Digo, es una persona que te gusta, no sabes si te pueda rechazar… aunque viendo sus gustos particulares…― ―Es de esperarse que me diga que no, lo sé― ella se rascó la nuca ―Bueno, tal vez haga una excepción, eres muy linda y―  ―Sé sincera ¿Realmente crees que ella aceptaría a una chica muy buena? A ella le gusta el peligro, parezco lana y lo que ella busca son agujas, no tengo más final que el rechazo…― ella lo pensó un poco ―¿Por qué ella y no otra?― Esa era una buena pregunta, TaeYeon trataba de familiarizarse conmigo y eso era un acto de valentía para mí ―la verdad la conocía desde la secundaria, fuimos mejores amigas hasta un cierto tiempo y coincidentemente terminamos en la misma universidad… algo muy trágico para mí, a decir verdad― era la única persona a la que le comentaba esto, y sentía que de alguna manera decírselo a ella sería bueno… sentí que podía confiar ―Wow, que… mal… hasta donde sé no ha salido con una chica ni mucho menos con personas de tu tipo… es decir, inteligentes y ese tipos de cosas― ella apoyó su mano para recostar su cabeza y ponerme más de su atención ―Lo sé siento que confesándome podré quitármela de la cabeza, por eso lo haré…― ―…Y… ¿y si pudieras hacer algo para gustarle? No sé… que tal también volverte una ¿chica mala?―

―Prefiero que alguien me llegue a amar como soy que ser alguien más,

¿No es acaso lo que dicen todos? ―

La expresión de su rostro era estoica ―Aun así… no es mala idea― reflexioné ―Pero, solo quiero quitarme el peso de encima, no puedo ser alguien más, no quiero ser una rebelde sin causa― la incomodidad de contarle todo esto a una chica que acababa de conocer comenzaba a hacerse presente ―Oye, no quiero sonar grosera ¿Podemos dejar el interrogatorio? Es incómodo― me rasqué la nuca y ella se sonrojó ―Lo siento, no sabía de qué hablar, soy muy introvertida mayormente y tu presencia me parece agradable― ―Gra-Gracias… creo― hubo silencio hasta que Taeyeon chasqueó sus dedos, tenía una idea.

― ¿SeoHyun, tienes algo que hacer este sábado? Es decir, mañana…―

―Nada, ¿Por qué?― ella lucía ahora mucho más animada ―Te pagaré las primeras clases con una salida a cine ¿Qué dices?― wow… la pantalla grande, hace mucho no voy a ese tipo de lugares, creo que no sería mala idea ir al cine realmente es bueno estar actualizándose en lo que ofrecen las taquillas hoy en día… me siento una anciana, esto es realmente un horror ¡Sigo en la flor de mi juventud! ―me parece una excelente idea, TaeYeon―ella se levantó de su silla con un grito ―¡Grandioso!― miré el reloj de pared.

Van a ser las siete de la noche…

―Taeyeon… tengo que ir a casa…―

―Oh… hablando de eso… hay un problema…― dijo un poco nerviosa ―¿Qué sucede?― fruncí un poco el ceño, me preocupé ―No puedo llevarte a casa… mi moto está en el taller y mi compañera no tiene transporte…― Oh, es verdad, KyuHyun fue quien nos trajo ―Pero descuida, llamaré a una amiga que me- nos pueda hacer el favor― fue por su celular y comenzó a buscar su contacto ―Puedo pedir un taxi, no tengo problema con ello― ―¡No!... no… deja y llamo ¿Sí? Déjame ser amable― yo solo asentí ante su preocupación tan creciente.

Taeyeon salió un momento de la habitación dejándome sola por unos largos minutos, asomé mi cabeza desde mi puesto hacia la puerta abierta, la luz del televisor era medio bloqueada por el mueble en el que estaba sentada Tiffany, solo se podía ver la silueta oscura de ambos, hasta que Tiffany se volteó, su expresión no era de estar enojada, más bien… estaba feliz… muy feliz… da miedo que esté tan feliz, incluso sin conocerla me parecía hermosa pero aquella sonrisa… me gusta que la gente sea feliz, pero… me da escalofríos pensar que le hace feliz mirarme.

―SeoHyun-ah, ya mi amiga vino, ven conmigo por favor― la aparición de Taeyeon me tomó por sorpresa y grité del susto ―Lo siento, estaba pensando muy lejos, dame unos segundos y guardo es― ―Yo lo hago, necesito un libro tuyo― realmente estaba apurándome, tenía prisa y estaba nerviosa ―ah… okay, no es por molestar pero ¿Estas bien, TaeYeon?― se acercó a mí ignorando la pregunta mientras buscaba entre la pila de cuadernos y de un segundo a otro estaban apilados y enfrente mío siendo guardados en mi bolso ―Gracias por el día de hoy Joo Hyun, espero volvernos más cercanas, eres agradable, no olvides que el sábado vamos al cine, yo iré a recogerte en la tarde ¿Okay?― a pesar de ver una agradable sonrisa en su rostro sabía que había algo escondido en sus palabras… algo me decía que no debía fiarme de aquella cara de bebé de sonrisa deslumbrantemente carismática, con cabellos castaños cortos y pintados en las puntas.

Sin embargo, si pensaba que todo era extraño esto se puso mucho peor…

―Seo Joo Hyun ella es Kwon YuRi, YuRi ella es JooHyun―

Por amor a Keroro, YuRi Kwon… esto debe ser imposible, ¿Realmente soy Seo Joo Hyun? ¡Esta chica es una pesadilla más grande que Kyuhyun!

Empecemos un poco por partes.

YuRi Kwon, una chica morena, alta, guapa, podría decirse que y –en exceso- una chica sin escrúpulos, rebelde, problemática, conflictiva, sin vergüenza, indecente, muy, pero muy lasciva con chicos y chicas, todo le da igual ¡Esta señorita es un desastre! Y ni hablar de su monstruosa y ruidosa motocicleta ¡Es un milagro que no se haya estrellado alguna vez! ¡Por Keroro, siempre me enojo cada vez que la veo o la recuerdo! ¡Esta mujer podría ser candidata para ser satanás!

Ya, me calmo.

¿Por qué puedo decir todo eso? Bien, los pasillos nunca olvidan su nombre, el montón de gente con sus puñetazos en la cara, profesores gritando su nombre, la bocina del decano, alguna bala perdida que a veces escucho, porque se le da la gana se asustar a la gente con armas y termina disparando por ahí, chicas que parecen una cascada y chicos que se ponen como rocas en cuanto la ven simplemente me dan a conocer que tipo de persona es, solo una clase la veo con ella y esa es matemáticas…

Yo tuve la horrible experiencia de su abusiva y agresiva personalidad, lo recuerdo bien, fue hace casi ocho meses, no le quise prestar mis apuntes ya que literalmente trasnoché por ellos, tenía mucho sueño, ella llegó a mí con la frase de “dame los apuntes y todo saldrá bien” yo, indignada y con mal humor le dije “no, no lo haré, pídeselo a otros, no estoy de humor, por favor” ¡Incluso le dije por favor! Nadie en mi lugar haría eso, pero, como el mundo no es más tonto porque no hay más gente, ella se lo pasó por la raja del culo y yo me encontraba en la ventana del salón colgando de sus brazos y con mis pies en el aire y apretando mis ojos con fuerza a igual que mis apuntes bajo la amenaza de que lo único que me recogería sería el suelo si no le daba mi tarea, milagrosamente llegó el docente y obviamente la perjudicada fue ella…

Que recuerdos…

Pero, regresemos al presente en el que no sé por qué diablos Taeyeon conoce a esta vieja loca y cree que por razones místicas yo sería capaz de montarme en aquella motocicleta y más con aquella… ¿Señorita? Del cual la única posibilidad estaría en el momento que toque las drogas y me pase por el sobaco que me importa un pito de árbitro mi vida y mi salud cardiaca en estos momentos.

En resumen, tengo una cara de que me cago en todo y que ni drogada me monto en aquel vehículo el cual sería mejor comprar una pistola y darme un tiro que morir por idiota y no pedir un taxi y menos con YuRi Kwon al volante.

Ella y yo estrechamos nuestras manos en saludo mientras que ella mostraba una cara “amable”

―Bueno, fue un ¿Gusto?, pero, ehh… yo quiero vivir ¿Saben? Así que yo me invito el taxi ¿Qué dicen de eso? A mí en lo personal me parece grandioso, lo siento YuRi Kwon por venir no eres tú, soy yo y…― mientras decía aquello camina como Michael Jackson, en reversa, llegué a la calle y miré si se asomaba algún taxi por ahí a estas horas, YuRi y TaeYeon se miraron, compartieron un par de miradas, sus ojos hablaban por ellas, la morena asintió con un suspiro.

―Bebé, no puedo, ordenes de la jefa, móntate en mi otro bebé y nos ahorraremos problemas― ¿Bebé? ¡Aunque no lo parezca dejé de ser uno hace rato! ―De verdad, no quiero morir en tu cosa― ―los chicos y chicas dicen que es fantástico― eso realmente suena feo ―deja de llamarme bebé― ―No serías uno si dejaras de llorar y tuvieras los ovarios de subir a mi moto, be-bé― sus palabras chocan, son realmente expresiones muy feas, esta chica me hace enojar, Taeyeon pasó saliva preocupada, se acercó y me agarró los hombros, nuestras miradas chocaron, ónices y cafés ―Joo Hyun, te prometo que todo estará bien, lo juro por mi perro, YuRi será prudente en la carretera, si algo te llega a pasar realmente sería un horror para mí, por eso llamé YuRi; alguien de confianza que sé que te llevará a casa y lo sabré ¿Sí?― la presión en mis hombros me ponían nerviosa, aguantar su mirada me es imposible.

Me toca dar mi brazo a torcer.

Miré a YuRi, ella estaba en su moto con un casco en su mano y haciendo señas de que era un bebé y que debía ponerme el casco. Pensando seriamente, solo son un par de minutos, debería acabar con mi sufrimiento y disparar en mi cien, dar paso a no temer de la muerte… Me refiero a viajar brevemente en aquella moto con aquella deschavetada morena… tengamos la idea de la experiencia única, no volverá a pasar y espero que sea así. Volví a TaeYeon y simplemente suspiré ―Confió en ti, Taeyeon― ella me soltó con una sonrisa y me llevó unos pasos hacía YuRi.

―Bebé, no te arrepentirás― me puso el casco y me senté en su motocicleta, no sabía si temblaba por el frío de la noche o por quien iba a conducir ―Bien, vámonos― le di la dirección y su escandalosa moto se prendió, al despedirme de Taeyeon ya no estaba.

(Autor)

―Te dije que enserio quería pasar― dijo una bajita con las puntas pintadas la cual tenía un cigarrillo a medio terminar, estaba en el sofá con su compañera de cuarto, Tiffany, aquellas dos chicas veían la televisión sin interés realmente, solo simulaban, sus mentes estaban tan rellenas de pensamientos y emociones nada gratas de conocer, o por lo menos, por ahora.

―Solo quiero que estudies y apagues ese cigarrillo, me estresas― dijo la chica con acento americano, claro, Tiffany era de Estados Unidos.

―Donde manda capitán no manda marinero, amor― la coreana no quiso hacer caso.

Ellas siempre son así, retándose, molestándose, o eso han sido ese año y tres meses.

 ―Apaga el cigarrillo― esta vez lo estaba diciendo enserio ―Por eso digo que ya no está― Taeyeon apagó el cigarrillo roció un poco de ambientador para quitar el aroma a la nicotina, la bajita comenzó a toser un poco, su compañera no estaba de humor, bueno, realmente muy pocas veces la chica está de buen humor con la bajita ―Aquella orden tiene un precio, me debes un exquisito beso, como ese que le diste a… a… bueno, no tengo idea, pero dame un beso― a la coreana le es evidente su gusto por su compañera, se inclinó hacia Tiffany, trató de ser ágil y robarle un beso pero, para su desgracia, la pelinegra simplemente se tapó la boca

―Apestas, además, estos labios pronto tendrán un dueño― dijo con seguridad Tiffany, esas cosas eran de las pocas que odiaba de su compañera.

―¿Y qué tal los de abajo?... Eso estaría mil veces mejor― la voz ronca de Taeyeon iba en un susurro en conjunto con una sonrisa ladina, la otra chica solo rodó los ojos, esas situaciones eran costumbres y la castaña siempre le cortejaba de muchas maneras ―¿Ya comiste? Son como las nueve y algo― y sin importar cuanto la acose, la americana se preocupa por su amiga, Taeyeon se apartó de encima y aquello para la americana fue un milagro ―No tengo hambre, tal vez luego se me antoje algo, tal vez mañana, de cualquier forma la nevera está vacía…― esta vez Taeyeon era indiferente

―Pero tú puedes comerme cuando te plazca, Tiffany― le guiñó el ojo lo cual acompañó con una sonora carcajada.

―Vas a caducar, si no es que ya lo estás― Tiffany se levantó del mueble ―No tengo fecha de vencimiento, soy invencible― la coreana trató de ser chistosa pero para Tiffany más tenía gracia la palabra “Pudín” ―El peor chiste que se te ocurrió, TaeYeon― la de puntas pintadas solo rodó sus ojos por la amargura de su acompañante

―No soy comediante ¿Qué esperabas?―

 ―Me voy a dormir, no olvides que te odio― sí, esas son palabras de afecto entre ellas ―¿Y qué tal si duermo contigo?― algo que apreciaba la Tiffany de TaeYeon era su valentía, persistencia y si irresistible manera de arriesgar sus posibilidades de vivir si no se callaba ―¿Y qué tal si mejor te vas a jugar con tus amigos a ser maleantes antes de que me den ganas de romperte el culo y al de la tutora? Me suena genial― y es aquí cuando Tiffany llegaba al límite ―Depende ¿Con qué me romperás el culo? ¿Qué tiene que ver SeoBaby en esta conversación? ¿Aliens? ¿Celos? ¿13 razones para adorar verte molesta?― celos creo que es la última cosa que sentiría Tiffany por TaeYeon… o eso en teoría.

―Suficiente, esto no tiene sentido, los cigarrillos y demás cosas te están haciendo mal― afirmó Tiffany rascándose el puente de la nariz y retirándose del lugar, no sin antes escuchar.

―Soy una chica mala, ¿Qué esperas de mí realmente? Nada me debe hacer un mal, yo causo el mal―