Un día cualquiera en donde la gente camina a toda prisa para poder llegar a su destino, solo se ve como la gente choca entre sí y ninguno se disculpa solo siguen su camino como robots pero ¿Por que estoy aquí? ¿Alguien me ve? Con aquellas preguntas en mi cabeza camino entre la multitud sin ser notada al parecer, me detengo al frente de un gran ventanal de la cual parece ser una pastelería y ahí dentro del local hay una chica que tiene una linda sonrisa o ¿Será por educación hacía el cliente? Me encogí de hombros y decidí entrar a aquel lugar en donde mi sentido del olfato se agudizó de inmediato disfrutando el olor de pasteles recién hechos ah cómo se me antoja uno. Curiosa camino entre aquel local viendo las variedades de pasteles que ofrecía hasta que me topé de frente a aquella chica quién de inmediato saco una sonrisa tonta de mi, loco ¿No?.

Pero al parecer aquella chica no logra verme, me paro justo al frente de ella y veo que camina hacia mi tal vez se detenga y por fin logre verme pero mi sorpresa fue otra ella me traspaso como si nada ¿Que diablos fue eso? Me pregunto, nuevamente me acerco y trato de hacerle señas con mis manos hasta gestos graciosos hice y no pasó nada hasta que de repente una persona con un traje negro se acercó hacía mi sacando consigo una libreta.


— Kim Taeyeon hora de la muerte 07:30 am, causa de la muerte disparo en la sien por asalto, bueno señorita es hora de irnos.


— ¡¿Qué?! ¡Yo no puedo estar muerta! Esto es un error, yo estaba saliendo de mi departamento para dirigirme hacia....


De repente empecé a recordar lo sucedido aquella mañana, ¿Por que me pasó eso a mi? Aún soy muy joven como para morir así, esto debe ser un error.... Si eso debe ser, es un error o un mal sueño del que espero poder despertar rápido.


— Señorita Kim esto no es un error, por favor acompáñeme.


Escuche que decía aquella persona a quien voltee a ver y por su expresión parecía algo serio, negué de manera sutil con mi cabeza me negaba a creer aquella cosa que para mí era lo más absurdo del mundo.


— ¡No, no me iré con usted! Y-yo no puedo estar muerta..... h-hoy sería el día más importante de mi carrera....


Empecé a llorar sintiéndome impotente y más aún nunca más volvería a ver a mi familia, mis amigos... a todo aquel que fue importante para mí. Pude sentir como alguien colocaba su mano sobre mi hombro me sobresalté un poco la sentir el tacto frío de aquella persona quien me miró por unos segundos, sin embargo me soltó así como me miró y se colocó a mi nivel observándome con una penetrante mirada la cual no pude soportar así que aparte mi vista.


— Señorita Kim tiene que venir conmigo, si no lo hace quedara atrapada aquí.


— ¿Atrapada? ¿Es una especie de juego?


Susurre entre leves sollozos, con la manga de mi suéter limpie mis lágrimas las cuales nublaban un poco mi vista y así poder ver mejor a mi contrario quién permanecía con aquel semblante serio. Sin saber cómo ocurrió o más bien como le hizo nos encontrábamos los dos en un hermoso jardín con hermosas flores, ese lugar me traía paz sin duda alguna.


— Mire señorita, tengo que llevarla conmigo.... Se que es difícil de asimilar las cosas pero su tiempo de partir llego.


— No, no, no puede estar pasando esto... por favor deme una oportunidad más para que al menos logre irme tranquila... por favor....


Aquella persona pareció pensar lo que le había dicho, sin embargo no podía quitarle la vista de encima necesitaba saber si me podía dar una oportunidad de despedirme de mis familia y de mis amigos.


— Está bien señorita Kim, tendrá un mes exactamente para que pueda aclarar sus asuntos ¿De acuerdo?


Al escuchar aquello una sonrisa salió de mi por primera vez desde que descubrí que estoy muerta sin pensarlo asentí de manera energética.


— Si, si está bien será un mes, con ese tiempo tendré suficiente.


— Perfecto, pero recuerde acabando ese mes su muerte será de igual manera.


Solo me limité a verlo, al escuchar aquello sentí un escalofrío pero no me importaba ya por qué al menos dejaría todo preparado para ese día. No supe que más sucedió después de aquellas palabras ya que al momento de querer decirle algo poso su diestra en mi hombro y en ese momento sentí como un enorme cansancio se apoderó de mi, al momento de abrir mis ojos estaba en mi habitación de golpe me levante y tome el reloj que estaba cercas de mi cama notando el día que era supe que ese día sería mi supuesta muerte. Sin más no fui a trabajar me reporte enferma y así solo pude evitar aquel fatídico asalto.


Ya era algo tarde y mi estómago me pedía algo de comida con un abrigo, bufanda y guantes salí de mi departamento para ir a comprar algo de comer hasta que me topé con aquella pastelería que había entrado anteriormente claro siendo un fantasma, curiosa y además nerviosa entre y pude por fin ver aquella chica que me saludo con una hermosa sonrisa algo que me hizo ruborizar.


— Bienvenida ¿Puedo ayudarle en algo?


Comentó haciendo una leve venía, cielos sí que era hermosa su piel era blanca como la nieve, sus labios si que eran divinos solo podía imaginar cómo sería probarlos y sus ojos, aquellos ojos quienes tienen un brillo especial que me hace querer conocerla aún más.


— Oh... este si por favor, ¿Me puede recomendar algo por favor?


— Claro con gusto, mire....


Es más hermosa al tenerla así de cercas aunque técnicamente ella ya me traspaso solo que ella no lo sabe, sinceramente no le prestaba atención solo