1.- El que te dice a cada minuto cosas lindas.

“¿Eh? Me quedé dormido ¿A qué hora llegaste?”

“Hace como media hora” Zhou Mi se encuentra en la cocina con un delantal amarillo frente a un sartén que despide una sospechosa columna gris “Qué lástima que despertaste, eres mil veces más lindo cuando duermes”

“Y tú eres igual de feo cuando duermes que cuando estas despierto, si no es que más ”KyuHyun se levanta del sofá bostezando y estirándose ”Huele a quemado… ¿Qué rayos estás haciendo?”

“¡Ah! ¡Se quema!” Desesperado Zhou Mi apaga la parrilla e intenta despejar con sus manos el humo. Hay personas que simplemente no están hechas para cocinar.

KyuHyun no pensó que Zhou Mi fuera a intentar en serio cocinar los Hot Cakes. Había visto un comercial en la televisión, y había mencionado por mero capricho que quería cenar unos. 

“No puedo creer que intentaras hacerlos” Riendo KyuHyun ahuyenta también el humo con las manos.

“Pues dijiste que querías cenar Hot Cakes” Balbucea Zhou Mi, un poco desesperado, tirando al cubo de la basura el intento de Hot Cake que se halla en el sartén y  raspando con una espátula de plástico los restos negros que se adhirieron a él.

KyuHyun sólo se puede reír, es difícil ver  Zhou Mi frustrado por algo, y a pesar de que lo disfruta de un modo retorcido se siente un poco mal también, sólo un poco.

“Pero… ¡No voy a dejar que un montón de harina me derrote!” Exclama Zhou Mi, y en nuevo arranque de motivación toma de nuevo el tazón lleno de masa.

“¡Tal vez puedas hacerlos para el desayuno!” Exclama KyuHyun apresurándose a apagar la parrilla un segundo antes de que Zhou Mi llene de nuevo el sartén.

KyuHyun quiere creer en Zhou Mi, pues de verdad le gustaría cenar unos deliciosos y esponjositos Hot Cakes, pero es un hombre realista y sabe que su nuevamente motivada pareja no lo logrará y todo terminará con el departamento oliendo a quemado y un Zhou Mi triste.

Hay cosas que KyuHyun no puede soportar: una es ver a Zhou Mi triste y la otra  es perder una partida de Mario Kart.

Zhou Mi hace un puchero, no puede negar que se siente derrotado. “Entonces ¿Qué vamos a cenar?”

Zhou Mi levanta los brazos y Kyuhyun pasa el delantal amarillo pollo por su cabeza y lo cuelga en un gacho dispuesto para eso.

“Creo que tengo la solución para eso” Responde.

“¿Llamar a RyeoWook?”

“No… aunque eso también funcionaría, pero me refería a ir a cenar a algún lugar… comida francesa”.

“Creo que sé por dónde va esto…”

“¿No tienes trabajo mañana o sí?”,

“No”.

“Pues yo tampoco”

“Pero me prometiste acompañarme mañana a recoger las telas que necesito…”

“Me lo debes o te acusaré con la policía por intento de homicidio con esos Hot Cakes”

“¡Qué cruel eres! Yo soy el que casi muere haciéndolos…” Después de meditarlo unos segundos Zhou Mi suelta un largo suspiro de derrota.  “Está bien, vayamos a comer comida francesa, pero… sólo una botella de vino”

“Dos, y…” dice KyuHyun dispuesto a negociar “Retiro mi acusación por intento de homicidio”

Zhou Mi niega con la cabeza energéticamente.

“Prefiero una demanda a soportar tus visiones de borracho”

“¡Oh, vamos! ¡Sólo dos! ¡No son suficientes para emborracharme!”

Zhou Mi niega nuevamente, y no tiene intención de ceder terreno, pero KyuHyun sabe cómo ganar la batalla.

Se acerca a Zhou Mi lentamente, pone ambos brazos sobre sus hombros, y aproxima su rostro al de él, sin dejar de mirarlo a los ojos y Zhou Mi pondrá sus manos, cuidadosamente sobre su cintura, como si fuesen a bailar una melodía lenta, aproximará sus labios a los de él…

Pero lo que pasa a continuación es un poco diferente de la versión imaginaria de KyuHyun, y lo que siente en lugar de unas manos cálidas en su cintura y un beso dulce en sus labios es fuerte un pellizco en sus mejillas.

-¡KuiXian, eres un convenenciero!- Zhou Mi se deshace de su abrazo y sale de la cocina, aparentemente molesto.

KyuHyun está perplejo ¡Esa táctica nunca falla! Malhumorado, porque no sólo no tendrá vino sino que ahora su compañero se ha molestado, cosa que es extraña en él.

Sale de la cocina en búsqueda de su eterna amiga la computadora para ignorar que su estómago gruñe como si tuviera una tormenta eléctrica dentro. Está noche no habrá comida francesa.

“Kui Xian, tú tienes las llaves del auto” Dice Zhou Mi desde el recibidor, poniéndose su abrigo. “No las olvides”.

KyuHyun sonríe. Esa táctica nunca falla.

Zhou Mi sabía que esa cena sólo tenía un posible resultado y aun así accedió.

Siente que sus brazos queman, no puede cargarlo más y a pesar de que no bebió tanto se siente mareado, eso no ayuda.

Aunque KyuHyun sólo va prendado de su brazo siente todo su peso contra él.

“KuiXian, recárgate en la pared un momento, déjame abrir la puerta…” Dice Zhou Mi en un susurro, son cerca de las 2 de la mañana y no quiere despertar a los vecinos.

KyuHyun hace caso omiso a las indicaciones de Zhou Mi quien al final logra abrir la puerta aún con KyuHyun aferrado a él y atraviesa el apartamento directamente hasta su habitación.

KyuHyun por fin se desprende del brazo de Zhou Mi y se arroja sobre la cama.  Siente todo a su alrededor dar vueltas. La luz de la habitación está apagada, escucha la voz de Zhou Mi cerca de él.

“KuiXian, cámbiate de ropa”.

“Eh... quiero dormir…” Balbucea contra la almohada.

Zhou Mi se da cuenta de que será imposible hacerlo levantarse de la cama.  A tientas en la oscuridad se pone la pijama rápidamente y lleva la de KyuHyun a la cama. “KuiXian no te duermas”.

Zhou mi sube a la cama y cuidadosamente comienza a quitar las prendas que envuelven a KyuHyun, arrojándolas al suelo. Aunque KyuHyun no coopera Zhou Mi logra ponerle la pijama.

KyuHyun no hace ningún ruido, pero no se ha quedado dormido aún aunque Zhou Mi cree que sí. Y cuando por fin termina de acomodar las mantas sobre ambos y se acurruca sobre su almohada, muy cercano a la tibieza de KyuHyun, siente un beso en su frente y luego uno en sus labios. Ambos suaves y tiernos, con aroma a vino tinto.

“Gracias”.

Los brazos de KyuHyun lo rodean y lo estrechan hasta ya no hay ni un centímetro entre ambos.

La noche es fría, pero ninguno de los dos lo sabe.

Y justo cuando Zhou Mi está a punto de ceder ante la comodidad el cuerpo de KyuHyun acurrucado contra él y la fatiga de todo un día de trabajo, escucha otra vez a KyuHyun hablando en la obscuridad.

“¿Sabes?” Susurra, arrastrando aún las palabras como un típico borracho  “Me hubiera comido esos hotcakes… aunque se veían horripilantes…”

“¿Eh? Te habría dado diarrea…”

“Me los comería porque los cocinaste tú” contesta KyuHyun “cocíname Hot Cakes mañana también…”

Unos segundos después KyuHyun ya está dormido profundamente y Zhou Mi sólo sabe que en ese momento es el hombre más feliz del planeta.

¿Qué importa si son cosas lindas o no? Las palabras de KyuHyun siempre son especiales para Zhou Mi. No son las palabras más meditadas, ni son las mejor escogidas, no son perfectas pero la persona que ama las dijo pensando en él y eso es más que suficiente para él esté convencido de que lo son.

Zhou Mi besa la frente de KyuHyun y en un par de segundos se ha quedado dormido también.