Las cuatro chicas novatas se pararon sobre el escenario para la primera de cinco prácticas de Music Bank antes de salir al aire. Estaban notablemente nerviosas, sus rostros ganaban un color rojizo y sus cuerpos estaban duros como piedras... 
Excepto por  Kang Seulgi. Cuando Seulgi está nerviosa no hay manera de que se quede quieta, o que deje de sonreír. De todas maneras, no importaba mucho, pues aquella sonrisa resultaba fascinante.

Wendy llenaba de aire sus mejillas y formaba un sinfín de adorables expresiones mientras esperaba con seriedad el recibir indicaciones.
Irene, la bella y rosada líder, hacía todo lo posible por no establecer contacto visual alguno... 

Pero había alguien que necesitaba su mirada.

Joy, la pequeña maknae de Red Velvet, tenía su mano derecha oculta tras la espalda de su líder, pues dos de sus dedos se aferraban fuertemente a la tela del atuendo ajeno. Se sentía extremadamente feliz, pero extremadamente nerviosa. 
Las esquinas de sus ojos se enfocaban repetidamente en Irene, en busca de una señal que la reconfortara. Sin embargo, la mayor parecía estar más nerviosa que ella y  la pequeña Park Sooyoung comenzaba a preocuparse. Inconscientemente, su mano se aferraba cada vez más fuerte a la ropa de Irene hasta ejercer un pequeño tironeo. La maknae no tuvo absoluto registro de aquello, los latidos de su acelerado corazón inundaban todos sus sentidos.
Así y todo, sin embargo, finalmente logró captar la atención de su líder.

Irene miró a su izquierda y vio a la más adorable y nerviosa Joy que podría haber imaginado. Un repentino sentimiento de culpa la invadió y fue suficiente para dejar por un momento, sus propios nervios de lado.

"Sooyoung-ah". Le susurró.
La maknae giró su rostro para encontrar la resplandeciente sonrisa que su líder mostraba para ella.
"¿Sí, unnie?". El alarmado tono de la joven de mechas verdes provocó que una casi-inaudible risa escapara los labios de Irene.
"¡El público no ha dejado de gritar tu nombre!" . Exclamó la líder, acercándose a susurrar en el oído de Joy.
El rostro de la maknae cobró rápidamente el color de un tomate. "Ah.~ No sé por qué". Murmuró con timidez pero sin poder evitar que una gran sonrisa volviera a aparecer en su rostro. En verdad se sentía halagada.
"¡Porque eres linda, Sooyoung!".

Y eso fue todo lo que bastó para que Joy estallara en un montón de risitas torpes, tontamente tiernas. 

Sin embargo, no fue por las palabras...

Sino porque provenían de Irene. Porque podía sentir el aliento de la mayor chocando contra su piel, porque había sido un susurro que solo ella pudo oír, que solo ella debía  oír.

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