Heartbreak Hotel

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Un viernes en la noche, decidí irme a un bar. Aquel viernes fue un día muy ajetreado, estaba totalmente cansado y solía aliviarme siempre, era un trago, uno no en especial y siempre me gustaba variar. Haciendo demasiado frío y una bebida fuerte, por supuesto que sí.

 

 

Por suerte, ese día no se llevó a cabo demasiadas cosas y estas, no se tuvo que ser necesario para traerlas a casa, por eso mismo, fue lo que se hizo en la oficina o sino, ah, qué peso para mí. En verdad, creé que llevar a cabo una maleta en un bar no sería lo adecuado, por que también fue así que dejé mis cosas allá. Para evitar inconvenientes, según yo pero, de todas las maneras, tuve uno.

 

 

De manera torpe, quise coger una copa de trago que había en una de las mesas con bebidas ya servidas, confiada iba a dejarla a ciegas –luego de haberla bebido un poco– pero no, al querer avanzar, boté esta misma consiguiendo que me miraran haciéndome sentir tonta. Sentí mis mejillas arder y me agaché para recoger el trozo de la copa, se había roto. Cuándo ya la había tomado, una mano tibia y más grande que la mía, hizo que la dejara.

 

 

Elevé mi rostro y me topé con uno tierno, angelical. Parecía un bebé, claro, por sus rasgos pero, no, ese chico parecía también ser mayor. Sin decir algo, me levantó y tiró de mi muñeca para llevarme a otro lugar alejado de allí, me asusté demasiado.

 

 

Nos detuvimos en un espacio apartado pero con más iluminación por los fluorescentes que estaban a los lados, aún había personas bailando pero no cómo en aquel centro del lugar. Abrió la silla para mí, gesto que me agradó e hizo que sonriera torpemente, antes de sentarme.

 

 

— No debías de recogerlo — Habló, con una voz suave sorprendiéndome.

 

 

— Uh. . . Es que, yo-.

 

 

— Muchas personas rompen más copas y botellas, hasta demás cosas, no era necesario, hermosa.

 

 

Me sonrojé nuevamente, esta vez por ese improvisado sobrenombre.

 

 

— ¿Cómo te llamas?

 

 

— Ti-Tiffany Hwang.

 

 

— Tiphany.

 

 

Su pronunciación me causó tanta gracia, que fue inevitable no reírme. Él rió también un poco, apoyando su codo contra la mesa, reposando parte de su cabeza en su palma, mirándome concentrado.

 

 

— Phany, hey, ese es un buen apodo.

 

 

— Haha, sí, suena bien.

 

 

— Yo soy Kim Taeng.

 

 

— ¿Taeng? — Cuestioné curiosa, ese era un muy lindo nombre, en verdad.

 

 

—Bueno, es TaeYeon pero, suena más de mujer — Se quejó, moviéndose nuevamente en su asiento, causando que nuevamente me riera — Por eso mismo, yo me auto-dominé, Taeng.

 

 

— Taeng suena mejor.

 

 

— Así es.

 

 

Su sonrisa era muy bonita, cautivadora.

 

 

— Ven, hay que bailar un poco.

 

 

— Pero, yo no-.

 

 

Ya se había puesto de pie, tomando mi mano. Sin resistirme, cedí y me levanté, él me soltó y pasó su brazo alrededor de mis hombros, apegándome más. Me di cuenta de que no era tan alto, unos centímetros nos diferenciaban, qué lindo.

 

 

 

 

Se nos había hecho una rutina, el hecho de encontrarnos allí y alquilar una habitación, luego de haber bebido un poco. Pero, no, no era para mantener relaciones, aún no estaba lista para aquello. Lo curioso de todo, es que, siempre pedíamos la misma habitación de siempre, es más, ya habíamos advertido a quién alquilaba estas que, las aparte para ambos.

 

 

Nos quedábamos hasta tarde, riendo y dándonos besos, comiendo y viendo algunas películas o también, oyendo la música que resonaba a todo dar. Bailábamos un poco, él me enseñaba unos pasos para darlos en plena pista de baile. Era genial estar a su lado y se lo hacía saber.

 

 

Cerca de la una de la mañana, Taeng me acompañaba hasta mi casa. Hay veces íbamos a pie u otras, íbamos en su auto cuyo traía pocos momentos. Se nos había hecho una total costumbre, estar juntos desde que salía de mi trabajo.

 

 

 

Ya después de un par de meses, ese día fue algo diferente, conocí un lado que no había visto de él, desde que nos conocimos.

 

 

Él me había invitado para ir a un restaurante, hasta allí todo bien. Llegamos entre risas, lo curioso es que el lugar tenía la misma ambientación del bar, quizás sea del mismo dueño, qué será.

 

 

Taeng me cedió el asiento cercano, yo fingiendo sorpresa lo acepté, gesto que le causó risa y así, se fue a sentar en el suyo que estaba enfrente de mí. Todo andaba bien, después de eso. Ambos pedimos algo de pizza y por momento, nuestra bebida favorita, ningún trago por hoy.

 

 

Estábamos hablando sonrientes, hasta que sentí cómo un aliento, se posaba a mi lado, en mi oído. Me asusté y retrocedí, viendo como un chico mareado se alejaba luego de susurrarme.

 

 

— ¿Qué mierda te pasa, eh? — Preguntó Tae alterado, mientras se ponía de pie, acercándose al chico.

 

 

— ¿Qué?

 

 

Su fingida inocencia, hirvió a Taeng quien al estar enfrente de este, lo tomó por el cuello de su chaqueta de cuero. Lo hizo levantarse y tenerlo más cerca, dispuesto a golpearlo. Me puse de pie rápidamente y me acerqué a ambos, haciendo que Tae soltara al tipo.

 

 

— Ya, TaeTae, no importa — Le dije, sonriéndole cómo me dijo que le gustaba.

 

 

Vi cómo este relajó su expresión y soltó al chico asustado. Tomé su mano caliente, y tiré de él para irnos de allí, me importaba poco el pedido y que los demás clientes nos hayan mirado raro.

 

 

Caminamos y sin parar, debajo de una lluvia que incrementaba con velocidad. Ya asustada, hice que nos detuviéramos en un espacio que impedía que la lluvia la mojara. Me deslicé contra la pared, quedando de cuclillas en aquella área, viendo como las gotas humedecían más las calles.

 

 

Me enfriaba y no me atrevía a decir algo con respecto a lo que pasó, por eso, me dediqué a acariciar mis brazos observando todo el alrededor. Oí una pequeña risa suya y lo próximo que sentí, fue su chaqueta cubriendo mis hombros y espalda.
Se movió, haciendo que técnicamente me cierre la chaqueta mientras lo observaba sonriente. Así, alegre, apoyé mi cabeza en su hombro, sintiendo luego el peso de su cabeza contra la mía.

 

 

— Phany, te quiero.

 

 

 

 

No sé qué habré hecho mal, no entiendo qué hice mal cómo para merecerme lo que esta noche me había acontecido, ¿Fue el hecho de que sólo podía pensar en él? ¿Fue el hecho de que quiera oír su voz seguido? ¿Eh? ¿Es eso malo? Joder.

 

 

 

Hice lo que usualmente realizaba al salir del trabajo, con la diferencia que al haber salido ante

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Comments

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L_ight_ #1
Chapter 1: Muy muy interesante.
Podría tener una segunda parte :D
jessjung_dew
#2
Chapter 1: continuacion??? como la dejas ahi!!!!!!! un epilogo o algo? siempre me haces esto T_T me dejas con ganas de seguir leyendo T_t