Ya han pasado dos semanas y las notas no vuelven, mucho menos la dulce voz de su vecino, Joonmyun siente cierto vacío en su pecho pero lo atribuye a algún malestar cardiaco, como todo lo que le sucede: es por un mal cardiaco. Y no sabe como sentirse mejor, sabe que si habla con su vecino todo mejorará pero no lo quiere hacer; siente miedo, mucho miedo de seguir conociendo a su vecino. Siente que XingXing se irá, que lo dejará como ese alguien que falta en su vida, como ese alguien que aun no es capaz de recordar. Sabe que fue importante pero ahora no es capaz ni de recordar el más mínimo detalle con respecto a ese alguien que tocaba el piano de cola de su casa. No lo recuerda y aun así quiere mantenerlo presente en su ser. Quiere saber que lo tiene cerca aunque solo sea una sombra hecha de notas y besos…

-Vecino –llama preocupado tocando la puerta pero esta no se abre -¿dije algo malo? ¿te hice enojar? Porque si es así, perdóname yo…

-No es nada –susurran al otro lado con una voz cansada y triste –estos días no me he sentido bien y… olvídalo…

-¿Puedo hacer algo por ti? –pregunta preocupado.

-N-no, déjalo así… –responde agitado –vecino, perdóname pero me siento cansado, necesito dormir…

-Pero si apenas son las diez de la mañana.

-No he dormido bien en estas semanas… –escucha su voz ahogada por algo –si quieres hablamos mañana…

-Espero que te sientas mejor XingXing –dice besando la madera de la puerta y luego volviendo a su departamento con un nudo en su garganta junto a las lagrimas en sus ojos por una presión en su pecho, una preocupación de que está a poco de quedarse completamente solo.

-Yo también –susurra el menor mirando la pared mientras se hace un ovillo.

No puede evitar llorar ante el dolor que siente en su cabeza, ahora su cuerpo está muy cansado y su alma también ¿por qué es tan masoquista para mantenerse tan lejos y tan cerca del amor de su vida cuando este no lo recuerda? Joonmyun no siente nada por él. Él ya no es nada para su amado, ya no es ni los vestigios de lo que alguna vez fue; sus ojos vivaces ya no son tan brillantes como antes, su alegría se está yendo de a poco, sus movimientos ya están lentos y perezosos. Zhang Yixing se apaga, está muriendo de apoco, dolorosamente solo, perdido sin su apoyo, sin su amado Suho. Está torturándose cada que habla con el mayor pero es que lo ama demasiado.

¿Cómo te sientes? Dice el mensaje de Jongin. Yixing levanta el móvil y sus manos tiemblan demasiado como para responder, torpemente pone en marcación rápida el dos, el numero que corresponde al moreno de su amigo.

-¿Qué sucede? –contesta Jongin al otro lado.

-Ven… –dice simplemente y cuelga para dormir.

***

-Yixing –llaman con una voz suave –Yixing, despierta por favor –repite preocupado.

El joven chino fija su vista en el menor quien está muy preocupado y con las lagrimas amenazando salir en cualquier momento de sus oscuros ojos.

-No me siento bien –susurra como respuesta volviendo a quedarse dormido en el sofá.

Jongin se asusta más y alza al liviano chino para llevarlo al hospital donde normalmente se mantiene cuando las recaídas son demasiado fuertes.

-Yixing lo mejor será que le hables a Joonmyun Hyung y…

-No, Kai –susurra débil, con cansancio en cada respirar, se siente mal, no pensó que apenas un par de días después de pasar en el hospital casi dos semanas volvería sintiéndose peor que antes –no quiero hacerlo sentir mal… no quiero que se preocupe…

***

-Joonmyun… –escucha la dulce voz de su vecino llamarle.

-¿Si? ¿sucede algo? –dice despertándose de a poco.

-Creo que pronto me iré…

Joonmyun llega a la puerta de su vecino luego de simplemente oírlo llorar justo después de esa frese.

-¿Qué sucede? Déjame ayudarte –dice dulcemente, sonriendo a la madera.

-No puedes… nadie puede ayudarme –llora triste deslizándose por la madera –ya nada vale… soy un maldito enfermo… un maldito monstruo…

-Me gusta mucho tu voz –susurra sentado en el pasillo, tratando de hacerlo sentir mejor –adoro la forma en la que hablas, como desearía poder verte, vecino… creo que me he enamorado de ti –dice con lagrimas por su rostro, confesándosele sin haberlo pensado antes.

-No te has enamorado de mí –responde el chino sentado con su espalda contra la puerta, abraza sus rodillas con fuerza mientras reprime en los más profundo de su pecho las ganas de abrir la puerta y besar por una muy posible ultima vez los suaves labios del mayor –no te puedes enamorar de mí… no es justo…

-No es justo que no me des una oportunidad… yo podría-

-Nada –interrumpe llorando –no puedes hacer nada –dice con odio y casi resentimiento hacia su amado –estoy con un maldito pie en la tumba, te odio… no me ames, soy un caso perdido, ya no sirvo, ya no tengo razón para vivir…

-Déjame convertirme en esa razón –exclama golpeando la puerta –déjame ser la razón para que puedas vivir… déjame amarte, ámame XingXing…

-Solo ódiame te lo suplico –susurra –ódiame por abandonarte, ódiame por vivir de nuestros recuerdos cuando tú no lo nos mantienes, ódiame por volverme el maldito enfermo que ya no pudo ser lo suficiente para ti…

-Yo también estoy enfermo, mi corazón mejor dicho –dice en un desesperado intento –tengo los meses contados, solo amémonos. Te lo suplico.

-Perdóname.

-¡Te odio! –grita a la madera –¿quieres que sienta odio por ti, eh? ¡Pues lo has logrado! eres un maldito egoísta. Yo también moriré dentro de poco y no puedo evitar volverme loco por el hecho de que abandonaré a mi familia, no puedo evitar volver loco pensando en un chico el cual no soy capaz de recordar del todo ¡solo recuerdo el piano de mi casa! Solo recuerdo las malditas notas que tocaba y lo… –deja de gritar y apoya su frente contra la madera –lo amo… yo lo amo –susurra rompiendo en llanto.

-Amalo –responde finalmente el chino –vive de ese maldito recuerdo incompleto…

Joonmyun llora por casi una hora contra la puerta, rogando que le abran, rogando una oportunidad con el igualmente agonizante chico sin rostro.

No puede evitar sentirse desesperado porque su único deseo es poder estar con él, si es cierto que pronto morirá él quiere poder amarlo solo un poco y luego, tal vez encontrarse en el otro mundo, o amarse en otra vida, mas siente tristeza porque él no cree en esas cosas y cuando muera, se quedará malditamente solo, malditamente sin amor.

***

Su puerta es tocada con cuidado y dirige la mirada hacia el suelo donde un sobre es deslizado por debajo de la madera, rápidamente corre para poder mirar a su vecino pero es muy lento y no es capaz de ver algo más que la puerta cerrarse. Suspira triste y regrese para abrir el sobre con cuidado, la sorpresa y desconcierto le invade, ¿Qué hace una foto de él con un chico de llamativo cabello casi naranja?

“Lay, ¿Será que el amor durará por siempre? A tu lado sí, mi unicornio.

Atte. Suho… tu amante.”

Dice al reverso de la foto es ahí donde su corazón se acelera, su brazo izquierdo comienza a ser recorrido por un hormigueo y su quijada duele muy ligeramente mas Joonmyun no le importa y ahora su vista se nubla a causa de sus lagrimas.

Lay.

Lay

Lay.

¿Quién es Lay y por qué en la foto se están besando?

¿Por qué le duele ver esa foto?

Y lo más importante… ¿Por qué siente un deseo incontenible de romper esa foto pero a la vez de poder estrechar entre sus brazos al chico de los hoyuelos?

Joonmyun corre fuera de su departamento solo para golpear con fuerza demencial la puerta de su vecino. Golpea, grita y solloza sin poder controlarse, rogando para que le abra pero nada ocurre ¿De donde sacó esa foto? ¿Por qué le tenían? ¿Acaso se conocen? ¿Qué pasa?

Entonces su pecho da una sacudida, una realmente fea, su aire escapa de sus pulmones en un quejido de dolor, no lo ha notado hasta ahora, pero su brazo izquierdo se ha casi entumecido por el dolor y es por la desesperación de ver a su vecino que no lo había notado… hasta ahora, donde está cayendo al piso con un incontenible dolor en su pecho.

Un hilo de saliva se escapa de su comisura a causa de sus quejidos y ruegos pero la puerta no se abre, el dolor solo aumenta y la puerta no se abre.

Al final todo se oscurece.

Y unas cálidas manos acarician su rostro al momento que una suave voz le susurra “resiste Suho”.