¡Ya os traigo el 2º capítulo! Se que dije que serían más largos, pero, bueno, el 3º lo será. (sonrojo, sonrojo)

Y por cierto, habréis visto que voy a publicar también un fanfic llamado "Colors" 21generation. Asi que si os gusta SNSD y 2ne1, echadle un vistazo :) (aunque lo único que he publicado ha sido la portada, ejm.) bueno, ¡no os interrumpo más!

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                                           Cap 2
Cuando el despertador sonó por tercera vez aquella mañana, Tiffany todavía estaba escondida bajo sus sábanas. Odiaba levantarse temprano, y más aún sabiendo que tendría que hacerlo para ir al trabajo.
Finalmente se desperezó y alargó su mano hasta el botón que permitía apagar el odioso sonido de la alarma; y permaneció un rato así hasta que se decidió a salir de la cama de un salto, cosa que lamentó tras tropezar con la alfombra y darse un porrazo en la cabeza. Se sonrojó, maldiciendo su torpeza, aunque no hubiera nadie con ella.
Se vistió con lo primero que encontró, (una falda amarilla tirada en el suelo, un jersey violeta y un par de zapatos de tacón) y se arrastró medio dormida hacia el cuarto de baño, donde se quedó dormida sobre el lavabo. Cuando hubo comprobado que ya era muy tarde se puso una chaqueta y fue hacia la cocina, desde donde tras meterse apresuradamente una galleta en la boca salió apresuradamente de su apartamento.
El frío aire de la calle la recibió con una ráfaga de viento, cosa que a Tiffany no le hizo mucha gracia, así que echó rápidamente a andar.
No pasó mucho tiempo antes de que alguien la asiera por el brazo. Se giró, esperando encontrarse a su portero devolviéndole las llaves que se había olvidado en la puerta como solía ocurrir, pero no era él quien lo estaba haciendo, sino una chica a quien no conocía.
— ¿Eres Tiffany Hwang? — le preguntó la recién llegada — soy Lee Sunny. Llámame Sunny, por favor. Ambas somos enfermeras en el Hospital Kim de Seúl, ¡y me acaban de comunicar que tenemos una tarea juntas!, así que ¿te parece que vayamos juntas?
A Tiffany le impresionó la vitalidad con la que podía hablarle esa chica a las seis y media de la mañana. Era más baja que ella, rubia, y con un rostro que desprendía un aura alegre. Sí, estaba segura de haberla visto en el hospital unas cuantas veces, en compañía de una morena muy alta...
— Ey, ¿en que piensas Tiffany? — Sunny ya había empezado a caminar— ¡Llegaremos tarde!
La pelirroja dudó por unos instantes, ya que no estaba acostumbrada a lidiar con extraños; pero no tardó en dejar de estar quieta para trotar hacia Sunny intentando alcanzarla. Sin mirar hacia ella, su nueva compañera empezó a hacerle preguntas:
— Dime Fanny, ¿de dónde eres?
— Eh... De California — contestó Tiffany un poco sonrojada por el diminutivo.
— ¿En serio? ¡Genial! ¿Cuántos años tienes?
— Veinticuatro.
— ¿Y tu color favorito?
— El rosa.
— Oh, ¿sabes? Eres un encanto.
— Ga-Gracias...
Sunny le hizo otra pregunta, esta vez mirándola a la cara.
— Oye, ¿siempre eres así de tímida?
— ¿Eh? Pues sí, su-supongo, sí... — acertó a decir una coloradísima Tiffany.
Sunny se rió, y siguieron caminando por la acera. El Hospital Kim de Seúl ya se divisaba por encima de los bloques de edificios de la avenida, proyectando una larga sombra sobre la acera. Realmente desde allí parecía enorme, incluso más de lo que ya era; muy grande y con una moderna y atractiva estructura, como solían tener todos los edificios que contuvieran el apellido Kim en su nombre. Aunque este no fuese uno de los mayores, contaba con ocho pisos, una azotea y tres aparcamientos subterráneos, convirtiéndose así en uno de las construcciones más grandes de la ciudad.
La sombra dejó de alcanzarlas al llegar a una gran cuesta que las llevaba directas hasta el hospital.
A medida que avanzaron el frío se hizo más intenso. Tiffany tiritaba dentro de su grueso jersey violeta, a