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Razón #13
"Le daría una paliza a alguien de mi propia sangre por ti."
 
 

                                   
—¡Hola, mamá! —Mi voz es amortiguada por toda la ropa en mi cesto, pero me escucha.
                    
—¿Qué es esto?
                    
Miro a través del cesto, de nuevo, antes de gritar hacia las escaleras—: ¿Has visto mi Vaquero?
                    
—Tienes muchas vaqueros, cariño.
                    
Ugh. —Ya sabes, ¿el blanco ajustado que uso para salir?
                   
Ella no vuelve a hablar, pero escucho sus pasos dirigiéndose al cuarto de la secadora y el balanceo de la puerta abriéndose.
                    
—¡Está aquí!
                    
—¿Me lo tirarías?
                    
Espero a escuchar el sonido de sus pasos fuera de mi cuarto antes de salir de él. Sí, mamá no me vería medio desnuda.
                    
Normalmente, no me importa qué es lo que llevo, pero esta noche… sí, mi primera cita con la chica que me gusta y su primer cita en la vida. Mejor hacer todo lo posible para que parezca que me preocupo por cómo me veo mientras luzco como si no me preocupara.
                   
Es más difícil de lo que parece.
                   
El timbre suena justo cuando me estoy ajustando mi vaquero. Si esa chica llegó aquí en vez de dejar que yo la recogiese, voy a…
                    
—¡Yuri!
                    
Oh, infiernos.
                    
—Hola, TaeHee. —La voz de Yuri me golpea en el estómago. Maldigo interiormente. ¿Qué está haciendo aquí?
                    
—Pasa, pasa.
                    
Sus pasos se escuchan en la sala de estar y luego el crujir del sofá. Saco mi celular. Ya estoy llegando tarde. Tal vez puedo salir por la ventana.
                    
—¿TaeYeon está aquí?
                    
En el vocabulario de Tiffany… ¡malditamente mierdástico! ¿Cómo me olvidé que Yuri estaba planeando verme esta noche? Oh claro, es porque estoy obsesionada con Tiffany. Y ahora estoy atascada. Tengo libertad bajo fianza con Yuri… Sí, ella dijo que iba a venir a ver a mamá; aunque suene tan arrogante como el infierno, sé que vino a verme a mí también.
                    
Con el teléfono móvil todavía en mi mano, titubeo antes de mandarle un mensaje a Fany.
                     
/Lsiento, llego tarde. Voy a ir, lo prometo. No t atrevas a venir. T aviso cuando llegue/.
                    
Síp, lo último que necesito es que venga y nos vea a mí, mamá y Yuri hablando como si fuera una especie de club de libros en mal estado o algo así. La imagen hace que me suden las manos.
                    
Es tan patético.
                   
—Oye, Yuri está aquí, ven a hablar con ella.
                    
Claro, patético no es una palabra lo suficientemente fuerte.
                     
—No puedo. —Maldita sea, le espeté a mi madre, ahora ella sabrá…
                 
—¿Por qué razón?
                    
Suspiré. —Nada, sólo que llego tarde.
                    
—¿A dónde vas?
                    
—Salgo.
                     
Agarrando mi cartera, trato de pasar de ella, pero me bloquea el paso con los brazos en sus caderas en esa postura de madre “no me vuelvas a hablar de esa manera”.
                   
—TaeYeon, me dices a dónde vas a ir, o no irás a ningún lado.
                     
Ugh. Yo no hablo de chicas con mamá. Es prejuiciosa. No lo dice en voz alta, pero ella quiere que Yuri y yo…

Bueno, yo no hablo de chicas con mamá.
                     
Pero, soy honesta con mis padres.
                     
—Tengo una cita.
                     
Sus brazos caen.
                     
—Oh. 
                    
Eso es todo lo que dice.
                     
—¿Le puedes decir a Yuri que lo siento, y que la veré en la escuela?
                     
Sus labios se aprietan un segundo antes de decir:
                     
—Puedes decírselo tú misma, tienes que caminar delante de ella, de todos modos.
                     
Se da la vuelta para dirigirse al segundo piso, pero se detiene con la mano en la barandilla. —¿Es Tiffany?
                     
Suspiro de nuevo.
                     
Mamá es más observadora de lo que pensaba. He estado pasando bastante tiempo con Fany últimamente.
                     
—Es su cumpleaños.
                     
—Oh, de acuerdo. —Su voz suena optimista y vuelve a tener una sonrisa en su rostro. Me gustaría que no me molestase, pero lo hace. 
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