Kim Taeyeon

La Hija del Presidente

Capítulo 2
KIM TAEYEON.
(2/3)

 

๑๑๑๑๑

 

Número desconocido.
5:32 p.m.

(Imagen)

Ya creció la primera hoja.

 

Taeyeon.
5:46 p.m.

¿Quién eres?

 

Taeyeon.
6:03 p.m.

Es una broma, sé quién eres.

 

Hwang Miyoung.
6:08 p.m.

No es gracioso.

 

Taeyeon.
6:10 p.m.

¿Dónde quedó tu sentido del humor?

 

Hwang Miyoung.
6:11 p.m.

Sobrepasando tus chistes de mal gusto.

 

Taeyeon.
6:11 p.m.

Ouch.

 

Taeyeon.
6:12 p.m.

Te vi el lunes llegando a la agencia.

 

Hwang Miyoung.
6:17 p.m.

¿Por qué no te acercaste?

 

LLAMANDO
Taeyeon.
6:22 p.m.

 

 

“¿Hola?”

“Hola.” La voz de Taeyeon sonaba un poco ronca. La bulla de fondo se mezclaba con la música suave. Parecía estar manejando. “¿Te incomoda que llame?”

Stephanie sonrió emocionada y se tiró sobre la cama mirando el techo. “No.”

“Genial.”

“¿Estás manejando?”

“Quise ir por algo caliente y ahora estoy en camino.”

“¿Manejas y hablas por teléfono?”

“Estás en altavoz.”

“Podrías hacerte daño.”

“¿Te interesa si me hago daño?” Taeyeon sonrió con un poco de arrogancia y seguridad.

 

Stephanie mordió una uña, “Me interesa si todos se enteran que hablabas conmigo.” Estiró las piernas sobre la cabecera de la cama. “Después del…” pausó, “…incidente con la espada, tus admiradores siguen tratando de convertirme en cenizas.”

 

“Siento mucho eso…” Empezó a reír. “Soy su preferida.”

“¡Qué arrogante!”

“No soy arrogante, solo tengo una relación estrecha con mi público.”

“Pues diles que no me odien.”

“Solo me están protegiendo.”

“¡Yo no voy a hacerte daño!”

“Lo mismo pensé en la gala y mira…”

“¿Has llamado para burlarte? Porque si es así—”

 

“NO.” Interrumpió la pelinegra. “¡Qué carácter!”

 

“A veces pienso que hubiese sido bueno sacarte un ojo.”

“Bueno, igual tengo otro.”

“¿Dónde quedó la señorita ‘acabaría con mi carrera’?”

“Sí, estuve pensando…” Pausó aprovechando un semáforo en rojo. Taeyeon tomó aire y acarició el volante mientras veía la pantalla de su celular, con los segundos de la llamada corriendo y reclamándole por el silencio inútil.

“¿Taeyeon?”

“Sí.” Arrancó.

“¿Estuviste pensando…?”

“Creo que esto te ha dado mala publicidad.” Mordió su labio inferior y sintió las palmas húmedas, pero había prometido ir acorde al plan. “Y quizás lo que necesite saber todo el mundo es que nos llevamos mejor, ¿No?”

“Cordialmente.”

“Quizás podemos demostrar eso.”

 

“¿Cómo? No importa lo que hago, siempre termino siendo llamada acosadora, perseguidora, atacante, molesta, peligrosa…” Suspiró. “He perdido la cuenta.”

 

“Siento mucho eso.” Taeyeon volteó hacia su izquierda, viendo su propio reflejo en la luna.

“Pierde cuidado, trato de que no me afecte.”

“Me alegra.” La cantante estacionó el auto bajo la sombra de un árbol y apagó el motor.

“¿Qué pensaste, entonces…?”

Tiró hacia atrás la cabeza y cerró los ojos. “No lo sé, quizás si logran vernos juntas pasando un buen momento, entiendan que no hay rencores. Quizás hasta crean que somos amigas.”

Stephanie sonrió.

¿Taeyeon quería pasar más tiempo con ella?

Ok, era una salida arreglada, pero se había tomado la molestia de pensarlo.

“¿Qué propones?” Preguntó nerviosa y la cara estallando en más de un color fosforescente.

 

Carraspeó. “¿Tomarías un café conmigo?”

 

El celular voló sobre la alfombra luego de colgar.

Tenía una cita con Kim Taeyeon.

¡Tenía una cita con KIM TAEYEON!

Stephanie rodó sobre su inmensa cama y se cubrió el rostro. Ni siquiera entendía por qué estaba tan emocionada, pero definitivamente ese galope en su pecho tendría que significar algo positivo. Se detuvo en el maratónico giro y observó su techo.

Le gustaba Taeyeon.

Le gustaba mucho y no podía detenerlo.

No cuando la maceta en el escritorio le recordaba a ella, ni cuando su voz sonaba en la radio del coche, ni cuando aparecía su rostro en televisión o en publicidad de la calle. No podía detenerlo. Era imposible detenerlo… Su padre la mataría, pero ¿Cuántas personas en el país no sienten una fatal atracción por esa pequeña mujer?

Y si todos sienten lo mismo, ¿Qué la hacía especial como para que la historia sea distinta? Para que no se quede en una simple relación de admiradora-estrella. De colegas públicos.

Se sentó de golpe.

¿Ella quería que su historia con Taeyeon sea distinta?

 

๑๑๑๑๑

 

“Pst.”

Stephanie caminaba por la agencia cuando escuchó el siseo. Era la cuarta vez que visitaba las oficinas, esta vez con una publicista capacitada enviada por su padre que revisaba que todo quede en orden mientras ella practicaba sus pasos sobre una larga pasarela.

“Pst.”

Volteó otra vez. Pero ni todo el séquito de seguridad rodeando el espacio pudieron prevenir la aparición misteriosa de una figura en gafas oscuras y sudadera con capucha sobre la cabeza. Stephanie se dejó llevar por la poca fuerza aplicada sobre su brazo y terminó tras unas cortinas rojas.

“¡Yah!”

“¿Qué haces?” Taeyeon se quitó el disfraz y sonrió. Ya no tenía el parche en la mejilla y su cicatriz había disminuido notablemente.

“¿Qué haces aquí?”

“Yo trabajo aquí, señorita Hwang.” Se cruzó de brazos.

 

“Pensé que habíamos superado lo de ‘señorita’.”

 

Taeyeon sonrió por la ligereza y comodidad entre ambas. “Ven conmigo.”

“¿Qué? ¿A dónde?”

“Tenemos un plan por cumplir, ¿Recuerdas?”

“Estoy recibiendo clases.”

“Ay, por favor. Todos sabemos cómo caminar en una pasarela. Solo pon cara de concentración, presiona los párpados, relaja tus cejas y lleva los labios un poco separados, camina balanceando tu cuerpo entre lado y lado… Y listo. Ahora ven conmigo.”

“Pero, Yuri…”

“Yo hablaré con Yuri.” Acomodó sus lentes y la tomó de la mano. Stephanie no podía creer que estaba tomando la mano de la cantante. Iba a derretirse como helado de crema bajo el sol. Caminaron por los pasillos traseros y llegaron hasta el garaje subterráneo de las instalaciones de la inmensa edificación.

“Debo avisar que estoy yéndome.”

“No necesitas avisar, ‘Steppani’.” Taeyeon arregló el retrovisor de su auto deportivo y observó los autos blindados tras ellas. La seguridad presidencial siempre presente.

“Stephanie, no Steppani.” Corrigió con una sonrisa burlona.

“Steppanie.”

“Stephanie.”

“Miyoung.” Dijo Taeyeon y arrancó.

“Steppani está bien.” Negó rindiéndose. Avanzaron por la calle y observó el sol de la tarde temprana aun brillando, aunque el clima estaba templado, ligeramente frío. “¿A dónde vamos?”

 

“¿Has probado té helado con burbujas de tapioca un jueves por la tarde?”

 

“Ni siquiera podría recordar una oración tan específica.”

“Entonces vamos.”

 

Pidieron una mesa para dos en la parte interna de una fuente de soda bastante pintoresca, aunque un poco escondida en la calle. Stephanie sorbía té mezclado con sabor a fresa y Taeyeon disfrutaba del de mango.

“¿Taeyeon?”

“Hm.”

“No entiendo cómo van a ver que estamos aquí.”

“Tranquila. Siempre hay alguien.” Sonrió ella con confianza.

“Eres tan egocéntrica…” Negó.

“No lo soy.” Respondió y le robó el vaso de té de fresa para probarlo. “Buena elección.”

“¡Yah!”

“¿Quieres probar el mío?” Le acercó el vaso con el popote grueso rozando sus labios rosados, provocándola a caer en la tentación de consumir del mismo espacio que ella.

Con las mejillas coloradas, asintió nerviosa. “Sabe bien.”

 

“Es el efecto de Kim Taeyeon.”

 

“¡Claro que no!”

Taeyeon empezó a reír encantadoramente. Era la primera vez que Stephanie la veía reír con sinceridad. Notó que su labio inferior se torcía ligeramente hacia la izquierda, mostrando más de un lado que del otro, y sus ojos sonreían junto con ella.

Era una inusual sonrisa, única y especial.

Stephanie estaba sonriendo y observándola. Admirándola.

“Cuéntame, Steppani…” Hasta su mala pronunciación era encantadora. “¿Qué de interesante tienen las ciencias sociales?”

“Ah, ¿Me has estado investigando?”

“Solo le pregunté a Heechul.”

Arqueó una ceja. “Es interesante entender mejor a las personas, ¿No crees? Qué quieren, qué piensan, por qué actúan. Tú, desde el escenario, les das, expresas y los haces sentir. Yo trato de entender qué es lo que te hace atractiva para ellos.”

 

“¿Y tú?” Preguntó Taeyeon sorbiendo mango, pero la pregunta no fue lo suficientemente clara para su acompañante.

 

“¿Yo?”

“¿Tú me encuentras atractiva también?”

Stephanie se atoró con el té.

Taeyeon empezó a reír otra vez

“¿Qué clase de pregunta es esa?”

“Solo una pregunta.”

“Es extraña.”

“Claro que no.” Masticó una bola de tapioca suave. “¿Por qué estudiaste sociología y no moda?”

“Interés. Presión familiar. Soluciones mediáticas… Aprendí a ver la moda como un acompañante en ratos libres, e incluso en momentos especiales. Me encantan las galas y las reuniones sociales. Pero solo porque sé que usaré algo genial.”

“Odio los eventos.” Taeyeon arrugó la nariz.

“La reina del pop odia los eventos.”

“No soy una reina.” Taeyeon miró la superficie de la mesa como si fuera lo más interesante del mundo. “No me agradan las cámaras…” Stephanie sintió que se volvieron más cercanas por un segundo.

“Pero eres—”

“Sé lo que soy.” Dijo arrepentida. “Pero le tengo pavor a las cámaras.”

“No parece.”

“Kim Taeyeon fue entrenada también para actuar en situaciones difíciles y eventos sociales.”

“Lo haces bastante bien.”

“Me lo han dicho.” Terminó el resto de tapioca y se paró. “Vamos.”

 

De pronto la hija del presidente sintió un vacío en el pecho. Temía que la cantante se haya sentido demasiado expuesta ante ella y ahora se arrepienta de compartir un momento entre ambas. Parecía que todo había durado tan poco, como un sueño corto.

Taeyeon caminó adelante hacia el carro y Stephanie detrás. La última notó la presencia de una parte de su seguridad en puntos estratégicos y otros probablemente aún escondidos por ahí. Los infaltables flashes también se hicieron presentes.

Se había cumplido el objetivo.

Eso era todo.

 

Cerró la puerta luego se sentarse en el copiloto y miró por la ventana.

“¿No sientes a veces ganas de huir de todos?” Preguntó Taeyeon arreglando su retrovisor y observando las camionetas blindadas de protección. Stephanie volteó confundida buscando una respuesta en los ojos de la cantante, pero ella ya había acelerado y estaba perdiéndose por las calles a una velocidad que estaba segura bordeaba el límite permitido.

“¿Qué haces?”

“Haciendo lo que se me da la gana.” Hizo un cambio y volvió a acelerar.

Stephanie estaba algo asustada, pero vio que Taeyeon tenía esa misma sonrisa confiada de siempre y ya no parecía pensativa o ida. Estaba disfrutando del momento y quizás ella también podría hacerlo.

“¿Siempre te siguen esos pingüinos?” Refiriéndose a los hombres de seguridad.

“Siempre…” Respondió Stephanie.

“Vamos a perderlos.”

"No, Taey--"

No estaba segura de cuántas vueltas y giros inesperados dieron, pero para cuando se dio cuenta, estaba sonriendo, la emoción había saltado a sus ojos. Escucharon música y cantaron canciones antiguas. Taeyeon manejó hasta que el sol empezó a bajar y llegaron a una elevación boscosa desde donde podía verse toda la ciudad. Se estacionó a un lado, bajo los árboles y sonrió satisfecha.

Los habían perdido definitivamente.

“Oh van a matarme…” Dijo Stephanie.

“Vale la pena, lo prometo.”

“¿Morir por tu locura?”

“Morir por mí.” Sonrió la cantante confiada bajando del auto.

“Ya cállate.” Bajó tras ella.

 

Abrió la maletera y sacó un suéter limpio de una maleta deportiva. Se lo ofreció a su acompañante. Stephanie lo usó disfrutando de la esencia encerrada en la tela.

La pelinegra se paró delante del Mercedes, casi sentándose en el capó del auto y observó la ciudad entera, con el sol naranja bajando lentamente. Tomándose el tiempo necesario. Corría viento fresco. Stephanie estaba parada a su lado, casi rozando los brazos.

 

“¿No es hermoso?” Preguntó Taeyeon. Stephanie asintió. “Cuando me siento un poco mal o estresada trato de manejar hasta aquí.” Dice insatisfecha, torciendo la boca. “No soy fanática de estar fuera de casa si no es por trabajo, pero trato de obligarme.”

“¿Por qué?”

“Para entenderlos.” Frunció el ceño pensativa.

Stephanie volteó. “¿A quiénes?” Sonrió sin entender.

“A todos ellos…” Señaló la ciudad con la cabeza. Cruzó los brazos. “Estar todo el tiempo a la vista de todos es extenuante, Stephanie.” Cuando pronunció bien el nombre, la castaña entendió que estaba hablando en serio. “Desde aquí, en cambio, soy yo quien los observa.” Miró de reojo a la otra chica. “Y nadie más puede verme.”

“Solo yo.” Dijo Stephanie. Taeyeon asintió.

“Solo tú.” Sonrió. “Y pensar que por un momento no quería saber nada de ti.” Agachó la cabeza riendo, aún con los brazos cruzados. “Pero algo me decía que, aunque no parezca, somos similares.”

“¿Por qué lo dices?”

“¿No es obvio?” Miró el cielo por un momento. “Siempre están atentos a lo que hacemos, están dispuestos a hacernos cenizas si cometemos un error, son ellos quien nos elevan o nos hunden. Quienes recuerdan o deciden olvidar.”

“Tú eres más popular que yo.”

“Y tú tienes más responsabilidad que yo.” Insistió Taeyeon. “¿O me equivoco?”

 

“No importa. Igual, siempre crees tener la razón.”

 

“No. No es así.” Soltó los brazos. “Solo me gusta pensar que analizo bien las situaciones.”

“¿Qué más has analizado, experta?”

“Que no te interesa demasiado lo que piense la gente.” Stephanie asintió. “Quizás son tus costumbres americanas.”

“O mi gran paciencia.”

“O tus dotes sociales.”

“¿Qué más?”

“Que te gusta el rosado y el blanco. Que prefieres la fresa.” Stephanie empezó a reír. “Que a veces tienes miedo a hacer lo que sientes porque eres responsable, eres sensible, eres empática…” Taeyeon volteó hacia ella. “Eres una buena persona, aunque un poco torpe con las espadas.” Se acercó un poco.

Stephanie pasó saliva. “¿Algo más?” Dijo perdida solo en los labios brillantes de la cantante.

 

“Que yo te gusto.” Dijo Taeyeon. Separó los labios para relajarlos. “Tanto como tú a mí.”

 

“¿Por qué eres tan egocéntrica?” Dijo la castaña, sin dejar de ver la boca que tenía en frente.

“No lo soy.” Respondió la cantante y se acercó hasta unirse con ella.

 

Stephanie tomó aire por la nariz para tomar valor, mientras el labio superior de Taeyeon quedaba atrapado entre los suyos, para luego soltarse un segundo y emparejarse otra vez suavemente, masajeando la zona rosada que clamaba la atención de la otra. La pelinegra tomó con delicadeza las mejillas de la castaña y esta acercó a su acompañante por la cintura.

Los ojos cerrados de ambas les impidieron ver que el sol se estaba poniendo tras ellas, mientras seguían besándose lentamente.

Tampoco vieron al equipo presidencial de seguridad camuflado por la zona.

 

TAEYEON Y MIYOUNG EN UNA DIVERTIDA CITA DE AMIGAS.

 

[+681 -142] Omo omo omo, ¿Taeyeon unnie y Miyoung-ssi saliendo juntas? No lo vi venir.

[+673 -26] Taeyeon siempre es tan tierna tratando de pasar desapercibida, pude reconocerla por su modo de caminarㅋㅋㅋㅋㅋ

[+351 -62] Si la hija del presidente hace sonreír así a Taengoo, es porque debe ser una buena amiga. TaeNy fighting!

[+203 -29] ¿Eso era una cita? ¿En esa fuente de soda? ¿Qué hace la gente rica con su dinero?

[+198 -04] Así que ahora se llevan bien.

[+177 -11] Taengoo siempre con una genial personalidad. Es amiga hasta de la persona que intentó cortarle la cara.

[+124 -13] Omo, recién descubro que Miyoung unnie tiene una linda sonrisa.

 

๑๑๑๑๑

 

“Explícame esto.”

 

Cuando el presidente llamó a su hija menor al despacho, jamás pensó que sería para esto. Ella estaba ahora sentada frente al inmenso escritorio, observando sobre la mesa más de cinco fotos donde aparecía besando a alguien en una elevación sobre la ciudad.

Michelle estaba tras ella y gracias al cielo, Leo tenía partido de baseball.

 

“Es un hermoso atardecer.” Dijo Michelle. “Linda vista.” Susurró cerca de su hermana.

“¡¿Qué está pasando, Stephanie?!”

“Papá—”

“¿Sabes qué hubiese pasado si en vez del equipo de seguridad hubiese estado la prensa? ¿Tienes una idea?” El hombre de mediana edad caminaba de un lado a otro.

“Era un lugar alejado.” Dijo Stephanie avergonzada.

“Era un lugar abierto, con luz y entrada libre.” Se detuvo frente a ella. “¿En qué estabas pensando? Tú no haces este tipo de cosas, esto no eres tú.”

“Lo siento papá.”

“Acepté que representes a la agencia, pero una vez dentro huyes sin avisar y ahora…” Sacó una foto más de su cajón. “¡¿…Ahora te besas con la mujer más famosa del país?! ¿Qué pasaba por tu cabeza en ese momento? ¿Dónde está mi pequeña hija responsable?”

“Oh, dios, es Kim Taeyeon.” Michelle tomó la foto emocionada.

“¡Guarda la compostura, Michelle, por favor!” Mandó el presidente.

 

“Es y.” Le susurró a su hermana. Stephanie solo miraba el piso.

 

“No soy pequeña. Estoy harta de que tus hombres me sigan por todos lados.” Dijo la menor.

“Fueron ellos quienes mantuvieron a la prensa alejada de ese lugar… Te mandé a América para que aprendas de la cultura y estudies ¡No para que regreses a besar mujeres!”

“¡No es así!”

“No quiero que vuelvas a salir de casa hasta que esto se arregle, no quiero que pises esa agencia, ni que participes en el desfile.” Se acercó a su hija mirándola desde arriba. “Y mucho menos quiero que vuelvas a ver a Kim Taeyeon, ¿Entendiste?”

 

Las palabras de su padre resonaron en su cráneo por varias horas más. No importaba el consuelo de su hermana, ni el apoyo que siempre le prometía. Las lágrimas corrían por sí solas bajando por sus mejillas y su habitación a oscuras acentuaba el paso de la luz azul por la ventana, iluminando la maceta donde crecían las francesillas.

Stephanie vio el tallo mediano y tomó el celular cuando vibró.

 

Taeyeon.
10:20 p.m.

¿Estás bien? Estoy preocupada…

 

Steph.
10:20 p.m.

No sé qué hacer.

 

Taeyeon.
10:22 p.m.

Lo vamos a solucionar.

 

Esa solución demoró más de lo que esperaba. Habían pasado dos semanas más y comenzaba a desesperarse. Los mensajes no eran suficientes. No era justo. La cantante por lo menos tenía la libertad de salir de casa sola. Ella llevaba un séquito inmenso si es que lograba salir.

Ahora se preguntaba si realmente la vida de Taeyeon era más difícil o era solo la apariencia.

 

Tae.
07:13 p.m.

Quiero verte.

 

Ppani.
07:15 p.m.

No puedes.

 

Tae.
07:15 p.m.

¿Quién dice?

 

Ppani.
07:16 p.m.

El presidente del país. Que es mi padre.

 

Tae.
07:17 p.m.

Estás hablando con Kim Taeyeon.

 

Ppani.
07:17 p.m.

EGOCÉNTRICA.

 

Tae.
07:18 p.m.

No.

 

Tae.
07:20 p.m.

Iré por ti.

 

Ppani.
07:21 p.m.

No se puede. Tendremos problemas.

 

Tae.
07:24 p.m.

Una vez más: Estás hablando con Kim Taeyeon.

 

Ppani.
07:26 p.m.

Quiero ver cómo te atrapan antes de cruzar la entrada.

 

Tae.
07:27 p.m.

No si les llevo un gran regalo ㅋㅋㅋㅋ

 

Ppani.
07:28 p.m.

No podrás comprar a mi seguridad.

 

Ppani.
07:45 p.m.

¿Qué haces?

 

Ppani.
10:53 p.m.

Voy a dormir. Buenas noches.

 

No recibió respuesta esa noche.

Tampoco la mañana siguiente.

Para el medio día estaba más enojada que nunca. Sentía la presión de estar encerrada, la molestia de su padre, las habladurías de los medios y ahora estaba su… ¿Cómo definiría la relación con Taeyeon? Su –ALGO- estaba ignorándola.

Tachen eso. Su –NADA-. Estaba fuiosa y dispuesta a cortar con todo, presionarlo hasta que entre en un sobre y mandarlo a la misma mierda. Diablos. Hoy era un pésimo día.

Stephanie abrió la puerta de su habitación con furia, estaba a punto de salir hacia el estudio cuando Minho llamó a la puerta. Él saltó de sorpresa por la aparición drástica y rápida que tenía en frente. “¿Señorita Hwang?” El hombre carraspeó. “Ha llegado un paquete para usted.”

“¿Un paquete?”

“Sí, bueno… Sígame por favor.” Minho parecía sorprendido.

“¿Es algo malo?” Preguntó ella.

“No lo definiría como malo, solo muy extraño.”

“¿Pasó la revisión?”

“A medias.”

“¡¿A MEDIAS?!”

“Tiene que verlo por usted misma.”

 

“Está asustándome, ahjussi…” Se detuvo en las escaleras.

 

Él volteó y le señaló el camino. “Le aseguro que todo estará bien. Por lo menos hasta antes de que aparezca su padre.”

Caminaron hacia uno de los salones, donde el equipo de seguridad se había encargado de revisar el inmenso paquete. Stephanie pudo ver que había sido una gran caja por los restos tirados sobre el suelo, y había sido una pésima idea, por la persona que estaba sentada sobre ellos.

“¿Taeyeon?”

La cantante tenía restos de papel en la cabeza y en la ropa, pero estaba tranquila firmando un autógrafo para dos hombres uniformados, que inmediatamente regresaron a su posición firme cuando vieron a la hija del presidente entrando a la sala.

“Hola Ppani-ah.” Sonrió la cantante y se paró del suelo.

 

Subió las escaleras en silencio. Cerró la puerta de su habitación con seguro.

“¡¿EXPLÍCAME CÓMO ESTO PUEDE SER UNA BUENA IDEA?!”

“No lo sé, estoy aquí, ¿no?” Se acercó al escritorio. “Están creciendo bien, haces un buen trabajo.” Observó de cerca el tallo mediano de las francesillas. “Te dije que mandaría un gran regalo.”

“¿Pretendías burlar a todo el staff de seguridad? ¿No se te ocurrió que aquí revisan cada misiva?”

“Sí, pero no soy una amenaza, soy Kim Taeyeon.” Dijo viendo por el inmenso ventanal que permitía ver el inmenso jardín trasero.

“¡Y YO SOY LA HIJA DEL PRESIDENTE!”

“¿Quién es la egocéntrica ahora?” Sonrió confiada, volteando hacia la castaña.

“¡TE ODIO!”

“No, no me odias.” Se acercó con seguridad.

“¡SÍ, TE ODIO!”

 

“No me odies.” Empezó a besarla con pasión medida, cada roce era suave y profundo. Dios, esta mujer lo hacía lento y placentero, ¿Hay algo que no podría hacer?

 

Taeyeon la condujo despacio hacia la pared más cercana y la recostó mientras recorría su cuello devorando los centímetros de piel.

“Taeyeon-ah” Gimió Stephanie.

“¿Sí, hija del presidente?” Susurró.

“Tienes que irte antes de que llegue papá.”

“Tranquila, eso está cubierto. Tenemos un poco de tiempo.” Siguió besando.

“¿Cómo cubierto?”

“Los pingüinos saben que te gusto.” Se refirió al equipo de seguridad. “Nos van a cubrir.”

“Taeyeon…”

“De todos el más amable fue el señor de corbata de lazo.”

“¿Minho?”

Taeyeon hundió sus labios por la oreja de la chica, haciéndola gemir de placer.

“Pero fue tu hermana la que me salvó.” Se separó y le sonrió.

“¿Mi hermana?”

 

“Nadie abrirá la boca sobre lo que ha pasado hoy. Si me entero de que papá sabe, me encargaré de que rueden cabezas. Y saben que puedo hacerlo.” Dijo Michelle con voz de empresaria exitosa. Volteó hacia Minho. “Ahjussi, quedas a cargo.”

“Sí señorita Hwang.”

“En dos horas Taeyeon-ssi debe irse. Papá vendrá. Debe recoger papeles y su pasaporte.”

 

“¿Cómo pasó eso exactamente?” Preguntó Stephanie.

“Solo digamos que pronto le presentaré a Choi Minho.” Le empezó a comer la boca otra vez.

“Espera, espera, una última pregunta.” Taeyeon asintió inocentemente esperando. “¿Quién te trajo convertida en paquete?”

“Heechul-oppa.” Sonrió.

 

Taeyeon estaba recostada en el respaldar de la cama y sobre su pecho descansaba Stephanie, abrazando su vientre como una serpiente constrictora. La última hora y media se pasó entre risas, bromas y recuentos de conversaciones telefónicas, sobre las sábanas ordenadas.

Ambas con ropa. Solo disfrutando de la compañía de la otra.

Definitivamente era muy temprano para dar un paso más importante, tomando en cuenta que recién empezaban a conocerse mejor y ni siquiera habían definido lo que eran. Pero tenían suficiente disfrutando de la otra. Mientras se divertían entre cuatro paredes, había un equipo de seguridad entero cuidando de ellas.

Si algo había descubierto Stephanie en el tiempo que llevaba ‘saliendo’ –aunque no literalmente por las órdenes de su padre- era el lado tierno e infantil de la cantante, quien pese a ser mayor se comportaba como una niña caótica y desobediente. Sonrió y luego se perdió en los botones de la blusa roja a cuadros de su acompañante.

El silencio había durado ya más de cinco minutos, algo extraño porque se habían acostumbrado a llevar un ritmo de conversación continuo. No era molesto, pero una vez más, era inusual.

“¿Estás bien?” Preguntó la cantante.

“Nunca me fijé demasiado en lo que habla el resto. Tenías razón.” Respondió la castaña. “Creo que es porque nunca me he atrevido a hacer algo fuera de lo establecido para evitar problemas, así que la gente no tiene algo para hablar de mí.”

“Hasta que cogiste esa espada.”

“Pensé que ya lo habías olvidado.” Stephanie se sentó erguida y cruzó los brazos.

 

“¿Qué se siente hacer algo no establecido?” Taeyeon apoyó la cabeza sobre el hombro de su acompañante. “No quiero ser una mala influencia.”

 

“No recuerdo la última vez que hice algo porque realmente quería hacerlo.”

“¿Qué te gustaría hacer?” Taeyeon volteó para buscar su mirada y Stephanie la besó como respuesta a la pregunta. “Genial.” Sonrió embobada. “¿Qué más?”

“Ir de picnic juntas, visitar la playa de noche, ir a un concierto de rock…”

“Podemos hacer eso.”

“No, no podemos.” Recordó a su padre. “Y realmente quería desfilar, ¿Sabes?” Perdió su mirada en sus manos. “Pensé que con eso podría demostrarle que podía hacer algo bueno. Algo que me agrada…”

“Habla con él.”

“No servirá de nada.”

Taeyeon se arrodilló frente a ella. “Entonces lo haré yo.”

 

“NO, TAEYEON. No lo conoces.”

 

“Hablaré con él, Ppani-ah.” Tomó su mano. “Y sé que arreglaré las cosas.”

“¿Qué arreglarás?”

“Le diré: Señor presidente, usted debe permitir que esta hermosa chica desfile y luego salga a cenar con esta otra hermosa chica. Será… Hermoso.”

“¿Por qué piensas que el presidente del país va a dejar que su hija salga con una mujer?”

“Porque esa mujer soy yo.”

“Tan ególatra como siempre, ¿Quién te soporta?”

“Tú.” Besó su frente.

“No entiendo cómo puedes gustarme tanto.” Sonrió Stephanie.

“Soy encantadora.”

“No. Eres pequeña y presumida. Y estás un poco loca.”

“Tú me vuelves loca.”

“Dios, ¿Esa es una arcada? Creo que me causaste náuseas.”

“Te las quito, espera.” Encerró la boca de Stephanie con la suya y enterró su mano derecha entre el cabello sedoso y marrón para pegarla hacia sí misma. Sabía que le quedaba poco tiempo de estadía y solo quería que dure un poco más.

 

๑๑๑๑๑

 

“¿Señor presidente?” La secretaria asomó por la puerta del despacho y pidió permiso para entrar.

“Joohyun-ssi, por favor, necesito correr la entrevista de la tarde hasta las siete y los papeles de la inauguración del centro para niños deben ser enviados mañana.” Pidió el presidente.

“Señor, tiene agendada una cena con el ministro a las siete y treinta.”

“Entonces busca otro espacio.”

“Entendido señor.”

“¿Leo está listo?”

“Su traje de gala fue llevado a su habitación, Yesung-ssi se encargó de recogerlo.”

“Que me avise cuando esté preparado.”

“Señor presidente—”

“Necesito los documentos de legalización para el hospital central, el ministro debe revisarlos esta misma noche.” Tomó agua de un vaso de cristal y siguió leyendo hojas que tenía en la mano.

“Sí señor.” Joohyun se detuvo hasta encontrar una oportunidad para hablar. “Señor, tiene una visita.” Dijo nerviosa.

Él subió la mirada. “¿Está en la agenda?”

“Sí señor, hace una semana su hija pidió el espacio.”

“¿Stephanie?”

“La señorita Michelle, señor.”

“¿Es otro entrenador personal? Porque no tengo tiempo—d”

“No. No señor.”

 

Él arqueó una ceja. “Bien, que pase. Tengo diez minutos.”

 

Joohyun se retiró después de una reverencia formal y salió. El presidente escuchaba pasos y una conversación en el pasillo. Escuchó la voz de sus hombres de seguridad y también la voz de Michelle. Luego silencio.

Tocaron la puerta.

“Adelante.”

Los pasos se hicieron presentes, pero él no levantó la mirada. “Buenas noches, señor presidente.”

“Buenas—¡Usted!” El hombre dejó los papeles sobre el escritorio. Frunció el ceño.

“Señor Presidente.” La pequeña mujer hizo una reverencia de noventa grados y mantuvo una distancia prudente del escritorio.

“Señorita Kim Taeyeon, ¿Puedo saber cómo entró aquí?”

 (...)

 

๑๑๑๑๑ 

 

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Comments

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JoyReneluv2
#1
Chapter 4: Waoo!!!
Por qué no había visto esto antes??
Me encanto!!
KimYulBT
#2
Chapter 4: :3 Qué bonito! Es la segunda vez que lo leo.
Feliz navidad! >:D
25/12/18
Crazy_Girl_21
#3
Chapter 4: Santa mierda !!! 7u7
eso estuvo GENIAL !!!! ^0^
skincrisday #4
Chapter 4: cool la historia
taeny39
#5
Chapter 4: Me gusto. Algo fresco para variar.
anastasiadany
#6
Chapter 4: Esto fue hermoso, justo venia con muchas ganas de leer algo Taeny y me topo con esta preciosa historia. Necesitaba un final feliz para terminar el año. Ya tengo otra historia que se añade a mis favoritas.

Feliz año y gracias por compartir :3
key-k09
#7
Chapter 4: Muy bueno.
k0309_hwang
#8
Chapter 4: *Se sonroja* Aww :3 Me alegra que ahora compartas mi punto de vista sobre lo "cliché" y "finales felices" Dork :D:D Estoy completamente de acuerdo con el como lo expresaste. ''Una historia feliz por que sí, con un final feliz por que sí".

Reafirmo mi afición por tu escritura, definitivamente me encanta tu habilidad de expresión y el como transportas a tus lectores en tus historias sin necesidad de complicar todo logras atrapar la atención en cada capítulo.. ¡Ay no sé! ¡Me encanta!

Este pequeño tesorillo Taeny estuvo maravilloso, perfecto para leerlo en estas fechas y reír y sonreír por las ocurrencias de esta egocéntrica Taeyeon... Ni mencionar la inclusión de Rain *-*

Gracias por compartirla, en verdad.. Espero con ansias el paquete y las noticias sobre ese nuevo fic D:

Nos leemos luego JO Sunbae-nim
k0309_hwang
#9
Chapter 3: JAJAJAJAJ Taeyeon Troll jajjaajjaaj AWWWWW Me caso con esa pequeña<3
k0309_hwang
#10
Chapter 2: ¡¡¡¡UNA KIM TAEYEON PARA LLEVAR POR FAVOR!!!!