El día de mi cumpleaños número 18, un día especial, no porque estuviera preparando una gran fiesta, esperara gran cantidad de regalos o felicitaciones; sino porque era  el momento en que tendría que integrarme a la sociedad e interpretar el papel que se me había asignado cumplir dentro de ella.

El camino hacia mi futuro consistía en  un largo y tétrico pasillo escasamente iluminado,  a cada paso podía sentir lo irregular del cemento lastimando  mis pies. No era el único en ese lugar, otros como yo también esperaban el momento de ser liberados ya con el guion  insertado en la mente.

Poco a poco cada uno de nosotros iba pasando y conforme mi turno se iba acercando, la ansiedad  se iba apoderando de mí, estaba a un pequeño paso de la libertad; después de pasar una vida encadenado a una  cápsula que alimentaba mi cerebro con recuerdos  y emociones que no eran mías.

Lo que me pasaba no era normal y lo sabía,  los CRIPTERS, como se nos llamaba no debíamos cuestionar nuestro destino ya escrito. Una parte de mi cerebro me decía que  una criatura como yo solo debía dedicarse a vivir lo que le estaba permitido, pero la otra parte impulsaba y alimentaba mi deseo de curiosidad- 121290 eres el siguiente-la voz de la mujer con bata blanca me despertó de mis pensamientos.

La seguí dentro de aquel laboratorio lleno de cables y  maquinas desconocidas. La mujer me señalo la camilla que se encontraba en medio del cuarto en la cual me recosté sintiendo el frío del metal rozar mi piel. –Cierra los ojos y deja que toda la información fluya por tu cerebro, será como un hermoso sueño- me dijo con voz amable, intentando mitigar el miedo que dicho procedimiento podría causarme. Otra persona le hizo la señal de que ya todo estaba listo, tomó la enorme jeringa  llena de un líquido espeso, el cual contenía mi destino.

Pronto me encontré sumido en un profundo sueño, las imágenes del guion de mi futura vida comenzaban a aparecer e insertarse en mi  vacía mente, -PUM-  fue el sonido que me despertó, solo  para mostrarme a un joven  unos años más grande que yo con cabello rubio, un arete de cruz en la oreja izquierda, jeans y una simple camiseta negra que enmarcaba los símbolos en su cuerpo apuntando directamente a mi cabeza.-Di tus últimas palabras ojos rojos-

Ji Yong´s POV

Este era nuestro tercer asalto a gran escala a los laboratorios de La Gran Sociedad, y sabíamos que el daño sería mayor que en los pasados, ya que según la información de nuestro espía hoy se realizaría el procedimiento de inserción a 200 Cripters.

-GD, tenemos que encontrar la sala de inserción- me decía mi compañero y segundo al mando Seunghyun, mientras corríamos por los pasillos de los laboratorios- Cuidado!- sentí una daga rozar mi oreja, detrás de mí un guardia yacía muerto. En ese momento me sentí feliz de tener a TOP a mi lado, si hay alguien a quien podía confiarle mi vida era él “Hoy por mí, mañana por ti” Pensé.

-Gracias TOP, ya son varias veces que te debo la vida- Seung  sonrió tratando de calmar su agitada respiración. Me hubiera gustado mostrarle de alguna manera mi agradecimiento, pero en ese momento nuestra prioridad debía ser acabar la misión exitosamente - Sabes tienes razón tenemos que encontrar el camino correcto- habíamos memorizado los planos de los laboratorios, pero la práctica había  resultado  mucho más difícil que la teoría. Me detuve, observando mi alrededor para encontrar algún lugar seguro y así poder planear una nueva estrategia.-Mira entremos acá y revisemos- entramos a lo que parecía ser una pequeña bodega de limpieza, extendimos los planos en una mesa y comenzamos a analizarlos.

-Mira, estamos acá- Apunto con su arma- tenemos que subir al siguiente nivel que es donde está la zona  de cápsulas y de inserción, pero…- se detuvo y una mueca de preocupación invadió su rostro.

-Pero es la zona más vigilada y solo somos nosotros dos- complete su frase, manteniendo un tono calmado y seguro que llegará a mi compañero y hermano. Nuestro grupo estaba formada por diez personas, sin embargo la vigilancia había sido mayor de la que habíamos previsto y nos habíamos tenido que separar en pequeños equipos para avanzar. “¿Cómo estarán mis amigos?, ¿Estarán vivos?” eran las preguntas que me inundaban y atormentaban - dudo que Taeyang o D-Lite puedan ayudarnos. Tendremos que entrar nosotros, si esperamos más tiempo tendrán oportunidad de enviar a los especiales.- Agache mi cabeza, intentando así ocultar la preocupación que emanaba de mis ojos, por donde lo viera esta resultaba ser una misión suicida.

TOP asintió con parsimonia, sabía que pensaba lo mismo que yo, pero sus miedos se camuflajeaban con esa mirada penetrante, que en anteriores ocasiones había asustado a más de uno -Bien, entonces que esperamos- recargo su arma y contamos las municiones, dagas y bombas que teníamos en el arsenal- creo que será suficiente, las bombas hay que guardarlas para nuestro objetivo- asentí.

Salimos sigilosamente del pequeño cuarto, revisando a ambos lados para percatarnos que no hubiera guardias-Todo parece muy tranquilo, hay que aprovechar- corrimos hacia las escaleras que nos llevarían al siguiente nivel; sin embargo al llegar nos encontramos con un  paisaje completamente distinto –será mejor que me cubras-

A  diferencia de TOP yo era veloz y experto en combate cuerpo a cuerpo, no fue trabajo para mi deshacerme de los 5 guardias que resguardaban la puerta de entrada. Una vez que la adrenalina y excitación se apoderaba de mi cuerpo, resultaba difícil detenerme, además tenía al mejor francotirador cubriéndome las espaldas lo que lo hacía aún más fácil.

De una patada TOP abrió la puerta y vimos cuando menos una veintena de guardias resguardando el largo corredor que conducía a nuestro destino. Ambos nos miramos con una sonrisa llena de gozo y excitación – Por la humanidad- y pronto nos vimos siendo rodeados y atacados, yo me encontraba maniobrando entre los golpes, patadas y el manejo de mi arma.- Ya llevo 5- me dijo TOP jadeando, -te voy a ganar-.

No había miedo a la muerte, habíamos pasado nuestra vida entrenando y escapando de La Gran Sociedad, tratando de que nuestras acciones y ataques nos devolvieran aquel mundo en el que podíamos decidir que ser y que sentir, en el que las familias no preferían tener un hijo Cripter y en el que los ojos rojos (como yo los llamaba) no estuvieran acabando con los humanos.

-Creo que acabamos con todos- dije tratando de recuperar el aliento.

-Ji Yong cuidado!- Fue lo único que oí para luego encontrarme con mi hermano como escudo siendo apuñalado por un guardia- Tienes que irte, vienen más- me dijo calmado y tratando de suprimir el dolor que le invadía, todo sucedió tan rápido que no reaccione hasta que  sostenía a Seung en mis brazos.

-¿Que dices? ¡No pienso dejarte!- dije casi llorando, esto no debía pasar, todo sería fácil y nadie tenía que morir- Vamos recargarte en mí y camina- TOP  no se inmutó y siguió sonriendo, podía sentir como su cuerpo se tornaba frío por la pérdida de sangre.

-Tonto Yongie, cuantas veces más tengo que salvarte la vida- una lágrima empezaba a recorrer su mejilla y un hilo de sangre salía de su boca,- vete y acaba lo que vinimos a hacer, no dejes que todo haya sido en vano- negué con la cabeza, por segunda vez volvía a sentirme perdido. Sabía que era lo que debía hacer pero no podía dejar a mi hermano morir, no podía perder a alguien de nuevo. Apreté mis manos con fuerza, sin percatarme que mis uñas se enterraban en mis palmas haciéndolas sangrar, el dolor físico no era nada comparado con el dolor que sentía en mi corazón.

Me mantuve en el piso abrazando el cuerpo de Seung, tratando de detener el sangrado de la herida y de  transmitirle mi calor a su frío cuerpo. De repente ruidos de pasos subiendo las escaleras se empezaron a escuchar y supe que todo estaba perdido, moriría ahí con Seunghyun – No rompas el juramento, uno de nosotros tiene que cumplir, nos volveremos a encontrar, sino es en esta será en la próxima vida-con su último atisbo de fuerza, saco aquel collar que había sido su amuleto y me lo entregó.

Sabía que tenía que dejarlo, pero hacerlo era mucho más difícil, lo abrase fuertemente y bese su frente, mi visión se encontraba borrosa debido a las lágrimas que ya empezaban a caer  –Te quiero Seung, prometo que no te voy a decepcionar- lo deje recostado en el piso y sin mirar atrás corrí –PUM- el sonido de una bomba fue lo único que escuche y llore; hasta el último momento Seung se había encargado de hacerme las cosas más fáciles.