Jonghyun la tomó por los hombros, sin demasiada amabilidad pero tampoco de forma brusca, simplemente intentaba acomodarla frente a él. El baño no medía tres metros a lo largo y de ancho, era poco más de un metro. A penas y quedaba espacio para sus largas piernas. Las rodillas de Yura estaban dentro de las piernas del hombre frente a ella.

-¿tienes muchas ganas de entrar?-preguntó Yura con una sonrisa. Su voz era un susurro, el equipo se había quedado dormido en la sala, la mayoría estaban ebrios, los sobrios habían alcanzado a meterse a alguna habitación.-no me demoraré oppa, sólo quiero lavarme los dientes y luego, el baño es todo tuyo.

-no…-exclamó él en un suspiro. Yura sabía perfectamente que él no quería entrar al baño y que la había seguido por otras razones, aunque no podía admitirlo o le costaba convencerse de que Jonghyun la buscaba a ella y nada más.

-oh…entonces, voy a..-se dio vuelta para tomar el cepillo de dientes que había sobre lavamanos pero él la detuvo.

-¿por qué me ignoras?-las cejas de Jonghyun estaban arriba, como siempre que preguntaba algo con inocencia.

-¿qué? No lo hago-dijo ella agarrando su cepillo con firmeza, tener a un modelo susurrándole al oído la hacía temblar. No, no un modelo, Jonghyun y sus cejas enmarcadas la hacía estremecerse. –no podría ignorarte.

-hoy en la playa no me mirabas…

-claro que sí; jugamos, hicimos un castillo de arena, nos pusimos bloqueador-respondió ella despreocupadamente.

- esas son cosas del programa-Jonghyun volvió a tomar su hombro y con su mano libre, arrastró lentamente el cabello largo de Yura hasta dejarlo ordenado tras su oreja.- quizás estoy equivocado pero creía…creo-corrigió- que íbamos…ahh….esto es difícil.

-oppa, tú sabes que entiendo cuando no me hablas, incluso cuando no soy tu primera opción-la voz de Yura sonaba ronca y sincera- pero si tú sigues repitiendo y convenciéndome de que somos un matrimonio ficticio con cada entrevista que das…

-¿es por eso? Esa entrevista…-su cuello se puso rojísimo y de pronto sus ojos pestañaron un sin número de veces en un segundo antes de dar un suspiro.- la gente está sospechando…

-¿qué? –Yura sonó choqueada- esa es la idea del programa…además, nunca ha pasado nada entre nosotros. Puedes quedarte tranquilo.

-eso es…-Jonghyun tomó su rostro pálido y sin maquillaje, la acercó lo suficiente para sentir el olor a shampoo de frutas que ella usaba.

-yo no soy una niña como tú dices-Yura desvió su rostro pero las manos de Jonghyun siguieron allí.

-lo sé y por eso no quiero que otros sepan lo que tenemos-Jonghyun había comenzado hablar con la voz firme pero había terminado la oración casi en silencio. La besó suavemente, como había querido hacerlo desde la primera vez que la vio sobre el escenario en su traje rosado pálido. –debería ser privado.

-oppa no entiendo…-Yura estaba tiesa y cuando Jonghyun se llevó un dedo a la boca para que no hablara, no supo más que recibir las tiernas caricias de su esposo virtual.

De pronto, lo embargó una energía adolescente –o eso le pareció a él-  se movía sin pensa; quería besarla suavemente por todas partes y al mismo tiempo, desgarrarle la ropa con las manos. Recordó la primera vez que había besado a una chica detrás de su casa, torpe y con tanta urgencia de que ella escapara –aunque eso no tuviera sentido- que la había besado más allá de la boca, sin detenerse a ver si estaba siendo certero o no.

Con Yura sentía la misma urgencia, quería tantas cosas, esperaba tantas cosas…aunque esta vez, existían muchas más consecuencias que con su primer beso. Además, Yura y él tenían una relación complicada, ella se negó a soportar sus besos quieta. A diferencia de su primer amor,  ella lo empujó con amabilidad unos centímetros y lo miró con timidez.

-no, dime lo que sientes, no importa lo que sea. Sólo quiero saber qué piensas realmente ¿te gustó o sólo quieres…eso?

-te quiero a ti, ahora, desde hace meses-sentenció sorprendiéndose a sí mismo de lo firme que sonaba su voz- si nos hubiéramos conocido en otro lugar, quizás no estaríamos haciendo este programa.

- está bien, oppa-dijo Yura poniéndole las manos sobre el pecho suavemente- no es difícil decir lo que piensas ¿verdad?

Jonghyun negó con la cabeza y supo que ninguno de los dos quería seguir hablando. Ahora tenía la libertad que había deseado, así que le recorrió los delgados brazos con sus manos hasta llegar a sus dedos y los entrelazó con naturalidad. Fue como si los otros besos hubieran sido caricias antes del definitivo; tan profundo y tierno que Yura apenas notó que había suspirado suavemente dentro de la boca de Jonghyun.

Pero él si se dio cuenta y por primera vez, tocó su cintura. Sus manos temblaban pero estaban allí, inalterables, ayudándolo a palpar el momento. Metió sus manos bajó el sweater azul de Yura, su piel estaba caliente y suave al tacto. La boca de Jonghyun bajó por el cuello de Yura lentamente, ella se aferró a él.

-Jonghyun oppa.

- ¿mm?-preguntó él con los ojos cerrados aún recorriendo su cuello.

-estás muy rojo-señaló ella riendo.

-¿en serio?-Jonghyun se miró en el espejo que había detrás de Yura. No sólo estaba sonrojado, su rostro brillaba levemente por el sudor- tengo calor.

Sin pensarlo, se sacó el ajustado chaleco color crema que llevaba, quedó vestido con una simple camiseta blanca. Yura desvió la mirada rápidamente, ya no sonreía e intentaba avanzar hacia la puerta.

-¿qué? ¿adónde vas? No te vayas- susurró rápidamente Jonghyun.

-es tarde –respondió sin mirarlo.

-Yura, ven aquí-ordenó tímidamente.

Ella intentaba lucir tranquila y despreocupada pero su boca temblaba, quería decir algo pero las palabras no salían.

-siéntate aquí, ven-Jonghyun la sentó sobre el lavamanos delicadamente.

-¿me tienes miedo?-preguntó sonriendo.

-n-no…-tartamudeó ella.

Jonghyun levantó las cejas, la negación de Yura no era más que un juego para él. Así que acercó peligrosamente sus dedos a la clavícula de la chica y deslizó tan sólo dos centímetros el sweater azul. Ella le golpeó las manos rápidamente.

-¿qué….qué?-exclamó con sorpresa.

-ja, pensaba que no estabas asustada- preguntó Jonghyun asomando una pequeña sonrisa.

-sólo estaba desprevenida, no tengo miedo-dijo ella haciendo un puchero con su boca- no tengo nada que temer.

-cierto-respondió él volviendo a besarla.

A pesar de que Yura estaba sentada sobre el lavabo, él seguía siendo más alto que ella y parte de su cuerpo debía inclinarse para saborearla. Su espalda quedaba arqueada y eso le molestaba, inconsciente empujó sus caderas hacia adelante para que así ella quedara más erguida. Ella hizo un intento por romper las caricias al notar que él se había deslizado entre sus piernas pero él la tenía sujeta por la nuca y la cintura. En ese momento, había deseado no llevar una falda, los delgados trozos de tela que los separaba dejaba poco a la imaginación. Jonghyun bajó una de sus manos hasta uno de los perfectos muslos de Yura y la deslizó hasta tocar el borde de un pequeños hot-pants.

-oppa, no…

-¿por qué no?-preguntó agitado, sus rostros estaban tan cerca que sus narices se rozaban.

-el staff está durmiendo tras esa puerta.

-no nos oirán-declaró tranquilamente Jonghyun.-te lo prometo.

-no quiero hacerlo ahora.

-pensé que querías-afirmó Jonghyun sintiéndose repentinamente avergonzado.

-no es que no quiera…-ella cubrió su rostro con las manos- yo nunca lo he hecho.

-¿q-qué? ¿en serio?-Jonghyun se alejó de ella rápidamente- pensaba que habías tenido un novio.

-estuve a punto de hacerlo pero no pude, él lo intentó una vez y dolió mucho…no pude seguir.

-no te excuses, está bien…¿sólo fue eso?-no preguntaba porque estuviese celoso, aunque una pequeña parte de él lo estaba un poco, necesitaba saber para poder continuar.

-sí, sólo eso. Luego, terminamos…se enojó conmigo.

Jonghyun se sentó junto a ella y le tomó la mano izquierda, ambos miraban taciturnos la ventana frente a ellos, no había nada que mirar porque estaba cubierta por un sticker de flores. Sacudió su cabeza como si pudiera expulsar las ideas por sus oídos. La miró intentando capturar toda su complejidad. Tan burbujeante, enérgica y sonriente, se sintió como un imbécil cuando supo que para ella no existía una forma más fácil que esa para no revelar sus inseguridades. Jonghyun respiró hondo, la había acorralado en el baño sólo porque su cuerpo la deseaba. La quería era cierto, estaba seguro de eso. Sin embargo, cuando la siguió al baño -con la cerveza y el suju obstruyendo sus pensamientos- había deseado a la chica que bailaba con los suspensores, no a la dulce y compresiva esposa.

-yo no haría eso.

*