"Me esta sonriendo" fue lo único que pudo pensar, intento devolverle la sonrisa pero era como si su rostro se hubiera vuelto de piedra. Sandara sintió que había hecho mal porque al parecer Chaerin no tenia la intención de sonreír también, así que bajo la mirada y empezó a leer un libro. Chaerin apenas salio del estado en que estaba al escuchar unos golpes en la puerta de salón y todos dirigieron su mirada hacia ese lugar.

-Pase. -Fue la respuesta seca de la profesora a los golpes de la puerta.

Una chica no muy alta entró al salón notablemente agitada, los chicos miraron expectantes hacia la profesora.

-Ha llegado tarde señorita....

-Minzy. -Respondió por impulso.

-Minzy. Debe saber que ha llegado con 1 hora de retraso.

-Disculpe maestra. El coche de mi padre se ha descompuesto a medio camino y he tenido que correr para llegar.

-Bueno, se le considerara el contra tiempo solo esta vez. Tome asiento.

Minzy miro el único asiento vacío que había y a Chaerin. Empezó a caminar tranquilamente y se sentó a su lado.

-Hola, soy minzy aunque probablemente ya lo debes haber escuchado. -Dijo recordando lo de hace unos minutos.

Chaerin la miro unos segundos como si no hubiera esperado que le hablara.

-Hola soy Chaerin, no te preocupes, puede pasarle a cualquiera. -Finalmente respondió.

-Eh si, aunque no ha sido del todo verdad. -Agachó la cabeza.

-¿Como? -Solto Chaerin asombrada.

-La verdad es que mi padre paso la noche emborrachándose y no ha podido traerme.

-Oh -respondió Chaerin con un poco de pena. -No te preocupes, yo no dire nada.

-Gracias. Por cierto..tengo 13 años ¿y tu?

-Tengo la misma edad -Lo dijo con un poco de emoción.

-Espero que no llevemos bien. -Esbozo una sonrisa sincera.

-Yo también.

La clase había transcurrido un poco rápido. Tal vez la secundaria no sea tan mala después de todo. Aunque había pensado todo el rato en aquella chica. "Sandara, que bonito nombre"

No era algo nuevo para ella. Había notado desde niña que no era como los demás. Chaerin era lesbiana, no se lo había dicho a nadie y tampoco estaba en sus planes hacerlo, el carácter de su madre no ayudaba mucho pues venían de una familia muy religiosa y aunque sus padres quisieran prenderse fuego cada que se veían, sabia que eso seria mejor visto y no que ella fuera lesbiana.

Creía que el amor era una especie de contrato en el que tarde o temprano alguien se aburría y se olvidaba del otro. Era tímida pero su madre lograba hacer que hable, a menudo la madre de Chaerin pensaba que era culpa suya que su hija viera los sentimientos de esa forma. A veces sentía que había algo diferente en ella en comparación de los demás niños pero quería pensar que Chaerin era así por el nivel de madures que había mostrado desde pequeña, recordó que de niña solía pararse ante cualquier anuncio o letrero y deletrear lo que sea que dijera, siempre gustaba de observar y no hablar.

La campana de salida había sonado y todos empezaron a retirarse. Minzy le devolvió el corrector que Chaerin le había prestado, chaerin lo recibió y empezó a guardar sus cosas.

-Hey tienes e-mail?

-Uh. -Fue lo único que chaerin dijo, estaba batallando entre dárselo o no.

-Que si tienes una cuenta de e-mail para conversar.

-Eh si, es solo que... -Definitivamente se reiría si sabia que su dirección de correo decía: Pudindelicioso@yahoo

-Es solo que... tu dirección de correo es vergonzosa y no quieres pasarla. -Dijo minzy a modo serio.

-¿Como lo has sabido? -Respondio una Chaerin sorprendida.

-Fue solo una broma pero veo que le atine ¡wow! Anda dime, prometo no reírme.

-Pudindelicioso@yahoo, es ese.

-Pero que... ¿es en serio? ¡Hahahaha! -Parecia retorcerse al reír

-Prometiste no Reírte. -La miro desafiante.

-Lo siento, lo se... es solo que ese nombre dice mucho de ti, el mio es aún peor, tendras la venganza cuando te llegue mi invitación. Nos vemos mañana, pudin.

-Cuidese señorita "no me reiré".

Antes de salir del salón volteo hacia Sandara quien no había vuelto a mirar a Chaerin y mucho menos a sonreirle. Encogió los hombros y se dispuso a salir de alli.

Se puso los auriculares y empezó a reproducir un playlist de canciones, su favorito. Chaerin adoraba la musica, no sabia que amaba mas, por un lado se consideraba una devoradora de libros pero por el otro se sentía una rara, gustaba del hiphop y otros tantos géneros mas. Antes de que se diera cuenta recordó la mirada de Sandara, fue un momento extraño, sintió como si todos y todo se detuviera y quisiera desvanecerse, estaba segura de que sus piernas le habían empezado a fallar y que los ojos de Sandara no la dejaban caer. Chaerin sabia que había sido algo fuera de lo común pero no estaba convencida de que era, jamas se había enamorado así que no fue capaz de etiquetar ese momento como un "flechazo" tampoco necesitaba hacerlo.

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