A/N: Otro capítulo más y espero que sonrían como yo cuando escribí este cap!! Las quiero!!

-ARRGGGHHHH!!!!

Minwoo y Dongwan tuvieron que agacharse para evitar ser golpeados por los libros que volaban sin dirección alguna por la habitación.

-quién se cree ese tipo!!! … lo odio!!! – seguía vociferando HyeSung, lanzando ahora las almohadas contra las paredes

-Sungie ya cálmate, no es para tanto – trató de tranquilizar Dongwan

-no es para tanto?! Qué no es para tanto?!!! Ese tipo me besó!!! Y delante de toda la escuela!!! … qué pasa si Jinnie se llega a enterar!!! – arremetió HyeSung contra su amigo

-cuál es el problema?, acaso le correspondiste?, además no fue un beso en sí, sólo un roce de labios inocente – intervino Minwoo, recostándose en la cama

-sólo un roce de labios inocente?!! … quieres morir Lee Minwoo?!!! – arremetió HyeSung ahora contra su otro amigo

Los muchachos llevaban tan sólo treinta minutos en la habitación de HyeSung, luego de terminar sus labores en la escuela, y desde entonces, HyeSung no había parado de lanzar cosas por toda la habitación, y maldecir al nuevo estudiante que se había atrevido a besarlo delante de toda la escuela.

Lo único que podían hacer Minwoo y Dongwan, era dejar que el ataque de ira del hermoso HyeSung terminara por sí mismo, y esquivar todas las cosas que llevaban volando por la habitación por los últimos treinta minutos.

-odio a ese tipo! Si se me vuelve a acercar lo mato!! – exclamó HyeSung finalmente, dejándose caer sobre su cama mientras abrazaba el oso de felpa, regalo de su novio en su último cumpleaños.

-vamos Sungie… sólo ignóralo, no dejes que te afecte – consoló Dongwan, recostándose al lado de su amigo

HyeSung empezó a sollozar, extrañando de pronto la presencia del novio que tanto amaba. Los recuerdos de Junjin empezaron a invadirlo, haciéndolo sentir ese vacío inmenso que se formaba en su corazón.

-si Jinnie estuviera acá… - susurró HyeSung, abrazando con más fuerza a su osito.

-ya Sungie… ya pasará… - habló Dongwan quedamente a oídos de su amigo, abrazando su cintura por detrás.

Minwoo de otro lado, observaba a los dos muchachos en la cama, aburrido con el comportamiento dramático de éstos.

“este par de reinas de la tragedia, tanto escándalo por un simple besito”

Luego de una hora más, Minwoo y Dongwan pudieron dejar la casa de su rubio amigo, después que éste quedara profundamente dormido en brazos de Dongwan.

-pobre Sungie, va ser muy difícil que se acostumbre a estar sin Junjin – dijo Dongwan, iniciando el camino a casa al lado de su amigo

-pues yo no lo creo – sonrió Minwoo traviesamente

-a que te refieres?... Sungie está muy afectado por la falta de Junjin – increpó Dongwan a su amigo con molestia

-yo no lo vi muy afectado los primeros treinta minutos que se la pasó hablando de Eric Mun y su inocente besito – respondió Minwoo, sonriendo más ampliamente antes de echarse a correr, abandonando a su amigo

-yah!! – exclamó Dongwan, corriendo detrás de Minwoo.

Esa noche, mientras los demás habitantes de la cálida casa dormían plácidamente en sus habitaciones, HyeSung despertó y decidió que era una hora prudente para encender su computador y tratar de iniciar una amorosa charla, con el novio que no veía desde hace casi una semana. Mas su decepción fue grande cuando luego de dos horas, Junjin no daba muestras de responder sus mensajes.

Finalmente  HyeSung decidió darse por vencido y regresar a la cama. Por dentro sentía que su corazón se quebraba.

Había pasado una semana desde la partida de su novio, y HyeSung solamente había recibido una llamada, informándole que Junjin había llegado sano y salvo, y un correo electrónico con algunas fotografías de los primeros días de Junjin en el dormitorio que ahora habitaba. 

La distancias y la falta de comunicación estaba acabando día a día con el buen ánimo de HyeSung.

HyeSung y Junjin se conocían desde muy pequeños, gracias a una profunda y enorme amistad entre sus madres. Desde muy niños, ambos muchachos demostraron simpatía el uno por el otro, iniciando una amistad que era la envidia de cualquier niño de su edad.

HyeSung era un niño inteligente, tímido y callado; mientras que Junjin era todo lo contrario, siendo siempre uno de los que más resaltaban en clase, no precisamente por su inteligencia, mas sí por su alegre personalidad y gran habilidad en los deportes.

Dos muchachos con personalidades muy opuestas pero que se complementaban de una manera armónica. HyeSung tenía talentos que Junjin no poseía; Junjin tenía habilidades que HyeSung envidiaba. Ambos muchachos eran el complemento perfecto.

Un complemento perfecto que decidió hacer más fuerte sus lazos, cuando a los trece años, Junjin sugirió a HyeSung que debían ser novios, ya que ambos se llevaban tan bien y eran como el tipo ideal del otro. HyeSung aceptó el ofrecimiento de Junjin, iniciando una relación que al principio vio sus primeros obstáculos, al enfrentarse a sus sorprendidos padres, y luego llamó a la envidia de todos los que los rodeaban.

La relación de la pareja era perfecta y celestial. Hasta que un día el buen desempeño de Junjin, le dio como recompensa una beca deportiva en una de las más prestigiosas escuelas de EEUU, y no queriendo desaprovechar tan inmensa oportunidad, Junjin aceptó la beca, resignándose a tener que separarse de su amado novio por los siguientes tres años.

Al día siguiente y más temprano que de costumbre, HyeSung llegó a la escuela, esperando no tener que lidiar más con el molesto nuevo estudiante.

-oppa!... – se acercó tímidamente una muchacha, entregando un sobre rosa en manos de HyeSung.

El confundido estudiante mostró gran sorpresa por el acto de la joven.

No pasaron más que algunos segundos, cuando otra muchacha se acercó a HyeSung, entregando una caja de chocolates en sus manos.

HyeSung no entendía que ocurría con los estudiantes de su escuela. En lo que demoró en el camino hasta su salón de clase, HyeSung había sido detenido innumerables veces, para recibir cartas, dulces, regalos, y una que otra confesión directa, que por supuesto rechazó sin dudarlo.

Definitivamente algo andaba mal con la población estudiantil el día de hoy.

-oppa, recibe por favor esta carta – se detuvo otra muchacha frente a HyeSung, extendiendo un sobre color púrpura en su dirección.

Sólo por el color carmesí de las mejillas de la muchacha, HyeSung sabía que se trataba de otra confesión.

-gracias pero tengo novio – respondió HyeSung amablemente, tratando de pasar de largo a la muchacha

-pero ayer ese chico nuevo te besó… él dijo que sería tu siguiente novio… eso quiere decir que tu relación con Junjin oppa ya terminó cierto?... todos dicen que las relaciones a distancia no funcionan y…

HyeSung sintió de pronto que un fósforo invisible, encendía la mecha que haría explotar en cualquier momento, su paciencia.

-Jinnie y yo seguimos siendo novios… nada va cambiar eso! – respondió HyeSung con severidad, dirigiéndose a pasos largos y pesados, dentro del salón de clases.

Oh sí, HyeSung en el fondo sabía que el atrevimiento anterior del nuevo estudiante, iba a traer muchas consecuencias.

Eric llegó minutos antes de lo planeado a la escuela, esperando encontrarse con el bello muchacho que había conocido el día de ayer. El nuevo estudiante, no podía esperar por ver de nuevo ese hermoso rostro y volver a proclamarse como el siguiente en robar su corazón.

Eric Mun, nació en Corea y a los dos años, fue llevado a EEUU por causa de una gran promoción en el trabajo de su padre. Criado en tierras extranjeras, y acostumbrado a vivir una vida libre y sin obstáculos, Eric era de esos muchachos que no se rendían fácilmente cuando sus ojos captaban un atrayente objetivo.

-esto es tu culpa!!! – oyó Eric repentinamente la estruendosa y melódica voz, junto con el molesto ruido de objetos cayendo sobre su pupitre, en el que llevaba recostado por casi dos minutos

El nuevo estudiante abrió los ojos ampliamente, al ver frente a él al hermoso estudiante por el que había estado esperando.

-wow!! Todo esto es para mí?... demoraste más que mis otras ex novias, pero ya veo que al fin te diste cuenta que te gusto – sonrió Eric su mejor sonrisa al rostro enfurecido de HyeSung

-estás idiota o qué?!!!... esto no es para ti!... todos me han estado dando cosas desde que llegue a la escuela y es culpa tuya!! – reaccionó HyeSung, casi transformándose en una especie de dragón lanza fuegos.

Eric observó al bello estudiante con el rostro visiblemente confundido.

-por culpa de tu estupidez de ayer, todos creen que tienen una oportunidad!! – explicó HyeSung con más furia

Eric pestañeó unas cuántas veces, tratando de descifrar el significado de las palabras del bello estudiante.

-mi estupidez de ayer???... – se preguntó Eric así mismo

-me besaste delante de toda la escuela!!! – respondió HyeSung con rabia y frustración

-ahhh!! Eso!!... entonces no has olvidado nuestro beso?... – volvió a sonreír Eric su mejor sonrisa, coquetamente.

El rostro de HyeSung tomó un color rojo fuego encendido. Definitivamente iba a correr sangre a primeras horas de la mañana.

-ESTAS MAL DE LA CABEZA O QUE!!! ACASO TIENES PROBLEMAS DE COMPRENSION!!! – exclamó HyeSung con fuerte voz, que bien toda la ciudad pudo haberse enterado de su frustración

-Sungie? Qué ocurre? – se oyó de pronto una suave y concerniente voz, a espaldas del bello estudiante.

-Wannie!! – corrió HyeSung a refugiarse en los brazos de su amigo que no tenía idea de lo que estaba ocurriendo

Dongwan observó a Eric con ojos cuestionadores, a lo que el nuevo estudiante sólo respondió con un movimiento de hombros, como si él tampoco supiera que ocurría con el bello estudiante.

Las siguientes tres horas, HyeSung estuvo absento casi todas las clases. Su mente sólo volaba hacia Eric Mun y esa sonrisa estúpida que le dirigía, cada vez que por alguna extraña razón, HyeSung ponía sus ojos en él. Irritaba a HyeSung hasta los nervios, el cinismo descarado del nuevo estudiante, que seguía coqueteándole toda la clase, a pesar de las miradas mortales que éste le dirigía.

Y para mala fortuna de HyeSung, el día de hoy todas sus materias coincidían en horario con las de Eric Mun.

Sentado detrás del bello estudiante y sonriendo amenamente, como mirando su mejor película de comedia, Minwoo se divertía viendo el intercambio de expresiones de los dos muchachos. El único disconforme con toda esta situación, era Dongwan, que acompañaba de vez en cuando a HyeSung, a dirigir misiles mortales en dirección de Eric Mun.

-entonces almorzamos juntos? – se acercó Eric valientemente a HyeSung, una vez terminada la clase e iniciada la hora de almuerzo

-eres despreciable! – respondió HyeSung, tomando su mochila bruscamente hasta casi golpear, a propósito, al  nuevo estudiante en el rostro

-oh vamos, no te vas a poner así sólo por un inoc…

-quieres dejarlo en paz?... HyeSung tiene novio, y uno muy bueno para tu información – interrumpió Dongwan a Eric.

Los dos amigos se retiraron luego, dejando a Eric sonriendo nuevamente, esa sonrisa que HyeSung empezaba a odiar con todas sus fuerzas.

-vaya que eres persistente! – habló Minwoo por detrás de Eric, colocando su mano en su hombro

-no soy de los que se rinden con facilidad… además el camino está libre, con ese novio lejos en otro continente – sonrió Eric en respuesta

-me agradas!... – sonrió Minwoo también, haciendo un ademán con la mano, para que ambos estudiantes abandonaran el salón de clases.

-MINWOO!! – oyó el pequeño muchacho la voz firme y furiosa de Dongwan

-no familiarices con el enemigo! – sin darse cuenta, Minwoo se encontraba siendo arrastrado por Dongwan.

-cuál enemigo? – se quejaba Minwoo mientras continuaba siendo arrastrado por su pequeño amigo

-ese tipo sólo ha hecho enojar a Sungie desde que lo conocimos – respondió Dongwan.

-sí… y si no te has dado cuenta, HyeSung ha dejado de llorar desde que Eric apareció… - habló Minwoo, dejando a Dongwan congelado

Las siguientes horas fueron las más difíciles para HyeSung, pues no sólo media escuela seguía haciéndole llegar cartas de propuestas y regalos; lidiar con Eric Mun y su incansable proclamación de hacerlo su novio, estaban agotando todas las energías existentes en el delgado cuerpo del bello estudiante.

-por qué yo! – exclamó HyeSung, cuando al término de la clase de deportes, fue designado para guardar todo el equipo usado en la clase.

El almacén de los equipos deportivos, se encontraba en una pequeña habitación, ubicada por debajo del gimnasio de la escuela.

HyeSung bajó las escaleras con cuidado, asegurándose de no caer con todo el pesado equipo en manos. Una vez que HyeSung acomodó todo el equipo en su respectivo lugar, oyó el eco de unos pasos bajando por la estrecha escalera, esperando que fueran los pasos de uno de sus amigos que venía a ayudarlo. Mas su sorpresa fue otra.

-qué estás haciendo aquí? – reaccionó HyeSung, al ver frente a él el rostro siempre sonriente de Eric Mun

-vine a ver si necesitabas ayuda – respondió Eric, dando una periférica mirada a todo el almacén

-ya terminé – habló HyeSung, tratando de pasar de largo por uno de los lados de Eric.

-espera! – Eric sujetó a HyeSung por el brazo, reteniéndolo en su huida

-déjame! Ya me has traído demasiados problemas – HyeSung se soltó del agarre de Eric, lanzando una mirada asesina en su dirección

-en serio no sé de que hablas – sonrió Eric en respuesta

-todos en esta escuela conocen muy bien mi relación con Jinnie, nadie nunca se ha atrevido a meterse conmigo, porque sabían que Jinnie y yo estábamos muy enamorados y porque Jinnie los golpearía si se atrevían a hablarme… todos estaban bien conmigo sufriendo por la falta de mi novio… y tú… tú… les diste un motivo para que crean que tienen esperanzas!! – exclamó HyeSung al final, mostrando toda su furia y enojo

-oh vamos! Crees que eso fue por mí?... las cartas, regalos y propuestas?... eres muy popular en esta escuela, tu noviecito sólo reprimía tu popularidad – respondió Eric, sentándose en una de las bancas, dentro del almacén.

-eso es todo lo que vas a decir!! Me importa poco si soy popular o no!! Tienes idea de lo que ocurriría se alguien le dice a Jinnie que me besaste??!! – reaccionó HyeSung, mentalmente pateando al arrogante, nuevo estudiante.

-no puedes decir que eso fue un beso… fue más como un simple roce de labios – continuó Eric con su actitud arrogante

-aarrggghh!! Estúpido arrogante! – gruñó HyeSung, lanzando contra el rostro del nuevo estudiante,  una toalla que llevaba en manos

-hey! Qué hay con la violencia! – exclamó Eric en respuesta

-por un momento pensé que venías a disculparte, pero veo que pierdo mi tiempo con un tipo como tú – HyeSung dio media vuelta, listo para regresar al gimnasio.

-por qué me disculparía de algo de lo que no estoy, para nada arrepentido? – habló Eric, sujetando nuevamente a HyeSung por un brazo.

-suéltame… te lo advierto… - la voz de HyeSung sonó fría y amenazante

-qué pasó con el niño llorón de ayer?... me gusta mucho tu multi-personalidad – habló Eric casi en un susurro, luego de jalar a HyeSung, ligeramente más cerca suyo

-suéltame… - repitió HyeSung con voz cruda.

-lo de ayer ciertamente no fue un beso real… pero si vas a odiarme por eso… es mejor que tengas motivos reales… - habló Eric, tomando el rostro de HyeSung entre sus manos, uniendo una vez más sus labios, pero esta vez de una manera más profunda.

HyeSung trató de luchar, golpeando con todas sus fuerzas el pecho de Eric con sus puños, pero éste no se daba por vencido, logrando rodear la cintura del bello estudiante entre sus brazos. HyeSung intentó entonces dar pequeñas patadas contra la piernas de Eric, a lo que el nuevo estudiante respondió, arrinconándolo contra la  pared, colocando una pierna entre las suyas, logrando inmovilizarlo.

HyeSung continuó reuniendo todas sus fuerzas para tratar de empujar a Eric lejos de él. Eric fortalecía el agarre en su cintura, juntando sus cuerpos de una manera que HyeSung se sentía casi asfixiándose entre la pared y el robusto cuerpo del nuevo estudiante.

No pudiendo resistir más la presión en su cuerpo y la falta de aire, HyeSung separó sus labios ligeramente en busca de aire para sus cansados pulmones, mas esta oportunidad fue aprovechada por Eric para introducir su lengua en la boca del hermoso estudiante.

HyeSung quedó en shock. Nunca en su vida lo habían besado de esa manera. Nunca en sus casi cinco años de relación con Junjin, HyeSung había aprendido lo que era un beso francés.

La lengua de Eric se movía de manera desenfrenada y ansiosa, buscando alguna reacción favorable del bello estudiante que se encontraba congelado ante la primera sensación de tener un músculo extranjero dentro de su boca, sintiendo como su saliva y la del otro se mezclaban. Sintiendo la lengua de Eric dar masajes armoniosos en la suya, profundizando cada vez más al no ver reacción alguna en él.

HyeSung no se había dado cuenta en qué momento dejó de luchar por su libertad, permitiendo a Eric ir más allá. Tan más allá, que HyeSung se volvió a sorprender cuando sintió el frío roce sobre su piel, de los congelados dedos del nuevo estudiante, en la parte baja de su espalda.

-hhhmmmhh!! Hhhmmmhh!!! – empezó a gemir HyeSung, atrapado aún entre los labios de Eric

La fría mano seguía moviéndose por su espalda, haciendo que HyeSung temblara por algo más que una simple reacción al frío.

-hhmmmhhh!! – HyeSung, volvió a reunir sus fuerzas, tratando una vez más de empujar a Eric

Eric volvió a presionar su cuerpo contra el de HyeSung, haciendo que sus entrepiernas se rozaran. Ambos estudiantes dejaron salir un armónico gemido de sus labios, dando una oportunidad a HyeSung, para aprovechar el momento de debilidad de Eric, y empujarlo contra el piso.

La visión de Eric se hizo borrosa, sólo reconociendo la delgada figura que corrió escaleras arriba, dejándolo completamente abandonado en ese almacén.

Una semana transcurrió desde el incidente en el almacén. Desde entonces, Eric había tomado su distancia del bello estudiante, quién volvió a su drama personal, llorando por los rincones de la escuela, la falta de su amado novio.

-sabes, lo prefería molesto con Eric – susurró Minwoo a Dongwan, en medio de la clase de literatura, señalando a HyeSung recostado sobre su pupitre.

Dongwan lanzó una mirada aniquiladora a su amigo, antes de colocar una mano reconfortante en la espalda de su bello amigo.

La clase terminó y muy distinto a su ser normal, Minwoo se ofreció a ayudar a la profesora con sus materiales, separándose de sus dos amigos.

-hey! Hey Mun!!... Eric!! – llamó Minwoo a lo lejos, corriendo en dirección del distante Eric que se disponía a dirigirse hacia la cafetería.

Eric observó al pequeño estudiante con ojos interrogativos.

-aún sigues interesado en HyeSung? – interrogó Minwoo

-yo no me rindo fácilmente, sólo lo estoy dejando descansar por estos días – sonrió Eric, acomodando sus libros dentro de su mochila

-perfecto! Porque creo que eres lo que Sungie necesita para olvidarse de ese idiota de Junjin! – sonrió Minwoo, ganando la expresión de sorpresa del bien parecido estudiante.

-esos dos nunca han estado destinados a ser... y tú haces que Sungie deje sus lloriqueos, así que por qué no!... tienes todo mi apoyo y ayuda! – exclamó Minwoo, estirando su mano en dirección del confundido Eric

-tu ayuda? – respondió Eric con arrogancia

-oh por favor! De veras crees que puedes conquistar a HyeSung por tu cuenta?... pff! Conozco a Sungie desde que empezamos la escuela… créeme que no es una persona muy fácil – habló Minwoo

-probaré con mis propios métodos… si te necesito, te buscaré… - sonrió Eric, retirándose del salón de clases

-sus propios métodos??.... eso tengo que verlo! – sonrió Minwoo, corriendo detrás de Eric

HyeSung y Dongwan caminaban por los corredores de la escuela, cuando algo atrajo su atención.

Delante de ellos, una gran aglomeración de estudiantes bloqueaba el camino en los corredores. HyeSung y Dongwan se aproximaron hacia la multitud, encontrándose cara a cara con un enorme oso de felpa, en medio del círculo escolar.

-Shin HyeSung?? – habló de pronto el enorme eso, poniéndose de pie por su cuenta, para sorpresa de todos los estudiantes.

HyeSung sólo asintió con la cabeza, observando al enorme y viviente oso, tomar unos pasos de distancia, hasta encender una radio que se ocultaba entre los confundidos estudiantes.

Oh moributho balkuthkaji da sarangsurowo Oh
Niga naui yojaranun ge jarangsurowo
Gidarimi julgobgo ijen gonggimajo dalkomhe
Irohge norul saranghe

(A/N: les sugiero ver este video para que oigan la canción completa e imagínense al oso haciendo la coreografía! http://www.youtube.com/watch?v=Vi0wv_fLoAM – HyeSung hizo un cover de esta canción pero no está subtitulada, así que les puse a versión original traducida al español)

Cantaba el enorme oso, con voz adorable, mientras combinaba la melódica canción con una coreografía que incluía cientos de corazones hechos con las manos, en dirección del bello estudiante. Al término de la canción, una figura masculina se puso de pie al lado del enorme oso, formando también un corazón con los brazos, por encima de su cabeza.

La expresión de HyeSung cambió por completo de estar confundida, a lanzar misiles mortales contra el rostro de la persona que sonreía tontamente.

-te gustó la sorpresa HyeSungie? – interrogó Eric con voz infantil

“muerte, muerte, muerte!”

Se podía leer en los ojos del bello estudiante.