En ocasiones, en alguna de esas noches en las que se queda sola, cuando el silencio se vuelve abrumador, cuando el pequeño monoambiente en el que reside se siente demasiado grande, o la cama se siente demasiado fría, Jisoo se pregunta cómo es que llegó a consensuar una relación de ese tipo.
'Relación abierta', solían decirle. Un concepto que hacía algún tiempo, para Seo Jisoo era ridículamente lejano. Pero, en ese entonces, Seo Jisoo no contaba con toparse en el camino de Lee Mijoo, y, en definitiva no contaba con caer tan rápido ante sus encantos.

En ocasiones, como cuando el café se enfría muy rápido, cuando siente la brisa que entra por la ranura de la puerta, cuando escucha el 'tic tac' del reloj, o cuando coloca un solo plato sobre la mesa, Jisoo se pregunta cómo es que llegó a consensuar una relación de ese tipo. Y suspira. Un contundente y naturalizado suspiro. Porque sabe que es por ella.

Lee Mijoo es alguien de mente muy liberal. O libre. No encuentra sentido a los noviazgos y el compromiso. ¡Ni que hablar del matrimonio! Para Mijoo no existe cosa más absurda.
Una excusa que la prive de su libertad para relacionarse como quiera según le apetezca.

Jisoo lo supo desde el principio, pero ella solo quería estar con Mijoo. Solo quería a Mijoo. 
Así fue que aceptó sus reglas. Pues de ningún modo pretendía quitarle su libertad, ni cambiar las cosas en las que creía. Solo quería darle lo que fuera que necesitara, darle lo que fuera que quisiera. Quería pasar un minuto con Mijoo porque peor era pasar dos sin ella, quería meterla en problemas y aceptar toda la culpa, quería saber en qué pensaba, quería respirar sus palabras. Solo quería amarla, como ella se lo permitiera.
¿Qué haría, si no? ¿Qué haría con el amor para ella? No podía deshacerse de él. Ya estaba enamorada. No pudo evitarlo, no puede evitarlo, aún. No puede evitar enamorarse si Mijoo tiene una sonrisa tan brillante que sería capaz de cegarla. Su mirada es tan cálida que derretiría hasta el corazón más duro. Su voz es tan... sofocante. Y Jisoo quiere ahogarse en ella. Su mente es tan grande, tan fascinante. Su corazón... es de oro, pero de vez en cuando se oscurece.

Mijoo es alguien especial, sin duda. Pero es alguien grandiosa. Es gentil, es cordial y es divertida, es ambiciosa; capaz de lograr lo que sea que se proponga, con honestidad, y tal vez con raspones en el proceso, pero todo por su esfuerzo, sin la necesidad de derribar a otros para llegar a donde quiere ir. Es modesta, es atenta, es carismática, y está loca; siempre ha tenido esa fascinación por los calcetines; la mayoría de los suyos son morados, aunque su color favorito es el naranja. A veces duerme siestas en el piso y le gusta comer uvas antes de irse a la cama por las noches. Siempre busca el lado positivo de las situaciones, no le gusta preocuparse, pero le tiene miedo a todo. En especial, a las aves. Nunca ha sido fan de los animales, prefiere a los seres humanos, y nunca los juzga a pesar de ser tan crueles... excepto, quizás, por su ortografía. Sí, a veces juzga a las personas por su ortografía, piensa que si son capaces de respetar la manera de escribir, serán capaces de respetar cosas mucho más importantes en la vida.

Es la mujer perfecta, Jisoo lo piensa. Pero de repente Mijoo cambia, y Jisoo solo quiere llorar.

Jisoo sabe, sabe que una noche Mijoo podrá susurrarle los más sinceros 'te amo', y desaparecer la mañana siguiente, sin un beso de buenos días, dejándola ahí, esperando que su amor por la chica no se note demasiado.

Porque sabe que le dará una oliva, y le atravesará una flecha por la espalda.

Jisoo lo sabe, lo sabe bien. Pero aún no se acostumbra, aún se desconcierta cuando Mijoo la deja sin aliento y luego la patea cuando esta agachada.

"Abrígate si vas a salir, está haciendo mucho frío". Aconseja la menor, mientras ella misma amolda a su cuerpo una saco de cuero blanco, y arregla su cabello frente al espejo que está junto al perchero, cerca de la puerta.

Jisoo ya está vistiendo un suéter largo, cuyas mangas cubren sus puños y solo dejan ver las yemas de sus delicados dedos. Sin embargo, no tiene pensado salir. En cambio, se acomoda en el pequeño sofá que está frente al televisor, fingiendo mirar Toys Story 2, aprieta sus rodillas contra su pecho y se muerde el labio inferior, contemplando si decir lo que tiene en mente o no, antes de que su novia se fuera una vez más y se olvidara de ella por unas cuantas horas, o por un par de días.

Mijoo agarra su bolso y las llaves que dejó sobre la mesa. Jisoo la mira, piensa que se ve preciosa, como usualmente. Y casi sin darse cuenta, sus labios se separan, y sus cuerdas vocales hablan.

"Mijoo".

La pelinegra detiene sus pasos y mira directo a la esbelta figura que se acongojaba entre los cojines sobre el sillón.

"Quédate... por favor".

Mijoo vuelve a dejar las llaves sobre la mesa, junto a ellas deja su bolso, y entonces se quita el saco, y lo cuelga en el perchero.

Se dirige hacia el sofá, y su cabellera no tarda en caer sobre la falda de la mayor, mientras sus piernas se flexionan para ajustarse a la longitud del mueble.

"Toys Story es mi favorita".

Pero Mijoo nunca se iría si Jisoo le pidiera quedarse.

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A/N: venía con ganas de escribir algo y no se me ocurría una trama (nunca se me ocurren tramas), pero escuché esa canción, An Olive and An Arrow y surgió. Aunque tenía ganas de escribir un SeulDy, no quedaban para esta trama, y de hecho, sentí que ninguna de mis OTP quedaba(?) ah. Así que se me ocurrió usarla para Lovelyz, ya que acaban de debutar y las amo(?). Shippeen a Mijoo y Jisoo bc 94 liners (?) /siempre shippea a los 94 liners. Se aprecian los comentarios<3