Yongguk estaba de pie frente al doctor, escuchando las indicaciones que éste le decía. Himchan y Youngjae estaban sentados en la sala de espera. Youngjae alzaba de vez en cuando la cabeza para mirar la hora en el reloj de pared sobre la recepción. Las enfermeras les habían comunicado que traerían a Daehyun en unos instantes, pero llevaban un rato esperando y no habían visto rastro del joven o las mujeres. Finalmente, Yongguk se giró hacia ellos y les hizo una seña con la mano indicando que voltearan al pasillo.

Daehyun estaba en una silla de ruedas impulsada por una delgada señorita de sonrisa coqueta. La muchacha se detuvo frente al doctor y Yongguk. El médico le dijo algo a Daehyun que lo hizo reír, mientras el líder extendía su mano para agitarle el cabello con una sonrisa de alivio en el rostro.

Youngjae se tocó el labio suavemente. Apenas y sentía dolor, sin embargo podía palpar una pequeña costra que se había formado alrededor de la herida. Daehyun había pasado la noche en el hospital y todos habían regresado por la tarde al departamento. Yongguk volvió temprano en la mañana para checar la condición del vocalista, y fue aquel el momento en el que llamó a los demás informándoles que sería dado de alta en poco tiempo y que los mayores se dirigieran a la clínica. Desde entonces los otros 2 miembros de B.A.P estaban sentados en los rígidos asientos de la sala de espera, y desde entonces los latidos de Youngjae no habían dejado de acelerarse.

Daehyun se levantó de la silla como si nada le hubiera sucedido y le agradeció a la enfermera que lo había llevado, guiñándole un ojo. La chica sólo río y se despidió de él agitando la mano. Se dirigió hacia donde estaba Youngjae y éste se puso rígido. No sabía que hacer o que decir. No sabía si era correcto mencionarle lo que había sucedido en su habitación o si sería prudente esperar. Ya no podía pensar en nada. El mayor se sentó junto a él y saludó a Himchan con un simple "Hey". Ni una sola palabra más salió de su boca y Youngjae comenzaba a ponerse nervioso. Daehyun giró la cabeza hacia Youngjae y él le devolvió la mirada.

-¿Qué te pasó en el labio?- habló. Youngjae arqueó una ceja cuestionándose si la pregunta iba en serio, pero pronto notó que los labios del mayor temblaban, intentando evitar que fuera delatado.

-Como si no lo supieras.

Daehyun sonrió y quitó la mirada de Youngjae.

-Por supuesto que lo sé. Quería comprobar que no planeabas ignorarlo...- su expresión se tornó seria -... O ignorarme.

Youngjae miró al suelo.

-Ya tienes tu respuesta, ¿cierto?

Daehyun asintió y volvió a sonreír. Era una sonrisa que Youngjae jamás había visto, por lo que no sabía como tomarla.

Yongguk terminó de hablar con el doctor y se dirigió a la salida. Los demás miembros lo siguieron y se subieron a la van que los había traído. Durante todo el recorrido Yongguk se la pasó hablando con Himchan sobre cotidianidades, mientras Daehyun miraba por la ventana polarizada de la camioneta. Youngjae jugaba con sus dedos, inseguro de todo. 

Llegaron al departamento y los dos menores del grupo estaban sentados en los escalones, esperando. Cuando vieron a Daehyun bajar lo bombardearon con toda clase de preguntas. El chico miró a sus compañeros e hizo una reverencia inesperada.

-¡Lo siento mucho, a todos! Gracias por ayudarme, no quise preocuparlos, en serio, gracias...

Daehyun mantuvo su postura hasta que Himchan se acercó a él y le dio un golpe suave en la cabeza.

-¿Qué eres idiota?- Daehyun lo vio confundido. -No vuelvas a hacer eso. -Himchan comenzó a caminar al interior de la vivienda. -Y con eso me refiero a pedir disculpas por estar enfermo.

Daehyun contuvo una carcajada y sus ojos comenzaron a humedecerse.

-¡Claro que no, hyung! -exclamó siguiendo a Himchan de cerca. Los demás se voltearon a ver unos a los otros y rieron. Dicen que son las tragedias las que unen a las personas, y esto definitivamente les había causado problemas, pero los había unido más que nunca.

Pronto todos estaban en el interior del edificio. Youngjae se dirigía a su habitación cuando vio que Yongguk llamaba a Daehyun para que lo acompañara a su habitación. Himchan miró a Yongguk, quien le hizo un gesto y el joven caminó hacia Youngjae.

-¿Pasa algo? -Youngjae le preguntó a Himchan cuando éste se encontró frente a él.

-Déjame pasar a tu cuarto -respondió serio.

-Ah... Claro -el menor abrió la puerta extrañado y dejó al mayor entrar primero.

-Uhmm, no quiero ser insistente pero, ¿sucedió algo? -Youngjae volvió a preguntar, sentándose en la orilla de su cama.

Himchan se lanzó a la cama de Daehyun y suspiró profundamente.

-No tengo idea. Con Yongguk puedes hablar de cualquier cosa, pero no de otras personas -el muchacho hizo un puchero y Youngjae rio nervioso. -Debe ser algo relacionado con la mamá de Dae. 

El menor sintió un nudo en la garganta. Nadie sabía con certeza la condición de la señora y era algo que les preocupaba a todos.

-Debe ser... -Youngjae se dejó caer hacia atrás sobre las sábanas y ambos se quedaron así, sin decir nada más.

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-Llamó tu hermano. -Yongguk le dijo después de cerrar la puerta de la habitación. Daehyun tragó saliva. -Fue justo antes de que colapsaras, así que no había podido decirte nada pero creí que era importante que supieras.

Daehyun agachó la mirada y se mordió el labio. Susurró un "gracias" y su garganta no podía secarse más.

-Toma, -el líder le extendió un teléfono inalámbrico y Daehyun lo miró sorprendido. -¡llámalo, torpe!

El menor lo tomó entre sus manos y marcó los dígitos con dedos temblorosos. Colocó el auricular sobre su oreja y esperó, hasta que una voz contestó del otro lado de la línea.

-¡Ah! Sí, soy yo, Daehyun...