Capítulo 44
El amor es tan complicadoChaerin revolvió el té helado en su vaso, impaciente e irritable, pero sobre todo hambrienta.
-¿Dónde diablos está?- Miró a su alrededor en el restaurante, pasando por alto los curiosos, las interesadas miradas de extraños, teléfonos celulares furtivamente capturando su imagen, mientras la veían al pasar.
-Su vuelo se retrasó.- Dijo Minzy.- Cálmate. Cómete un panecillo.
-No quiero un panecillo.- Espetó Chaerin, pero agarró uno de todos modos. Echó un vistazo a modo de disculpa en dirección a Minzy.- Lo siento. No dormí lo suficiente.
Youngbae aclaró su garganta y se inclinó hacia adelante.
-Cuéntanos más sobre ello. Tú y Jessica estaban pasándola bien cuando las dejé.
Chaerin sacudió la cabeza.
-No, no es cierto.
-Oh, vamos.- Dijo Youngbae.- No puedes decirme que nada sucedió.
-No pasó nada.
Minzy frunció el ceñño.
-Pero nos dirías si pasara algo, ¿verdad? No estarías toda… silenciosa y misteriosa.
-Por supuesto que sí.
Chaerin arrancó un pedazo de pan.
-No pasó nada. Ella perdió el conocimiento en mi sofá y se escabulló mientras yo estaba en la ducha.- Y entonces se topó con Dara, Dara, que había ido a las seis de la mañana, con café, solo para saludar. ¿Por qué? Chaerin se había preguntado eso a sí misma todo el día.
-¿Te refieres a que ella se escabulló después de haber disfrutado de una sensual ducha juntas?- Youngbae le guiñó un ojo y Chaerin le tiró un pedazo de pan en la cabeza. Se reían cuando aterrizó en su vaso de agua.
-¿Podrían pretender ser adultos durante cinco minutos?
Minzy no parecía capaz de decidir a cuál de ellos mirar con desaprobación primero.
-No hay absolutamente nada divertido en eso.- Dijo Youngbae, sacando el pedazo de pan de la copa con una cuchara.- Pagaste por el agua.- Dijo a Chaerin.
Hizo una mueca y se dirigió a Minzy.
-¿Qué sucede?
-¿Viste las solicitudes?
-¿Solicitudes para qué?
Minzy la miró enojada.
-Para tu asistente.
-Correcto.- Lo había olvidado por completo.- No. Pero lo haré.
-¿Cuándo?
-Cuando tenga la oportunidad.
-¿Cuándo será ese momento?
Chaerin miró a Youngbae.
-¿Cuándo será eso?
-Mierda, ¿se supone que debía hacer el seguimiento de esas cosas?- Youngbae frunció el ceño.
-Por favor, contrata a alguien.- Suplicó Minzy.- Hazlo por mi cordura.
-Bueno, ¿qué tal ahora? ¿Tienes las solicitudes?
Minzy se iluminó.
-Por supuesto que sí. Incluso las reduje para ti. La mayoría no estaba completamente calificado, pero estos son los mejores. Pero lo siento, ninguno de ellos será más impresionante
Chaerin abrió el primer archivo y miró hacia abajo en la primera página. Se trataba de un cuestionario.
-¿Les preguntaste cuál sería su nombre o?
-Sí, pero no lo había indicado.- Dijo Minzy a la defensiva.- Estaba tratando de ser profunda. No sabía lo que querías saber.
Chaerin se pasó a través de las páginas.
-¿Alguno de ellos mencionó a Dara?
-Chaerin, no sé si estás consciente de esto, pero la mayoría de las personas no están tan obsesionadas con ella como tú.
Chaerin decidió ignorar eso.
-Ella me dijo que sabía de alguien que podría estar interesado… ¿Se contactó contigo?
-¿Cuándo?
-No sé, en algún momento entre el lunes y ahora.
-Un chico llamado Kim Heechul llamó ayer.- Dijo Minzy.- Es el del tercer archivo. No mencionó a Dara, pero es la única persona que ha llamado entre ese entonces y ahora. Además, realmente no tenía una buena respuesta de la forma en que se enteró del puesto de trabajo.
-Heechul.- Dijo Chaerin, al pasar al último archivo.- Dara conoce a un Heechul…
-¿Realmente quieres contratar a alguien basándote en el hecho de que conoce a la chica de quien estás enamorada?
-¿Por qué no?- Youngbae preguntó.- Puede despedirlo si no funciona.
Chaerin miró a través de las páginas engrapadas.
-¿Hizo el cuestionario?
-No hubo tiempo. Envió por fax su currículum la noche anterior. Se ve bastante sólido. Él trabaja actualmente como comprador persona, pero fue asistente personal antes.
-Genial.- Dijo Chaerin, Entregó de nuevo los archivos a Minzy.- Vamos a establecer una entrevista.
-¿Para cuándo?
Chaerin miró a Youngbae.
-¿Para cuándo?
Youngbae suspiró y miró a Minzy.
-No pretendas que no mantienes un seguimiento de su calendario.
-Bien.- Minzy retiró su cuaderno de su bolsa.- Jessica no te necesita el viernes, así que quizás en algún momento ese día.
-Hecho.- Chaerin recogió su celular ya que comenzó a vibrar sobre la mesa.- ¿Dónde diablos estás? Estás retrasado cuarenta y cinco minutos y aún no hemos ordenado.
La voz de su agente sonaba muy lejos y ahogado por el fuere y persiste ruido.
-Tr…
Chaerin frunció el ceño.
-¿Qué?
-Jod…- Y la línea murió.
-¿Yang?- Chaerin apagó el teléfono.
-¿Qué dijo?
Chaerin se encogió de hombros y puso el teléfono de vuelta sobra la mesa.
-Nada. Mi conjetura es que ha sido secuestrado por extranjeros que solo le permiten hablar en monosílabas. Charlatán. Vamos a ordenar.
Youngbae recogió el menú, pero negó con la cabeza.
-No estarías tan hastiada sobre esta cosa si estuvieras en la nave espacial.
-Puede ser divertido ir en nave espacial.-Dijo Chaerin cuando miró a su alrededor.- Mientras siempre tengan alimentos, soy feliz.
-Hubieran terminado la exploración mientras te leían una poesía de Vogón.
-¡Oh! Eso me recuerda… necesito un favor.
-Está bien, pero no sé de dónde puedo obtener un Vogón en tan corto plazo.
Hizo una pausa para reflexionar sobre el contexto de su declaración.
-No, no tiene nada que ver con eso.
-Mmhmm…
-De todos modos, necesito que recojas algunas cosas para mí y que las dejes en mi apartamento.
-Intrigante.- Dijo Minzy, uniéndose a la conversación.- ¿Qué tipo de cosas?
-Pintura.- Dijo Chaerin sonriendo.- Mucha pintura.
~~~~ **** ~~~~
Dara se situó en la ventana de su dormitorio, mirando al tiempo discutir consigo misma. Vio que el sol desapareció detrás de las nubes, bañando brevemente la habitación con su ausencia de todos apagados de grises. Las gotas de lluvia cayeron dispersas contra el vidrio, resbalando en líneas irregulares, sin rumbo. Entonces el mundo brillaba de nuevo, la luz que reflejaba de las ventanas de los coches, desde pequeños charcos en el suelo. Sombras derramadas en los patrones de textura a través de su brazo, su piso, su cama.
En este caso, este tiempo, el ying y el yang de la luz y la luz en la oscuridad correspondía a su estado de ánimo perfectamente.
Debería estar en clase en lugar de permanecer en su habitación, bebiendo café tibio y mirando al cielo, mirando y observando entre feliz y deprimida, entre nerviosa y agotada.
Ella debería estar de pie delante de un lienzo, con pincel en mano. No debería estar pensando en Lee Chaerin. No debería estar pensando en Lee Chaerin en toalla, besando su mejilla.
Dara suspiró y volteó a abrir su teléfono, escribió un mensaje de texto y lo envió.
Ella no debería estar enviando mensajes a Chaerin. Cosas al azar y pensamientos sin sentido como el que acababa de enviar.
“Mi abuelo solía decir que cuando llovía mientras que había sol, significaba que las brujas se casaban”.
¿Eso qué le importaba a Chaerin?
Y todavía no podía evitar querer estar conectada a Chaerin en ese momento, en cada momento.
¿Qué estaba haciendo Chaerin? ¿En qué estaba pensando? ¿Con quién estaba?
¿Era eso lo que se sentía como amor? ¿Había pasado de la línea de la cordura a caminar ciegamente en el territorio de lo obsesivo y acosador?
Esa no era ella; perder el sueño por alguien, faltar a clases, obsesivamente comprobar su teléfono para ver si tenía una respuesta.
Puso la taza de café en su mesita de luz y se sentó en el borde de su cama.
¿Cómo arreglar esto? ¿Diciéndola a Chaerin? ¿Y si no podía? ¿Y si no podía encontrar un buen momento para sacar el tema? ¿Cómo le dices a una actriz que estás enamorada de ella? Era estúpido.
Chaerin se reiría de ella. Pensaría “¿Y quién no?” y cambiaría de tema. Podría ser incluso peor, caer en un incómodo silencio seguido de un rechazo aún más incómodo.
Dara se frotó los ojos. Había tomado una siesta, pero aún estaba cansada. Su mente se mantenía corriendo en círculos, construyendo conversaciones imaginarias que nunca podrían llegar a pasar.
Una parte de ella quería caer en la tentación de enviar un mensaje de texto diciendo: “Me gustas”. Simple, sencillo, pero quizás demasiado fácil de mal interpretar. “Estoy enamorada de ti”. Demasiado burdo; al azar. No sabía cómo resumir todo lo que sentía en una simple declaración. Tal vez un mensaje de correo electrónico estaría mejor.
Colocó el portátil abierto sobre su cama, un mensaje de correo electrónico en el centro, se dirigió a uno de sus profesores. Leyó el contenido de su intento de excusa por haber faltado a clases y suprimió el texto. Haría uno más tarde, tal vez. Minimizó el primero correo electrónico y abrió uno nuevo. El espacio en blanco debajo de la línea de asunto la miraba expectante, a la espera de su confesión.
Pero los pensamientos se detenían en su mente, y minutos más tarde, lo dejó. Navegó en la web, dejándose caer en el ocio, con la esperanza de encontrar las palabras para expresar sus sentimientos al azar en los videos de Youtube.
Finalmente, volvió al correo y comenzó a escribir de forma rápida, sin pensarlo:
No debería estar enviando este correo. Sé que no debería, porque hay un montón de cosas que no debería estar haciendo últimamente, como pensar en ti, y no en el sentido normal, el otro tipo de pensamiento. El tipo de pensamiento que me quita el sueño a veces porque pensar en ti me vuelve loca. Mis sentimientos por ti se han convertido en algo sin nombre –desafían a la definición-. O tal vez estoy demasiado asustada como para definirlo, porque nunca he estado así antes. Nunca he estado persiguiendo a alguien. No sé cómo ser ese tipo de persona. Así que estoy corriendo un maratón en torno a lo que realmente estoy tratando de decir, y es que me gustas. No soy lo suficientemente arrogando como para pensar que alguna vez vas a devolverme estos sentimientos, pero pensé que si sabías, por lo menos podría seguir adelante. No tengo expectativas. No quiero hacer las cosas difíciles. Solo quería que supieras lo que estoy pensando y tal vez pueda dormir un poco.
Dara.
Y envió el mensaje antes de que pudiera cambiar de opinión.
Ella miraba en la carpeta de Buzón de salida hasta que el mensaje desapareció y respiró hondo. ¿Qué he hecho? Su corazón se sentía como que podría de alguna manera salir de su pecho, pero ya lo había hecho.
Miró alrededor de la sala, mordiéndose el labio. ¿Y ahora qué?
Agarró su teléfono en su frenesí de ver que se había perdido un mensaje de texto de Chaerin.
“¿Matrimonio de bru
Comments