–          Por favor… detente, esto no es bueno y… – Nuevamente la rubia fue callada por aquellos bruscos pero deliciosos labios que sin querer le encantaban y le hacían volver loca – No… no sigas…

–          No me detengas Sica, no lo hagas además… tanto como yo… sé que lo deseas – La alta volvió a besar bruscamente a la rubia quien dejo soltar un gemido – ¿Ves? – Sonrió pícaramente – Me deseas… no lo niegues.

–          Está bien, si, si te deseo pero… lo que estamos haciendo está mal, ¿No te das cuenta? Simplemente es algo pasajero – La apartó – Es algo que nadie debe de saber, Hara esto es algo que solo comenzó a un día sin querer además – Cogió su maleta la cual estaba a tan solo unos centímetros lejos de ellas – Tu eres mi alumna simplemente mi alumna, si alguien nos ve… me pueden denunciar y hasta mandar a la cárcel por acoso a una menor y tú te ganarías miles de problemas.

–          Nadie se enterara – Nuevamente la atrajo a ella y la beso bruscamente – Por favor Jessica, no me dejes así… te deseo… te deseo desde que comenzamos con este juego.

–          Yo… – En ese momento se escuchó como algo calló desde la entrada de aquella fría habitación, ambas dirigieron sus miradas y vieron solo como una chica alta se agachaba para tomar lo caído para así irse corriendo – Mierda – Se retiró sus gafas de lectura y lo aventó a la mesa para salir en busca de aquella chica.

–          Yo no vi nada, yo no vi nada – Sacudió su cabeza y recordó como las manos de su amiga recorrían las delicadas piernas de su profesora quien a la vez se dejaba llevar por los bruscos y desesperados labios de la menor – Con razón… por eso siempre ella se ponía así… por eso siempre sacaba buenas notas… – Bufó y acomodo los libros que tenía llevando –… ¿Será así con todos los alumnos? – Volvió a sacudir su cabeza cuando de repente escucha como pasos fuertes y rápidos se acercaban a ella –… – La menor giró y vio cómo su profesora de Química se acercaba a ella corriendo rápidamente – – Murmuró  y comenzó a correr.

–          ¡HEY! ¡NIÑA! – La menor volvió a girar y esta vez, vio a su profesora cerca de ella – ¡DETENTE!

–          Dios mío – Giró y subió rápidamente las escaleras para así perder a su profesora – … lo logré.

–          No lo creo.

–          ¡YAH! – Volvió a girar pero solo pudo cerrar los ojos y sentir como su cuerpo se estrellaba en contra de la fría pared – Agh.

–          ¿Qué hacías allí? ¿Por qué no tocaste? ¡¿EHH?! – La menor cerró los ojos mientras sentía como el aliento de su profesora chocaba con su rostro y a la vez escuchaba su rápida respiración tanto como la de ella misma y como la de la rubia mujer.

–          Lo siento… fui a entregarle… unos papeles y… además la puerta se encontraba abierta – La mayor se fue alejando un poco – Así que si no hubiera sido yo… otra persona hubiera entrado.

–           Estúpida Hara – Murmuró.

–         No creí que usted fuese así Miss Jessica – La rubia miró fríamente a la menor y se volvió a acercar para ahora apegar su cuerpo al de su alumna – Ahh…

–           Sí, sí, soy así, me encanta tener relaciones con mis alumnos sabiendo que son clandestinas pero eso le da un toque de emoción, adrenalina y excitación – La menor se sonrojo al escuchar lo último pero también por sentir como los senos de su maestra subían y bajaban sobre los de ella.

Verdaderamente su profesora era una verdadera tentación.

–          Pro-Profesora… – Jessica fijó su vista en los hermosos ojos de su alumna por primera vez se había dado cuenta de que aquellos orbes marrones eran la arma con la que la chica te podía derretir.

En verdad, quedo sorprendida por aquellos y aquellos labios.

–          … tu nombre, dime tu nombre – Habló firmemente sin desviar su vista.

–          … Hwang… Tiffany Hwang… – La mayor se alejó y le sonrió coquetamente a la menor.

–          Bien, Tiffany… – Abrió un poco su blusa blanca y comenzó a soplar en su pecho para perder un poco del calor que tenía al haber corrido – ¿Qué quieres para que no vayas de soplona?

–          Nada, no quiero nada de usted – Se incorporó y miró fríamente a su maestra – No me interesa nada de lo que tenga que venir de usted.

–          … ¿Y mis servicios? – Tiffany alzó una ceja, no entendía pero sin querer se sonrojo un poco – Pero no de lo que tú piensas – Rio un poco al ver el rostro de su alumna – Dime que quieres que haga para que no cuentes nada, no quiero que me quiten este trabajo pero hare lo que sea.

–          No quiero nada, enserio.

–          No te creo… no hay personas en este mundo que no quieran nada a cambio – Tiffany rio y se quedó en silencio.

–          … bien… – Pensó un poco para después casquear sus dedos – Será mi empleada, esclava o como usted lo llame pero tendrá que hacer todo lo que yo le diga además de subir mis notas en su área.

–          ¿Qué? No, ni loca – Tiffany se acercó a su maestra haciendo que esta retrocediera.

–          Miss, usted me dijo que hará lo que sea, ¿No? Pues… eso es lo que quiero y si usted no lo cumple… le contaré todo al director.

–          Maldita mocosa.

–          Hey, yo no le iba a decir nada porque no me gusta ir de chismosa pero usted misma me estaba obligando a prácticamente darle un castigo y pues… este es – Sonrió con aquella hermosa sonrisa suya haciendo que su maestra se perdiera más de lo que hace rato estaba.

–          “Su sonrisa… sus ojos… sus labios… vamos Jessica, claro que te gustaría tener a una ama así de hermosa como ella… por Dios, es mi menor pero no por tantos años… solo unos 5” ... – Miró disimuladamente a Tiffany – “Pero no puedo desaprovechar una oportunidad así quizás pueda llevarla a la cama más rápido al tener esta ventaja… claramente estoy necesitada parezco una puta” – Sonrió por sus pensamientos y asintió con la cabeza – De acuerdo Tiffany, acepto – Extendió su mano – Con mucho gusto seré tu esclava – Tiffany tragó su saliva lentamente antes de estrechar su mano con la de su pícara maestra.

–          “Mierda… ¿Qué hice? Oh sí, firme mi sentencia de muerte. God, no resistiré… mi mente sana y pura se ira al mismísimo tacho de basura. Por un lado es bueno tenerla como sirvienta pero por otro no además… ¿Esclava? Dios, de seguro ella debe estar disfrutando esto”