parte 8

*~we are together~*

 

 

Jay arrastro una silla de metal cerca de la mesa para sentarse, con la bandeja de hamburguesas en la mano y Hyunchul siguiéndolo detrás con los refrescos. Injun ya estaba esperando en la mesa apartando el lugar.

“vamos a jugar en tu casa” le dijo Jay a Injun, tomando un refresco de manos de Hyunchul y se metió la pajita en la boca. “quiero mi revancha contigo y ganarle a Hyung”

Hyunchul se sonrió encogiéndose de hombros. Le agradaba la idea de jugar. Desde que entro en el instituto se ocupo demasiado que ya ni recordaba cual fue el último juego que jugó. Le dio a cada uno sus cosas y desenvolvió su hamburguesa sin esperar a los demás.

Injun estaba bañando su comida en salsa cátsup, mientras asentía con la cabeza. “¿quieres ir, Karam?”

Hyunchul levanto levemente la vista. El cabello rubio oscuro de Injun brillaba dorado claro contra el sol, meciéndose con los bruscos movimientos de Injun al devorar su hamburguesa. El sol estaba poniéndose, la luz naranja le pegaba en el rostro a través de la ventana poniéndole un bonito color cálido en las mejillas. Las pestañas de Injun se miraban largas y rizadas, parpadeando suaves, clavando la mirada en sus ojos, esperando respuesta. Hyunchul desvió la vista sintiendo vergüenza de pronto, tomando un sorbo de su refresco.

“sí…” le murmuro a Injun y se lleno la boca de un puño de papas fritas.

Todo era culpa del sueño que tuvo esa mañana que lo hizo consiente de Injun. Para él, Injun siempre había sido un dongsaeng alegre y despreocupado, de mente simple y con el carácter explosivo. Siempre trataba de imponerse ante él. No sabía respetar a sus mayores y comía como un cerdo; nunca recogía sus desperdicios ni su bandeja al terminar el almuerzo. Tenía esa fea costumbre de lanzarle las cosas en lugar de dárselas en la mano como una persona culta, y jugaba con la comida. Pero lo que mas odiaba de él era la forma en la invadía su espacio personal. Fuese cual fuese el momento, Injun encontraba un motivo para ponerle las manos encima, enredársele en los brazos o colgársele como un orangután en la espalda.

Sin embargo, el Injun frente a él era diferente. Llevaba el cabello estilizado, con el flequillo cayéndole suave sobre la frente, finos mechones de cabello desparramados por toda su cabeza acomodados perfectamente. Su piel estaba lisa, blanca y tersa, parecía terciopelo fino color marfil, y sus ojos brillaban con una mirada tierna y amable a pesar de que la sucia boca de Injun le decía groserías. El Injun que estaba enfrente de él, era pulcro y olía fresco, llevaba un perfume suave y agradable, que le hacia recordar el sabor de algún tipo de baya o frutilla, que le hacia agua la boca. Su uniforme estaba impecable, bien planchado y su corbata bien anudada. Los hombros de Injun no eran tan anchos en comparación de sus otros amigos, y era delgado, incluso más que él mismo. Sus manos no eran tan grandes, pero estaban suaves y tibias cuando las toco, sus dedos eran largos y finos. También se dio cuenta de que era un poco mas bajito que él, tal ves un par de centímetros.

¿Cómo no se había dado cuenta de esos detalles antes?

Se dio cuenta de que otra vez estaba espaciado perdido observando firmemente a Injun, y fijo los ojos en su comida antes de que alguien se diera cuenta. Ese sueño lo había trastornado completamente, porque la persona que se subió al camión en la penúltima parada fue Injun y no Suhoon. Llevaba el cabello castaño claro peinado en un copetito hacia arriba, y se miraba serio, un poco callado, pero no parecía enojado ni cansado, solo tranquilo. Y la sonrisa que se formo en su rostro al verlo en el camión antes de subir, fue lo mas hermoso que haya visto en su vida, una sonrisa sincera, plena y llena de cariño, del tipo de sonrisa que jamás le ha visto en el rostro al Injun real. Y la forma en que se aproximo a él fue dócil, con cuidado, tomando su mano suavemente como si estuviera hecha de cristal, entrelazando sus dedos en una tibiez confortable, que no lo hacia sentir amenazado ni fastidiado, era del tipo de abrazo del que nunca se quisiera soltar.

Hyunchul dejo salir un suspiro ahogado, haciendo que ambos amigos voltearan a verlo con preocupación.

“no tienes que ir hoy, si no quieres… Hyung.”

Escucho la voz de Injun y negó con la cabeza. “sí quiero ir”.

“entonces que pasa, Hyung?” pregunto Jay, realmente preocupado de la actitud de Hyunchul. “¿te sientes bien? En el comedor parecías enfermo…”.

Hyunchul sonrió agradecido y negó nuevamente con la cabeza. “estoy bien! Solo un poco…” el timbre de su celular lo interrumpió. Reviso el número antes de contestar.

“es Umma. Ahora vuelvo…” se disculpo y tomó la llamada. Ambos amigos continuaron comiendo mientras esperaban.

Después de unos minutos Hyunchul regreso y se disculpo por tener que retirarse a su casa. Jay e Injun se miraron uno al otro y se resignaron a jugar solo ellos. Recogieron las cosas de la mesa, y se dirigieron a la salida, encaminando a Hyunchul a la salida. Después decidieron acompañarlo a la estación del metro, y  esperaron por la ruta.

Al irse Hyunchul, salieron a la calle principal en busca de una tienda de conveniencia para comprar bocadillos antes de irse a casa, pasando por una tienda de accesorios, donde Injun se detuvo a ver que se iría a  su colección en casa. Jay lo molesto diciendo que le comprara a Hyunchul un collar de pareja color rosa vibrante con dos corazones enlazados, y se encogió de hombros cerrando los ojos esperando un golpecito o algo, como respuesta. Pero Injun solo volteo la mirada a otra cosa, escondiendo el rubor que se estaba formando en su rostro. No quería admitirlo pero las miradas que Hyunchul le estuvo dando durante todo el día, le estaban afectando demasiado la mente.

Llegaron a una zona residencial y fueron recibidos por un guardia de seguridad que al ver a Injun le hizo una reverencia, dejándolos pasar, haciéndose a un lado. Injun tecleo el código de seguridad en la puerta principal y la puerta se abrió un ‘click’ y un zumbido electrónico. Una vez adentro le pidió a Jay que lo esperara en su habitación y encendiera la consola en lo que él preparaba las bebidas. Checo la hora en el reloj digital pegado a la pared, preguntándose si su Hyung ya había llegado a su casa y que estaría haciendo en ese momento. Planeaba obligarlos a contarle toda la verdad acerca de la famosa cita, y si esa cita tenia que ver con Suhoon. Realmente quería a su Hyung, podía decir que lo amaba, aun si Hyunchul nunca lo correspondiera, y su corazón ardiera de coraje, no podía dejar de quererlo. Lo que no soportaba era a la persona de la que Hyunchul se había enamorado.

¿Por qué de todas las personas en todo Seúl tuvo que fijarse en el estúpido Lee Suhoon? Se preguntaba mil veces sin encontrar nunca una respuesta a esa pregunta. Un día escucho una conversación entre Jay y Hyunchul sobre que era lo que le gustaba de Suhoon, y Hyunchul respondió que le gustaba su libertad; Que Suhoon era una persona ‘cool’ y eso lo hacia admirable. Pero eso no era realmente una respuesta. Él también era libre, y era ‘cool’; era excelente en todo; sacaba buenas notas; era bueno en deportes y era guapo. Entonces, ¿por que no lo eligió a él?

Después de perder cuatro veces seguidas, Jay se rindió totalmente dejándose caer de espaldas en el esponjoso sofá, exhalando de fastidio. Injun no tuvo ni un poco de piedad con él ni siquiera por que él pago las botanas.

“ya no juego!” se enderezo, poniendo los ojos grandes y lagrimosos, casi rogando, iluminado con la escasa luz de la gigantesca pantalla de Led. “vamos a jugar otro, ¿si?”

Injun se rio.

“pero este esta bien!”

“para ti!” dijo juntando ambas manos, haciendo un pucherito mientras le enseñaba la cajita de otro juego. “quiero este ahora, an…” fue callado por Injun quien rápidamente le hizo una señal de silencio con un dedo sobre sus labios.

“shh… él esta aquí” le dijo Injun, mientras se encaminaba silencioso a la ventana que daba a hacia la casa vecina, tratando de ser lo mas invisible posible.

“de quien hablas” preguntó Jay siguiendo el juego del espía, situándose detrás de él, mirando a la ventana de la otra casa a través de las persianas entre abiertas. Estaban en el segundo piso, pero las dos ventanas se conectaban unas a otras perfectamente.

“abajo” dijo Injun señalando con el dedo.

Jay siguió la dirección del dedo, escudriñando en el aparcadero de la casa, una pequeña sombra negra perdiéndose en la casa, sin reconocer a la persona siguió viendo hasta que reconoció el auto estacionado ahí. Un auto deportivo color negro, que difícilmente podría sacar de su cabeza.

“¿Suhoon-Hyung?” alcanzo a murmurar.

Injun le asintió con la cabeza. Ahora señalando la habitación de enfrente. “ahí vive Woo Hyunmin”

“Oh”

Después sintió un pequeño ‘clik’ en su cabeza, girando la cabeza de inmediato para ver a Injun.

“Que esta haciendo Suhoon-Hyung en casa de Woo Hyunmin-Hyung?”

“bebés” dijo Injun recibiendo un golpe fuerte en un costado.

“hablo en serio, Injun-pabo!”

“ouch, ouch, ouch! aishh… ok, ok! aishh~”. Suspiro, sobándose las costillas. “creo que eran pareja, creo que estaban saliendo en secreto. En las tardes, cuando no había nadie en la casa, Suhoon siempre venia a pasar la tarde con él. Pero luego pelearon y se dejaron de hablar. Hasta hace poco menos de una semana, que empezó a venir de nuevo”

“mhm…” asintió Jay con la boca entreabierta procesando todo lo acababa de escuchar. “y tu siempre supiste eso?”

Injun asintió.

“por eso entre en esa escuela” se alejo lentamente de la ventana, rascándose la cabeza sin razón. “mis padres son amigos de la familia Woo, ellos les recomendaron esa escuela. Porque ahí estaría Hyunmin-Hyung, pero él y yo ya no nos hablamos, así que al final de cuentas no sirvió de nada”

Jay se quedo callado por un momento, pensando en que preguntar.

“¿Y están juntos ahora?” pregunto apuntando con la cabeza.

Injun regreso la mirada a la habitación del otro lado de la ventana, donde las luces se encendieron dejando pasar a un muy enojado Suhoon discutiendo algo con Hyunmin.

“no lo sé” dijo. “preferiría que sí”.

Jay regreso a sentarse en el sofá esponjoso, alejándose de la ventana. Injun lo siguió. “hay que decirle a Hyung”

Injun sacudió la cabeza, negando. “Llevo tiempo tratando de decirle, pero no me escucha”

“es por que no se lo dices claro, y el se enoja muy fácil contigo” Jay se relajo mas. “yo se lo diré”

“Mhm” Injun asintió meneando lentamente la cabeza. Dudoso.

“¿Sabes porque se separaron?” Pregunto Jay, ahora curioso.

Injun dejo salir una sonrisa un poco triste.

“porque yo los delate con los padres de él”

 

 

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

XDD soy malisima para los titulos~ sorry~ :9

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
hinatamaster_dgna #1
Chapter 8: me esta gustando mucho la historia, ¿cuando sale el próximo capitulo?