Kasper y Leeteuk se mantuvieron callados por unos minutos tratando de pensar cómo explicar las cosas de lo sucedido, ellos aún no se explicaban cómo aquello pudo suceder ambos se miraron por unos segundos hasta que el mayor de los dos rompió con aquel silencio. 

— ¿Ustedes recuerdan a esas chicas? 

Cuestionó serio mirando a las dos chicas quienes se encontraban sentadas al frente de ellos, ellas por supuesto negaron con la cabeza con absoluta curiosidad al saber el por qué de esa pregunta. 

— No, pero cuando ella se miro sentí un dolor en mi pecho quería llorar en ese mismo instante pero también quería abrazarla. 

Respondió con sinceridad Tiffany al recordar la mirada de aquella chica en la cual se había reflejado un sin fin de emociones pero los que más destacaban era de sorpresa y felicidad las solo verla. 

— ¿Y tú Yuri? 

Le cuestionó Kasper a la morena quien se removió un poco de su asiento al solo pensar en la mirada de aquella chica y más al recordar cómo le había llamado. 

— Sentí una extraña sensación de querer cuidar de ella y también de abrazarla. 

Ambos chicos soltaron un suspiro al escuchar las respuestas de las ajenas, sin embargo Leeteuk se levantó y camino hacia la ventana en la cual pudo ver la vista de aquella ciudad. 

— Será mejor que Kasper se quede aquí con ustedes. 

Tanto Kasper, Tiffany y Yuri se sorprendieron ante aquel comentario hecho por el mayor de los cuatro, las chicas miraron a su ajeno quien aún no podía reaccionar correctamente. 

— Él cuidara de ustedes y mantendrá alejadas a aquellas chicas mientras trato de averiguar el por qué sucedió esto.

Sin poder negarse ambas chicas aceptaron al igual que el ajeno quien aún trataba de asimilar cómo fue que acabo siendo la niñera de dos chicas; Kasper y Tiffany se encontraban caminando cerca Del Río Han platicando de cosas triviales ante los ojos de cualquier persona que los viera sentirían que hacen una excelente pareja.

— ¡Tiffany! 

Escucho que le gritaron al reconocer aquella voz sintió su corazón acelerarse, su voz interior le decía que no volteara pero su corazón él decía lo contrario solo basto unos segundos y el corazón fue más fuerte así que con nervios volteo encontrándose a solo unos cuantos pasos a aquella chica de pelo rubio enfrente de ella con una son