Capítulo 7

Taeyeon me sujetaba fuertemente de mi cintura, ni siquiera podía con mi propio peso, recuerdo que me subió en un auto y no recuerdo más porque me quede dormida. Desperté con un fuerte dolor de cabeza, no sabía donde estaba puesto que la habitación donde me encontraba era muy diferente a la mía. Al mirar bien a mi alrededor pude notar que la decoración era escasa, a duras penas estaba la cama. Me quede un momento tratando de recordar que había sucedido anoche. Tenia ciertas lagunas en mi cabeza, solo recordaba que Taeyeon había sido la que me había salvado la patria, sino sabe Dios en donde habría terminado.

En ese momento Tae entró a la habitación, traía un vaso de jugo de naranja en sus manos y fue ahí donde me di cuarenta de que tenía una sed de los mil demonios, ella me extendió el vaso y algunos analgésicos, espero a que terminara y decidió hablar.

____«Sabes Tiffany, no deberías beber tanto si no soportas el alcohol. Agradece que me dio curiosidad por ir a aquel bar, y que fuera yo la que te trajera a casa. Quién sabe que te pudieran haber hecho»____ dijo Taeyeon con un semblante muy serio. 

Me sentía muy avergonzada, parecía que fuera mi mamá la que me estuviera dando aquel sermón, que en cierta parte era muy cierto. Qué hubiera sido de mí sin Taeyeon allí.

Me disculpe con ella por hacerle pasar tal molestia y me dispuse a marcharme, pero en cuanto me puse de pie fue como si todo el mundo me diera vueltas y maldita sea!!!! Terminé en el piso. Taeyeon me ayudo a levantar y con una voz aclamada me dijo:

____«Quedate acostada, yo iré a preparar una sopa de pollo; tal vez con eso se te pase un poco la borrachera. Si quieres puedes ducharte, te prestare ropa. El hecho es que de aquí no sales hasta estar como nueva»____

Aquellas palabras me reconfortaron, de cierta forma me estaba diciendo indirectamente que le importaba. Le hice caso y me quede un rato más en la cama. Minutos después Taeyeon volvió con más jugo de naranja, dijo que era para hidratarme. Me presto un poco de ropa y pude ducharme. Después de tomar una relajante ducha, Tae me sirvió un poco de sopa y fue un milagro que no la devolviera. Con eso me sentí un poco mejor. 

Ya era un poco tarde y tenía que volver a mi casa, no quería que Taeyeon pensara que estaba abusando de su hospitalidad. Ella se negó rotundamente a dejarme ir, yo le dije que tenia que volver al trabajo y que no quería seguir molestándola. Ella sólo dijo que me quedara aquella noche y que al día siguiente podría marcharme si quería. Su comportamiento fue extraño, no creí que reaccionara de forma tan brusca; no la quería ver enojada así que me fui directo a la habitación.

Cuando desperté Taeyeon no estaba y esta vez no había dejado ninguna nota. Así que creí conveniente dejarle una. En ella escribí que le agradecía por su hospitalidad y que me perdonara por causarle problemas, que no volvería a suceder nada como aquello