Capítulo Especial: Luz eterna

Antisocial

¡Hola, hola! Bueno, esto debe ser un poco extraño para ustedes, una actualización más en la misma semana, pero esta vez de Antisocial. ¿Quién pensaría que volvería con esta historia?

La razón del porque he vuelto se debe a que he cumplido en otro de los sitios donde subo mis historias con 800 seguidores! Sí queridos lectores, y estoy muy feliz de poder seguir compartiendo mis historias con tanta gente, estoy emocionada de que a tantas personas les guste la forma en cómo escribo y cada una de las historias, es por ello que vine con un especial para ustedes y qué mejor que con la historia más bonita de todas. 

Espero disfruten de este lindo capítulo y nos leeremos en comentarios y una próxima actualización de Extrovertida.


 

 

 

Sus manos suaves rozaron aquel nudo hecho hace unos momentos, agarró con fuerza y tiró de ambos lados verificando que estuviese firme. Se mordió el labio ligeramente y volvió a mirar el techo oscuro de su habitación, una lágrima rodó por su mejilla y nuevamente soltó todo el aire contenido en sus pulmones, miró a lo lejos la hora que indicaba su reloj y se puso en pie.

 

“Hagamos esto fácil.” Volvió a respirar sintiendo la presión en el pecho, cerró los ojos con fuerza mientras pasaba aquella soga por su cuello. “Hora de muerte…”

 

Abrió sus ojos de golpe, su cuerpo estaba cubierto en sudor, respiró confusamente sin despegar su vista del techo, era blanco y todo en ese lugar estaba lleno de nada más que luz y colores pasteles. “¿Qué fue… eso?” Paseó su vista por la habitación, tenía unas cuantas cajas a medio abrir, papeles y fotografías regadas en el piso. “Debo ordenar las cosas algún día.” Se sentó en el colchón apoyando todo el peso en sus manos mientras buscaba con la mirada el reloj que colgaba de la pared contigua a las grandes ventanas que daban con el jardín. “No recuerdo la hora de su vuelo… ¿cuándo volverá?” Perezosamente volvió a tirarse sobre el colchón, tapó su rostro con ambas manos y disfrutó del viento que danzaba graciosamente entre las cortinas de la habitación.

 

“Señorita Hwang ¿puede venir un momento?” Cargaba un par de carpetas en su mano derecha y en su mano izquierda sostenía su teléfono con la esperanza de recibir aquella llamada que le hiciese sonreír. “¿Sucede algo profesor Oh?” El hombre canoso con una breve sonrisa asintió “Hace pocos días di una charla sobre la depresión en los adolescentes en la Universidad de Seúl, sé que partirá en media hora a Gyeongju y me gustaría que pudiese entregarle mi libro a la señorita Kim.” Extrajo de su bolso un libro y lo extendió con mano temblorosa a la joven. “¿Cómo sabe que ella y yo…?” No sabía cómo terminar la frase frente a aquel profesor que le dio la oportunidad de conocer hacía once años a su prometida. Sonrió cálidamente mientras volvía a colocar los lentes en su sitio. “La vida puede ser muy buena con nosotros y en ocasiones necesitamos darle un empujón a los otros para que se den cuenta de que no están solos, no me arrepiento de haberle pedido que ese día le llevara las materias a la señorita Kim.” Realmente agradecía que aquel hombre le pidiera tal favor, sentía que estaba en deuda. “Muchas veces fui yo quien escuchó a la señorita Kim cuando estaba triste y deseaba darle punto final a su vida, todos los días estaba preocupado por ella, pero no sabía qué hacer para que verdaderamente se diera cuenta de que aún existían cosas por las cuales seguir luchando y luego apareció usted en su vida”

 

Apagó el televisor y dejó el tazón en el lavaplatos, guardó la caja de cereales y la leche en sus respectivos lugares, pero su mente estaba en otro lugar. “¿Cuándo se supone que volverá? Me estoy volviendo loca sin tenerla aquí.” Se lanzó sobre el sofá que a duras penas tenían en la sala de estar casi vacía y cerró los ojos. “Tal vez si duermo un poco más al despertar ella esté aquí.” Pensó con una sonrisa en sus labios mientras volvía a masajearse las sienes.

 

“En serio no puedo creer que estén viviendo en Gyeongju ¿qué tiene ese lugar que no tenga Seúl?” Se había alejado el teléfono de la oreja al escuchar reclamar a su amiga. “Privacidad tal vez.” Respondió y escuchó el bufido de su amiga, una sonrisa nació en su rostro al recordar como la primera vez que iba a conocer a Taeyeon era Jessica quien estaba más asustada de lo que pudiese encontrar. “Es solo que… tenemos nuestro propio espacio, sin miradas que juzguen y Taeyeon encontró un buen sitio donde abrir su consulta.” Detalló mientras sacaba su maleta con una mano del bus en el cual había viajado a su hogar, agradeció al muchacho que le extendía sus bolsos y con una mano intentó acomodarse todas sus pertenencias “Jess debo colgarte, apenas y puedo dar unos pasos con tanta maleta y bolso.” “Saluda a Taeyeon de mi parte y dile que me robó a mi mejor amiga monstruo.” Disparó entre risitas antes de colgar, Tiffany sonrió tontamente, estaba completamente segura de la adoración que tenía su mejor amiga por Taeyeon.

 

Una sonrisa nerviosa apareció en el rostro de Stephanie Hwang. Con cada paso que daba por las calles de esa locación, más cerca estaba de reencontrarse con el amor de su vida y su corazón estaba desesperado por lanzarse sobre el de la otra chica. “Ya estoy aquí mi Tae.” Con mano temblorosa comenzó a buscar entre el manojo de llaves, aquella que abría el cerrojo de su hogar.

 

Se había quedado en completo silencio cuando escuchó el sonido emitido que la llave hacía al introducirse en el cerrojo, el corazón de Taeyeon latió arrítmicamente, la puerta se abrió y como si fuese la escena de una película, ambas miradas se encontraron y para ellas el mundo acababa de detenerse por unos tres segundos. Tres segundos en los que Taeyeon se tardó en correr a los brazos de la más alta y besar sus mejillas, olfatear su cuello, apretarla contra su cuerpo y mencionarle cuanto la había extrañado aquellos días. Se miraron fijamente entre los brazos de la otra y sus labios convertidos en imanes no resistieron más y se unieron en un intenso beso que les llevó a cerrar la puerta a duras penas mientras se despojaban de sus ropas que ahora parecían innecesarias para el uso diario.

 

Tiffany paseaba las yemas de sus dedos por las cicatrices en la espalda de la bajita. “Antes me causaba tanta vergüenza que vieras todas y cada una de las heridas causadas por esos chicos.” Confesó, tenía los ojos cerrados y descansaban completamente desnudas sobre el colchón que seguía en el piso, solo una de las tantas sábanas blancas las cubría. “¿Ya no sientes pena de mostrármelas?” Preguntó acercando sus labios hasta una de las cicatrices más profundas, la besó delicadamente y la bajita no pudo evitar estremecerse. “Lo único que siento cada vez que las ves o las tocas es amor.” Se giró sobre la cama, notó las mejillas sonrosadas de su novia al verla de esa forma, seguía pensando que era linda como en un principio. “Amas estas cicatrices. Cada una de ellas significa que no me rendí y continué viviendo, pero esta es la más importante.” Alzó su antebrazo derecho y observó su cicatriz, Tiffany tocó aquella zona “La primera herida que curé por ti.” “Fue el día en que renací.” Delineó suavemente aquella cicatriz antes de llevar sus labios a ese punto, Taeyeon sonrió acercándose por debajo de la sabana, con su mano disponible acarició el abdomen desnudo de su novia. “¿Por qué no lo hacemos otra vez? Me has tenido con abstinencia de tu cuerpo durante cuatro días.” Arrastró su mirada por el voluminoso cuerpo de la mujer a su lado, amaba cada parte de aquel cuerpo que había visto con sus propios ojos desarrollarse. “Eres un poco difícil ¿sabías? A veces me pregunto si te aburrirás de mí.” Declaró sentándose en la cama, Taeyeon le miró preocupada, apoyó el mentón sobre su hombro. En su mente y corazón no existía aquella posibilidad de aburrirse de su prometida, cada día era más feliz, no necesitaba nada si ella estaba a su lado. “¿Tú jamás me dejarías verdad?” Pidió Taeyeon, nerviosa por el comentario hecho. “Claro que no, mis ojos, mi corazón y todo mi ser son totalmente fieles a ti, necesito despertar enredada a tus brazos para poder saber que será un buen día.” Confesó sonriéndole tiernamente, Taeyeon dejó escapar todo el aire que por una extraña razón había contenido y tiró de su cuerpo sobre la cama. “Déjame demostrarte una vez más cuanto te amo, quiero llevarte hasta la galaxia.” Besó cortamente sus labios sin dejar de sonreírle.

 

Seguía revolviendo la crema en su taza de café “Llegué ayer a la casa, pero digamos que Taeyeon no me dejó salir de la cama durante todo el día.” Sonreía con solo recordar los momentos vividos, sus mejillas ardían desmesuradamente. “Creo que me equivoqué al pensar que Taeyeon era tan correcta, pero deberías ser un poco más sutil y no contarle este tipo de cosas a tu hermana.” Tiffany sonreía al escuchar los quejidos de Michelle a través del altavoz; un sonoro beso en sus cabellos la sacó de sus ensoñaciones y posó su mirada en la autora de aquel beso. “¿Durmió bien mi amada novia?” Taeyeon extrajo un tazón, su cereal favorito y leche, Tiffany observaba como se servía su desayuno tan detenidamente, amaba la dedicación que le ponía incluso a aquello. “¿Cómo no dormir bien si tengo a la mejor chica a mi lado al despertar?” Sonrió ampliamente y la bajita no pudo evitar sonrojarse. “Tú te mereces un beso por ese cumplido.” “¿Solo uno?” Se quejó haciendo un mohín, Taeyeon se acercó a la menor tomándola por la cintura. “Solo uno, pero muy intenso.”

 

Desarmó unas cuantas cajas vacías, al fin se estaban deshaciendo de todas las cajas y armando su hogar; Taeyeon sonrió complacida de su trabajo, con los puños cerrados y apoyados en su cintura observó la habitación que había terminado de decorar. “¿Qué haces?” Apareció por detrás y abrazó a la bajita besando su mejilla. “He terminado al fin de sacar todas las cosas de las cajas” “Entonces… ¿ahora si vivimos juntas en esta casa?” Pidió Tiffany divertida de la situación, Taeyeon se giró entre sus brazos y le miró antes de agarrar sus mejillas con ambas manos. “Oficialmente estamos viviendo en esta casa como una pareja que se ama locamente desde hace once años.” Tiffany besó cortamente los labios de su novia y se separó pasándose lentamente la lengua por los labios. “Oye Tae, ayer con la emoción de reencontrarnos olvidé que debía entregarte un regalo.” Una ceja se disparó hacia arriba en el blanquecino rostro de la mayor y siguió con pasos ansiosos a la joven que había salido de la habitación en busca de su bolso. Tiffany le miró de reojo y sonrió extrayendo el libro que le había entregado su profesor. “Él hubiese querido dártelo en persona, pero sabe que hay cosas muy difíciles.” Los ojos de Taeyeon se iluminaron al tomar entre sus manos el libro escrito por aquel hombre con el que estaba eternamente agradecida, levantó la vista a Tiffany. “¿Pero ¿cómo-?” “En el seminario sobre la depresión al que asistí, el profesor Oh también había confirmado asistencia y pasamos un tiempo charlando sobre la vida, mi futuro y sobre ti. Él te aprecia mucho y quería que tuvieras este libro.” Se habían humedecido los ojos de Taeyeon, un calor recorría su pecho y subía hasta su garganta, el fuerte deseo de llorar era incontenible. “Bueno… él fue como un padre para mí en esa época.” Tiffany le miró comprensivamente y la abrazó, acariciando su espalda suavemente. “Lo sé, yo también le debo muchas cosas a él.”

 

Releyó lo escrito en la pantalla del computador y suspiró llevándose ambas manos al rostro, una para sacarse los lentes y la otra para apretarse suavemente los ojos. “Deberías descansar un poco, llevas horas mirando esa pantalla.” Tiffany habló suavemente dejando frutas picadas a un costado de su novia, Taeyeon sonrió ante el gesto y se llevó rápidamente un trozo de durazno a la boca. “¿Recuerdas la primera vez que probé un plato de comida preparado por ti?” Pidió la mayor cerrando el computador, lo dejó a un costado y pronto sus piernas fueron utilizadas por Tiffany quien apoyaba su cabeza sobre una de las piernas, Taeyeon llevó sus manos al cabello de la menor y comenzó a acariciarlo mientras le veía esperando una respuesta. “¿Cómo no voy a acordarme? -” Sugirió con una enorme sonrisa. “… Estaba tan nerviosa por saber si te gustaba la comida porque me mirabas con cara de estar verdaderamente aterrada.” Continuó, Taeyeon dejó escapar una risotada y Tiffany se tapó el rostro quejándose de la vergüenza que sentía en ese momento. “Llegaste de la nada mandándome, y yo estaba escondiendo como loca la horca que había…” Su expresión se había vuelto sombría y la americana lo notó, se acomodó en el sofá tomando sus manos y le miró preocupada. “Sé que aún te persigue por las noches la pesadilla de cómo hubieran sido las cosas si no me hubiese apresurado a llegar a tu departamento, pero escucha esto-” Tomó su rostro entre ambos manos y la mayor le miró con tristeza. “…Yo estoy aquí, ahora y siempre, y no me iré jamás.” Taeyeon cerró sus ojos derramando lágrimas gruesas, Tiffany limpiaba con las yemas de sus dedos cada lágrima que corría por las mejillas de su prometida.

 

“¿Sabes una cosa?” Una vez que había dejado de llorar y observaban abrazadas la televisión, habló Taeyeon suavemente. “Estoy escribiendo este libro para contarle al mundo, cómo viví el bullying y pude seguir adelante con mi vida.” Acarició los nudillos de la mano de su novia suavemente, Tiffany por su parte le escuchaba atentamente, estaba orgullosa de aquella mujer que había visto luchar durante tanto tiempo contra sus demonios para poder vivir al máximo. “Y de todas las cosas que he escrito, me sigo dando cuenta de que eres la luz al final del túnel.” Declaró haciendo contacto visual con la menor, Tiffany sonrió y besó cortamente sus labios. Ambas lo sabían, pero para Taeyeon era más importante, aquella mujer a su lado, quien siempre brilló con luz propia, era su fuerza y sus ganas de vivir cada día, ella sería siempre su luz eterna.

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Comments

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Taeny0202
#1
Yo necessito desta fanfic em english
LlamaAmerica #2
Chapter 32: Wooow fue un capítulo muy lindo estaba que casi lloro y si sin duda una de mis historias favoritas!!! Gracias! <3 espero sigas con tus historias *-*
Thiabel2128
#3
Chapter 32: gracias por el cap especial ¡¡¡¡ n.n
abi-21 #4
Chapter 31: Aww que lindo, me has echó llorar TTWTT
Fue muy bello este fic! C:
Gracias x compartirlo ^_^
xolovebrenda2 #5
Chapter 31: me enloqueci con tu fic esta de maravilla ... <3
sone009_ #6
Chapter 31: Excelente historia, buenísima. Saludos <3
thezenith
#7
Translate in English pleaseeee
mochick #8
translate this to english pleaseeeeeee
BlackLotus77 #9
Chapter 31: Me encantó tu historia. Es de las pocas que yo considero que tienen un buen final. Espero que continúes escribiendo para nosotros (as), por mucho tiempo. Gracias.
Pero hay algo que me intriga... entonces, ¿qué pasa con Hayeon? ¿Sus padres aceptan que la visite frecuentemente? O ¿qué pasa? Y además, ¿Qué onda con el YoonYul?
¡Fuerza para Ssamba!
mymy-choi-jung
#10
Can someone translate this in English I'm so damn curious about this story....